Título: Lágrimas

Clasificación: R, totalmente, AU (Alternate Universe) no todo lo que paso en los libros sucedió igual aquí. Haldir no murió, gracias a los Valar.

Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo. Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto. MPREG totalmente, (Varón embarazado)  así que no te gusta, por favorcito, NO LO LEAS

Legolas actúa un poco OOC en este capítulo. ^_^

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Escrito sin fines de lucro, no ganaría nada ni pretendo ganarlo así que nada de demandas, por favor.

Todo lo de este capítulo hablado el élfico, para evitar bla . Sí notan que faltan algunas letras, me he fijado que ffnet me las quita, snif. ;_;

31. El nacimiento

Aragorn había llegado, bajo el velo del secreto, invisible a la vista del elfo que sufría en su cama, no había sido fácil, no había sido nada fácil obtener el permiso del rey de Bosque Verde para ver a su esposo.

Thranduil había sido avisado por sus guardias fronterizos que un grupo de hombres llegaba al bosque, uno de ellos, se había presentado como Elessar Telcontar, rey de Gondor y Anor, reclamando el derecho de ver a su esposo y conocer a su hijo. El sólo escuchar su nombre hicieron al rey hervir su sangre. Lord Elrond estaba la suficientemente cerca en ese momento para adivinar la mala noticia dada al rey.

- ¡No le muestren piedad ni respeto! Ese hombre no puede quedar sin castigo alguno. – declaró Thranduil poniéndose de pie.

Elrond le imitó. En el gran salón del trono ambos señores elfos esperaban por el nacimiento de su nieto. El guardia había dado un paso atrás para salir pero los argumentos de los señores le hicieron detenerse. Al cabo de unos momentos se escurrió discretamente esperando la encomienda fuera del salón.

- No puedes negarle el derecho de ver a su hijo, además Legolas le necesita a su lado en estos momentos – aconsejó el señor de Imladris

- Mi hijo no necesita de la caridad de este hombre. No lo deseo en mis tierras. – respondió Thranduil furioso

- Mi señor, el Rey está ahora aguardando en las puertas de palacio, esperando su permiso para entrar.

- ¡Pues allí quedara! No consiento que le haga mas daño a mi hijo, ya tiene suficiente con su engaño

- Por favor, Thranduil – objetó Elrond, poniendo su mano en el brazo del rey – Legolas necesita su apoyo, debe estar a su lado.

Thranduil observó la mano de Elrond sobre su brazo, sintiendo un recuerdo desenterrarse en lo más profundo de su mente, hacía tanto que el señor de Imladris no le tocaba.

- Mi hijo no desea verle. No le necesita.

- A pesar de la buena voluntad, y de todo el cariño que pueda profesarle Haldir, no es él quien engendro al pequeño. Elessar debe estar a su lado

- Legolas podría morir si se da cuenta... Si sabe que está aquí... que yo le permití entrar después de lo que hablamos.

- Él no tiene por que enterarse.

Lord Elrond y el rey Thranduil hablaron sobre ciertas normas que tendrían que seguirse para que el mortal apoyara a Legolas sin causarle ninguna mala impresión. Después de una hora de acordarlos  rey asintió, se dio orden al mensajero que esperaba paciente fuera del salón y fue dar el aviso para dar paso a Elessar al palacio de Thranduil, hijo de Oropher.

La primera mirada que el rey dio al mortal fue de odio puro, de rencor y desprecio por ese hombre en quien había depositado su confianza y ahora le pagaba así. Nunca debió permitir a Legolas unirse a él.

Aragorn había esperado este recibimiento, aun sus oídos se preparaban para escuchar las palabras fuertes del rey, con eso en la cabeza, dio unos pasos para presentarse al rey y a su padre, se hincó en una rodilla bajando su cabeza con humildad.

- Pido al rey del Bosque Verde, su piedad y clemencia para la gente que me acompaña, y aun aspiro a mucho más si me concede ver a mi esposo.

- ¡No tienes derecho de llamarle así! Después de lo que has hecho, agradece que te haya dejado seguir con vida en mis dominios. – exclamó Thranduil con furia

- Merezco toda su furia, su enojo y castigo, mi señor, pero no me prive de ver a mi espo... a Legolas y a mi hijo. No me prive de acompañarle en estos momentos.

