Bey blade no me pertenece, ni sus secuelas ni sus personajes ni nada.


Reviews:

Silverhell: Siempre apoyándome, muchas gracias. No sabes lo importante que es para mi (y para mi ego, que te manda saludos) el que te guste el fic aunque sé que Rei no te agrada. Al hacer este capítulo pensaba que quizás un cambio de pareja no sería malo. Después de todo, Rei está muerto.

Sam Hattori Mizuhara: realmente cinco meses es bastante esperar… Bien aquí está el quinto capítulo. Maxie no se alejará del lado de Kai así que no te preocupes.

Neko Jeanne: Nunca creería que has copiado algo Neko. Espero que te guste este capítulo.

Cidmil Jercoy: Siento haber tardado tanto. No sabía como continuar. Pero salió. Lamento también haberte hecho llorar (... bien, lo admito, no, no lo siento... ¬¬)

Galy: Cada review tuyo es una avalancha de preguntas impresionantes . Kai si se metía con Boris (aunque me parezca un poco retorcido), no sé que va a pasar (no todavía), las cadenas de Rei se esclarecen un poco aquí, Kai está menos loco de lo que cree y en cuanto a lo del perdón... eso no lo había pensado.... ¿Cinco meses no es "pronto" verdad?

Disfruten el capítulo.

Rio.


Verdades Escondidas.

Capítulo 5.

--No te ves bien Maxi...

--Me siento tan inútil Mamá... ya no sé que más hacer...

--Lo primero es salir de China. Si quieres ayudarlo tendrás que lograr que deje este lugar que le hace daño.

--Lo he intentado Mamá, pero se niega y se niega. Ya no sé qué decirle o como convencerlo.

Judy abrazó su hijo mientras este desahogaba su pena en su pecho. La mujer acarició su cabello rubio intentando pensar en alguna manera de poder ayudar a Kai a salir de la depresión en la que estaba sumido, pero lamentablemente ella era científica, no psicóloga.

--Ya veremos una manera Maxie... Mamá está aquí y te ayudará.

--...Gracias Mamá...

Pero la verdad es que Mizuhara estaba conciente que su madre mayores cosas no podía hacer. El bienestar de Kai estaba en sus manos. Solo en sus manos.

--Veo que las cosas de Rei siguen aquí. –comentó Judy de pronto, cuando sintió que el silencio la asfixiaba.

--Takao se negó a llevarse las cosas que Mao repartió, y también impidió que se sacara cualquier cosa. Kyo no quiso llevarse nada tampoco. Ni siquiera a Driger. Me pidió que cuidara todo.

--¿Mao regaló Driger a Kyo?

--Si... dijo que lo hizo para asegurarse que estaría bien, y que seguiría siendo poderoso, pero creo que lo hizo solo para molestar a Kai. Kyo ahora lo odia, y tener a Driger en su poder... pues es casi una venganza.

--Sin embargo lo dejó aquí. –Max asintió y buscó en su bolsillo.

--Yo lo tengo. –dijo mostrando el blade. Judy lo observó recordando las veces que investigó ese pequeño aparatito en movimiento, atendiendo las órdenes de su dueño...

--¿Dónde está Kai ahora?

--Debe estar en la casa de Rei, como siempre. Apenas y sale al jardín algunos minutos.

--Ve con él cariño –le dijo, depositando un beso en su frente. –Estaré aquí en el hotel por si me necesitas. Pondré todo lo que me pidas a tu disposición.

--Gracias Mamá.

Cuando el joven Mizuhara desapareció tras la puerta, Judy sintió que su corazón le gritaba... le suplicaba que fuera tras él y le rogase que se olvidara de ese muchacho ruso y de su pena.

Te estás destruyendo Max... ya no vuelvas con él... Estás muriendo con él...

Pero su mente de científica sabía que decir eso era ridículo y egoísta. Max no descansaría hasta ver a Kai recuperado... o medianamente recuperado.

Y por primera vez... quiso ayudar y supo que nada podía hacer. Al igual que el resto del mundo, solo era una espectadora del drama griego en el que estaba convertido un chico llamado Hiwatari Kai, y su único co-protagonista, un precioso muchachito llamado Mizuhara Max. Solo ellos llenaban el escenario, y la aparición de extras estaba prohibida.


Ya no pensaba que estaba volviéndose loco. Ahora pensaba que estaba loco.

Desde aquél día que vio a Rei en el balcón y a Driger en el techo el tiempo parecía haberse detenido. A veces miraba el cielo y veía una mañana radiante y despejada. Cuando volvía a levantar la vista, era de noche, y luego de día otra vez. Max le decía que eso se debía a que, de un tiempo hasta ahora, estaba durmiendo demasiado. A veces pasaban días antes de que despertara, comiera vorazmente y volviera a dormir. Extrañamente, nada de eso figuraba en su memoria.

