Título: Lágrimas
Clasificación: R, totalmente, AU (Alternate Universe) no todo lo que paso en los libros sucedió igual aquí. No hay Arwen, y Haldir no murió, gracias a los Valar. MPREG totalmente, (Varón embarazado) así que no te gusta, por favorcito, NO LO LEAS
Advertencia: Contiene SLASH es decir, relación hombre / hombre, mas bien hombre / elfo. Si no te gusta tal tipo de género, favor de buscar otro mas apropiado a tu gusto.
En este capítulo, todo está hablado en élfico
Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.R.R. Tolkien y/o NewLine Cinema. Con excepción de los desconocidos (Auril, Lassel, Aldelas, Serima, Ossmar, Daguel y Lassiriel) que salieron de mi linda cabecita. Escrito sin fines de lucro, no ganaría nada ni pretendo ganarlo así que nada de demandas por favor.
35. Sacrificios
Aragorn alcanzó al fin el palacio en las lindes del Bosque Verde, llevaba pocos soldados consigo, menos que le acompañó la primer ocasión. Se había vestido correctamente por que deseaba desde el primer momento en que aparecía, dar una buena impresión. Estaba nervioso, la primera vez no había tenido tiempo de hablar con Thranduil, hoy venía desde las tierras del Sur a buscar su aprobación para su nueva unión con Legolas. No lo negaba, el nerviosismo era mucho mas, puesto que esta vez no había Tierra Media de por medio, no celebraban la derrota de Sauron y no había múltiples reconciliaciones entre las razas habitantes de Arda.
No había "héroes" del momento, no hay agradecimientos ni festejos, ni los amigos se abrazan, ni las miradas se encuentran. Hoy por hoy era un simple mortal arrepentido, enamorado e ilusionado con la idea de recuperar lo que estúpidamente perdió. Además, la alegría era mayor ya que el príncipe Auril haría su primer viaje por Tierra Media. Le tenía preparado el carruaje que le llevaría a él y a su adar hasta Minas Tirith. Aragorn estaba nervioso.
Thranduil consultó con Elrond, últimamente pasaban horas hablando, discutiendo los pro y contra de una nueva unión para Legolas, eso solamente el príncipe podía decidirlo, y ni su adar ni hermanos podían decidir por él. Un mensajero anunció la llegada del Rey Elessar a las puertas de palacio, solicitando el permiso de entrada.
- ¡Ha regresado, después de todo este tiempo y ha regresado en este día! – exclamó Thranduil despidiendo al guardia que esperaría por ordenes como siempre, afuera.
- Mañana es la fecha indicada, y aun desconozco si Legolas ha elegido a su compañero. – indicó Lord Elrond
El señor de Imladris ya había cumplido más de tres meses en Eryn Lasgalen, mas de lo que tenía planeado, no tenía duda que Glorfindel y sus hijos estaban haciendo un buen trabajo encargándose de Imladris, la migración poco a poco había empezado, y pequeños grupos se embarcaban a los Puertos Grises. Sus hijos aun aguardaban por su padre, para ir a reunirse con su madre y hermana.
Pero ahora estaba ocupado con otra familia, ajena totalmente a sus intereses pero muy querida por su corazón. La compañía, además era amena y agradable, a Thranduil igualmente, no le molestaba la presencia de un buen y querido amigo. Acordaron en que ambos debían hablar con Aragorn, antes de que este decidiera hablar con Legolas, pero harían lo posible por que su encuentro no se diera. La herida en el corazón de Legolas, podía resentirse.
Legolas había fijado una fecha, por que gracias a Haldir, el príncipe había decido seguir adelante, y la fecha se aproximaba. Sabía que Legolas no deseaba hacer daño a Haldir, que en su corazón le había considerado, pero deseaba primero intentar con amigos cercanos. Esto se lo había confiado, un día que debido a un desmayo, Legolas había pegado con la cabeza en una roca puntiaguda. Por suerte Auril no estaba con él. El Galadrim había querido marcharse, por que no encontraba forma de ayudarle, deseaba poder hacerlo, pero no hallaba la manera. Elrond habló con él, y le pidió que aguardase, que Legolas necesitaba apoyo y un buen amigo que le hiciera olvidar sus penas por el momento.
