CAPÍTULO 21: It´s. . . GRAVITATION

Mika estaba en la cafetería del hospital, mirando su teléfono móvil como si esperara que de repente se pusiera hablar y le respondiera a la avalancha de preguntas que se agolpaban en su cabeza.

No pensaba subir a ver cómo se encontraba Tohma. Se había prometido a sí misma que se quedaría allí sólo hasta asegurarse que estaba bien. Bueno, ahora ya lo sabía, y aún así, no acababa de hacer acopio de la fuerza necesaria para marcharse.

"Te llamó a ti primero" Le recordó el teléfono una vez más. Lo apartó de delante de ella con exasperación. ¿Y qué si la había llamado primero? Había cientos de razones que podían explicar eso, y sólo una de ellas era la que a ella le gustaría. Además. . . después había llamado a Eiri, ¿no?

Jugueteó distraídamente con la cucharilla de su café. No había recibido ningún signo de reproche por parte de su hermano, pero los demás debían de pensar que no tenía corazón. Pero, ¿para qué subir a verle? ¿Para que le diera educadamente las gracias por todo y después adiós? No, no podría soportar más cosas como aquella después de lo que había pasado. Ya no podía conformarse con ser, como mucho, su "amiga con derecho a roce", y no tenía sentido seguir torturándose así. Había tomado una decisión y no pensaba echarse atrás.

Sí, lo mejor sería poner tierra por medio. Separarse definitivamente de Tohma era la solución más factible. Ahora era perfectamente consciente de que la única razón por la que seguía en Tokio era la absurda aspiración de volver con Tohma. Se rió de sí misma con tristeza. "¡ES MÍO!", había gritado en el aparcamiento. Qué ilusa. Tohma no era, no había sido, ni sería nunca suyo. Lo sabía perfectamente, pero hasta entonces no había querido aceptar que desearlo con todas sus fuerzas no era suficiente para tenerle. "Tú eso lo sabes mejor que nadie. ¿Verdad, Tohma?"

- Hola Mika – La vocecita chillona de Noriko la hizo volver a la Tierra.

- Ah, hola Noriko - Mika le sonrió amablemente.

- Ya se ha despertado. . .

- Lo sé.

- ¿No vas a subir a verle? – Pidió, más que preguntó, con una vocecilla lastimosa.

- No - La cara de Noriko se llenó de desilusión, como si fuera una niña pequeña.

- Creía que querías a Tohma. . .

- Y creías muy bien. La cuestión es. . . – Volvió a mirar al fondo de la taza – . . .que él no me quiere a mí.

- ¡Oh, Mika! ¡Eso no es ver. . .!

- No, Noriko, por favor – La obligó a callar. Apreciaba mucho a Noriko. No era una persona con la que tener conversaciones profundas. . . pero salir con ella de compras era muy divertido. No había ninguna maldad en ella, estaba segura de que sus intenciones era buenas, pero había muchas cosas que Noriko ignoraba – Mira, yo entiendo que Tohma es tu amigo y que quieras defenderle, pero. . .

- ¡Que no Mika, no tiene nada que ver con eso! – Esta vez fue Noriko quien la interrumpió a ella. Le puso las manos en las mejillas, cariñosamente, y puso su cara frente a la de Mika para continuar hablando – Mika, tú también eres mi amiga, y te quiero, pero hay algo que debo decirte – De golpe, toda la simpatía y la preocupación desaparecieron del rostro de Noriko, siendo sustituidas por una expresión severa – Mika, eres toooooooooonta.

Mika no pudo ocultar su sorpresa. No se esperaba ese giro en las argumentaciones de Noriko. "Pero bueno, ¿de qué va esta? ¿Encima se atreve a decirme que soy tonta?"

