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NOTA: Este fic se sitúa poco después de que Conan y Haibara recuperasen sus verdaderos cuerpos.
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CAPÍTULO 1:
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===== EMPIEZA EL VIAJE =====
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. Un chico moreno cargado con varias maletas bajó del tren procedente de Osaka, respiró hondo y buscó algún rostro familiar en la estación. Detrás de él apareció una chica de su misma edad con el pelo recogido en una cola de caballo, la joven bostezaba a causa del cansancio.
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. - Vaya Heiji, estoy tan cansada -murmuró apoyándose en su compañero- Estos días no he dormido nada, pensar que nos vamos a ir todos de viaje me pone de los nervios ¡¡Estoy tan emocionada!! -dijo sentándose en uno de los bancos al lado del arcén- ¿No nos iba a venir a recoger ese amigo tuyo? -preguntó Kazuha mirando a Heiji, que seguía estando de pie sin decir nada, ni siquiera había posado las maletas en el suelo y estaba bastante serio- ¿Heiji?
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- ¿Qué? -le dijo éste dejando de lado sus pensamientos y mirándola con otra expresión muy diferente en la cara- ¿Qué me decías? -quiso saber.
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- ¿Y Kudo? -repitió levantándose del asiento en el que se había recostado un poco y poniendo la mano delante de los ojos para ver mejor entre la multitud de gente que allí había- ¿Dónde estará?
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- Llegará enseguida, se habrá retrasado un poco, nada más -le explicó sentándose él ahora. Desde que Shinichi lo había llamado hacía casi un mes para decirle que por fin había encontrado el antídoto para volver a la normalidad no había podido hablar con él ni un segundo a causa del trabajo. Ahora los invitaba a los dos a pasar unos días en algún sitio desconocido, pues al parecer, su amigo el Profesor Agase había ganado un premio en un concurso. Estaba impaciente por verlo y hablar con él para poder saber los detalles de su recuperación pero ahora estaba temiendo que fuera una broma del detective de Tokyo.
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- ¡¡Ran!! -gritó Kazuha de pronto interrumpiéndolo en sus pensamientos. La chica salió corriendo a abrazar a su amiga, que se acercaba en esos momentos.
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Las dos chicas se saludaron efusivamente y comenzaron a soltar un mar de palabras casi incomprensibles para Heiji, que aguardaba impaciente para saber algo sobre su amigo. Segundos después Kazuha se acercó hasta donde estaban Heiji y las maletas, mucho más dinámica que cuando había salido del tren minutos antes.
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- Hola -dijo Heiji devolviéndole el saludo a la chica de Tokyo- ¿Y Kudo? -preguntó. Al hacerlo notó que Ran se tensaba un poco, cosa que le pareció raro pero que confirmaba sus sospechas: Shinichi no lo había logrado, seguía siendo Conan.
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- Me dijo que tenía algo muy importante que hacer y que no podía venir, pero ahora vamos a su casa -explicó Ran yendo hacia el taxi que acababa de llamar.
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Montaron los tres y se dirigieron hacia la mansión Kudo. Una vez allí llamaron varias veces a la puerta pero nadie contestó, la casa estaba en completo silencio. Ran se temió lo peor, ¿se habría vuelto a marchar? pensó con el corazón encogido. *No, no debo pensar eso. Él no me importa* se dijo a sí misma mientras reflexionaba un instante.
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- Venid, debe de estar en casa del Profesor -concluyó dirigiéndose hacia la casa de al lado, no tan grande y mucho menos tétrica.
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Cuando llegaron a casa de Agase llamaron al timbre, allí por lo menos había luz en las ventanas por lo que alguien les contestaría. Segundos después apareció una joven rubia de ojos azules vestida con unos vaqueros y un jersey azul claro, ella los miró a todos pero posó su mirada especialmente en Ran, que la observaba incómoda. Con un movimiento de mano los dejó pasar, cosa que agradecieron porque fuera comenzaba a hacer frío.
