Solo una cosita: me gusta la relación de amistad-neutral que tienen Max y Kai, y por eso mismo les digo que esto no es un KaiXMax. Grax.

Verdades Escondidas. Capítulo 3.

La lluvia caía. ¿Coincidencia?, ¿jugarreta del destino y del clima?. Quizás si, quizás no. Pero fuese cual fuese la razón de la lluvia, su alma desgarrada la agradecía en medio de su somnolencia y letanía. El sol lo hubiera acabado aún más. El cielo azul se hubiera reído de su dolor. Lluvia era lo único que podía haber en ese momento. Todos lo sabían.

El llanto desgarrado de Mariah se alejaba con la comitiva. Los sollozos reprimidos de Lee y de Kevin eran inútilmente escondidos. Gary y su gran cuerpo en posición derrotada. La gente se alejaba poco a poco, llorando, lamentándose... Todos lo amaban....

Takao y Kyo se fueron con los demás. Para ellos ya no había nada más que dolor en ese pequeño lugar de las montañas, y no querían sufrir más. Se alejaban pensando como reponerse. Recordaban y lloraban... y se iban... Max, en cambio, se mantuvo de pie, cerca de la lápida de piedra... para él si había algo más que dolor y recuerdos... había un chico triste y solo, a quien nadie quería perdonar, a quien nadie quería ayudar, a quien nadie quería ver.

-Kai... ya es hora de irnos...

Las lágrimas se confundían con la lluvia, pero el tinte de sus mejillas pintadas las hacía visibles y reconocibles. Max estaba cansado de verlo llorar. Max estaba cansado de verlo sufrir y morir... Suficiente dolor había en una muerte real, como para tener que soportar una muerte en vida.

-Kai...

-...No puedo...

Mizuhara puso atención, e intentó oír a través de la lluvia. ¿Kai había hablado o era su imaginación?.

-Ya... no quiero dejarlo solo... nunca más...

La débil voz de Hiwatari se fundía con la brisa helada que transportaba la lluvia.

-Nunca más... -repitió tomando entre sus manos las flores que habían en la tumba y apretándolas contra su pecho -no más solo Rei... nunca más...

Max volvió a llorar cuando lo vio. En esas manos debería haber algún recuerdo de Rei... su cinta, su blade, alguna prenda... pero se lo arrebataron todo. Mariah y los demás no permitieron que Kai se quedara con ninguna de las posesiones de Kon, ni siquiera las compradas después de su convivencia con Hiwatari.

-Kai... -Max se acercó mientras en sus bolsillos buscaba algo. -Creo que esto te corresponde...

Arrodillándose junto a Kai, el chico rubio le extendió la cinta roja que Rei solía usar en la frente.

-Mariah me la dio como recuerdo. Sin embargo... esta y todas sus cosas Kai... todas te pertenecen realmente... -dijo mientras Kai lo observaba sorprendido -A Rei le hubiera gustado que tu te hubieras quedado con ella....

A Hiwatari le temblaron las manos antes de tomarla, lleno de indecisión.

-Ya no sufras más Kai... -dijo Max sintiendo como la lluvia los golpeaba, mientras acunaba a un tembloroso ruso en su pecho -a Rei nunca le gustó verte triste...

-Es mi culpa...

-No, no lo es... No es culpa de nadie...no pienses eso...

-Todos lo dicen... -lloró contra su ropa -

-No les creas... no les creas...

Lentamente los ojos de Kai fueron haciéndose más pesados, siendo casi imposible mantenerlos abiertos. Los brazos de Max lo acunaban en esas horas oscuras, y le daban algo de la paz que necesitaba.

-Debes ser fuerte Kai...

-Rei...

-Debes sobreponerte... Él está más cerca de lo que crees... está en tu corazón...

Kai derramó una última lágrima mientras cuestionaba la verdadera posición de su corazón...

-¿Rei...?

O estaba alucinando... o Kon lo miraba con una triste expresión ubicado tras la lápida de piedra. Driger estaba junto a él, cubriéndolo de la lluvia... Su ropa estaba manchada de sangre, y sus ojos estaban vidriosos y opacos. Sus labios se movían en palabras mudas e inaudibles...

-Rei... -su mano, aún aferrada a la cinta roja, se extendió hacia el muchacho y la bestia, pero el cuerpo estaba cansado y el alma dolida, y si que lo deseara Kai se vio envuelto en la oscuridad y el sueño. Un sueño en donde Rei lo abrazaba y estrechaba contra su pecho susurrando cálidamente en su oído tres palabras que lo confundieron...