- Vamos a ver – Continuó Noriko, sin darle tiempo a protestar. Tap, tap, tap, tap, tap. Con pasitos cortos y rápidos se dirigió al otro lado de la mesa, sentándose frente a Mika – Que no te quiere dices, ¿eh? – Tamborileó un par de veces sobre la mesa con las uñas, pintadas de azul eléctrico – Pues mira bonita, tu marido no lleva ni tres semanas separado de ti, y en ese tiempo te aseguro que la empresa casi ha estallado en llamas – Ilustró esta frase agitando los brazos en el aire. Mika puso cara de asco y los ojos en blanco "Claro, claro. . . la empresa, cómo no" Noriko pegó un grito para obligarla a seguir prestándole atención – ¡Escúchame! Todos los proyectos están paralizados porque, de repente, nada se hace a su gusto. Y tiene a todo el mundo encabronado. Créeme si te digo que la mitad de los empleados están a punto de pedir la baja por depresión ¿Tú sabes lo que es trabajar para un amargado que se pasa el día protestando por todo? – Eso sorprendió a Mika. Pese a su despecho, tenía que reconocer que aquella actitud no era en absoluto propia de Tohma – Además de todo eso, le han echado a patadas de un local donde casi sacaban la alfombra roja cuando él llegaba, ¿y por qué? Por emborracharse y liarse a insultos con los clientes y el dueño ¡Tohma armando una trifulca de borracho, Mika! ¡Y encima en público! ¿Tú podías creerte que algo así sucedería jamás? – "Hombre. . . No, la verdad es que no. . ." – Y por si eso fuera poco, va y se mete en una pelea con esos tres cafres ¡¡Mika, todo eso ha pasado desde que tú te fuiste!! Si eso no es amor, guapa, entones dime tú lo que es.

Noriko acabó su discurso recostándose en la silla con los brazos cruzados, mirándola con cara de "Ala, ahí queda eso", segura de que Mika no podría rebatirle todo aquello.

Mika, por su parte, estaba algo desconcertada. Los argumentos de Noriko eran poderosos, sin duda. Tal vez. . . Tal vez. . .

¡No, de ninguna manera! Ella no sabía todo lo que había tenido que aguantar, no había tenido que soportar que la tratara como a una propiedad, ella no le había esperado despierta tantas noches después de un día entero sin verle, sabiendo perfectamente que estaba en casa de Eiri, ella no le había oído llamar en sueños a su hermano. . .

- Hm – Enfurruñada, le giró la cara.

- No te he convencido, ¿verdad? – Noriko la miró abatida, consciente de su derrota.

- No ¬¬

- Esta bien, no insistiré más – Suspiró - Pero al menos. . . Dime que subirás a verle, por favor.

Bueno. . . Tal vez podría subir a verle un momento. . . Al fin y al cabo, tendría que despedirse. ¿Qué menos, no?. . . Sí, subiría a la habitación dos minutos, dos minutos de nada. . . No podía haber ningún mal en eso, sólo iba a despedirse. . . Tal vez hasta se quedara cinco minutos. . .

¡NO! ¡Dos minutos, ni un segundo más!

&&&¡¡&&&

- . . . una fiesta para cuando te recuperes XD Encargaremos caviaaaaar, salmooooon, y todas esas porquerías que a ti te gustan, ¿sí?

Ryuichi estaba sentado en la silla que antes ocupaba Suguru charlando animadamente con Tohma. Es decir, Ryu-chan hablaba y hablaba sin parar y Tohma le escuchaba con una sonrisa. El cantante había llenado la habitación con globos de todas las formas y colores, incontables ramos de flores, un Kumagoro tan grande que casi no cabía en la silla en la que lo había sentado, una pancarta enorme pintada por él mismo que ponía "PONTE BUENO, TOHMA", una cesta de caramelos inmensa y cuatro o cinco cajas de bombones tamaño familiar. Total, que aquello más que una habitación de hospital parecía una barraca de feria.

CLICK

La puerta se abrió y en el umbral aparecieron Mika y Noriko. La verborrea de Ryuichi se detuvo en el acto. Durante cinco segundos, el silencio más absoluto reinó en la habitación.

- EEEEEEEEEEEEH ¡Hola, Mika-chan! – Ryuichi fue el primero en reaccionar.

- Ejem. . . Ryuichi, ¿me acompañas un momento a la cafetería, por favor? – Preguntó Noriko.

- Aiiiiiiiiiiiiii, qué pesada. Siempre hay que acompañarte a todos lados. Ve tú sola, yo quiero quedarme con Tohma, hn – Y para que no quedara duda de que no pensaba moverse de allí, se agarró al brazo de su amigo.

- Jeje. . . – Noriko sonrió amenazadoramente – Venga Ryu-chan, sé bueno y acompáñame.

- ¡No, no y no! ¡Yo me quedo con Tohma!

- GRRRRRRRRR ¬¬ - Noriko avanzó a grandes y furiosas zancadas hacia donde estaba su compañero, lo agarró por una oreja y se lo llevó a rastras de la habitación – Será posible. . . ¡Siempre estamos igual contigo!