El señor de Imladris no estaba seguro si ambos, Thranduil y él mismo, habían hecho bien en pedirle que regresara, no podían tomar las decisiones por Legolas, pero sabían que uno a otro se estimaba, y casi podía jurar, que Haldir sentía algo mas que amistad por Legolas.
Además, estaba Aragorn, quien al enterarse de sus intenciones, podía tomar una actitud hostil contra ambos señores elfos. Pero Lord Elrond estaba seguro, de que su hijo adoptivo, preferiría sacrificar un poco su orgullo para su elfo, que dejarle morir de tristeza.
Elessar, con las manos sudorosas, pero con la cabeza en alto, fue recibido por los señores elfos. Sentía como el corazón palpitaba, por que seguramente habían averiguado que en su último día de estancia en el Bosque Verde, había visto a Legolas sin su consentimiento. Tenía que hablar sin titubeos ni rodeos, mostrarles su verdadero arrepentimiento y su firme resolución de restaurar su vínculo con Legolas. Pero al entrar al salón, el ambiente que esperaba, no era el mismo, algo no estaba bien, no era la sensación de presión que tenían los ojos sobre él.
Su padre le observó para volver la vista a Thranduil, quien pensativo observaba con las manos detrás el retrato de su amada esposa. No estaban enfadados, sino meditabundos, Lord Elrond con un libro abierto en mano, se encontraba sentado frente a la mesa de trabajo del rey. Su ceño se fruncía mientras con el brazo apoyado en la mesa, y la mano en la frente, leía o fingía leer las viejas leyendas. No había signos de enojo ni de reproche, entonces, ¿qué sucedía?
Cuando las primeras palabras de cortesía se cruzaron entre los tres, Aragorn tomó el uso de la palabra.
- Mi señor Thranduil – dijo Elessar, hincando su rodilla al piso y bajando su cabeza en señal de completa humildad, la mano en el pecho - He venido a ver a Legolas y a mi hijo, el príncipe Auril y a pedir su consentimiento…
- Mi señor Elessar, - interrumpió bruscamente el rey - creo que este no es momento de exponer sus demandas, cuando las de Legolas deben de ser reveladas en este momento.
Aragorn levanto su cabeza, pero no varió de posición.
- No entiendo, mi señor, pero estoy dispuesto a satisfacer cada una de sus demandas, si con eso consigo ganar de nuevo su cariño y confianza.
Lord Elrond se acercó a Thranduil, que aun con las manos detrás observaba al rey Elessar inquietarse. Uno al lado del otro le examinaban. Aragorn lucía sereno, sus ojos demostraban paz y confianza, aunque un poco de miedo por la forma que apretaba los finos labios.
- Elessar, lo que Legolas necesita el día de hoy, no podrás ofrecérselo tú. – inició Lord Elrond.
- Sigo sin entender.
- Lo que le has hecho a mi hijo le ha causado mucho daño, en cuerpo y alma. Ha perdido la confianza en ti, pero no por eso el amor ha dejado de existir en él.
- Lo sé, mi señor Thranduil, pero deseo con todo mi corazón enmendar mi error. Él lo sabe, y se lo he hecho conocer. Además, creo ser afortunado, en alcanzar su perdón. Y ahora vengo a aquí, dispuesto a ganarle de nuevo.
- Sabemos que le has visto nuevamente, Elessar – añadió Lord Elrond captando la mirada preocupada de Aragorn – a pesar de que tienes firmemente prohibido verle, has desobedecido.
- ¡Tenía que verle, padre! ¡Tenía que decirle que le amo!
- ¿Tenías que hacerle tanto daño? ¿Piensas que sólo te alejamos de él por coraje y rencor a tus acciones? – preguntó Enfadado el rey Thranduil oscureciendo sus hermosos ojos verdes.
