Título: Lágrimas

Autor: Vania Hepksins vaniah2000@yahoo.com

Pareja(s): Aragorn/Legolas, Aragorn/Daguel

Clasificación: R, y espero que no vayan a borrar todos los R tal y como lo hicieron con los NC-17, que para mi da lo mismo. AU (Alternate Universe) no hay Arwen, y si la hubo, sólo fue una querida hermana de Aragorn. MPREG totalmente, así que no te gusta el MPREG (Varón embarazado) NO LE LEAS POR FAVOR

Resumen: Una vez unidos por su amor, Aragorn y Legolas viven en Minas Tirith donde Aragorn es el rey, y Legolas el príncipe consorte. Pero aun falta una hermosa pieza para completar su felicidad. ANGST

Bla, bla - Hablado en élfico

Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo. Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto.

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Escrito sin fines de lucro.

18. Cruel verdad

Aragorn entro rápidamente a palacio para cambiar su vestimenta, no deseaba que Haldir permaneciera tanto tiempo a solas con Legolas, podía abrir su boca y perjudicarle. El corazón del rey palpitaba furioso como nunca antes, estaba angustiado por el giro que tomaban las cosas, nunca se espero que Haldir estuviera allí a su llegada, que supiera lo de su amorío con Daguel y que no tuviera el control de esta situación.

Pero aun estaba Daguel quien sin más descaro revelo la verdad al Galadrim, sin importarle la discreción que le había pedido, el secreto había sido pregonado de su boca sin interesarle las consecuencias, de ahora en adelante no podía más confiar en él. Tenía que terminar de una vez por todas con ese asunto, no podía arriesgarse a ir más allá ahora que el asunto se ponía crítico. Elessar guió sus pasos a la cocina seguro de que allí estaría el joven tomando su desayuno o terminándole.

Serima se asustó cuando escuchó la puerta abrirse con un fuerte golpe seco, casi dejo caer la bandeja con el jugo que llevaba para el príncipe y sus invitados. Todas las miradas se enfocaron en el rey furioso que entraba a la cocina examinando cada rincón del cuarto hasta dar con su objetivo, debía hablar con joven antes de hablar con Legolas y aclarar las cosas.

- ¡Daguel! – exclamó Elessar enfadado

Los tres guardias que allí somnolientos esperaban su desayuno, salieron de la cocina en diferentes direcciones, uno saliendo al patio que daba al jardín y los otros dos a sus puestos en la entrada de palacio, la resaca se había despertado no bien habían escuchado la voz gruesa del rey entrar en la cocina.

Serima, sin hacer ningún ruido salió también de allí. No sabía lo que el rey tendría que decir a su hijo en ese momento, pero nada bueno esperaba, por la mirada fulminante del soberano. La mujer ignoraba el motivo por que mientras el día anterior le había alagado el día de hoy parecía odiarlo.

- Daguel… - dijo Elessar acercándose un paso hacia el temeroso joven

- Mi señor…

- Es necesario que esto termine

Daguel recibió la noticia como un balde de agua fría, sabía que se había precipitado, que había hablado demasiado, pero al menos sabía que el rey también había actuado así con ese elfo arrogante.

- ¡No, mi señor…! Por favor… ¡me comportare…! - ofreció el joven acercándose rápidamente al rey con sus ojos entristecidos por el anuncio

- Daguel entiende que ya fue demasiado…

- Me portare bien Elessar... por favor… - dijo Daguel abrazando al rey mientras apoyaba su cabeza contra su firme pecho

- No Daguel, no puedo dejar que esto siga…

- Seré bueno… no diré nada… no le mirare, ni siquiera me vera cerca... pero por favor… una noche, una caricia… ¡no me deje mi señor! – decía Daguel con voz entrecortada, empezaba a llorar por que su ilusión se derrumbaba en ese mismo instante

- Es inútil

- El no sabrá nada, Elessar, nunca sospechara… Por favor… Elessar ¡Te amo!

