CAPÍTULO 11: El reencuentro
***
Mika y Yuki habían ido a comer a un restaurante italiano. Últimamente se veían mucho. Yuki no le había dicho ni una palabra a Tohma sobre lo que sabía de su hermana, ni tampoco a Shuichi. Con lo bocazas que era, seguro que se le escaparía algo, y Tohma no tardaría ni cinco minutos en sacarle lo que supiera. Así que las cosas seguían igual.
- Ayer conocí a un tipo divertidísimo ^_^ Se llamaba Takeshi. . . o Takeo, o algo así. Era muy guapo. No tanto como tú, claro, jijiji. Lástima que el resultado fuera más bien discreto.
Era el cuarto tío que se cepillaba Mika desde que se había ido de casa, por lo que le había contado, y nunca recordaba sus nombres. Por lo visto estaba decidida a recuperar el tiempo perdido. Una parte del cerebro de Yuki opinaba que eso estaba la mar de bien, pero la otra se escandalizaba. "¿Por qué me resulta tan extraño? Como si yo no hubiera hecho nunca eso de acostarme con alguien sin molestarme siquiera en preguntarle cómo se llamaba" – "Pues porque en el fondo sabes que tu hermana no es así" – "¡Oh, vamos! Sólo quiere pasárselo bien" – "¿Y tú crees en serio que se lo pasa bien?" – "Claro que sí. Mira que sonrisa de oreja a oreja"
- Vaya. . . qué bien. Oye Mika, ¿cómo andas de dinero?
- Bien. El treinta por ciento de la empresa sigue estando a mi nombre, así que mientras tu niño siga vendiendo discos. . .
Eso le hizo gracia. Utilizar la empresa de su marido para alejarse de él era una maniobra muy hábil.
- Entonces, ¿cómo es que te has instalado en ese cuchitril?
- Tanto que criticas a Tohma, y eres igual de pijo (1) que él.
- No me has contestado.
Mika dejó los cubiertos en el plato y apoyó la cara en las manos. Su alegría había languidecido un poco.
- Pues. . . lo hice para despistar a Tohma si es que decidía buscarme. Aunque, visto lo visto, creo que podría haberme cogido una suite en el Hilton tranquilamente.
- Claaaaaaaaro, claro, claro. Mi hermanita pensaba que su marido iba a echarse a llorar hasta la deshidratación, desconsolado por su partida, y que enviaría a ese americanote que le hace las veces de gorila a buscarla.
- ¡Claro que no! No soy tan ilusa. Es solo que. . . bueno, que tampoco esperaba. . . tanta indiferencia.
La decepción de Mika no le pasó desapercibida. La verdad es que a él también le resultaba indignante el desprecio que estaba mostrando Seguchi hacia su hermana. Se merecía una lección.
- ¿Sabes lo que le pasa a ese? Que aún no se lo ha creído.
- ¿Que no se lo ha creído?
- Exacto. Está tan acostumbrado a que todo el mundo baile al son que él toca, que el hecho de que alguien le abandone es algo que su cerebro de dictador no puede compilar. Mira, ¿sabes lo que tienes que hacer? Le llamas, quedas con él, te pones un vestido de lycra y un sujetador con relleno, para que vea lo bien que te sienta la separación, y le dices que te quieres divorciar.
- ¿Divorciar? ¿Quieres que le diga que quiero el divorcio?
- Eso mismo. Que vea que la cosa va en serio. Verás lo que tarda en cambiar de actitud.
- ¿Y si no lo hace?
- Pues te divorcias y ya está. De todas formas es lo que pensabas hacer, ¿no?
- Em. . . sí.
- Pues decidido. Y te vienes a vivir a mi casa – Sentenció.
- ¿A tu casa, que apesta a tabaco, para ver como Shuichi y tú retozáis? No, gracias.
- Te dejaré traer a tus ligues.
- Tentador, pero no, gracias.
- Testaruda.
- Debe ser cosa de familia.
- Como quieras, pero venga, llámale.
- ¡No pienso llamarle! – Gritó, dando un puñetazo en la mesa.
