Título: Lágrimas

Autor: Vania Hepksins vaniah2000@yahoo.com

Pareja(s): Aragorn/Legolas

Clasificación: R,totalmente, AU (Alternate Universe) no todo lo que paso en los libros sucedió igual aquí. No hay Arwen, gracias a los Valar. MPREG totalmente, así que no te gusta el MPREG (Varón embarazado) NO LE LEAS POR FAVOR

Resumen: Una vez unidos por su amor, Aragorn y Legolas viven en Minas Tirith donde Aragorn es el rey, y Legolas el príncipe consorte. Pero aun falta una hermosa pieza para completar su felicidad. ANGST

Bla, bla - Hablado en élfico

Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo. Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto.

*  "LO DEJARIA TODO" es una canción interpretada por Chayanne

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Escrito sin fines de lucro.

22. Lo dejaría todo

Haldir miraba a Legolas perplejo, cuando sintió un brazo que le levantaba de su lugar por el codo, Aragorn le ayudaba a erguirse, a lo que el elfo contestó con un empujón de su hombro al darse cuenta de quien era el que le prestaba ayuda.

- ¡No necesito tu ayuda, mortal!

- Es hora que regreses a tu celda, Galadrim

- ¡Oh! – exclamó Legolas asombrado de la actitud tan fría y cortante que tenía Aragorn con a Haldir cuando debía estar agradecido - Pero mi señor, no será esa la forma de agradecer al elfo Galadrim por salvar a. . . "nuestro" bebé, ¿cierto?

A Aragorn le molestaba la forma en que Legolas le llamaba, parecía que le desconocía como esposo y no le agradaba para nada el tono que utilizaba para hablar, tan respetuoso y casi burlesco. No podía negar que le debía un gran favor a Haldir, pero se rehusaba a admitirlo, pero conservaba la justicia aun un poco nublada en su cabeza.

- Legolas, deja de llamarme "mi señor" que soy tu esposo, recuérdalo.

- Creí que debía llamarle con respeto. . . Creí que ya no tenía lugar en este sitio. . .

- Legolas, eres el príncipe consorte y estaré atento a cumplir todos tus deseos. – dijo Aragorn molesto y volviéndose a su lado añadió - Haldir, eres libre ¡Guardia!

El guardia acudió con presteza ante su rey.

- Liberen al elfo Galadrim de sus cadenas, es libre de recorrer el palacio y la ciudad a excepción de este piso, mañana mismo partirá junto con toda su comitiva.

Mientras quitaban las cadenas, Aragorn se acercaba a sentarse al lado del elfo dorado, pasándole el brazo por la espalda hasta que su mano descansará en su hombro izquierdo. Haldir no apartaba su mirada de Legolas, y este último le sonrió y le dio confianza para seguir adelante con sus planes.

El guardia tomó a Haldir por un brazo y le guió fuera de la habitación real. Aragorn le miró mientras partía, asegurándose que les dejaban a solas nuevamente, él y su familia como siempre debía de ser.

Legolas acariciaba su vientre y sonreía, sus lágrimas aun brillaban en sus mejillas y tenía un poco de crema en la orilla de su boca, Aragorn se vio tentado a retirarle, con un suave beso pensó, acercó sus labios al elfo y sintió como este le evadía.

- ¡No! Por favor. . . Aragorn. . .

- Sólo deseo limpiar la crema que llevas en tus labios

Legolas pasó su lengua por sus comisuras, excitando aun más a un rey amante y deseoso de sus caricias. Aragorn le apretó con ternura y le obligó a acercarse para besarle, el elfo se resistió una vez mas volteando su cabeza antes de que los labios le tocaran.

- No me gusta cuando haces eso, Legolas, deja de hacerlo. – refunfuñó Aragorn a la negativa de Legolas

- Lo siento, no eres mi esposo, y no deseo tus caricias. – aclaró Legolas fríamente

- No digas eso, sabes que te amo y me haces sufrir con tu desprecio.

- Mi corazón ha sufrido mas y aun llevo la pena en el alma

- ¿Nunca me perdonaras, amor?

¿Por qué tenía que llamarle así? ¿Por qué hacia tan difícil su separación? Aun no llegaba medio día y debía decirle que partiría al día siguiente, no podía permanecer un día mas de lo necesario, no podía o moriría de tristeza a la tercera visita de Anar.

- No, es imposible.

- ¡Fue un error! Me arrepiento, te he pedido perdón, y lo haré mil veces si es necesario. – suplicó Aragorn con voz suave y quejosa

- Creo que no me quedaré para escuchar la quinta ocasión de tu súplica.

- ¿Qué quieres decir con eso? Tus palabras me confunden. – preguntó Aragorn frunciendo el ceño

Tenía que tomar mucho valor, no dejar que las lágrimas afluyeran a sus ojos, obtener coraje y decisión en ese momento por su bebé, por su futuro y por su alma, no quería recordar, no quería repasar los bellos momentos que habían compartido, por que seguro estaba de morir de tristeza si no salía pronto de allí.

