Autor: Vania Hepskins (vaniah2000@yahoo.com)

Pareja(s): Aragorn/Legolas

Clasificación: R, totalmente, AU (Alternate Universe) no todo lo que paso en los libros sucedió igual aquí. No hay Arwen, y Haldir no murió, gracias a los Valar. MPREG totalmente, (Varón embarazado)  así que no te gusta, por favorcito, NO LO LEAS

Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo. Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto.

bla, bla - Hablado en élfico

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Escrito sin fines de lucro, no ganaría nada ni pretendo ganarlo así que nada de demandas por favor, soy pobre y de familia numerosa.

27. Nuevas noticias

Legolas oprimió un poco la cabeza de Haldir contra su pecho, había escuchado el galopar de los caballos y temía que tal retraso influyera para mal en la salud de su amigo.

- ¿Qué es lo que debe acontecer para que el saludo de mi misma gente no se escuche ni se reconozca?

- ¡Mi señor Elrond! - exclamó Figwit poniéndose en pie para después inclinarse con respeto.

Orophin lo imitó por que también sus oídos habían reconocido esa gruesa voz de acento tan peculiar.

El príncipe levantó la cabeza para reconocer al Señor de Imladris, tal era su fortuna que sus caminos se había cruzado cuando uno salía de Gondor y el otro de Rohan.

- ¡Lord Elrond! La dicha que sentimos al encontrarlo es más grande cuando hay alguien entre nosotros que necesita ayuda - exclamó Orophin bajando del asiento húmedo de madera para acercarse al Medio Elfo.

El Señor de Imladris, de cabellos negros y largos, de mirada severa y rostro acostumbrado a enfrentar mil batallas y problemas se revelo ante ellos. Elrond no tardó en bajar del caballo al escuchar las palabras de Orophin, se aproximo a la carreta y encontró dos cabezas rubias saliendo de entre las mantas.

- ¡Legolas! - exclamó Lord Elrond al reconocer al príncipe, mirando con mas cuidado encontró a otro elfo conocido, pero supo por su mirada perdida,  que estaba inconsciente - ¡Haldir!

- ¡Lord Elrond!, por Elbereth que es una suerte al cruzarnos en su camino. Por favor, Haldir necesita su ayuda

Elrond se encontró asombrado de ver  Legolas en semejante estado, su vientre estaba ya desarrollado mostrando el avance de su embarazo, mientras Haldir se le presentaba en los brazos del primero vendado por el pecho y desvanecido obviamente por el dolor y debilidad.

- ¿¡Legolas que es lo que haces aquí!? - preguntó Elrond frunciendo el ceño con enfado.

- Lord Elrond yo… - respondió Legolas haciéndose a un lado mientras el Señor de Imladris subía a la carreta para examinar al Galadrim

- ¡No concibo que viajes en semejante estado!, ¿Cómo es que Elessar te ha dejado viajar así? ¿Y como es que no le veo a tu lado? - seguía interrogando el Medio Elfo mientras retiraba las vendas del cuerpo inerte de Haldir y con un gesto ordenaba que una de las antorchas recién encendidas por su escolta se acercara a él.

- Creo que Haldir necesita… - dijo Legolas ofreciéndole su bota con agua al gran Curador de los elfos, sus manos podían obrar milagros en conjunto con las hierbas medicinales apropiadas.

- ¡Puedo ver por mi mismo lo que Haldir necesita!, pero veo aun con mayor riesgo que sigues sin responder mi pregunta

Las manos de Lord Elrond se bañaron en el agua cristalina, mientras otro de sus escoltas sacaba varios envoltorios de su bolsa personal. Legolas supuso que sería otro curador, ya que parecía adivinar los siguientes pasos del Medio Elfo. Este elfo de cabellos oscuros, y largos tenía la expresión seria y majestuosa, no lo conocía pero por la paciencia de sus actos sabía debía poseer una gran sabiduría; molía las hojas que sacó del bolso, agregándoles un poco de su propia gota de agua, mientras Elrond limpiaba con paños húmedos todo el pecho ensangrentado de Haldir.

