Hikari Asakura:

¡El amor! Amo al amor...un capi algo emotivo, pero argado de amor. Espero les guste.

CAPITULO 10

"Ante los ojos de Dios"

Veía su silueta delante de ella firmemente tomada de su mano, caminaban a paso lento para así ir mitigando el dolor que sentía en la entrepierna, o quizás no era dolor, solo molestia que...¡rayos!...era la segunda vez que pensaba en lo mismo, aunque no dudaba de lo que ocurriría luego de su ceremonia clandestina, sonrió.

-¿Vas bien Annita?

-así es Yoh...

-Ya casi llegamos y ya es más de media noche...

-No...casi es media noche Yoh-el chico sonrió ante la respuesta de su prometida, quería retroceder el tiempo, pero...aquello era muy hermoso como para volver atrás y repetirlo una sola vez.

-"No..."-se dijo-"así esta bien...esto lo recordaremos por el resto de nuestras vidas"

-Así es Yoh...

El chico se sobresaltó, verdad, había olvidado que para Anna era muy fácil leer los pensamientos, sobre todo cuando había una fuerte emoción de por medio...y no lo hacia adrede...solo sucedía.

-Mira Anna...-le mostró el territorio sagrado.

-Pero Yoh....este lugar es prohibido, además la vez pasada pudimos entrar solo por la buena voluntad de los grandes espíritus.

-Esta vez tambien pasaremos...ya veras....quiero que esto sea especial-Anna sonrió ante a imagen de Yoh y ella ante el altar de los dioses. Le pareció una acción egoísta, pero hermosa.

Corrieron por el sendero mientras los guardianes los dejaban pasar con regocijo.

-Ya llegamos...-Yoh paró ante un altar de piedra en medio de dos grandes pilares de roca pintada con símbolos y extrañas formas.

-Y ahora...-le dijo Anna.

Yoh hurgó en su ropa y sacó una especie de argolla, no muy elegante, pero para Anna aquella joyita fue lo más bello que hubiera visto en su vida.

-Es de cristal...le pedí a Horo Horo que hiciera una de hielo tan duradero como la vida y me entregó esto sin siquiera preguntarme para que...tal vez intuyo algo...-sonrió-Horo es muy inteligente.

-Lo se Yoh.

-Ven conmigo.

Tomó la mano de Anna y la condujo ante el atar, solo la luna brillaba en lo alto proporcionándole luz.

-Amidamaru...

-Pero Yoh...-protesto Anna.

-no te preocupes Annita...no dirá nada, además necesitamos un testigo.

-¿Amo Yoh?

-Tu solo guarda este secreto amigo...

-Por supuesto.

-Bien...-miro hacia donde los grandes espíritus flotaban en la inmensidad- estoy aquí porque quiero unir mi vida a la de la mujer que amo...y no quiero más testigos en esta noche que mi fiel amigo Amidamaru y ustedes.

Un águila que representaba a los grandes espíritus aterrizó en el altar.

-Tú ofrenda Yoh Asakura-dijo el ave con voz dulce y armoniosa. Yoh dejo el anillo ante sus patas y el águila lo tomo con su piquito y se hecho a volar.

-¿Qué hace Yoh?-le preguntó Anna.

-Bendecirá el anillo.

A los pocos minutos regreso y dejo el anillo junto a una ramita de árbol sobre el altar.

-Nos sentimos honrados de que vengas a nosotros Yoh Asakura-voló sobre su espalda y la de Anna dejando caer una liana hecha de hojas y flores nocturnas-ante nosotros...¿prometes amar a esta mujer Anna Kyoyama por la eternidad, en esta y tus otras vidas hasta que la muerte les arrebate al otro y se los devuelva en lo que ha de venir?

-Prometo ante ustedes por mi vida...

-Mujer...-dijo el ave dirigiéndose a la chica-ante nosotros...¿prometes amar a este hombre Yoh Asakura por la eternidad, en esta y tus otras vidas hasta que la muerte les arrebate al otro y se los devuelva en lo que ha de venir?

-Prometo ante ustedes por mi vida...

-Bendecimos esta unión, ante el samurai, las estrellas que velan desde los cielos, que son vuestros antepasados y que guiaran por siempre sus pasos y ante el amor reflejado en esa joya-Yoh le entrego a Anna la argolla y se la puso-sus botos...

