CAPÍTULO 7: COMPETICI"N

Traducido por: Isaac Sotillos Alonso

"Para el profano, el propósito de una competición ecuestre, se trate de una carrera, carrera de obstáculos, saltando, o incluso en el polo es determinar cuál es el mejor caballo. El jinete, sin embargo, sabe que las competiciones son ganadas por el mejor equipo de caballo y jinete... sin confianza entre ellos, ni el caballo ni el jinete pueden desarrollar todo su potencial..."

Domando al Caballo: La guía del jinete.

"¡TE!" "¡Crash!"

"Hey, Akane."

Akane se volvió. "¿Hai, Sensei? Adoro la mirada que me lanza cada vez que digo eso. " Dejó los fragmentos del destruido bloque de hormigón y subió los escalones hacia dentro del dojo.

Ranma ajustó un poco el cinturón de su gi. "Ya que Kasumi no está entrenando hoy con nosotros, quiero probar algo distinto." Akane levantó una ceja. "No, en serio. Tu sabes de auras, ¿Cierto?"

Akane sintió un hormigueo eléctrico de excitación. Por fin él va a enseñarme. "Un poco." Dijo ella, tan despreocupadamente como pudo.

Ranma notó que ella estaba temblando ligeramente de miedo, de arriba abajo en las bolas de sus pies y sonrió afectadamente. "Cálmate y presta atención. Cuéntame lo que sepas."

Akane se controló a si misma. "Bueno, está el aura de combate de Happosai, y la cabeza de demonio de papá, y Oji-san hizo aquel panda enorme en aquella ocasión, y por supuesto está el Hiryu Shoten Ha que haces tú, y - ¡Oh, Ranma!¡¿Al fin me vas a enseñar cómo hacer eso?!"

Ranma alzó una mano. "¡Cálmate, he dicho! Jeez, la razón de que no te hubiera enseñado nada de esto todavía era porque terminarías perdiendo el control. Normalmente por mí." Añadió.

"¡Bueno, si no me hicieras enfadar, no me enfadaría!"

Ranma la lanzó una mirada disgustada. "¿Esperas que tus enemigos sean siempre amables?" Akane se congeló, boquiabierta, mientras digería las implicaciones. "Sip, ahora lo entiendes. Estás llena de poder, tan sólo desconoces cómo usarlo. En cierto modo, estalla cuando te enfadas, pero entonces haces lo que tu poder quiere que hagas, no lo que tú quieres. Eso creo. Eso espero."

"Oh..." Akane pensó sobre aquello. "Tú no haces ninguna de estas manifestaciones visibles del aura. ¿Por qué no?"

"Esa es una buena pregunta." Ranma se encogió de hombros. "Quiero hacer que mis oponentes piensen que soy mas débil de lo que soy, no más fuerte. Quiero sorprenderles, no animarles." Sonrió repentinamente. "No voy a enseñarte a hacer cabezas de demonio. Eres suficientemente aterradora tal como eres."

"Ba-a-ka."

"Marimacho." Ranma se serenó. "Tú estuviste cuando aprendí el alma-de-hielo para el Hiryu Shoten Ha, pero he ido muchísimo mas lejos desde entonces. Ven aquí y ponte enfrente de mí." Akane lo hizo. Ranma miró a través suya, y de pronto Akane sintió una ola de frío yendo hacia ella. Se intensificó. Akane se estremeció y retrocedió un poco. Niebla apenas visible apareció en el húmedo aire. Gotas de agua bajaron corriendo por los desnudos antebrazos de Ranma, y entonces dejaron de moverse, y una película de hielo se expandió sobre su piel.

"Brrr." Ranma palmeó sus brazos el uno contra el otro, y el hielo se agrietó y se estampó en el suelo. "Un poco mas y me hubiera transformado."

La boca de Akane colgó abierta. "Ra... Ranma..."

"Usé esto para... para destruir a Azafrán." Dijo Ranma quedamente, sin mirarla aún. "No hay manera de que te fuera a enseñar nada como esto hasta que estuviera seguro de que no fueras a usarlo cuando en verdad no lo comprendías." La miró a los ojos muy seriamente. "Últimamente, te estás volviendo mejor con tu temperamento, y creo que seguirás mejorando, así que creo que estás preparada... pero necesitas pensar sobre esto, porque es peligroso."

Akane asintió, igualando su seriedad. "Un montón de cosas que he aprendido son peligrosas. No he lisiado a nadie todavía. Mi control debe ser mejor de lo que crees."

"Eso espero. No te confíes demasiado."

"¡¿Y TÚ me lo dices a MÍ?!"

Ranma rió. "Muy bien. Esa idea que tuve no es peligrosa, creo. Las auras son buenas para algo más que hacer cubitos de hielo o asustar a la gente. Si lo haces bien, es como una segunda piel, y puedes sentir con ella. Si tú lo haces, y yo lo hago, entonces podemos sentir lo que estamos haciendo cuando luchamos como compañeros."

Akane pensó acerca de eso. "Creo que lo veo. ¿Cómo lo hago?"

Ranma sonrió débilmente y se sonrojó un poco. "Tú ya lo has hecho. Uh, nosotros ya lo hemos hecho."

Akane le miró por un momento, perpleja, y entonces sus ojos se abrieron de par en par. "¡Ranma!¡La primera vez que nos besamos!"

Ranma asintió tímidamente. "Y la segunda vez... y otras veces después de eso, pero de cualquier modo perdí la cuenta."

Los labios de Akane se curvaron en una pequeña, tierna, expectante sonrisa. "Creo que voy a disfrutar practicándolo."

Junko hizo señas cuando Ranma y Akane entraron en el vestuario. "Hasegawa-sensei ha colgado la lista para el próximo encuentro." Dijo mientras se acercaba a ellas. Hizo una pausa de efecto. "Vosotras estáis en ella, por supuesto."

"¡Si!" Ranma chocó las manos con Akane.

Junko sacudió la cabeza y sonrió. "Y yo creía que Michi estaba eufórica." Se recompuso. "Michi no lo logró esta vez, ni tampoco Sachi, pero Eriko y yo estamos dentro. Gracias, Ranma. No podríamos haberlo hecho sin ti."

"Aún no hemos hecho nada." Dijo Ranma lentamente. "¿Cuándo es el encuentro?"

"En una semana y media. ¿Por qué?"

"¿Cuándo suele empezar Kodachi a eliminar al otro equipo?"

Junko pensó. "Unos días antes, creo. ¿Has decidido qué hacer al respecto?"

Ranma medio sonrió. "Sip." Empezó a ponerse el leotardo. "Voy a hablar con ella."

"Hey, Kodachi."

Kodachi apartó su atención del entrenamiento. "¡Ranma-sama! Me complace verte tan bien."

Ranma se aferró al inicio informal. "Sip, tu también pareces saludable, así pues, ¿Qué te parece si esta vez dejamos que el otro equipo se presente al encuentro?"

Kodachi frunció el ceño con estupefacción por un instante, y entonces su expresión se aclaró. "Oh, eso. Qué directo eres, Ranma. Desearía que fueras igual de directo en otras materias."

Ranma pareció incómodo. "Lo que sea. La cosa es, en realidad estábamos esperando tener un encuentro en esta ocasión, y así poder ganar de verdad, en lugar de ganar por penalización."

"¿Por qué, qué 'lo que sea' estás sugiriendo?"

Ranma hizo chirriar sus dientes. "Te estoy pidiendo que no elimines al otro equipo antes del encuentro."

Ranma y Kodachi se miraron la una a la otra mientras el silencio se prolongaba. Finalmente Kodachi suspiró, apartó la mirada y masajeó su sien con un dedo. "Incluso si fuera a admitir hacer semejante cosa, lo que no hago – al menos, no aquí – no puedo ver por qué debería cambiar mis acostumbradas prácticas en esta ocasión."

Hubo una pausa mientras Ranma razonaba eso. "Algunas de las chicas tan sólo quieren competir en un encuentro de gimnasia, eso es todo." Dijo ella por fin. " También estaba pensando que podría ser un poco divertido."

"Hmm." Dijo Kodachi. "Entonces. Tú quieres algo de mí." Ranma vio el brillo en sus ojos. "Se me ocurre que si estuviese ocupada de otra manera, podría no tener tiempo ni incentivos para interferir con nadie." Kodachi miró alrededor. "Ven, Ranma-sama, apartémonos un poco para no ser escuchadas." Ella tomó el codo de Ranma delicadamente y la guió lejos de las otras gimnastas.

"Recuerdo con cariño nuestra última cita." Dijo Kodachi, muy queda. "Pero eso fue hace demasiados meses. Quizás sea para nosotros el momento de pasar una agradable tarde juntos. Mi invitación, creo que la expresión es, por supuesto."

Una gota de sudor apareció en la cabeza de Ranma. "Uh..."

"¿Tan poco atractiva es la expectativa?¿Soy tan abominable que no puedes soportar la idea de ser visto conmigo?¿Es eso?" Lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Kodachi.

"Uh, no, no es eso, es sólo..." Ranma se hundió. "Déjame pensarlo, ¿De acuerdo?"

"Ciertamente. Pero no lo pienses demasiado. Si no lo oigo de ti mañana, bueno..." Kodachi se encogió de hombros con elegancia.

"Seguro." Titubeó Ranma.

"¡¿Ella quiere QUÉ?!"

Ranma miró alrededor del dojo, esperando que Soun no estuviese escuchando, y gesticuló a Akane para que bajara la voz.. "Hey, tú estuviste de acuerdo con eso la última vez, cuando esa chica, Petunia Blanca, apareció."

"¡Y recuerda qué pasó!¡Fuiste arrollado por vacas, drogado, bombardeado con rosas y lirios, atrapado, ahumado, y pateado a través del techo, y terminaste hecho un guiñapo!"

"Tú fuiste la que me pateaste a través del techo." Dijo Ranma sombrío.

"Oh. Cierto. Sin embargo, te lo merecías. Ella estaba aprovechándose de ti"

"Y cómo esa tan sólo..." empezó Ranma indignado, entonces se detuvo y agitó las manos. "Oh, olvídalo. No es que me importe. Yo tengo suficientes peleas para mantenerme en forma. Sólo pensé que quizás tú y Eriko y Junko querrían competir."

Akane mordió su labio. "Yo quiero. Ellas quieren. Pero tiene que haber otra manera."

"Si, bueno, cuando pienses en ella, házmelo saber. No podemos vigilar el recinto Kuno exactamente durante una semana y media y no podemos protegerlas de su reacción aun cuando supiéramos quienes son todas ellas, y no podemos advertirlas por la misma razón, y aun cuando lo hiciéramos, Kodachi probablemente sea lo suficientemente buena como para eliminarlas de todas formas, ya lo ha hecho antes."

Akane le miró. "Has estado pensando de nuevo. Asombroso."

"¡Oye, tú..."

Akane suspiró. "Oh, de acuerdo. Pero prométemelo: nada de drogas, nada de bombas."

"Buena idea. Nada de vacas, tampoco."

"Y tú... ¿Prometes no besarla?"

Ranma lució convincentemente repugnado. "Diablos, apuesto a que su pintalabios es tóxico. No la besaré, e intentaré evitar que me bese. Tan sólo confía en mí."

Akane miró inquisitivamente a su prometido. "Tengo un mal presentimiento acerca de eso."

"Eso hacen dos de nosotros, entonces."

Akane daba vueltas en su cama después de que Ranma se hubiese ido a casa para cenar. Confía, dijo. Hmph. Tengo que ir para impedirle... impedirle hacer cualquier cosa. Ella evitó resueltamente a su imaginación contemplar definiciones de "cualquier cosa". Después de todo, él me ha estado siguiendo a cualquier lugar al que fui con alguien. Como Ryoga .No es que él pueda quejarse.

Animada por su razonamiento, saltó sobre sus pies y comenzó a revolver en su guardarropa. Un pensamiento desagradable la golpeó. En algunos de los sitios donde es probable que Kodachi le lleve, necesitaré un chico para evitar llamar la atención. ¡Argh!¡¿Dónde voy a conseguir un chico que pueda tratar con los tejados?!

Ella pensó en uno.

"Bienvenido al Nekohanten, ¿Uno?"

"Necesito hablar contigo, Mousse"

Mousse se bajó sus gafas sobre los ojos. "¿Akane?" Miró detrás de ella. "¿Dónde está Ranma?" Un horrible pensamiento se le ocurrió. "¡Nada va mal – él no está persiguiendo a Shampoo, ¿Verdad?!"

"¡Mantén tu voz baja!" siseó Akane. "Encuéntrame fuera." Se marchó, tan discretamente como pudo.

Mousse miró alrededor. Una habitación llena de curiosos clientes le devolvían la mirada. Algunos de ellos ya estaban susurrando entre ellos. "Ejem." Fue al ventanuco de la cocina. "Voy a tomarme un descanso.", dijo rápidamente, y se escabulló antes de poder oír nada que Cologne tuviese que decir al respecto.

"¡Por aquí!" susurró Akane cuando Mousse salió del Nekohanten.

Se unió a ella en la sombra de un poste de teléfono, sin notar que no estaba ni cerca de ser suficientemente amplio para ocultarles. "¿Qué está pasando?¿Qué está tramando Saotome?"

"Ha salido en una cita con Kodachi."

Mousse se enderezó. "Oh, ¿Eso es todo? Otra chica podría distraer de Shampoo a ese sinvergüenza lo suficiente para que yo... ¿Por qué estás gruñendo así?"

Akane se apaciguó y recordó cómo influir en Mousse. "Escucha. Él está saliendo con Kodachi en una cita de tal modo que Kodachi no pueda mandar a las gimnastas del otro equipo al hospital, así podremos tener un encuentro. Si Ranma, um, hace alguna cosa con Kodachi, romperé el compromiso. Si yo no me caso con Ranma, él probablemente se casará con Shampoo, porque no hay manera de que vaya a arreglarse con Kodachi, ¿Cierto? Tú no quieres que eso suceda, ¿Verdad? Así que tienes que venir conmigo mientras les pongo un ojo encima, porque, en realidad, una chica no puede ir a un restaurante de lujo sola. ¿Estás libre el Sábado por la noche?"

La boca de Mousse se abrió y cerró. "¿No podría simplemente encadenarle a un poste o algo por la tarde? Creo que podría encargarme de eso..." dijo quejumbroso.

"No. Ranma tiene que hacer que Kodachi pase un buen rato, maldita sea. Tan sólo necesito asegurarme de que no sea demasiado bueno. ¿Con qué parte de 'estás libre el Sábado por la noche' estás teniendo problemas?" Un pensamiento la golpeó. "Todavía me debes el ticket de la carrera del onsen. Acuérdate."