Un preocupado Orophin les ayudaba en lo que podía, tomando a su hermano entre sus fuertes brazos, recogiendo el cabello rubio de Haldir en una cola para evitar que cayera en sus heridas y haciendo lo mismo con el suyo largo y rubio.

- ¿Legolas? – volvió a interrogar Lord Elrond

El príncipe palideció por que tenía vergüenza de contestarle al gran elfo todo lo que habría desencadenado la partida de Gondor.

- Está bien Legolas, atenderé a Haldir, por que es lo que mas urge en este momento, pero no me olvido de ti.

Lord Elrond pidió que bajaran a Haldir de la carreta, además debían de hacer una fogata ya la luz del día aun no era lo suficiente ni para mantener el calor que poco a poco abandonaba el cuerpo del Galadrim, ni para observar la pureza de las hojas que iba a aplicar en él.

Legolas le observaba mientras recapacitaba, las heridas de Haldir eran tratadas con mucho cuidado y el señor de Imladris parecía conocer perfectamente los remedios adecuados para que su amigo sanara, eso le aliviaba un poco, trabajaban con tranquilidad  aunque los dos pares de manos lo hacían en perfecta armonía sin decir una palabra. Haldir viviría y la alegría se desbordaba en su corazón.

- Creo que podrá reponerse si descansa algún tiempo. – dijo Lord Elrond poniéndose en pie, su ayudante principal terminaba de vendar al elfo mientras Orophin se acercaba para saber mas sobre la salud de su hermano.

Volvió a repetir las palabras para que el hermano menor de los Galadrim lo entendiera en élfico.

Sin embargo, le llegó el turno de hablar al elfo de Mirkwood con el Señor de Imladris, pues pidió con una simple que se apartaran del grupo cuando el sol aun no llegaba al cenit.

- Y ahora que estamos un poco mas tranquilos¿Podrías ahora explicarme, que es lo que haces lejos de Minas Tirith, y por que Elessar no está contigo?

- Yo... no podía seguir mas a su lado, Lord Elrond. Tuve necesidad de abandonarle

- ¿Abandonarle? – cuestionó Elrond furnciendo el ceño - No entiendo a que vienen esas palabras, Elessar nunca te debió dejar salir en ese estado.

Legolas desviaba la mirada por que le costaba trabajo mirar al padre sustituto de su esposo, miraba hacia donde Haldir era atendido y bebía un poco de agua con ayuda de su hermano

- El y yo tuvimos una discusión, Señor. – acertó a contestar el príncipe

- Entiendo que todas las parejas tengan sus peleas o discusiones, pero todo puede arreglarse con el don de la palabra

- Lo nuestro no tiene solución, y yo moriría si quedaba mas tiempo a su lado.

- ¿Algo te ha hecho Elessar? ¿Te ha ofendido? ¿Golpeado? ¿A atentado contra la vida del bebé?

- No mi señor, ha hecho algo que mas que físicamente, me golpeo en mis sentimientos hacia él.

- Habla claro

- Él... – titubeó Legolas ocultando sus manos nerviosas tras de sí - Me engaño... Él... Estuvo con otra persona... Aun y cuando ambos permanecíamos bajo el mismo techo.

Lord Elrond no oculto el asombro que le causaban las palabras de Legolas, sabía cuanto su hijo amaba al elfo y dudo por un instante de la veracidad de lo que escuchaba, pero la tristeza en el rostro del príncipe no lo ocultaba y mas tristes se ponían sus ojos cuando evitaba mirarle directamente

- Legolas... Lo que dices es muy grave, ¿No pudo tratarse de un error?

- No, mi señor. Él mismo me ha pedido perdón, yo mismo los encontré en... Envueltos en sus caricias. No pude resistir, no pude...

Las lágrimas caían rápidamente por las mejillas del elfo quien trato hasta entonces en no padecer de esa debilidad, pero cada noche le recordaba y su mundo parecía empequeñecerse a no ser por la ilusión de su hijo.