- Está bien, está bien. . . Ya le llamo yo. Menudo par de dos.
***//~~~
Tohma reservó mesa en un restaurante al que sólo había ido una vez, pero que no estaba mal, bastante alejado de los lugares que solía frecuentar, por si a Mika le daba por montar una escenita. . . En un primer momento, no supo muy bien cómo reaccionar al recibir la llamada de Yuki. ¿Estaría enfadado con él? Al fin y al cabo, Mika era su hermana. ¡Oh, dios mío! ¿Y si ella, le había contado lo del numerito de transformismo? De ser así, nunca más podría mirarle a la cara. Pero cuando Yuki le dijo que había conseguido arreglarle un encuentro con Mika, al menos supo que no le había dicho nada sobre eso. Aún así, no sabía si alegrarse de que Yuki mediara entre ellos dos, o todo lo contrario. Era demasiado extraño, le hacía sentir incómodo.
Yuki caminaba al lado de Mika. Habían quedado en que la acompañaría hasta el restaurante para darle "apoyo moral", pero no lo estaba haciendo demasiado bien. La jaleaba como si ella fuera un boxeador a punto de saltar al ring y él su entrenador.
- Sobre todo, tú ahí, firme. Y si intenta alguna de sus triquiñuelas, que lo intentará, tú no te dejes amilanar. Haz como la Bridget Jones, repite "Soy la Reina del Hielo, inaccesible y no disponible. Soy la Reina del. . ."
- ¡Te quieres callar de una vez! Me estás poniendo histérica.
- Vale. Pero sobre todo, tú firme, ¿eh?
- Que sí, que sí. . . Pero quédate aquí, que no quiero que me vea llegar contigo.
Mientras hablaba con el maitre, vio a Yuki dándole ánimos a través del cristal con el puño en alto. Por el movimiento de sus labios, vio que estaba diciendo "A por él¡¡¡" Suspiró "Eiri. . . No madurarás nunca"
Le localizó enseguida, más que nada porque, entre tantos hombres vestidos con sobrios trajes azules o grises, alguien que va de verde pistacho y lila siempre destaca. No necesitó recurrir a ningún "mantra" para mantener la tranquilidad. Pese a lo guapo que estaba su marido, sólo necesitó recordarle murmurando en sueños el nombre de su hermano para recordar por qué había hecho lo que había hecho y cuál era su objetivo. No, no tenía por qué aguantar más cosas como aquella, y Tohma debía enterarse de eso. Esgrimió una sonrisa espléndida, que algo había aprendido en sus años de convivencia con el rey de las sonrisitas, y se dirigió con garbo hacia la mesa.
A Tohma le costó más reconocerla porque Mika se había vuelto a arreglar el pelo. Se lo había vuelto a teñir, de un color algo más oscuro que su tono natural, y se lo había cortado un poco más, pero con un estilo más cuidado, más femenino. Se fijó en que llevaba ropa nueva. Claro, no se había llevado casi nada. Esa falda era muy corta. . . Le vinieron a la cabeza las veces que había deslizado las manos por debajo de su falda. . . Ryuichi tenía mucha razón, Mika siempre había tenido unas piernas estupendas. . . Y encima llevaba medias de rejilla. . . :o~~
Tal y como su hermano se había propuesto, Mika estaba despampanante. Yuki había insistido en lo del vestido de lycra, pero ella le dijo que no pensaba ir a ninguna parte vestida de zorrón (2). Sin embargo no era el pelo, ni la ropa, lo que le daba ese aspecto. Era una alegría que no recordaba haberle visto nunca. Estaba realmente radiante ¿Por qué, por qué Mika se veía tan feliz?
- Hola Mika. Me alegra ver que estás bien ^_^
- Gracias
- Nuevo cambio de imagen ^_^
- Sí.