"Aaah." Mousse apretó los lados de su cabeza con fuerza y deseó estar de vuelta en China, donde la vida era sencilla si uno permanecía seco y no se enamoraba. Se obligó a centrarse. "Supongo que puedo estar libre el Sábado por la noche. Sólo es la noche más ocupada de la semana, así que ellas probablemente me castigarán, pero lo harán de todas formas, así que supongo que me lo tendré bien merecido, para variar."

Akane meneó su cabeza. Y yo pensaba que Ranma era un masoquista, pensó. "Genial. Yo pagaré. Viste algo bonito, pero estate preparado para un montón de salto de tejado. Te ver justo bajando la calle que cruza la casa de Ranma a las siete menos diez. ¡Adios!"

Mousse murmuró algo en Chino, meneó la cabeza, y regresó dentro.

En la esquina del tejado de encima suyo, Shampoo jugueteaba ausente con una caja de entregas vacía., considerando lo que acababa de oír, y deseó haber oído más de aquello. Si el estúpido Mousse va a ir a alguna parte, creo que yo también iré... sólo para asegurarme de que no hace nada que avergüence a las Joketsuzoku, por supuesto. Airen y Kodachi,¿Eh? Akane y Mousse. Shampoo y… necesito una cita. Frunció el ceño de forma atractiva. ¿Dónde se han ido todos los chicos? No es probable que aparezca Ryoga. Rechazó a Kuno sin considerarle. ¡No hay ninguno!¡No hay chicos! No... Se la ocurrió un candidato. "Aiyaa..."

Ukyo levantó la mirada mientras Shampoo pasaba adentro del Ucchan's, entonces hizo un doble encendido. "Hola, Shampoo." La recibió. "¿Cansada del ramen?"

Shampoo se deslizó sobre uno de los asientos en frente de la parrilla. "Necesitar charla privada."

Ukyo examinó su atestado establecimiento. "No es un buen momento."

Shampoo se encogió de hombros. "No decir no advertir." Se levantó y se giró.

Ukyo mordió su labio. "Konatsu."

La camarera fue para allá. "¿Si, Ukyo-sama?"

"Estate en la parrilla hasta que vuelva."

Los ojos del kunoichi se abrieron de par en par. "¡No te defraudaré, Ukyo-sama!" Se apresuró tras la parrilla. Hubo una repentina explosión de seda de luminoso color y Konatsu reapareció, con su kimono redistribuido para ser menos restrictivo. Algunos de los clientes aplaudieron mientras Konatsu ocupaba su sitio en la parrilla.

Ukyo llevó a Shampoo escaleras arriba y la introdujo en su habitación. "Así que, ¿Qué es tan urgente?" preguntó una vez que la puerta estuvo cerrada.

"Necesito cita." Dijo Shampoo, pareciendo ligeramente azorada.

Ukyo rió disimuladamente. "Ambas, tu y yo, cariño. No lo olvides, yo lo vi primero."

Shampoo sonrió con dulzura. "Airen no salir tú o mí. No mientras Akane en medio."

La sonrisa de Ukyo desapareció. "Sip. Así pues, ¿Qué tiene que ver esta cita conmigo?"

"Necesitar tú vestir como chico y citarme." Dijo Shampoo luciendo más que ligeramente azorada.

Ukyo la miró sorprendida."¡Mira, sólo porque me visto como un chico no significa que sea de esa manera respecto a las chicas! Tienes una equivocada..."

Shampoo la silenció con un gesto cortante. "No querer... ¡Aaah!¡Charla estúpida!" Se calmó con un visible esfuerzo. "No querer chica." Dijo cuidadosamente. "Necesitar CITA. Persona con quien ir restaurante lujoso."

"Oh. Bueno, entonces, ¿Por qué lo dijiste?"

Los dedos de Shampoo se flexionaron espasmódicamente. "Decírtelo." Dijo ella con voz forzada. "Decir primero."

"Eso dijiste. Ahora di por qu

Eso tomó un poco más de tiempo.

"¡Oh, Ranma, cuán atractivo luces!" se entusiasmó Nodoka, jugueteando con el corbatín de Ranma. Ranma bajó la mirada hacia su traje negro con esa corta, abierta chaqueta y fajín y no pudo sino estar de acuerdo. "Ahora, debes ser agradable con Kodachi-chan." Continuó su madre. "Recuerda, a una mujer le gusta ser manejada delicada pero firmemente."

"Yo, uh, lo tendré en mente." Se controló Ranma, sonrojándose. ¡Akane me matará si la 'manejo'de la manera que sea! Se deslizó fuera por la puerta principal. "Te veo más tarde, Mamá."

"¡Quédate fuera tan tarde como quieras!" dijo Nodoka, sonriendo. Ella cerró la puerta principal detrás de Ranma, y Ranma se relajó un poco. Alzó la mirada al cielo; había algunas nubes, sus grises barrigas iluminadas por las luces de la ciudad debajo suyas, pero no parecía que fuese a llover por ahora. Oyó el débil sonido de pies aterrizando en la calle y se giró.

"¡Ah, Ranma-sama!¡Eres maravillosamente puntual!" Kodachi posó para su inspección. Su vestido era de falda larga, elegante, y, por supuesto, negro, pero era bastante más comedido que el traje de novia negro que usó la vez que Ranma había pretendido ser su novio para la competición con Asuka, el Lirio Blanco. Un colgante de plata pendía de un lazo negro de terciopelo alrededor de su cuello. Ella le inspeccionó en respuesta. "Y bastante elegante."

Ranma jugueteó con sus dedos. "Tu luces, uh, bonita."

"Me complace que debas decir eso." Kodachi produjo una rosa negra y se acercó. "¿Me lo permitirás?"

Ranma retrocedió y miró sospechosamente la rosa. "Recuerdas lo que acordamos, ¿Verdad? Nada de rosas, nada de drogas."

Kodachi le dio una mirada que entremezclaba impaciencia y diversión. "Y nada de vacas. Confía en mí, Ranma-sama."

"Bien... de acuerdo, entonces." Ranma observó cómo ella introdujo la rosa dentro del ojal de su solapa y la ajustaba ligeramente.

"Ahí tienes. ¿Nos vamos, Ranma-sama?"

"Seguro. Así pues, ¿Dónde vamos a ir?" Ranma imitó el salto de Kodachi al tejado.

"Para empezar, tengo planeado tomar un bocado para comer. Espero contar con tu aprobación."

El estómago de Ranma gruñó por debajo del fajín. "Puedes apostarlo." Dijo él innecesariamente."¡Vamos!" Ellos revolotearon sobre los tejados.

Ranma observó furtivamente los brincos nada esforzados de Kodachi. Ella no es mala en absoluto, teniendo en cuenta esa falda., pensó. Se le ocurrió otro pensamiento. Esta claro que me alegro de que ahora Akane también pueda hacer esto.

Cincuenta yardas más atrás, Akane estaba pensando lo mismo, mas o menos. Está claro que me alegro de que ahora pueda hacer esto. La última vez tuve que seguiros por la calle. "Muévete, Mousse.", gruñó.

Mousse no contestó. Guardó su aliento y se preguntó si en esta ocasión no habría cargado un poco demasiado armamento dentro de su negra túnica.

Cincuenta yardas aún más atrás, la quijada de Ukyo colgó abierta. "¡¿Cuándo demonios aprendió Akane a saltar por los tejados?!" reclamó a Shampoo mientras seguía a la chica China.

"Tú saber Ranma entrenar Akane."

"Parece que Ran-chan hizo un buen trabajo. No sé por qué debería estar sorprendida."

"No-ru-su-ma-n." Deletreó Ranma, mirando el cartel del restaurante. "Está claro que es un barco de aspecto divertido."

"Creo que se llama falúa." Dijo Kodachi casualmente. Ella enlazó su brazo a través del de Ranma y le urgió hacia las puertas.

Ranma miró alrededor. El Vikingo lucía como un lugar lujoso; tenía un jardín interior al descubierto que lo rodeaba, en vez de estar construido justo en el borde de la parcela. Música extraña y olores extraños se filtraban fuera de las puertas.

"Buenas tardes, Sven." Dijo Kodachi a un hombre Japonés que vestía un extraño casco con cuernos en él y un chaleco lanudo.

"¡Kuno-sama!¡Bienvenida! Tu mesa está justo por aquí." Dijo el hombre efusivamente, conduciéndoles dentro del restaurante.

"¿Eres conocida por aquí?" preguntó Ranma.

"Por supuesto."

"Entonces, ¿Qué tipo de lugar es este?" preguntó Ranma después de que fueran sentados en una cabina de paredes altas.

"Escandinavo. La cuisine es en realidad un poco como la nuestra, así que no debería parecerte completamente desconocida." Replicó Kodachi. Apareció un camarero. Kodachi dijo algo que Ranma no pudo entender. El camarero se inclinó y se deslizó fuera. Kodachi devolvió su mirada a Ranma. "Esto es bastante agradable, ¿Verdad?"

Ranma se encogió de hombros incómodo. "Sip, supongo." Sofocó la sensación trastornadora. He estado en montones de sitios extraños. Miró hacia Kodachi, al otro lado de la mesa y sonrió inseguro. Al menos, no puede echarme el guante desde ahí. Ágiles dedos de los pies deslizaron hacia arriba una pernera de su pantalón y acariciaron su tobillo por encima del calcetín. "¡Yeep!"

Kodachi pareció contrariada. "En serio, Ranma-sama. La mayoría de hombres estarían encantados de tener a una hermosa mujer haciendo piececitos con ellos mientras esperan la cena. ¿Por qué mis atenciones te acongojan tanto?"

Ranma tomó bajo control la velocidad de su corazón y le dio a Kodachi una mirada severa. "Mira, yo no soy como la mayoría de los hombres, ¿De acuerdo?"

Kodachi sonrió apreciativamente. "Desde luego que no. Tú destacas de los zoquetes que pueblan este distrito como un diamante destaca en la arena. Pero eso no explica por qué continúas resistiendo mi donaire tan vigorosamente." Su sonrisa se había convertido en un gesto dolido. "¿Son mis encantos deficientes de alguna manera que no me sea apreciable?¿Tan poco atractiva soy?"

"No es nada de eso." Refunfuñó Ranma. "Yo mantengo – Tú eres – Mira, simplemente no me siento de esa manera contigo. Sabes que no. Lo dijiste cuando estábamos saliendo por esa Lirio Blanco."

Kodachi suspiró y apartó la mirada. "Si. Esperaba, y continúo esperando, que tú aún puedas descubrir algunos sentimientos hacia mi, creo." Volvió a mirarle. "Sé franco conmigo, por favor, Ranma-sama. ¿Hay alguna forma, algo que no se me hubiera ocurrido hasta ahora, que pudiera abrir el camino hacia tu corazón?"

Ranma abrió su boca y la cerró. "Podrías dejar de abrazarme." dijo cautelosamente. "Eso me exaspera de verdad."

Los atractivos labios de Kodachi se crisparon. "Si. Ya lo he visto." Su alborozo se desvaneció y le dio a Ranma una mirada seria. "Ranma-sama, si estás esperando a una insignificante, tímida florecita, una chica que vaya a esperar a que tú hagas todos los avances, no la encontrarás entre las artistas marciales de Nerima. Soy la Rosa Negra, y cojo lo que quiero. Te quiero a ti."

Ranma hizo una mueca. "Sip. No sé por qué, creo. Pero no puedes cogerme." Tuvo un repentino destello de comprensión. "Si pudieras cogerme, no creo que me quisieras."

Kodachi medio sonrió. "Quizás estés en lo cierto." Alzó la mirada. "Ah. Nuestra cena."

Los ojos de Ranma rastrearon sobre la holgada fuente con viandas de aspecto extranjero, y comenzó a salivar. No percibió al camarero hasta que una mano se estiró para llenar su vaso. ¡Hey, esa es la mano de una chica! Levantó la mirada. El camarero le guiño un ojo lejos de Kodachi. Los ojos de Ranma salieron de sus órbitas.

Un poco antes...

Shampoo y Ukyo observaban desde un tejado al otro lado de la calle cómo Mousse y Akane pasaban dentro de El Vikingo. "Explícame ese plan otra vez." Refunfuñó Ukyo.

"Ser simple." Dijo Shampoo con impaciencia. "Akane y Mousse querer arruinar cita. Nosotros querer cita ir buena. Nosotros meternos en camino Akane y Mousse. Tan simple, incluso..." Shampoo arrancó de un mordisco lo que iba a decir.

"Sigo sin entender por qué nosotras queremos que la cita 'ir buena'." Se quejó Ukyo."¡No quiero que mi prometido se cite con NINGUNA otra chica!"

"Akane número uno ahora." Dijo Shampoo ausente, observando el restaurante."Yo – Nosotras siguientes. Kodachi última. Aún cuando Ranma gustar Kodachi un poco más desde esta noche, nosotras seguir delante. Pero si Ranma y Akane gran pelea, mi – nuestra oportunidad mejor."

Shampoo y Ukyo se miraron la una a la otra. Cada una tenía el mismo pensamiento: MI oportunidad será mejor. Soy la número dos. Tú eres la número tres. Sus sonrisas fueron tan dulces como la sacarina, e igual de falsas.

"Será mejor que esto funcione." Masculló Ukyo. "He tenido que cerrar Ucchan's por la tarde."

Shampoo alzó una ceja. "¿Cuánto valer Ranma? Nekohanten cerrado también."

"Huh, ¿Entonces ahora qué?" preguntó Ukyo, desplazándose un poco y deseando por un momento haber traído su espátula, sólo por si acaso.

"Nosotras gente de lugar para comer, ¿Si? Nosotras entramos de vuelta, cogemos ropa, entramos." Ella brincó lejos, y Ukyo frunció el ceño.. Shampoo saltó de tejado en tejado hasta que aterrizó sobre la puerta trasera de El Vikingo., con Ukyo justo detrás. Descendió al suelo y se deslizó dentro mientras Ukyo esperaba.

"¡Nihao!""¡Hey...!" Thump. Shampoo regresó afuera con un camarero colgado sobre su espalda, saltó al tejado, y tumbó al camarero en las inclinadas tejas.

"No camareras." Shampoo frunció el ceño. "Yo querer ir dentro, pero tu mejor camarero." Ella empezó a desprender al infortunado hombre de su chaqueta y pantalones. Ukyo se los puso sobre su traje oscuro; el hombre era un poco más grande que ella, y el bulto extra de su traje ayudó a ajustarlo.

"¿Cómo estoy?"

