CAPÍTULO 12: Mika y Eiri
***
- ¡¡TODO HA SIDO CULPA TUYA!! – Al despedirse de Seguchi, Mika había ido directamente a casa de Yuki, y ahora estaba en su sala de estar, llorando y gritando como una loca y lanzando todo lo que encontraba, tanto si era un cojín como un cenicero, contra el cuerpo de su hermano - ¡Todo esto lo tenías planeado para separar a Tohma de mí!
- ¡Mika, piensa lo que dices! – Yuki esquivó el tercer cojín que le lanzaba su hermana - ¿Qué interés podría tener yo en separar de ti a tu marido?
- ¡PARA QUEDÁRTELO TÚ! – Y un jarrón se estrelló contra la pared.
Aquello ya fue demasiado para la poca paciencia de Yuki.
- ¡A ti se te ha filtrado el amoniaco de los tintes por el cráneo! Esta sí que es buena, primero vienen un marciano y su conejo a agredirme, luego tengo que hacer de comadreja con Seguchi para que tú puedas seguir en tu papel de esposa ultrajada, ahora tengo que aguantar que vengas a destrozarme la casa y encima me acusas de que "te quiero robar el novio" ¡Que no tienes quince años, Mika! Para que lo sepas, nada podría hacerme más feliz que el que te reconcilias de una vez con tu marido para que os podáis dedicar a follar como conejos y me dejéis todos en paz a mí ¡Y DEJA DE TIRARME COSAS!
Mika se quedó inmóvil con el encendedor de mesa que estaba a punto de tirarle en alto (Si le llega acertar con eso, lo descalabra) Gradualmente, la tensión de su rostro fue remitiendo, sus facciones se fueron relajando a la vez que bajaba el brazo. El encendedor se escurrió entre sus dedos, al mismo tiempo que sus piernas empezaban a doblarse lentamente. Se quedó arrodillada en el suelo, con la cabeza baja, de manera que no se le veía la cara. Justo cuando Yuki empezaba a considerar acercarse a ella, Mika echó la cabeza hacia atrás y empezó a llorar a cataratas, berreando al más puro estilo Shuichi.
- Buaaaaaaaaa ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? No hay mujer más desdichada que yo BUAAAAAAAA
- Venga Mika, no pasa nada. Levántate – Intentó ponerla de pie, pero las piernas de su hermana parecían haberse convertido en plastilina. Cada vez que la levantaba, Mika volvía a desplomarse en el suelo. Al final tuvo que arrastrarla hasta le sofá, rezongando entre dientes.
- ¿Por qué no tendría yo una hermanita? ¿Por qué? Snif.
- Vamos mujer, si es normal que ahora estés así. . . – Consiguió sentarla en el sofá, apartando disimuladamente todos los objetos contundentes que pudieran quedar a su alcance.
- Tú no lo entiendes. . .
- No, ya sé que no lo entiendo. Perdóname por no haberme divorciado nunca – Gruñó su hermano.
- BUAAAAAAAAAA
- Venga Mika, pero si esto era lo que querías, ¿no? Además, ¿no me dijiste que a partir de ahora ibas a hacer lo que te diera la gana? Pues concéntrate en eso y olvídate de Seguchi.
- Es que tú no le viste, Eiri. Estaba. . . estaba deseando – "Echarse en tus brazos" – alejarse de mí.
- No pienses más en eso. Venga, dime qué es lo que quieres hacer. Yo te ayudaré en lo que pueda.
- Yo, yo quiero. . .- "A Tohma"- quiero, snif. . . – "Tohma" – Quiero. . . ¡No sé lo que quiero! BUAAAAAAA
- Vamos Mika, te has pasado la vida cuidando de papá, de Tatsuha y de mí. Tiene que haber algo que quieras, que quieras sólo para ti. Dime qué es.
- Quiero. . . Me gustaría. . . Yo. . . - Mika dejó caer la cabeza sobre el pecho de su hermano – Eiri. . . yo quiero ser como tú. . .