- ¡AI, AI, AI, AI! – BLAM

Una vez Mika y Tohma se quedaron solos, volvió a haber silencio. La cara de Mika era absolutamente inexpresiva, mientras que Tohma continuaba sonriendo, pero la sonrisa se debía a que se había quedado petrificado al ver entrar a su mujer. No se lo esperaba en absoluto.

- La diplomacia nunca ha sido lo suyo (sonrisita) - Dijo, para romper el hielo.

Mika no contestó, nunca había sido muy de la broma. Un nuevo y tenso silencio volvió a hacerse casi palpable entre ellos dos.

De no haber sido por el numerito de Ryuichi y por el aspecto tan poco serio que presentaba la habitación, a Mika le hubiera costado mucho más mantenerse firme ante la imagen lastimosa de Tohma. Su cara, blanca ya de por sí, presentaba una palidez casi cadavérica. Lo único que le daba algo de color eran los ojos, rojos y congestionados, y los puntos que le habían dado en las mejillas, la frente y la boca.

Bien, Tohma no parecía tener nada que decirle, así que decidió hablar ella.

- Me voy.

Seguchi se sintió desagradablemente inquieto. "La escena se repite. . ." Eso ya lo había oído antes, pero algo le decía que esta vez iba a ser diferente. No sabía qué hacer, ni que cara poner, pero por una vez las apariencias eran lo que menos le importaba. Como tampoco sabía qué decir, decidió seguir el guión.

- ¿A dónde?

- A Kyoto.

- Oh. . . ¿Con tu padre?

- Por supuesto que no. Puedo arreglármelas sola.

No cabía duda, esta vez sería definitivo. Esta vez Mika le había dicho a donde iba, por lo que podía deducir que ya no tenía importancia alguna que la buscara o no. Le daba lo mismo, se iba a ir y punto, y poco importaba ya lo que él hiciera al respecto. Sintió un enorme peso en su pecho.

Mika también citó el guión que ellos mismos escribieron aquella mañana.

- ¿Hay algo que quieras decirme tú?

El desasosiego se hizo más intenso. ¿Qué podía decir? Mika se iba a ir. . . Mika iba a marcharse, ya no le quería ni iba a quererle nunca más, ya no estaría nunca más con él. . . ni sus reproches, ni sus medias de rejilla, ni el olor a frutas de su champú, ni su mal genio, ni su pastel de chocolate, ni las manchas de su pintalabios en sus camisas. . . Nunca se había sentido tan vacío, era horrible. Hubiera querido gritar y patalear igual que hacía Ryuichi cuando se enfadaba. Lo hubiera hecho sin ninguna duda, de no ser porque no había músculo de su cuerpo que no le doliera. Mika se iba a ir. . . y el saber que no podría hacer nada para evitarlo se le hacía insoportable.

- ¿Puedes apagar la luz, por favor? – Mika parpadeó un par de veces a causa de la sorpresa. ¿Eso era todo lo que tenía que decirle? – Me será más fácil si no me ves la cara.

Después de esta aclaración, Mika buscó el interruptor con la mirada. Estaba cerca de la cama, pero demasiado lejos para Tohma, ciertamente. Apagó la luz y, una vez con la habitación a oscuras, se apoyó en el borde de la cama.

No tocó a Tohma, pero el calor de su cuerpo le llegó a través de las sábanas. Su respiración se aceleró ¡Cuánto le deseaba! ¡Cómo le hubiera gustado abrazarle, estrecharle entre sus brazos como había hecho cuando le encontró y cubrir su preciosa cara de besos! Pero no podía ser. . . Ella lo deseaba, pero Tohma no. Le dio las gracias mentalmente por haberle hecho apagar la luz, así al menos no se le notaba el esfuerzo que estaba haciendo por reprimirse.

"Venga Tohma, no seas estúpido. Ha dejado bien claro que no quiere saber nada de ti, y no es extraño ¿Qué ganas humillándote?" – "Nada, pero eso da igual, quiero decírselo" – "¿Para qué, para que se quede? Eso no lo vas a conseguir ¿Qué puedes ofrecerle? ¿Una carrera musical que se ha ido a la mierda y una empresa que ella detesta?" – "No, eso no. Necesito darle una buena razón" – "Bueno, si te empeñas. Entonces dile que se quede contigo por tu dinero, por tu fama, por tu posición. . ." - ¡No, eso no sirve! ¡He dicho una buena razón! ¡UNA BUENA RAZ"N! – "Muy bien, pues apáñatelas tú solo. Arrástrate y haz el ridículo, imbécil"

Notó que iba a echarse a llorar. Lo que le faltaba. El primer sollozo empezó a abrirse paso hacia su garganta, y tuvo que hacer uso de todas sus fuerzas para ahogarlo sin hacer ruido.