- Debía cortar la cabeza que llevas sobre tus hombros por atreverte a llegar hasta aquí.

- Lo sé mi señor, y ahora comprendo la sabiduría del rey y la fortuna de este pueblo en tenerle a usted como su gobernante.

- Nada ganaras con halagos. Mi hijo no desea verte, eso ya lo deberías de saber

Aragorn frunció el ceño por que sentía el dolor al escuchar esas palabras. Levantó su cabeza y se aventuró a pedir ayuda a su padre adoptivo de quien sólo recibió una fría mirada.

- El daño que has hecho al corazón de Legolas no lo repararas el día de hoy. – declaró Elrond

- Ni hoy ni nunca, este hombre no tiene derecho a presentarse ante nosotros ni mucho menos a mi hijo.

- Pero el lleva a mi hijo, y aun tiene mi corazón entre sus manos, sólo él puede privarme de verlo.

- Ya me lo dijo a mí, lo ha dicho a Lord Elrond y a sus hermanos, ¡No te quiere volver a ver! y con eso me basta a mi, su padre. No le verás para que termines de matarlo de una vez.

- ¡Pero tengo derecho de ver a mi hijo! – exclamó Aragorn irguiéndose - ¡Eso no me lo pueden negar!

Thranduil dio un paso al frente al ver tal temeridad de parte del mortal, nadie había enfrentado al rey de semejante manera y un hombre por rey que fuera no sería el primero en hacerlo.

- ¡Podrás ver a tu hijo! Por que así lo ha querido él, pero a mi hijo ni lo ves ni lo tocas con esas manos que deben quemarte por el pecado.

Aragorn cerró los puños, por que era verdad y le dolía.

- Si pudiera, me cortaría estas manos, pero no podría acariciar a mi hijo, me quemaría los labios pero no podría besarle, mi hijo es todo lo que me queda después de que me quitan a mi esposo.

Thranduil sonrió, al rey de Gondor se le olvidó mencionar un punto que tenía mucho que ver en su infidelidad, pero no se atrevió a comentarlo.

- No te quitamos nada que tú no quisieras – dijo en cambio - Ahora eres libre para revolcarte con otros. Pero no ensucies más el honor de mi familia aquí en mi palacio.

Ambos estaban uno frente al otro, separados sólo por cuatro pasos, los guardias estaban alertas en las puertas y cerca del trono, las antorchas iluminaban el salón real y el ambiente se sentía tenso. Elrond se aproximo a los dos.

- Es cierto que la voluntad de Legolas debe de ser atendida, pero en el momento del nacimiento, que ahora a iniciado, el no desconocerá que necesita de Elessar a su lado

Y diciendo eso, Elrond se puso a un lado del mortal, colocando su mano en su hombro en señal de apoyo, al menos en eso.

- No quiero que le vea, rompería su corazón si se da cuenta que está aquí.

- Le verá y no le verá. El calmante que le daremos le hará sentirse un poco extraño, sabrá que Aragorn está con él, pero no lo recordara.

- ¿Qué pasaría si no le acompaña?

- Tú sabes muy bien, sus fuerzas no serían las mismas si contara con el apoyo de su pareja, ya lo habíamos hablado.

Lord Elrond dio unos pasos, había estado observando a su hijo adoptivo enfrentar al rey con humildad. Aun no se aclaraban las cosas, había dejado que ambos dijeran lo que tenían que decir pero había que pensar primero en Legolas y el bebé.

- Mi señor Thranduil, si ya no existe alguna objeción, ¿puedo llevar al Rey de Gondor a donde el príncipe reposa? – preguntó Elrond con respeto.

Thranduil era un ser orgulloso, de altos valores y resoluciones firmes, conocía que era difícil para él ceder en el terreno de la familia.

- Ve – dijo el rey dirigiéndose a Aragorn para agregar volteando hacia Elrond – Que le vea hasta cuando sea absolutamente necesario, y bajo las condiciones que se acordaron.

- Gracias su majestad – agradeció Aragorn con una reverencia respetuosa.

- No te atrevas a quebrantar alguna de mis reglas, o juro por mis antepasados, que el daño que le has hecho a mi hijo en su corazón, será muy poco al que sientas sobre tu piel.