Ante semejante sinsentido, Yuki atribuyó una respuesta tan absurda al ataque de nervios de su hermana. Tras acariciarle un par de veces el pelo (gesto que le costó mucho realizar), la cogió en brazos y la llevó a su cama. La acostó y luego fue a la cocina. Abrió el cajón de las pastillas y sacó un Valium del envoltorio, luego se lo pensó mejor y sacó otro. Se los llevó a su hermana y se los hizo tomar. Mika no tardó en quedarse dormida, agotada por el llanto y el disgusto.
Regresó a la sala de estar. Se tiró encima del sofá, metro noventa de escritor desparramado sobre los cojines, y encendió un cigarro. Exhaló el humo muy lentamente, con los ojos cerrados. "Menos mal que no tenían que causarme estrés. . ." Tras una calada más, volvió a la cocina. Sacó otra vez la caja de los Valiums y cogió uno para él. Se lo tomó con un trago de cerveza, que es como mejor entran, y después de pasó la lata por la cara para refrescarse. Apoyando los codos sobre la mesa de la cocina, escondió la cara entre las manos, dejando escapar un largo y profundo suspiro. "A ver si tengo suerte y me da un ataque de algo. A ver si mañana me despierto en algún hospital, drogado hasta las cejas y enchufado a un aparato que haga BIP BIP. A ver si los pierdo a todos de vista una temporada."
***//~~~
Si sus empleados ya no le tenían un cariño especial, en los días siguientes pasaron a desear que las siete plagas de Egipto cayeran todas sobre su cabeza. Tohma se dedicó a echar broncas monumentales a todo el mundo por cualquier cosa, ensañándose con aquellos que sabía que eran más fáciles de intimidar. Amenazaba a Sakano día sí y día también con despedirle, a sabiendas de los efectos nefastos que eso tendría sobre su úlcera; en cuanto a Shu, el pobre estaba sometido a tal acoso psicológico que se ponía a llorar nada más sonar el despertador por las mañanas, anunciando que tenía que ir a trabajar. Y un día que llamó a Suguru a su despacho. . .
- ¿Querías verme, Tohma?
- Sí. Estos arreglos son una mierda. ¿Los hiciste mientras mirabas la tele o qué?
- ¿No. . . no te gustan?
- Por supuesto que no me gustan. No tienen fuerza, la base rítmica es monótona y la harmonización es horrible. Quiero que los rehagas, y los quiero listos para mañana por la mañana.
- ¡¿Mañana?! ¡Pero si tardé tres días en acabarlos!
- ¿Tres días? ¿Para esto? Por favor, dime que es una broma. No quisiera pensar que en mi propia familia hay alguien tan mediocre.
Mediocre. . . No había nada más cruel que pudiera decirle. Él sabía perfectamente cuanto le envidiaba, lo acomplejado que estaba de las constantes comparaciones con su todopoderoso primo, que era capaz de hacer en cinco minutos lo que a él le costaba noches sin dormir. Pero al menos hasta entonces no había abusado de ello, nunca lo había utilizado para faltarle al respeto. Tenía ganas de saltar por encima del escritorio y estrangularle, pero ¿qué podía hacer? Tohma tenía su carrera en sus manos, no le quedaba más remedio que aguantar y tragar quina.
- Vale Tohma, tampoco hace falta que te pongas así. Con decirme que los retocara bastaba.
- Nada de retoques. Dan asco. Volverás a empezar desde el principio – Y tras decir esto, rasgó la partitura en dos y la tiró a la papelera. Eso fue más de lo que Suguru pudo soportar.
- ¡¡Tú sí que das asco!! ¡No hay quien te aguante! ¡No te soporta ni tu sombra! Le amargas la vida a todo el mundo. Pero un día, Tohma, toda esa ruindad te va a explotar en la cara, y cuando eso pase, yo estaré ahí para reírme de ti. ¡Puedes estar seguro!
Tras el portazo con el que su primo abandonó el despacho, Tohma siguió con lo que estaba haciendo como si nada hubiera ocurrido, pero por más que se esforzaba en ignorarlo, no podía sacarse sus palabras de la cabeza. Ni eso, ni lo radiante que estaba Mika la otra tarde. ¿Cuándo fue la última vez que la vio tan contenta? Ni se acordaba. ¿De verdad le amargaba la vida a todo el mundo? ¿De verdad la razón de que Mika se viera tan feliz era que ya no estaba con él? ¿De verdad la había hecho tan desgraciada? "¿De verdad te hice yo eso, Mika?"