- Aragorn. Mañana dejare Gondor.

- ¿Cómo es eso de que dejaras Gondor? ¿Cómo sería posible? ¡Eres mi esposo, no puedes dejarme!

- Tu. . .  Has roto el lazo que tenías conmigo, me has desconocido ante los Valar que todo lo saben, me has deshonrado manchando nuestra unión, y revelarme como una burla.

- Legolas. . . – dijo Aragorn humedeciéndose nuevamente su mirada

- Has convertido a tu primogénito en un bastardo. . .

- ¡Eso es absurdo! ¡Mi hijo es legítimo! Te prohíbo que le llames así – explotó Aragorn enfadado por como llamaban a su pequeño

- No puede ser llamado de otra forma cuando los lazos han sido rotos. . . Cuando nacerá fuera de nuestra unión. . .

- No, Legolas no lo permitiré. . . Ambos nos amamos y no negaras el amor que tienes por mi. . .

- Yo no lo niego, ni lo negué en ningún instante. . .  En cambio, tu. . . Me has hecho el elfo más desgraciado en toda Tierra Media, ¡me has negado entregándote a alguien más!

- ¡Legolas! Perdóname, te pido perdón. . . No me condenes a mil tormentos. . .  Soy un pobre hombre mortal que nunca merecí tu amor. . . Pero una vez que me lo has brindado, haré lo que sea por que vuelvas tus ojos a mi

Aragorn le abrazaba, y le obligaba a descansar su cabeza en su hombro, Legolas no se resistía por que no podía contener más las lágrimas y les ocultaba con su cabello dorado.

- Y yo te ame con todos tus defectos, y te jure fidelidad y amor eterno, no he roto mi promesa y mi lazo contigo. . . Aun y cuando mi amor por ti es imperecedero, no podré habitar mas estás tierras. . .

- ¡No! Legolas, no me digas eso – exclamó Aragorn preocupado, sus oídos se negaban a escuchar, su cabeza a comprender – No puedo perderte, no puedes alejarte de mi.

- Debo irme Aragorn, partiré mañana y. . . no volveré mas a este lugar.

- ¡No puedes hacerme esto! ¡ERES MI ESPOSO! ¡TE AMO  LEGOLAS Y VAMOS A TENER UN HIJO! – gritó el rey rehusándose a escuchar lo que tanto le aterraba

- No negaré que el hijo es tuyo, aunque tu me has desconocido ante el mundo entero, el pequeño tiene tu sangre y aunque me duela, tienes derecho a verlo, amarlo y educarlo

El alma volvió al mortal, pero no del todo, sentía como el cuerpo relleno del elfo se estremecía a cada palabra y cuando callaba podía sentir los sollozos que trataba de ocultarle. El rey dejaba su corazón fluir por sus ojos, acariciando los brazos de su amado elfo con desesperación, tratándole de convencer.

- Hoy será mi último día aquí, hoy será mi postrer sueño en esta ciudad, hoy me liberare de está opresión que carcome mi alma.

- ¡No! ¡No dejaré que te vayas!

- Entonces, ¿me obligaras a morir aquí? En tres días habré partido, vivo o muerto no habitare más en Gondor.

- ¡Por Elbereth! Legolas tus palabras congelan mi sangre, te pido con mi corazón hecho pedazos que me des la oportunidad de amarte y respetarte

- Eso es imposible, te amé demasiado y mi muerte y perdición es que… te sigo amando. Imposible para mi seguir en Minas Tirith, imposible para mi, encontrar la felicidad si no es en la muerte.

- No, mi amor, por favor, te amo demasiado. . . quédate a mi lado, quédate conmigo. . . Legolas. . .

- Aragorn, no me pidas morir aquí, o acaso ¿sería dichoso si ambos morimos en tus brazos?

- No, no quiero eso, nunca en mi vida desearía tan abominación, Legolas. . .

-

El mortal tomó su blanca mano izquierda, aquella en la que aun ostentaba el anillo de plata que habían intercambiado el día de su enlace, el mismo que él mismo había colocado allí, hacia ya casi seis años.

- ¿No nos prometimos apoyarnos, amarnos y nunca dejarnos? – recordó Aragorn acariciando el metal con anhelo

- ¿No nos prometimos fidelidad? – respondió el elfo con certeza

- Dame la oportunidad de revindicarme, dame la oportunidad de ganar tu corazón nuevamente

- No, Aragorn, no puedo. . .  Me pides un imposible.

- Entonces. . . – la voz de Aragorn se endureció por que su corazón no podía seguir palpitando mas - ¿Me dejaras? ¿No podré conocer a mi hijo? ¿No tendré la dicha de que me llamé padre?

Los sollozos de Legolas se hicieron más intensos y agacho mas su cabeza mientras el mortal sentía como las gotas de rocío del elfo caían en sus manos entrelazadas aun.