- No veo otra razón
- Ponte de pie, Aragorn, por que no quiero que estés tan cercano al suelo, cuando abras tus oídos a nuestras explicaciones. – indicó Lord Elrond
Así lo hizo Elessar, obedeciendo a su padre quedo a inspección de ambos señores elfos.
- Legolas ha sufrido con tu traición y eso bien lo sabes.
- Sí, yo estoy arrepentido y no deseo más que su perdón, mi señor Thranduil.
- No tienes que pedírmelo a mí, sino a él. El caso es que tus acciones traen severas consecuencias. Y creo que Lord Elrond, está mejor instruido en esta materia para explicarte todo lo que has desencadenado. Yo por mi, no tendría corazón ni paciencia para hacerlo. –declaró Thranduil
- Elessar, sólo te pido que conserves la calma y serenes a tu corazón indómito. Y ahora que lo pienso, ni de pie, podrías escuchar con calma, así que te sugeriría tomar asiento.
Nunca hubiera pronunciado Lord Elrond esas palabras, se temía un grave castigo, pensaba que Legolas huiría con Auril a Valinor, que le abandonaría sino es por que ya lo había hecho, tal vez con Haldir, tal vez había decidido unirse al Galadrim y ahora residía en Lorien, tal vez…
- Pero Legolas... ¿Él se encuentra bien, no es así? ¿Se encuentra aun aquí con mi hijo, cierto? – preguntó con miedo, a la más sencilla respuesta negativa, saldría disparado a buscarle.
- Él se encuentra aquí, pero su salud no es buena.
- ¡Oh! Entonces no sé que es lo que hago aquí, si debo de estar a su lado. – aseguró Aragorn dando unos pasos para ausentarse.
- ¡No le verás hasta después de que nos hayas escuchado, y aun así, el daño no dejara de ser menor! – exclamó Thranduil enfadado.
Aragorn frunció el ceño. Las palabras le confundían y sólo se contuvo de salir, por que la mirada severa de su padre asintió al terminar de hablar el rey. Tomó asiento, dejando a ambos señores de pie. Como en esos casos, de suma importancia, el rey de Eryn Lasgalen busco fuerza y consejo en los ojos de Lassiriel, el retrato de su esposa.
- Toma asiento, por favor. – agregó Thranduil volviendo los pasos a su esposa – Por favor, Elrond, adelante.
- Gracias.
"Como bien es sabido, hijo mío, y tú educado entre elfos mas que nadie debería tenerlo presente en su corazón. El amor de los elfos sólo ocurre una vez, raramente dos veces, pero cuando entregan su corazón en su unión con alguien mase, lo hacen con una certeza total."
"La unión entre un elfo y un mortal, no se ve con buenos ojos ante los Valar, no por que reprueben a los mortales, ni les tengan algún tipo de menosprecio, sino que son muy diferentes el uno del otro, pero además de la diferencia de vida, y costumbres, el mortal tiene poco desarrollado los principios y valores como nosotros los Eldar. El ser de raza élfica, corre el riesgo de ser tratado mal, golpeado cuando ha entregado su corazón, y nunca responderá con otro golpe por que su amor incondicional se lo impide. También, como en este caso, la infidelidad puede matarle poco a poco de tristeza, por que cuando él puso toda su confianza, su otra mitad le ha traicionado"
El corazón de Aragorn se hizo un nudo y los ojos del rey se humedecían, pero ninguno pudo atestiguar ni lo uno ni lo otro. Lord Elrond continuó.
"En la unión de dos seres, en la ceremonia antes los Valar y los mortales, se tienden lazos, lazos que por una y otra parte forman parte de amor y confianza en uno y el otro. Tu tendiste un lazo hacia Legolas, de amor incondicional, él, tendió otro hacia ti, igual o más fuerte que el tuyo. Lazos que les mantenían unidos e inesperables a pesar de las distancias y el tiempo."
