CAPÍTULO 9: KUMAGORO BEAM¡¡¡¡¡
***
- No puede ser. Los tenía aquí mismo. ¡Mierda, mierda, mierda!
Seguchi revolvía los papeles que tenía sobre el escritorio completamente fuera de sí. Necesitaba consultar los documentos que había preparado para la reunión que tenía dentro de media hora y no los encontraba por ningún sitio.
- KU-KUUUUUUUUUUUUUUU
El susto que se llevó al ver aparecer la cabeza de Ryuichi entre sus piernas fue de los que pasan a la historia.
- ¡Ryuichi! Has sido tú el que ha cogido mi carpeta naranja, ¿verdad? Tú te debes haber creído que mi despacho es el cuarto de los juguetes. ¿Cuántas veces te tengo que decir que no toques mis cosas?
- Yo no he tocado nada. ¿Y tú, Kumagoro?
- ¡Déjalo! Lárgate y déjame en paz para que pueda buscarla. No hacer más que estorbar.
- ¿Estorbaaaaaaaar? – Ryuichi empezó a hacer pucheritos (Qué mono él ^^) – Pero Tohma, a Kumagoro y a mí nos gusta venir a verte mientras trabajas, para que no te aburras. ¿No te gusta que vengamos a verte?
- Trabajar no es aburrido, Ryuichi. Es una actividad que requiere esfuerzo y concentración, cosas muy difíciles de conseguir contigo dando saltos a mi alrededor. Pero, claro, eso cómo lo vas a saber tú, que no has dado un palo al agua en tu vida. Y quítame de delante ese guiñapo que arrastras por todos lados ¡Qué asco! Debe de tener hasta bichos (NOTA DE LA AUTORA: Tohma, me estoy cabreando. A mi precioso Ryuichi no me gusta que nadie le hable así. Hn ¬¬)
Muy despacio, Ryuichi se quitó las rodillas de Tohma de encima de los hombros. Se puso de pie y dejó a Kumagoro cómodamente sentado en el escritorio, apoyado en el ordenador. Después se giró hacia Seguchi y le sujetó la barbilla para obligarle a mirarle directamente a los ojos. Se acercó mucho, mucho a su cara y, mirándole fijamente, preguntó:
- ¿Hay algo que quieras contarme, Tohma? ¿Hmmmmmm? ¬¬ - Tohma tragó saliva. Pese a aparentar que vivía en "el Planeta Girasol", Ryuichi podía llegar a ser sorprendentemente perspicaz.
- No.
- ¿De verdad?
- Sí.
- ¿De verdad, de verdad?
- Sí.
- ¿De verdad, de verdad, de verdad?
- ¡Qué sí!
- Vaaaaaaale, entonces nos vamos. . . – Cogió a Kumagoro y se fue hacia la puerta – y no te molestamos más. . . Nos vamos ya mismo. . . Nos estamos yendo. . .
- Mika se ha ido de casa.
- ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEE?! – Ryuichi dio un giro de 180 grados sobre sus talones - ¿Cómo, cuándo, por qué?
- Cogió su coche y se largó. Hace una semana. Del porqué no estoy del todo seguro pero, visto su reciente comportamiento, creo que tiene un brote de esquizofrenia paranoide.
- Una semana. . . – Ryu-chan volvió a acercarse lentamente al escritorio – Así que. . . lo que tenía a Seguchi Tohma tan alterado. . . era que no encontraba. . . su carpeta naranja. . . Tohma, ¿a qué esperabas para contarme que tu mujer te ha abandonado?
- ¡No me ha abandonado! Lo único que pretende es montar el numerito para llamar la atención. La muy estúpida se debe pensar que voy a salir corriendo en su búsqueda. ¡Pues va lista! Ya volverá cuando vea que no le sirve de nada hacerse la mártir.
- ¿Y no sabes dónde está? ¿No se ha llevado su móvil? Venga Tohma, no seas así ¿Por qué no la llamas?
- Porque antes prefiero cortarme una mano.
- ¿Y si no vuelve?
- Me da exactamente igual.
- ¡Mola! Entonces. . . ¿Puedo ligar con ella? ^^
- ¿Queeeeeeeeeeee?
- ¡Siempre he pensado que tu mujer estaba buenísima! Tiene un culito, mmmmmmm, para quedarse a vivir en él. Y unas piernas como un par de columnas griegas. Para mi gusto tal vez le falta un poquito de aquí – Gesto muy significativo con las manos a la altura del pecho – pero, oye, todo lo que está, está muy bien puesto.