- Verás a tu hijo por que no puedo negarlo, verás al pequeño por que tienes derecho… pero nunca. . . nunca mas me verás a mí.

- ¡Legolas! Eso es injusto. . . ¡YO TE AMO!

- Y yo a ti, Aragorn. . . Nunca podré dejar de amarte – dijo Legolas abrazando al mortal por la cintura y acercándole hasta que su bebé dio una patadita de recelo indicándole que él también contaba con voto en la conversación – Pero me has hecho mucho daño, y debo partir, irme de este lugar de hombres donde no pertenezco y nunca pertenecí.

- ¡No dejaré que te vayas! – declaró Aragorn decidido a no perder a su esposo

- Entonces dictas mi sentencia de muerte.

Aragorn le volvió a abrazar con más fuerza, lloró sin decir nada mas mientras el elfo se deshacía en sus brazos, no de amor ni deseo como antes sino de pura y llana tristeza y dolor. Legolas le abrazaba, indeciso de soltarle, de dejarle ir, pero no podía mas, su corazón necesitaba paz y descanso, si deseaba que su bebé naciera con bien, en Gondor muy bien sabía que la muerte llegaría muy pronto a buscarles.

- Mi amor. . .  no quiero que me dejes. . . me parece injusto. . .

- No fui yo quien cometió la primera injusticia.

- Pero te he pedido perdón, Legolas, - sollozaba el rey desesperado - no soportare vivir sin ti, moriré de tristeza al no tenerte a mi lado.

- Aragorn. . . Todos estos años, he sido muy feliz… he visto que había esperanza en tu raza, he sido dichoso y te lo agradezco, pero hoy, deseo abandonar este lugar que me rechaza

- ¿Y yo? ¿qué será de mí sin mi esposo a mi lado, sin mi bebé y corazón?

- Eres libre de rehacer tu vida, tu lazo hacia mi ha sido quebrantado.

- No, nunca me creeré libre de ti, nunca podré volver los ojos a alguien más.

- Ya lo hiciste una vez, una segunda ocasión no será tan difícil – declaró Legolas congelando su dulce voz.

- No, mi amor, nunca amé a Daguel ni un momento como te amo a ti, nunca sus besos fueron mas dulces que los tuyos, nunca me inspiro mas que un oscuro y maldito deseo, del cual hoy me arrepiento.

- ¡¿Entonces por que lo hiciste?! – exclamó Legolas furioso, alzando su vista mojada al rey que le miraba desconsolado - ¿Por qué si dices que me amas? ¿Por qué si yo te amaba, si yo te amo tanto?

Legolas le apartó de sí, desecho totalmente por la conversación que sostenían.

- Legolas, no puedo decirte más que. . . Lo siento, te amo y me arrepiento de mis malas acciones. . .

- ¡No es justo, Aragorn! No es justo que tengamos que pagar, nuestro hijo y yo, por ti, por tu causa. . .

- No te vayas, juró que luchare por recuperarte, por ganar tu confianza, pero no me dejes, mi amor, mi hermoso elfo dorado, quédate conmigo o no sobreviviré este año.

- No sobreviviré esta semana si permanezco aquí, no tendrás la oportunidad de conocer a nuestro bebé si falleces. . . nuestro mismo amor nos condena a seguir viviendo en Tierra Media. . .

Volvía Legolas a caer en sus brazos, que le acariciaban como grabando cada centímetro de su ser en su alma, Aragorn no deseaba separarse ni un instante, nunca perder a su valioso elfo, si pudiera regresar el tiempo, remediaría todo, nunca sus ojos se fijarían en alguien mas, nunca comprendió que lo que perdería le desgarraría el alma.

Ambos permanecieron callados, el rey de vez en cuando tomaba la mano delicada del elfo y le llevaba a sus labios, la inundaba de caricias y tiernos besos y Legolas no se lo prohibía, también sufría por que nunca mas estaría así, compartiendo el silencio con caricias amorosas.

Poco a poco el sueño les invadió, y cayeron en la cama tomando sus respectivos lugares como hacían en sus siestas vespertinas, en sitios opuestos de su lecho uno en brazos del otro. El pecho de ambos se hinchaba revelando el sentimiento que aun llevaban dentro, pero en el mortal era mas profundo por que todo su mundo se vendría abajo después de ese día.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Haldir fuera de la habitación, fue directo a las suyas, no dio mas detalles a sus hermanos sobre su liberación, y les pidió en su nombre, que informaran a las demás comitivas de su abandono para el día siguiente, el mismo tenía mucho trabajo por hacer y el tiempo que quedaba era insuficiente. Orophin comunicó a los otros miembros del grupo Galadrim de su partida, debían de estar listos para la primera vista de Anar. Rúmil en cambio se encargó de avisar a Ossmar y Figwit de la decisión, ellos eran libres de seguir en Gondor si les parecía, tanto el elfo de Rivendel como él del antiguo Mirkwood no tardaron mucho en decidirse, si los tres grupos habían llegado juntos, así deberían de partir, el rostro de Rúmil no dio pie a explicaciones, serían esclarecidas después.