Aragorn inclinó la cabeza, comprendiendo el enojo de su antiguo suegro. Siguió a Lord Elrond, por los pasillos de tierra, pasando con rapidez a la luz de las antorchas, para subir escaleras hasta el pasillo donde se encontraba Legolas aguardando el momento por dar a luz a su hijo.

La marcha se detuvo antes de continuar por el pasillo.

- Antes de continuar, debo advertirte que Thranduil ha sido muy generoso al permitirte ver a Legolas, no sin condiciones que debes cumplir al pie de la letra.

- No entiendo, ¡Legolas es mi esposo! No debería haber condiciones entre nosotros.

- ¡Yo mismo me encargare de ti si no las sigues! – exclamó Elrond perdiendo la paciencia con su impulsivo hijo adoptivo- ¿Crees que ha sido fácil para Legolas? ¿Crees que las razones son solamente por hacerte sufrir a ti? Buscamos el menor dolor para Legolas y el bebé. ¿Entiendes?

- ¡Pero yo debo de estar con él! ¡Debo ver a mi bebé!

- Cierto es que debes estar con ambos, en estos momentos necesitan tu apoyo para salir adelante, pero, ¿Cómo crees que Legolas se sentirá si en sus cinco sentidos se da cuenta de tu llegada? ¿Piensas que su espíritu será capaz de soportarlo?

Aragorn pasó sus dedos por sus cabellos, desesperado por tantas explicaciones.

- ¡Entonces como debo verlo! Dilo ya padre mío, ¡por que mi corazón no resiste más! – exclamó Elessar con los ojos enturbiados.

- Hoy es el segundo día, y Legolas está bajo el influjo de una droga que le ayuda a relajarse, a tranquilizarse a pesar de que los dolores siguen atormentándole. Esta despierto, pero este día es como un sueño, una pesadilla en realidad.

- ¿Qué debo hacer?

- No hablaras con él a menos que sea absolutamente necesario, tratare de estar presente con ustedes en todo momento, pero hasta el día de mañana, con la cirugía, no podré hacer mucho. La mayor parte recae en tus cuidados y la confianza que le des a Legolas

- ¿No hablarle? – preguntó Aragorn nervioso -  ¿Y como le daré ánimos?

- Que tus respuestas sean cortas, no traigas recuerdos dolorosos a su mente angustiada, no pidas perdón por que no es el momento adecuado.

- ¿Están sus hermanos con él? ¿Quién le cuida?

- Uno de mis ayudantes, la curadora del reino y Haldir.

- ¿Haldir? – preguntó Elessar frunciendo el ceño.

Suponía que el Galadrim había quedado en Lorien, después de las heridas recibidas en el camino, era lo más lógico. Ahora le encontraba allí, junto a su esposo, tomando el lugar que a él le correspondía.

- Sí, Haldir, quién le ha apoyado más allá de sus deberes de amigo. – declaró Elrond recalcando cada palabra a su hijo adoptivo -  Ahora escucha, debes de mantenerle tranquilo, con mucho cariño y paciencia, apoyándole y animándole, por que el dolor que siente es más inmenso que cualquiera que alguna vez allá sentido. Tampoco debes desesperar por que lo transmitirás a Legolas ¿comprendes?

- Entiendo. ¿Habrá algún daño para mi bebé? ¿Corre algún riesgo?

- No, el bebé esta sano y salvo, depende de Legolas que siga así, y él depende de ti.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Cuando entro, envuelto en la oscuridad de la habitación, de la noche fatigosa, lo primero que vio a la luz de la lámpara, fueron los utensilios con los que habrían de cortar la piel de su esposo, ya que Lara los había acomodado al pie de la cama de Legolas sobre un mesita, había muchas gasas, mantas, agua en cantaros y pequeñas botellas para prevenir infecciones. Encima de la mesa de Legolas había unos zapatitos blancos al lado de ropa de bebé del mismo color; debajo de ellos unas mantas bordadas con motivos rosas y azules.

Haldir sostenía la mano de su elfo, y Legolas murmuraba algo al Galadrim que le escuchaba con atención, por que no se había dado cuenta de su presencia. No negaba que sentía celos, pero tenía que controlarse o el rey no dudaría en sacarle del palacio a la primera trasgresión a sus demandas. Siguió caminando hasta la izquierda de Legolas, observando como su vientre se revelaba ante la curadora que le revisaba, después con Elrond allí, ordenaron que le hicieran respirar en un paño húmedo.