De vuelta al estudio, Suguru también daba vueltas y más vueltas a lo que le había dicho su primo. Mediocre. . . Él sabía que no era mediocre, pero comparado con Tohma, era plenamente consciente de que era un cero a la izquierda. No era justo. . . No era justo que Tohma tuviera todo lo que él deseaba, tanto talento, esa habilidad para conseguir todo lo que quería, que todo el mundo le respetara y que su palabra fuera tomada casi como un dogma mientras que a él nadie le hacía caso. . . Y encima se lo pasaba por los morros. Ojalá algún día todo eso se volviera en su contra, ojalá lo perdiera todo de golpe, ojalá, ojalá. . . "¡Ojalá se muera!"
- ¿Qué chaval, ha sido muy grave?
- No. . . que va. . . Sólo. . . sólo acabo de tirar mi carrera por el water T.T
- Pero qué exagerado eres. . .
- Que sí Hiro, que sí. Acabo de decirle a Tohma que da asco y que deseo su ruina.
- ¿Que tú le has hablado así a tu primo? Tío, fírmame una autógrafo. Acabas de convertirte en mi ídolo.
- Me va a echar de aquí de una patada en el culo TTT.TTT
- Claro que no. No se lo permitiremos. Bad Luck somos los tres y si él mismo lo quiso así ahora tendrá que mantenerlo.
- Gracias u.u
Por descontado, Tohma no le despidió, ni siquiera tenía intención de hacerlo. Pero a partir de ese día, Suguru no se atrevía casi ni a respirar en su presencia. Era increíble el clima de tensión que reinaba aquellos días en NG Records. Todo el mundo iba a trabajar asqueado, y se echaban las culpas unos a otros cuando algo salía mal, aterrados de que su iracundo amo y señor, que últimamente no encontraba nada bien hecho, descargara su furia sobre ellos. Y aunque parezca increíble, el que peor lo pasaba era Tohma, que notaba aquella ola de hostilidad dirigida hacia su persona, y la encontraba absolutamente injusta.
***//~~~
Estaba acostado en el centro de su cama, con los brazos en cruz, señal inequívoca de que estaba solo. . . completamente solo.
Mika no estaba, ni el aroma almizclado de su piel, ni el calor de su cuerpo, que ya había caldeado la cama cuando él se deslizaba entre las sábanas al volver tarde a casa; ni sus labios, que a veces le despertaban pidiendo mimos en mitad de la noche. . . y él se imaginada que era Eiri quien le besaba.
Mika y Eiri. . .
Eiri y Mika. . .
Pero Mika ya no estaba y no pensaba volver. ¿Por qué debería hacerlo? Había superado aquella especie de adicción que parecía sentir de tenerle a su lado, aquella necesidad que le permitía hacer o no hacer lo que quisiera de ella. Mika había descubierto que era más feliz sin él, sin alguien que siempre está intentando evitarte, que te deja sola para pasar su poco tiempo libre con. . . otra persona. Aún así, no lo encontraba justo. Le había dado todo lo que había querido, le había dejado hacer todo lo que quería, todo lo que había necesitado lo había obtenido de él, cuando él nunca le había pedido nada. Pero todo eso no había sido suficiente, claro. Ella siempre tenía que pedir más, tenía que agobiarle pidiendo lo único que no podía, que no estaba dispuesto a darle.
Su estómago se quejó. No había comido prácticamente nada en todo el día.
Intentó recordar lo bien que sabía el helado extendido sobre los pechos de Mika. ¿Sabría igual de bien sobre el torso de Eiri? Seguramente ya nunca lo sabría. Eiri. . . su querido Eiri. . . Eiri también le había sacado definitivamente de su vida. Él siempre había estado apoyándole, intentado ayudarle a volver a ser feliz, ¿y qué recibía a cambio? El desprecio más absoluto ¿Por qué? No era justo.
Mika y Eiri. . .
Eiri y Mika. . .