El capitán de los elfos Galadrim se encaminó a los establos, pidió al encargado tener preparado el caballo del príncipe consorte para primera hora en la mañana, aun y si no recibía las ordenes del rey, era una sugerencia, tal vez Legolas desearía dar un paseo como había manifestado. La silla especial podía ayudarle a soportar una parte del viaje pero no sería seguro mantener a Legolas montando todo el camino, tal vez un tramo caminando pero su peso no le dejaría más opción que detenerse a descansar.

Haldir estaba inseguro hasta donde deseaba llegar Legolas, y hasta donde resistiría su embarazo, poco sabía de alumbramientos y no quería correr ningún riesgo en averiguar como traían a un bebé al mundo, y por mucho que amara a Legolas, no sería capaz de atravesarle la piel con su daga mas filosa para traer al pequeño ser a este mundo, rogaba por que nunca fuera su situación, su corazón se partiría si tenia que elegir entre la vida del elfo y el bebé.

Sabía que aun quedaban casi cinco meses si el bebé decidía ser elfo, pero si seguía la sangre humana, estaría allí en dos meses, o tal vez un intermedio entre esas fechas, Haldir se preocupaba como si se tratara de su propio hijo.

Así que se dirigió en busca del herrero, necesitaba una buena y equipada carreta para transportar con suficiente seguridad a un elfo preñado, el pago por ella valía la pena empeñar su daga mas preciosa en ello. Además, aun tenía que buscar la asistencia de uno de los curadores de Gondor, no sabía como empezar y deambulaba por el palacio en busca de rostros sabios y pensadores.

Serima observó sus movimientos, su titubeo al tratar de hablar con guardias y hombres, no era fácil después de salir de las celdas del rey, hecho preso por órdenes del  mismo. La buena mujer, aun joven, de treinta y cuatro años, había envejecido de tristeza en un solo día, Daguel no se había aparecido desde ese día en que le recibió en su casa y le preocupaba que pudiera hacer una locura, su uniforme no se encontraba en su habitación así que de alguna manera el joven debía de cumplir aun sus deberes para el reino.

- ¿Puedo ayudarle,  mi señor elfo?

Haldir volteó al escuchar la voz quebradiza de la cocinera, le reconoció por el mismo día en que había llegado y le había servido.

- Mi buena señora, ¿podría decirme donde puedo localizar al curador que observa la salud del príncipe. . .  consorte?

- Son dos de ellos quienes velan por la salud de mi señor, con gusto le llevaré ante uno de ellos, pero, permítame preguntarle, ¿Está mi señor elfo delicado? ¿Ha logrado sanar?

Las palabras de Serima le herían, por que sabía de una u otra forma que la mujer amaba a su hijo y le profería gran estima al príncipe Legolas, estaba dividida entre su corazón de madre y de servidora.

- Él se encuentra ya bien, me alegra decir que el bebé también responde satisfactoriamente

- ¿Desea usted entonces, que atiendan sus heridas?

Haldir inconscientemente llevó su mano a su boca, Legolas le había tocado y casi podía sentir que su labio partido sanaba con más rapidez que la costumbre élfica.

- No, no es para mí, pero deseo hablar con ellos con premura, ¿podía ayudarme?

Serima asintió y le llevó hasta la habitación donde Melfor y Seris compartían su despacho, le agradeció y Haldir empezó a tratar con Seris, explicándole la naturaleza de su viaje, el hecho que necesitaba un apoyo si Legolas deseaba salir del país, pero Seris le cuestionó, tenía dudas, y deseaba aclararlas con el rey. Haldir le pidió que esperase, que sólo necesitaba saber si mañana Legolas aun seguía decidido a partir, lo que ahora le pedía era que reconsiderara, que no comentara nada al respecto, por que aun el príncipe no decidía y estaba la voluntad del rey. Sólo necesitaba saber, si dado el caso, Seris les podía acompañar. No obtuvo respuesta, mucho le pedían a un mortal al abandonar a su familia tan repentinamente tal vez, y si encontraba a Melfor le hallaría mas dispuesto.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

La tarde llegó y Aragorn despertó antes que el elfo, le dejo descansar y le cubrió con una manta, ordeno que le prepararan el baño e inmediatamente después el del elfo, los últimos rayos de Anar se despedían, nunca mas quería ver el mortal otro amanecer por que esta noche vería el último, su vida terminaba cuando su elfo partiera.

Pidió también fruta, un caldo de verduras, jugos de mora y de naranja, agua fresca y sus fresas con crema por si acaso. Le trajeron todo lo pedido mientras acarreaban el agua para el baño del rey. Encima de la mesa de noche de Aragorn, colocaron la bandeja con la comida.