Elrond dio media vuelta sin apartarse un centímetro, deseaba apoyar a Legolas pero todo parecía tan extraño, además las lágrimas sentaban mal a un guerrero delante de su capitán de armas, entendía el dolor del joven elfo y más le dolió al saber que su propio hijo le decepcionaba de tan cruel manera. Legolas no se merecía eso, no cuando esperaba un bebé producto del amor de ambos, y cuando tanto le amaba.

- Entiendo Legolas. – declaró Lord Elrond usando un tomo mas condescendiente

- Lo siento, Lord Elrond, no he podido comportarme como debiera ante usted, pero...

- No acalles la desdicha de tu corazón, por que tu hijo será quien lo reciba

Legolas asintió y limpió sus lágrimas con las mangas de su túnica. El señor de Imladris fijo su vista en Haldir y recordó las heridas que había atendido, no eran comunes y sólo un ser pudo provocar tal destrozo.

- Por lo que reconozco un dragón les atacó. Por que veo en las caras de tus acompañantes, que han pasado por peligros y han dejado en el camino a varios. ¿Dónde está Rúmil? Por que los tres hermanos del reino de Lórien no se separan con tanta facilidad

- Un dragón ataco al grupo anoche, de dieciséis elfos que salimos de Minas Tirith, sólo hemos quedado trece con vida hasta donde pude averiguar... Rúmil quedo mas atrás para ocuparse de los heridos y dar el ultimo adiós a los fallecidos. Nos alcanzara en Edoras en cuanto termine su triste labor.

A la palabra Dragón los ojos de Lord Elrond se entrecerraron y volvió su rostro al joven elfo pensativo perdido aun en los tristes hechos de la noche anterior.

- No es normal la actitud de un dragón a menos que persiguiera un claro objetivo, ¿buscaba algo en particular? ¿Qué hacía tan lejos del Brezal?

- Creo que buscaba a mi hijo... Le daría el don de la invisibilidad, pero gracias a la valentía de Haldir – dijo Legolas mirando hacia donde su amigo reposaba en brazos de su hermano – Gracias a Haldir, y todos mis compañeros, estamos vivos mi bebé y yo.

- Ya no temas por Haldir. Su cuerpo es joven y fuerte, sanara en poco tiempo si tiene el debido reposo. Es necesario llegar a Edoras. Tuviste suerte con el dragón. Creo que antes de mi nacimiento, mi madre tuvo que enfrentar el mismo problema.

- Entonces mi hijo, ¿siempre será perseguido? – preguntó el príncipe acariciando su vientre con preocupación -  ¿Tendrá problemas con los dragones por su origen?

- El poder que otorga el pequeño, es de utilidad para los dragones sólo durante su gestación, una vez que nace al mundo, el poder disminuye y termina hasta que cumpla un año de vida.

Legolas sonrió aliviado pero aun sus ojos estaban empañados por las lágrimas que había derramado.

El grupo de elfos de Legolas fue alcanzado por el atardecer por Rúmil y su grupo, quien al verlos a lo lejos se adelanto a toda prisa, no había visto a Lord Elrond entre ellos, por la preocupación de su hermano, creía que el retraso se debía a su muerte, pero cuando le vio descansar en la carreta entre Legolas y Orophin, descanso su corazón al enterarse que su hermano viviría gracias a las manos de Elrond.

A la llegada a Edoras, Legolas trataba de esconder su grande barriguita con su capa, no tenía vergüenza de su estado, entre elfos no habría habido mucho problema, pero tenía en mente que, si el pueblo de Gondor acostumbrado a la idea de tener dos hombres unidos en el reinado, le era difícil entender el embarazo en un varón, era lógico suponer que con la gente de Edoras podía presentar mas problemas.

Éomer les recibió con agrado y sorpresa, Lord Elrond tenía pocos días de haber partido de Edoras y regresaba ahora con una partida de elfos, una mujer y varios heridos buscando calor y refugio.

