Dorado y cálido
por Karoru Metallium
VIII
Acción y reacción
Bueno, ok, estos son POVs alternos y le toca a Joey... poco a poco nos iremos enterando de todo.
__________________________________________
Mierda. ¿Ya he dicho que tengo un sentido de la oportunidad im-pre-sio-nan-te? ¿No? Bueno, pues ésta es la hora... patético con 'p' de 'porquería'. Es que estas cosas me pasan sólo a mí y al Pato Donald. ¿Cómo se me ocurre decírselo así, de golpe y porrazo, y justo después de... después de...?
Ahora tiene puesta esa máscara fría que detesto, y no sé si está enfadado, dolido, a punto de matar a alguien (a mí, probablemente), o qué carajo pasa en su mente. Es que a veces me golpea la cabeza el hecho de que estoy enamorado de un tipo; y no de cualquier tipo, sino del señor mírame-y-no-me-toques en persona, y cuando se pone así juro que me dan escalofríos.
Y lo que acaba de pasar entre nosotros... rayos... ha sido fantástico, increíble, jamás lo hubiera podido imaginar, lo juro, ¿cómo lo iba a pensar siquiera? No tengo experiencia fuera de la que he... umm... ganado en las últimas semanas, y me parecía tan natural que fuera yo el que... bueno, se siente tan bien que... bah, ni yo me entiendo.
Bueno, me ha gustado, vaya, ha sido impresionante sentir lo que él siente cuando está... ummm.. dentro de mí... pero estar en el lado que recibe me gusta igual, quizá más. A lo mejor nací para ser el dominado, o qué sé yo, porque aunque no soy la estrella más brillante en el firmamento pude darme cuenta de que aunque esta vez era él quien... ummm... recibía... no dejó de tener el control de lo que hacíamos ni un solo momento. Ni un solo jodido momento: era él quien decidía cómo y cuando me movería, la fuerza con que lo hacía, el ritmo, la presión, haciendo ver muy claro quién estaba a cargo... ejem.
Aprendí muchas cosas... cosas que a buen seguro voy a poner en práctica la próxima vez que estemos juntos. Si es que hay una próxima vez...
Estoy rojo como un tomate y él ni siquiera me ha mirado. En realidad, está mirando el techo como si fuera la cosa más fascinante en todo el puto mundo, y ver esos ojos azules inmóviles y brillantes me hace sentir un dolor rarísimo en la boca del estómago.
¡Hey! Estoy siendo demasiado negativo. Tenemos una relación, ¿no? Nada de lo que Tristán pueda haber dicho o hecho cambia eso, porque esto es más fuerte que todo... y si lo hace, pues tendré que ahorcar a mi ex mejor amigo por arruinar el comienzo de lo que puede ser lo mejor de mi vida.
Y por sobre todas las cosas, yo soy incapaz de estar callado por más de cinco minutos, ni siquiera aunque la vida se me vaya en ello. Mi boca es demasiado grande y tengo demasiadas cosas que decir.
- ¿Seto? ¿Estás enfadado conmigo por lo de Tristán?
Ahora me mira por fin, pero su mirada está tan vacía y a la vez tan terriblemente oscura que los escalofríos vuelven a correr por todo mi cuerpo. Por favor, discúlpenme si comienzo a golpear mi cabeza con objetos puntiagudos y/o pesados, o contra objetos puntiagudos y/o pesados... eso me hará feliz, porque si entro en un coma o algo así no tendré que ver esto.
Pasa un buen rato (y yo tragando en seco) antes de que sus ojos parezcan tener de nuevo una semblanza de vida y me hable.
- No estoy enfadado contigo - dice. Amigos, créanme que eso no me tranquiliza. Puede que no esté enfadado conmigo, pero parece como si quisiera asfixiarme poniendo sus manos alrededor de mi cuello. Sí, claro que no está enfadado, y yo soy un hada con todo y alitas y varita mágica, ¿no?
- A mí me parece que sí...
- Cachorro - respira con fuerza, como tratando de controlarse para no golpearme -, eres un reto a mi paciencia, ¿sabías?
- Seto, todo es un reto a tu paciencia, porque es bien sabido que no tienes ninguna. En eso nos parecemos - le digo, con atrevimiento, y veo cómo baja la guardia y su rostro expresa sorpresa ante mis palabras.