Aragorn salió del baño, arreglado y arropado en su bata azul, con su cabello húmedo cayendo sobre sus sienes, los sirvientes entraban y salían con el mayor silencio y respeto por el durmiente del lecho. El rey se acercó y observo con sonrisa a su hermoso elfo acurrucado abrazado a su almohada, con las piernas flexionadas protegiendo a su bebé.

Tenía la intención de ocultar su bolsa de viaje, de sacar sus ropas de invierno de su ropero de caoba para que Legolas permaneciera en palacio, quería botar al rincón más lejano su arco, flechas y carcaj para que no les encontrara, para que no se las llevara. Cómo le hacia tanto daño el observar su imagen reflejada el día de su boda, no lo había notado, pero con seguridad que Legolas le había colocado en la mesita después de retirarlo, su elfo le había extrañado cuando estuvo ausente y le destruía nuevamente el alma, Legolas añoraba su regreso mientras él disfrutaba de las mieles del adulterio, era una bestia, la mas cruel de las criaturas al traicionar a su esposo y se arrepentía de ello.

Todos salieron de la habitación, Aragorn prendió velas aromáticas en el baño, hecho pétalos de rosas en la tina que esperaba recibir al elfo. Regresó a la cama y sentándose a su lado le retiro el cabello que caía sobre su rostro para besarle en la mejilla con respeto.

- Aragorn. . . – dijo Legolas regresando al mundo de los vivos

- ¿No deseas disfrutar de un baño, mi amor? ¿No descansarías mejor?

- Oh. . . Aragorn. . . yo. . .

Legolas no sabía que responder, en verdad que necesitaba un baño, su cuerpo estaba cansado y lo disfrutaría mucho, la relajación y el calor del agua le ayudarían a olvidar un momento sus penas.

El rey ofreció su mano con una cálida sonrisa, Legolas aceptó, le volvía a ver como hacia días que no le veía, hermoso y benevolente, como todas las noches antes de hacer el amor.

- Yo, yo deseo estar sólo. . .  yo. . . – titubeo el elfo al saber que el rey aun permanecía junto a él en el baño

- No temas amor, no haré nada contra ti. . .  – respondió Aragorn cerrando la puerta tras de si

Aragorn se acercó hasta él y le sonrió, Legolas tembló al sentir los labios en su mano derecha, como si se tratara de una doncella, inmaculada y virgen. El rey le acercó un poco mas para después hincarse ante él. Empezó a deshacerle los nudos de la túnica sucia y arrugada que llevaba desde el día anterior.

- No, Aragorn no deseo tus caricias.

- No te tocare, amado mío, permíteme solamente. . . atenderte. . .

- No, no. . . ¡no después de que tú has tocado a alguien más!

La cabeza del mortal cayó de angustia, no deseaba forzar a Legolas al deseo, quiso compartir sus últimos baños juntos, su postrera noche uno al lado del otro, después de eso, nada le importaría.

- Si así lo deseas. . . Me retiro entonces. . .

Aragorn salió del baño, aguantando duramente sus lágrimas, tragando su derrota y su desdicha.

Legolas frunció el ceño, mordió su labio inferior y quedo sólo alumbrado por las pequeñas lucecitas titilantes de las velas que le rodeaban, un sollozo desgarrador salió de su pecho y empezó a desvestirse viendo como sus lágrimas caían al suelo al igual que sus ropas.

Aragorn ordenó su bata y sus zapatillas de descanso, la toalla que a veces compartían y su cepillo favorito le aguardaban en la cama, se sentó y espero pacientemente escuchando como el agua caía por los bordes al entrar el cuerpo cremoso del príncipe en ella.

El elfo lavó su cuerpo, ahogado en un mar de llanto que los pétalos de rosas captaban como un leve rocío, le dolía mucho, demasiado dejar su hogar por seis hermosos años, dejar sus paseos, sus conversaciones, le había llegado tomar aprecio al pueblo de Gondor que venían por consejo cuando el rey no podía ayudarles. Le dolía dejar su hermoso jardín, sus paseos a la luz de la luna, la mano de su esposo con la suya al observar las estrellas, no supo si el agua era la misma o ya descansaba en su propio llanto.

Su cabeza se inclinó donde acostumbraba a reposar, sin dejar de llorar ni de que su bebé se moviera con inquietud al preguntar por la desdicha de su padre, Legolas sonreía cuando sentía las interrogantes del pequeño, le acariciaba y no dejaba por ello de llorar. Sus ojos se cerraron dejando que el agua limpiara las impurezas de su cuerpo y alma.

Unas fuertes manos empezaron a tallarle el cabello con delicadeza, como solía hacerle y Legolas reprimía sus sollozos para escuchar otros detrás de él. Aragorn le otorgaba el último lavado de cabello que compartirían. Sintió la tristeza misma en esa habitación, como las velas se apagaban una a una para dejar viviendo únicamente la que estaba a un lado de él, iluminándole.