- Daguel, esto es serio, no podría arriesgarme a perder a…

Y el jovencito abrazando a su amante real le besó con pasión en medio de la cocina, no le dejo continuar y le obligo a abrir su boca para que sus lenguas se encontraran una a otra, después de un momento de resistencia, Elessar cedió a sus deseos primarios y con salvaje movimiento le empujó hacia la mesa para oprimir sus caderas contra el cuerpo delgado del joven guardia. Si iban a seguir con eso, claramente tendría que obedecer al pie de la letra al rey.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Haldir ofreció asiento a Legolas en la mesa del jardín, pero el príncipe no dejaba de observarle esperando una respuesta. Tan mal había sido su despertar por que su esposo no estaba con él que las dudas le embargaban.

- Dime Haldir, estoy cansado de las miradas extrañas, del tono que escuché de mi esposo… ¿Tienes algún problema con él?– preguntó Legolas preocupado

- Legolas…

- A veces puede ser muy celoso… pero no tiene razón de ser… No deseo que se te  ofenda o me molestare mucho con él.

Legolas lucía irritado, no le gustaba que su invitado élfico fuera tratado de esa manera, no desde que era raro que recibiera alguna visita desde su unión con el Aragorn. Además no era ninguna dama indefensa que no pudiera enfrentar los avances de un admirador, sabia lo que Haldir sentía por él, pero no se mofaba de ello, ni pretendía ni necesitaba la ayuda de su esposo para sus peleas personales, si las hubiera habido.

Cambio repentinamente el semblante por que en realidad no estaba seguro del comportar de Aragorn cuando el llegó a interrumpirlos.

- Por favor, tienes que disculparlo…. Desde que llegó ha actuado extraño…

Haldir lo dejó seguir, parecía que el elfo necesitaba hablar y él aun dudaba si decirle la cruel verdad, Legolas era lo suficientemente fuerte para enfrentar la realidad, cualquier situación no hubiera podido acabar con él en un solo instante, pero habiendo un pequeño de por medio la situación era mas difícil, sus sentimientos estaban a flor de piel y la criatura sufriría tanto o mas que su padre.

- ¿Sí?

- ¿No has notado nada raro, Haldir?

- ¿Raro?

- Si, ayer no me pareció el mismo, ayer… estaría muy ocupado... muy cansado…

La mirada de Legolas divagaba recordando su encuentro con su esposo después de casi tres semanas de no verlo. Su corazón latía nervioso, como cuando el cielo anunciaba la pronta tormenta y el camino por seguir era largo.

- Es normal, que el viaje de regreso le hubiera cansado.

- Ayer… ayer… - dijo Legolas evitando su mirada – no me preguntó por el pequeño… -añadió acariciando su vientre mientras lo contemplaba

- Tal vez… estaba muy agotado como dices… - observó Haldir tratando de animarlo un poco

- Eso pensé… pero… si estaba tan cansado… ¿Por qué no…?

Legolas estuvo a punto de continuar pero titubeo, sus problemas domésticos no debían importar a su amigo.

- ¿Qué sucede Legolas?

El Galadrim lo intuía, el había atestiguado el "escape" de Aragorn con el jovencito. El príncipe consorte elevo la mirada, sabía que podía confiar en el guardián de Lorien, nada en él era corrupto, su privacidad estaba en buenas manos.

- Él no durmió conmigo… anoche…

- ¡Oh! Legolas… - exclamó con tristeza el Galadrim

- ¿La celebración duro hasta el amanecer?

- No, según sé, termino a media madrugada…

Legolas mordió su labio inferior, frunció el ceño y volteo hacia donde el joven guardia había partido. No, no podía pensar en eso, no podía atreverse a sospechar si quiera. Pero esas miradas, en el salón del trono, en la celebración, en su llegada al reino montando uno al lado del otro, ¡por Elbereth! El siquiera pensarlo causaba dolor a su corazón

- ¿Sabes donde estaba Aragorn, Haldir?

- Yo… no…

- ¿Por qué estaban ellos dos molestos contigo? – preguntó Legolas al ver que su amigo titubeaba al responder.

- ¿Los dos?

