Verdades escondidas

Duermes usando mi brazo como almohada y mi larga bufanda como sábana. Debo admitir que te ves muy tierno así, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos en una ligera sonrisa. Tu cola de caballo a veces choca contra mi mano, y aprovecho de acariciarla lentamente, cabello tan sedoso como el tuyo no conocía... y creía que el mío ya estaba lo suficientemente cuidado.

Te gusta dormir así, junto a mí. En cuanto cierras los ojos te sumes en un sueño tranquilo y pesado, sin moverte fuera del perímetro de mi cuerpo o mis brazos. A veces logro acomodarte , apoyado en mi bufanda, engañando tus finos sentidos, y me voy, huyo algunas veces, para luego volver y retomar mi posición de 'colchón'.

Y cuando despiertas... tus ojos dorados mirándome con esa devoción secreta y pública a la vez, tu cuerpo entero dispuesto a mis palabras... Un gatito en manos de su dueño... un dueño frío y callado, que solo lo mima cuando la soledad los rodea y cobija.

Me siento culpable, y no puedo evitarlo. He tomado lo mejor de ti, y parte de mí te ha sido entregada... pero sigues dando más que yo, sigues amando más que yo, sigues aguantando más que yo. Porque no puedo quitarme las malas manías fácilmente. Lo admito Neko-chan... las faldas me llaman. Nunca he sido de una sola cama, y eso no ha cambiado desde que estoy contigo.

'Que la gente me vea contigo y la noche con ellos'

Esa frase está tan dentro de mí... no sé donde la escuché, pero la tomé como estandarte y escudo de batalla en las pocas relaciones que he tenido en mi vida.

No te soy fiel Rei... y lo sabes... ¿Porqué callas?, ¿porqué aguantas?, ¿piensas acaso que algún día cambiaré?... Ciertamente no hay empeño de mi parte por hacerlo... no estoy seguro de querer cambiar... pero tampoco quiero hacerte sufrir. Odio ver tus ojos tristes mientras una sonrisa ligera pero falsa aparece en tus labios. Sé como curvas tus cejas cuando volteas, y ríes cuando me miras. Sé que lloras solo y en silencio, sin contar a nadie tu pena... Pero me tienes fe... piensas que el amor que me tienes podría hacer algo... piensas que la razón de la que me jacto me llevará a cambiar de vida... Pero no tengo muchas ganas de hacerlo...

Admiro (¿u odio?) tu paciencia. Siempre esperando... siempre... "Llego al almuerzo" te digo, "Te espero" me dices... pero sabes que no llegaré al almuerzo, y menos a la cena. Y guardas el plato en el microondas, y das excusas a los muchachos por mi atraso, y me esperas simulando dormir, no sin haberme dejado una nota en la cocina 'Por si tienes hambre, hay comida en el horno'. Pero sabes que no comeré. Sabes que ni siquiera miraré la nota, sino que me la dirás al día siguiente, cuando tengas que botar lo que cocinaste con tanto esmero. Y sabrás en tu corazón que estuve en otra cama, con otra persona, con otro cuerpo, y no reclamarás nada. Callarás y sonreirás, defendiéndome cuando Takao me reclame, distrayendo a Max cuando sus miradas frías me alcancen, desviando las ironías que Kyo me lanza.... Incluso harás caso omiso al aroma que inunda mi ropa y mi cuerpo. La pestilencia a alcohol en la habitación la limpiarás abriendo durante todo el día las ventanas, asearás el baño de mi resaca y de mis tenidas arrancarás con un buen detergente el perfume de mujer o el aftershave de hombre. Ignorarás las marcas en mi cuello, o el dolor en mi cara al sentarme...

Simplemente lo ignorarás todo. Te convencerás de que no ha pasado nada y seguirás amándome... como siempre, como solo tú haces... Te conformarás con estos momentos, en donde mi cuerpo solo es tuyo, de una forma pura y tranquila, que nadie más ha probado... Y continuarás soportando y olvidando...

¿Cuánto más aguantarás Rei?

Te veo en silencio. Te veo intranquilo cuando me miras al llegar. Pero nunca preguntas. Sabes de donde vengo, y a donde voy cuando te miento. Lo sabes, maldición, lo sabes... ¿porqué no haces nada?, ¿porqué no me reclamas?, ¿porqué no lloras frente a mí?... No tienes que pretender que eres fuerte conmigo... te conozco, te he visto en tus peores momentos... Te vi sufrir en la boda de Mariah, antes de lo nuestro, te vi llorar cuando el Señor Dickenson dejó de ser tu protector. Te vi desmoronarte cuando te avisaron que Kevin estaba grave... Te he visto Rei... ¿porqué ocultas lo que ya conozco?

Pero esto no es culpa tuya... es mía ¿verdad?. Pero nunca lo increpas, nunca lo reclamas... ¿Esperarás el momento adecuado para tirarme todo en la cara?, no, ese no tu estilo...

Entonces....

Me canso de preguntarme el porqué Rei, estoy harto de saber que me amas y que no haces nada al saber que me compartes... ¡nada!, ¿No tienes orgullo acaso?...¿Qué pasa contigo que no peleas por lo que te pertenece?...

Yo...

Yo soy tuyo Rei...

¿Porqué no me reclamas como tal?, ¿tan poco te importo?, ¿tan poco es nuestra relación?... ¿Qué te lleva a soportar todo en silencio?

Mis brazos se cierran en tu cuerpo, y te quejas por eso. Una ligera mueca de dolor adorna tus gestos simples... sin darme cuenta te hago daño...

Necesito un trago... y quizás algo más...

Nuevamente te dejo en la cama junto a mi bufanda... junto a mi aroma... y sigues dormido, pensando que estoy contigo...

Pensando que te amo.... ***

La puerta se cierra suavemente, casi sin sonido, mientras los pasos comienzan a resonar y se alejan. Kai sale de la casa con la mente nublada, dispuesto a encontrar sus respuestas en algún bar.

En la casa, el silencio reina. La respiración suave de Rei pierde ritmo y compás, convirtiéndose rápidamente en sollozos silenciosos. Su cuerpo se arremolina contra sí mismo, sin soltar la blanca bufanda... Las lágrimas salen una tras otra, sin esperar turno alguno...

-Kai...

La culpa, el dolor, la soledad, tantas cosas se juntan en su pecho debilitado por una enfermedad escondida y desconocida para sus amigos y pareja.

-Kai...

Y la sangre fluye desde sus labios apretados, mientras la conciencia se pierde y la vida se aleja... Y está solo y asustado, como nunca quiso estar...

-"Solo quería que estuvieras conmigo por algo diferente a la lástima..."

Y el dolor aumenta, y no hay nadie cerca. Y la vida se va lentamente, mientras la blanca bufanda se mancha poco a poco, y se tiñe de un escarlata brillante y profundo... un rojo sangre...

-"Perdóname por no habértelo dicho.... No quería... no quería que sufrieras Kai"

La noche se eleva sobre la mansión Hiwatari mientras un último sollozo inunda los pasillos. No hay nadie en casa.

Ahora, realmente, no hay nadie en casa.

FIN.

Notas: Viernes, (09/01/2004 15:34:57). Bien, aquí otra cosita mía. Dedicada a Neko-Jeanne que me dio la pag de esas fotos tan lindas de Rei y Kai. Espero que les haya gustado... Rio 2004

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