El elfo dejó que el rey terminara su trabajo y sintió el apoyo al enjuagar su cabello y pasarle la toalla y bata que cubriría su cuerpo desnudo, Aragorn estaba afuera nervioso como si fuera su primera vez, con el miedo de ser echado de su propio lecho, le dolería pero lo haría si era la voluntad de Legolas, no deseaba hacer nada que le dañara a él o a su bebé.

Legolas salió del baño, suspirando por que no le quedaban más lágrimas en sus ojos, brillantes como las estrellas por su naturaleza élfica y por su gran tristeza. Aragorn le paso su cepillo de plata pero el elfo desvío su mirada y pesado como un saco de arena cayó sentado en la cama con la voluntad desecha.

- Toma un poco de comida, el caldo se enfriará si no le tomas a tiempo. Hay fruta y jugos, come algo, por favor.

- Gracias

*

Legolas acercó la bandeja con pereza, y empezó a comer maquinalmente, como si el sabor de la fruta fresca no le quitara la amargura de su boca. El rey dio unos pasos hacia el elfo con dulce sonrisa y empezó a cepillarlo, era demasiado el dolor una cruel despedida.

- Puedo preguntar, ¿Dónde nacerá mi pequeño bebé? – dijo Aragorn al fin, persistiendo por que su voz se escuchará tan natural y sencilla como siempre.

- Tengo intención de regresar a mi hogar.

- Entonces mi bebé será un digno descendiente heredero de Oropher.

- . . .

Legolas no contestó, Aragorn debía de saber el por qué, un hijo fuera de su unión, no llevaba ningún orgullo a nadie.

//*He intentado casi todo para convencerte

Mientras el mundo se derrumba todo aquí a mis pies

Mientras aprendo de esta soledad que desconozco

Me vuelvo a preguntar quizás si sobreviviré*//

- ¿Te irás. . . con él? – preguntó Aragorn sin dejar de cepillarle

- ¿Haldir?

- Sí. . .

- No es mi deseo engañarte, él me acompañara pero no sé si hasta mi reino, su único deber es llegar a Lorien

- El te ama. . . ¿y tú. . . le amas a él?

- ¡Cómo puedes pensar si quiera! Yo te amo a. . .

//*Por que sin ti me queda la conciencia helada y vacía

Por que sin ti me he dado cuenta amor que no renacer

Por yo he ido más allá del límite de la desolación

Mi cuerpo, mi mente,  mi alma ya no tienen conexión*//

//*Y yo te juro que. . . *//

Nuevamente sus sentimientos le traicionaban,  no podía  negar ni a él ni a su bebé, ni al rey, le seguía amando y siempre sería así, hasta su último respiro.

- Aragorn. . . – dijo el elfo cayendo en la trampa

- Lo siento. . . necesitaba escucharlo una vez mas, saber que me sigues amando y aun tengo esperanza. . .

- Yo siempre te amaré, es mi desdicha. . .

- ¿Te dolió amarme alguna vez. . .  sin contar esta ocasión?

- Sólo cuando roncabas en la noche. . .  o cuando tu barba de dos días raspaba mi piel. . . o cuando bebías cerveza y me forzabas a tomar contigo en tu cruel juego de bebidas. . .

- Es por lo que llegué a amarte

- ¿A un elfo borracho? No entiendo que hay de amoroso en eso

- Hay tanto. . .  Todo lo que se puede averiguar en una noche de copas.

//*Lo dejaría todo por que te quedaras

Mi credo, mi pasado, mi religión

Después de todo estas rompiendo nuestros lazos

Y dejas en pedazos este corazón

Mi piel también la dejaría

Mi nombre, mi fuerza hasta mi propia vida

Y que más da perder si te llevas del todo mi fe//

//*Que no dejaría*//

Legolas sonrió amargamente. El juego de Gimli había sido su perdición con el mortal.

- Legolas. . . ¿Te volveré a ver? ¿Tendré esa dicha? – preguntó Aragorn, despacio y tranquilo, por que en la respuesta iba su vida y su esperanza.

- Yo. . . Saliendo de aquí, tratare de olvidarte, de perdonar y no. . . No pienso volver a verte nunca.

- ¡Legolas!

- Si lo hiciera no resistiría el dolor de nuestra separación, moriría tal y como me pasaría aquí. . . ansío nuevos horizontes, que nuevos vientos me lleven por otros caminos

//*Duelen más tus cosas buenas cuando estás ausente

Yo sé que es demasiado tarde para remediar

No me queda bien valerme de diez mil excusas

Cuando definitivamente sé que ahora te vas

Aunque te vuelva a repetir que estoy muriendo día a día

Aunque también este muriendo tú, no me perdonaras

Aunque sin ti haya llegado al límite de la desolación

Mi cuerpo, mi mente, mi alma ya no tienen conexión*//

//*Sigo muriéndome. . . //

Aragorn comprendió, que Legolas moriría de tristeza si se quedaba pero deseaba una oportunidad, una sola esperanza que alimentara sus noches de soledad. Apenas asomaba la luna y la habitación estaba dulcemente iluminada. Legolas sintió un escalofrío y abrió con lentitud su lecho, entró a su lado izquierdo y se cobijo hasta el cuello dándole la espalda al mortal. Aragorn seguía de pie, observándole temeroso de sus próximas palabras.