Le escuchó llamarle, decir su nombre, pedir su ayuda y su corazón se rompió, su elfo de cabellos rubios y mirada cristalina estaba llorando por el dolor y la soledad, había escuchado como se despedía del Galadrim, quien contenía la respiración y el llanto por su amigo. Y al fin cuando tuvo el valor, le tomo de la mano y la apretó con cariño.

Haldir le reconoció asombrado, con enojo y furia iba a responder pero Elrond deteniéndole con la mano le indico que se tranquilizara, había dado unos pasos a un lado de Aragorn para examinar el desmayo de Legolas, sólo estaba un poco cansado y vencido por el dolor, pero pronto despertaría aturdido por el calmante.

- Ve a darte un baño, - le indicó Elrond a su hijo adoptivo, y añadió volviéndose hacia la curadora del reino - Lara por favor, muéstrale un lugar donde pueda asearse, su majestad a permitido su estancia aquí.

La elfa se inclinó e inició su camino a la puerta, Aragorn apretó la mano de su amado y le beso la frente antes de partir, sin cuidarse de la mirada alterada que le dirigía el Galadrim.

Unas vez que ambos salieron, Elrond palpó el abdomen de Legolas, le volvió a limpiar con un paño fresco y Haldir se acercó.

- Siento mucho hacer saber mis reclamos, por que no me corresponde, pero, mi señor Elrond, ¿Por qué está él aquí? ¡No merece verle siquiera después de lo que hizo! – reclamó Haldir en voz baja

- Haldir, Aragorn es el padre del niño y Legolas le necesita en estos momentos.

- Pero después de lo que ha hecho… ¿Cómo ha podido el rey dejarle entrar?

- Como he dicho, Legolas soportara mejor el dolor si está su pareja a su lado, y con el calmante muchas cosas cambiaran a su mirada. No recordara nada de esta experiencia cuando despierte, salvo las cosas agradables del nacimiento.

- ¡Pero Aragorn…! – iniciaba nuevamente el Galadrim

- Haldir, es mejor que no estés aquí cuando Aragorn y Legolas estén juntos, - interrumpió Elrond con impaciencia - no provoques al rey ni que Legolas se sienta incómodo, será mejor que te ausentes.

- ¡Pero Legolas me necesita! – estalló Haldir sin levantar ni una nota el tono de su melodiosa voz pero mostrando todo su descontento -  ¡él confía en mi!, ¿Cómo me pide que le deje con él?

- Yo estaré aquí, así que no debes preocuparte.

Haldir molesto dio media vuelta, pero antes de salir escuchó la voz de Lord Elrond diciendo:

- Legolas te aprecia y lo sabes, pero nunca podrás ocupar el lugar de su pareja durante el nacimiento de su hijo.

- Si Legolas ya no me necesita, no sé que hago entonces aquí. – respondió fríamente

- ¡Haldir! – exclamó Elrond sin obtener respuesta

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Legolas sentía la cabeza dándole vueltas, y una punzada en su vientre le despertó. Una persona descansaba a su lado y le había pasado el brazo por los hombros. Una mano acariciaba sus cabellos mientras él se esforzaba por aclarar su visión. Todo era tan borroso, pero se sentía bien ser reconfortado de tal manera.

Seguramente era de día por que escuchaba el cantar de los pájaros por su pequeña ventana, y sus manos antes adoloridas por los amarres ahora estaban libres. Sintió que la cama se inclinaba y sobre él una sombra, alguien le beso en la boca con delicadeza, alguien que usaba barba. Seguramente un mortal atrevido.

- No – dijo el elfo con voz ronca, sus boca estaba seca

- ¿No?

- Se enoja.

- ¿Quién se enoja? – preguntó Aragorn extrañado.

- Mi esposo…  Se enoja…  Celoso.

Aragorn sonrió y Lara escondió su sonrisa entre las líneas de un libro de medicina élfica que repasaba en la silla junto a la puerta. El rey tomó un vaso con agua y ayudo a Legolas a tomar un poco para calmar su sed. Le volvió a besar los labios humedecidos disfrutando su frescura. Legolas le rechazó levemente con la palma de su pálida mano.