- Quiero que me digas exactamente lo que pasó. TODO lo que pasó, todo lo que se dijeron, sin omitir nada.
Ay. Peligro. Si le digo TODO es probable que me saque a patadas de la cama y vaya directo a buscar a Tris para partirle la cara en cinco trozos simétricos... porque lo malo no fue Tristán diciendo cuánto me quería, ni la tristeza y rabia en su rostro, etc. Lo malo fue que mi amigo quiso dejar claro el punto y me abrazó con fuerza, con desesperación; y yo lo dejé, claro, ¿acaso no ha sido mi amigo por años y años? Y luego casi me besa. Casi, porque de inmediato yo aparté la cara.
¿Y qué hizo a continuación el valiente y bravo Joey? Salir corriendo sin decir ni una palabra. Tris me siguió por un par de cuadras, y lo escuché llamarme, pero no me detuve. Seguí corriendo y corriendo hasta que él dejó de seguirme y entonces me fui a casa a pensar.
Claro que tengo que decírselo a Seto. ¿Qué clase de pareja seríamos si no pudiéramos hablar, si tuviéramos que ocultarnos cosas el uno del otro?
- Pues... - venga, a darle la versión resumida - estaba en el parque, Tristán me encontró, comenzamos a hablar y trajo el tema de la actuación de Bakura el otro día. Estaba muy enfadado. Y claro, como de todos modos pensaba decírselo a mis amigos, comencé por decirle a él que... que estaba saliendo contigo.
- Ya. Supongo que la noticia de que sales con un hombre le molestó menos que el hecho de que ese hombre fuera yo - dice de pronto, con sequedad. Su capacidad para deducir cosas siempre me sorprende. Adoro a este bastardo ricachón, en serio lo adoro, y no me importa si sueno como una mariquita, no señor.
- Bueno... sí. Me dijo muchas cosas, pero lo principal fue que no quería que me hicieras daño, que es todo lo que has hecho desde que nos conocimos - siento que la cara se me pone caliente. Genial, me estoy sonrojando.
- No deja de ser verdad - admite, y les juro que si yo no estuviera tan arrellanado en la cama habría caído al piso de la impresión.
- Bueno... sí. Pero no entendió cuando le dije que no es así, que me has tratado bien, que me correspondes. No me creyó ni por un segundo. Dijo que a lo mejor me estabas engañando, que esto es un juego y al final me destrozarías...
- Creo que eso es, palabras más o menos, lo que todos tus amigos van a pensar... y a decirte - parece calmado, pero sé que no lo está porque un músculo brinca en su sien.
- En fin, que me dijo todo eso y luego me soltó el bombazo: porqué tuve que... ummm... enamorarme de ti y no de él.
- ¿...y?
- Y entonces me abrazó - uy. Ahora sí me miras como si hubiera perdido la cabeza -, yo se lo permití, después de todo es mi amigo - aspiro con fuerza, reuniendo el valor para decirle el resto -. Pero después intentó besarme y yo... yo... ¡eso sí que no! Salí corriendo y me fui a casa, y luego vine aquí. Eso es todo.
Seto se ha quedado muy quieto. Realmente quieto. Como si su cuerpo se hubiera desconectado o algo por el estilo, de manera que si pongo mi cabeza sobre su pecho no podría oír los latidos de su corazón. Como ya es costumbre, cuando habla dice lo último que yo esperaba oír.
- ¿Y porqué tardaste tanto en venir esta noche? - sus ojos son tan duros y fríos como diamantes, pero su voz es amarga y siento que me duele - ¿Te hizo dudar lo que te dijo? ¿Tuviste que pensarlo mucho? ¿Tanto te costó decidirte a venir al fin?
Mierda, ¿cómo puede una mente tan brillante ser tan obtusa? ¿Porqué tiene que retorcer algo que es tan simple y natural como respirar? ¿Porqué no puede entender que no tengo dudas?
- ¡No me costó nada! ¡Y yo no tengo dudas de lo que siento por ti! Pero coño, Seto, ¿crees que es fácil para cualquiera enterarse de que su mejor amigo de años y años se ha enamorado de uno y quiere saltarle encima, o lo que sea? - le grito, y veo que se tensa aún más antes de dejarse caer de nuevo con un suspiro de cansancio, cerrando los ojos.