- Descansa Aragorn, mi última noche, es esta. . . Descansa. . .

- Buenas noches. . . amor. . .

El rey apagó las luces de su habitación dejando la luna tibia y velada entrar por el ventanal, iluminando el rostro del elfo y haciendo su cabello relucir. Estaba el rey a punto de abrir la puerta cuando escuchó decir.

- ¡Aragorn! – exclamó Legolas volviéndose y abriendo sus brazos

- ¡Oh, Legolas!

//*Lo dejaría todo por que te quedaras

Mi credo, mi pasado, mi religión

Después de todo estas rompiendo nuestros lazos

Y dejas en pedazos este corazón

Mi piel también la dejaría

Mi nombre, mi fuerza hasta mi propia vida

Y que más da perder si te llevas del todo mi fe*//

Legolas lloraba nuevamente, Aragorn de tres pasos llegó hasta el lecho y le rodeo con sus brazos, y le besó la frente, parecía un padre consolando a su hijo, parecía que el elfo se empequeñecía con su presencia.

- Te amo. . . No te vayas amor. . . – dijo Aragorn besando una y otra vez su rubia cabeza, pasando sus dedos por la fina y suave cabellera

- Aragorn. . . ¿Por qué? – preguntó nuevamente el elfo

- Perdóname. . .

- No puedo. . .

- Te amo. . . te amo mucho, mi amor. . .

Seguía llorando uno y otro, Legolas aferrado a su cintura, cubriéndose con sus brazos como un crío buscando protección a mitad de una pesadilla, quería que terminara el dolor de una u otra forma que terminara. Aragorn sabía que no podría acompañarle por que sería llevar su tristeza acompañándole, tal vez, impidiendo el buen nacimiento del pequeño, por su propio bien, por el de su hijo, debía dejarle marchar, y es lo que mas dolía.

//*Lo dejaría todo por que te quedaras

Mi credo, mi pasado, mi religión

Después de todo estas rompiendo nuestros lazos

Y dejas en pedazos este corazón

Mi piel también la dejaría

Mi nombre, mi fuerza hasta mi propia vida

Y que más da perder si te llevas del todo mi fe*//

- Aragorn. . .

- Legolas. . .

Ambos compartieron un beso, mientras sus lágrimas caían, por que se estaban despidiendo de lo que habían compartido para iniciar su nueva vida separados, Aragorn moriría de tristeza si no es por que su bebé se lo impedía, Legolas conservaba aun la esperanza de vivir por la criatura pero separados, nada sería igual.

Esa noche, durmieron juntos en su lecho nupcial, abrazos como si tuvieran frío en el alma y buscaran el calor del otro para reconfortarse. Ambos con sus batas, como nunca, Aragorn con la cabeza recostada en el pecho del elfo, como nunca, con el rey despertando a media noche para besarle una y otra vez, como nunca.

//*Lo dejaría todo por que te quedaras

Mi credo, mi pasado, mi religión

Después de todo estas rompiendo nuestros lazos

Y dejas en pedazos este corazón

Mi piel también la dejaría

Mi nombre, mi fuerza hasta mi propia vida

Y que más da perder si te llevas del todo mi fe*//

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Creo que es el capítulo más angustioso que he escrito, digo, a mi parecer. Le hubiera puesto otro nombre a la historia. Lágrimas. . . ¡ya es demasiado! Le hubiera puesto "sonrisas" y ahora estaría muerta de risa. . . snif :-(  Pero aun falta mucho y creo que me odiaran por tan depresiva que es la historia, digo, el final es feliz y habrá dichas para el elfito y baby, pero aun falta. Lo siento.

¡Ah! No se acostumbren a mis ataques de inspiración, raros en mi, que necesito tiempo e inspiración para escribir un fic en un día, ahora, para consolarme tratare de escribir algo mas tierno y slasheadito.

Ahora con los reviews que mil agradezco!

Any.- El baby lo único que desea es ser feliz y tener dos papis que le quieran mucho, reconoce a los dos pero el baby con carácter a veces se enfada un poquito también.^_^

Shanna.- No te preocupes si no puedes dejar reviews, me alegra que sigas leyendo y mil gracias, me gusta que el elfo se desahogue, pero creo que aquí, lloró todo lo que no había podido.

Akhasa.- Yo amo a Haldir, y a Legolas y a Aragorncitp, pero creo que ya sabes, la pareja que a mi me gusta. Snif. Creo que Leggy lo tendrá antes que tu, en unos cuatro capítulos mas si es que no le pasa algo antes al elfito. Mil besos para ti y el cacahuatito, ha de estar precioso ^_^

Ayesha.- Bueno, creo que aquí me pase de trágica, de llorona y demás, mi elfito aun le falta por sufrir, digo, ya no tanto como aquí, pero. . . Haldir será feliz.

