Gracias a: ANA_91, SEXY KITTY CHAN (MI MEJOR AMIGA!!!!!!!!! ^________^), Susuke y su....Pikachu y Selene .
AHORA EL CAPI TRES!!!!!!!!!!!!!
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Sus labios rozaron suavemente los fríos del joven dios, haciendo que un escalofrío recorriera su espina. Ambos se besaron sutilmente, antes de separarse lentamente, y quedar a una corta distancia de sus bocas.
Bakura miró al suelo, antes de que su rostro fuera levantado dulcemente, y enfrentar el rostro sonriente del dios lunar. Sus ojos se llenaron de lagrimas, y, recostándose sobre el pecho de Ryo, comenzó a llorar fuertemente.
~*~
-¡¡¿¿D"NDE ESTÁ??!!
-Y-Ya se lo dije señor....No lo sé....
-¡¡NO JUEGUE CONMIGO!! ¡¡DIGAMELO!!-gritó nuevamente Seth, zarandeando al hombre por sus ropas.
-Vaya al edificio que tiene varias vasijas llenas de cobras. El chico que está buscando se encuentra dentro de ese hotel...
-¿Tanto tardaste en decirme eso?-gruñó Seth, liberando al hombre.
Salió del bar, y montándose a su caballo, se dirigió rápidamente al otro lado de la ciudad.
~*~
Bakura y Ryo salieron del hotel, y dirigiéndose hacía un bar cercano, mano en mano, ya que el joven dios no quería apartarse de él cueste lo que cueste.
~*~
Sobre la pared, había un gran espejo ovalado, en el cual se apreciaba la imagen de un bello chico con piel morena, grandes ojos violetas y cabello rubio cenizo, que reía sonoramente con su hermana y su hermano.
El chico parecía mirar a través del espejo, y cuando sus hermanos estaban distraídos, saludó con la mano y una gran sonrisa, para luego voltearse y seguir hablando con sus hermanos.
El hombre rió suavemente, cerrando sus ojos amatista unos segundos, antes de volverlos a abrir. Se levantó de su trono, y su cabello erizado ondeó en el viento.
-Mi hermoso Malik Ishtar...-miró hacía las estrellas, moviendo su cabeza, haciendo que sus aretes de oro tintinearan.-Tanto tiempo. Me parece que ya es hora de que nos volvamos a ver, ¿No lo crees así?
~*~
-S-SI!!!!!! ¡¡Y luego.....!!-carcajadas.
-Esta bien, Malik.-carcajadas.-Hermano, eso su fue una historia divertida...-rió la mujer.
-Lo sé, Isis.-tomándose el vientre.-Me duele la panza de tanto reír...Jeje...Hermano, ¿Qué tenemos de cenar?
-Un poco de carne y verduras.-contestó.
-¡¡Rashid!! ¡¡Hemos estado comiendo eso desde hace una semana!! ¡¡Quiero otra cosa!!-contestó la mujer enojada.
-No tenemos nada más, hermana.
-Ushhh...Estoy empezando a odiar la carne...
-Que extraño. ¡¡Yo la sigo queriendo!!
Ante esto, los tres rieron fuertemente. Malik se puso de pie, y dijo que iría a pasear un rato, antes de entrar y volver a dormir.
El joven rubio caminó hasta las orillas del Río Nilo, y se sentó en ella, hundiendo sus piernas dentro del agua refrescante, haciéndolo gemir.
~*~
-¡¡JONO!!
-Mi señor, ¿Qué se le ofrece?
-Quiero saber si conoces a algún chico con cabello largo blanco y piel clara.
-No, mi señor. No conozco a ninguno.-contestó el esclavo del sacerdote.-¿Por qué me pregunta?
-Porque, me han dicho que es extremadamente hermoso. Al faraón le gustará, siempre y cuando se lo traiga.-contestó, acariciando el cabello de su esclavo rubio.-Así, me tomará con más importancia, si eso sucede.
-¿Cómo lo sabe, amo?-contestó melosamente el rubio.
-Porque, he visto el futuro, por eso, mi hermoso Jono.-respondió, dándole un sutil beso en sus labios.-Espérame en mi recamara, que iré a hacerte compañía un buen rato.
-Si, amo.
~*~
Malik empezaba a quedarse dormido, cuando un par de fuertes brazos lo apresaron para evitar que diera de bruces contra el agua del río. El chico abrió sus ojos, medio confundido. Al ver quién era, una sonrisa se le dibujó en el rostro.
-Llegaste. Pensé que nunca lo harías...
-Digamos que había mucho tráfico allí en el aire. Mi hermoso Malik, ¿Cómo has estado?