Shampoo entrecerró los ojos. "Como camarero. Ir rápido." Ukyo sonrió, descendió al suelo y fue adentro. Shampoo merodeó silenciosamente sobre el tejado, buscando una rejilla de aire o una claraboya por la que pudiera ver los acontecimientos de la habitación de debajo suya, o al menos oírlos.

"Espero que esto no sea lo que creo que es." Dijo Ranma, escrutando la esfera de burbujeante líquido ámbar con sospecha.

"Es zumo de manzana." Dijo Kodachi, tomando un sorbo del suyo. "Nada de drogas, bombas... o vacas. El brillo es estético, no anestésico. ¡Oh-ho-ho-ho!"

"Pensé que quizás era algún tipo de vino o cerveza o algo." Ranma sorbió, después bebió. "Hey, nada mal."

Kodachi le estudió. "¿No bebes alcohol, Ranma-sama?"

"Nah. Te arruina. He empleado toda mi vida para tener reflejos rápidos y un control perfecto, ¿Por qué hacer algo que lo estropease? He visto lo que hace, también. Mi papá bebe, y mírale. ¡Happosai bebe UN MONT"N, y MÍRALE!" Ranma se estremeció.

"No lo... preferiría. Entiendo tu punto de vista." Kodachi hizo una ligera mueca.

"¿Qué hay de tí?"

Kodachi se encogió de hombros. "Un poco de vino o sake, de vez en cuando. Puede ser placentero, con moderación."

"Si tú lo dices." Ranma cogió otro sándwich descubierto, disparando una ojeada a través de la habitación, hacia Ukyo, de cuando en cuando.

Akane preservó su tazón de sopa (los precios de los otros artículos del menú la habían provocado un pequeño problema con su respiración.) e intentó escuchar lo que Kodachi y Ranma se estaban diciendo el uno al otro, pero su mesa al lado de las ventanas estaba demasiado alejada, y los comensales entre medias estaban demasiado comunicativos. Mousse ya había terminado su sopa y estaba esperando pacientemente; por qué, él no lo sabía, pero él había tenido un montón de práctica en esperar, y se había vuelto así naturalmente.

La mesa estaba un poco fuera de uno de los lados de la cabina, así que Akane podía ver a Kodachi, pero no podía ver a Ranma, excepto por sus manos cuando gesticulaba. Kodachi parecía estar pasando un gran rato: sus ojos estaban brillando a medida que se inclinaba hacia delante, asintiendo y riendo ocasionalmente. Cada brillo apuñalaba a Akane en el corazón. ¿Por qué no puede ese baka tratarme así?

Akane hizo chirriar sus dientes. "Acerquémonos más." Le dijo a Mousse en voz baja. "Tengo que oír lo que están diciendo."

"¿No es suficiente para ti poder verlos?" objetó Mousse

"No." Akane señaló a la siguiente cabina, más al lado de la de Ranma. "Quiero sentarme ahí."

"Pero ya hay un hombre sentado ahí..."

"¡VÁMOS, Mousse!¡Y ponte las gafas esta vez!" Akane se levantó y se dirigió a su objetivo, cuidando de no exponerse demasiado a la vista de Kodachi. Resultó ser una precaución inútil. Está mirando a Ranma con tanta fuerza, que es un milagro que sus ojos no se le hayan desprendido...

Akane se deslizó en la cabina de su elección, sonriendo deslumbrante al anonadado comensal que la ocupaba. Mousse se sentó al lado de Akane y favoreció al hombre con una inescrutable mirada, la cual hubiese salido mejor si no hubiese estado usando sus gafas.

"Mira lo que tenemos aquí." Empezó el hombre.

Ukyo, que se estaba cansando de reponer el smorgasbord,(N. De T.: Buffet Sueco) vio su oportunidad. Fue apresuradamente hacia el encargado. "Tengo un problema." Susurró. "Una pareja de clientes están formando alboroto." El encargado recogió a un par de camareros y la siguieron.

"Discúlpeme. ¿Están estas personas molestándole?" Akane miró alrededor, y vio que el encargado se estaba dirigiendo al hombre cuya cabina habían usurpado.

"Bueno, él si," Dijo el hombre, indicando a Mousse, "pero ella no. Puede estar tanto tiempo como quiera." Él sonrió a Akane con entusiasmo. La quijada de Akane cayó.

"Me temo que tendré que pedirle que se marche." Le dijo cortésmente el encargado a Mousse. Mousse miró al encargado. Mousse miró a los dos sucedáneos de vikingos detrás del encargado. Akane miró al hombre entusiasmado. Ukyo se alejó para evitar ser reconocida, estremeciéndose con la risa contenida.

"Vamos, Mousse." Dijo tranquilamente Akane. Si hacemos alguna escena más, Ranma lo notará... Mousse se encogió de hombros y se deslizó fuera de la cabina. Akane le siguió, cuidando de no pasar por la línea de visión de Ranma. Se fueron, seguidos de cerca por el encargado y los vikingos.

"Ciertamente tienes un saludable apetito." Observó Kodachi por encima de los restos de una ligera comida Escandinava para seis.

Ranma examinó rápidamente la fuente en busca de más bocados que pudieran haber escapado a su consumición, sin encontrar ninguno. "Todo el mundo me lo dice. No sé por qué." Se encogió de hombros. "Te comiste una buena porción tú sola..."

Kodachi palmeó sus labios con su servilleta y la puso a un lado. "La Gimnasia es bastante efectiva para mantener a una en buen estado, ¿No te lo había dicho?"

Ranma sonrió e irguió una ceja. "De la manera en que la hacemos, puedes apostarlo. Hey, ¿Cuál es el problema?"

"Te imploro que no hagas eso en público, Ranma-sama." Dijo Kodachi con voz ronca. "Verte sonreírme así hace hervir mi sangre. Apenas puedo reprimirme de... ¡Bueno!" produjo un abanico, lo abrió de un golpe y se abanicó.

Ranma tragó saliva. "Urk. Disculpa. Uh, gracias por el aviso."

"Suficiente." Kodachi apartó el abanico, descubrió el interior de su muñeca, y consultó un delgado reloj. "Bien, ¿Nos vamos?"

"¿Hm? Oh, claro." Ranma se deslizó fuera de la cabina, esperó a Kodachi, y la acompañó a la puerta.

"Esto es degradante." Masculló Mousse desde su sitio entre los arbustos por fuera de la puerta principal de El Vikingo. "E incómodo." Se enderezó en toda su estatura, su paciencia exhausta.

"¡Ssh!" siseó Akane, escudriñando por encima del seto. "¡Están saliendo!¡Agáchate!" Ella descendió, agarró la túnica de Mousse y tiró con fuerza. Mousse, ya agazapado, perdió el equilibrio y cayó... encima de Akane. "¡Eek!"

Ranma oyó un grito extrañamente familiar detrás del seto mientras él y Kodachi caminaban dentro del atardecer. "Espera un segundo, Kodachi." Dio un par de pasos y escudriñó por encima de los matorrales. Akane y Mousse le miraron desde su comprometida posición. "¡¿Akane?!"

"¡Ranma!¡E-esto no es lo que parece!" lloró Akane.

Ranma bufó con fastidio. "Bueno, por supuesto que no lo es. Tú sólo estás intentando ponerme celoso. ¿Pero con Mousse?¡Dame un respiro!" Retrocedió. "Venga, Kodachi, vámonos."

"Como tú digas, Ranma-sama." La voz de Kodachi era divertida.

"¡AARGH!" el rugido de mortificación y vergüenza de Akane resquebrajó la noche "¡Quita de ENCIMA mía!" Mousse apareció brevemente en una trayectoria ascendente. Akane se puso en pié, su aura llameando alrededor suya, y miró alrededor. Ranma no estaban en ningún sitio donde pudieran verse. ¡Crash! Akane se giró. "Oh, eres tú." Le dijo a Mousse, que estaba tumbado en un montículo en el suelo. "Ya iba siendo hora de que volvieras."

Mousse saltó sobre sus pies. "¡Shampoo!" lloró alegremente, abrazándola. "¡¿Qué estás haciendo aquí?!"

"¡¿Dónde ves a Shampoo?!" gruñó Akane, estampándolo contra el suelo.

Mousse se levantó despacio. "He llegado a la conclusión," dijo con toda la dignidad que pudo reunir, "que tú y Saotome os merecéis el uno al otro." Enderezó sus mangas.

Akane sonrió. "Es muy dulce de tu parte decir eso, Mousse." Su expresión cambió. "¡Aah!¡Se han ido!¡Vamos, vamos!" Saltaron al tejado de El Vikingo.

"¡Ahí!" llamó Akane, señalando. Dos figuras eran vagamente visibles, brincando sobre los tejados.

"Tendré que confiar en tu palabra." Dijo Mousse fatigadamente, rebuscando otro par de gafas en sus mangas.

Ranma siguió a Kodachi por encima de los tejados, eludiendo antenas de televisión y los extraños tendederos, hasta que llegaron a un amplio parque. Débiles luces rutilaban entre los árboles. "¿Qué estamos haciendo aquí?" preguntó Ranma mientras se frenaban hasta pasear por fuera de las puertas del parque.

"La luna pronto se alzará, y nosotros la observaremos." Replicó Kodachi. "¿Nunca antes habías estado en una vista lunar, Ranma-sama?"

"Bueno... he visto la luna montones de veces, por supuesto, y algunas veces fue realmente bonito, pero nadie nunca lo llamó 'vista lunar'."

"Bueno, no debes considerarte a ti mismo desafortunado, Ranma-sama. Estoy segura de que en algunos de los sitios donde has visto la luna en su conjunto son mucho mejor que en éste, pero éste era el mejor lugar que podemos encontrar sin hacer excesivos esfuerzos."

"Supongo." Habían llegado a la orilla de un pequeño lago en el parque. Barcos con faroles fluían de acá para allá en el agua, cada uno conteniendo una pequeña reunión de fiesteros. "Así que, ¿Cuál es la idea?"

Kodachi vagó por el muelle. "He alquilado un barco." Dijo, señalando un barco amarrado en el muelle. Tenía un remo en la popa y un toldo por encima de varios cojines planos en la parte central. Porta-faroles colgaban del toldo, y los rollos a lo largo de los bordes del toldo delataban la presencia de biombos de bambú.

Ranma miró hacia el lago. "Uh, esa no es una muy buena idea."

"¿Por qué no iba a serlo, querido?"

"Uh... bueno... tu sabes acerca de mí y el agua. Si salgo ahí fuera, es una apuesta muy segura el que voy volver como chica."

Kodachi alzó una ceja. "Pero para eso es el barco, sin duda."

"Tú no entiendes," dijo Ranma desesperadamente. "El agua, parece, encontrarme. A veces podría jurar que salta hacia mí. Iré en el barco si quieres. Sólo te estoy diciendo que es mucho agua, bueno..." se encogió de hombros.

"Asombroso." Comentó Kodachi. "Bueno, ya que ciertamente deseo que permanezcas masculino, el barco está fuera de cuestión... ¡Ah!¡Lo tengo! Hay pabellones a lo largo de la orilla del lago. Ven, contrataremos uno." Kodachi brinco lejos. Ranma se encogió de hombros de nuevo, echó un vistazo al lago y la siguió.

Akane y Mousse arribaron al parque poco después que sus presas, quedándose bastante atrás para evitar ser vistos. Observaron cómo las dos figuras mantenían una corta discusión en el muelle, después abordaron un barco y se impulsaron con el remo sobre el lago.

"Genial." Dijo Akane. "Barcos. Odio los barcos. En realidad, los barcos están bien, es caerme de ellos e irme a pique lo que no puedo soportar."

Mousse se encogió de hombros. "El agua está bien para mí, lo que no puedo soportar es el problema encontrando agua caliente después."

"Bueno, entonces, simplemente no nos caigamos." Le dijo Akane, avanzando sobre el muelle. Ella clavó los ojos en el único barco que quedaba, y especialmente a los cojines. "¡Mira esa cosa!¡Es un palacio que se las arregla para flotar!" Echó un vistazo sobre el lago. "Vamos, Mousse. Tenemos que encontrarles antes de que sea demasiado tarde."

Mousse suspiró, enrolló sus brazos dentro de sus mangas, y esperó aparte las cortas negociaciones con el guardabotes. Akane regresó, sonriente, y abordó el barco. Mousse embarcó tras ella, apartó la cuerda de amarre, recogió el remo para impulsarse, y separó fácilmente el bote del muelle. Akane le observó. "Lo haces muy bien." Dijo admirada.

"Por alguna razón, soy mejor en esto ahora que antes de haber caído en el Yazunichuan." Dijo Mousse. "¿Y ahora qué hacemos?"

"Navegaremos alrededor y buscaremos el bote de Ranma, y cuando lo encontremos, no haremos nada." Dijo Akane con determinación.

"Aceptable." Declaró Kodachi, mirando en torno al interior del pabellón. Medía cerca de cuatro yardas cuadradas, con cuatro paredes shoji y una mesa baja. Ella abrió el shoji frente al lago y se hundió para sentarse en uno de los dos cojines en el suelo. " Siéntate, Ranma-sama." Derramó té de la vasija de la mesa en una taza y la colocó delante del otro cojín.

La situación en su conjunto era demasiado acogedora para la tranquilidad de espíritu de Ranma. "Uh... oye, nada de abrazarme, ¿De acuerdo?"

Kodachi le disparó una mirada medio irritada, medio divertida. "Suenas como una nerviosa virgen inclinada a defender su castidad a toda costa." Hizo notar Kodachi. "¿A tal punto te ha afectado tu maldición?"

Ranma se ruborizó. "¡No!¡No es así en absoluto!"

"Bien, entonces, ¿C"MO es?" de repente, Kodachi miró dudosa. "Tú ESTÁS interesado en mujeres, ¿Verdad?"

"¡Pues claro! Bueno... en algunas mujeres." Una mujer. Los ojos de su mente le deleitaron con la imagen de Akane como la había visto aquel primer día en el baño, y después con una imagen más reciente de Akane mirándole feliz por algo que él había hecho. Entonces la imagen de Akane debajo de Mousse la reemplazó, y sus labios se apretaron. Baka nada bonita. Dijo que todo estaba bien. Dijo que confiaría en mí. Ja.

"Ah. No me atrevo a preguntar si soy yo una de las mujeres en las que estás interesado." Dijo Kodachi, observando a sus manos servir otra taza de té para ella.

"Bueno, mira." Empezó Ranma. " Tú no te pones caliente con cada chico que ves, ¿Verdad? Y no deberías acostarte con cada chico que te ponga caliente, ¿Verdad?"

Kodachi sonrió levemente. "No, ciertamente. Pero yo soy una mujer. Tú eres un hombre." Kodachi frunció el ceño ligeramente. "Por favor siéntate, Ranma-sama. Tener que levantar la vista para mirarte está dándole a mi cuello algunas molestias."

