Holap people. Un personaje muy importante va a ser mi tazita de 'god bless america' ¡¡TAZITA SI ESTÁS LEYENDO T.Q.M!! ¬ - XD, es la que me inspira a seguir con mis locas ideas. Pero igual si alguien quiere salir, aunque sea un poquito, yo encantada la/lo pongo. Si alguien se preguntaba ¡¡de donde diablos sacamos la idea de Len×Pilika!!... dejenme se los respondo en forma personal, a mí por lo menos me cae un poco mal Tamal... Tamao [PERO ODIO A LA PERRA DE JEANNE], y a mí me gustó esa pareja de Len y Pili gracias a Sadick-chan, anteriormente, Mewthree-Ligott. No sé, supongo que se debe a la forma de ser de ambos. Horo y Tamao hacen mucho más bonita pareja [pero no soy fan]. En este fic' creo que habrá de ellos, pero no mucho ya que la pareja central son LenPilika. Dejemos el güiri-güiri y pasemos al fic'

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Horo, por más que intentará no se podía concentrar en el ejercicio que 'supuestamente' tenía que hacer, no reaccionaba, siempre en las noches recordaba esa escena de la cascada, constantemente iba ahí para recordar viejos tiempos, nunca supo si estaba enamorado de la pelirrosa o fueron las mismas emociones que lo llevarón a pensar cosas inapropiadas. De todas maneras ya no la vería otra vez, al menos eso pensaba. La chica fue la primera persona a la que Horo vió desnuda de pies a cabeza, exceptuando claro a sus amigos varones. A veces, en la ducha, cuando se encontraba solo y pensaba en Tamaura, aunque él no quisiera, su miembro acataba ordenes, de verdad que tenía ganas de hacer algo con ella, con Tamao. Normalmente trataba de no recordarlo pues fue cosa de una sola vez, lastima que él no tuvo los pantalones para acercarse y darle un beso o cualquier otra cosa semejante.

Cada paso que daba era más inseguro cada vez, sus rodillas temblaban, unas cuántas gotas de sudor frío cursaban alguna fracción de su cara, ¡En verdad estaba nervioso!, no quería arruinar el proposito de su viaje. Comenzó a acercarse sigilosamente, Pilika aún no notaba su presencia, a pesar que el lugar estaba, casi en su totalidad, vacío. Muchas dudas cruzaban una y otra vez la cabeza del chino, pero no había más que hacer, no podía seguir esperando más tiempo. ¡Diablos!, eso pensaba entre más la veía ahí tan aplicada, sí, estaba nervioso y mucho, pero él no era así, él era más decidido y ésta no sería una excepción, dió una gran vuelta haciendose quedar atrás de la peliazul, pero aún a muchos pasos de distancia. Su vista se concentró en algo: un chico, de cabellos verdes, hace unos segundos lo había visto con esa chica Lilith, ¿que hacía ahí?

Pilika- llamó con seguridad Lyserg provocando un susto repentino en la chica que yacía muy concentrada. Ésta sin más volteó para ver quien era el personaje que la llamaba.

¿Que haces aquí?- preguntó e inmediatamente pensó ''IDIOTA''.

Pilika... perdoname... pero, quiero que me es otra oportunidad- pidió y acto seguido fue el de tomarla por la cintura y tratar de besarla. Una cachetada había sonado, la ainu no permitiría que el chico actuara de tal manera, no con ella. -Quiero una amistad... ¡¡¿¿Que no lo entiendes??!!- gritó y lo que hiz fue tomar sus pertenencias y caminar hacía su habitación.

Yoh seguía escuchando música, haciendo planes de las cosas que haría en los próximos meses, naturalmente la itako estaba en todos ellos. Tendrían que ir a diversas Universidades, aunque de vez en cuándo insinúaba no tocar este tema y quedarse así como estaban, felices, sin presiones, amándose como nunca. Sintió una segunda presencia en la habitación, era ella, SU Annita. No hizo un mayor gesto que sonreirle, ésta se limitó a sentarse cerca de él.

Esta noche habrá frío, Yoh- habló rompiendo el silencio.

Lo sé- sonrió su esposo

Estaba pensando... qué tú y yo podríamos...- tartamudeo. En esta clase de situaciones se ponía nerviosa, y sólo con Yoh demostraba esa debilidad.