Thranduil bajo la cabeza, sólo los mares podían alejarle lo suficiente de la tristeza, pero Legolas no había querido tomar ese camino, con Auril como heredero al trono de Gondor, no podía abandonar la Tierra Media. Con frecuencia, Valinor era el destino de aquellos que sufrían en cuerpo y alma sin cura alguna que les ayudara a sanar.
"Con tu traición, has roto el vínculo que te mantenía atado a Legolas, no dudo que él lo haya sentido y haya saboreado lo amargo de la infidelidad, un dolor tan fuerte, que en un elfo, puede traerle la muerte. Auril ha servido para mantenerle con esperanza y con vida. En cambio, Legolas seguía atado a ti, encadenado a tu corazón aunque tu le hayas despreciado"
Aragorn apoyó su cabeza entre sus dos manos, por que quería ocultar la humedad de sus ojos y les cerraba para que la evidencia no saliera a flote.
"Él se apartó de ti, por que a tu lado, su dolor crecería mas por el contacto, por los besos y caricias que tu le darías para ganarle de nuevo. No lo soportaría."
- Yo le amo… – se escuchó murmurar a Elessar – Le amo mucho…
"Tu amor ahora no sirve para salvarle. Tu te has liberado de él, pero él de ti no…"
- No… - murmuró Aragorn en voz baja, tratando de negar con la cabeza lo que estaba a punto de escuchar, y lo que su corazón le decía a su pesar – No…
"Ahora que Auril ha nacido, que no tiene la fuerza suficiente para seguir, sigue atado a ti…"
- No…
"Y tu visita inesperada no ha hecho mas que acrecentar su dolor, por eso mismo te negamos su presencia. Tú le podías matar con caricias, palabras y besos. Sigue atado a ti, y el ancla que lleva en su corazón se ha vuelto muy pesada, tanto, que en pocos días morirá si no se ha librado de ti"
- Pero… pero yo he venido… ¡He regresado por él! – exclamó Aragorn levantando la cabeza y mostrando sus lágrimas a su padre - ¡yo deseo unirme nuevamente a él!
- Aragorn, entiende que lazos nuevos no deben de ser forjados sobre los viejos, ¡él no puede unirse a nadie más sino se ha liberado de ti! – advirtió Lord Elrond levantando la voz a su vez. – Legolas morirá en poco tiempo, sino es libre de tus ataduras
- ¡Entonces que se libere!, - replicó Aragorn poniéndose de pie - pero no pasara mucho tiempo antes de que nos volvamos a unir ¡Yo le amo y creo que él nunca ha dejado de amarme!
- Es cierto… nunca ha dejado de amarte. – añadió Thranduil volviéndose al fin – Tanto te ama, que ha esperado a hablar contigo para hacerte conocedor de su decisión de seguir adelante. Por Auril, por él sólo lo hace.
- ¡Ya debería de haberlo hecho! Si es por el bien de los dos… de los tres, si es por el bien de todos, ya debería de haberlo hecho… ¡No entiendo por que tenía que esperar por mí!… Yo le amo y deseo que viva para que formemos una familia, como lo que siempre debimos ser.
Lord Elrond frunció el ceño. Aragorn no parecía entender. La mirada de Thranduil había adquirido un brillo singular, tal vez, el castigo más aterrador para Aragorn se acercaba y él no había tenido que mover un sólo dedo para ejercerle. La justicia se hacia presente por si sola.
- Aragorn, no sé si mis palabras han sido muy confusas para ti, no sé si has tenido bien en claro, como es que Legolas debe de librarse de sus vínculos.
- Supongo que algún tipo de ceremonia, algún rito antes los Valar.
- Los altísimos no romperán lazos para después unir unos nuevos, la justicia debe de permanecer por dolorosa que sea.
- Entonces, no entiendo como es que se hará el ritual.
- No es ningún ritual, ni ceremonia – añadió Thranduil clavando su mirada en el rey mortal –Legolas se liberara de ti, de la misma forma en que TU te liberaste de él
- Pero como…
La palidez del rostro de Aragorn hizo saber a ambos señores que había logrado entender.