"Oh. Disculpa." Ranma bajó para sentarse en el cojín con las piernas cruzadas. Contempló el lago. "Realmente, esto está empezando a molestarme, cómo la gente piensa que sólo porque soy un chico, se supone que tengo que calentarme por cualquier cosa que lleve falda." Gruñó. Miró acusadoramente a Kodachi. "Los chicos del Furinkan piensan eso, mi mamá piensa eso, y ahora tú."

"Bueno, estoy acostumbrada a ser un objeto de deseo. A lo que no estoy acostumbrada es al gran autocontrol que exhibes para no responder a mis avances."

"Conoces la situación en la que me encuentro. Si respondo a CUALQUIER avance, me situaré en un mundo de dolor. No voy a acostarme con nadie a quien no am - ,uh, me guste muchísimo. Tal y como están yendo las cosas, lo mejor sería que me casara con ella, también."

"Acabas de darme otro incentivo para casarme contigo, Ranma-sama." Dijo Kodachi, sonriendo ladinamente. Ranma gruñó. "Afronta tu destino con coraje, querido. Está lejos de ser terrible, te lo aseguro. Pero me intriga que tu actitud sea más típica de una mujer que de un hombre, especialmente uno de tu edad."

Ranma comenzó a parecer enfadado. "Tú no tienes una katana, y no eres mi mamá. No tengo por qué preocuparme de si crees que soy masculino o no."

"Oh, no hay duda de mi opinión, Ranma-sama." Dijo Kodachi apasionadamente, volviéndose para encararle completamente. Ranma reconoció la mirada en sus ojos y se resignó a ser asaltado, sintiéndose culpable de que una pequeña esquina de su mente estuviera esperando. Kodachi se calmó con obvia dificultad y produjo su abanico de nuevo. Ella observó el brillo de las linternas de los barcos flotando por el lago, pero no habló.

"Mira, Kodachi, tienes que entenderlo." Dijo al fin Ranma. "Te lo dije, simplemente no me siento de esa manera contigo. No me importaría que fuéramos amigos, creo."

Kodachi rió brevemente. "He oído a chicas decir eso a sus posibles pretendientes una vez o dos." Dijo con voz controlada. "Qué amarga píldora encontrarlo en la boca del tuyo propio, creo." Suspiró. "No obstante, no has hecho nada salvo confirmar lo que ya sabía." De repente echó un vistazo a Ranma. "No pienses que me he rendido, Ranma-sama. Si puedo ser tu amiga quizá pueda ser algo más."

Ranma se combó. "¿Quizás podríamos hablar de alguna otra cosa?" dijo desesperadamente.

"Si insistes." Kodachi le observó largo rato, después apartó nuevamente la mirada hacia el lago. "Mira. La luna está saliendo." Las nubes que habían ocultado la luna estaban partiéndose. Filtrada y magnificada por millas de aire urbano, era rojiza y funesta: impresionante, pero no hermosa. En su lugar, Ranma miró a los barcos del lago, y se preguntó ociosamente por qué dos de ellos parecían estar moviéndose mucho más rápido que los otros.

"¡Más deprisa!" urgió Akane a Mousse. "Esos deben ser ellos, hemos mirado en todos los demás-" Se sonrojó, pensando sobre algunas de las cosas que habían visto mientras miraban en los otros barcos, y preguntándose si Ranma la llevaría alguna vez en un barco como ese, y que haría ella si lo hiciera.

Mousse puso más peso en los braceos del remo impulsor, pero ya estaban alcanzando al otro barco. "¿Cómo de cerca quieres estar?" preguntó.

"¡Cerca, diablos!¡ VELOCIDAD DE ATAQUE!"

Los ocupantes del otro bote se giraron sorprendidos por el grito de Akane. Uno de ellos, en un cojín, saltó justo cuando los barcos colisionaron, se balanceó en el borde por un momento con los brazos haciendo molinetes, entonces cayó. "¡Aiyaa!" ¡Splash!

Mousse dejó caer el remo. "¡¿Shampoo?!"¡Te salvaré, Shampoo!" se desprendió de su túnica y se zambulló en el agua. Surgiendo como pato, removió el agua con su cabeza y nadó derecho a por el hundido gato. "¡Wak!"

"¡¿Qué demonios estás haciendo, idiota?!" el piloto del otro bote estaba colgado en el remo temiendo por su vida mientras el bote se mecía.

Akane se la quedó mirando, sorprendida. "¡¿Ukyo?!Pero...¡¿Dónde está Ranma?!"

"¡¿Cómo diablos podría saberlo?!¿Por qué nos atacasteis?! "

"Um, creí que erais Ranma y Kodachi." Soltó Akane abruptamente.

Hubo una breve pausa. "Bieeen. Déjame verlo de ésta manera: ¿Por qué habías pensado que atacarles era una buena idea?"

"Él – Ella – Ellos - ¡Tengo que detenerlos!¡Él es mi prometido!¡No puedo dejar que ella se lo quede!" Akane se detuvo por un momento, preguntándose si ése era el método correcto para usar con Ukyo, y después siguió adelante. "Mira, tú no quieres que cualquiera de los dos, um, haga cualquier cosa, ¿Verdad? Quiero decir, estás aquí fuera para detenerlos, ¿Cierto?"

"Uh. Si. Absolutamente. Detenerlos." Concordó Ukyio, golpeada por una brillante idea. "¿Qué mas podríamos estar haciendo aquí fuera? Dime, ¿Quieres unir fuerzas?"

Akane miró alrededor. "Bueno, considerando lo que ha ocurrido con Mousse, creo que sería lo mejor."

"Mrraaooww! Mrruggl! Fft! Ft-ft-ft!"

"Wak! Wakwakwak!"

"Oh, ahí están." Le dijo Ukyo al gato, y al pato que estaba intentando rescatar al gato a pesar de sus arduas objeciones. "Mantenlo, estaré justo aquí." Impulsó el bote, se agachó, y sacó del agua a la transformada pareja. "Gosh, tenéis un aspecto lamentable." Les dijo, depositándolos en el bote y pescando sus flotantes ropas.

"Mew."

"¿Qué podemos hacer?" gimió Akane. "¡Hemos mirado en el resto de botes!"

"Bueno, si no están en los botes, ni están en el agua – creo que nos hubiésemos percatado. – eso nos deja..." Ukyo se giró y miró a la orilla oeste del lago, donde se encontraban algunos pequeños pabellones.

"¡Claro!¡Vamos!" el entusiasmo de Akane colapsó súbitamente. "De todas formas, ¿Cómo conducir esta cosa?" Se puso en pie cautelosamente y se abrió camino hasta el remo. Sus primeras y tentativas brazadas provocaron que el bote diera lentas vueltas sobre sí mismo.

Ukyo rió con disimulo, tentada de abandonarla en el lago, pero entonces recordó acerca de Akane y la natación. "Estate quieta. Nos pondremos a la misma altura y podrás subir a nuestro barco."

La luna se había apartado un poco del humo y la neblina, y estaba agradablemente anaranjada en lugar de funestamente roja. "¿No es romántica la luz de la luna?"

Ranma echó una ojeada a Kodachi y vio que ella no estaba mirando a la luna. "Sip, supongo." Él intentó un cambio de conversación. "Dime, Kodachi, ¿Por qué tuviste que transferirnos a San Herebeke, de todas formas?"

"Bueno, ¿No resulta obvio? Pensé que si podía alejarte de Kuonji y Tendo, al menos durante las horas de clase, su influencia en ti disminuiría y tú quizás comenzaras a enamorarte de mí. Hmph. Debí haber sabido que mi padre podría sabotear mi plan."

"Sip, el mío también se molestó un poco."

La mirada de Kodachi se volvió curiosa. "Debo decir que no esperaba que te lo tomaras tan bien. Debería ser espeluznante para un hombre como tú pasar tantísimo tiempo como una colegiala."

Podrías haber pensado en eso antes de haberme transferido, no dijo Ranma. "Sip, bueno, me las apañé... y San Herebeke es en cierta forma mejor colegio que el Furinkan Akane tenía razón en eso. Akane...

"Si. Imagino que también hay otras compensaciones. Todas esas chicas alrededor tuya todo el día... incluso en las duchas. Bueno, supongo que si tu autocontrol es suficiente para reprimir tu deseo por mí, no puedes tener mucho problema con las demás."

Ranma se sonrojó. "No es nada de eso." Murmuró. "De todas formas, tú no usas las duchas cuando yo estoy en ellas."

Kodachi sonrió coquetonamente. "¡Vaya, Ranma-sama!¡Estoy tan complacida de que lo hayas notado! Si deseabas contemplar mi belleza oculta, querido, sólo tenías que pedirlo."

"Urk." Ranma deslizó un dedo alrededor del interior del cuello de su camisa y se preguntó por qué la conversación le mandaba directo hacia precipicios. "Yo, uh..."

"Vivo el momento con antelación." Aflojó Kodachi, viendo que Ranma estaba a punto de salir pitando, con encuentro o sin él. "también he visto que has hecho algunas amiguitas. ¿Empezando un pandilla por ti mismo?"

"Uh, juntándome con ellas, más bien. Ellas no están mal. Un par de ellas entraron en la lista del encuentro que viene."

"Bueno, no olvides que yo soy la capitana del equipo." La voz de Kodachi era ligeramente cortante.

Ranma sonrió, pero era su inexorable sonrisa de combate. "No podría."

"Me alegra tanto que lo entiendas, Ranma-sama" Kodachi miró a la luna de nuevo.

Akane se acercó furtivamente a la parte trasera del tercer pabellón, escuchó por un momento, entonces asintió satisfecha y emitió a Ukyo una señal alta. Ukyo asintió. Akane se señaló a sí misma y señaló arriba, después señaló a Ukyo y señaló alrededor del pabellón. Ukyo asintió de nuevo y se puso en marcha silenciosamente.

Akane brincó al tejado del pabellón, aterrizó tan silenciosamente como pudo, y escuchó. Ranma y Kodachi aún seguían hablando; pudo oír sus voces, pero no pudo distinguir de qué estaban hablando. Se arrastró por el borde del tejado, dirigiéndose al frente, donde el shoji estaba abierto, esperando escuchar mejor. Ella no vio la porción de techo agrietada.

" Entonces, cuando ellos..." Ranma se detuvo y miró arriba, después encima del shoji en su lado del pabellón. Aterrizó al lado en un solo y silenciosos salto.

Ukyo estaba escuchando a escondidas sin vergüenza ninguna, en el lado del pabellón, cuando oyó a Akane resbalar. Miró arriba, vio caer a Akane, y la atrapó limpiamente.

Ranma deslizó el shoji, abriéndolo. Vio a Ukyo, en su traje de hombre, que estaba sosteniendo a Akane en la clásica pose de damisela-rescatada por la espalda-y-muslos. Miró a Akane, en su camisa de mujer azul oscura, cuyo brazo había caído naturalmente alrededor del cuello de Ukyo. Ellas se le quedaron devolviéndole la mirada. "No lo," dijo él con firmeza, "quiero saber." Cerró el shoji con delicadeza.

Akane y Ukyo se miraron la una a la otra. Akane se sonrojó. Ukyo soltó un grito ahogado. Entonces – "¡AJAJAJAJA!" Ukyo colapsó hacia atrás, dentro del jardincillo, aún rebuznando carcajadas.

Akane rodó lejos de Ukyo y yació con su cara entre las manos, esperando por un repentino relámpago que la sacara de su desdicha. Por encima de los pálpitos de sus orejas, pudo oír a Ranma decir, "Si tenías alguna otra cosa en mente después de esto, creo que será mejor que vayamos allí."

"De hecho, Ranma-sama, hay un agradable sitio Francés..." La voz de Kodachi se desvaneció mientras salían.

Ukyo finalmente se las apañó para detener su risa y se sentó. "¿Viste la expresión de su cara? Chico, seguro que desearía haber tenido una cámara. Ése era un momento Fuji si hubiese visto una." Rió entre dientes. "Hubiese pagado una noche de ganancias por una foto nuestra, también." Codeó a Akane. "Quizás deberías tomar algunas lecciones de Konatsu, ¿eh?"

"Me complace tanto que te lo pases tan bien tú sola." Dijo Akane con voz apagada. Se apoyó en sus manos y rodillas y se levantó.

Ukyo respingó por la expresión de su cara. "¡Hey, fuiste tú la única que se cayó!¿Debería haberte dejado caer sobre tu trasero?"

"Hubiese sido menos humillante." Dijo Akane, pero su rabia menguó un poco. Miró alrededor. "Se han ido, pero sólo hay un sitio Francés en la zona. Vamos."

"Primero veamos si Shampoo y Mousse encontraron agua caliente." Sugirió Ukyo. Akane gruñó un poco, pero siguió a Ukyo a la carrera a lo largo del camino.

Akane, Ukyo, Shampoo y Mousse se agazaparon en hilera en el tejado al otro lado de la calle del "Chez Jules", pareciendo un poco como elegantes gárgolas. "¿Estás segura de que éste es el lugar correcto?" preguntó escéptica Ukyo.

"Bueno, es el único que conozco." Replicó Akane.

Ukyo se encogió de hombros. "Sólo hay una manera de averiguarlo." Miró a Shampoo. "Shampoo, tú y Mousse entrad por detrás; nosotras entraremos por delante."

"Tú no dar orden." Dijo Shampoo fríamente. "VOSOTRAS ir delante. NOSOTROS ir detrás. ¡Mousse!" Ella saltó al siguiente tejado. Mousse la siguió. Akane y Ukyo intercambiaron miradas, se encogieron de hombros, y descendieron a la calle. Apenas estaban atravesando la puerta principal cuando un repentino aguacero empapó la calle.

"Suerte que ellos ya están dentro." Murmuró Ukyo. Sonrió al camarero y entonó su voz más grave. "¿Mesa para dos?"

"Wak." Mousse se desembarazó de su túnica, se ajustó las gafas y miró a Shampoo. La gata chapoteó con desgana hacia la puerta trasera del restaurante. El pato ordenó sus plumas y la siguió, secretamente agradecido de la manera en que la lluvia estaba corriendo por su espalda. Apenas estaba atravesando la puerta cuando una mano se cerró en torno a su cuello. Mousse alzó y fijó la mirada en una sonrosada cara con un sombrero de chef y un mostacho imponente. Por el rabillo del ojo vio a Shampoo atravesar tranquilamente la cocina en su mejor actitud de "Por supuesto que soy de aquí, soy una gatita."