- No, supongo que no es fácil - murmura, y de nuevo sus ojos me miran, esta vez con una chispa de vida, intensos - ¿Qué sentiste cuando te lo dijo?
- Pues... me quedé como muerto, ¿qué quieres que te diga? Me cayó como una tonelada de ladrillos porque nunca me lo hubiera imaginado. Y antes de que digas "te lo dije", te concedo que no andabas descaminado cuando dijiste aquello...
- La manera en la que te miraba me daba mala espina. ¿Qué sientes ahora? ¿Qué sientes por él?
- Sigue siendo el mejor de mis amigos, el que me ha ayudado en las verdes y las maduras, como Yugi... pero ahora no sé qué hacer, veo que esa amistad se puede ir al diablo. ¿Qué puedo hacer? Sé que tengo que hablar con él y aclararle que no hay nada que hacer al respecto, pero me da miedo, me da vergüenza... no sé, no sé. ¿Cómo voy a mirarle a la cara sabiendo que quiere besarme? ¡¡Argh!! Mierda. En qué lío me he metido.
- ¿Eres tú quien le enseña groserías a Mokuba, cachorro? - listo, me sorprendió otra vez con algo que no venía al caso, y sé que lo estoy mirando con cara de idiota y la bocota abierta.
Umm. A lo mejor lo he hecho sin darme cuenta, qué sé yo. Esta gente es muy correcta, muy bien educada, y yo soy un patán. Voy a tener que abrocharme el pico y tener más cuidado con los tacos que suelto...
- ¿¿¿¿YOOOOO???? ¡Quizás he dicho alguna que otra frente a él, pero no me he puesto a enseñárselas! ¿Estás loco, te patina o qué? - veo de pronto un brillo en esos ojos azules que me ponen el mundo de cabeza, y juraría que es un brillo de diversión. ¡Se está riendo de mí! - ¿Te estás burlando de mí, Seto? - veo cómo sus labios se curvan poquito a poco. ¡El muy...! - ¡Estás burlándote de mí! ¿Qué, acaso soy tu payaso?
- No eres un payaso. Eres un cachorro muy gracioso. Pero tienes razón en eso de que eres mío.
- Seto, que es en serio... - me indigno.
- Claro que es en serio, Joey - suspira y se pasa una mano por el cabello, en estos momentos tan revuelto como el mío suele estarlo -. Sé lo que esperas de un egoísta como yo, y no negaré que ganas no me faltan; pero no voy a obligarte a escoger entre tus amigos y yo.
Me quedo de piedra.
- ¿E-entonces...?
- No me opongo a que el tal Tristán siga siendo tu amigo, siempre y cuando se comporte y no se entrometa - hay un resplandor posesivo en sus ojos que me hace sentir como si todo mi cuerpo se hubiera convertido en una gelatina de repente -. Y no quiero que te toque. Si te pone un solo dedo encima, le retorceré el cuello como a una gallina. ¿Ha quedado claro, cachorro?
- Glups. Sí - ay, no, definitivamente soy un masoquista. Basta que me dé órdenes con ese toque de celos para que me sienta todito caliente, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Como tú quieras, Seto. Donde tú quieras, de la manera que quieras, cuando quieras. Uf. Soy un cachorro. Guau, guau.
- Bien. Ahora que lo tienes claro, espero que se lo pongas como el cristal a tu amigo...
- Ostras. Me va a costar trabajo, ahora mismo siento que no puedo ni mirarle. ¿Cómo voy a hablar con él tranquilamente, sabiendo que quiere saltar sobre mis huesitos?
- Con mucho valor. Si yo pude decírselo a Mokuba, tú también podrás aclararle las cosas a tu amigo.
- Pero es que... ¿SE LO DIJISTE A MOKUBA? - sí, estoy alarmado, ¿y qué? - ¿Y qué te dijo?
- Tiene sus dudas... - ay no, lo sabía, el pequeñajo no se lo ha tomado bien, ¿qué voy a hacer? - pero en general está encantado con todo el asunto.
- ¿Ves? ¡Yo sabía que...! ¿¿¿QUÉ???