- Noo…

- ¡Ah! Tu esposo, es cierto. – dijo el rey apretándole con cariño entre sus dos brazos

- ¡Aah! Duele – exclamó Legolas al sentir el dolor del bebé atravesándole. - ¡Duele! – repitió llevando sus manos a su vientre involuntariamente.

Lara se puso de pie e iba a atarle, pero Aragorn lo evito, puso un brazo del elfo debajo de su cuello y el otro le tomó con su mano libre. A Legolas no le gustaban las ataduras.

- Sssh, ya pasara, tranquilo.

- Pero duele…

- Lo sé…

Legolas acercó su nariz al pecho del mortal.

- ¡Aaag! ¡Hueles mal!

- No es cierto. He usado un poco de loción.

- ¡Vete! – declaró Legolas frunciendo el ceño.

- ¿Quieres que me vaya? – preguntó Aragorn ofendido.

Legolas no respondió, se sentía cómodo entre sus brazos, y el olor era normal, pero parecía cierta fragancia que su anterior esposo usaba y le desagradaba desde entonces, algo extraño, se sentía seguro en sus manos, tranquilo y mas sereno. El dolor no era tanto como días pasados.

La mano de Aragorn acariciaba su mano, y le besó en la frente, luego la mejilla y nuevamente los labios.

- Nooo… mi esposo ¿No entiendes?

- Es que no pude resistir la tentación. ¿Me matara tu esposo por ello?

- Sí. Él…

- ¿Sí?

La mirada perdida del elfo se oscureció ante un nuevo dolor.

- Mi esposo no está…- dijo bajando su cabeza

- ¿No?

- No… No me quiere… - declaró Legolas conteniendo un puchero.

- ¿No te quiere?

- No… elfo gordo

- No, ¡Tú no estás gordo! – dijo Aragorn sonriendo enternecido y apretándole con cariño -  eres hermoso como todos los elfos, pero para él, eres el más hermoso.

- No. Elfo gordo. – repitió Legolas enfadado con el mismo -  A él no le gustan…

- Legolas… - dijo Aragorn perturbado por aquella confesión

- El quiere… quiere a otro… delgado… joven…

- ¡Eso no es cierto! No pienses eso Legolas…- reclamó Aragorn enfadado por tal pensamiento.

- El me engaño… ya no me quiere…

Las lágrimas empezaron a fluir por los ojos vidriosos de Legolas, que miraban sin ver, perdido entre sueños, Lara se puso de pie y aun viendo al rey que también lloraba le hizo seña para que dejara de hablar sobre el tema.

- Vas a tener un bebé hermoso… ¿sabes? – comenzó Aragorn cambiando a un tono optimista y alegre

- Si, mi bebé – sonrió Legolas

El rostro de Legolas cambio por una sonrisa, era muy inestable su carácter bajo el influjo de la droga, se sentía bien y el dolor era más soportable, y más cuando alguien le besaba y acariciaba. Caricias tan conocidas, su cuerpo le reconocía sin saberlo.

- …moso príncipe.- murmuró Legolas

- ¿Es varón?

- Sí – sonrió Legolas recibiendo como respuesta un apasionado beso del rey mientras le hacia perdidizo entre sus brazos.

- ¡Señor, no haga eso! – exclamó Lara al ver el entusiasmo del rey por la noticia.

- Lo siento, lo siento… Es que… estoy feliz. – dijo Aragorn lleno de orgullo - ¿Y ya sabes como llamarlo?

Legolas tomo un poco de aliento.

- No… mi esposo… debe saberlo…primero

- ¿Me puedes decir que nombres te agradan?

- No… Aragorn… debe saber. Nadie mas

- ¿Y si prometo no decirlo?

Legolas pensó entre sueños y nubes borrosas. Si el mortal a su lado se había portado bien, si sentía bien, tal vez no sería mala idea decirle a él, sólo a él, tal vez, podía decirle algo a Aragorn. Tal vez.

Levanto un poco su rostro y empezó a murmurar nombres élficos en el oído aguzado del mortal, quien asentía y negaba con la cabeza.

- ¿Suenan bien?

- Sí… - dijo Aragorn perdiendo su boca entre sus cabellos dorados hasta llegar a su oreja. – Todos ellos me gustan. Pero más…

- Sí… a mi también… ¡Aaaah! ¡Me duele! ¡Me duele! – exclamó Legolas tratando de forzar el agarre del rey.