"¡Zut!" reconvino la cara. "!Ahoga prepagagé çé canard a l'orange!" Un dedo estimuló a Mousse en un punto donde tenía cosquillas. "Hmm. Égste no es de los gogdos, pego apuegsto a que tiene çe buen sabog. ¡Hey, inútil, prepaga egste pato!" Mousse fue dejado en manos de un hombre joven con un gorro menos altivo.

"¿Cómo quiere que lo prepare?"

"¿Qué, no te gan ensegnado naga?¡Matag, egscaldag, desengplumag y limpiag!¡Vite, vite!" el Chef gesticuló efusivamente y volvió a su trabajo. "Les canards, les canards, cómo me gugstan les canards..."

Mousse observó el mostrador aproximándose. ¡Si tan sólo el 'escaldado' fuese primero! Afiladas hojas de acero centellearon entre sus emplumadas alas mientras esperaba su oportunidad. El aprendiz puso a Mousse en el tocón y alcanzó un cuchillo de carnicero. No estaba donde creía que estaba, y apartó la mirada durante un momento.

Whitwhitwhit thunkthunkthunk! "¡YAAAA!" Mousse echó a volar, dejando al pálido aprendiz grapado por las mangas al tocón de carnicero. Distinguió la puerta y escapó, jadeando. Ahora ya sé lo que siente Ryoga... Vio las pilas de tela que eran su túnica y el traje de Shampoo. ¡Shampoo!"

"Bueno, tenías razón." Admitió Ukyo. Ella miró al otro lado del restaurante, hacia donde Ranma y Kodachi estaban escogiendo del surtido de pastas de un carrito.

"Por supuesto que la tenía." Akane todavía estaba hirviendo desde el encuentro en el pabellón. Pinchó su tenedor en su pastel de cereza a la mode con excesiva violencia. Éste se escurrió y cayó en su falda. "¡Eeep!"

Ukyo estiró el cuello por encima de la mesa y miró abajo. "Oh, cariño. Mejor enjuaga eso ahora mismo, o ése vestido tan caro se desteñirá."

Akane eliminó la suciedad con su servilleta lo mejor que pudo, dejando caer el bulto en su plato, y se levantó. "NO estoy teniendo una buena tarde." Se dirigió con paso majestuoso a los aseos. Ukyo escondió una sonrisa.

Shampoo acechaba en el aseo de señoras, esperando que alguien pudiera olvidarse y dejase corriendo el agua caliente. Oyó a alguien entrar suspirando pesadamente, después murmuró con un suspiro. "¡Honestamente!". Shampoo asomó su cabeza por debajo del la puerta del retrete y observó mientras Akane miraba alrededor, mordía su labio y desabrochaba su traje. Akane se desprendió de su vestido y comenzó a limpiarlo de desperdiciado postre.

Ranma estaba distraído gesticulando con su tenedor cuando un comensal que pasaba por allí empujó la mesa, justo lo suficiente. Su vaso de agua se cayó, enviando un aluvión de agua fría sobre la mesa y en su regazo. Ranma alzó la vista a los ojos abiertos de Kodachi. "¿Ves? Te lo dije."

"Pediré algo de agua caliente." Dijo Kodachi.

"Nah. No me gusta transformarme de vuelta en público. Volveré enseguida." Ranma cogió su copa vacía, se levantó, y se dirigió a los aseos. Tomar un vaso de agua caliente del aseo de señoras, llevarlo al aseo de caballeros, transformarme... sin problemas.

Akane terminó de enjugar su vestido, tiritando en el frío lavabo, y abrió el grifo del agua caliente para caldear un poco el ambiente. Colgó cuidadosamente su vestido sobre un toallero y comenzó a secarlo lo mejor que pudo.

Shampoo vio el vapor alzándose desde la pila y actuó, arrojándose al otro lado del piso y saltando hacia la pila. Akane vio el movimiento por el rabillo del ojo, pero ya era demasiado tarde. Shampoo metió la zarpa en el chorro del grifo, ignorando el breve dolor de enviar una rociada de agua caliente sobre sí misma. De repente hubo una desnuda chica China encaramada en la pila. "¡Aaah!" Arrebató su mano del agua escaldada y la agitó. "¡Estúpida lluvia, estúpido Mousse, estupid...! Los ojos de Shampoo se posaron en el vestido de Akane. "Yo cojo vestido, ¿Si?"

"¡Por encima de mi cadáver!"siseó Akane, colocándose en frente suya y poniéndose en guardia.

Shampoo se encogió de hombros. "De acuerdo." Saltó fuera de la pila y resbaló en el suelo mojado. "¡Aiyaa!" Akane confundió el resbalón con un inusual ataque sorpresa, retrocedió para bloquearlo, y se encontró su brazo atrapado por Shampoo mientras la otra chica trataba en vano de permanecer en pié. Shampoo se cayó, y su cabeza golpeó con la fuerza suficiente para marearla. Akane cayó encima de Shampoo, extendiendo un brazo para sostenerse. ¡Goosh!

La puerta se abrió. Ranma se quedó congelado en el umbral. Shampoo, desnuda como... desnuda como..como una chica sin ropa puesta, retorciéndose en el suelo y gimiendo. Clic. Akane, en sostén, bragas y zapatos, medio tumbada encima suya, mirándome y sonrojándose. Clic. La mano de Akane esta en el... de Shampoo... "¡Waah!" Ranma apretó su nariz y salió corriendo.

Kodachi alzó la vista cuando Ranma regresó. "Ah, encontraste agua caliente. Bien." Ella notó que estaba pálido y tembloroso. "¿Cuál es el problema, Ranma-sama?"

"Tenemos que irnos ahora mismo." Dijo Ranma con urgencia. "Lo siento, pero tenemos que hacerlo." Si seguimos aquí cuando Akane salga, estamos bien muertos.

Kodachi echó una ojeada a su rebanada de torta medio empezada, se encogió de hombros y se puso en pie con elegancia. "Como desees." Se dirigió a la puerta. Ranma la siguió, lanzando nerviosas miradas hacia el pasillo de los aseos.

Un minuto después, Akane volvió, llevando un vestido mojado y una expresión de furioso embarazo. Andó muy derecha hasta la mesa de Ukyo, pero no se sentó. "Ya he tenido suficiente." Manifestó. "Si quieres mantener a Ranma fuera de peligro, ve tú sola. Yo me voy a casa."

"Se acaban de marchar." Dijo Ukyo, sorprendida. "Estaba a punto de ir a buscarte." Miró a Akane con curiosidad. "¿Qué demonios ha pasado ahí dentro?"

Los colores de Akane se oscurecieron. "NO quiero hablar del asunto. Ni ahora, ni nunca." Dejó caer dinero en la mesa y salió pisando fuerte de allí.

"Oye, Kodachi, ¿Podemos hablar?" dijo Ranma, incapaz de permanecer en silencio mientras escoltaba a Kodachi a través del oscuro parque de un templo.

Kodachi estrujó ligeramente el codo de Ranma. "No lo sé, Ranma-sama. ¿Podemos? Entre las frecuentes y súbitas interrupciones, y tus intentos por cambiar de tema, estaba empezando a preguntármelo."

"Ahí tienes razón." Admitió Ranma. "Tan solo me estaba preguntando... En primer lugar, ¿Por qué te interesaste por mí?"

"¿No tienes un espejo, Ranma-sama?" el tono de Kodachi era bromista.

"Bueno, claro, suponía eso, pero eso no es lo que quería decir. Es decir, el loco de mi viejo me prometió a Akane y a Ukyo, y Shampoo está siguiendo ésas leyes Joketsuzoku, pero tú lo decidiste por ti misma."

Kodachi permaneció en silencio por un rato mientras paseaban a lo largo del sendero de arena. Salieron a un claro donde se erguía una pagoda de cinco plantas. Kodachi alzó la mirada. "Te daré tu respuesta… ahí arriba." Dijo, soltando el codo de Ranma. Corrió hacia delante y cubrió el exterior de la pagoda hasta la cúspide en cinco saltos asombrosos: Dado que cada tejado de la pagoda era de la misma envergadura, no había asidero, y era necesario brincar directamente, agarrarse al borde, y columpiarse sobre el siguiente. Kodachi no sólo lo logró, sino que lo hizo parecer sencillo y elegante. Ranma la siguió de la misma manera.

"Esta es la razón." Dijo Kodachi cuando los dos estuvieron treinta metros sobre el suelo. El habitual tono de su voz, divertido y superior, se había ido. Ranma la miró sorprendido, y vio que su expresión también era diferente, como si una máscara que ella hubiese usado largamente hubiera sido retirada. "Tú también conoces bien el sabor de la libertad de atravesar la noche brincando, muy por encima de las cabezas de las masas aglutinadas en tierra." Pasó rápidamente su brazo por encima de las luces de la ciudad que se extendían casi hasta donde les alcanzaba la vista. "¿Dónde, en toda ella, hay un hombre que sea mi igual?¿Debería casarme con uno que requiera de escaleras para estar aquí?¿Debo pasarme la vida practicando mi gimnasia sola?¿Cómo respetar a un hombre que no pueda superarme?"

El corazón de Ranma zozobró. "Shampoo habla igual que tú."

"Quizás. Pero ella está constreñida por su Ley, yo te elegí libremente." Kodachi suspiró y apartó la mirada sobre la ciudad. "Quizás no fue tan libre como pensé. Incluso ésa primera noche en que te conocí, mostraste tan extraordinarias proezas físicas que supe que había encontrado a mi igual… en todos los sentidos. Fuiste tan galante. Tú eras todo lo que había temido no encontrar nunca en un hombre. ¿Qué podía hacer sino amarte?"

"Yo, uh…" ¡No puedo disuadirla de eso!¡Tiene demasiado sentido!

Kodachi se giró de vuelta hacia Ranma y se acercó dos pasos a él. Ella no necesitó estirarse; era casi tan alta como lo era él. Tomó su rostro entre sus manos sin prisa y le besó firmemente. "Vaya." Dijo ella. "Ahora tú tienes tu respuesta y yo tengo lo que quería." La máscara regresó. "¿Nos vamos?"

Se dejó caer del tejado sin esperar una respuesta y se balanceó hacia el siguiente. Ranma la siguió, deseando saber qué era lo que él deseaba.

"¿Te importaría entrar dentro?" preguntó Kodachi cuando ellos estuvieron en el tejado de la mansión Kuno.

"Bueno…"

"¡Saotome!¡Os he concedido permiso para sacar a mi hermana en una cita, pero eso no os autoriza a mancillar nuestro hogar con vuestra pútrida presencia, cobarde!¡Marchaos inmediatamente!"

Ranma bajó la mirada a Tatewaki. "No creo que eso funcionase." Le dijo a Kodachi, no sin cierto alivio.

"No, supongo que no." Kodachi sonrió afectadamente. "Bueno, he disfrutado inmensamente nuestra velada juntos. Debo considerar nuestro pacto cumplido. Buenas noches, Ranma-sama."

"Buenas noches." Ranma descendió de un salto, siguiendo a su corazón por primera vez en varias horas.

Akane estaba sacudiéndose y dando vueltas en su cama, exhausta pero incapaz de dormir, cuando el familiar arañazo en la ventana llegó. El pestiño se abrió por sí solo antes de que ella pudiese obligarse a arrojar las sábanas a un lado y levantarse. La ventana se abrió y Ranma se dejó caer silenciosamente, usando aún sus elegantes ropas. Cerró la ventana. Akane se reclinó hundiéndose sobre la almohada. "Has venido a reírte de mí, supongo."

"Nah."

"Bueno, ¿Por qué has venido, entonces?"

"¿Necesito una razón?¡Muy bien!" Ranma le miró furibunda y se cruzó de brazos. "¡Vine a descubrir qué demonios te hizo comportarte de esa manera!"

Akane miró a Ranma en la oscuridad. "Mira, estoy demasiado cansada como para pelear por esto." Dijo al fin. "¿No podemos simplemente olvidar en cierto modo que esto ocurrió?"

Ranma se relajó. "La mejor oferta que he tenido esta noche." Reconoció, "Y he tenido algunas de ellas."

"Apuesto a que sí." Titubeó Akane, después palmeó la cama junto a ella. "Ven y siéntate donde pueda aporrearte sin tener que levantarme."

Ranma bufó, pero se sentó cuidadosamente y se volvió para medio-mirarla.

"Nada de lo que ocurrió fue lo que parecía, ¿Sabes?" dijo Akane con una voz muy pequeña.

"Por supuesto que no lo era. Cosas como ésas me ocurren a mi todo el rato. Puede que la próxima vez me des un respiro." La voz de Ranma se paró, después comenzó de nuevo en un tono misterioso. "No obstante, quiero saber que está pasando entre Shampoo - ¡Ow! Jeez, tú ESTÁS cansada; ése estuvo muy flojo."

"Ni siquiera te quedaste a prestarme ayuda." acusó Akane.

"Parecía que os estabais manejando bastante bien - ¡Ow!"

"¡Dijiste que nos olvidaríamos de eso!"

"De acuerdo, de acuerdo. Lo siento. Jeez." Ésa escena, no es probable que la olvide pronto…

"Um… así que, ¿Cómo fue la cita?"

Ranma se encogió de hombros. "Supongo que obtuvimos lo que queríamos. El encuentro se celebrará."

"Ella no obtuvo lo que quería, ¿Verdad?"

"Bueno, ella dijo que sí…" las palabras se le escaparon antes de que Ranma pudiera detenerlas.

"¡¿Qué?!¡¿Qué ocurrió?!"

"¡Nada!¡Hey, DIJISTE que lo olvidásemos!"

"Rrraaannnmmmaaa…" gruñó Akane.

Ranma se encogió. "¡Nada!¡En serio!¡Yo no la besé, y ella sólo me besó una vez, y los tuyos son mejores!" esperó a ser aporreado nuevamente, pero por algún milagro él había dicho lo correcto, por una vez.

"¿Lo son?" la voz de Akane estaba esperanzada.

"Bueno, claro. Estoy aquí, ¿No?"

"Entonces, ¿Por que has venido aquí? La verdad." preguntó tímidamente Akane después de un momento.

"¿La verdad?"

"Eso es lo que he dicho. La verdad."

"Uh… ¿Prometes que no vas a reírte?¿O aporrearme?"

"Prometido."

"Uh… bueno… Me figuré por la manera en que estabas comportándote que quizás no descansaras con facilidad precisamente hasta que apareciera y te dijese que la cita terminó y que me iba a casa." Ranma hizo girar sus dedos.

"Ranma… eso fue muy amable de tu parte. Gracias."

En la oscuridad, sin ser visto, Ranma se sonrojó. "Claro. Así que, uh, ahora me voy a ir a casa. Te veo mañana."