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- ¿Buscáis a Shinichi? -quiso saber. Al escuchar ese nombre de los labios de Shiho, Ran sintió una opresión en el pecho. Desde que Shinichi había vuelto siempre solía estar con esa chica, seguramente era su novia pero él no tenía valor suficiente como para decírselo. Al darse cuenta de ello Ran se había enfadado con él y ahora no se hablaban. No quería reconocerlo pero le dolía que Shinichi no le dijera la verdad aunque no estuviera enamorada de ella, como tantas veces había pensado durante su ausencia. De todas formas quería olvidarlo de una vez por todas y sólo había aceptado ir al viaje porque Kazuha se lo había suplicado.
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- Voy a buscarlo -dijo Shiho saliendo de la sala de estar y entrando en una habitación que estaba casi a oscuras. Al momento salió con una sonrisa en la boca- ¿Queréis un café? -les preguntó sirviéndose ella misma uno. Kazuha y Heiji aceptaron gustosos- Shinichi ahora viene -explicó removiendo el líquido para que el azúcar se disolviera.
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Kazuha notaba a Ran tensa e incómoda pero no había tenido el tiempo ni la intimidad suficientes como para preguntarle el motivo de su conducta aunque ahora ya se estaba haciendo una pequeña idea de lo que le pasaba a su mejor amiga. Kudo por fin había vuelto, aún recordaba cuando Ran la había llamado emocionada diciéndole que él había regresado, después de tanto esperar en vano, sin embargo sabía que algo había pasado e intuía que eso estaba relacionado con la chica rubia.
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En ese momento entró Shinichi abrochándose la camisa, traía un olor fuerte a una sustancia rara que impregnó toda la sala y que hizo que Kazuha estornudara. El detective del Oeste al ver a su amigo y rival se acercó rápidamente a él, aunque sin dejar de mirar hacia Ran, que mantenía su vista clavada en el suelo.
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- ¡¡¡Kudo!!! -exclamó Heiji levantándose y dándole la mano amistosamente- ¿Cómo estás?
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- Bien -dijo secamente, haciendo que Heiji comprendiera que no tenía que entrar más en el tema y que ya le contaría todo lo ocurrido- Hola chicas -saludó sentándose junto a los demás.
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- Kudo, ¿dónde vamos a ir exactamente? -quiso saber Kazuha dejando su taza vacía sobre la mesa que separaba los dos sofás.
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- Pues... -comenzó dudoso el detective mirando hacia Shiho.
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- Está en la isla de Shikku -explicó la científica- Es un pequeño caserón en medio de un bosque, o eso me han dicho. No me dieron demasiados datos sobre el lugar. Habrá que verlo para saber más sobre él -concluyó.
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*¿Ella también va a ir?* pensó Ran alarmada. Que fueran Heiji y Kazuha sí pero ¿había llegado hasta el punto de invitarla a ir con ellos? Y eso de que Shinichi saliera con la camisa desabrochada de una habitación oscura... ¿qué habían estado haciendo? [(sí, podéis pensar mal xD)] ¿Tanto quería a esa chica? ¿La había engañado durante tanto tiempo sin que ella se diera cuenta de nada?. Cada vez lo entendía menos y estaba más enfadada, quería acabar con eso ahora.
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- Bueno, dinos la hora y el lugar y mañana nos veremos, que ellos deben de estar cansados -dijo Ran para poder marcharse ya. Notaba que los ojos se le estaban empañando en lágrimas y Kazuha, que estaba sentada a su lado, también lo notó y decidió intervenir.
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- Sí, es verdad -dijo fingiendo un bostezo, aunque no necesitó simularlo mucho porque verdaderamente sí estaba muy cansada.
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- Bien, pues... a las 9:00 en la estatua que hay frente al puerto -dijo Shinichi despidiéndose de Ran y Kazuha, ya que Heiji se quedaría en su casa. Así las dos chicas se fueron y los dejaron a los tres solos.
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...:~:..:~:...:~:...:~:...:~:..:~:...:~:...:~:...:~:..:~:...:~:...:~:...
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En el momento en que la puerta de la casa del profesor Agase se cerró Ran se adelantó un poco, dejando a Kazuha algo retrasada.
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- Ran, ¿estás bien?
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- Sí -contestó ella respirando hondo y secándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.