La reacción de Tohma fue un acto reflejo que no pasó por su cerebro. Agarró a su amigo por la camiseta y empezó a zarandearle violentamente.
- ¿Pero de qué vas, cerdo pervertido? ¡Te recuerdo que está hablando de MI MUJER!
- ¿Lo ves, Tohma? A ninguno nos gusta que toquen nuestros juguetes preferidos, ¿verdad? Ñejeje. . . XD
Y la cara de Tohma, que aún tenía a Ryuichi sujeto por la camiseta, se puso toda de color rosa, porque es demasiado pálida para llegar al rojo. XD
***//~~~
Yuki estaba en plena fiebre creativa. Las escenas salían de sus dedos como un torrente, imparables. Hubiera podido seguir así durante horas, de no ser porque el timbre de la puerta le sacó de su ensoñación. Lanzando una blasfemia que no puedo repetir aquí, fue a abrir. Cual no sería su sorpresa cuando vio a la puerta de su casa al mismísimo Sakuma Ryuichi.
- Yuki Eiri, ¿verdad?
- Em. . . sí.
- Mucho gusto. Soy Sakuma Ryuichi ^^ - Dijo, tendiéndole la mano.
- Lo sé – Yuki ignoró el gesto – Shuichi no está aquí.
- Jeje, ya lo sé ^^' – Ryuichi se metió la mano en el bolsillo para disimular la grosería de Yuki, en plan "aquí no ha pasado nada" – He venido a hablar contigo.
- ¿Conmigo?
- Sí. ¿Puedo pasar?
- Hm. . . Supongo.
- Seré muy breve. En realidad sólo quería preguntarte una cosa.
Bien, a ver si era verdad. Quería que aquel individuo se largara cuanto antes para seguir con lo que estaba haciendo.
- ¿El qué?
- ¿Dónde está Mika?
"La madre que lo. . ." ¿El tío aquel venía a molestarle para preguntarle semejante gilipollez?
- ¿Y a mí qué me cuentas? Estará en su casa, digo yo. Y si no, no lo sé. Pregúntaselo a Seguchi.
- ¿Cómo? O.ô ¿Es que no te has enterado?
Yuki se dejó caer en el sofá, exasperado. Aquel imbécil ya estaba tardando en irse.
- ¿De qué?
- Vale, te lo cuento. Pero sobre todo, no le digas a Tohma que te lo he dicho, porque si se entera de que he hablado contigo me arrancará la cabeza y se la comerá – En eso estaba él pensando. Como si tuviera intención alguna de ir contando por ahí que aquel freack había estado en su casa. Aquel tipo debía de estar demasiado acostumbrado a la impresión que causaba en la gente de mente simple, como Shuichi y Tatsuha - ¡Mika se ha ido de su casa! ¡Y nadie sabe dónde está!
- ¿Qué se ha ido. . .? ¿El qué?
Ryuichi le explicó la historia de la discusión entre Mika y Tohma. Tuvo que repetírsela un par de veces, no porque Yuki no lo entendiera, sino porque no daba crédito.
- Vale, o sea que mi hermana ha discutido con su marido y se ha largado de casa. Y como Tohma es un cabrón orgulloso, no quiere hablar con ella. Hasta ahí vale. Lo que no entiendo es qué pinto yo en todo esto.
- Por favor Yuki, quiero que llames a Mika y hables con ella para que hagan las paces. Tohma lo está pasando mal, pero ya le conoces, no lo reconocerá por nada del mundo.
- ¿Y por qué tendría que hacer tal cosa?
- ¿QUÉ? ¿Es que no piensas hacer nada?
- Por supuesto que no. Si Seguchi y Mika se pelean y se tiran los trastos por la cabeza no es asunto mío. Yo no pienso meterme en sus líos de pareja – "Con los míos ya tengo bastante"
Los ojos de Ryuichi se volvieron de un color rojo incandescente, su cabello empezó a flotar, unas llamaradas de color blanco rodearon su cuerpo. . . parecía que estuviera poseído. Sacó un conejo de peluche rosa (¿De dónde? ¿De dónde? O.ô) y al grito de "KUMAGORO BEAAAAAAAAAM¡¡", le atizó un conejazo en plena cara.