- ¡NO! ¡Legolas no dormirá con otro! Eso deben de tenerlo por seguro. – exclamo furioso – ¡ÉL ES MI ESPOSO Y NO DEJARE QUE NADIE MAS LE TOQUE!
- Si no lo hace morirá.
- Entonces seré yo quien este con él.
- Es absurdo, lo matarías si tienes contacto de esa clase, le hundirías cruelmente
- ¡Él no puede estar con nadie más! ¡Es mi esposo! ¡No lo consentiré, no lo dejaré!
Las lágrimas caían de los ojos acerados de Aragorn, por que le dolía mucha esa solución, por que los celos le invadían y ni siquiera había pensado en esa opción. Nunca pensó, nunca creyó… Le dolía mucho.
- ¡Elessar! ¡Eso debiste pensar cuando tus manos se posaban en alguien más!
- ¡Esto es absurdo! ¡Es una venganza que traman contra mí! Estoy seguro de ello.
- ¿Cómo te atreves a acusarnos de mentirosos, ESTEL? – preguntó Elrond iracundo por las palabras insensatas de su hijo adoptivo.
- ¡NO! ¡NO QUIERO! ¡NADIE TOCARA A LEGOLAS POR QUE JURO QUE ACABARE CON SU VIDA!
- ¿Prefieres entonces ver a mi hijo muerto? ¿Es lo que quieres? ¿Amarle sin vida?
- No, yo le amo, pero no quiero… no puede… ¡NO PUEDE!...
Aragorn salió del salón del trono con el rostro bañado en lágrimas, Lord Elrond llamó por él pero no respondió, Thranduil iba a llamar a los guardias pero la mano del señor de Imladris, le detuvo. Era tiempo de que Aragorn y Legolas hablaran. Aun así, sugirió que enviara a unos guardias que estuvieran prevenidos, cerca de la habitación del príncipe, por si los celos de Aragorn llegaban más allá de lo esperado. Pero el amor entre ambos era tan grande, que lo dudaba, no por eso dejaron de enviar guardias a la habitación que ocupaba Haldir.
Aragorn llegó a la habitación de Legolas, y sin pensarlo le abrió, no se encontraba nadie allí, fue rápidamente a la habitación de Auril y casi tropieza con Lara que salía después de revisar la circuncisión del pequeño príncipe. Lara se sorprendió de verle, y aun mas por el rostro pálido y lleno humedecido del rey de Gondor, quien al ver su rostro, limpió con la manga de su camisa sus rastros de humedad. Lara le cedió el paso, frunciendo el ceño ante la actitud tan rara del mortal.
Legolas se encontraba con Auril en brazos, hablándole con ternura mientras su mano derecha acariciaba sus cabellos ondulados, Auril tenía un puchero en su rostro, por que le dolió el día anterior, Lord Elrond había sido preciso y rápido, pero no por eso dejaba de dolerle al pequeño, Lara le había examinado y le molestó un poco haciéndole llorar.
- Vamos, bebé, ya paso, mi hermoso Auril, no llores por favor.
El bebé Auril suspiraba, y sus gemidos de tristeza arrancaban una melancólica sonrisa en Legolas. Le dio dos besos, en su frente y mejilla, y pudo sentir el calor de su piel suave y tersa.
- Duerme mi amor. Ya… mi pequeño y valiente Auril, necesitas dormir.
Y Legolas le arrulló entre sus brazos, cuando advirtió que alguien le observaba desde el umbral de la puerta.
Aragorn le había visto hablar con el bebé, había visto la tristeza en Legolas cuando su mirada se cruzaba con la de su hijo, a quien no deseaba abandonarle.
Legolas se asombró, detuvo un momento su arrullo para indicarle a Aragorn que no hiciera ruido, le siguió arrullando hasta que consiguió dormirle, Auril aun suspiraba en su sueño cuando le puso en su cuna. Encima de ella, cuidadosamente afianzado, colgaba el pequeño arco y carcaj traído de Lorien. Aragorn reparo en él, por que cuando partió no estaba allí, el brocado de oro no era típico así como la madera blanca de los mallorn.