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- Cuéntame todo, así podré ayudarte -dijo Kazuha tendiéndole un pañuelo.
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- Soy una idiota, eso es lo que ha pasado -respondió la chica de Tokyo ayudando a su amiga con una de las maletas.
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- No digas eso ¡¡Seguro que es un malentendido y pronto se arregla, ya verás!! -asintió Kazuha para darle ánimos.
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- ¿Malentendido? Malentendido es lo mío... Tanto tiempo esperándole y cuando llega tiene a otra. Me está bien por estúpida -dijo Ran triste pero por otro lado enfadada consigo misma- Tengo que olvidarme... Si no fuera tan difícil... -se quejó.
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- No te preocupes -le animó Kazuha poniéndole la mano en el hombro- Seguro que hay algo que no sabemos. Heiji hablará con él -dijo convencida para que su amiga recuperara la sonrisa, cosa que logró antes de lo que esperaba, aunque detrás de esa aparente felicidad sabía que había una profunda herida.
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...:~:.. En la mansión Kudo ...:~:...
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- Vaya, ¡¿esa era Haibara?! -preguntó Heiji una vez al resguardo en lo que sería su hospedaje durante las próximas horas- ¿La misma Haibara que fabricó el veneno?
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Shinichi le había explicado casi todo, tanto su relación con Shiho como su vuelta a la normalidad, pero Heiji no encajaba del todo las piezas.
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- ¡¡Wau!! ¡¡Menuda casa tienes, Kudo!! -comentó distraído mientras el detective de Tokyo lo llevaba a su habitación para que dejara las cosas allí. Luego bajaron a la sala de estar, una habitación muy espaciosa y con muchas estanterías repletas de libros, en su mayoría obras clásicas y antiguas. Allí estaban sentados cómodamente con un par de bocadillos que se acababan de preparar. Shinichi estaba bastante serio y su amigo intentó entrar por fin en el tema que le había estado rondando por la cabeza desde su llegada- Kudo... Si tu relación con Miyano es estrictamente de amistad, entonces... ¿Por qué dejas que Ran piense todo lo contrario? No lo veo demasiado lógico... -dijo dándole un mordisco al bocata.
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- Las cosas son más complicadas de lo que en realidad parecen a primera vista... -dijo él echándose un mechón de pelo hacia atrás y recostándose en el sofá cómodamente- Antes de que pase nada quiero estar seguro de que no volveré a ser Conan otra vez. Odiaría hablar con ella y luego desaparecer de nuevo. Eso aún le dolería más. Prefiero que ahora piense que soy un idiota a que luego sufra porque no haya podido encontrar el antídoto definitivo.
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- Te entiendo pero no hace falta que... -comenzó Heiji dudoso, sin saber cómo terminar la frase.
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- ¿No hace falta lo qué? -quiso saber el detective del Este enfadado. Ya tenía suficiente con su problema para que aún por encima alguien intentara aconsejarlo.
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- Nada, déjalo -desistió Hattori quitándole importancia al asunto- Y qué ¿cómo será el viaje? -decidió pasar a un tema más neutral.
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- Iremos en barco hasta Shikku. No creo que tardemos más de un día en llegar. De todas formas la isla está prácticamente desierta, no es demasiado grande, por lo que estaremos tranquilos. Además, el barco en el que vamos es sólo para nosotros.
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- Serán unas buenas vacaciones -comentó Heiji sonriente contento de ver a su amiga más animado.
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- Eso espero -murmuró Shinichi preocupado. Heiji pensó que sería mejor no preguntarle nada más si él no quería contarle lo que le pasaba. Esperaría a que estuviese mejor ya que a pesar de conocerlo desde hacía relativamente poco creía conocerlo bastante bien.
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NOTAS:
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Weeeeeeeeeeeeeeee!!!!! Bienvenido/a a mi nuevo fic de Conan!!!! Espero que te haga tanta ilusión leerlo como a mí escribirlo... ^___^ Como acabé ya de publicar el 1º --- 'Dudas, verdades y sufrimientos' qué mejor festejo que subiendo otro nuevo, jajaja. Espero que te haya gustado este 1º chapter y que sigas el fic hasta el final.