Haldir fue alojado en una habitación donde podían alojarse otras dos camas también, los tres hermanos no podían estar mucho tiempo separados sobre todo cuando uno de ellos sufría de heridas. Ossmar, también fue atendido así como los demás sobrevivientes del ataque del dragón.

Pero los ojos de Éomer no se alejaban de Legolas, y conocía el elfo que tenía preguntas, muchas preguntas y más cuando le veía en un estado imposible para cualquier varón de la raza humana. Lord Elrond ocupo su habitación que días antes había dejado digna de un gran señor como él, y Legolas fue alojado en casi las mismas condiciones.

Éomer no tardo mucho en ir a hacerle una visita, desde que abrió la puerta sabía lo que su mirada inquieta trataba de preguntar. Legolas de pie junta a la mesa examinaba a la luz del sol el arma blanca en su mano

- Hace mucho que no tenía el placer de saludarte, Legolas

- Es extraño que tanto tú como yo salgamos de nuestros reinos. – dijo Legolas examinando la daga con que Haldir había salvado la vida. Lord Elrond le había indicado la manera de limpiarla, para que sus  manos no entraran en contacto con el filo y la sangre seca de la bestia.  – Y la última vez creo que no fue del todo acertada.(*)

- No niego que me sorprendiste en aquella ocasión, pero hoy me has dejado sin habla, si me permites decir.

- No sólo a ti, tu pueblo, tu gente ha podido ver algo extraño en el cuerpo de un elfo. Pero no me avergüenzo de mi embarazo.

- ¿Es hijo del Rey Elessar?

La pregunta ofendió a Legolas, ¿cómo podía ese hombre dudar de la fidelidad de Legolas cuando…?

- No tienes derecho en dudar de mi fidelidad, Éomer, hijo de Éomund, Rey de la Marca. De nadie mas que de Elessar Telcontar podía ser este bebé que llevo.

- Es cierto, ofrezco mis disculpas, una vez dude de la lealtad del rey y me equivoque.

Legolas no agregó nada, los problemas en su vida no debían ser ventilados a los cuatro vientos y mucho menos por su propia lengua. Siguió observando la daga quitando cualquier rastro de sangre impía con sumo cuidado. Sin embargo, nada quedaba en claro para Éomer, que dentro de sus dominios tenía derecho a saber a quienes albergaba y en calidad de que podía alojarles.

- No puedo negar que tú visita, aunque en extrañas condiciones, me halaga, pero no veo a tu lado al Rey de Gondor o comunicado alguno de su pronta llegada. ¿acaso regresas a las tierras que te vieron nacer para que el hijo de Aragorn nazca en El Gran Bosque Verde?

- Elessar no me acompañara en esta travesía, mi destino me aguarda a mi solamente y a mi gente. – respondió Legolas secamente, no deseaba dar explicaciones y la mirada de Éomer le empezaba a incomodar. – Éomer, ¿Puedo abusar de tu gentileza un tiempo más?

- Tú sabes que Edoras está abierto siempre para la gente hermosa.

- Me alegro de escucharlo, por que me agradaría que se le prestara atención a mis compañeros heridos, no tomara más que unos días para reponerse por completo, y ese tiempo necesitan para abusar de tu generosidad. Por favor, que cuiden en especial de Haldir, tu mismo le has conocido y debes de recordarle como el elfo guerrero que presto sus servicios para la defensa de Cuernavilla

Éomer le recordaba, en verdad no se había borrado su hermoso rostro de su memoria, le hacia con el arco en posición y la flecha lista para salir disparada. Haldir era un elfo valiente a la par que hermoso.

- Todos los heridos y agotados tendrán atención y reposo. Así que dispón del tiempo necesario para seguir tu camino.

- Yo partiré mañana, por que no puedo estar tan cerca y a la vez tan lejos de mi pueblo, y mi corazón no conocerá reposo hasta no ver las hojas de mis robles y hayas caer a mis pies.