- Sabia decisión ^_^
Tras los saludos de rigor, pasaron a pedir la comida, los dos muy corteses, muy formalitos, muy "británicos". Mika, hablaba con desparpajo, comía con apetito y comentaba el tiempo tan espléndido que había hecho los últimos días y lo rico que estaba todo ¿Desde cuándo su mujer era tan jovial? ¿Desde cuándo tenía esa facilidad para reír? ¿Es que Mika se había convertido en una persona feliz sólo por haberse separado de él?
Pero no se podía retrasar por más tiempo la cuestión, Tohma quería saber qué pintaba Yuki en todo aquello.
- Entonces, ¿qué quieres hacer? – Preguntó, sin darse cuenta, al escote de Mika. ¿Llevaría también sujetador nuevo? ¿De esos con encajes que solía ponerse? "¡Tohma, céntrate! No es el momento de tener fantasías eróticas." Especialmente porque una pequeña erección empezaba a revolucionarse en sus pantalones. Se revolvió un poco en la silla. (Hay que tener en cuenta que lleva más de diez días sin nada de nada, y él no es de piedra)
- Pues creo que, dadas las circunstancias, lo mejor sería formalizar nuestra situación y empezar con el papeleo, que eso siempre es muy engorroso – Dijo con toda la tranquilidad del mundo.
Para ganar tiempo mientras intentaba adivinar de qué formalización estaba hablando exactamente, dio otro sorbo de vino.
- Sí, lo del papeleo siempre es una lata. . .
- Sobre todo con los divorcios. Hay que poner un montón de cosas en orden, la separación de bienes, los contratos. . .
¡¿Divorcio?! ¡O sea que iba en serio! ¡Pensaba alejarse de él para siempre! No se lo podía creer. Estaba indignado. Pero muy bien. . . "Si eso es lo que quiere, sea" Había sido una idea única y exclusivamente de ella, nadie podría reprocharle absolutamente nada. Nunca los había visto discutir en público, y él siempre la había tenido como a una reina. La explicación que darían sería que él siempre estaba muy ocupado, con la empresa, las giras, etc, etc. Incluso es posible que fuera él el que quedaba como el pobre marido incomprendido. . . "Muy bien, pues nos divorciaremos. Y a ver a quién le sienta mejor la soltería" Es más, era posible que eso le dejara el camino abierto para. . . otras cosas.
Pero ahora era preciso decir algo porque el silencio se estaba prolongando demasiado, no fuera cosa que a Mika le diera la impresión de que le importaba un pito divorciarse de ella. Tenía que decir algo, lo que fuera. Y claro, ¿qué fue lo primero que pasó por la cabeza de Tohma?
- Tienes toda la razón. Por cierto, ¿cómo está Eiri-san? Me contó que últimamente os veis a menudo. ¿Qué opina él?
Mika estuvo a punto de clavarle el tenedor en la yugular. ¿Cómo podía ser tan cínico? No hacía ni cinco segundos que ella había salido de su vida, ¿y él ya estaba pensado en su hermano? Pues se iba a enterar. Tohma no era el único que sabía llevar a cabo maniobras maquiavélicas.
- ¿A menudo? Em. . . Sí, bueno, todos los días, en realidad. Es que he estado viviendo en su casa, ¿sabes? – "A ver qué tal te sienta esto" – Pero pronto me trasladaré, que ya le he molestado bastante. Sobre lo nuestro. . . en fin, al principio le supo mal, porque decía que hacíamos muy buena pareja y que él pensaba que éramos felices y todo eso. Si es que. . . por mucho que diga, mi hermano es un sentimental. Pero al final él también llegó a la conclusión de que era lo mejor. Oh, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con él como estos días. ¡Y Shu-chan es taaaaaaaaaan mono! ^_^ Un auténtico encanto, de verdad. Estoy muy contenta de que mi hermano haya acabado con alguien como él. Es un poco infantil, pero muy buena persona – Hizo hincapié en esas dos últimas palabras - El otro día, incluso, fuimos los tres juntos de excursión - ¡Menuda embusteraaaaaaaaa! XD - ¡Nos lo pasamos tan bien! Aix, qué lástima que Shu-chan no tenga un hermano mayor, jujuju ^o^
Si llega a decir una sola palabra más, es muy posible que Tohma hubiera vomitado lo poco que había comido encima de la mesa. De repente el estómago se le había puesto del revés ¡¿Cómo que había estado viviendo en su casa?! O sea, que Yuki había sabido todo el tiempo dónde estaba Mika ¿y no le había dicho nada? Había preferido dejarle sufriendo y preocupado. ¡Y también había sabido todo el tiempo que ella quería divorciarse! Con todo lo que había hecho por él, con todo lo que le debía, y Yuki se había puesto en contra suya. Aquello realmente era algo para lo que no estaba preparado. Y todo ese tiempo habían estado los tres, ¡sí, los tres!, ese niño asqueroso también, jugando a "la Familia Corazón" y riéndose de él, seguro.