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¡¡¡¡¡Sssssssaaaaallllllluuuuudddddooooooosssssss!!!!!
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NOTA: Este fic se sitúa poco después de que Conan y Haibara recuperasen sus verdaderos cuerpos.
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CAPÍTULO 1:
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===== EMPIEZA EL VIAJE =====
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. Un chico moreno cargado con varias maletas bajó del tren procedente de Osaka, respiró hondo y buscó algún rostro familiar en la estación. Detrás de él apareció una chica de su misma edad con el pelo recogido en una cola de caballo, la joven bostezaba a causa del cansancio.
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. - Vaya Heiji, estoy tan cansada -murmuró apoyándose en su compañero- Estos días no he dormido nada, pensar que nos vamos a ir todos de viaje me pone de los nervios ¡¡Estoy tan emocionada!! -dijo sentándose en uno de los bancos al lado del arcén- ¿No nos iba a venir a recoger ese amigo tuyo? -preguntó Kazuha mirando a Heiji, que seguía estando de pie sin decir nada, ni siquiera había posado las maletas en el suelo y estaba bastante serio- ¿Heiji?
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- ¿Qué? -le dijo éste dejando de lado sus pensamientos y mirándola con otra expresión muy diferente en la cara- ¿Qué me decías? -quiso saber.
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- ¿Y Kudo? -repitió levantándose del asiento en el que se había recostado un poco y poniendo la mano delante de los ojos para ver mejor entre la multitud de gente que allí había- ¿Dónde estará?
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- Llegará enseguida, se habrá retrasado un poco, nada más -le explicó sentándose él ahora. Desde que Shinichi lo había llamado hacía casi un mes para decirle que por fin había encontrado el antídoto para volver a la normalidad no había podido hablar con él ni un segundo a causa del trabajo. Ahora los invitaba a los dos a pasar unos días en algún sitio desconocido, pues al parecer, su amigo el Profesor Agase había ganado un premio en un concurso. Estaba impaciente por verlo y hablar con él para poder saber los detalles de su recuperación pero ahora estaba temiendo que fuera una broma del detective de Tokyo.
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- ¡¡Ran!! -gritó Kazuha de pronto interrumpiéndolo en sus pensamientos. La chica salió corriendo a abrazar a su amiga, que se acercaba en esos momentos.
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Las dos chicas se saludaron efusivamente y comenzaron a soltar un mar de palabras casi incomprensibles para Heiji, que aguardaba impaciente para saber algo sobre su amigo. Segundos después Kazuha se acercó hasta donde estaban Heiji y las maletas, mucho más dinámica que cuando había salido del tren minutos antes.
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- Hola -dijo Heiji devolviéndole el saludo a la chica de Tokyo- ¿Y Kudo? -preguntó. Al hacerlo notó que Ran se tensaba un poco, cosa que le pareció raro pero que confirmaba sus sospechas: Shinichi no lo había logrado, seguía siendo Conan.
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- Me dijo que tenía algo muy importante que hacer y que no podía venir, pero ahora vamos a su casa -explicó Ran yendo hacia el taxi que acababa de llamar.
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Montaron los tres y se dirigieron hacia la mansión Kudo. Una vez allí llamaron varias veces a la puerta pero nadie contestó, la casa estaba en completo silencio. Ran se temió lo peor, ¿se habría vuelto a marchar? pensó con el corazón encogido. *No, no debo pensar eso. Él no me importa* se dijo a sí misma mientras reflexionaba un instante.
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- Venid, debe de estar en casa del Profesor -concluyó dirigiéndose hacia la casa de al lado, no tan grande y mucho menos tétrica.
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Cuando llegaron a casa de Agase llamaron al timbre, allí por lo menos había luz en las ventanas por lo que alguien les contestaría. Segundos después apareció una joven rubia de ojos azules vestida con unos vaqueros y un jersey azul claro, ella los miró a todos pero posó su mirada especialmente en Ran, que la observaba incómoda. Con un movimiento de mano los dejó pasar, cosa que agradecieron porque fuera comenzaba a hacer frío.