Max. Comenzaba a sentir pena por él. Tanta pena... que incluso se sentía culpable. Y tan culpable llegaba a sentirse, que la posibilidad de salir de China y volver a Rusia con Yuriv y los demás aparecía en su mente. Pero luego la locura volvía y él se quedaba.

Ya vete Max, tu madre está preocupada por ti y por mí no puedes hacer absolutamente nada. Estoy perdido.

Mizuhara lloraba cuando le decía eso. Kai odiaba hacerlo llorar, por lo que había dejado de pedirle que se marchara a hacer su vida como Takao y Kyo habían hecho.

No puedo dejarte solo... Después de todo... tú solo me tienes a mí, y yo solo te tengo a ti.

Hiwatari lloró cuando su amigo le dijo eso. Por eso Max no había vuelto a decirlo. Sin embargo ambas eran verdades tan ciertas que dolían.

Esto ya no se trata de Rei... Esto somos nosotros... ahora vemos que nunca tuvimos nada y darnos cuenta que nuestro único lazo murió nos vuelve locos.

No sabía si lo había soñado o si Max lo había dicho. A veces recordaba que Takao se lo decía con los ojos llenos de lágrimas mientras lo zamarreaba de manera brutal para luego gritarle...

¡Despierta Kai, despierta!

Pero los ojos pesaban tanto. Seco y fríos. Vacíos de lágrimas y llenos de dolor.

Sin embargo, ahora había una diferencia. Ahora estaba loco. Y asumiéndose loco parecía que todo había tomado otro sentido. Incluso el dolor parecía más llevadero. Eso de dormir durante varios días era una buena solución para alejarse de todo, y la continua presencia de Rei lograba relajarlo y lograr que, incluso, sonriera.

Kai, no permitas que Max se hunda... Lo tienes a él, recuérdalo siempre. Podrás contar con Max cada vez que te sientas solo.

Palabras salidas de Rei esa misma mañana. Kon había ido a visitarlo mientras Driger se echaba a un lado de la cama, junto al balcón, dejando su enorme y peludo cuerpo descansar relajado por el viento suave del amanecer. Kai se había recostado sobre su regazo y se había embriagado de ese olor delicioso y exótico.

Estoy atrapado en tu corazón... ¿No quieres dejarme ir?

Por supuesto que no Rei... Nunca más te dejaré ir.

Con el paso de los días la presencia de las cadenas habían dejado de molestarlo. Rei le había explicado que los eslabones se unían a él por un extremo y a su cuerpo por el otro, dejándolos enganchados hasta que algo, que no sabía que era, ocurriera y los liberara, permitiendo a Kai hacer una nueva vida, y a Rei dar descanso a su espíritu y renacer algún día.

Al principio no podía tocarlo. Era solo una presencia compuesta de aire y dolor. Sin embargo con el tiempo, a medida que Kai aceptaba la idea de verlo y tenerlo nuevamente, aunque fuera de manera "espiritual", el contacto con Rei había sido posible. Una tarde cualquiera, mientras Max recibía a su madre en el aeropuerto, su mano blanca y fría se había posado sobre la mejilla de Kon, sintiendo el delicioso calor de su cuerpo moreno. Pocas mañanas pasaron antes de que fuera capaz de apoyarse sobre sus rodillas, tal como lo hacía ese día.

--Max está muy triste... ¿Porqué no lo ayudas?

--Un loco es incapaz de ayudar a nadie. Estoy perdido Rei, ¿cómo podría ayudarlo?

--¿Porqué no accedes a volver a Rusia?, quizás ir a Estados Unidos con él sería buena idea. Te haría bien un poco de calor americano.

--¡No puedo salir de China!... no te dejaré solo...

--Estoy atado a tu corazón Kai, a menos que te lo arranques y lo dejes en un rincón, iré contigo donde sea, donde el viento pueda tocarte y la tierra sostenga tus pies. En ese lugar en donde el fuego te abrigue y el agua calme tu sed... en ese lugar estaré contigo.

--...¿Estás seguro?

--Por supuesto. Estas cadenas son eternas.- Driger lanzó un inquieto ronroneo y Rei sonrió.- Ya está aquí. ¿Qué tal si le das la buena noticia?

Como un niño ansioso, Hiwatari se levantó, pero de inmediato cayó estrepitosamente. La clara risa de Rei se escuchó, pero Kai sabía que ya no podía verlo.

--¿Kai?

El fuerte golpe había llamado la atención de Max, que había llegado corriendo a la habitación y ahora se arrodillaba junto a él, tan solícito como siempre.

--¿Estás bien?

--Si... ¿Cómo está tu madre? –se apresuró a decir para encauzar el tema.

--E-esta bien... preocupada por nosotros, pero bien.