- ¡¿Pero cómo puedes ser tan egoísta?! ¡¿O tan irresponsable?! ¡¿O las dos cosas a la vez?! Te estoy diciendo que hace una semana que nadie sabe si tu hermana está viva o muerta, ¿y tú me sueltas que no es asunto tuyo? ¡PUES YA LA ESTÁS LLAMANDO! Y que yo te vea, porque si no. . .
- Yukiiiiiiiiiiiiiiii, ya estoy en. . . ¡¡Sakuma-saaaaaaaaaaan!!
- ¡¡Shuichiiiiiiiiiiiiii!!
No pudo saber lo que Ryuichi tenía pensado hacerle si no llamaba a Mika, porque el cantante parecía haberse olvidado completamente de él, tan ocupado como estaba en abrazar y achuchar a Shu. Entonces, para horror y espanto de Yuki, su sala de estar se convirtió en un jardín de infancia. Shuichi desparramó todos sus juguetes sobre la alfombra y se puso a jugar con su amigo a las casitas o algo así, como si los dos tuvieran tres años.
Yuki, que casi se había tragado el cigarro al recibir el "conejazo", se marchó sigilosamente de puntillas a su estudio, a meditar sobre lo que acababa de contarle aquel. . . "ser"
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
TACHAAAAAAAAAAAN¡¡ Mi queridísimo Ryuichi al rescate¡¡¡¡¡ Aix, que ganas tenía de hacerte salir, chiquitín mío (Vaslav se transforma momentáneamente en Tatsuha y empieza a babear XD~~~) También me hubiera gustado hacer entrar a Mika en el despacho cuando Tohma y Ryu-chan estaban en esa postura tan. . . digamos, "comprometida" XD Pero desgraciadamente no me pegaba con el resto de la acción.
En fin, espero que ni Sadame ni Yukii se hayan enfadado por lo del "conejazo" en la hermosa y sacrosanta cara de nuestro escritor favorito. . . ^^'
Por cierto, no dejo de sorprenderme al ver cuanto mal le deseáis a mi querido Tohma. Pobrecito, con lo que yo lo quiero ^_^
Bueno, esto es todo de momento. Saludos a todos y hasta el próximo¡¡¡¡
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- No puede ser. Los tenía aquí mismo. ¡Mierda, mierda, mierda!
Seguchi revolvía los papeles que tenía sobre el escritorio completamente fuera de sí. Necesitaba consultar los documentos que había preparado para la reunión que tenía dentro de media hora y no los encontraba por ningún sitio.
- KU-KUUUUUUUUUUUUUUU
El susto que se llevó al ver aparecer la cabeza de Ryuichi entre sus piernas fue de los que pasan a la historia.
- ¡Ryuichi! Has sido tú el que ha cogido mi carpeta naranja, ¿verdad? Tú te debes haber creído que mi despacho es el cuarto de los juguetes. ¿Cuántas veces te tengo que decir que no toques mis cosas?
- Yo no he tocado nada. ¿Y tú, Kumagoro?
- ¡Déjalo! Lárgate y déjame en paz para que pueda buscarla. No hacer más que estorbar.
- ¿Estorbaaaaaaaar? – Ryuichi empezó a hacer pucheritos (Qué mono él ^^) – Pero Tohma, a Kumagoro y a mí nos gusta venir a verte mientras trabajas, para que no te aburras. ¿No te gusta que vengamos a verte?
- Trabajar no es aburrido, Ryuichi. Es una actividad que requiere esfuerzo y concentración, cosas muy difíciles de conseguir contigo dando saltos a mi alrededor. Pero, claro, eso cómo lo vas a saber tú, que no has dado un palo al agua en tu vida. Y quítame de delante ese guiñapo que arrastras por todos lados ¡Qué asco! Debe de tener hasta bichos (NOTA DE LA AUTORA: Tohma, me estoy cabreando. A mi precioso Ryuichi no me gusta que nadie le hable así. Hn ¬¬)
Muy despacio, Ryuichi se quitó las rodillas de Tohma de encima de los hombros. Se puso de pie y dejó a Kumagoro cómodamente sentado en el escritorio, apoyado en el ordenador. Después se giró hacia Seguchi y le sujetó la barbilla para obligarle a mirarle directamente a los ojos. Se acercó mucho, mucho a su cara y, mirándole fijamente, preguntó:
- ¿Hay algo que quieras contarme, Tohma? ¿Hmmmmmm? ¬¬ - Tohma tragó saliva. Pese a aparentar que vivía en "el Planeta Girasol", Ryuichi podía llegar a ser sorprendentemente perspicaz.