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- ¿Buscáis a Shinichi? -quiso saber. Al escuchar ese nombre de los labios de Shiho, Ran sintió una opresión en el pecho. Desde que Shinichi había vuelto siempre solía estar con esa chica, seguramente era su novia pero él no tenía valor suficiente como para decírselo. Al darse cuenta de ello Ran se había enfadado con él y ahora no se hablaban. No quería reconocerlo pero le dolía que Shinichi no le dijera la verdad aunque no estuviera enamorada de ella, como tantas veces había pensado durante su ausencia. De todas formas quería olvidarlo de una vez por todas y sólo había aceptado ir al viaje porque Kazuha se lo había suplicado.
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- Voy a buscarlo -dijo Shiho saliendo de la sala de estar y entrando en una habitación que estaba casi a oscuras. Al momento salió con una sonrisa en la boca- ¿Queréis un café? -les preguntó sirviéndose ella misma uno. Kazuha y Heiji aceptaron gustosos- Shinichi ahora viene -explicó removiendo el líquido para que el azúcar se disolviera.
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Kazuha notaba a Ran tensa e incómoda pero no había tenido el tiempo ni la intimidad suficientes como para preguntarle el motivo de su conducta aunque ahora ya se estaba haciendo una pequeña idea de lo que le pasaba a su mejor amiga. Kudo por fin había vuelto, aún recordaba cuando Ran la había llamado emocionada diciéndole que él había regresado, después de tanto esperar en vano, sin embargo sabía que algo había pasado e intuía que eso estaba relacionado con la chica rubia.
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En ese momento entró Shinichi abrochándose la camisa, traía un olor fuerte a una sustancia rara que impregnó toda la sala y que hizo que Kazuha estornudara. El detective del Oeste al ver a su amigo y rival se acercó rápidamente a él, aunque sin dejar de mirar hacia Ran, que mantenía su vista clavada en el suelo.
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- ¡¡¡Kudo!!! -exclamó Heiji levantándose y dándole la mano amistosamente- ¿Cómo estás?
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- Bien -dijo secamente, haciendo que Heiji comprendiera que no tenía que entrar más en el tema y que ya le contaría todo lo ocurrido- Hola chicas -saludó sentándose junto a los demás.
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- Kudo, ¿dónde vamos a ir exactamente? -quiso saber Kazuha dejando su taza vacía sobre la mesa que separaba los dos sofás.
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- Pues... -comenzó dudoso el detective mirando hacia Shiho.
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- Está en la isla de Shikku -explicó la científica- Es un pequeño caserón en medio de un bosque, o eso me han dicho. No me dieron demasiados datos sobre el lugar. Habrá que verlo para saber más sobre él -concluyó.
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*¿Ella también va a ir?* pensó Ran alarmada. Que fueran Heiji y Kazuha sí pero ¿había llegado hasta el punto de invitarla a ir con ellos? Y eso de que Shinichi saliera con la camisa desabrochada de una habitación oscura... ¿qué habían estado haciendo? [(sí, podéis pensar mal xD)] ¿Tanto quería a esa chica? ¿La había engañado durante tanto tiempo sin que ella se diera cuenta de nada?. Cada vez lo entendía menos y estaba más enfadada, quería acabar con eso ahora.
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- Bueno, dinos la hora y el lugar y mañana nos veremos, que ellos deben de estar cansados -dijo Ran para poder marcharse ya. Notaba que los ojos se le estaban empañando en lágrimas y Kazuha, que estaba sentada a su lado, también lo notó y decidió intervenir.
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- Sí, es verdad -dijo fingiendo un bostezo, aunque no necesitó simularlo mucho porque verdaderamente sí estaba muy cansada.
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- Bien, pues... a las 9:00 en la estatua que hay frente al puerto -dijo Shinichi despidiéndose de Ran y Kazuha, ya que Heiji se quedaría en su casa. Así las dos chicas se fueron y los dejaron a los tres solos.
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En el momento en que la puerta de la casa del profesor Agase se cerró Ran se adelantó un poco, dejando a Kazuha algo retrasada.
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- Sí -contestó ella respirando hondo y secándose las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.
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- Cuéntame todo, así podré ayudarte -dijo Kazuha tendiéndole un pañuelo.