- Calma, calma

Legolas se agitaba, le dolía mucho, y ya quería que terminara todo, había pasado por muchas penas y deseaba descansar.

- ¡Por favor! ¡Dile que pare! ¡Dile que se detenga! – gritaba Legolas sintiendo como su vientre se expandía casi a reventar.

- No puedo, es el bebé, quiere salir, quiere conocerte.

- ¡Dile que otro día...! ¡Hoy no! ¡Duele!

- Calma, amor, por favor, calma

Lara le examinó, ya había un poco de sangre que mostraba que era el momento. El bebé estaba listo para salir.

- Por favor, su majestad, cuídelo mientras voy por Lord Elrond. Es momento de que el bebé salga a la luz

- ¿Escuchaste? ¡Hoy seremos padres, mi amor!

- No… Aragorn no está… ¡Aragorn!… ¡Aaag!

- Aquí estoy mi amor…- confesó el rey abrazándole cariñosamente

Legolas trato de forzar su vista, de enfocarla pero no podía, no sabía si creerlo.

- ¿Aragorn? –preguntó aún dudando de lo que sus oídos habían escuchado.

- Aquí estoy amor, contigo y el bebé.

- Aragorn… ¡No me dejes!

- No mi amor, nunca te dejaré.

Lord Elrond entró junto con Amdum y Lara, el rey Thranduil, Lassel y Aldelass. Thranduil observó como Aragorn abrazaba a su hijo y como Legolas descansaba su cabeza en su pecho, con los ojos entrecerrados y agitándose entre las sábanas.

- Su majestad, no es conveniente que estén todos reunidos aquí. No será nada agradable ver como cortan la piel de su hijo. Por favor retírese. Sólo necesito a Amdum y Lara para la cirugía.

Aragorn hizo un movimiento, no quería retirarse, pero tampoco ser un estorbo. Sabía de curas, de cirugías menores, pero no conocía tanto el cuerpo de un elfo embarazado para ser de mucha utilidad, y con el nerviosismo que sentía en el momento, temía no poder ayudar más.

- Aragorn… ¡No te vayas! – exclamó Legolas apretando la túnica del mortal con su mano libre.

- No, mi amor, aquí estaré, no iré a ninguna parte.

Thranduil y su familia atestiguaron la necesidad de Legolas y nada objetaron cuando se cerró la puerta detrás de ellos.

Lord Elrond lavó sus manos, así como cada uno de los ayudantes, y mientras lo hacia daba instrucciones a uno y otra para efectuar el nacimiento, al final dejo las palabras para su hijo, quien acariciaba a Legolas con la barbilla, y aferraba su mano alejándole del vientre.

- Lara te pasara un nuevo paño húmedo, que dormirá a Legolas por completo – indicó Elrond

- ¡No! ¡Mi bebé! ¡Aragorn quiero ver a mi bebé! – exclamó Legolas

- Ssssh, Legolas, creo que no soportaras la cirugía sino te dormimos, dolerá mucho más.

- Pero Aragorn…

- Aragorn, tu cuidaras de que Legolas respire con normalidad, - señalo Lord Elrond -  si hay algo extraño, me lo comunicas inmediatamente

- Si, señor

Lara pasó el paño impregnado en la solución a Aragorn.

- Cuida al bebé… por favor. – suplicó Legolas antes de ser anestesiado

- No te preocupes amor, todo saldrá bien. – aseguró Aragorn besando sus labios después.

- No te vayas, ¡por favor!

Aragorn miró a Lord Elrond quien negó con la cabeza

- No mi amor, no me iré, me quedaré contigo, a tu lado, con nuestro bebé.

- Te amo

- Y yo a ti mi valiente esposo.

Legolas sonrió, Aragorn aplicó el paño en su nariz y boca, segundos después Legolas dormía.

Lord Elrond inició la cirugía, poco a poco atravesó las capas de piel y grasa, hasta llegar  a una masa deformada revestido por una delgada tela transparente, se movía y estaba cubierto con sangre.

- Aragorn – dijo Lord Elrond mientras Lara limpiaba la sangre que se derramaba de la placenta y Amdum preparaba lo necesario para recibir al pequeño.

- ¿Sí?

- ¿No deseas recibir tu mismo al bebé?