- Buen día… mi amor – saludó Aragorn
Dio unos pasos para abrazar y besar a Legolas pero este dio dos pasos atrás evitándole. Aragorn detuvo su trayectoria al ver esta reacción. Le dolió el rechazo.
- Elessar, pensé que no llegarías a tiempo.
- Aquí estoy, amor, por ti y mi hijo, he regresado por los dos – respondió Aragorn sonriendo.
Legolas reunió todas sus fuerzas, el sólo ver sus ojos grises y brillantes le robaban el aire, sentía fatigarse, pero sostenido a la cuna de Auril tomaba fuerzas para seguir.
- Me alegro de tu llegada, por que... necesito hablar contigo, creí que no te vería llegar y tal vez hubiera sido mejor que hubieses tardado, pero…
Aragorn se acercó un paso más. Legolas apretó el pretil de la cuna.
- No, no te acerques, por favor. – indicó Legolas con la mano.
- ¿No puedo besarte, abrazarte, mi amor? Ha pasado dos meses desde que te vi, y deseo tanto tenerte conmigo…
- Aragorn… yo… yo no puedo…
- Dime que no es verdad todo eso que me han dicho, dime que sólo quieren hacerme sufrir.
Sus miradas se fijaban en uno y otro, Aragorn suplicaba por una respuesta, por que todo fuera una cruel mentira.
- No, Aragorn… Es verdad – señaló Legolas bajando su mirada
- ¡Eso no es verdad! ¡Es mentira! Dime que es una mentira, amor… Legolas… ¡no me hagas sufrir de tan cruel manera!
- ¡Silencio Aragorn, despertaras a Auril! – exclamó Legolas acariciando la espalda de Auril que había hecho un movimiento.
Aragorn aprovecho para a cercarse a Legolas y tomarle por la cintura.
- Si no quieres que grite y despierte a nuestro bebé, tengo que estar más cerca de ti.
- ¡Quita tus manos, mortal! – exclamó Legolas temblando de ira y miedo a la vez.
- ¿Mortal? ¿Qué son esas palabras en tu boca, amor?
- Por favor, Elessar, suéltame, no deseo discutir frente a nuestro hijo. – respondió Legolas recapacitando, había querido alejarle, pero las fuerzas le faltaban cuando ahora estaba en sus brazos contra la estantería del bebé.
- Te amo Legolas – dijo Aragorn apoyando su frente en el hombro del elfo, disfrutando su calor y aroma – Te amo, perdóname, por favor.
- Aragorn… Tu sabes… tu sabes que yo también te amo. Pero no puedo seguir as
- Escapemos, salgamos de aquí con Auril, ¡no necesitamos nada de esto!
- No entiendes… yo… no puedo…
Legolas desfalleció en sus brazos, pero no por completo, por que la cercanía el contacto de Aragorn le hacía mucho mal y las fuerzas le abandonaban. Ambos cayeron al piso, por que Aragorn poco a poco se deslizaba para no dar un mal golpe al caer.
- Te amo, Aragorn… pero debe hacerlo
- ¡No, yo no quiero que lo hagas! ¡No quiero que nadie más te toque!
- Aragorn…
Elessar le apretaba contra su pecho, como si alguien quisiera arrebatarle de sus brazos.
- Te amo, Legolas, te amo mucho… no resistiría… ¡no consentiré en que nadie te toque! ¡Eres mío! ¡Sólo mío!
- Aragorn…
Las palabras llegaban a lo más profundo del corazón de Legolas y le tomaban como ciertas, le hacían feliz pero a la vez desdichado, por que le partían el alma, a cada caricia suya. Estaba muriendo poco a poco en su presencia. Mientras Aragorn lloraba, y abrazaba a su elfo como el niño a su juguete preferido. Nunca le dejaría, nunca nadie tocaría a su elfo.