- Sí, observé que ese joven… Daguel estaba flanqueándote hostilmente…

- Legolas…

- Dime, ¿por que estarían los dos enfadados contigo si… si no…?

La idea al príncipe llegó de repente pero no quiso seguir hablando, su boca parecía profetizar lo que su corazón se negaba a escuchar, la llegada de los dos rubios hermanos a la mesa le refresco su mente por un instante.

- ¡Ah, pequeña hoja verde! ¡Creí que tu semblante estaría mas animoso con la celebración del día de ayer! - dijo Orophin creyendo que Legolas compartió con el rey y su gente de la estupenda velada.

Legolas no les engaño con su triste sonrisa, la mirada discreta de Haldir hizo que el menor de los hermanos callará. Como acostumbraba, dejaron el asiento de la cabecera para el rey, Legolas y Haldir juntos a un costado y Rúmil y Orophin sentados frente a ellos.

- No tuve animo de asistir, Orophin… con esta estrella dentro… - dijo Legolas mirando su abultada barriguita – no resisto tanto como quisiera.

- Pues mas vale que la estrella aprenda a soportar el viaje del cielo… el camino que le espera es largo - dijo Rúmil sonriendo al príncipe con afecto

- Parece que el desayuno debe de recorrer el mismo camino para llegar hasta  nosotros… - observó Orophin buscando un guardia o sirviente que le atendiera - Este día será de resacas y dolores

Ante este comentario el príncipe consorte busco a Serima con la mirada, ya le había pedido jugo de naranja a la cocinera antes de tomar el primer bocado que seguramente tardaría un poco, sabía que después de la ajetreada noche, ella sería la única responsable en servirle, las demás cocineras acudirían pocas. Tan dedicada era por su trabajo que se podía contar con ella a pesar de que sería la encargada de atender a tres delegaciones élficas que no tardaban en reunirse y un rey que regresaría en cualquier momento.

- Me extraña que no haya llegado… - reflexionó Legolas pensativo

- ¿A dónde vas Legolas? – preguntó Haldir al ver que el príncipe se ponía en pie

- Iré a ver que pasa con Serima, la cocinera, tengo un mal sabor en la boca y necesito de la frescura del jugo

- Legolas… no es necesario que vayas, yo iré a buscarle, por favor toma asiento - ofreció Haldir

- Haldir, ¿Cómo dejaría yo que mi invitado me atendiera? No sería buen anfitrión – dijo Legolas apretando la mano que le ofrecía volver al asiento

Legolas se alejó de la mesa rumbo a la cocina, y Haldir le observaba dudando si seguirle o no, algo no estaba bien y lo sentía en el ambiente, en el viento y la sequedad, algo malo sucedería y no sabía por que el temblor de su puño cerrado.

El príncipe sacudió su cabeza haciendo que su cabello se mezclara con el fresco viento de la mañana, la lluvia había parado con la llegada del rey y parecía que traía el sol consigo ¿Por qué arruinar su día con oscuros pensamientos? Se obligó a sonreírse y animarse un poco, el bebé se movía como estirándose en su pequeño resguardo, dándole los buenos días.

En su camino Serima llevaba una bandeja con pulso nervioso, el jugo de naranja se movía de forma oscilante ante su exaltado paso.

- ¿Qué sucede, Serima? Te veo pálida y afligida

- ¡Oh, mi señor!, al parecer el rey no tiene buen animo… - declaró la cocinera preocupada por la suerte que su joven hijo podía correr en ese momento

- Sirve a mis compañeros, que te esperan en el jardín.

El rubio elfo apresuro el paso, Elessar se estaba extralimitando al asustar así a la cocinera debía cambiar sus ímpetus si no… que extraño, conforme se acercaba a la puerta sentía la llama del Balrog acercándose, la furia del Troll recorrer sus venas, la fría muerte susurrándole coqueta al oído.

- No insitas Daguel, entre tu y yo no puede haber ya nada mas – dijo una gruesa voz que creyó reconocer

- Pero Elessar, - respondió otra con insistencia - ¿Qué hay de esas noches? ¿no me entregue yo por amor? ¿Las has olvidado?