Aragorn besó a Legolas tratando de esconder el temblor, su esposo estaba dormido y no mostraba signos de dolor. Todo marchaba perfecto, pero había visto la sangre en manos de los tres curadores y le dolía saber que se trataba de la sangre de Legolas.

- ¿P-puedo…?

- ¡Claro! Pero primero lava tus manos

Dejo a Legolas con lentitud reposar entre los almohadones, asegurándose que siguiera respirando, se levantó temeroso, por que le faltaba el valor como nunca en su vida, se iba a enfrentar al ser más importante de su vida y no dejaba de sentir pavor. Aún así, llego hasta una bandeja colocada en una mesa y enjuago con frenesí sus manos.

Cuando volteó hacia donde estaba su bebé, vio la masa llena de sangre moverse con lentitud, Lord Elrond cortaba la corteza que le envolvía con mucho cuidado para no herir al pequeño, y al hacerlo y dejar su torso descubierto abrió sus bracitos como si intentara abrazar al mundo. Lara ayudo a Elrond con la placenta, Amdum pasaba unas tijeras a Aragorn para que cortara el cordón que unía a padre y a hijo.

Aragorn no podía creer tal milagro, estaba aterrado por tal pequeñito, tomó las tijeras y Amdum tuvo que guiarle la mano, por que de tanto temblar podía cometer un error. Elrond tomó al niño después debajo de sus bracitos, Lara limpió sus ojos y fosas nasales, así como su boquita fue aspirada con una bombilla.

Elrond inspeccionó al pequeño, manos y pies, así como la pequeña semillita que tenía entre las piernas, también dio un vistazo a sus orejitas y sonrió. Todo indicaba que el pequeño estaba en óptimas condiciones.

El bebé lloró con todo lo que sus fuertes pulmoncitos le lograron dar, Aragorn mismo lo tomó de manos de su padre adoptivo, tenía lágrimas en sus ojos al tocarlo, seguía llorando y Amdum le envolvió con una toalla suave para retirarle los rastros de sangre. El rey no lo soltaba, y le acurrucó entre sus brazos como había visto hacer a los padres a su vez.

La experiencia era fascinante ante sus ojos estaba el fruto de su amor por Legolas con manitas y piecitos, moviéndose entre sus brazos y con los ojos cerrados. Aragorn sonrió, lo besó en su cabecita de escasos cabellos y le acurrucó aun más. El bebé seguía llorando, con chillidos que partían el corazón, sus manos habían sido envueltas en la toalla y ya no se movía tanto.

- Pequeño Auril Telcontar… - murmuró Elessar a su hijo.

Mientras tanto, Lord Elrond complacido con el nacimiento, se dispuso con ayuda de sus dos ayudantes a terminar el trabajo, había pérdida de sangre como siempre, pero confiaba que Legolas se repondría satisfactoriamente. Aunque como sabía, la recuperación total de energía en elfas era de un mes, en elfos era alrededor de tres meses.

Allí adentro de la habitación, lloraban dos personas, una de felicidad al tener a su hijo en sus brazos y otra por que la barba de su padre, había irritado su tierna cabecita.

TBC…

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Mil perdones, es que si Legolas no le ve, no puedo decir como es físicamente el bebé, pero al menos ya saben el nombre, ¿no? ^_^ Agradezco infinito sus reviews

Akhasa.- ¡Ah! Me alegro que te haya gustado, al menos espero y sean lágrimas de felicidad, no sé mucho de  partos y cesáreas, pero supongo que estuvo bien la intervención del Dr. Elrond. :-P

Balrog of Althena.- ¡Gracias por la información del hijo de Faramir y su nieto también, y por lo de Ithilien. ^_^

Lara_Eternal_Anjiru.- No me había dado cuenta, pero hay tres Laras por aquí, tu, Laripochi (Undamiel) y Lara del fic. ¡Qué bien!  ^_^ Al fin no ha quedo Laurëlass, quedo en tercer lugar.

Alym.- El anterior tenía once, sin contar reviews ni encabezado, tenía catorce con el inicio de este capítulo pero lo recorte. Yo también quiero a Haldir, snif, se hizo a un ladito ¡y me dio pena por él! ;_;

Any.- ¡sí! Pobre Haldir, él tan lindo, siempre allí para Legolas, y a la mera hora, ¡no le hace caso! ;_;

Daniela Bloom.- Ya sé lo que es la desesperación, pago lo mismo con tu fic, pues quiero saber que pasa ¡ya! ^_^ Ahora fue al revés, Haldir sintió enojo al ver al reycito.