- No.
- ¿De verdad?
- Sí.
- ¿De verdad, de verdad?
- Sí.
- ¿De verdad, de verdad, de verdad?
- ¡Qué sí!
- Vaaaaaaale, entonces nos vamos. . . – Cogió a Kumagoro y se fue hacia la puerta – y no te molestamos más. . . Nos vamos ya mismo. . . Nos estamos yendo. . .
- Mika se ha ido de casa.
- ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEE?! – Ryuichi dio un giro de 180 grados sobre sus talones - ¿Cómo, cuándo, por qué?
- Cogió su coche y se largó. Hace una semana. Del porqué no estoy del todo seguro pero, visto su reciente comportamiento, creo que tiene un brote de esquizofrenia paranoide.
- Una semana. . . – Ryu-chan volvió a acercarse lentamente al escritorio – Así que. . . lo que tenía a Seguchi Tohma tan alterado. . . era que no encontraba. . . su carpeta naranja. . . Tohma, ¿a qué esperabas para contarme que tu mujer te ha abandonado?
- ¡No me ha abandonado! Lo único que pretende es montar el numerito para llamar la atención. La muy estúpida se debe pensar que voy a salir corriendo en su búsqueda. ¡Pues va lista! Ya volverá cuando vea que no le sirve de nada hacerse la mártir.
- ¿Y no sabes dónde está? ¿No se ha llevado su móvil? Venga Tohma, no seas así ¿Por qué no la llamas?
- Porque antes prefiero cortarme una mano.
- ¿Y si no vuelve?
- Me da exactamente igual.
- ¡Mola! Entonces. . . ¿Puedo ligar con ella? ^^
- ¿Queeeeeeeeeeee?
- ¡Siempre he pensado que tu mujer estaba buenísima! Tiene un culito, mmmmmmm, para quedarse a vivir en él. Y unas piernas como un par de columnas griegas. Para mi gusto tal vez le falta un poquito de aquí – Gesto muy significativo con las manos a la altura del pecho – pero, oye, todo lo que está, está muy bien puesto.
La reacción de Tohma fue un acto reflejo que no pasó por su cerebro. Agarró a su amigo por la camiseta y empezó a zarandearle violentamente.
- ¿Pero de qué vas, cerdo pervertido? ¡Te recuerdo que está hablando de MI MUJER!
- ¿Lo ves, Tohma? A ninguno nos gusta que toquen nuestros juguetes preferidos, ¿verdad? Ñejeje. . . XD
Y la cara de Tohma, que aún tenía a Ryuichi sujeto por la camiseta, se puso toda de color rosa, porque es demasiado pálida para llegar al rojo. XD
***//~~~
Yuki estaba en plena fiebre creativa. Las escenas salían de sus dedos como un torrente, imparables. Hubiera podido seguir así durante horas, de no ser porque el timbre de la puerta le sacó de su ensoñación. Lanzando una blasfemia que no puedo repetir aquí, fue a abrir. Cual no sería su sorpresa cuando vio a la puerta de su casa al mismísimo Sakuma Ryuichi.
- Yuki Eiri, ¿verdad?
- Em. . . sí.
- Mucho gusto. Soy Sakuma Ryuichi ^^ - Dijo, tendiéndole la mano.
- Lo sé – Yuki ignoró el gesto – Shuichi no está aquí.
- Jeje, ya lo sé ^^' – Ryuichi se metió la mano en el bolsillo para disimular la grosería de Yuki, en plan "aquí no ha pasado nada" – He venido a hablar contigo.
- ¿Conmigo?
- Sí. ¿Puedo pasar?
- Hm. . . Supongo.
- Seré muy breve. En realidad sólo quería preguntarte una cosa.
Bien, a ver si era verdad. Quería que aquel individuo se largara cuanto antes para seguir con lo que estaba haciendo.
- ¿El qué?
- ¿Dónde está Mika?
"La madre que lo. . ." ¿El tío aquel venía a molestarle para preguntarle semejante gilipollez?
- ¿Y a mí qué me cuentas? Estará en su casa, digo yo. Y si no, no lo sé. Pregúntaselo a Seguchi.