- Que está encantado, cachorro. Qué, ¿te has quedado sordo de repente?
- Bueno, no... es que no pensé que...
- Yo tampoco sabía exactamente cómo iba a reaccionar, pero nunca pensé que lo tomara mal. Después de todo, he hecho lo posible por educarlo bien y que no repita los errores que yo he cometido. Además, él te quiere mucho... le gustan los cachorros.
- ¡Seto! ¡Que no soy una mascota! - protesto, pero me siento absurdamente feliz así, de pronto; y, sin pararme a pensar, me lanzo a sus brazos. Él se resiste por un momento, pero luego me abraza, y sé que nunca me había sentido así, ni volveré a sentirme así con nadie más... podría estar en sus brazos para siempre, respirando el aroma de su piel, tan tibia y reconfortante - Yo...
- Cállate, cachorro. Ya es muy tarde, y debemos dormir por lo menos un par de horas.
- Es que me va a tocar hablar con Tris y no sé cómo...
- Ya lo sabrás cuando le hables.
- Pero...
- Joey Wheeler, si tú no quieres descansar, yo debo hacerlo. Tengo dos reuniones de negocios mañana... o mejor dicho, hoy... y no eres tú quien va a pasarse todo el día con el trasero adolorido - ya me hizo sonrojar otra vez, ¿ven la habilidad que tiene el muy pelmazo?
- Sólo una preguntiiiiitaaaa - suplico, y siento cómo resopla, resignado.
- Procede.
- ¿Habías hecho... ummm... esto... antes?
- Si con "esto" te refieres a la generalidad de acostarme con alguien de mi mismo sexo, no. Supongo que eso cubre todas las preguntas curiosas que querías hacer, ¿no?
- Creo que sí - estoy como un tomate -; pero es que tú pareces saber mucho más de esto que yo, y...
- Lo único que he hecho que tú no, ha sido documentarme. Bibliográficamente, no de manera directa.
- Seto...
- ¿Mmmm?
- ¿Lo haremos otra vez?
- Quizás. Ahora duérmete, por lo que más quieras.
Le hago caso, claro; si prácticamente estoy hablando dormido. Pero antes de caer como tronco, siento el roce de sus labios en mi cabello, y sonrío. Lo amo.
*************************************
Cielos. Qué difícil es esto.
He quedado con mis amigos en el parque después de salir del trabajo, y ahora mismo me encuentro esperándolos, apoyado en un árbol. Es de hacer notar que mi pie ya casi ha hecho un hoyo en la tierra al pie del susodicho árbol.
Estoy nervioso, ¡qué digo! Nerviosísimo. Casi me hago pis encima del miedo que tengo. Yugi, Tea y Mai llegarán de un momento a otro, probablemente Tristán vendrá con ellos; y hasta el momento el cerebro del gran Joey Wheeler no ha dado con las palabras que va a decir.
Bueno, al menos no estaré a solas con Tristán, eso era lo que más miedo me daba. No porque él pudiera hacerme algo, porque si lo intenta sabe que le voy a partir la cara en diez aunque me duela en el alma, estoy seguro de que lo sabe. No quiero estar a solas con él porque no creo poder soportar esa expresión herida que tenía ayer, ni que intente tocarme, ni nada de eso... me da escalofríos.
Lo bizarro del asunto es que sigo queriendo a mi amigo igual que antes, el afecto sigue ahí, constante, presente, calentito como esa manta que has tenido por años y que sigues usando aunque ya esté desgastada y rota. Pero ya no confío en él, sé que no voy a sentirme cómodo en su presencia como antes, y eso me irrita y me entristece un montón. Siempre hemos sido amigos del alma, y el saber que ha estado pensando en mí de esa forma me hace sentir horriblemente incómodo; recordar todos los momentos que hemos pasado juntos, analizar cada una de las cosas que me ha dicho y hasta las maneras en las que me ha tocado...
Coño, es que nunca lo hubiera pensado. Ni en un millón de años.
No es que se haya pasado de la raya nunca, no. Siempre su toque ha sido amistoso: una palmada fraternal en la espalda, un brazo reconfortante alrededor de mis hombros, algún empujón cariñoso, una sesión de lucha... ¡una sesión de lucha, por todos los cielos! ¿Acaso sentía algo por mí cuando luchábamos, cuando trataba de hacerme morder el polvo, cuando nuestros cuerpos se tocaban? Argh. Guácala. Brrr. Mierda.
