MAS QUE SOLO SENTIR
INTRODUCCIÓN:
ODAIBA, 1986.
Por las concurridas calles, va caminando; la guardia le ha tocado a él, no es la primera vez pero también sabe que no es la última vez que se encontrará en ese lugar.
- Hotaru, por favor cálmate...- decía la mujer a su bebe, pero este no hacía caso. - Está enfadada, debería de ir a casa con ella...- dijo un hombre. - No podemos volver a casa.- dijo la mujer con cierto desaire. - Por qué?- preguntó él. - Solo no podemos volver.- respondió la mujer. - Kim!- se escuchó un gritó ronco, la mujer se aterró, toda ella temblaba. - Lle-llévatela...- dijo kim, mientras le entregaba a la pequeña a él. - Pero...- dijo él. - Estará mejor contigo que conmigo...- dijo y se fue corriendo.
ODAIBA, 1987.
En las afueras de un edificio, justo en la planta baja, se oye el llanto de dos pequeños, solamente opacado por los rayos y el azote de la lluvia. Mientras ella caminaba, pensaba que era injusto que la guardia le haya tocado en un día lluvioso, eso sí, tiene sus cinco sentidos agudizados por si algo llegase a suceder, de pronto empieza a escuchar el llanto de dos pequeños, corre y busca con ahínco, encontrando a dos pequeños solamente resguardados por una vieja caja. - Me parece que a ustedes tampoco les gusta la lluvia...- dice ella con una ligera sonrisa, los pequeños dejaron de llorar.- pequeños que hacen aquí?- no hubo respuesta.- no puedo dejarlos aquí, aunque esté prohibido que los lleve conmigo...pero mi deber es proteger la vida en mi mundo y aquí... Tomó a los pequeños y se los llevó consigo.
ODAIBA, 1988.
El caminaba, con desgano, aunque eso era opacado por la alegría de estar ahí, por primera vez. Se tropieza con algo, nota que es una muchacha de su edad mas o menos. - Estás bien? - Claro, no fue nada...- dijo el sonriendo. - Que bueno...- dice ella. - Oye que bonita tu bebe...cómo se llama? - Se llama Licca...- dice ella con una sonrisa. - Muy bonito nombre...- dice él. "Algo pasa". Piensa el. "algo no anda bien". Se repite constantemente en su mente. - Quieres cargarla? - No podría... - Claro que sí...- dice ella y le entrega a la niña. - Bu-bueno...- dice confundido. - En ti vi una luz, se que contigo estará bien...- dijo la muchacha, se desplomó. - Oye!- exclamó él, pero la chica no reaccionó, vio a la bebe y luego a la chica en el suelo y simplemente se fue.
ODAIBA, 1990
Sus cinco sentidos estaban alertas, su rostro estaba lleno de polvo, pronto escuchó un estallido, seguramente de proveniente de una explosión, corrió hacia donde su oído le indicaba que provenía el sonido. No había nada, solo una nube de polvo, pero no estaba el enemigo, pronto escuchó un llanto, el de una niña, se acerca, encima de la pequeña había una mujer, se notaba que lo que intentó en sus últimos minutos de vida habían resultado salvar a la pequeña, se retiraría y se dio la media vuelta, pero algo la hizo retroceder, el sentimiento de culpa, pues si ella no hubiera permitido que el enemigo escapara esa pequeña aún estaría con su familia completa, se dirigió hacia donde estaba la niña y la tomó y la llevó consigo.
ODAIBA, 1994.
Aunque el viaje fuera corto era demasiado cansado, para ella, se estiró un poco y se sentó simplemente, pero siempre alerta, suspiró y cerró los ojos, cuando los abrió en la entrada del callejón donde se encontraba había una pequeña niña, se acercó a ella. - Hola, y tus papás?- preguntó, pero sabiendo que no recibiría respuesta.- Ellos deben de estar muy preocupados...- dijo con una sonrisa, sintió aquella presencia, tan repudiada, tomó a la pequeña solo para salvarla llevándola a su hogar, luego regresaría y buscaría a los padres, algo que no sucedería.