- Entonces… ¿Entonces… quieres que muera? ¿No me quieres vivo, amor…? – preguntó Legolas luchando por no enflaquecer
- Pero no puedo… no quiero que nadie mas te toque, sólo yo… ¡S"LO YO!
- Ssssh…
- Es que eres solamente mío… es que siempre te he amado, perdóname, Legolas haré lo que quieras, lo que desees, si quieres, golpearme, si quieres lacerarme, pero no me importa, con gusto sufriré cada dolor tuyo si me perdonas y vuelves a mi, mi amor.
- Pero Aragorn… yo moriré… me quedan pocos días… ¡me estoy muriendo!
- No mi amor, no morirás… ¡no lo harás!
- Tal vez… tal vez es lo que deseas… tal vez… tal vez quieres librarte de mi… para siempre… - murmuró con tristeza Legolas entre sus brazos
- Legolas no digas eso…
- Tal vez… así ya no me interpondré entre ustedes… Pero mi hijo…
- ¿Qué dices? ¡Ni se te ocurra pensarlo Legolas! ¡Ni se te ocurra pensarlo siquiera! – exclamó Aragorn furioso
- ¡Yo quiero vivir! ¡Deseo ver a mi Auril crecer, deseo verle caminar, escuchar su voz! – declaró Legolas mostrando su mirada con lágrimas a punto de caer.
- Lo verás mi amor… Lo verás… - aseguró Elessar sonriendo. Sus lágrimas ya caían.
- Entonces… ¿Por qué no me dejas, por que me atormentas con tus caricias?
- Por que te amo… y tal vez soy muy egoísta… Legolas…
Sus miradas se encontraron nuevamente, Elessar tomó aire antes de dar su decisión. Era lo más difícil que había hecho en toda su vida, antes le mataría que dejar que alguien mas le tocara, pero su amor por Legolas era mas grande. No importaba una noche, si ellos tendrían toda la eternidad para amarse.
- Bien mi amor, está bien. – dijo Elessar casi en un suspiro - ¿Sólo será una noche, no es cierto? – añadió tratando de animarse a su pesar.
- Si, no se necesita nada más.
- Pero… - titubeo Aragorn, la duda en su mirada – ¿No quedaras unido a esa persona por el hecho de compartir su cuerpo?
- No, Aragorn, si es una sola vez, no corro ese riesgo, y además, Lord Elrond se asegurara de que no haya ataduras para la otra persona.
- Muy bien… Espero que así sea… y… ¿Y será… hoy? – preguntó frunciendo el ceño.
- No, hoy no… aun no se lo he preguntado. – respondió Legolas bajando la cabeza. – es difícil por que no quiero herirle.
Elessar frunció el ceño, ¿quién podría ser el elegido de su esposo?
- ¿Y a quien tienes en mente para…?
Legolas tomo aire, acababa de presentarse alguien mas.
- Legolas… - dijo Haldir entrando repentinamente a la habitación. Se quedo petrificado al verlos a ambos en el piso, Aragorn con lágrimas en los ojos, y Legolas mirándole asombrado.
TBC…
*~~~~~~*~~~~~~*~~~~~~*
N/A: Espero y no enojen mucho conmigo Ô.ô… snif… pero así le tenía pensado, yo advertí que Legolas no había roto su "lazo" con Aragorn en anteriores capítulos. Otra cosa, ¿les gustaría un slashito entre Elrond y Thranduil? Es que yo les considero muy serios y señores, para eso. ^_^
Algunos reviews no aparecen, pero llegaron sanos y salvos al mail. ¡Gracias!
Balrog of Althena.- Bueno, la historia sólo se complica un poquito. ^-^
Ayesha.- Así es Haldir normalito, bueno, jaja.. Al menos para mí, pero luego cuando ya tome confianza, todo toma su ritmo.. :-P
Legolas12.- Supongo que con esta capítulo ya captaste mejor el mensaje, es que el anterior lo hice con la intención de no revelar mucho, sorry.