-Annita...-comenzó Yoh-juro ante los grandes espíritus, ante mi fiel amigo y ante ti...que te amare por siempre, pase lo que pase y aunque la muerte se haga presente y te arranque de mi lado...jamás romperé este boto al que te uno...de hoy hasta el fin del mundo...te protegeré en todas circunstancias y agradeceré a Dios, al primero de los hijos que me des...el fruto de nuestro amor y celebrare cada día tu existencia como si fuera la mía, porque te amo mas que a mi propia vida...

-Yoh...-murmuro Anna con lágrimas que caían de sus ojos-Yoh... juro ante los grandes espíritus, ante este fiel amigo y ante ti...que te amare por siempre sin importar como se nuestra vida...porque lo eres todo para ser feliz, eres mi riqueza y mi seguridad, eres mi motivo y mi verdad...juro que te haré feliz y jamás olvidare que para mi eres el único...porque no hay nada en este mundo que me haga una mujer completa, más que saber que estas a mi lado y que eres tu...porque te amo mas que a mi propia vida...te amo...

Yoh la abrazó sellando los botos con un beso, mientras el ave desaparecía y el samurai Amidamaru lloraba como una magdalena.

-Annita...-la miraba embobadamente.

-Yoh...ya estamos casados...estamos unidos...

-Te amo-la volvio a abrazar mientras se levantaban del suelo.

-Amo Yoh....¿eh?

-Dinos Amidamaru-dijo el chico alegremente.

-Muchas felicidades señor y señora Asakura...

-Gracias Amidamaru-dijo Anna aun abrazada de su marido.

-Y...-el samurai se sonrojó-eh...amo Yon...Doña Anna...

-¿si?-preguntaron los dos sin dejar de mirarse.

-bueno yo quería decirles que...según las nupcias Apaches ustedes...digo tienen que esperar por lo menos tres días antes de consumar la boda...

-OO Ups...Annita creo que...

-OO ya es tarde para ese consejo...

-OOUUUUU-amidamaru desapareció apenado ante las disimuladas sonrisas de los recién casados.

-¿Y ahora?....-preguntó Yoh.

-Vamos a la posada Yoh-sonrió picadamente-es nuestra noche de bodas.

--rió avergonzado mientras emprendían el camino de regreso a la posada.

-Uhhhh-suspiro la anciana-esta es un anoche hermosa...más hermosa que otras noches bajo el cielo de nuestra aldea...

Un ave se acercó a ella y depositó entre sus manos una ramita de árbol y unas bellas flores blancas.

-Gracias Weinama...

-No hay porque señora Goldva....de seguro es una noche que jamas será olvidada.

-Claro que si...-sonrió acariciando la ramita-hace mucho que no se celebraba una ceremonia Apache de bodas.

-Desde hace años...cuando los jóvenes creyeron encontrar en la civilización una mejor forma de vida.

-Weinama...gracias por avisarme de esto...

-No hay porque...-se levanto en el vuelo, mientras la vieja vaciaba en su baso lo que quedaba en una botella de licor-salud...señor y señora Asakura- sonrió mientras se llevaba el baso a la boca y bebía todo el contenido de un solo sorbo.

Ya casi amanecía y Hao Asakura no había hecho más que caminar por el desierto con un amuleto extraño entre sus manos.

-Riu no Hikari...-murmuraba-Hikari...

-¡Hao!-le interrumpió una chica de largo cabello negro, sus ojos brillaban de falsedad, una falsedad que hasta ahora Hao no había notado. Se acercó a el, sus ojos parecían hechizarlo a cada paso que daba, tanto así, que no noto que venia acompañada.

-¿Midori?-preguntó confundido. La chica rió, mientras veía aproximarse al muchacho una ráfaga de energía.

-"Hao siempre fue fuerte"-pensaba viendo como el dueño de aquel nombre solo podía mirarla con una mezcla de desconfianza y confusión-"pero ahora parece un cachorrito"-sintio lastima por él-Adiós...-dejo escapar cerrando los ojos.

-¿Qué?...........

Pero no sintió nada, solo dolor y el agudo olor a sangre.

Kilómetros alejados, el la aldea apache Hikari se despertaba de un sobresalto, la luz del sol entraba con fuerza por la ventana.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

-Hao....algo le ha sucedido a Hao.

Bien, aquí queda el capitulo 10, me pareció algo bello, emotivo, pero tambien se descubre la traición. ¿Qué hará Hao ahora? O será que ¿se dejara morir?

El próximo capitulo es en su mayoría Hao, se llama "perdí".

Hasta aquí quedamos y ahora quiero agradecer a los reviews.

Xris keiko-sk anna15

Y dedico este capitulo a todas mis amigas y a quienes leen mi fic.