Akane sintió su cama rebotar ligeramente, después oyó la ventana abrirse y cerrarse, y supo que Ranma se había ido. Maldición. Esperaba que me hubiese dado un beso de buenas noches, o al menos que tomase mi mano durante un momento. Baka. Sonrió un poco y se dio media vuelta. Ésta vez, el sueño llegó rápidamente.

El día del encuentro gimnástico era frío y nublado, pero no estaba lloviendo. Kodachi dirigió al equipo a través del portal de la Academia Teiketsu, saludando con gentileza a los espectadores. Entre el cacareo de las otras chicas del San Herebeke, Ranma y Akane formaron un hermético grupo con Junko, Sachiko, Michi y Eriko, vistiendo chándal y cargando abultadas bolsas de deportes. Estudiantes se apiñaban alrededor del gimnasio mientras ellas se acercaban, y podían oír el rumor de la multitud en el interior.

"¿Nerviosa?" murmuró Ranma a Akane.

Akane meneó la cabeza. "Excitada." Miró a Ranma misteriosamente. "¿Por qué debería estar nerviosa? Oí que mi compañera nunca pierde."

"La pura verdad." Dijo Ranma con firmeza. Michi y Junko intercambiaron sonrisas y las siguieron al interior del gimnasio.

"¡Demos una gran bienvenida al equipo de artes marciales de gimnasia rítmica de San Herebeke!" requirieron los altavoces. La multitud rugió mientras el equipo saludaba.

Ranma comenzó a vitorear mientras Eriko marcaba un K.O., derribando a su oponente con sus mazas, entonces maldijo mientras Eriko también caía sobre la lona, pillada desprevenida por el golpe simultáneo de su oponente. El gong sonó. "¡Maldición, un empate!" Saltó al ring y ayudó a Sachiko a coger a Eriko, cargándola hasta la esquina, y la despertaron, sin percatarse de la actividad alrededor de la mesa de los jueces.

"¡Ganadora: Eriko To – eh, Thompson, de San Herebeke!" bramaron los altavoces.

Ranma levantó la vista. "¿Qué?" Ranma bajó la mirada "¡Eriko!¡Has ganado!"

Eriko levantó la vista, aturdida. "¿Gané? Yo-" se sostuvo sobre sus pies, soportada en ambos lados por Ranma y Sachiko. "Pero - "

Para entonces, Akane ya estaba allí, saltando emocionada, arriba y abajo, en el suelo justo al otro lado de la esquina del ring. "¡Has ganado, Eriko!¡La parte del combate fue un empate, pero los jueces pensaron que tu forma fue mejor!"

Eriko se enderezó. "He ganado..." respiró. Miró a Ranma. "Hemos ganado... sensei." Ella saludó a la multitud, después dejó que Sachiko y Ranma la ayudaran a salir del ring.

"¡Maravilloso!" borbotó Akane cuando Eriko fue sentada y Ranma se había enderezado. Ranma sacudió la cabeza. "No sé. ¿Desde cuándo nadie tiene que decir si gano o pierdo? No me gusta."

"Bueno, me refiero a Eriko." Dijo Akane. "Conoces las reglas, Ranma."

Ranma arqueó una ceja. "Musabetsu Kakuto no es muy bueno con las reglas - "

"¡Oh, Ranma-sama!" Ranma y Akane se giraron. Kodachi estaba de pié un poco por delante de lo que parecían ser un par de idénticas chicas gemelas adolescentes, con una mano en la cadera y una enigmática sonrisa en su rostro. "Pensé que quizás os gustaría conocer a vuestras oponentes." Dijo, gesticulando con su mano libre. "Tomomi Souda, Tomoko Souda, éstas son mis compañeras de equipo, Ranma Saotome y Akane Tendo."

"Encantada de conoceros." dijo Akane automáticamente. Guau, son guapas. Es buena cosa que ahora mismo Ranma no sea un chico.

"Hey." Dijo casualmente Ranma. Buenos músculos, buen equilibrio. Podrían darnos guerra. Es buena cosa que Akane haya estado entrenando.

Tomomi escrutó a Akane. "Así que, Akane Tendo, por fin nos encontramos de nuevo." Se mofó. "¡Tú destrozaste nuestra inocente felicidad, y ahora obtendremos nuestra venganza humillándote ante toda ésta gente!"

"Indudablemente, es una gran multitud." Añadió Tomoko.

La quijada de Akane cayó. "¡¿Qué?!¡¿De qué narices estáis hablando?!"

"No me digas que no lo recuerdas." Dijo Tomomi incrédula.

"No lo recuerda." Añadió Tomoko.

Tomomi se preparó a si misma. "Bien, Akane, arroja tu mente de vuelta a un soleado día en la playa..."

"Hace diez años." Especificó Tomoko.

Repentinamente Akane recordó dónde había visto antes a ésas gemelas:

FLASHBACK:

La pequeña Akane estaba caminando a lo largo de la playa, buscando conchas, cuando vio a dos chicas con más o menos su edad discutiendo sobre algo. Se acercó apresuradamente y vio que cada una había agarrado un puñado de brazos de un pulpo con aspecto extremadamente afligido.

"¡Déjalo!¡Yo lo vi primero!" Una niña tiraba de un extremo del pulpo.

"¡Es mío!" resistió la otra.

"¡No lastiméis al pobre pececito!" lloró Akane, corriendo hacia ellas. Tropezó con un trozo de madera arrastrada por la deriva y noqueó a ambas niñas cayendo al suelo. "¡Oops!" El pulpo, reconociendo la ventosa del Dios Tako nada más verla roció con tinta en la cara a sus tormentos y salió pitando hacia la seguridad del océano, hecho un remolino de tentáculos.

"¡Lo has dejado escapar!" protestó una de las niñas, poniéndose en pie.

"¡Buaaa!" añadió la otra niña.

"¡Bueno, vosotras no deberíais haberle estirado así!" chilló Akane, avergonzada por su torpeza.

Las dos chicas la estudiaron desde sus respectivas manchas de tinta. "¿Cuál es tu nombre?" preguntó una.

"Sí. ¿Cuál?"

"Akane Tendo." Respondió esperanzada Akane. Quizás quieran que seamos amigas, después de todo...

"¡Muere, Akane Tendo!" de pronto, las dos niñitas estaban sosteniendo grandes mazos. Ellas los balancearon. Akane reaccionó como a ella le habían enseñado. ¡Pow!¡Wham! Dos niñitas y sus mazos se fueron surcando los cielos bien alto.

"Honestamente." Murmuró Akane, enderezándose desde su posición. "Alguna gente."

Ella ignoró los chapoteos distantes y fue en busca de conchas.

FIN DEL FLASHBACK

Akane pestañeó y volvió de su ensueño a tiempo para escuchar a Tomomi decirles a Ranma y Kodachi . "... así que después de que ella nos asaltara, dedicamos nuestras vidas a las artes marciales de tal manera que pudiéramos humillar a Akane Tendo cuando nos volviésemos a encontrar."

"Y ahora ella está aquí." Dijo felizmente Tomoko.

"¡No fue así!" chilló Akane. "¡Vosotras me atacasteis!" Captó una breve imagen de Ranma por el rabillo del ojo y dio media vuelta hacia ella. "¡¿Y TÚ de que te estás riendo?!"

Ranma retrocedió fuera de distancia, manteniendo levantadas las manos en frente de sus hombros pero manteniendo la sonrisa. "Hey, tan sólo es agradable ver a alguien más metido en estos líos, para variar."

Tomomi observó a Ranma. "Así que, ¿Tú eres la pareja de Akane para el combate por parejas? No sé quién eres, pero te lo advierto: escoger a Akane Tendo es escoger - "

"¿La muerte?" interrumpió Ranma, luciendo tan aburrido como si creyera haberlo oído antes en cientos de ocasiones.

Las gemelas Souda la dieron la misma mirada rara. "Menuda tontería." Se mofó Tomomi. "No, iba a decir - "

" – una violenta marimacho con un horrible carácter." Concluyó Tomoko.

Ranma sonrió de nuevo. "Dime algo que no sepa – ¡ow!" se frotó el hombro y miró enfurecida a Akane. "¡Para ya!"

Tomomi sonrió. " Hiriendo y distanciándose de su pareja, cómo no." Dijo a Akane. "Tan sólo no pienses en descalificarte."

"¡Tendremos nuestra venganza!" dijo Tomoko. Se giraron a la vez y se marcharon.

"Mola." Se regocijó Ranma. "Por una vez no soy yo. Es genial." Notó el aspecto aturdido de Akane. "¿Qué te pasa?"

"Bueno, suele ser a ti al que se le acercan perfectos desconocidos con un resentimiento que habían guardado por años y desafían a un combate salvaje, ¡Pero no a mí!"

Ranma se encogió de hombros. "¿Y qué? Patearemos sus traseros." Dijo con ligereza, dando un golpecito a su coleta sobre la espalda. Akane captó la sonrisa convencida y socarrona de su pareja, y su expresión se volvió determinada. Ranma se inclinó para abrir su bolsa de deportes, entonces extrajo una cinta y recorrió su fina, áspera seda con sus dedos. Kodachi había ofrecido abastecerlas con su arsenal, pero ambas desdeñaron emplear instrumentos trucados.

"¡Y ahora, el combate final del día!" voceó el locutor por los Altavoces. "Nuestras propias Souda Tomomi y Tomoko contra la mejor pareja del San Herebeke, Ranma Saotome y Akane Tendo!"

Akane saltó con Ranma al interior del ring. Ellas aterrizaron al mismo tiempo, se giraron y saludaron a la multitud alborozada. Akane sonrió deslumbrante, pero sintió el peso de la responsabilidad. Junko había perdido su combate, arrojada fuera del ring por una inteligente artimaña de cuerda. Kodachi había ganado fácilmente, entrelazando a su oponente en su cinta y obligándola a rendirse. La otra chica del San Harebeke había perdido, así que con la victoria de Eriko, la cuenta estaba empatada, y el resultado del encuentro dependía del combate final. Michi y Sachiko permanecían de pié, listas para abastecerlas con instrumentos.

Tomomi y Tomoko entraron en el ring con volteretas paralelas hacia delante, aterrizaron y posaron. La multitud animó. El árbitro dio un paso hacia delante. "¿Preparadas?" Miró a ambas esquinas. "¡Comenzad!" el gong sonó.

Ranma mantuvo girando su cinta en espiral y esperó a ver qué podían desencadenar las gemelas. Akane cruzó sus mazas, lista para esquivar. La gemelas tenían cada una un balón; los lanzaron sobre sus cabezas e hicieron piruetas con elegancia. "Mierda." Murmuró Ranma. "Bonita forma." Ella continuó esperando.

"¡Ataque Especial Souda!" gritó Tomomi de repente, saltando alto en el aire, seguida por Tomoko.

"¡Balones Invencibles!" completó Tomoko. Arrojaron los balones abajo con violencia, hacia Ranma y Akane. Ranma hizo giros en el aire con la cinta y Akane hizo lo mismo con sus mazas, intentando agarrar los balones y arrojárselos de vuelta, y después coger sus propios instrumentos. No salió así del todo; Ranma y Akane fueron estampadas en la lona por los balones. El lazo colgó por sí solo sobre ellas, y las mazas de Akane cayeron pulcramente en su cabeza. La multitud rugió – de risa.

"¡Ow, maldición!" Ranma se levantó, cogiendo el balón en su segundo intento, y contempló los tres hoyos a un lado. "Heh. Heh. Bonito. Muuuuyy Bonito." Miró a Akane, que estaba sobre sus pies frotándose la cabeza y levantando el balón que la había derribado.

"No más Miss Chica Bonita." Dijo Akane sonriendo. Miró a Ranma. Ranma asintió. "¡Retorno del Balón!" chilló Akane, disparando su esfera de diez kilos a a Souda de la izquierda. Ranma dejó volar la suya en ése mismo momento. Las gemelas se ladearon fuera de su trayectoria, y los balones pasaron zumbando.

Hubo un ruido de colisión en algún lugar en las gradas, y un chillido: "¡Yaay!¡Cogí un balón!" Hubo una pausa. "¿Hay algún médico?"

"¡Aros!" gritó Tomomi a sus ayudantes. Las gemelas atraparon sus aros y empezaron una elegante rutina con aro que resultó en un feroz ataque.

Ranma recuperó la cinta y dio un golpecito con él al aro de Tomomi justo cuando éste abandonaba sus manos. El aro de Tomoko se deslizó hacia Akane. Akane rodó, recogió sus mazas y bloqueó con ellas; el aro se apartó de su vista y voló lejos. La multitud aplaudió. Ranma azotó el otro aro, describiendo un amplio círculo dirigido a Tomoko, pero Tomomi lo atrapó y lo hizo dar vueltas, liberándolo de la cinta. Ranma amarró su rodilla, esperando derribarla, pero Tomoko estaba allí para rechazarla. Ranma se detuvo, girando su cinta en espiral. "Son buenas." Murmuró a Akane. "Aunque podríamos derribarlas en dos segundos si no fuese por las malditas reglas."

"¡Mazas!" gritaron Tomoko y Tomomi en estéreo.

"Genial. Simplemente genial. ¿Nos acercamos?" " Muy bien. ¡Mazas!" Las mazas salieron dando vueltas de Michi y palmearon en la mano izquierda de Ranma. Akane se puso en guardia inadvertidamente, cerca de ella. Ranma restalló la cinta con fuerza hacia la cara de Tomoko, entonces ella lo rechazó mientras se abalanzaban. ¡Whack! ¡Smack!¡Pow-pow-pow-pow! "¡Ow!"

"¡Ja!" Tomomi se regocijó desde el otro lado del ring, gesticulando con sus mazas. "Ahora comprendéis nuestra destreza y poder!¡Rendiros antes de que seáis humilladas!" "Abandonad ahora." Advirtió Tomoko, aunque un chichón había brotado de su cabeza. "¡Al diablo con eso!" gritó Akane. "¿Qué ocurrió?" preguntó quedamente a Ranma. "Bueno, TÚ me golpeaste un par de veces." Murmuró. "Ellas nos bloquearon y contraatacaron mutuamente. Condenadamente confuso, pero creo que las vi. Tío, me gustaría que entrenásemos con ellas... ¡Cinta!" gritó, la atrapó, y bajó su voz de nuevo. "Toma. Cúbreme." Akane desplegó la cinta que Ranma le había alcanzado y la azoto hacia Tomomi mientras Ranma se abalanzaba sobre ellas solo. ¡Snap! ¡Flick! ¡Whackity whackity smack pow! Ranma volvió, volando lejos del borrón de brazos, piernas, e instrumentos, se mostró sobre las cuerdas y aterrizó. Más moratones estaban expuestos en Ranma, pero Tomoko y Tomomi tenían algunos nuevos, también. Ranma lució satisfecha – hasta que la multitud abucheó. Tomoko recogió la cinta despreciada por Ranma. "¡¿Qué?!" exigó Ranma, dando volteretas para esquivar un golpe de cinta. "Creo que piensan que soy una perezosa" susurró Akane, mortificada. "¡Eek!" Cuatro mazas fueron hacia ella como un rayo, y ella bloqueó. ¡Bang-bang-bang-bang! Akane saltó fuera de una nube de humo, dio una voltereta y aterrizó, tosiendo. "Suficiente." Gruñó, y atacó. Tomoko y Tomomi dieron volteretas, saliendo hábilmente del camino de Akane y ésta se chocó con el poste de la esquina. ¡Clong! Afortunadamente, el poste se libró de sufrir serios daños. Akane se giró, aún furiosa.