Para su suerte, el camarero vino a rescatarle de aquellos pensamientos tan desagradables antes de que empezaran a notársele en la cara.
- ¿Han terminado?
- Sí, puede llevárselo.
- ¿No le ha gustado, señor?
- Estaba todo delicioso ^_^ Tráiganos la cuenta.
- ¿No van a tomar po. . .?
- La cuenta.
De vuelta hacia la empresa, la cabeza le daba vueltas a un ritmo vertiginoso. "Eiri, esto. . . esto no me lo esperaba de ti. ¿Cómo has podido hacerme esto A MÍ?" Que se encaprichara de aquel crío estúpido era una cosa, pero que decidiera conspirar explícitamente contre él, eso le había dolido mucho más que todos sus desplantes juntos. Y Mika. . . ¡Mika estaba encantada de alejarse de él! Se la veía tan. . . tan. . . ¡tan insultantemente feliz! Incluso había insinuado que a ella también le gustaría estar con alguien como Shu. . . ¡Qué asco de niño! Decididamente, Shindou había nacido para ser su ruina ¿Cómo era posible? ¿Cómo era posible que tanto Yuki como Mika prefirieran a Shuichi antes que a él? No podía ser verdad, se estaba volviendo loco, su mundo entero se tambaleaba. Y encima aquella tarde tenía ensayo con su grupo. "Noooooooo, no quiero, no quiero" Estaba demasiado cansado, mental y anímicamente. No tenía ganas de ensayar, quería irse a su casa a mirar la tele, o cualquier cosa que no requiriera pensar. Pero tendría que ir, porque si se quedaban solos, Noriko y Ryuichi no hacían nada, y no estaban las cosas como para perder el tiempo. ¡¡Oh, malditos todos!! ¡Malditos todos los cantantes, todos los escritores y todas las mujeres del mundo!
Mika, por su parte, tampoco había salido muy contenta del reencuentro. . .
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
(1) A lo mejor ya lo sabéis, pero por si acaso, lo pongo. Una persona "pija" es aquella a la que sólo le gustan las cosas de marca, todo lo que es caro, lujoso y exclusivo, y que considera casi un pecado mortal consumir productos que no sean de primerísima calidad. Por supuesto, un pijo jamás se alojaría en un motel. ¡Antes muerto! XD
(2) De putilla, en una palabra.
Hola a todos. Sobre el capítulo anterior, Caro me preguntó qué significaba "cabreado". Bien, estar cabreado es, básicamente, estar enfadado, fastidiado, rabioso, etc. Si hay algo de lo que escribo que no entendáis, no dudéis en preguntarme. A veces, sin darme cuenta, creo que uso expresiones que alguna gente no tiene porque conocer ^^''
Eiiii, KaAn, por supuesto que estoy deseando leer vuestro fic¡¡ ^_~
Bueno, pues esto cada vez se me está liando más. Espero que valga la pena y que os esté gustando ^_^
VASLAV: Vamos Seguchi, tómate esta sal de frutas que te irá muy bien para hacer la digestión.