La vista de Legolas se perdió por el horizonte que le mostraba la ventana.

- No entiendo por que el correr en tu estado, pero si así lo deseas, mandare que una nueva carreta sea dispuesta para su viaje. – dijo Éomer inclinándose en señal de partida

- No… No, Éomer, te agradecería que se arreglara en cuanto sea posible la misma carreta en que llegamos… Le conservó apreció por que ha podido salvar mas de tres vidas el día de ayer.

Las mejillas de Legolas se iluminaron, bien se refería a él mismo, su bebé y Haldir. Éomer no entendió pero asintió antes de salir, y mientras andaba por el pasillo, y recordaba el cabello rubio del príncipe al ponerse el sol, entró a la habitación de los hermanos Galadrim para preguntar por su estado.

Hubiera sido penoso si Lord Elrond no estuviera en ese momento examinando a un Haldir exhausto, ya que Éomer no comprendía élfico y los hermanos muy poco de la lengua común.

Para el atardecer Lord Elrond visitó a Legolas quien preparaba nuevamente su equipaje, junto con sus armas para el nuevo viaje.

- ¿Tan pronto estás dispuesto a partir? – preguntó el Señor de Imladris al ver la seriedad con que el elfo preparaba sus pertenencias. - ¿Olvidando a tu gente y a los amigos?

- Siento mucho no haberlo consultado antes, pero quiero llegar cuanto antes a mi tierra, deseo abrazar pronto a mi padre y hermanos.

- Seguro estoy que ellos no estarán mas felices que tu, ¿pero no has pensado en tu criatura? – cuestionó Elrond frunciendo el ceño – Tal jornada puede traerte consecuencias.

Legolas llevó una mano a su vientre, el pequeño casi no se había movido en todo el día más que para avisarle que deseaba un poco de dulce en el mediodía.

- Mi bebé es fuerte, saldremos adelante juntos.

- ¿No piensas en regresar a Minas Tirith?

- No – respondió tajantemente Legolas

Elrond sabía el dolor que había en el corazón de Legolas, el mismo casi moría al ver partir a su amada Celebrian hacia los Puertos tiempo atrás. Legolas aún tenía alguien que le ataba a seguir en Tierra Media, una personita que tenía derecho a conocer sus raíces.

- El tiempo de los elfos es poco, en un par de vida de hombres, no moraremos mas estás tierras.

- No me preocupa en este instante, más que darle a mi hijo la oportunidad de ser feliz. Eryn Lasgalen es ya un próspero lugar para que pueda pasar su juventud.

La vista de Legolas se nublo, volvió a bajar la cabeza y acariciaba a su pequeño dormido. Sabía que el heredero de Gondor no podía permanecer mucho tiempo con él cuando su otro padre le reclamaría para formarlo en Minas Tirith.

Hubo silencio en la habitación, el cual el Señor de Imladris aprovechó para lavar sus manos en la bandeja de la mesita. Su mente estaba puesta en Elessar, tantas esperanzas que tenía en él, y tal como los mortales, tal como su mismo predecesor caí en la tentación, sino del anillo, de la carne. Tendría que hablar muy seriamente con él en cuanto tuviera oportunidad, pero esa oportunidad podía presentarse hasta pasado el nacimiento del bebé.

- Ahora, déjame examinarte. Descubre un poco tu vientre, y podré averiguar que tanto tiempo falta para que el bebé llegue a ver la luz de Anar.

Legolas abrió su túnica y su camisa, bajo sólo un poco sus mallas para permitirle a Lord Elrond posar sus manos en su piel. Sintió como la energía emanaba de su ser, como su bebé se comunicaba en un dilecto extraño con el curador de Imladris.

Después de unos minutos de examen, en que el bebé respondió adecuadamente llegó a una conclusión.

- En dos meses aproximadamente llegara al término tu embarazo. Para esa fecha el bebé estará habitando ya con nosotros.