INTRODUCCIÓN:
ODAIBA, 1986.
Por las concurridas calles, va caminando; la guardia le ha tocado a él, no es la primera vez pero también sabe que no es la última vez que se encontrará en ese lugar.
- Hotaru, por favor cálmate...- decía la mujer a su bebe, pero este no hacía caso. - Está enfadada, debería de ir a casa con ella...- dijo un hombre. - No podemos volver a casa.- dijo la mujer con cierto desaire. - Por qué?- preguntó él. - Solo no podemos volver.- respondió la mujer. - Kim!- se escuchó un gritó ronco, la mujer se aterró, toda ella temblaba. - Lle-llévatela...- dijo kim, mientras le entregaba a la pequeña a él. - Pero...- dijo él. - Estará mejor contigo que conmigo...- dijo y se fue corriendo.
ODAIBA, 1987.
En las afueras de un edificio, justo en la planta baja, se oye el llanto de dos pequeños, solamente opacado por los rayos y el azote de la lluvia. Mientras ella caminaba, pensaba que era injusto que la guardia le haya tocado en un día lluvioso, eso sí, tiene sus cinco sentidos agudizados por si algo llegase a suceder, de pronto empieza a escuchar el llanto de dos pequeños, corre y busca con ahínco, encontrando a dos pequeños solamente resguardados por una vieja caja. - Me parece que a ustedes tampoco les gusta la lluvia...- dice ella con una ligera sonrisa, los pequeños dejaron de llorar.- pequeños que hacen aquí?- no hubo respuesta.- no puedo dejarlos aquí, aunque esté prohibido que los lleve conmigo...pero mi deber es proteger la vida en mi mundo y aquí... Tomó a los pequeños y se los llevó consigo.
ODAIBA, 1988.
El caminaba, con desgano, aunque eso era opacado por la alegría de estar ahí, por primera vez. Se tropieza con algo, nota que es una muchacha de su edad mas o menos. - Estás bien? - Claro, no fue nada...- dijo el sonriendo. - Que bueno...- dice ella. - Oye que bonita tu bebe...cómo se llama? - Se llama Licca...- dice ella con una sonrisa. - Muy bonito nombre...- dice él. "Algo pasa". Piensa el. "algo no anda bien". Se repite constantemente en su mente. - Quieres cargarla? - No podría... - Claro que sí...- dice ella y le entrega a la niña. - Bu-bueno...- dice confundido. - En ti vi una luz, se que contigo estará bien...- dijo la muchacha, se desplomó. - Oye!- exclamó él, pero la chica no reaccionó, vio a la bebe y luego a la chica en el suelo y simplemente se fue.
ODAIBA, 1990
Sus cinco sentidos estaban alertas, su rostro estaba lleno de polvo, pronto escuchó un estallido, seguramente de proveniente de una explosión, corrió hacia donde su oído le indicaba que provenía el sonido. No había nada, solo una nube de polvo, pero no estaba el enemigo, pronto escuchó un llanto, el de una niña, se acerca, encima de la pequeña había una mujer, se notaba que lo que intentó en sus últimos minutos de vida habían resultado salvar a la pequeña, se retiraría y se dio la media vuelta, pero algo la hizo retroceder, el sentimiento de culpa, pues si ella no hubiera permitido que el enemigo escapara esa pequeña aún estaría con su familia completa, se dirigió hacia donde estaba la niña y la tomó y la llevó consigo.
ODAIBA, 1994.
Aunque el viaje fuera corto era demasiado cansado, para ella, se estiró un poco y se sentó simplemente, pero siempre alerta, suspiró y cerró los ojos, cuando los abrió en la entrada del callejón donde se encontraba había una pequeña niña, se acercó a ella. - Hola, y tus papás?- preguntó, pero sabiendo que no recibiría respuesta.- Ellos deben de estar muy preocupados...- dijo con una sonrisa, sintió aquella presencia, tan repudiada, tomó a la pequeña solo para salvarla llevándola a su hogar, luego regresaría y buscaría a los padres, algo que no sucedería.