No crees que tuviste suficiente por un día- bromeó, como disfrutaba ver esa clase de actitudes en ella.

Yoh...- suspiró -Te amo- le dijo -pero a veces eres un completo idiota ¬¬-

¡Hey!... pero soy tú idiota- le dijo provocando una amplia sonrisa en la rubia. Sí, se pertenecían el uno al otro.

Los otros chicos trataban de hacer comprender al inglés lo estúpido que había sido de su parte el tratar de besarla sabiendo que su romeo se encontraba en los alrededores. Le explicaron de mil maneras hasta que por fin entendió.

TTTT NOOOOOO... o sea que Pilika lo quiere a él- lloriqueaba Lyserg en la clase.

¡Que sí!, marica del demonio- respondió un Hao exasperado

Oigan... no sé ustedes pero el profesor Fausto nos va a regañar- trató de calmar Hogarth observando de reojo al rubio maestro.

¿¿¡¡Pero es que no ves!!??- habló el pelo verde

Sí, Lyserg, sé que tú 'corazón' está destrozado, que quieres a Pilika y sé que te has teñido el pelo y que te maquillas por las mañanas... además que Hao ya me dijo tus habitos de pequeño, ¿jugar con la ropa de tu madre?, eso no está de moda y....- sus palabras fueron interrumpidas.

SEÑORITA LILITH HOGARTH, PODRÍA GUARDAR SILENCIO POR FAVOR, SUS COMPAÑEROS TRATAN DE ENTENDER LA CLASE, SINO QUIERE RECIBIRLA, PUEDE SALIRSE EN ESTE PRECISO MOMENTO- habló el profesor con una cara de psicopata-asesino [Así es Fausto u.ú]

¿Como te gusta, Hao?- siguió el chico de inglaterra -Para mi, ¡Es una pesada!- habló como gay

¬¬ No la conoces, y... uy sí nena ¡Es una pesada!- se burló de su hermano.

SSSHHHH... ¿que no hablan español?... callense los dos- seguía regañando Lilith.

Me calló si me das un beso, linda- retó el pelo verde

¬¬ Tengo malos ratos pero no malos gustos aparte que no soy ciega- bramó. Hablando la verdad, el chico parecía un declarado homosexual. Asco, si eso sentía, o al menos eso creía por el momento.

Entre paso y paso, cuidandose de que lo vieran, Len, llegó a la habitación de la chica, se quedo parado como imbecil frente a la puerta, no sabía si tocar o no, pero ya no aguantaba más, haber visto a ese tipo hizo que su sangre hirviera, no quería que nadie la tocara, no quería que nadie la tuviera, sólo él, sólo él, era suya, de nadie más. Tocó un poco más seguro pues ya le había dado mucho pensamiento a la cosa. Escuchó unos pasos e inmediatamente se sintió en el paraiso, sus ojos observaban a una feliz, crecida y sumamente hermosa ainu. Le sonreía, no se había fijado quien era su visitante.

Hola, Pilika- habló un poco dudoso

¿Len?... Len... hola, hola- saludó un tanto sorprendida. Sentía que su corazón saldría de orbita, sentía como sus latidos se aceleraban. Se encontraba ahí, con ella. Viajo desde tan lejos para ella, o eso entendió.

Yo... estoy estudiando acá...- comentó sonrojado, aún no sabía como declarar su amor.

Me parece bien- siguió la chica -¿quieres pasar?- sugirió. Estaba muy nerviosa, sus rodillas temblaban.

Sí- aceptó el chico siguiendola.

¡Que bien se veía!, estaba tan... tan... él, sí, no había cambiado, su cuerpo, su musculatura, él, si era él. Su centro, su chamarra, sus ropas resaltaban su figura. Por ir sumida en sus pensamientos, tropezó con un banco en el que yacían sus papeles. Len, en una maniobra la atrapó, asegurando más la caída, no quería que se lastimara.

Me encantaría que leyeras mi mente para que supieras lo que pienso, así descubirias lo que yo haría contigo, no pararía sólo sé que te deseo- comenzó a decir, la tenía tan cerca que todo pasaba naturalmente

estamos bajo el mismo cielo, misma habitación ya no voy a buscar eres tú al que soñé... Yo, yo... te amo Len Tao- respondió. Sí, sí lo había conseguido, ya había tenido tantos sueños así y por fin la ainu se le declaró. Era un momento especial.