-Muy bien. Tengo sueño. ¿Vamos a dormir, Mariku?
-De acuerdo.
Ambos morenos se levantaron, y con un gran dragón alado amarillo, remontaron el vuelo hacía el cielo estrellado, iluminado por una brillante luna.
~*~
-Mira Bakura, las estrellas están muy hermosas esta noche.-murmuró el dios, desde el regazo del ladrón.
-Si. Y la luna está más brillante que antes. ¿Por qué?
-Porque estoy feliz. El brillo de la luna representa mi estado de ánimo. Ahora esta tan brillante, debido a que yo estoy feliz aquí.
-¿Siendo feliz con un humano tan estúpido cómo yo? Esa historia no me la creo.
-¿No me crees? ¿Entonces por qué antes de bajar al mundo humano la luna estaba sin brillo?-Bakura se encogió de hombros.
-¿Y yo qué voy a saber?
-Porque antes yo estaba muy deprimido. El dios supremo tenía a alguien a quien amar, un dios de la Mesopotamia, llamado Malik, que es otro dios solar de esa región.
-¿Dices que el dios Ra, está enamorado?
-Si. Es un joven muy bonito. Lo he conocido. También conozco a su hermana, Isis, y su hermano, Thot, pero le dicen Rashid. Isis es muy buena conmigo. Siempre me cuida, cómo si fuera otro hermano de ella.-contestó Ryo, acurrucándose entre los brazos de su ladrón, que suavemente lo atrapó en ellos, para evitar que escapara.
-He decidido quedarme contigo, Ryo.
-¿¡De verdad?! ¡Oh Bakura!-contestó el dios llorando de alegría, abrazándolo fuertemente.
~*~
-¡¡VAMOS!! ¡¡VAMOS!!-gritó Seth a su caballo, para que apresurara su galope.
Se estaban acercando a ambos chicos de cabellos plateados. El sacerdote estaba siendo seguido de varios soldados para luego apresar a Bakura, por ladrón de tumbas, y haber saqueado todos los tesoros reales.
El dragón del sacerdote volaba sobre sus cabeza, mirando hacía el horizonte.
~*~
El dragón amarillo entró al templo de los dioses, posándose sobre el suelo de piedra amarilla. Inclinó su cuerpo, y ambos morenos rubios bajaron del lomo de la criatura.
El de cabello erizado ayudó a su amante a bajar, tomándolo por su cintura.
-Tanto tiempo sin vernos, Malik.
-Lo mismo digo, Mariku. O debo decir, Ra....-dijo divertidamente el más chico de los dos.
-Oh, que atento. Eres perceptivo, ¿Lo sabías?
-Siempre me lo andas repitiendo.
-Ah, bueno. ¿Podemos seguir con lo que estábamos haciendo ahí arriba?
-¡Por supuesto!
~*~
Ryo y Bakura trataban de alejarse de sus perseguidores, tan rápido cómo pudieran con el caballo negro del ladrón.
El dragón del sacerdote intentaba hacerlos caer lanzando constantemente sus ataques hacía la pareja. Ryo brilló con un aura azul pálido, haciendo que el caballo perdiera velocidad.
-¡¡Ryo!! ¡¿Qué diablos haces?!-dijo alarmado el ladrón.
-No te preocupes...-contestó el dios lunar, con una gran sonrisa.
El sacerdote y los soldados se detuvieron, al ver cómo un gran dragón con tres cabezas, aparecía de la nada, rugiendo fuertemente. La criatura del sacerdote, sin miedo lo enfrenta.
El de tres cabezas derribó casi sin fuerza a la otra criatura. Ryo se presentó delante del dragón, mirando a los soldados y al sacerdote.
-Pensé que les dije que----pero un rayo lo dejó inconsciente.
A Bakura se le abrieron los ojos de horror, al ver cómo el dragón del sacerdote se llevaba a su dios, y el dragón de este, se desvanecía lentamente.
El dragón dejó al inconsciente dios delante del sacerdote, que junto con sus soldados, comenzaron a ir hacía el palacio. Bakura los siguió con su animal de monte, pero iba demasiado lento, comparado con los otros.
La sortija, que la tenía alrededor de su cuello, comenzó a brillar intensamente, antes de dejar escapar un gran rayo dorado, que no alcanzó a los perseguidos.
Bakura se detuvo, saltó de su caballo, y se dejó caer de rodillas al suelo, llorando fuertemente, ante su reciente pérdida.
'Mis garras no pudieron protegerte,ni mi fuerza fue suficiente para derrotarlos.
En un rayo de luz te vi llegar,
Y en un rayo de luz, te vi desaparecer....'