- Todo eso no importa ahora, siento mucho tener que llegar a esto pero me es imposible continuar.

- Elessar…

El joven tenía lágrimas en los ojos, y con entusiasmo se arrojó en brazos del rey fundiendo sus bocas por un último beso.

Abrió la puerta con firmeza, pero sin hacer ruido alguno, y lo que encontró pudo dejarle ciego, si no hubiera podido cerrar sus ojos. El rey abrazaba a Daguel por la cintura dejando que el joven se aferrara a él, los dos con los ojos cerrados, concentrados en sus besos, las manos del soldado en el cuello del rey, rodeándole impidiéndole escapar..

- A… Aragorn…

Y esa simple palabra, casi dicha como un suspiro retumbó como rayo en los oídos finos del montaraz congelando su sangre. Su respiración se detuvo y lentamente giro su cabeza abriendo sus desenfrenados ojos a la puerta del jardín. Legolas les había visto y escuchado.

Al elfo le rodeaba la luz del sol, tanto que calaba los ojos, y poco tiempo tomó al soberano para darse cuenta que su aparición tenía una forma familiar, un cabello dorado y una pancita llena de esperanzas. Vio a su precioso elfo pálido como la muerte, con sus labios entreabiertos, conteniendo el desgarrador grito que se ahogaba en su pecho. Su mirada cristalina anunciaba su final, la derrota de su espíritu y su clamor por la muerte.

Daguel abrió los ojos al no sentir mas los labios del rey, encontró como la luz de la entrada le llegaba a quemar las pupilas y frunció el ceño cubriendo su rostro con su mano.

Legolas miraba al soberano con tristeza y furia, con odio y desilusión, con el corazón oprimido y el deseo de morir en ese instante, el vientre se endureció y se retraía con miedo, la pequeña criatura sentía el dolor, y buscaba más refugio en su pequeña cueva.

- Tu… ¿ya no me amas? – preguntó el elfo con la voz quebrada

- Legolas… - respondió el soberano sintiendo la culpa amargándole la existencia

Todo lo que había valido la pena desde su llegada a Gondor hoy no tenía razón de ser, todos sus sacrificios por el mortal no tenían ningún valor. En otros tiempos, hubiera asesinado al mortal allí mismo sin importarle las consecuencias, en otros tiempos hubiera enfriado su corazón y asimilado la desgracia poco a poco, pero la bendición que llevaba consigo le impedían actuar de tal manera, no podía darse el lujo de odiarle, y no podía hacerlo mucho menos cuando aun le amaba.

Después de unos segundos de no presentar reacción, Legolas dio un paso hacia atrás, para sentir la mano de Haldir oprimiendo su hombro en señal de apoyo, la vista del Galadrim no dejaba de presentar odio al mortal, al mayor de esos dos seres repulsivos que como animales se revolcaban en cualquier sitio.

Dio media vuelta, como si toda su energía fuera del mayor de los ancianos, recargo su cabeza en Rúmil que le recibió en sus brazos antes de desfallecer.

- ¡LEGOLAS!

El rey dejó a Daguel en su sitio acercándose al príncipe caído.

- ¡NO TE ATREVAS A TOCARLO, MORTAL! - gritó Haldir amenazante, el tacto del rey podía causarle mas pena

- ¡ES MI ESPOSO Y ESTOY EN MI DERECHO!

- ¡EL NO ES MAS TU ESPOSO! - exclamó Haldir poniéndose de pie desafiante mientras que Orophin sostenía a Legolas apoyándole en su pecho

- ¡¡APARTATE HALDIR!!

- ¡NO LO TOCARÁS CON TUS SUCIAS MANOS!

Ninguno de los dos estaba armado, ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder terreno, y Haldir olvido por un instante, el primero en su vida, su sitio en el castillo, su deber y responsabilidad para con el Bosque Dorado.

Aragorn trató de avanzar pero Haldir se lo evitó, pronto estalló el odio contenido hasta el momento, los golpes se intercambiaron y por primera vez en su vida Daguel atestiguaba la ferocidad del soberano en batalla y la agilidad y fuerza de un elfo irritado.