Esto va a ser horrible para mí, pero tengo que hacerlo, tengo que aguantar. Porque no voy a cargar con ese peso todo el tiempo, el peso de las cosas que se comienzan y nunca se terminan. Esto tiene que aclararse hoy y frente a todo el mundo. Menos Bakura. Por favor, que no aparezca ese lunático aquí porque si lo hace el escándalo va a estar servido en dos platos.
Allá vienen: Tea saludando frenéticamente, Yugi con una gran sonrisa, Mai luciendo un vestido que además de excesivamente corto es prácticamente traslúcido... y Tristán caminando un poco más atrás, con una expresión contrita.
- ¡¡Joey!! Amigo, no es que no me alegre que nos hayas llamado, pero ¿qué sucede? Es raro que nos reúnas a todos... - Yugi se calla al ver mi cara. Supongo que no debe ser precisamente tranquilizadora - ¿Sucede algo malo, Joey?
- Bueno... depende del punto de vista - le digo, mirando de reojo a Tristán, que tiene los ojos clavados en el suelo. Al fin. Alguien aquí está más incómodo que yo, y no es que eso me alegre, pero me hace sentir un fresquito.
- Venga ya, hombre, dilo - urge Mai, curiosa.
- Umm... ustedes son mis amigos - me detengo, sin saber cómo continuar -, y por lo tanto siempre han querido mi bien, ¿verdad?
- Eso es verdad, porque te queremos mucho, y la amistad es lo más maravilloso que... - comienza Tea, pero Yugi la hace callar con un ligero codazo que, dado que su estatura no ha aumentado mucho con los años, alcanza la cadera de la chica en lugar de sus costillas.
Tea se sonroja. Lo de esta chica es una novela; Yugi se pasó años suspirando por ella y ella ni caso, y ahora que él se muestra todo comedido, maduro y misterioso le ha tocado a ella el turno de ser la que suspira. Y él ni caso, no sé si porque se hace el desentendido o porque no capta; esto último no me lo creo ni por asomo, porque Yugi no es tan despistado como yo ni mucho menos.
- Lo que quiero decirles es que estoy saliendo con alguien, y que es algo serio...
Tea suelta un gritito de sorpresa y alegría, Yugi y Mai sonríen, y Tris hunde la cabeza en el pecho como si quisiera que la tierra se abriera y lo tragara. Esa sensación me es familiar, la he experimentado MUCHAS veces, y no siento piedad por él en este momento; yo no estoy cómodo con lo que estoy haciendo y el hecho de que él esté aquí me lo hace aún más difícil.
- ¡Vaya, por fin! - deja escapar la rubia, echándoseme encima y dándome un espectacular abrazo de oso. ¿Se habrá operado? Porque juraría que las tiene más grandes ahora que hace unos meses...
- ¿Y quién es la afortunada? - pregunta Tea, con los ojos llenos de estrellitas. La cara se me pone caliente y es signo seguro de que me he sonrojado otra vez.
- Ummm... no es una chica - las dos mujeres se quedan con la boca abierta, hasta que Mai, aún abrazándome, me suelta al oído un "¡Bien guardadito te lo tenías, picarón!".
- Así que se trata de un chico - la cara y la voz de Yugi reflejan serenidad. No se lo ha tomado a mal ni está horrorizado, gracias al cielo.
- No les molesta, ¿verdad?
- ¿Porqué habría de molestarnos? Nos alegra que hayas encontrado a alguien con quien compartir tu vida, ¿no es cierto, Tea? - en un gesto que casi me hace soltar la carcajada, Yugi se apresura a levantar el mentón de Tea para que cierre la boca.
- E... es cierto - balbucea.
- ¿Y de quién se trata? ¿Lo conocemos? - Mai me mira fijamente, como si quisiera sacármelo a la fuerza.
- Umm... sí. Se trata de Seto.
- ¿Cuál Seto? ¿Quién...? - Tea me mira confundida.
- ¿¿¿¿¿¡¡¡SETO KAIBA!!!????? - chilla la rubia, incrédula. ¡Mierda! ¡Casi me hace sangrar los oídos!