¿Y él qué? ¿Por qué a él nunca le apoyaba nadie? Se pasaba la vida haciendo realidad los sueños de los demás, y a cambio sólo recibía desprecio. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente. Había dado una oportunidad a aquellos dos tarados de Bad Luck, y ellos decían que era un tirano. Había metido a su primo en un grupo prometedor, tal y como él quería, y Suguru le había dicho que le despreciaba. Malditos estúpidos. . . ¿Por qué todo el mundo le odiaba? ¿Qué culpa tenía él de que fueran todos unos inútiles? "Claro que sí, es muy fácil quejarse, es muy fácil reprocharme que nunca estoy contigo. Pero si no fuera por mí, si no estuviera allí para ocuparme hasta del más mínimo detalle, la jodida empresa que ha lanzado a la fama a vuestro querido Shu-chan hace tiempo que se hubiera hundido" Y encima sus empleados tenían la desfachatez de reprocharle que se enfadara con ellos por no cumplir con su deber ¡Desagradecidos, todos y cada uno de ellos! ¡Deberían adorarle! Deberían dar gracias todos los días al despertarse por haberles permitido trabajar en su empresa, cobrando unos sueldazos que no pagaban en ningún otro sitio. "Pero claro, eso tampoco es suficiente, ¿verdad?" Lágrimas de autocompasión empezaron a acumularse en sus ojos. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente para que alguien tuviera una palabra amable con él, para que le quisieran un poco. . .
Se giró hacia la derecha, quedando tumbado de lado. Nunca era suficiente. . .
Ahora Eiri debía de estar haciéndole el amor a Shuichi. Tal vez estuvieran jugando con helado, mientras que él tenía que estar solo en la inmensidad de aquella cama. . . ¿Y Mika? ¿Qué estaría haciendo Mika? ¿Estaría también sola, o ya habría encontrado a alguien para hacerle la compañía que tantas veces le había suplicado y que ahora él echaba en falta? "Sea como sea, a Mika no debe de asustarle la soledad. Tú mismo la acostumbraste muy bien a ella, ¿verdad?" – "No fue culpa mía. . ." – "¿Y entonces a quién debemos culpar? Y no me digas que al trabajo. Mika siempre quiso estar contigo y tú siempre te alejabas de ella" – "Es que yo quería a Eiri. . ." Empezó a sollozar.
Eiri y Mika. . .
Mika y Eiri. . .
"Yo quería a Eiri. Mika sabía que yo quería a Eiri. No podía obligarme a quererla" – "Tú tampoco puedes obligar a nadie a quererte. Es a lo único que no les puedes obligar"
Se abrazó a la almohada y escondió la cara contra ella. Siguió llorando en silencio hasta que se durmió.
Tuvo un suelo horrible. Soñó que Mika y Yuki hacían el amor salvajemente a su lado, y él, en su lado de la cama, no podía hacer nada, ni moverse ni hablar, sólo mirarles.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Joder, menudo capítulo depresivo que me ha salido, y eso que empecé con la idea de hacerlo cómico. Pero ya te puedes poner, que como ya dije, las ideas tienen vida propia.
Arwi, aquel pensamiento mío que le pasé a Yuki, es el del final de su escena. Para que nos entendamos todos, lo último que piensa Yuki, lo pensé yo misma cuando estaba de exámenes, cigarro incluido. Faltó el Valium, pero porque en casa no tengo, que si no. . .
Yukii, has localizado la frase? ^_~
Tienes razón Nat-chan, al favorito siempre se tiende a hacerle sufrir más. ¿Por qué será? Tú también tienes razón Sadame, la familia Uesugi es la ostia XDDDDDD
Vaya Rikku, siento que los capítulos te parezcan tan cortos ^^''''
Zhakdna, es verdad que aquí Shuichi casi no sale. Es una lástima, me gustaría meterle más (en el fic, no mal penséis), pero no me acaba de salir. Pero, si os fijáis, se habla constantemente de él, para bien o para mal. . . ^^
Y hasta aquí hemos llegado por el momento. Muchas gracias por los rw, me animáis mucho ^_^ Hasta el próximo¡¡¡
***
- ¡¡TODO HA SIDO CULPA TUYA!! – Al despedirse de Seguchi, Mika había ido directamente a casa de Yuki, y ahora estaba en su sala de estar, llorando y gritando como una loca y lanzando todo lo que encontraba, tanto si era un cojín como un cenicero, contra el cuerpo de su hermano - ¡Todo esto lo tenías planeado para separar a Tohma de mí!