- ¿Dos meses? – preguntó Legolas asombrado mientras ataba su túnica - Creí que se trataría de un año, Melfor había pronosticado que sería once meses de espera.

- Es diferente cuando se trata de la mezcla de ambas razas. Mi nacimiento termino a los once meses ¿Qué tiempo llevas…?

- Ocho meses ya.

- Bien, entonces a los diez meses, si no ocurre algún imprevisto tendrás al pequeño entre tus brazos.

Legolas sonrió y mientras lo hacia no dejaba de acariciar su vientre sobre sus ropas holgadas, Lord Elrond se puso de pie dispuesto a retirarse

- Por favor, Lord Elrond,  - dijo Legolas vacilante - yo… me gustaría saber…

- ¿Sí, Legolas?

- Cuando llegué el momento, ¿cómo podré saberlo?, ¿Cómo nacerá mi bebé?

Elrond frunció el ceño por que en su experiencia de dos embarazos élficos de varones, sólo uno había sobrevivido a la cirugía, sin tener preparado el organismo para semejante dolor, los varones elfos pasaban grandes penas para lograr dar vida a su hijo.

- No te engañare diciendo que será rápido y sin problemas. No será fácil, el camino que has elegido lleva consigo dolores insoportables y tal vez puedas perder la vida en ello, pero si sobrevives, puedes estar seguro que el segundo bebé vendrá con más facilidad que el primero. Tómalo como una prueba de principiante.

¿Segundo hijo? ¿Quién estaba pensando en un segundo hijo cuando no habría padre con quién compartir al primero?

"La indicación de que tu día se acerca, serán fuertes dolores en tu vientre, el bebé intentara salir a cualquier precio y buscara una manera para hacerlo, por desgracia para ti, y fortuna para la criatura, no conoce el dolor que puede provocar en su Adar."

Legolas frunció el ceño y cruzó los brazos. Estaba recargado en el marco de la ventana como solía hacerlo para meditar, el crepúsculo se veía a lo lejos y lo rojizo del cielo contrastaba con lo pálido de su rostro.

- Serán dos o tres días en los que caerás en cama, por que el mismo dolor te impedirá mantenerte en pie, durante los cuales el bebé luchara por emerger – continuó Elrond de pie junto a la cama.

Esas palabras le estaban poniendo nervioso aunque no lo aparentaba.

- ¿Pueden entonces, con tal señal, realizarse la cirugía? – preguntó el príncipe poniendo todas sus esperanzas en ello.

- No, no habrá señal de que el bebé está listo hasta que…

- ¿Sí?

- De tu ombligo brote un poco de sangre.

- ¿Qué? ¿Cómo puede eso ser señal para que la cirugía se lleve a cabo? – cuestionó Legolas acercándose mas a Lord Elrond, ya que dudaba del significado real de las palabras

- El bebé debe demostrar que puede sobrevivir en el mundo del mortal, en los casos de las madres, salen por su propia voluntad, sin mas ayuda que la presión que su madre ejerce sobre ellos, pero en el caso de los varones, sería una pena que el bebé no se valorara a si mismo sin lograr esa meta.

Legolas mordió su labio inferior, eso debía doler, y mucho, sabía que tenía que pasar por la cirugía, sabía que iba a pasar por dolores al principio, pero confiaba que le suministrarían algún tónico para dormirle y al despertar sólo la cabeza le daría vueltas y el malestar sería menor.

- ¿Tomare algún tipo de calmante? ¿Me dormirán durante el proceso? – preguntó el joven elfo preocupado.

- Siento decirte que te mantendrás lo suficientemente despierto hasta que el bebé dé la señal. Es posible que ingieras un té de hierbas para relajarte, pero no para que afecte a la criatura. Sólo podrás dormir cuando inicie la cirugía, si así lo deseas.

- ¡Claro que lo deseo! – exclamó Legolas preocupado.

Aragorn no estaría con él para apoyarlo y ahora le daba miedo el proceso, miedo de saber que podía morir sin ver a su pareja, sin conocer a su bebé y sin decirles frente a frente cuanto les amaba a los dos.