- ¡ELESSAR! – exclamó el joven recobrando su valor por un minuto al ver como el rey era golpeado con toda la fuerza en el estómago.

Daguel sacó su daga que como guardia llevaba sujeta a su cinto, si Rúmil no hubiera llegado a tiempo para detener al soldado, su hermano hubiera recibido una seria herida. El elfo mayor contenía lo mejor que podía al joven sin hacerle daño, y la furia de Daguel le hacia desesperarse en el impresionante abrazo que le dominaba. Pataleaba y gritaba al ver como su rey estaba en peligro.

Haldir conservaba ligera ventaja sobre Aragorn, quien trataba de dañar esa belleza arrogante que con tanto orgullo ostentaba, el elfo sangraba de la boca mientras el mortal de la nariz. El Galadrim yacía debajo del soberano quien oprimía su cuello con ansias mortales, presionando su rodilla contra el rey, logro lanzarle un poco mas lejos para iniciar nuevamente su ataque.

Legolas abrió los ojos reanimado por Orophin que preocupado le frotaba los brazos buscando respuesta. El príncipe vio a su alrededor, como es que su mejor amigo y… esposo, se enfrentaban cuerpo a cuerpo desatando sus furias, uno de los dos acabaría muerto si seguían así. Los guardias no acudían y temía por la vida de Haldir, y con mucha tristeza, por la de Aragorn.

Y allí estaba el autor de todas sus tristezas, la otra mitad. ¡Por Elbereth! ¿Tanto le amaba el jovencito que no le importaba enfrentarse con un elfo tan experimentado como Rúmil? Era desgarrante recordar como él mismo había corrido aterrado y gritado por Aragorn atrapado bajo el pie de un troll antes de la destrucción del anillo, el amor cegaba, e iba contra toda lógica. ¿Acaso su amor ya no valía nada para el rey como en aquellos tiempos?

- Orophin … - dijo Legolas incorporándose en el piso

- Legolas, por favor, tranquilízate…

- Sepáralos por favor… no deseo que alguien… salga más lastimado…

- Pero Legolas tu…

- Yo estaré bien, anda... hazme ese favor…

- ¿Seguro que puedes caminar?

- Si… estoy bien… - dijo Legolas ocultando su mirada con el cabello que le caía por los lados.

Orophin examino la blanca piel del príncipe, pero sus brazos estaban firmes y le sostenía apoyado contra el piso, el menos de los elfos Galadrim se puso de pie y se dirigió con paso firme hacia donde elfo y mortal se disputaban el cariño de Legolas.

Haciendo uso de todo su coraje y valor para no caer por el dolor de su angustia, Legolas se puso de pie.

Daguel no podía gritar, Rúmil tapaba su boca y presionaba sus brazos por detrás, le elevaba para que no tuviera oportunidad de patearlo, ya se había desecho de su daga que oprimía con la fuerza de su pie derecho. El rey jalaba del cabello a Haldir mientras conectaba golpes a su estómago, el elfo encorvado capturo la pierna izquierda del mortal haciéndole perder el equilibrio cayendo los dos nuevamente. Habiendo cuchillos frente ninguno de los dos quería usarles, median sus fuerzas físicas como si se tratara de su corazón.

Serima entraba por la puerta del jardín al ver como el príncipe se alejaba, escuchaba entre jadeos como es que el elfo culpaba al rey por su infidelidad, vio como su hijo era sujetado por otro elfo, quien demostrando su fuerte autocontrol, no respondía a los golpes perdidos del jovencito. Serima se dio cuenta en unos segundos de la desgracia que había traído su hijo. Lloró decepcionada enjugándose las lágrimas con su mandil azul llenó de harina, tanta pena sufría la cocinera, por su hijo, por su gran decepción por el rey y por ese pálido elfo que salió segundos antes con el corazón destrozado.

Una vez que Orophin capturo con mucho trabajo al rey, le hizo saber que no estaba contra él, que no le causaría daño y sólo quería que se calmara.