"¡Mazas!" reclamaron las gemelas.

Ranma aterrizó al lado de Akane. "¡Hey!¡Cálmate!" susurró. "Ellas son realmente buenas juntas, pero creo que lo he entendido. Tienes que ayudarme. No tengo suficientes brazos ni tiempo para explicar. ¡Cuerda!" Una cuerda voló hasta su mano. "Ten tu – eludió un aro – aura lista y haz lo que yo haga." Ranma se giró para encarar a las gemelas, y Akane sintió el frío de su aura. Akane pensó momentáneamente en los besos, y entonces controló su concentración. El conjunto de emociones y movimientos de Ranma cosquillearon sus sentidos mientras su aura flameaba. Sus brazos subieron de pronto, sujetando sus mazas, justo... entonces. Su pié izquierdo se movió ligeramente...

La multitud se quedó sin aliento mientras Ranma y Akane se abalanzaban hacia delante, pareciendo estar enredadas la una a la otra, pero sin detenerse o caerse. Tomoko y Tomomi se quedaron boquiabiertas un instante, demasiado tarde, y fueron arrastradas dentro del enredo por un borrón que se parecía mucho al lazo de una cuerda. ¡Whack! ¡Smack! ¡Pow! "¡Owww!" "¡Eeek!" Tomomi y Tomoko emergieron del enredo, trenzadas en una especie de figura con forma de rosquilla, mantenidas juntas por una cuerda retorcida alrededor de las muñecas de Tomomi, enlazadas estratégicamente, y aseguradas a las rodillas de Tomoko. Akane agarró la cuerda y la levantó, arrojando a las quejumbrosas gemelas fuera del ring sin tocarlas. Ranma sacudió el polvo de sus manos y sonrió afectadamente.

La multitud murmuró. Ranma alzó una ceja al árbitro. "Uso legítimo de los instrumentos." El árbitro habló a los jueces, encogiéndose de hombros. El gong sonó.

"¡Ganadoras: Ranma Saotome y Akane Tendo!" bramaron los Altavoces.

Los gritos gemelos de "NOOOO" fueron ahogados por el rugido de la multitud.

"¡Y ahora, para una noche de chicas decididas a celebrar,!" dijo animadamente Michi mientras las seis salieron del gimnasio Teiketsu. "¿Qué os parece esto: volvemos a casa, nos bañamos y cambiamos, y después nos encontramos en el Arlequín a las siete? Después de eso, bueno, ¡Seguro que pensaremos en algo!"

"Suena bien." Dijo Junko. "Eriko, ¿ Estas en condiciones? Bien. Sachi?¿Akane?¿Ranma?"

"Estaré allí." Afirmó Sachiko.

Akane miró a Ranma. Ranma se encogió de hombros. "¡Claro!" dijo Akane a Junko.

"Necesito 'entrar en boxers', creo." Dijo Junko "¿Alguien más?" Parpadeó ante los asentimientos. "Bueno, dejemos las cosas aquí, y Michi y Ranma podrán vigilarlas." Cuatro chicas dejaron sus bolsas de deportes y se fueron, charlando. Ranma dejó su mochila en el suelo y se estiró.

"¡Ranma-sama!"

Ranma se giró y vio a Kodachi llamándola. Se giró de vuelta a Michi. "Volveré enseguida. Veamos qué quiere nuestra capitana." Caminó hacia Kodachi, molesta por cuán sumisas parecían sus acciones. "¿Si?"

Kodachi miró alrededor en busca de fisgones, después se centró en Ranma. "Tengo planeada la tarde más deliciosa para celebrar nuestra victoria." Le dijo quedamente a Ranma. "Pasaré a por ti a las siete - "

"Lo siento, Kodachi." Interrumpió Ranma. "Ya tengo planes."

Kodachi la dio una mirada enojada. "Qué desconsiderado. Bueno, sencillamente tendrás que romperlos, ¿No?"

"Ni hablar." Dijo Ranma con firmeza. "Voy a salir con Akane y algunas de las chicas del equipo." Cruzó la mirada con Kodachi y deseó ser más alta.

Kodachi rompió la primera el pulso de miradas y examinó sus uñas. "Ciertamente, sería una lástima si tus amigas fuesen a enterarse acerca de tu maldición." Señaló Kodachi. "Dudo que fueran a ser precisamente amigables si supiesen que no eres realmente una chica. Yo, por otra parte, estoy dispuesta a ser bastante amigable, maldición o no..."

Ranma comprendió lo que Kodachi estaba sugiriendo y su quijada cayó. Repentinamente se dio cuenta de algo: ¡No puedo!¡Si lo hago, ella podrá hacer conmigo lo que quiera! "Hazlo," dijo lentamente. "y YO no volveré a ser realmente amigable. Voy a irme con mis – mis amigas de verdad. Nos vemos."

"¿Qué fue todo eso?" preguntó interesada Michi.

"Personal." Murmuró Ranma, evitando sus ojos.

"Apuesto a que sí." Dijo Michi, mirando por encima de la espalda de Ranma. "Lo que sea que dijiste, la ha chafado la diversión. Si no lo supiese mejor, Diría que estaba interesada por ti y que tú la rechazaste - ¿Qué?"

Ranma paró de toser. "¡No es nada de eso!" dijo débilmente.

Michi la escrutó. "Bueno, debes saber que han estado circulando un montón de rumores acerca de ti y de Kodachi. Si Kodachi no fuese una devorahombres tan obvia, tendría que haber mucho más. Como sea, he seguido diciendo a la gente que tú y Akane sois sólo amigas, pero algunas aún piensas que tú estás, um, interesada en las chicas." Michi observó a Ranma volverse blanca y sonrió para sí misma. ¡Bingo!

"Urk." Ranma aclaró su garganta. "No le cuentes a Akane nada de esto, ¿De acuerdo? Ella podría, uh, tomárselo a mal."

"Claro." Michi palmeó a Ranma en el brazo y se inclinó más cerca. "Entiendo. Tu secreto está a salvo conmigo." Sonrió comprensiva, después alzó la vista antes de que Ranma pudiese protestar más. "¡Oh, bien, están de vuelta!" Saludó a las cuatro que se acercaban. Ranma se combó y deseó algo contra lo que golpear su cabeza.

"¿Por qué estas tan callado, Ranma?" preguntó Akane. Estaban paseando de regreso a casa después de que la fiesta se hubiese terminado. Akane estaba de muy buen humor, girando ocasionalmente sobre sí misma de puro contento, e incluso cantando de cuando en cuando, pero Ranma no había hablado demasiado desde que dejaron a las demás chicas.

"No sé. Pensando."

Akane se rió, "Oh, vamos, Ranma, puedes pensar más tarde.¡Ahora es la hora de divertirse!"

Ranma la miró de reojo y esbozó una media sonrisa. "Eso es en lo que estaba pensando." Miró hacia delante y suspiró. "No lo sé. Tan sólo desearía que más chicos se comportaran como Junko o Sachiko, o incluso como Michi o Eriko. Nunca antes había tenido tantos amigos." Empezó a decir algo más, pero cerró firmemente la boca.

"¿Te molesta que sean chicas?"

"Nah. No estoy intentando cogerlas, y ellas no están intentando cogerme, así que no hay problema, en realidad. Quizás lo que me molesta es que SOY una chica. No, me molesta que tengo que SER una chica para tener amigos así."

Akane estuvo en silencio por un rato, sabiendo qué era lo que en verdad estaba preocupando a Ranma y preguntándose cómo aproximarse a ello. "Ser una chica no es tan malo, ¿Verdad?" dijo al fin.

Ranma se sobresaltó. "Ya sabes cómo me siento respecto a eso."

"Sé cómo te sentías hace unas semanas." Dijo ella con delicadeza. "¿Cómo te sientes ahora?"

Ranma levantó la mirada, vio que la entrada principal del Dojo Tendo no estaba mucho mas lejos calle abajo, y se detuvo. "No, no es tan malo." Admitió reluctante. "Ser una chica como Mamá quiere que sea es bastante malo. Ser una chica como tú, no obstante...está resultando ser... bastante bueno."

Akane tragó saliva frente a una súbita estrechez en su garganta a medida que todo el impacto de las palabras de Ranma la inundaba completamente. "¡Oh, Ranma!" De repente su cuerpo estaba apretado contra el de Ranma, sus brazos estaban alrededor de Ranma, y sus labios estaban - ¡¿QUÉ ESTOY HACIENDO?! Akane se congeló, sus labios a escasas pulgadas de un beso que una parte de ella quería muchísimo y otra parte estaba desesperada por negar. La mínima parte de su mente que todavía estaba funcionando notó desapasionadamente que los ojos de Ranma estaban muy abiertos, y que el corazón de Ranma estaba martilleando con rapidez en su pecho. Pechos. Oh, dios

Akane se apartó lentamente, dejando ir a Ranma, quien no se había movido en absoluto desde la conversación. "Yo... um... te veo mañana, Ranma. ¡Buenas noches!" dijo ella como una exhalación., después se giró y corrió hacia la entrada principal.

Ranma permaneció inmóvil y observó a Akane desaparecer a través del portón sin mirar atrás. Oyó la puerta principal abrirse y cerrarse. ¿Qué diablos acaba de ocurrir? Oh. Oh, mierda.Al fin se movió, frotando su nuca con una mano. Nada acaba de ocurrir. Ésta es la manera en la que han de ser las cosas. Se volvió y empezó a caminar hacia su casa y el agua caliente.

Ranma siguió a Akane adentro de las duchas, tratando de no admirar demasiado las encantadoras vistas traseras, y se dirigió a su rincón habitual en el fondo. Michi, usando la ducha al lado de Akane las saludó, pero por una vez nadie dijo nada. Ranma comprobó dos veces la etiqueta en la llave del agua fría, la alcanzó con la mano, y la giró. "¡Waahaa!" Akane oyó la voz de Ranma, y estaba empezando a menear la cabeza – Creía que a estas alturas ya habría aprendido a usar el agua fría – cuando se percató: ¡La voz de Ranma era masculina! Su mano se abalanzó hacia sus grifos incluso antes de haber comenzado a girar la cabeza. Ranma estaba fuertemente agazapado, tratando de no mostrar ningún aspecto de su masculinidad, y manipulando los grifos mientras sostenía la perilla de la ducha lejos de él por su cuello flexible. Akane cerró de un golpe su llave de agua caliente y abrió hasta el tope su llave de agua fría, cuidando de no destrozarla, y giró su ducha sobre Ranma. Ranma encogió y se curvó.

"¡Eeeep!"

La cabeza de Akane se volvió a toda prisa, mirando alrededor, y vio a Michi. Los ojos de las otras chicas estaban abiertos, y su mano temblorosa estaba apuntando a Ranma. "Ella – Él – Yo oí – Yo vi - " Michi volvió sus ojos llenos de preguntas hacia Akane. "Es, es todo cierto, ¿Verdad?"

Akane miró detrás de Michi. Las otras chicas usando las duchas estaban observando la conmoción, pero sus expresiones reflejaban curiosidad en lugar de consternación. Parece que ninguna de ellas vio nada... Estaba planteándose el negarlo todo cuando - "Sip. Es cierto. Siento todo esto..." la voz de Ranma no era alta, pero era bastante clara. Se levantó despacio y encaró a Michi, sin mirarla del todo.

Una expresión de alborozado asombro apareció sobre el rostro de Michi. "¡Dios mío!¡Ahora todo tiene sentido!" Se acercó un par de pasos y examinó el cuerpo de Ranma más de cerca. Ranma la permitió hacerlo, sin moverse en absoluto, pero manchas rosadas flamearon en sus mejillas. "Cómo..." Michi miró a Akane. "Tú lo sabias, ¿Verdad?"

Akane bajó los ojos. "Si. Yo también siento todo esto." Alzó la mirada hacia la sonrisa de Michi y empezó a tener esperanzas. "Por favor, si hay alguna manera de que puedas mantener esto en secreto..."

Michi retrocedió y su sonrisa se desvaneció. "Um... Tengo que contarle a Junko y ver qué piensa ella. Yo no soy buena para las repercusiones y esas cosas." Otra repercusión se la ocurrió, y se cubrió sus pechos con un brazo y su ingle con su otra mano.

"Espera." Dijo Ranma calmadamente, aun mirando un poco mas allá de Michi. "Si sientes como que acaso me debes algunos favores, tráete a Junko al dojo. Trae a Sachi y a Eriko también. Ellas merecen saberlo. Os explicaré todo allí."

Michi asintió lentamente. "Es un trato." Sonrió de repente. "De todas formas, ellas quizás no me crean. ¡Nos vemos!" se marchó rápidamente.

"¡¿ En que estabas pensando?!" siseó discretamente Akane a Ranma.

"Estaba pensando en que no quiero mentir a mis amigos nunca más." Dijo Ranma con firmeza, manteniendo su voz baja. Se apartó de Akane y se acuclilló sobre los grifos. "Y ahora, ¿Qué demonios pasó aquí?" Recogió la perilla de la ducha, giró el grifo del agua fría, y se quedó mirando el agua humeante. "Mierda." Cerró el grifo del agua fría, se encogió de hombros, y giró el grifo del agua caliente.

No salía humo.

Ranma golpeteó con un dedo a través del chorro de agua. "¡Está fría, maldita sea!"

Akane miró hacia los grifos, después a Ranma. "El fontanero debe haber estado hurgando con ellos. Alguien te ha tendido una trampa. Alguien que sabe que tú usas esta ducha siempre."

"Alguien de quien me imagino quién es y por qué." Dijo Ranma de forma definitiva. Meneó la cabeza, aumentó un poco el chorro de agua fría, y prosiguió con su interrumpida ducha.

Ranma estaba de pié en el dojo, con tan sólo unos calzoncillos bóxers y una expresión determinada en el rostro. Una tetera y un cubo de agua descansaban cerca de sus pies; su camisa y sus pantalones puestos cerca de la pared. Michi, Junko, Eriko y Sachiko permanecían de pie en frente suya. Akane estaba custodiando las puertas cerradas.