- ¡Mika, piensa lo que dices! – Yuki esquivó el tercer cojín que le lanzaba su hermana - ¿Qué interés podría tener yo en separar de ti a tu marido?
- ¡PARA QUEDÁRTELO TÚ! – Y un jarrón se estrelló contra la pared.
Aquello ya fue demasiado para la poca paciencia de Yuki.
- ¡A ti se te ha filtrado el amoniaco de los tintes por el cráneo! Esta sí que es buena, primero vienen un marciano y su conejo a agredirme, luego tengo que hacer de comadreja con Seguchi para que tú puedas seguir en tu papel de esposa ultrajada, ahora tengo que aguantar que vengas a destrozarme la casa y encima me acusas de que "te quiero robar el novio" ¡Que no tienes quince años, Mika! Para que lo sepas, nada podría hacerme más feliz que el que te reconcilias de una vez con tu marido para que os podáis dedicar a follar como conejos y me dejéis todos en paz a mí ¡Y DEJA DE TIRARME COSAS!
Mika se quedó inmóvil con el encendedor de mesa que estaba a punto de tirarle en alto (Si le llega acertar con eso, lo descalabra) Gradualmente, la tensión de su rostro fue remitiendo, sus facciones se fueron relajando a la vez que bajaba el brazo. El encendedor se escurrió entre sus dedos, al mismo tiempo que sus piernas empezaban a doblarse lentamente. Se quedó arrodillada en el suelo, con la cabeza baja, de manera que no se le veía la cara. Justo cuando Yuki empezaba a considerar acercarse a ella, Mika echó la cabeza hacia atrás y empezó a llorar a cataratas, berreando al más puro estilo Shuichi.
- Buaaaaaaaaa ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? No hay mujer más desdichada que yo BUAAAAAAAA
- Venga Mika, no pasa nada. Levántate – Intentó ponerla de pie, pero las piernas de su hermana parecían haberse convertido en plastilina. Cada vez que la levantaba, Mika volvía a desplomarse en el suelo. Al final tuvo que arrastrarla hasta le sofá, rezongando entre dientes.
- ¿Por qué no tendría yo una hermanita? ¿Por qué? Snif.
- Vamos mujer, si es normal que ahora estés así. . . – Consiguió sentarla en el sofá, apartando disimuladamente todos los objetos contundentes que pudieran quedar a su alcance.
- Tú no lo entiendes. . .
- No, ya sé que no lo entiendo. Perdóname por no haberme divorciado nunca – Gruñó su hermano.
- BUAAAAAAAAAA
- Venga Mika, pero si esto era lo que querías, ¿no? Además, ¿no me dijiste que a partir de ahora ibas a hacer lo que te diera la gana? Pues concéntrate en eso y olvídate de Seguchi.
- Es que tú no le viste, Eiri. Estaba. . . estaba deseando – "Echarse en tus brazos" – alejarse de mí.
- No pienses más en eso. Venga, dime qué es lo que quieres hacer. Yo te ayudaré en lo que pueda.
- Yo, yo quiero. . .- "A Tohma"- quiero, snif. . . – "Tohma" – Quiero. . . ¡No sé lo que quiero! BUAAAAAAA
- Vamos Mika, te has pasado la vida cuidando de papá, de Tatsuha y de mí. Tiene que haber algo que quieras, que quieras sólo para ti. Dime qué es.
- Quiero. . . Me gustaría. . . Yo. . . - Mika dejó caer la cabeza sobre el pecho de su hermano – Eiri. . . yo quiero ser como tú. . .