- ¡SUELTAME! ¿QUÉ NO ENTIENDES OROPHIN?

- ¡Tranquilo Elessar!

Haldir limpiaba la sangre de sus labios hinchados y se reincorporaba poco a poco, el rey luchaba en vano ya cansado contra Orophin que le impedía todo movimiento, vio como Haldir se acercaba y levanto el rostro para recibir su mas fuerte golpe.

El elfo Galadrim pensaba acertadamente como el rey, pero la luz de la puerta le hicieron detenerse.

- ¡LEGOLAS!

No era el príncipe consorte quien estaba allí, sino Serima que encorvada lloraba sin consuelo. Legolas se había retirado ya hacia tiempo sin que ellos se dieran cuenta.

Haldir salió deprisa de la cocina, el rey se agito desesperado, Orophin le soltó pues sabía que el rey también le buscaría. Ambos, Aragorn y Haldir buscaban por el jardín olvidándose de sus golpes y heridas, buscaron por todo el jardín querido del elfo, el rey con rapidez entró a palacio, ordeno a sus soldados que buscaran a Legolas, era menester encontrar al príncipe consorte pero no tocarle ni obligarle a regresar, debían informarle de su ubicación.

- Y en cuanto a ese elfo de Lorien, de nombre Haldir, denle un lugar en mis celdas mas frías y oscuras

El jefe de guardias aun aturdido por la borrachera, se inclinó ante el rey para obedecer sus órdenes, era un grave delito enfrentar al rey y atentar contra su vida se pagaba caro. Aragorn subió a su habitación esperando que Legolas estuviera allí, su elfo, su amado elfo estaría triste, ¡ah! ¡Cómo odiaba el mismo momento en que Daguel se cruzó por su camino!

¿Y su bebé? Esa pequeña criatura no nata que esperaba hacer su arribo con amor y esperanza en sus padres. ¿Dónde estaría el pequeño en esos momentos? ¿Dónde estaría su hermoso padre de cabellos dorados? El rey no se dio el lujo de pensar mas allá, de imaginar si quiera lo que le esperaba

TBC…

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Bien, no ha me ha salido tan angustioso como me esperaba, pero supongo que quedo bien. Sí, si, el mortal debe de sufrir, pero la angustia es para el pobre elfito de cabellos dorados. Snif, como soñé yo con la escena de mi Legolas gritando por Aragorn en RotK, en la batalla en la Puerta Negra de Mordor. snif… snif… ¡eso es amor!

Balrog of Althena – Ya ves que Haldir no pudo decir nada, no tuvo el valor ni el tiempo de decirle…

Legolas12  - Creo que el mortal hizo una parada demasiado larga y se le olvido por lo que iba por andar de… ya sabes…

Akhasa – Bueno, espero que te haya dejado a gusto la pelea entre Galadrim y montaraz, cuidate mucho

Txiri – (^_^´) Resumiste en pocas palabras el pensamiento de muchas:-P

Nina – I hope so that you have enjoyed this chapter, it´s difficult to me to give an answer in english, my grammar it´is so bad, i´m sorry but i can understand so well… :-P  Supongo que me entiendes, por que mi inglés es muy malo como para responderte más de una línea, así que disculpame. Espero y te haya gustado este capítulo. Thanks!

LaureAlcalimë – Bien, si antes Elessar te cayó mal ahora es cuando le odiamos… si, snif… por que el elfito sufre mucho y aun falta.;_;

Kel – Bien, haré lo mejor por que esos dos paguen con creces sus maldades, y el amor de Serima como toda madre por su hijo es inmenso (al menos así pienso) ;_; Hay sentimientos que Daguel no contiene, no sé si por su inexperiencia o falta de valores paternales, tal vez su madre fue demasiado benevolente, tal vez la sangre del jovencito no era buena ;_; Por lo de los elfos, no sé que has leído tu que he leído yo, pero si, los elfos a veces se comunican con la mente y presagian las cosas… tal como mi elfo con capucha (RotK). ^_^