Kea Langrey.- ¿sospechas? Bueno, no todo es como parece, snif. Daguel aun no ha muerto.:-S
Nina.- ¡Si! Es buena la opción que das, pero aun no. ^_^
Laripochi.- ¡Oh! Pobre Aragorn, sufrirá por que se lo merece, pero me da penita, también.
Alym.- ¿Verdad que es bonita la "ceremonia"que tendrá que hacer Legolas? ^_^ No te apures, Haldir no saldrá perjudicado.
Shanna.- Ya has visto que es lo que tiene que hacer Legolas para salvarse, snif… ¡Pobrecito!;_;
Rosie-Posie.- ¡Gracias por leer! Y más aun por tomarte el tiempo de dejar reviewcito. El elfito sufre, pero entretiene. :-P
Daniela Bloom.- tus dos reviews llegaron, no problem. Qué bien que estés mejor de salud. Sobre Haldir pienso igual que tu. ^_^
Kel.- No te deprimas, será un final feliz, pero con algo de tristeza. ;_; Espero y sigas leyendo. ¡Besos!
Txiri.- Me gusta la pareja Haldir/Legolas después de la de Aragorn/Legolas, por eso me gustan los tríos amorosos.
Forfirith.- Creo que este capítulo sirvió para despejarte las dudas, ¡no os pongáis tristes! ;_;
Angad_666.- ;_; Y seguiré esperando, al cabo y te tengo en mis alertas. Slashfnet aun no consigue servidor, creo. Así que a ponerse a escribir, ¿ok? :-D
Foxy Prateada.- ¡Ah! Creo que la venta de Haldir como antidepresivo serviría bastante, estoy seguro y muchas querrían uno. ¡Así que a la fila! :-D
Arima Chan.- Tu voto cuenta, así que espero no decepcionarte. Slashfnet anda en proceso de cambio, y aun no hay nada. Y nop, sorry, yo no escribo de HP.
Bishoujo-Hentai .- ¡Yo te apoyo! ¡Yo también quiero slash! Lemmoncitos para variar. ^_^
Nessimelle.- Daguel fuera de la vista, por el momento. Aragorn *snif* bueno, ya sabes. ;_;
Monce.- Pues a mi me encantan las escenas de celos, y creo que no faltaran. ^_^
Abysm.- ¿Por qué será que todos extrañan a Daguel? Ô.ô. Pobre de mi Haldir, Pobre de mi Aragorncito… pobre de Legolas… snif.
Akhasa.- ¡Sí! Me gustan los celos… jejeje… Creo que muchas se fijaron en esa línea entre Elrond y Thranduil. ¿Haré un slashito?
Any .- Gracias por los dos reviews.¿Por el temor? Ya sabes que yo soy dulce, linda y tierna, y jamás le haría daño a mis elfitos. Sólo un poquito. ^_^ Besos.
MelianWB.- Faltan pocos capítulos, no sé cuantos, pero son poquitos. Besos.
Iona.- Si Legolas lo quiere mucho, y bueno, ya has visto como reaccionó el rey.
Lanthir.- Por suerte sé como salir del aprieto, sino ni loca lo escribía. ^_^ ¡Mil besos!
Grillo.- Tanto como casarse, no, pero Legolas se necesita "deshacer" de Aragorn de una manera que tal vez te agrade. ^_^ Y nop, no he hecho ningún fic entre Thranduil y Elrond. ¿Lo hago?
Lara_Ethernal_Anjiru.- Me temo que el pobre Haldir tendrá que sufrir tu castigo; _; ¿Es necesario hacer un fic slasheadito entre los señores elfos? ö.
Free.- Gracias por el mensaje en la comunidad, espero y el siguiente capítulo, te guste también.
Yersi_Farnel.- ¿Verdad que es bonito mi Auril? ^_^ tengo un diccionario en sindarin, y otro en Quenya y otro en español. Espero que los santos me escuchen y nos den un poco de sol, snif. Por que le extraño ;_;