- Es que. . . Es que no puedes irte. . . porque, snif, porque me he dado cuenta, snif. . . me he dado cuenta de que todo lo que hago, snif, sea lo que sea, snif, todo me acaba llevando siempre hacia ti. . . siempre contigo. . . No, snif, no importa cuanto me resista, no importa lo que haga por evitarlo, snif. . . Siempre acabo yendo hacia ti, Mika. . . Así que, snif, si te vas a Kyoto, no sé qué será, snif, pero algo acabará llevándome otra vez contigo, y yo, snif. . . yo. . . ¡YO ABORREZCO KYOTO! – Tohma ya lloraba abiertamente – ¡Ya lo sabes Mika! Pero si tú te vas, sé que de algún modo, por más que intente impedirlo, aunque me resista con todas mis fuerzas, snif. . . ¡tendré que ir a esa ciudad que me repugna porque tú estarás allí!, snif. . . ¿Lo entiendes? No hay nada que pueda hacer, snif, es inevitable, es. . .

. . . es. . .

. . . es. . .

. . . GRAVITATION. . .

.

"¡¿Pero que sarta de estupideces estoy diciendo?!" Tohma se llevó a la cara la única mano que podía mover, esparciendo las lágrimas por todo su rostro en un intento por limpiarlas. Dejó que aquel llanto histérico que le asaltaba saliera libremente, haciendo que todo su cuerpo temblara y le doliera, permitiendo que aquellos profundos sollozos se oyeran perfectamente en la oscuridad de la habitación.

Mika necesitó unos segundos más para poder reaccionar ante lo que acababa de oír, sólo entonces fue consciente de lo que le estaba pasando a Tohma. Aún no podía acabárselo de creer, pero oírle llorar de esa manera le hizo olvidar sus dudas. Tanto si era cierto como si no, no podía soportar que Tohma estuviera en ese estado.

En la oscuridad, movió la mano buscando la cara de Tohma, hasta que tocó la punta de su nariz. Él se quedó quieto, sin dejar de llorar. Mika pasó la mano por su mejilla, notando la humedad y la herida del corte. Le acarició suavemente, después bajó la mano hasta su cuello, le acarició la nuca, deslizó la mano por debajo de la bata del hospital, acariciando su espalda. Movió el cuerpo para apoyarse un poco sobre él, poniendo la otra mano sobre su pecho. Empezó a dar pequeños besitos sobre los labios de su marido.

Tohma comenzó otra vez a llorar y a temblar, temiendo que todos esos mimos se debieran sólo a la lástima, frunciendo nerviosamente los labios, temeroso de que cada uno de aquellos besos pudiera ser el último. La lengua de Mika se deslizó por encima de sus labios, después se desplazó hasta la herida de su mejilla. La lamió también, y después limpió con la lengua las nuevas lágrimas que se deslizaban por su mejilla, muy despacio, sin dejarse nada. La lengua de Mika subió hasta encontrarse con sus pestañas. Tohma había cerrado los ojos en un intento de contener las lágrimas, pero éstas habían conseguido escapar de sus párpados apretados. Mika pasó la lengua por todo el borde de su ojo, limpiando las lágrimas que habían quedado acumuladas en sus largas pestañas. Cambió de lado, lamiendo cuidadosamente la otra herida, despacio, como si la estuviera saboreando. Poco a poco, Tohma se iba calmando, relajándose ante el contacto de la lengua y los labios de Mika. Se atrevió a poner su mano buena sobre la espalda de su mujer. Una vez hubo limpiado los retos del llanto, Mika repartió calidos besos por sus mejillas, su boca, sus párpados. . . Apoyó su frente sobre la de Tohma, quedándose así, nariz con nariz, la mano izquierda todavía sobre su pecho.