Jejejeje, ¡Qué buenas ideas!, pero… ¿Qué te puedo decir sobre el futuro de Daguel? "Snif"… solamente…Elrond ya aparecerá, y nada contento por supuesto… Tratare de torturar al reyecito y al soldadito para que de una vez se les quite andar jugando con los corazones de persones inocentes...snif…Mil gracias por tu review, ¡eres todo un apoyo para esta pobre seudo escritora enamorada del slash AraLego! =^__^=

Darkhikki – El bebé va a tener sus dos papás, después de mucho pensarle Leggy tendrá que decidirse. Snif…

Bishoujo-Hentai – duele, duele, duele… y es lo que me gusta cuando duele… Así me vengo de todo lo que me han hecho sufrir…^_^

Angad666 - ¡Ah! Al fin alguien se compadece del pobre Daguel enamorado, es triste por el pobre chico, pero debe aprender…snif… ¿Tu quieres una niña de cabellos negros, ojos azules y orejitas élficas? ¡Ay! que ternura... en verdad que me gustaría…El encuentro Leggy – OB le puedes encontrar oprimiendo mi nombre allá arriba de está pagina, te llevara a mis otras "historias" sin fin (aun no las termino) Sailor Moon puede ser muy depresiva si te consigues el CD japonés. ;_;

Ayesha – Oh, no, jajajaja, no pondría al bebo hermoso con Daguel… ¡brrrrr!

Ceili boy – ¡Mas respuestas en los próximos capítulos y mil gracias por leer! ^_^

Diane – ¡Aaaah! A mi me gusta jugar con los celos, son tan... explosivos... jejeje

BehMalfoy – "La cosa esa" va a sufrir mucho… junto con el rey que no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido… snif… y como complemento Leggy sufre, Haldir sufre y todos sufren… sólo un poquito, sino, me pongo depre y todos mueren… snif…;_;

MarinaMortensen - ^_^ Gracias por el apoyo al Galadrim, se lo merece, espero y la pelea haya calmado las ansias de matar que me parece que traen… algún día le tocara a Daguel

Velia – El montaraz quiso terminar con Daguel y estaba a punto de hacerlo… snif… y eso fue su error y el pobre elfo y bebi pagan las consecuencias.;_;

Nesimelle­ – espero que Haldir no te decepcione, y que sea feliz en el futuro, pero también sufre… no le quieren como el quisiera… snif…

Integrachan Reiji –Sip, el elfo de Mirkwood es muy inocente al entregar su amor, lo da todo y lo malo es que le pagan mal... snif… Y si, el dolor está por venir… Perdón ¿Qué es la liga de Kachoo Youma? O.ô

Dirthy – Aragorn va a sufrir, mucho.. Mucho para complacencia tuya… al menos una angustia que no le deje descansar en paz… ^_^

Any - ¿Cuándo puse algo dulce? Ô.ô bueno, no sé si hablas por el baby…^_^   Daguel se puso feliz con su "celebración" y quería mas… y mas…

Lanthir –Oh1 perdón, mil perdones, no cheque el otro review y se me paso… snif… snif… perdona… ¿si? ;_; Y de los otros fics… ((Suspiro)) espero y seguirles... no prometo mucho mas que en un arranque de inspiración les siga…

Zac_angel de maldad –Espero y el pleito entre Galadrim y montaraz te haya dejado un poco mas tranquila…^_^

Yersi_Farnel- A veces pienso que necesita un poco de sangre humana Aragorn se crió con elfos pero me pongo a pensar que la sangre llama… pero sé en realidad que Elessar no es así, ya sabes es sólo para entretener…^_^

MelianWB – Venganza1 Clamaremos venganza! Leggy puede estar embarazado y a veces algo frágil por su estado, pero continua siendo un guerrero y de alguna manera tendrá que vengarse cuando pase el dilema ^__^

Gracias por los reviews, me alegra cada que veo uno nuevo ^_^. Espero y no se desesperen de tanta tristeza, eventualmente el elfo será feliz, y el Galadrim y demás… y los que deban sufrir… sufrirán…

¡Reviews!