TOHMA: No quiero sal de frutas. Quiero proporcionarle a Shindou una muerte lenta y dolorosa ¬¬
VASLAV: Anda, deja de decir tonterías y bebe ¡toich! (coscorrón)
TOHMA: Jo, menos mal que soy tu prefe, que si no. . . T.T
***
Mika y Yuki habían ido a comer a un restaurante italiano. Últimamente se veían mucho. Yuki no le había dicho ni una palabra a Tohma sobre lo que sabía de su hermana, ni tampoco a Shuichi. Con lo bocazas que era, seguro que se le escaparía algo, y Tohma no tardaría ni cinco minutos en sacarle lo que supiera. Así que las cosas seguían igual.
- Ayer conocí a un tipo divertidísimo ^_^ Se llamaba Takeshi. . . o Takeo, o algo así. Era muy guapo. No tanto como tú, claro, jijiji. Lástima que el resultado fuera más bien discreto.
Era el cuarto tío que se cepillaba Mika desde que se había ido de casa, por lo que le había contado, y nunca recordaba sus nombres. Por lo visto estaba decidida a recuperar el tiempo perdido. Una parte del cerebro de Yuki opinaba que eso estaba la mar de bien, pero la otra se escandalizaba. "¿Por qué me resulta tan extraño? Como si yo no hubiera hecho nunca eso de acostarme con alguien sin molestarme siquiera en preguntarle cómo se llamaba" – "Pues porque en el fondo sabes que tu hermana no es así" – "¡Oh, vamos! Sólo quiere pasárselo bien" – "¿Y tú crees en serio que se lo pasa bien?" – "Claro que sí. Mira que sonrisa de oreja a oreja"
- Vaya. . . qué bien. Oye Mika, ¿cómo andas de dinero?
- Bien. El treinta por ciento de la empresa sigue estando a mi nombre, así que mientras tu niño siga vendiendo discos. . .
Eso le hizo gracia. Utilizar la empresa de su marido para alejarse de él era una maniobra muy hábil.
- Entonces, ¿cómo es que te has instalado en ese cuchitril?
- Tanto que criticas a Tohma, y eres igual de pijo (1) que él.
- No me has contestado.
Mika dejó los cubiertos en el plato y apoyó la cara en las manos. Su alegría había languidecido un poco.
- Pues. . . lo hice para despistar a Tohma si es que decidía buscarme. Aunque, visto lo visto, creo que podría haberme cogido una suite en el Hilton tranquilamente.
- Claaaaaaaaro, claro, claro. Mi hermanita pensaba que su marido iba a echarse a llorar hasta la deshidratación, desconsolado por su partida, y que enviaría a ese americanote que le hace las veces de gorila a buscarla.
- ¡Claro que no! No soy tan ilusa. Es solo que. . . bueno, que tampoco esperaba. . . tanta indiferencia.
La decepción de Mika no le pasó desapercibida. La verdad es que a él también le resultaba indignante el desprecio que estaba mostrando Seguchi hacia su hermana. Se merecía una lección.
- ¿Sabes lo que le pasa a ese? Que aún no se lo ha creído.
- ¿Que no se lo ha creído?
- Exacto. Está tan acostumbrado a que todo el mundo baile al son que él toca, que el hecho de que alguien le abandone es algo que su cerebro de dictador no puede compilar. Mira, ¿sabes lo que tienes que hacer? Le llamas, quedas con él, te pones un vestido de lycra y un sujetador con relleno, para que vea lo bien que te sienta la separación, y le dices que te quieres divorciar.
- ¿Divorciar? ¿Quieres que le diga que quiero el divorcio?
- Eso mismo. Que vea que la cosa va en serio. Verás lo que tarda en cambiar de actitud.
- ¿Y si no lo hace?
- Pues te divorcias y ya está. De todas formas es lo que pensabas hacer, ¿no?
- Em. . . sí.
- Pues decidido. Y te vienes a vivir a mi casa – Sentenció.
- ¿A tu casa, que apesta a tabaco, para ver como Shuichi y tú retozáis? No, gracias.
- Te dejaré traer a tus ligues.
- Tentador, pero no, gracias.
- Testaruda.
- Debe ser cosa de familia.
- Como quieras, pero venga, llámale.
- ¡No pienso llamarle! – Gritó, dando un puñetazo en la mesa.