Yugi, en cambio, permanece tranquilo. Sus ojos se han agrandado un poco más (yo no lo creía posible, pero bueno...), pero por lo demás conserva la serenidad, como si no lo hubiera sorprendido demasiado.
- Ya sospechaba yo que algo se traían entre manos ustedes dos. Mucho antes de lo que sucedió con Bakura el otro día...
- ¡¡Seto Kaiba!! ¿¿Cómo es posible que tú y él...?? Digo, el tipo está fantásticamente bueno y yo me lo comería crudo, pero es un bloque de hielo y emocionalmente es un desastre...
- ¡Oye! - me indigna oír hablar así de Seto... aunque sea cierto, tanto la parte de que es un bloque de hielo como la parte de que está como para mojar pan. Mai ha estado observándolo, al igual que las tres cuartas partes de las mujeres del país, que lo admiran y lo desean a pesar de su carácter tan bien conocido, y no sólo por sus millones; eso tengo que tenerlo claro. No tengo porqué ponerme celoso por eso, ¿verdad? Seto está conmigo, no con ninguna de ellas... ni ellos.
- Bueno, disculpa, Joey, pero es que tienes que admitir que la idea resulta un poquito difícil de digerir. Ustedes se han pasado la vida peleando desde que se conocieron, y por lo que recuerdo él te ha tratado bastante mal - se detiene, pero sólo para tomar aire -. Y de pronto vienes y nos dices que estás saliendo con él y que es serio... hombre, eso es como para quedarse con la boca abierta. No nos culpes...
- ¿Te trata bien? ¿Te hace feliz estar con él, Joey? - pregunta Yugi, muy serio.
- Pues... sí, me hace sentir muy feliz...
- Entonces no hay nada más que hablar; eso es lo único que realmente importa. Y me alegro de que Seto se haya dado cuenta de lo que eres y lo que vales, porque él necesita de alguien como tú para superar todos los prejuicios que tiene en esa cabeza terca...
- Pues sí, vaya, el tipo tiene problemas, eso es obvio - tercia Mai, pensativa -. Pero bueno, lo que dice Yugi es cierto, quizás tú puedas ayudarlo. Después de todo, eres nuestro sol personal.
- ¡Vaya! Gracias Mai - le sonrío, agradecido.
- ¿Es que acaso a nadie le importa lo que yo siento? - la pregunta, hecha en un tono salvaje y desesperado, nos hace saltar a todos. ¡Tristán! ¡Casi me había olvidado de él! Me siento culpable cuando él me mira con esos ojos intensos, llenos de rabia, tristes - ¡¡Yo te quiero, Joey!! ¿Acaso eso no le importa a nadie más que a mí?
Me quedo mirándolo, al igual que todos los demás. Por favor, que alguien llame a una ambulancia... se necesita una operación de cerebro en el sitio, aunque no estoy seguro a cuál de los dos hay que operar. Aunque si las cosas siguen como van no voy a necesitar la lobotomía, porque me va a dar un infarto.
Yugi luce como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago, Tea se ha tapado la boca con una mano, y Mai está de nuevo boquiabierta.
- ¿Tú... tú...? - le pregunta Yugi a Tris, incrédulo.
- ¡Sí! ¡Y tengo que estar aquí como una estatua, aguantando todo, aguantando que mis amigos apoyen su relación con ese... con ese bastardo que sólo le hará daño!
- ¡No hables así de Seto! - grito, y de inmediato me arrepiento al verlo encogerse y mirarme con tristeza - Por favor, Tris, entiende. Yo quiero a Seto, y él me quiere, es algo mutuo, es algo que los dos sentimos igual. Y tú eres mi mejor amigo, por favor, tienes que comprender... estoy seguro de que estás confundido... ¡sí, eso es! Estás confundiendo tus sentimientos de amistad hacia mí con amor... yo no quiero lastimarte ni quiero perderte como amigo, pero en verdad quiero a Seto. Por favor, entiende...
- ¡No! ¡Yo sé lo que siento, y no estoy confundiendo nada! ¡No puedo entender qué diablos ves en él! ¡No puedo entender porqué! - de pronto está peligrosamente cerca, y recuerdo las palabras de Seto... si te pone un solo dedo encima, le retorceré el cuello como a una gallina.