Ante semejante sinsentido, Yuki atribuyó una respuesta tan absurda al ataque de nervios de su hermana. Tras acariciarle un par de veces el pelo (gesto que le costó mucho realizar), la cogió en brazos y la llevó a su cama. La acostó y luego fue a la cocina. Abrió el cajón de las pastillas y sacó un Valium del envoltorio, luego se lo pensó mejor y sacó otro. Se los llevó a su hermana y se los hizo tomar. Mika no tardó en quedarse dormida, agotada por el llanto y el disgusto.
Regresó a la sala de estar. Se tiró encima del sofá, metro noventa de escritor desparramado sobre los cojines, y encendió un cigarro. Exhaló el humo muy lentamente, con los ojos cerrados. "Menos mal que no tenían que causarme estrés. . ." Tras una calada más, volvió a la cocina. Sacó otra vez la caja de los Valiums y cogió uno para él. Se lo tomó con un trago de cerveza, que es como mejor entran, y después de pasó la lata por la cara para refrescarse. Apoyando los codos sobre la mesa de la cocina, escondió la cara entre las manos, dejando escapar un largo y profundo suspiro. "A ver si tengo suerte y me da un ataque de algo. A ver si mañana me despierto en algún hospital, drogado hasta las cejas y enchufado a un aparato que haga BIP BIP. A ver si los pierdo a todos de vista una temporada."
***//~~~
Si sus empleados ya no le tenían un cariño especial, en los días siguientes pasaron a desear que las siete plagas de Egipto cayeran todas sobre su cabeza. Tohma se dedicó a echar broncas monumentales a todo el mundo por cualquier cosa, ensañándose con aquellos que sabía que eran más fáciles de intimidar. Amenazaba a Sakano día sí y día también con despedirle, a sabiendas de los efectos nefastos que eso tendría sobre su úlcera; en cuanto a Shu, el pobre estaba sometido a tal acoso psicológico que se ponía a llorar nada más sonar el despertador por las mañanas, anunciando que tenía que ir a trabajar. Y un día que llamó a Suguru a su despacho. . .
- ¿Querías verme, Tohma?
- Sí. Estos arreglos son una mierda. ¿Los hiciste mientras mirabas la tele o qué?
- ¿No. . . no te gustan?
- Por supuesto que no me gustan. No tienen fuerza, la base rítmica es monótona y la harmonización es horrible. Quiero que los rehagas, y los quiero listos para mañana por la mañana.
- ¡¿Mañana?! ¡Pero si tardé tres días en acabarlos!
- ¿Tres días? ¿Para esto? Por favor, dime que es una broma. No quisiera pensar que en mi propia familia hay alguien tan mediocre.
Mediocre. . . No había nada más cruel que pudiera decirle. Él sabía perfectamente cuanto le envidiaba, lo acomplejado que estaba de las constantes comparaciones con su todopoderoso primo, que era capaz de hacer en cinco minutos lo que a él le costaba noches sin dormir. Pero al menos hasta entonces no había abusado de ello, nunca lo había utilizado para faltarle al respeto. Tenía ganas de saltar por encima del escritorio y estrangularle, pero ¿qué podía hacer? Tohma tenía su carrera en sus manos, no le quedaba más remedio que aguantar y tragar quina.
- Vale Tohma, tampoco hace falta que te pongas así. Con decirme que los retocara bastaba.
- Nada de retoques. Dan asco. Volverás a empezar desde el principio – Y tras decir esto, rasgó la partitura en dos y la tiró a la papelera. Eso fue más de lo que Suguru pudo soportar.
- ¡¡Tú sí que das asco!! ¡No hay quien te aguante! ¡No te soporta ni tu sombra! Le amargas la vida a todo el mundo. Pero un día, Tohma, toda esa ruindad te va a explotar en la cara, y cuando eso pase, yo estaré ahí para reírme de ti. ¡Puedes estar seguro!
Tras el portazo con el que su primo abandonó el despacho, Tohma siguió con lo que estaba haciendo como si nada hubiera ocurrido, pero por más que se esforzaba en ignorarlo, no podía sacarse sus palabras de la cabeza. Ni eso, ni lo radiante que estaba Mika la otra tarde. ¿Cuándo fue la última vez que la vio tan contenta? Ni se acordaba. ¿De verdad le amargaba la vida a todo el mundo? ¿De verdad la razón de que Mika se viera tan feliz era que ya no estaba con él? ¿De verdad la había hecho tan desgraciada? "¿De verdad te hice yo eso, Mika?"