"Michi nos dijo que nos querías a todas aquí." Dijo Junko con voz llana. "También nos dijo algo que no estoy segura de creer."

"Ella os dijo que sólo hay un Ranma Saotome, y que soy un chico y una chica." Dijo resignada Ranma.

"¡¿Ves?!" prorrumpió Michi. "¡Te lo dije!¡No quisiste creerme, pero te lo dije!"

"Ahora no, Michi." Dijo con delicadeza Sachiko. Ella miró a Ranma. "Me disculparás si te pido que lo demuestres..."

Ranma suspiró. "Tenía pensado hacerlo. Lamento realmente todo esto." Se inclinó, cogió la tetera de agua caliente, la sostuvo sobre su cabeza durante un instante, y la derramó.

Eriko retrocedió dos pasos y se volvió. Michi cubrió sus ojos con los dedos y miró a hurtadillas por entre ellos. Junko asintió lentamente. Sachiko miró a Ranma, sonrió levemente, y fue a reconfortar a Eriko.

"Wow." Dijo Michi admirada. "¡Akane, suertuda!¡Es simplemente taaaan guapo!"

Ranma se sonrojó, pero permaneció quieto.

"Entonces el agua caliente ....te convierte en chico." Dijo Junko despacio. "¿Cómo te, er, transformas en chica?"

"Agua fría." Ranma cogió el cubo de agua y derramó la mitad de él sobre su cabeza.

"Asombroso." Junko inspeccionó a Ranma de nuevo. "Si no lo hubiese visto, no lo habría creído. Disculpa, Michi."

"Esto debe ser muy duro para ti." Le dijo Sachiko a Ranma. Eriko se había girado para encararla de nuevo, pero estaba teniendo bastantes problemas para mirar a Ranma a los ojos.

"No conoces ni la mitad de eso." Bufó Ranma

"Así que, ¿Eres un chico que se transforma en chica, o una chica que se transforma en chico?" preguntó Junko.

Ranma la miró a los ojos. "¿Qué crees tú?"

"A juzgar por la manera en que te comportas, y, er, otras cosas, creo que eres un chico que se transforma en chica. ¿Cómo ocurrió esto, y cuándo?"

Ranma suspiró. "Hace alrededor de un año y medio, el tarado de mi viejo me llevó a un lugar en China llamado Jusenkyo." Su voz asumió la entonación del Guía. "Hay muchos estanques aquí, cada uno con una trágica historia. Caes en un estanque, recibes una maldición. Yo caí en el Nyannichuan. Me convierto en chica." Titubeó. "Supongo que hay maldiciones peores, porque conozco a algunas personas que las tienen."

"¿Por qué viniste a San Herebeke si en realidad eras un chico?" demandó Junko. "¿Eres alguna clase de pervertido?"

Ranma se ruborizó. "¡No! Yo - "

"Él lo hizo porque yo se lo pedí." Interrumpió Akane desde su sitio en la puerta. Las chicas se volvieron hacia ella. Ella disminuyó levemente su tono de voz. "Kodachi lo arregló para transferir a Ranma. Sabéis cuántas influencias tiene. Por alguna razón, yo también fui transferida. Pensé que San Herebeke podría ser mejor que el Furinkan, y lo fue. A Ranma no le gusta ser una chica, pero le convencí para que fingiera ser una y así poder ir juntos al San Herebeke."

"Y por supuesto vosotros dos estáis prometidos el uno con el otro. Difícilmente puedo imaginar cómo se siente ella, er, él respecto a ti, para hacer algo como eso por ti." Dijo Michi con voz abrumada. Recogió la tetera. "Um... ¿Te importa si...?"

"Adelante." Dijo Ranma sin vivacidad. Michi derramó el agua y observó mientras Ranma ganaba veinte centímetros de altura y perdía algunas curvas.

"Pero, ¿Por qué Kodachi habría de - " Junko se detuvo y chascó sus dedos. "¡Pues claro!¡Es por eso que Kodachi andaba todo el tiempo detrás tuya!¡Ella lo sabía! Vaya, esa vil... zorra. Pensaría que había encontrado la forma prefecta de colar a un chico en el colegio. No es de extrañar que ella te llamara 'Ranma-sama' todo el tiempo." Rió nerviosamente Junko. "Oh, esto es muy bueno. Me pregunto cuánto tiempo la llevará echar abajo los rumores de que ahora ella está, um, interesada en chicas... "

"Nos mentiste." Dijo Sachiko sin énfasis.

Ranma suspiró. "Lo sé."

"Espera un minuto." Dijo de repente Junko. "Recuerdo esa conversación. Ella – él no mintió exactamente. Cada cosa que dijeron fue la verdad literal, pero sacándolo de contexto. Muy inteligente."

"Mentí." dijo Ranma con firmeza, pero lanzó una mirada agradecida a Junko. "Tuve que hacerlo. Todo lo que puedo decir es que lo odié."

"Nos fisgoneaste en el vestuario." Dijo con desmayo Eriko. Las cuatro chicas le miraron enfurecidas.

"No fue así." Murmuró Ranma. "No os comí con los ojos ni nada parecido. Tan sólo traté de comportarme como una chica. Sé exactamente lo que es ser devorada con los ojos y tanteada por chicos con los que no quieres tener nada que ver. Sabía que me odiaríais cuando lo descubrieseis. Estoy realmente arrepentido de todo esto."

"¿Cómo de arrepentido, Ranma?" dijo Michi repentinamente. Hizo un gesto hacia los bóxers de Ranma. "Quítatelos."

"¿Quééééé - ?

Michi insistió. "Tú lo has visto todo de nosotras. Nosotras debemos verlo todo de ti. Tan sólo es lo justo."

La boca de Ranma se abrió y cerró mientras trataba de pensar en una réplica. "¿Qué, ahora mismo?"

"¡RANMA!¡Ni se te OCURRA!" Todo el mudo miró a Akane. Akane se abalanzó sobre ellas. "¡Honestamente!" miró enfurecida a las otras chicas. "¿Qué pasa con vosotras? ¡Habéis visto todo su cuerpo femenino, eso debe ser suficiente!"

Michi puchereó. "Aguafiestas." Todo el mundo la miró. "Bueno, ¡¿Cuántas veces creéis que tendré la ocasión de mirar a un chico como éste?!"

Junko meneó la cabeza. "Eres una pervertida aún mayor de lo que pensaba que era Ranma, Michi." Dijo después de que las abochornadas risas hubiesen menguado.

"Creo que Akane está en lo cierto." Dijo Sachiko. Miró a Junko. "¿Y ahora qué?"

Junko pareció incluso más pensativa que de costumbre. "No quiero que nuestra amiga sea echada a patadas de nuestra escuela. Está claro que no queremos perder a nuestro sensei. Hemos llegado tan lejos en sólo unas semanas; No quiero dejarlo ahora. Tendremos que tratarle – no, tratarla – igual, o alguien más podría adivinar el secreto, y entonces podríamos perder a nuestra amiga... a nuestras dos amigas; Imagino que Akane encontraría una manera de irse con ella." Akane asintió con firmeza, y Junko continuó. "Creo a Ranma en lo del fisgoneo. Estoy dispuesta a compartir un vestuario con ella. ¿Michi?"

Michi se encogió de hombros. "Claro. No hay problema. Creo que es bastante guay."

Junko bufó. "Serás... ¿Sachiko?" la chica tranquila asintió. "Lo suponía. ¿Eriko?"

"Yo... yo no estoy segura de poder. Lo intentaré..."

Junko se encogió de hombros. " No tengo más que preguntar." Cogió el cubo, miró a Ranma a los ojos, y derramó el resto del agua sobre él. "Trataré de pensar en ti como en una especie de, er, chica honorífica. Mantendremos tu secreto, Ranma." Junko se inclinó ante Ranma y retrocedió. Michi guiñó un ojo a Ranma y la besó en la mejilla. Sachiko la palmeó en su espalda desnuda.

Ranma miró esperanzada a Eriko. Eriko tendió titubeante su mano, y Ranma la estrechó por un momento. "Gracias." Dijo Ranma. Miró a las otras. "Gracias a todas. Os debo una."

"Si." concordó Junko. "Nos concederás libremente un montón de tu tiempo y destreza, no obstante, y eso también valdrá algo. Nos vemos en la escuela."

Akane abrió las puertas y retrocedió mientas las otras chicas abandonaban el dojo. Cerró las puertas y se volvió hacia Ranma. Ranma evitó sus ojos y tomó la tetera. Quedaba suficiente agua caliente en ella para un cambio más.

"Bueno, esto marchó mejor de lo que había pensado."

"Sip, yo también estoy un poco sorprendido." Ranma se pudo rápidamente sus pantalones y se deslizó dentro de su camisa. " 'Chica honorífica'. Huh. Parte de mí quiere enfadarse, pero Junko no quiso decir nada que no fuese bueno, ¿Verdad?"

"Olvida eso. ¡¿En qué DEMONIOS estabas pensando?!¿ En serio ibas a quitarte los calzoncillos delante de cinco chicas?"

Ramna se sonrojó y puso su mano detrás de la cabeza. "No lo sé. Quizás. Michi lo hizo parecer tan razonable..."

"¡Deberías conocerla mejor!¡Ella sólo quería, quería fisgonearte!"

"Supongo. Es buena cosa que me hicieras mantener puestos mis calzoncillos."

"Baka. Eso no es para ellas. No es para nadie salvo yo, cuando sea tu esposa."

Ranma la miró con ojos muy abiertos. "Akane..."

Hubo una repentina conmoción afuera del dojo. "¡Heheheheh! ¡Chiicas!" "EEEEE!!" "¡Hyaa—!" Crash! "¡T'pillé!" "Hey! Mi pan—!" "¡Dulzura!" "Yuck! ¡Apártate de mí!" "¡TE—!" ¡Wham!

Ranma y Akane intercambiaron miradas horrorizadas y esprintaron hacia la puerta

"Saotome-san, Tendo-san." Ranma y Akane dejaron en el acto de dirigirse a los vestuarios para ponerse sus leotardos. La entrenadora Hasegawa estaba de pié en la puerta de su oficina y las miraba.

Ranma echó una mirada a Akane. "Oh, diablos. Ahora estamos en problemas." Akane asintió, tratando de sonreír a pesar de la sensación de naufragio en su estómago, y siguió a Ranma al interior de la oficina.

Hasegawa rodeó su escritorio y se instaló en su silla. "Cerrad la puerta, por favor." Akane obedeció, después permaneció atenta al lado de Ranma y clavó los ojos en la entrenadora. Hasegawa era una mujer bajita, sólo un poco más alta que Akane, con el pelo largo hasta la espalda, que apenas empezaba a mostrarse un poco gris, y un rostro cuyos principales rasgos distintivos eran las redes de tenues arrugas en el rabillo de los ojos. Ranma permitió que su vista se deslizara por la oficina, deteniéndose en las fotos enmarcadas de Hasegawa con leotardos de gimnasia en distintos encuentros y competiciones. Miró a la pared de los trofeos, y reparó en el del encuentro en la Academia Teiketsu, al final de la pared.

"Así pues." Dijo Hasegawa tras estudiarlas un momento. Abrió una carpeta de archivos y sostuvo una hoja de papel. "Tengo aquí una nota – de una fuente anónima – que alega que tú, Saotome-san, no eres en realidad una chica, y que si te rocío con agua caliente, tendré, cito textualmente, 'la sorpresa de mi vida'." Escrutó a Ranma cuidadosamente, alzando una mano cuando pareció que Ranma iba a hablar. "Por favor. Aún no he terminado." Sostuvo otro papel. "También tengo una nota redactada de manera más bien confusa, firmada por cuarto señoritas del equipo, que parecen confirmar y refutar a un tiempo la primera nota, pero que me piden que la ignore."

Ranma pareció de nuevo a punto de hablar, pero Akane la codeó: Estaba empezando a tener esperanzas. Hasegawa sonrió un poco y asintió. "Si. No deseo su opinión en esto porque sospecho que si me la da, tendré que tomar medidas. Afortunadamente, no tengo por qué actuar movida por sospechas." Bajo la mirada atónita de Ranma, ella despedazó cuidadosamente ambas notas en trocitos pequeños.

"¡¿Por qué?!" prorrumpió Ranma.

Serena, Hasegawa extrajo los demás documentos de la carpeta. "También tengo aquí tus expedientes del Furinkan – Dios mío, qué pasado más accidentado tienes – y tus expedientes de éste colegio, y he hablado con tus maestros." Meneó su cabeza. "Es impresionante la diferencia que hay." Hasegawa se reclinó en su silla y estimó a Ranma por encima de sus dedos puestos en tejadillo. "Mandarte de vuelta al Furinkan parece que te causaría un perjuicio, considerando lo bien que lo estás haciendo aquí. Apartarte del equipo causaría un perjuicio al equipo; tu beca de artes marciales parece bien merecida, y aprecio tu iniciativa enseñando a otras."

Ranma empezó a sonreír. Hasegaga se inclinó hacia delante y miró a Ranma a los ojos. "No me dé NINGÚN motivo para arrepentirme de esto, Saotome-san. ¿Me he expresado con suficiente claridad?" Ranma perdió su sonrisa y asintió rápidamente. "Bien." Hasegawa miró a Akane. "Confío en que la mantenga alejada de los problemas, Tendo-san."

Akane asintió con más firmeza de la que sentía. ¡Como si pudiera! "¡Hai, Hasegawa-sensei!"

"Eso era lo que quería oír. Pueden irse ahora. Oh, a propósito." Añadió mientras Ranma y Akane se volvían para marcharse. "Felicidades por su participación en la victoria sobre Teiketsu. Fue mucho más agradable que vencer por penalización, ¿Cierto?"

"¡Claro que lo fue!" "¡Gracias!" Akane y Ranma se fueron mucho más entusiasmadas de lo que habían entrado.

Hasegawa sonrió, sacudió su cabeza, y apartó la carpeta de archivos.

FIN DE LA COMPETICI"N

GLOSARIO DE TÉRMINOS:

Hai =¿Sí?

Sensei = Maestro

gi = kimono de entrenamiento

baka = tonto/a

Oji-san = Forma cariñosa de referirse a tu tío

Onsen = Manantial natural de agua caliente

Kunoichi= Ninja hombre disfrazado de mujer

Nurseman = Vikingo en inglés

Smorgasbord = Buffet Sueco

Shoji = delgadas paredes corredizas de madera y papel de arroz

Canard a l'orange = Pato a la naranja

Tako = pulpo en Japonés