"Déjame ir Kai...." ***

A pesar de las protestas de Mariah y los demás, el argumento puesto por Max era perfectamente lógico. Nadie había sido confidente ni testigo de queja alguna de Rei contra Kai, por lo que no era justo quitarle la totalidad de las cosas del muchacho chino, ni restringirle el acceso a su antigua casa, la que dejó en manos de Kevin cuando se marchó a vivir con Hiwatari.

-Aunque no les guste, Kai está sufriendo tanto o más que todos nosotros.

-¡Es mentira!, ¡él mató a Rei! -rebatió Mariah con los ojos llenos de llanto -

-Eso no es verdad, y es hora de que todos nos convenzamos de eso. -la voz de Takao los sorprendió a todos, tanto por su firmeza como por su seriedad -Rei murió por una enfermedad pulmonar que no dijo a nadie.

-¡Lo hubiera dicho si Kai...!

-¡Kai no tuvo nada que ver! -gritó Kinomiya de vuelta -¡Dejen de culparlo cuando todos tenemos responsabilidad!

Un silencio sepulcral reinó en la pequeña sala. Max miraba asombrado a su amigo. A pesar de todo el dolor, seguía estando del lado de su antiguo líder.

-Esto es culpa de todos, no solo de Kai. -continuó el moreno -Ustedes, su familia, y nosotros, sus amigos... Nadie se dio cuenta, ¿lo entienden?... Sangre por la boca... ahogos... espasmos... ¡Y nadie se dio cuenta!, ¡en qué mundo vivíamos que siempre lo vimos sano!. ¿Acaso nunca hubo ropa manchada?.... ¿cómo no nos extrañaba la cantidad de veces que Rei lavaba su ropa, eh?... lo creímos una manía... ¡nunca lo preguntamos!, ¿se dan cuenta, maldición?, ¡si hubiéramos estado TODOS más atentos a él, Rei estaría vivo!, pero no... estábamos acostumbrados a que él se preocupara por nosotros. A que él notara nuestros leves cambios... Y nunca pensamos que él era humano como todos nosotros...

Más que una defensa, un desahogo... Por fin Takao Kinomiya se descargaba de todo el dolor que sentía.

-No sé ni logro imaginar cual es la responsabilidad de Kai en todo esto... Pero eso es algo que solo Rei sabe... y Rei ya no está...

-¡Cállate! -gritó Mariah cayendo de rodillas al suelo con las manos cubriendo sus oídos, negándose a la verdad -¡Cállate!

Nadie se atrevió a levantarla durante largos momentos. Finalmente Gary la tomó en brazos y se la llevó en silencio, sin mirar atrás. Li lo siguió de la misma manera. Solo Kevin se mantuvo con necias lágrimas recorriendo sus tostadas mejillas.

-Quédense el tiempo que necesiten... -dijo con una amplia bocanada de aire -...y no se preocupen por lo que Mariah diga... él puede quedarse con ustedes.

Luego se marchó también. Max lo vio irse y supo que nunca más reunirían con los White Tigers... la amistad se había roto.

-"Otra cosa que muere contigo Rei...." -pensó triste - "¿Qué más te llevarás?"

Al mirar hacia el lado, Mizuhara no vio a Takao. Suspiró por enésima vez... todo estaba destrozándose...

-"¿Tan importante eras entre nosotros Rei...?"

Mientras el rubio se sentaba a meditar y llorar, Hiwatari escuchaba todo atentamente, agazapado en la esquina más alejada de la habitación de Rei, abrazando sus piernas y escondiendo la cara entre sus rodillas y brazos. Sus ojos abiertos dejaban caer solitarias lágrimas, mientras su mente se mantenía sin funcionar. Su cuerpo entero estaba atrpado en el olor a Rei que reinaba dominando el lugar. Su presencia... era casi palpable...

-"Te amo Rei" -pensó, y cerró los ojos. Una deliciosa calidez inundó su cuerpo, y el suave aroma de Kon embraigó su nariz. -Te amo Rei -repitió, esta ven voz alta.

-Lo sé Kai. -se escuchó decir. Hiwatari entonces se abandonó en aquél dulce sueño, en donde Rei lo abrazaba alejando el dolor, sin saber, que en la triste realidad, Kon lloraba apoyando la frente en sus rodillas, sin poder hacerlo entender.

Continuará.

Notas: bien, capítulo 3. Cortito, pero triste, tal como me gustan ^^. ediciones_ryochan@hotmail.com