De vuelta al estudio, Suguru también daba vueltas y más vueltas a lo que le había dicho su primo. Mediocre. . . Él sabía que no era mediocre, pero comparado con Tohma, era plenamente consciente de que era un cero a la izquierda. No era justo. . . No era justo que Tohma tuviera todo lo que él deseaba, tanto talento, esa habilidad para conseguir todo lo que quería, que todo el mundo le respetara y que su palabra fuera tomada casi como un dogma mientras que a él nadie le hacía caso. . . Y encima se lo pasaba por los morros. Ojalá algún día todo eso se volviera en su contra, ojalá lo perdiera todo de golpe, ojalá, ojalá. . . "¡Ojalá se muera!"
- ¿Qué chaval, ha sido muy grave?
- No. . . que va. . . Sólo. . . sólo acabo de tirar mi carrera por el water T.T
- Pero qué exagerado eres. . .
- Que sí Hiro, que sí. Acabo de decirle a Tohma que da asco y que deseo su ruina.
- ¿Que tú le has hablado así a tu primo? Tío, fírmame una autógrafo. Acabas de convertirte en mi ídolo.
- Me va a echar de aquí de una patada en el culo TTT.TTT
- Claro que no. No se lo permitiremos. Bad Luck somos los tres y si él mismo lo quiso así ahora tendrá que mantenerlo.
- Gracias u.u
Por descontado, Tohma no le despidió, ni siquiera tenía intención de hacerlo. Pero a partir de ese día, Suguru no se atrevía casi ni a respirar en su presencia. Era increíble el clima de tensión que reinaba aquellos días en NG Records. Todo el mundo iba a trabajar asqueado, y se echaban las culpas unos a otros cuando algo salía mal, aterrados de que su iracundo amo y señor, que últimamente no encontraba nada bien hecho, descargara su furia sobre ellos. Y aunque parezca increíble, el que peor lo pasaba era Tohma, que notaba aquella ola de hostilidad dirigida hacia su persona, y la encontraba absolutamente injusta.
***//~~~
Estaba acostado en el centro de su cama, con los brazos en cruz, señal inequívoca de que estaba solo. . . completamente solo.
Mika no estaba, ni el aroma almizclado de su piel, ni el calor de su cuerpo, que ya había caldeado la cama cuando él se deslizaba entre las sábanas al volver tarde a casa; ni sus labios, que a veces le despertaban pidiendo mimos en mitad de la noche. . . y él se imaginada que era Eiri quien le besaba.
Mika y Eiri. . .
Eiri y Mika. . .
Pero Mika ya no estaba y no pensaba volver. ¿Por qué debería hacerlo? Había superado aquella especie de adicción que parecía sentir de tenerle a su lado, aquella necesidad que le permitía hacer o no hacer lo que quisiera de ella. Mika había descubierto que era más feliz sin él, sin alguien que siempre está intentando evitarte, que te deja sola para pasar su poco tiempo libre con. . . otra persona. Aún así, no lo encontraba justo. Le había dado todo lo que había querido, le había dejado hacer todo lo que quería, todo lo que había necesitado lo había obtenido de él, cuando él nunca le había pedido nada. Pero todo eso no había sido suficiente, claro. Ella siempre tenía que pedir más, tenía que agobiarle pidiendo lo único que no podía, que no estaba dispuesto a darle.
Su estómago se quejó. No había comido prácticamente nada en todo el día.
Intentó recordar lo bien que sabía el helado extendido sobre los pechos de Mika. ¿Sabría igual de bien sobre el torso de Eiri? Seguramente ya nunca lo sabría. Eiri. . . su querido Eiri. . . Eiri también le había sacado definitivamente de su vida. Él siempre había estado apoyándole, intentado ayudarle a volver a ser feliz, ¿y qué recibía a cambio? El desprecio más absoluto ¿Por qué? No era justo.
Mika y Eiri. . .
Eiri y Mika. . .