Txiri.- ¿bebes salados? M m m . . . nunca los he probado, ^_^ Mas angustia y me moriré, es demasiado triste para mi, pero así debe de ser una separación,¿ no?

Kel.- Si! Morirán dos y no diré quienes, soy mala. . . muajajaja. . . Bueno, nombres en Quenya siempre no, ya me regañaron por pedirlos, snif; _; No es cierto! Es broma, pero sólo en syndarin, ok? ^o^ Suerte con tu examen. ¿De cuantos capítulos será? Buena pregunta, creo que aun falta, mmm, mínimo 10 capítulos más. Y ya  ves que no se van a escapar, Aragorn tiene que dejarles ir. . . y el video del elfito borracho, le puedes conseguir en:

Triple W, elflady/slash/legolasgreenleaf/slash/multimedia/slash/lotrclips.htm Espero y se entienda, solo sustituye slash por /

Balrog of Althena.- Si, es ese video, ese pedacito que me hace ver a mi elfo tan inocente ^_^

BlazeVein.- Sipi, como le dije a Kel, morirán dos para el final, hagan sus apuestas pero no diré nada mas.:-P

Alym.- Espero y no llores, no me gusta hacer a la gente llorar ;_; Por eso del final feliz.

Laure_Alcalime.- Bien, espero y quedes conforme con las súplicas del pobre Aragorncito, que se le acaba el mundo sin su elfo, pero él tiene la culpa.

DanielaBloom.- Espero y te haya gustado este capítulo y que tengas mucha suerte con tu fic, mil besos, el elfito no regresara, creo que no. . . snif.

Nessimelle.- No problem con los reviews, y sipi, soy presumida pero ya sabes que deje el link en la comunidad, jejeje… es que andaba muy feliz. ^__^ El baby se encariña fácilmente, pero aun creo que reconoce a su padre, sólo andaba enojadito. :-P

Legolas12.- Bueno, Haldir no tiene dones de curación, pero al baby le gusto su voz y respondió, jejeje… ¡Si! Eres acaso la única que piensa que a mi pobre rey merece una oportunidad? Ya sé, ha sido malo y merece castigo y cruel y slasheadita venganza, si!

Lara_Eternal_Anjiru.- Ah! Que buen staff traes, ya me gustaría que me hicieran segunda un buen grupito, ^_^ Espero y estés presente durante el nacimiento del bebé. Gracias por el tip sobre nombres en Quenya, no me he leído el Silmarillion a pesar de tenerlo, sorry.

Nina.- Bueno, Legolas puede viajar considerando que tiene 7 meses y si el bebé es elfito nacerá en 5 meses más, pero si es humano en dos, pero como es mezcla habrá un término medio me parece. Haldir recupero su libertad, como agradecimiento, y Legolas aun ama a Aragorn, pero no se quedara para morir allí. Mil besos

Iona.- no problem con lo del nick, ^_^ supongo que también lees a Lanthir, así que siendo ella no me extraña, escribe muy bien.

Angad-666.- No, Haldir sabe muy bien que no es Legolas para él, al menos por ahora que recién paso esto, pero le pide lo acompañe siquiera, salir de allí necesitara apoyo, snif... ;_;

Undamiel.- Mil gracias por tus palabras en el mensaje, Aragorn ya aprenderá lo caro que cuesta engañar a su elfo adorado.

Free_my_mind.- No me resolviste que quiere decir "capullo", snif, yo lo tomó como algo lindo y tierno, un capullo de una rosa, un botón que aun no brota, snif… Pero mil gracias por tu mensaje. ;_; ¡Aragorn pagara caro su traición! *Jun pone cara de Balrog* .

Ceili-boy.- Bueno, Aragorn no estuvo de acuerdo al principio pero si Leggy se quedaba, se moría, snif ;_;

Saori_Makimashi.-Gracias por tu dirección, lo aprecio mucho. ^_^ Y aunque Legolas aun ama a ese adultero rey, pues no volverá con él tan fácilmente.

Zac_angel_de_maldad.- ¡Ah! ¡Niña! ¡No descubras caramba! Ô_Ô Es algo así mas o menos pero desde  otro punto de vista. ^_^

Lanthir.- No, creo que Aragorn no agarrara a Haldir aun del cuello para asfixiarlo, tendrá celos pero hasta el próximo capítulo. No sé quien pienses que sea que muera, pero las habrá. ^_^

MelianWB.- si! Una ligera ventanita se abre para Haldir, pero él seguirá siendo un elfo de honor que no se aprovechara de la situación, eso sí.^_^

Reiko Noriko aka Velia.- Ay! Bueno, ya afuerita las cosas cambian para el Galadrim, oportunidad de ser el caballero de resplandeciente armadura. El rey ya sabrá el infierno que le espera y hay mas Daguel en camino.

Mil besos, abrazos, y espero escribir capítulos mas felices pronto. ^_^