Ya es tarde, porque sus manos están en mis hombros, sus dedos apretando tanto que sé que va a dejar un buen juego de morados porque mi piel es muy blanca. Estoy paralizado, no puedo hacer nada para quitármelo de encima aunque sé que debo, que tengo que hacerlo. ¿Coño, porqué no lo detiene la presencia de los demás? ¿Porqué me toca? ¡Esto era justo lo que yo no quería que pasara!
Sigue exclamando incoherencias, no entiendo ni la mitad de lo que dice, y su cara se inclina hacia la mía... ¡no!
De pronto se aparta de mí como si alguien lo hubiera arrancado del sitio, y lo siguiente que ven mis ojos es una escena que no querría haber presenciado jamás.
Tristán está en el suelo, hay sangre en su cara, y Seto con ojos helados y expresión feroz lo golpea metódica y fríamente con sus puños una y otra vez...
***************************************
N.A.: Perdonen la tardanza otra vez, he tenido trabajo y... ¡hay tanto que leer! ^^. Respecto a lo del seme y uke... no tengo que explicarlo porque Joey ya lo ha dicho arriba xD. Ser seme o uke es una actitud mental más que física, y Joey es el uke en esta historia porque es lo que más le gusta, es lo que siente; del mismo modo que a Seto le gusta tener el control porque lo necesita, es algo que lo ayuda a vencer sus inseguridades, que son muchas. El hecho de que asuman diferentes posiciones en el sexo y que hayan variado no significa que sus esquemas mentales cambien; además, según tengo entendido, recibir es tan placentero como dar en una relación equilibrada de pareja, eso hace mutuo el intercambio...
Gracias a mis reviewers: Azukaradita (lindo nick), Merle-chan Kanasuki (servida), Hikaru, Ken Ohki (gracias ^^), Kitten-chan, RavenTears is dead (umm, interesante lo del nick xD. La explicación al Seto uke está arriba xD), Kaome (Kenshin y Aoshi?? Madre Santa O__o xDDDD Bueno, no sé, nunca se me había ocurrido, he leído más de Aoshi/Saito y Ken/Sano xDDDDDD), Cho Chang de Black (bellos, intensos, apasionados... ya los quisiera yo), Kendra Duvoa, Capitán (a) Muchiko S. (vengan todos los compatriotas ^^), Hikaremi (gracias. Pues ya le queda poco. Y respecto a lo que me cuentas, te digo que suelo andar poco por la red, pero si quieres ayuda tengo una serie de artículos destinados justamente a ayudar a los escritores en mi página de Zeros, en una sección llamada La Columna. Ahí se puede empezar), Suisei Lady Dragon (cosas de Joey, ya ves. Y mi beta revisa la mayor parte, es tolerante, pero como macho que es se salta las partes "calientes" xDDDDDDD, se ha centrado más que todo en el ritmo de la prosa; después de todo se trata de un profesional que trabaja en una editorial, él sabe cómo desligarse xDD. Espero que puedas participar en el reto de este mes), Haima (raro que te llegara vacío, de todos modos el correo de Tokyo es generalmente seguro y me llegó tu mensaje...), Águila Fanel (me he reído mucho con lo de "romper la mandarina" xDDD y lo de escoger el momento inoportuno es algo muy propio de Joey. Gracias!), Kro (no hay cuidado, gracias xD), Tyci (sí, en efecto, la sección La Columna está en mi page El Altar de Zeros y allí encontrarás artículos de interés para los escritores; respecto a lo de comando... creo que se me pegó de tanta lectura en inglés, la expresión "going commando" significa que alguien no lleva ropa interior, o simplemente que va desnudo xDDD), Escila (en una relación homosexual suele haber un 'seme', o dominante, y un 'uke', o pasivo, que es generalmente el que recibe; de todos modos esa clasificación no es rígida. Lee arriba xD), Terry Maxwell (Sí, ya sé que tardo, mucho trabajo y lectura ^^. Eso que te pasa lo he vivido... tienes que tener paciencia y no desesperarte, la inspiración y las ganas volverán), Megumi Kanzaki S. (bienvenida, gracias, y... servida ^^).