¿Y él qué? ¿Por qué a él nunca le apoyaba nadie? Se pasaba la vida haciendo realidad los sueños de los demás, y a cambio sólo recibía desprecio. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente. Había dado una oportunidad a aquellos dos tarados de Bad Luck, y ellos decían que era un tirano. Había metido a su primo en un grupo prometedor, tal y como él quería, y Suguru le había dicho que le despreciaba. Malditos estúpidos. . . ¿Por qué todo el mundo le odiaba? ¿Qué culpa tenía él de que fueran todos unos inútiles? "Claro que sí, es muy fácil quejarse, es muy fácil reprocharme que nunca estoy contigo. Pero si no fuera por mí, si no estuviera allí para ocuparme hasta del más mínimo detalle, la jodida empresa que ha lanzado a la fama a vuestro querido Shu-chan hace tiempo que se hubiera hundido" Y encima sus empleados tenían la desfachatez de reprocharle que se enfadara con ellos por no cumplir con su deber ¡Desagradecidos, todos y cada uno de ellos! ¡Deberían adorarle! Deberían dar gracias todos los días al despertarse por haberles permitido trabajar en su empresa, cobrando unos sueldazos que no pagaban en ningún otro sitio. "Pero claro, eso tampoco es suficiente, ¿verdad?" Lágrimas de autocompasión empezaron a acumularse en sus ojos. No importaba lo que hiciera, nunca era suficiente para que alguien tuviera una palabra amable con él, para que le quisieran un poco. . .
Se giró hacia la derecha, quedando tumbado de lado. Nunca era suficiente. . .
Ahora Eiri debía de estar haciéndole el amor a Shuichi. Tal vez estuvieran jugando con helado, mientras que él tenía que estar solo en la inmensidad de aquella cama. . . ¿Y Mika? ¿Qué estaría haciendo Mika? ¿Estaría también sola, o ya habría encontrado a alguien para hacerle la compañía que tantas veces le había suplicado y que ahora él echaba en falta? "Sea como sea, a Mika no debe de asustarle la soledad. Tú mismo la acostumbraste muy bien a ella, ¿verdad?" – "No fue culpa mía. . ." – "¿Y entonces a quién debemos culpar? Y no me digas que al trabajo. Mika siempre quiso estar contigo y tú siempre te alejabas de ella" – "Es que yo quería a Eiri. . ." Empezó a sollozar.
Eiri y Mika. . .
Mika y Eiri. . .
"Yo quería a Eiri. Mika sabía que yo quería a Eiri. No podía obligarme a quererla" – "Tú tampoco puedes obligar a nadie a quererte. Es a lo único que no les puedes obligar"
Se abrazó a la almohada y escondió la cara contra ella. Siguió llorando en silencio hasta que se durmió.
Tuvo un suelo horrible. Soñó que Mika y Yuki hacían el amor salvajemente a su lado, y él, en su lado de la cama, no podía hacer nada, ni moverse ni hablar, sólo mirarles.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Joder, menudo capítulo depresivo que me ha salido, y eso que empecé con la idea de hacerlo cómico. Pero ya te puedes poner, que como ya dije, las ideas tienen vida propia.
Arwi, aquel pensamiento mío que le pasé a Yuki, es el del final de su escena. Para que nos entendamos todos, lo último que piensa Yuki, lo pensé yo misma cuando estaba de exámenes, cigarro incluido. Faltó el Valium, pero porque en casa no tengo, que si no. . .
Yukii, has localizado la frase? ^_~
Tienes razón Nat-chan, al favorito siempre se tiende a hacerle sufrir más. ¿Por qué será? Tú también tienes razón Sadame, la familia Uesugi es la ostia XDDDDDD
Vaya Rikku, siento que los capítulos te parezcan tan cortos ^^''''
Zhakdna, es verdad que aquí Shuichi casi no sale. Es una lástima, me gustaría meterle más (en el fic, no mal penséis), pero no me acaba de salir. Pero, si os fijáis, se habla constantemente de él, para bien o para mal. . . ^^
Y hasta aquí hemos llegado por el momento. Muchas gracias por los rw, me animáis mucho ^_^ Hasta el próximo¡¡¡