Bishoujo-Hentai.- ^_^ jeje… ya le puse nombre, y ya nació, jajaja… y una vez pensé que sería bueno tener gemelos, pero para la primera vez, no, pobre elfo se moriría :-P

Nina.- No te preocupes por el voto, aun tenías oportunidad en el pasado capítulo, ya que el plazo vencía al 12 de abril. Pero como ves el baby se llamara Auril. Besos

Iona.- Mil sorries, a mi me gusta que todos sufran y lloren (tu no, claro) pero ahora en adelante sufrirá un poco el elfito y el mortal tendrá que sufrir más. Muehehehe… ahora sí, llegó lo que esperaba. ^w^  Y sobre Aldelass, te confieso que lo he tenido en mente.  ^_^

Beth Malfoy.- Legolas se puso triste y anduvo "volando" por un rato, pero creo que no le gustó la experiencia, aun me preguntó que le habrán dado  Ô.ô jejeje.

PrinceLegolas.- Si, Thranduil quería hacer pedacitos de rey con las manos pero Elrond le detuvo. Ô_ô Éomer, supongo que seguirá haciendo su lucha, y Haldir… tendrá su momento. Espero pronto el nuevo fic, ¿ok?¡ Que ya quiero leerlo!

Reiko Noriko.- No, no puedo matar al dulce elfito por que se me frustrarían mis planes. Snif.

CeiliBoy.- Buena elección de nombre, por que si tenía parecido al escribirlo. Él bebé hará su aparición en el próximo capítulo.^_^

Kel.- Sólo recuerda que Legolas anda bajo los influjos de una droga, muy "nice" el elfito, jejeje…^_^ Ya publiqué la boda aunque creo que fue algo *demasiado* explícita. Ô.ô ¡Besos!

Lara.- Gracias por la aclaración, no sabía esa diferencia, en nombre de Lara es hermoso aunque no seas tu "directamente" ^_^ Gracias por tus comentarios.

Milita de Bloom.- Me alegro de que ya puedas conectarte mas, yo aun sigo con mi módem y telefonito.;_; Mil besos

Shanna.- Muchísimas gracias por escribirme, yo sé que dejabas los reviews por slashfnet, pero por aquí también te mando un beso y espero y sigas disfrutando de  mi humilde fic.

Angad666.- Ah! ¿Qué que voy a dar? Ô.ô Mmm… me pones en aprietos, me dije yo, "la muerte de Daguel a manos de una de ellas" "Que Haldir se quede con Éomer y tengan Eomercitos", "Que Serima y Lara se enfrasquen en lucha por el amor de Ossmar", jajaja… suposiciones mías. No sé que sería bueno, por que no pienso cambiar el final, que aun falta poquito pero falta, de lo que tengo pensado. Y como dije, será triste y feliz a la vez. Ô.ô Entonces, ¿esperare tu fic sentada? ¿O mejor acostada así y ni me canso?*Broma*  ¡Besos!

Nessimelle.- Si, ;_; sufrimos por slashfnet, snif. No me he tardado, le terminé rápido, es que necesitaba que la historia siguiera como le tengo en cabecita

Little My.- Ah! Gracias por el review! ^_^ Ya tengo en mente como será el baby. Espero y les guste y agrade.

Foxy Prateada.- Sí! Ya tenía en mente a los sobrinos, y me encanta el nombre del Baby Leggy ^_^ ¡Haldir sí! ¡Es un amor! Aragorn sufrirá por que aún no tiene lo suficiente, jejeje.

Free My Mind.- ^_^ Sí, espero y te siga gustando. Por que todo está llegando casi a su final.:-P

Laurë_Alcalim.- Sobre Aragorn en el palacio, ya ves lo que paso antes, es que me gusta jugar con los tiempos a veces, sorry

Monce.- ¡Ah! ¡Gracias por dejar un review! ^_^ Me alegro que te haya gustado y no te hayas asustado por el tema, .Gracias por tu voto, eres muy amable. Espero y sigas leyendo.

Saori-Makimashi_Shinomori FELIZ CUMPLEAÑOS – 13 de abril