- ¿Cómo? O.ô ¿Es que no te has enterado?
Yuki se dejó caer en el sofá, exasperado. Aquel imbécil ya estaba tardando en irse.
- ¿De qué?
- Vale, te lo cuento. Pero sobre todo, no le digas a Tohma que te lo he dicho, porque si se entera de que he hablado contigo me arrancará la cabeza y se la comerá – En eso estaba él pensando. Como si tuviera intención alguna de ir contando por ahí que aquel freack había estado en su casa. Aquel tipo debía de estar demasiado acostumbrado a la impresión que causaba en la gente de mente simple, como Shuichi y Tatsuha - ¡Mika se ha ido de su casa! ¡Y nadie sabe dónde está!
- ¿Qué se ha ido. . .? ¿El qué?
Ryuichi le explicó la historia de la discusión entre Mika y Tohma. Tuvo que repetírsela un par de veces, no porque Yuki no lo entendiera, sino porque no daba crédito.
- Vale, o sea que mi hermana ha discutido con su marido y se ha largado de casa. Y como Tohma es un cabrón orgulloso, no quiere hablar con ella. Hasta ahí vale. Lo que no entiendo es qué pinto yo en todo esto.
- Por favor Yuki, quiero que llames a Mika y hables con ella para que hagan las paces. Tohma lo está pasando mal, pero ya le conoces, no lo reconocerá por nada del mundo.
- ¿Y por qué tendría que hacer tal cosa?
- ¿QUÉ? ¿Es que no piensas hacer nada?
- Por supuesto que no. Si Seguchi y Mika se pelean y se tiran los trastos por la cabeza no es asunto mío. Yo no pienso meterme en sus líos de pareja – "Con los míos ya tengo bastante"
Los ojos de Ryuichi se volvieron de un color rojo incandescente, su cabello empezó a flotar, unas llamaradas de color blanco rodearon su cuerpo. . . parecía que estuviera poseído. Sacó un conejo de peluche rosa (¿De dónde? ¿De dónde? O.ô) y al grito de "KUMAGORO BEAAAAAAAAAM¡¡", le atizó un conejazo en plena cara.
- ¡¿Pero cómo puedes ser tan egoísta?! ¡¿O tan irresponsable?! ¡¿O las dos cosas a la vez?! Te estoy diciendo que hace una semana que nadie sabe si tu hermana está viva o muerta, ¿y tú me sueltas que no es asunto tuyo? ¡PUES YA LA ESTÁS LLAMANDO! Y que yo te vea, porque si no. . .
- Yukiiiiiiiiiiiiiiii, ya estoy en. . . ¡¡Sakuma-saaaaaaaaaaan!!
- ¡¡Shuichiiiiiiiiiiiiii!!
No pudo saber lo que Ryuichi tenía pensado hacerle si no llamaba a Mika, porque el cantante parecía haberse olvidado completamente de él, tan ocupado como estaba en abrazar y achuchar a Shu. Entonces, para horror y espanto de Yuki, su sala de estar se convirtió en un jardín de infancia. Shuichi desparramó todos sus juguetes sobre la alfombra y se puso a jugar con su amigo a las casitas o algo así, como si los dos tuvieran tres años.
Yuki, que casi se había tragado el cigarro al recibir el "conejazo", se marchó sigilosamente de puntillas a su estudio, a meditar sobre lo que acababa de contarle aquel. . . "ser"
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TACHAAAAAAAAAAAN¡¡ Mi queridísimo Ryuichi al rescate¡¡¡¡¡ Aix, que ganas tenía de hacerte salir, chiquitín mío (Vaslav se transforma momentáneamente en Tatsuha y empieza a babear XD~~~) También me hubiera gustado hacer entrar a Mika en el despacho cuando Tohma y Ryu-chan estaban en esa postura tan. . . digamos, "comprometida" XD Pero desgraciadamente no me pegaba con el resto de la acción.
En fin, espero que ni Sadame ni Yukii se hayan enfadado por lo del "conejazo" en la hermosa y sacrosanta cara de nuestro escritor favorito. . . ^^'
Por cierto, no dejo de sorprenderme al ver cuanto mal le deseáis a mi querido Tohma. Pobrecito, con lo que yo lo quiero ^_^
Bueno, esto es todo de momento. Saludos a todos y hasta el próximo¡¡¡¡