- Está bien, está bien. . . Ya le llamo yo. Menudo par de dos.
***//~~~
Tohma reservó mesa en un restaurante al que sólo había ido una vez, pero que no estaba mal, bastante alejado de los lugares que solía frecuentar, por si a Mika le daba por montar una escenita. . . En un primer momento, no supo muy bien cómo reaccionar al recibir la llamada de Yuki. ¿Estaría enfadado con él? Al fin y al cabo, Mika era su hermana. ¡Oh, dios mío! ¿Y si ella, le había contado lo del numerito de transformismo? De ser así, nunca más podría mirarle a la cara. Pero cuando Yuki le dijo que había conseguido arreglarle un encuentro con Mika, al menos supo que no le había dicho nada sobre eso. Aún así, no sabía si alegrarse de que Yuki mediara entre ellos dos, o todo lo contrario. Era demasiado extraño, le hacía sentir incómodo.
Yuki caminaba al lado de Mika. Habían quedado en que la acompañaría hasta el restaurante para darle "apoyo moral", pero no lo estaba haciendo demasiado bien. La jaleaba como si ella fuera un boxeador a punto de saltar al ring y él su entrenador.
- Sobre todo, tú ahí, firme. Y si intenta alguna de sus triquiñuelas, que lo intentará, tú no te dejes amilanar. Haz como la Bridget Jones, repite "Soy la Reina del Hielo, inaccesible y no disponible. Soy la Reina del. . ."
- ¡Te quieres callar de una vez! Me estás poniendo histérica.
- Vale. Pero sobre todo, tú firme, ¿eh?
- Que sí, que sí. . . Pero quédate aquí, que no quiero que me vea llegar contigo.
Mientras hablaba con el maitre, vio a Yuki dándole ánimos a través del cristal con el puño en alto. Por el movimiento de sus labios, vio que estaba diciendo "A por él¡¡¡" Suspiró "Eiri. . . No madurarás nunca"
Le localizó enseguida, más que nada porque, entre tantos hombres vestidos con sobrios trajes azules o grises, alguien que va de verde pistacho y lila siempre destaca. No necesitó recurrir a ningún "mantra" para mantener la tranquilidad. Pese a lo guapo que estaba su marido, sólo necesitó recordarle murmurando en sueños el nombre de su hermano para recordar por qué había hecho lo que había hecho y cuál era su objetivo. No, no tenía por qué aguantar más cosas como aquella, y Tohma debía enterarse de eso. Esgrimió una sonrisa espléndida, que algo había aprendido en sus años de convivencia con el rey de las sonrisitas, y se dirigió con garbo hacia la mesa.
A Tohma le costó más reconocerla porque Mika se había vuelto a arreglar el pelo. Se lo había vuelto a teñir, de un color algo más oscuro que su tono natural, y se lo había cortado un poco más, pero con un estilo más cuidado, más femenino. Se fijó en que llevaba ropa nueva. Claro, no se había llevado casi nada. Esa falda era muy corta. . . Le vinieron a la cabeza las veces que había deslizado las manos por debajo de su falda. . . Ryuichi tenía mucha razón, Mika siempre había tenido unas piernas estupendas. . . Y encima llevaba medias de rejilla. . . :o~~
Tal y como su hermano se había propuesto, Mika estaba despampanante. Yuki había insistido en lo del vestido de lycra, pero ella le dijo que no pensaba ir a ninguna parte vestida de zorrón (2). Sin embargo no era el pelo, ni la ropa, lo que le daba ese aspecto. Era una alegría que no recordaba haberle visto nunca. Estaba realmente radiante ¿Por qué, por qué Mika se veía tan feliz?
- Hola Mika. Me alegra ver que estás bien ^_^
- Gracias
- Nuevo cambio de imagen ^_^
- Sí.
- Sabia decisión ^_^
Tras los saludos de rigor, pasaron a pedir la comida, los dos muy corteses, muy formalitos, muy "británicos". Mika, hablaba con desparpajo, comía con apetito y comentaba el tiempo tan espléndido que había hecho los últimos días y lo rico que estaba todo ¿Desde cuándo su mujer era tan jovial? ¿Desde cuándo tenía esa facilidad para reír? ¿Es que Mika se había convertido en una persona feliz sólo por haberse separado de él?