- El dolor puede ser mucho si se afrenta solo, en estos casos la pareja debe de estar en el alumbramiento para apoyo tanto del bebé como del que le espera

- Yo no tengo pareja así que le afrontare solo.

- No puedes Legolas o morirás de tristeza.

- ¿No veo como es que las damas elfas que han perdido a sus parejas en crueles batallas hayan salido victoriosas al recibir a sus hijos y yo no sea capaz de ello?

- He dicho que la pareja debe de estar para apoyar, ¿quién te asegura que tal vez no física sino espiritualmente la pareja está allí para los dos?

Volvió a morder más el labio hasta probar el sabor de su sangre, ¿Que podía hacer? ¿Qué decisión tomar si su sola presencia le partía el alma? ¿Cómo afrentar esos dolorosos y a la vez hermosos momentos sin Aragorn a su lado? Siempre pensó en que él le recibiría, que sostendría su mano, y le acariciaría el cabello, que bromearía con él para darle ánimo, pero ahora…No tendría pareja y sería la desdicha del pueblo elfo al ser el primer elfo preñado sin su pareja al lado y todo debido a la infidelidad. Sus lágrimas cayeron sin que pudiera evitarlo.

- Lo entiendo Legolas, pero tal vez puedas tomar a alguien mas para tu apoyo. – ofreció Elrond para su sorpresa poniendo una mano en su hombro como hacía para apoyarle.

- ¿Mi padre? ¿alguno de tus hermanos? – cuestionó Legolas con esperanza en su mirada.

- No hay padre ni hermano que resistiera el dolor de hijo o hermano sin meter la mano al fuego por él. La pareja lucha por ambos, tanto por el doliente como el naciente. Le interesa ambos y no sólo uno.

- Pero yo… él…

Legolas cayó de lleno en la cama con la vista pegada al suelo, con el dolor en su corazón, ¿quién podría acompañarle en esos duros momentos? ¿Quién si su verdadero amor no estaría allí para animarlo?

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Aragorn esperaba ansioso las noticias por la mañana, no le importaba cuantos caballos terminaran su vida en el camino pero quería respuestas de inmediato. El jinete con el mensaje entró casi asfixiándose a entregar el pergamino al rey, quien le tomo de su mano sin voltear a ver como el pobre muchacho se apoyaba en sus rodillas para recuperar el aliento.

El rey desdobló el papel y leyó. La noticia no le complacía ¡Era demasiado tiempo lo que pedía!

Faramir estaba en Ithilien, lejano de allí a unos cuantos días,  Elessar le solicitaba con carácter de urgente su presencia en Gondor, no podía dejar el cuidado de Gondor, del orgullo de la blanca Torre Vigilante a alguien mas que a él.

Pero no podía, no podía contar con él, hasta dentro de un mes por lo menos, Eowyn estaba en días en dar a luz a su primer hijo y Faramir no quería separarse de ella, ni antes ni después del parto, y pensar en un viaje por corto que sea, era imposible. Elessar comprendía, Faramir hacia lo que el deseba con ansías lograr.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Legolas llegara pronto a su reino... y si me las arregló también bebé en camino.. Espero poder desarrollarlo todo en el siguiente capítulo.

(*)- Para ver el incidente entre Legolas y Éomer: consulten en slashfiction, "Voyeur" 2 cap.

Nina .- No, no podía matar a Haldir, si me cae tan bien, además, creo que alguien se interesara en él.