En la casa Asakura estaban realizando los deberes matutinos a excepción de Ana, claro está. Horo trapeaba mientras yoh estaba ordenando, desde la cocina hasta cada uno de los cuartos de la pensión. Kyôyama se encontraba muy feliz de haber enconytrado a alguien como su esposo, alguien que se entregará de manera completa a ella, lo amaba mucho y sentía como cada segundo junto a él era un segundo de felicida. Estaba reconsiderando lo del viaje, ya que desde la boda no habían visto a ninguno de los parientes de Yoh, por consiguiente sería bueno pasar un tiempo fuera de la ciudad aunque sea por cuatro o seis mese, por supuesto que llevarían al ainu, no es que le incomodará, es más, ya se comenzaba a acostumbrar a su manera de ser, después de todo el 'macetín' no era tan estúpido como pensaba. En cuanto a Yoh, ya no le importaba hacer todo lo que la rubia le decía, era como hipnotizante, hacía lo que la voz de ella mandará, limpiaba, lavaba, ordenaba, etc... pero ¡Ya no entrenaba!, se sentía aliviado, además su cuerpo ya estaba acoplado a su musculatura, no tan perfecta pero aún muy deseable. Desde el punto de vista de Horohoro la pareja de casados lucían muy felices, en Ana, siempre encontraba extraño verla reir de algunas de las tonteras que Asakura cometía, pero era natural, ya tenían su tiempo juntos y que más daba, estarían juntos para siempre.

La clase ya estaba por terminar, el último discurso del día terminaba. Sí, los chicos estaban desesperados por salir, más que todo Hao y Lilith pues ambos habían tenido que escuchar por una hora y media la llorazón de Diethel, el hermano mayor, Hao, ya no aguantaba un segundo más, rogaba a Dios que todo llegará a su fin, y el caso era similar en lilith que sentía que explotaría si escuchaba una queja más de parte del teñido chico. Pero por el lado del quejista, nada de nada, creía que ni llorar todo el día podía sanar su dolor, bueno, no era dolor, sino decepción de 'dizque' haber luchado tanto por el afecto de Pilika y no haber conseguido pero ni las gracias.

¡¡CÁLLESE DE UNA BUENA VEZ JOVEN LYSERG!!- calló un muy harto profesor que parecía matar al muchacho. Provocó ciertas miradas burlonas entre alumnos y que decir de Hao y Lilith que sentían que estallarían de la risa, aunque agradecían lo que el maestro acababa de realizar pues ellos por más que intentarán no callarían al tipo.

Aún seguían ahí, la ainu no se había levantado, más él se conformaba con el simple hecho de percibir su aroma, era más que suficiente. Pilika tomó cartas en el asunto, haciendose para atrás obligando al chico a medio levantarse con ella, lo que en si lograrón fue quedar sentados, la peliazul sentada en las piernas de Tao, se mirarón por segundos que más que eso parecía una eternidad... pero, las eternidades no existían. Len se veía perido en los ojos de Pilika y viceversa, eran tan fuertes las miradas que con ello bastó para decir lo que sentían, el chino hizo el primer movimiento, la tomó por lacintura, suavemente, la acercó a su rostro y sin esperar la besó, intensa y tiernamente, era el primer beso de antes, fue un poco corto, luego de haber terminado su unión, Tao la abrazó, tan fuerte que parecía nunca soltarla, undió su rostro en uno de los hombros de la chica y ésta hizo lo mismo.

La noche llegó a las puertas de Japón, el clima era un poco helado, pero sin llegar a lo exagerado, en la casa Asakura, Horo se encontraba escuchando su programa de radio favorito, que no era más que la normal música que pasaban [u.ú]. Ana e Yoh estaban en la sala, viendo televisión, el último se paró y fue hacia el perchero.

¿Quieres ir a caminar?... ¿O no era a eso a lo que te referias en la tarde?- preguntó mientras se ponía un abrigo. Una sonrisa se dibujo en la cara de la rubia y de la misma manera sentuó con la cabeza, era increíble como el chico había captado su indirecta. Ambos salierón, cada uno con sus respectivos abrigos, tampoco morirían de frío,. fueron a un parque que estaba cerca, sólo para pasar un tiempo a solas.