Pero no se podía retrasar por más tiempo la cuestión, Tohma quería saber qué pintaba Yuki en todo aquello.
- Entonces, ¿qué quieres hacer? – Preguntó, sin darse cuenta, al escote de Mika. ¿Llevaría también sujetador nuevo? ¿De esos con encajes que solía ponerse? "¡Tohma, céntrate! No es el momento de tener fantasías eróticas." Especialmente porque una pequeña erección empezaba a revolucionarse en sus pantalones. Se revolvió un poco en la silla. (Hay que tener en cuenta que lleva más de diez días sin nada de nada, y él no es de piedra)
- Pues creo que, dadas las circunstancias, lo mejor sería formalizar nuestra situación y empezar con el papeleo, que eso siempre es muy engorroso – Dijo con toda la tranquilidad del mundo.
Para ganar tiempo mientras intentaba adivinar de qué formalización estaba hablando exactamente, dio otro sorbo de vino.
- Sí, lo del papeleo siempre es una lata. . .
- Sobre todo con los divorcios. Hay que poner un montón de cosas en orden, la separación de bienes, los contratos. . .
¡¿Divorcio?! ¡O sea que iba en serio! ¡Pensaba alejarse de él para siempre! No se lo podía creer. Estaba indignado. Pero muy bien. . . "Si eso es lo que quiere, sea" Había sido una idea única y exclusivamente de ella, nadie podría reprocharle absolutamente nada. Nunca los había visto discutir en público, y él siempre la había tenido como a una reina. La explicación que darían sería que él siempre estaba muy ocupado, con la empresa, las giras, etc, etc. Incluso es posible que fuera él el que quedaba como el pobre marido incomprendido. . . "Muy bien, pues nos divorciaremos. Y a ver a quién le sienta mejor la soltería" Es más, era posible que eso le dejara el camino abierto para. . . otras cosas.
Pero ahora era preciso decir algo porque el silencio se estaba prolongando demasiado, no fuera cosa que a Mika le diera la impresión de que le importaba un pito divorciarse de ella. Tenía que decir algo, lo que fuera. Y claro, ¿qué fue lo primero que pasó por la cabeza de Tohma?
- Tienes toda la razón. Por cierto, ¿cómo está Eiri-san? Me contó que últimamente os veis a menudo. ¿Qué opina él?
Mika estuvo a punto de clavarle el tenedor en la yugular. ¿Cómo podía ser tan cínico? No hacía ni cinco segundos que ella había salido de su vida, ¿y él ya estaba pensado en su hermano? Pues se iba a enterar. Tohma no era el único que sabía llevar a cabo maniobras maquiavélicas.
- ¿A menudo? Em. . . Sí, bueno, todos los días, en realidad. Es que he estado viviendo en su casa, ¿sabes? – "A ver qué tal te sienta esto" – Pero pronto me trasladaré, que ya le he molestado bastante. Sobre lo nuestro. . . en fin, al principio le supo mal, porque decía que hacíamos muy buena pareja y que él pensaba que éramos felices y todo eso. Si es que. . . por mucho que diga, mi hermano es un sentimental. Pero al final él también llegó a la conclusión de que era lo mejor. Oh, hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con él como estos días. ¡Y Shu-chan es taaaaaaaaaan mono! ^_^ Un auténtico encanto, de verdad. Estoy muy contenta de que mi hermano haya acabado con alguien como él. Es un poco infantil, pero muy buena persona – Hizo hincapié en esas dos últimas palabras - El otro día, incluso, fuimos los tres juntos de excursión - ¡Menuda embusteraaaaaaaaa! XD - ¡Nos lo pasamos tan bien! Aix, qué lástima que Shu-chan no tenga un hermano mayor, jujuju ^o^
Si llega a decir una sola palabra más, es muy posible que Tohma hubiera vomitado lo poco que había comido encima de la mesa. De repente el estómago se le había puesto del revés ¡¿Cómo que había estado viviendo en su casa?! O sea, que Yuki había sabido todo el tiempo dónde estaba Mika ¿y no le había dicho nada? Había preferido dejarle sufriendo y preocupado. ¡Y también había sabido todo el tiempo que ella quería divorciarse! Con todo lo que había hecho por él, con todo lo que le debía, y Yuki se había puesto en contra suya. Aquello realmente era algo para lo que no estaba preparado. Y todo ese tiempo habían estado los tres, ¡sí, los tres!, ese niño asqueroso también, jugando a "la Familia Corazón" y riéndose de él, seguro.