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- Soy una idiota, eso es lo que ha pasado -respondió la chica de Tokyo ayudando a su amiga con una de las maletas.
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- No digas eso ¡¡Seguro que es un malentendido y pronto se arregla, ya verás!! -asintió Kazuha para darle ánimos.
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- ¿Malentendido? Malentendido es lo mío... Tanto tiempo esperándole y cuando llega tiene a otra. Me está bien por estúpida -dijo Ran triste pero por otro lado enfadada consigo misma- Tengo que olvidarme... Si no fuera tan difícil... -se quejó.
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- No te preocupes -le animó Kazuha poniéndole la mano en el hombro- Seguro que hay algo que no sabemos. Heiji hablará con él -dijo convencida para que su amiga recuperara la sonrisa, cosa que logró antes de lo que esperaba, aunque detrás de esa aparente felicidad sabía que había una profunda herida.
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- Vaya, ¡¿esa era Haibara?! -preguntó Heiji una vez al resguardo en lo que sería su hospedaje durante las próximas horas- ¿La misma Haibara que fabricó el veneno?
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Shinichi le había explicado casi todo, tanto su relación con Shiho como su vuelta a la normalidad, pero Heiji no encajaba del todo las piezas.
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- ¡¡Wau!! ¡¡Menuda casa tienes, Kudo!! -comentó distraído mientras el detective de Tokyo lo llevaba a su habitación para que dejara las cosas allí. Luego bajaron a la sala de estar, una habitación muy espaciosa y con muchas estanterías repletas de libros, en su mayoría obras clásicas y antiguas. Allí estaban sentados cómodamente con un par de bocadillos que se acababan de preparar. Shinichi estaba bastante serio y su amigo intentó entrar por fin en el tema que le había estado rondando por la cabeza desde su llegada- Kudo... Si tu relación con Miyano es estrictamente de amistad, entonces... ¿Por qué dejas que Ran piense todo lo contrario? No lo veo demasiado lógico... -dijo dándole un mordisco al bocata.
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- Las cosas son más complicadas de lo que en realidad parecen a primera vista... -dijo él echándose un mechón de pelo hacia atrás y recostándose en el sofá cómodamente- Antes de que pase nada quiero estar seguro de que no volveré a ser Conan otra vez. Odiaría hablar con ella y luego desaparecer de nuevo. Eso aún le dolería más. Prefiero que ahora piense que soy un idiota a que luego sufra porque no haya podido encontrar el antídoto definitivo.
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- Te entiendo pero no hace falta que... -comenzó Heiji dudoso, sin saber cómo terminar la frase.
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- ¿No hace falta lo qué? -quiso saber el detective del Este enfadado. Ya tenía suficiente con su problema para que aún por encima alguien intentara aconsejarlo.
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- Nada, déjalo -desistió Hattori quitándole importancia al asunto- Y qué ¿cómo será el viaje? -decidió pasar a un tema más neutral.
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- Iremos en barco hasta Shikku. No creo que tardemos más de un día en llegar. De todas formas la isla está prácticamente desierta, no es demasiado grande, por lo que estaremos tranquilos. Además, el barco en el que vamos es sólo para nosotros.
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- Serán unas buenas vacaciones -comentó Heiji sonriente contento de ver a su amiga más animado.
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- Eso espero -murmuró Shinichi preocupado. Heiji pensó que sería mejor no preguntarle nada más si él no quería contarle lo que le pasaba. Esperaría a que estuviese mejor ya que a pesar de conocerlo desde hacía relativamente poco creía conocerlo bastante bien.
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Weeeeeeeeeeeeeeee!!!!! Bienvenido/a a mi nuevo fic de Conan!!!! Espero que te haga tanta ilusión leerlo como a mí escribirlo... ^___^ Como acabé ya de publicar el 1º --- 'Dudas, verdades y sufrimientos' qué mejor festejo que subiendo otro nuevo, jajaja. Espero que te haya gustado este 1º chapter y que sigas el fic hasta el final.
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¡¡¡¡¡Sssssssaaaaallllllluuuuudddddooooooosssssss!!!!!
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