Balrog of Althena.- Sipi, Haldir es muy amable, por eso me gusta para segunda pareja para Legolas

Akhasa.- No, mi Haldir no! Snif… es que tenía que separarlos un poco, digo, Haldir no podía pensar que todo estaba en bandeja de plata con Legolas ^_^

Kel .- ^_^ Ya ves que he salvado a Haldir. Aun no sé como va a ser el baby físicamente, pero de que va a ser un angelito, eso sí. Y Legolas no estará solito, snif, no puedo dejarlo solito en semejante ocasión.;_;

Lara .- Jeje… El bebé es fuerte como sus papis, Haldir no ha muerto, vale mucho ese elfo.:-D

Lara- eternal- Anjiru.- Sentí mucho lo de España por que me he encariñado desde que estoy en una comunidad, por eso les veo como "hermanitas" y me duele que pasen por momentos tristes; _; Mil besos desde México. Perdón por matar al dragocnito Y sobre tu "ahijado", pues si, lo querían para hacerse invisible como dice Elrond, pero ya paso. ¡Atinaste! Sí, era la opción A) Espero y seas así de buena en el estudio, si? Habrá Daguel en el siguiente capítulo. ^_^

Daniela Bloom.-;-P Nop, Legolas está muy seguro de lo que siente y Haldir también; _;

Alym.- Gracias por dejar mensajito tanto aquí como en slashfnet, mil besos amiga

Laurë_Alcalime.- Jejeje… Fuiste de las pocas que supo que hubo entre Éomer y Legolas. Ya, ya, te prometo que el fic tendrá final, es que si no me explico me muero en el camino, snif..;_;

Ceili-Boy.- Te prometo que no estoy cambiando nada de la historia original, si las chicas están atinándole a lo que sigue es suerte, pero siguen en pie las dos muertes y el final como le plantee desde el principio.^_^ ¡Gracias por las canciones!

PrinceLegolas.- No, Haldir pudo sobrevivir gracias a Elrond y sus manos curativas y algo de amor propio y por Legolas. ^_^ Jeje… si, puede haber algo entre elfo y cocinera… jeje

MelianWB.- Mil gracias por tu review, hago lo posible por que nazca el baby pronto sin perderme en las prisas.

Saori Makimashi shinomori.- Al menos aprendí una frase que no conocía, ¡Viva Chile! ^_^ Gracias por leer!

Marina Mortensen.-Para tu alivio, o dolor, habrá mas del señorito enamorado en el siguiente capítulo, que no puede quedarse cruzado de manos.

Reiko Noriko.- Jejeje… Bueno, ya viste que los jinetes son buenos y ayudaron a Haldir a mejorarse. ^_^

Nurigu.- No problem con los reviews, no siempre se puede. Legolas ya no sufrira al menos físicamente hasta el momento del parto. Mil besos a España.

Diane Greenleaf Malfoy.- Si, como que me pase un poquito con el elfito, pero ya, tendrá días mejores. ^_^ Y Daguel seguira insistiendo. :-S

Angad- 666.- Ô.ô ¿No te gusto el abrazo que se dieron elfito y rey en la película? Jeje... yo pensé que Haldir no quería por que allí estaba Legolas y por que le podía ensuciar su hermosa capa color vino. Jejeje... Y en respuesta Aragorn le dejo caer salvajemente cuando murió, ;_; ¡mi pobre elfo! Aun sigo esperando mi segunda parte de "So Happy Together"

Iona.- Mil besos a España que les queremos y apoyamos desde México. ¡sí! Daguel sufrira, no saldrá tan bien librado.

Kea Langrey.- Perdón por hacer sufrir a Haldir, pero no había remedio.Digo, supongo y tienes un Palantir a la mano para adivinar el futuro, ¿no? Mientras no reveles mi final, no problem, pero supongo que ya muchas lo imaginan. ;_; ¡Sí! ¡Ya dijiste! Me preparare con algunas sugerecias para fics.

Lanthir.- Ah! Si, no  me acordaba de Tom Sawyer, que no me cayó muy bien en la película, pero creo que es mas recomendable con él que con Nemo. Ahora, ya sabes que me gustan los fics con un toque de angustia.

Any.- Espero y el cambio de gobierno sea para mejorar, acá no nos ha ayudado mucho. :-S Mil besos a Gollum, tratare de hacer el siguiente capítulo para confortar a "las" heridas.

^_^

Jun