Para su suerte, el camarero vino a rescatarle de aquellos pensamientos tan desagradables antes de que empezaran a notársele en la cara.
- ¿Han terminado?
- Sí, puede llevárselo.
- ¿No le ha gustado, señor?
- Estaba todo delicioso ^_^ Tráiganos la cuenta.
- ¿No van a tomar po. . .?
- La cuenta.
De vuelta hacia la empresa, la cabeza le daba vueltas a un ritmo vertiginoso. "Eiri, esto. . . esto no me lo esperaba de ti. ¿Cómo has podido hacerme esto A MÍ?" Que se encaprichara de aquel crío estúpido era una cosa, pero que decidiera conspirar explícitamente contre él, eso le había dolido mucho más que todos sus desplantes juntos. Y Mika. . . ¡Mika estaba encantada de alejarse de él! Se la veía tan. . . tan. . . ¡tan insultantemente feliz! Incluso había insinuado que a ella también le gustaría estar con alguien como Shu. . . ¡Qué asco de niño! Decididamente, Shindou había nacido para ser su ruina ¿Cómo era posible? ¿Cómo era posible que tanto Yuki como Mika prefirieran a Shuichi antes que a él? No podía ser verdad, se estaba volviendo loco, su mundo entero se tambaleaba. Y encima aquella tarde tenía ensayo con su grupo. "Noooooooo, no quiero, no quiero" Estaba demasiado cansado, mental y anímicamente. No tenía ganas de ensayar, quería irse a su casa a mirar la tele, o cualquier cosa que no requiriera pensar. Pero tendría que ir, porque si se quedaban solos, Noriko y Ryuichi no hacían nada, y no estaban las cosas como para perder el tiempo. ¡¡Oh, malditos todos!! ¡Malditos todos los cantantes, todos los escritores y todas las mujeres del mundo!
Mika, por su parte, tampoco había salido muy contenta del reencuentro. . .
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
(1) A lo mejor ya lo sabéis, pero por si acaso, lo pongo. Una persona "pija" es aquella a la que sólo le gustan las cosas de marca, todo lo que es caro, lujoso y exclusivo, y que considera casi un pecado mortal consumir productos que no sean de primerísima calidad. Por supuesto, un pijo jamás se alojaría en un motel. ¡Antes muerto! XD
(2) De putilla, en una palabra.
Hola a todos. Sobre el capítulo anterior, Caro me preguntó qué significaba "cabreado". Bien, estar cabreado es, básicamente, estar enfadado, fastidiado, rabioso, etc. Si hay algo de lo que escribo que no entendáis, no dudéis en preguntarme. A veces, sin darme cuenta, creo que uso expresiones que alguna gente no tiene porque conocer ^^''
Eiiii, KaAn, por supuesto que estoy deseando leer vuestro fic¡¡ ^_~
Bueno, pues esto cada vez se me está liando más. Espero que valga la pena y que os esté gustando ^_^
VASLAV: Vamos Seguchi, tómate esta sal de frutas que te irá muy bien para hacer la digestión.
TOHMA: No quiero sal de frutas. Quiero proporcionarle a Shindou una muerte lenta y dolorosa ¬¬
VASLAV: Anda, deja de decir tonterías y bebe ¡toich! (coscorrón)
TOHMA: Jo, menos mal que soy tu prefe, que si no. . . T.T