¿Izumo?- habló Asakura un poco confundido -¿Estás hablando en serio?... Hace mucho que no vamos allá- aclaró

Sí, lo sé... pero no crees que es mejor pasar un poco de tiempo fuera de la ciudad?... alejarnos de todo esto- alegó muy convincente. Por parte del chico, aúun no creía lo que salía de los labios de Ana, pero el iría donde ella le dijera, haría lo que ella ordenará.

Si tu lo dices... ¿cuando nos vamos?- preguntó.

Cuando tu lo prefieras, yo pensaba que dentro de un mes- respondió la rubia.

Pilika faltó a las demás clases- comentó Hao Diethel

Sí, es muy raro... bueno, no, ya que estaba con su romeo- habló Lilith que le acompañaba en la cafeteria.

Sí, ojalá que ya Pilika sea más feliz- siguió el muchacho

Gracias a Dios que nos deshicimos del molesto de tu hermano-

¿Qué?... ¿Cuál hermano?... A mí no me emparentes con ese idiota-

jajajaja... Yo nada más decía-

Pues no digas... Ay no, que pena con ese imbecil, llorando en todas las clases-

No sé que es lo que le pasa, creo que estaba demasiado obsesionado con Pilika-

Lo mismo le he dicho pero el muy !"#$%&/ no me hace nada de caso... que haga lo que se le dé la maldita gana, a mi no me interesa-

La peliazul y el chico con reflejos violaceos se encontraban en la habitación de la primera, sin hacer nada, sólo agarrados de las manos, la estaban pasando bien. Len se comenzó a fijar en las pinturas de la pared de la ainu, veía como todo era dedicado a él. -Creo que debo pintar mi habitación- salió de la boca de la chica cuando noto lo que los ojos ambarinos del chico observaban. Tao se quitó su chamarra y se posó en la ventana del cuarto de la peliazul, tomó asiento en la orilla de la misma ventana y observo lo que estaba afuera y después su miarda fue dirigida, exclusivamente, a la joven de sus sueños, era muy hermosa, su cabellera azulada y su piel blanca y que decir de su sonrisa, hace mucho que no veía esa sonrisa. La amaba a toda ella, por completo y sin titubeos.

¿Por qué me miras así?- preguntó Pilika muy intrigada

¿Como así?- respondió un poco sonrojado.

Con una mirada enamorada, nunca lo había visto en ti, creí que jamás la vería... me ves como si yo fuera alguna diosa, no dejas de mirarne- alegó dando una muy acertada conclusión.

Pues... todo lo que dijiste es verdad... No sabes cuanto anhele estar contigo todo este tiempo... Cuanta falta me hizo escuchar... cuantas veces soñe que estabas ahí a mi lado y no era más que el reflejo de mi imaginación, pero, ahora, estás aquí conmigo, hablandome, es más que suficiente- respondió sin dejar lugar a dudas provocando un leve rubor en ambas mejillas de la ainu.

Después de su larga caminata, Yoh y Ana llegarón a su morada, muy felices, tomados de las manos, no encontrarón a Horo, supusierón que el ainu se ecnontraría en su habitación escuchando la radio. En eso, se dierón un corto beso, ya que Asakura debía atender el baño, caminó un poco apresurado hasta que al fin llegó a la puerta y en consecuensia la abrió. Lo que iba a hacer se le había olvidado, no creía lo que veía, era... era...

¡¡¿¿QUÉ FUE LO QUE PASO AQUÍ??!!- gritó a todo pulmón, eso se escucharía por toda la ciudad.

Esto no se quedará así... No, no se quedará así- repetía constantemente Lyserg con una mirada pérdida, no parecía ser el mismo -No, no, no... No lo perdonaré...- siguió.

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Bueno, hasta aquí, espero sus reviews, y siempre insisto en que si alguien desea darme ideas pero igual gracias a tods ls que leen y que hacen mi vida muy feliz. Lamento ser tan mala escritora y haberlo dejado así de corto, pero es que no he tenido tiempo y esto fue lo que se me ocurrió, espero y les guste. ¡¡VIVA LENXPILIKA!!