Necesitaba decirlo. Ya no aguantaba el secreto de ver a Rei y no poder contárselo a nadie.

--Max... –Hiwatari se apoyó ahora en el regazo del rubio, y este acarició su cabello, cosa que habían tomado como rutina desde que vivían juntos en la casa de Kon. –Te he causado muchos problemas...

--No digas eso Kai. Soy tu amigo.

--Max, estoy loco... ¿Piensas que vale la pena seguir aquí conmigo sabiendo que estoy loco?

--Tú no estás loco Kai. Es lo que te han hecho creer los rumores y la gente que viene a molestarte.

--Pero ahora si estoy loco Maxie... ahora si...

--...¿Porqué lo dices?

--Porque... porque puedo ver a Rei -el ruso sintió la tensión en el cuerpo del americano y se apresuró a proseguir –Desde hace varios días Max... lleva su traje de siempre, y Driger lo acompaña a todas partes... pero lleva cadenas por todo el cuerpo... Dice que está atado a mi corazón y no sabe como liberarse para que descansar en paz... sin embargo me dijo que después de pensarlo, creyó que era mejor estar conmigo aunque fuera en esa forma... Yo pienso lo mismo...

--Kai...

--Cuando sales... cuando sales él viene y conversamos... Y somos felices Max... me gustaría tanto haber hecho esas cosas cuando estaba vivo... No sabes todo lo que perdí por estar de cama en cama, sin ver lo que realmente tenía a mi lado...

Max se mantuvo en silencio con ganas de llorar. Si Kai creía estar loco por haber visto a Rei... pues entonces él también lo estaba.

--Yo... Kai yo también vi una vez a Rei pero... eso no significa que...

--No Max, no es una vez... es siempre, es todos los días, es en todo momento... –Hiwatari se levantó y levantó al rubio, clavando sus pupilas rojas en las orbes azules de él -¿Y sabes?, me dijo que sería buena idea salir... ir... a algún lugar... como tu casa... o Rusia...

Sorpresa. Pura sorpresa.

--Kai... creo que es mejor que duermas un poco... Iré a buscar algunas frutas a los árboles de afuera y vuelvo, ¿de acuerdo?

--¿Me crees Max?

--Creo…

--¿Pensarás en viajar?

--...Claro.

El ruso se tendió a dormir y Max salió rápidamente. El celular temblaba en sus manos mientras el número de su madre era marcado.

--¡Mamá!

--Maxie, ¿qué ocurre?

--Mamá.... Kai está viendo cosas.... ¡aceptó salir de China argumentando que Rei le había dado la idea!

--Pero... si acababas de decirme que estaba hundido en dolor...

--Me preocupa el repentino vuelco Mamá... asegura estar loco y dice que a Rei, incluso poder tocarlo.

--Quizás podamos usar eso para su recuperación...

--Pero... me dijiste que si las cinco etapas no se cumplían... Kai se está evadiendo completamente con esto...

--Siempre hay excepciones, además, sacarlo de China es un buen paso. Una vez en otro lugar podemos convencerlo de la muerte de Rei con los mejores psiquiatras de mi laboratorio. Cuando eso se cumpla, lo apoyaremos a aceptar su muerte y el proceso se cumplirá de todos modos.

--Esto es demasiado repentino Mamá... no me agrada...

--Por dios hijo, ha sufrido más de tres semanas. Kai es un chico fuerte, su proceso de dolor según las estadísticas no debería haber sobrepasado la semana... Esto, aunque no lo parezca, es un avance.

--¡¿Cómo puede ser un avance?!

--Que intente evocar a Rei significa que entiende en su corazón que ha muerto, que ya no está. Intenta aferrarse desesperado a su recuerdo de una u otra forma. Evade la fase de la ira convenciéndose que Rei está muerto, pero que su espíritu está con él. ¿No habla de él como vivo verdad?

--Eh... no... Habla de él como muerto... y dice que ahora su espíritu está aquí porque está atado a su corazón con cadenas.

--Bien, más adelante analizaremos con calma sus conductas. Ahora hijo, hazle caso. Salgan de China inmediatamente.

Continuará....

Notas: Ufffff. Un descanso de Álgebra lineal me hace bien. No quiero ver una función lineal en un par de semanas... ¡Mañana tengo dos pruebas!, que horror... pero bueno, le relajo hace bien, y si el relajo significa terminar un capítulo de un fic medio abandonado, pues mejor aún. Lamento realmente la tardanza. Este capítulo me salió un poco extraño... pero bueno. Todo lo que he escrito en estos tres últimos días ha sido raro. Moriré mañana... en cualquiera de las dos pruebas... tengo la impresión de que podría chocar el bus... o que me dará un paro cardíaco... cualquier cosa con tal de librarme de esas pruebas... bueno, "casi" cualquier cosa.