GRAVITATION. . . ¿Entonces, era eso? ¿Era esa la fuerza que le impedía separase de Tohma? ¿Era eso lo que la había hecho permanecer a su lado, lo que no le había permitido alejarse de él pese a todo el daño que le había hecho? ¿Lo que le hacía sentir esa necesidad de tenerle cerca por encima de todo, lo que le hacía desear que fuera suyo, solamente suyo?

- La verdad es que a mí. . . – Dijo – . . . tampoco me entusiasma Kyoto.

Tohma rompió a llorar de nuevo.

&&&¡¡&&&

- ¡Por favor Yuki, espera un momento! ¿A dónde vas?

Shuichi estiraba desesperadamente el brazo de su amante, tratando de retenerle, pero sólo conseguía que Yuki le arrastrara con él, haciendo que las suelas de sus zapatillas deportivas chirriaran resbalando sobre el suelo.

- ¿A dónde quieres que vaya? ¡Voy a arrancarle la cabeza a Aizawa! – Respondió Yuki, ciego de ira. Acababan de comunicarles el diagnóstico de Tohma, con una detallada lista de todas sus contusiones y traumatismos, y eso había hecho que la furia del escritor se desatara.

- Yuki por favor, no vallas, no vallas – Lloriqueaba Shu.

- Eiri-san, eso sería una temeridad. Por favor, hagamos las cosas bien – Yuki también hizo oídos sordos de las palabras de Sakano - ¡K, haga algo!

- Por supuesto – K desenfundó su Mágnum – Para ti Aizawa y para mí los otros dos – Le dijo a Yuki, dejando a Sakano con tres palmos de narices.

Se inició una acalorada discusión entre los que estaban a favor de linchar a los de ASK y los que no lo estaban.

- ¡Eso es! ¡¡Vamos a buscarles y a darles una paliza que no les reconozca ni su madre!! – Gritó un Suguru completamente excitado.

"El que faltaba" Pensó Hiro, llevándose las manos a la cabeza "¿Y qué pretende hacer este, que no tiene ni media bofetada?"

- Vosotros no vais a hacer nada de eso.

La voz de Mika, que acababa de entrar en la sala de espera, se alzó por encima del griterío. Yuki se giró hacia ella con los dientes apretados y Shuichi todavía colgando de su brazo.

- ¿Y entonces qué vamos a hacer? No me digas que vas a dejar que esto se quede así, porque en tal caso, te juro que no volveré a mirarte a la cara.

- Oh, claro que no, Eiri. Pero tampoco vamos a ponernos a su nivel, ¿no? – Contestó tranquilamente, apartándose un mechón de pelo de la frente.

- ¿Entonces qué? ¿Qué piensas hacer? ¡Dime!

- Pues. . . Algo que a Tohma le gusta llamar, "guerra psicológica" – Y sonrió de una manera tan, pero tan perversa, que a todos se les pusieron los pelos de punta.

Yuki le devolvió una media sonrisa. Su hermana, recordó, de pequeña ya tenía bastante mala leche. A saber lo que habrían hecho con ellas esos años de matrimonio con Seguchi.


Hola a todooooooooooooos¡¡¡¡ Bueno, bueno, bueno, aquí está la reconciliación que algunas me estabais pidiendo. No veáis lo que me ha costado escribirlo, y aún ahora no me acaba de gustar como me ha quedado. Me parece demasiado cursi T.T pero es que mi cabeza de chorlito no da para más. ¿Qué os parece a vosotras?

Bueno, es caso de que halla resultado demasiado azucarado, en el próximo episodio estallará la venganza de Mika contra Aizawa & Co. por haberle dejado a su Tohma la cara como un mapa. OS VAIS A ENTERAR¡¡¡¡¡¡ UAAAAAAAAAAA JUA JUA JUA JUA, UAAAAAAAA JUA JUA JUA JUA JUAAAAAAAAA TEMBLAAAAAAAAAAD¡¡¡¡¡¡

Por cierto, jiji. . . Últimamente os veo a todas muy posesivas. Que si Yuki es mío, que si Ryuichi es mío, que si este es mío, que si el otro también. . . Hay que ver, con lo bonito que es compartir (Eso que se lo digan a Mika XDDDDDDDDDDD) Al final vamos a tener que hacer una subasta para ver quién se queda con quién. ¡¡Venga!! ¡¡Yo abro la puja por Ryu-chan con tres litros de helado de cookies y una caja de condones con sabor a frambuesa!! ¿Quién da más? XDDDDDDDDDDDDDD

Saludos y hasta el próximo¡¡¡¡