"¡Saotome!" le dijo Genma a Soun con firmeza.
"¡Tendo!" le dijo Soun a Genma con firmeza.
Nodoka suspiró y se alejó de los dos hombres, que parecían haber alcanzado un punto muerto en la batalla de voluntades acerca de si Akane Tendo debería convertirse en Akane Saotome o si Ranma Saotome debería convertirse en Ranma Tendo. Miró a Ranma y Akane, quienes estaban arrodillados en la esquina, cogidos de las manos, mirándose el uno al otro de reojo, y sonrojándose débilmente. Ella hizo un gesto de salida hacia ellos. Ranma lo captó en su visión periférica y miró hacia ella. Akane miró hacia donde él estaba mirando. Nodoka repitió el gesto y sonrió. Ellos asintieron al unísono, se levantaron calladamente, y salieron a hurtadillas.
Nodoka volvió de nuevo su atención a los dos padres, que parecían estar enzarzados en un pulso de miradas. Tosió cortésmente. "Resumiendo la última, más bien tediosa, hora de discusión," dijo ella, "Genma desea que Ranma continúe manteniendo el apellido Saotome, como el hijo mayor – de hecho, el único hijo Saotome. – y aún habría dos hijas Tendo para mantener el apellido Tendo. Soun desea que el Dojo Tendo sigua siendo el Dojo Tendo, y considera que eso requiere que Ranma adopte el apellido Tendo cuando se case con Akane."
Genma y Soun miraron a Nodoka. "Bueno, ésa es una grosera y excesiva simplificación - " empezó Genma.
Soun intervino. "¡Sin duda! Porque, la cuestión – "
Nodoka tosió de nuevo, con menos cortesía. "Ya que sois incapaces de arreglar esto entre vosotros, es claramente mi responsabilidad resolver ésta situación." Soun lució alicaído. Genma lució como si hubiese alzado su cresta, si tuviese alguna. Nodoka adquirió una expresión ligeramente exasperada. "No saltes a conclusiones, querido," le dijo a Genma. "Aún no me he decidido. Debo considerar el problema. Sola." Añadió cuando los dos hombres abrieron sus bocas. Se alzó graciosamente sobre sus pies y caminó fuera de la sala principal de los Tendo, llevando su katana envuelta.
Soun miró a Genma. Genma devolvió la mirada a Soun. "Bueno... supongo que podemos discutir la ceremonia." Sugirió Genma. "Creo que esta vez deberíamos probar el rito Shinto."
"Hay muchos motivos para inclinarse por la ceremonia Occidental." Rebatió Soun.
Akane dejó entrar a Ranma en su habitación, cerró la puerta, y se sentó en la cama. Ranma permaneció de pié y miró hacia la noche por la ventana. "Menuda pérdida de tiempo." Se quejó.
"Bueno, puedo pensar en algo mejor que hacer." Dijo Akane. Ranma la miró. Ella sonrió y palmeó la cama al lado suya.
Ranma la miró aprehensivo. "Uh... ¿Y si alguien - "
"¿No recuerdas lo que dijo tu madre?" la voz de Akane se transformó en una imitación aceptable de la de Nodoka. " '¡Las parejas de prometidos pueden hacer esto!¡Las parejas de prometidos pueden hacer lo otro!¡Las parejas de prometidos pueden hacer lo que quieran!' Ahora mismo, esta mitad de pareja prometida querría que te sentaras aquí y te acurrucaras un poquito."
Ranma entornó los ojos, pero sonrió tímidamente, se sentó a su lado, y puso su brazo en torno a ella. "Eso no es lo que decías entonces."
"Entonces era diferente." Dijo Akane con firmeza, apoyándose en Ranma con un pequeño y contenido suspiro. "Ahora estamos realmente prometidos."
Ranma miró a sus pies. "Pero no te he dado un anillo ni nada – " De pronto se encontró a sí mismo repantigado en el suelo. "¡Hey!"
Akane estaba de pie sobre él con una expresión de dolor y furia entremezcladas. "¡Tú me preguntaste si quería casarme contigo!¡Ahora estás tratando de escabullirte!¡Debería haber SABIDO que algo como esto podría ocurrir!"
Ranma se había levantado de un salto sobre sus pies y la encaraba, las narices a seis pulgadas de distancia. "¡Maldita sea, eso no es lo que quería decir!¡Quiero casarme contigo!¡Tan sólo querría darte un anillo de compromiso primero!"
Akane abrió su boca para replicar, y entonces sus palabras se registraron. Sus ojos se abrieron de par en par y arrojó sus brazos alrededor de su cuello. "¡¿En serio, Ranma?!¡Lo siento! Pensé que querías decir..."
"Sé lo que creías que quería decir." Se quejó Ranma. "A veces desearía que tan sólo me dieses una oportunidad para explicarme."
"Dije que lo siento." Dijo Akane. Dejó salir su rabia y derribó a Ranma en la cama para sentarle de nuevo. "Es sólo... después de todas las cosas que han pasado... a veces es difícil creer que realmente..."
"Sip, yo también." Dijo Ranma. Continuo mirando a sus pies. "Es sólo que... me molesta que no haya manera de que pueda permitir darte un anillo lo bastante bueno. Lo más cercano a un trabajo que he tenido ha sido como camarera en el Nekohanten. No podría tomar el dinero de Mamá o Papá para algo como esto, incluso si ellos lo tuviesen. Diablos, tú tienes el Dojo para tu dote, y... yo no tengo nada que aportarte."
Akane le miró. Son un montón de palabras dichas por Ranma de una vez... "Esto no es algo en lo que acabes de pensar, ¿Verdad?" Ranma sacudió su cabeza. "Tú también tienes algo que darme, Ranma. Tú." Estrujó su brazo.
Ranma no la miró. "Bueno, quizá... pero tu también te me das, así que eso lo cubre. Aún me siento como si te estuviese dando de menos a cambio. Recuerdo lo feliz que fuíste con esa estúpida caja de pastillas cuando pensaste que era un anillo."
"Bueno, no fue porque quisiera un anillo, baka." El tono de voz afectivo de Akane hizo que finalmente Ranma la mirara. "Estaba contenta porque pensé que significaba que realmente querías casarte conmigo, porque tú lo querías... eso es lo que importa." Le atrajo para besarle.
Knock, knock.
"¡¿Quién es?!" llamó Akane, aún sentada sobre la cama pero repentinamente a cuatro pies de distancia de Ranma.
"Nodoka." Dijo una voz desde detrás de la puerta. Hubo una pausa. "Puedo volver mas tarde si estáis, uh, ocupados." Dijo la voz, esperanzada.
Akane se sonrojó. "No, está todo bien, pasa." Dijo apresurada.
Nodoka abrió la puerta y entró en la habitación. Captó a Ranma y Akane, sentados rígidamente en extremos opuestos de la cama, y sonrió indulgente. "Bueno, si estás segura de que no estoy interrumpiendo nada." Dijo ella. Akane y Ranma sacudieron sus cabezas al unísono. Nodoka pareció contrariada. "Bien, entonces. Sólo vine para ver cómo os sentís vosotros dos acerca de éste pequeño problema del apellido en el que vuestros padres parecen estar atascados. ¿Ranma?"
Ranma se encogió de hombros. "A mí me parece que es un asunto de familia." Dijo. "Es más un problema de tus chicos que mío. En cualquier caso, no voy a cabrearme por eso." Miró a Akane y sonrió burlón. "Por supuesto, Saotome es mejor apellido que Tendo..."
Akane empezó a hervir rápidamente. "Ranma - "
"Hey, tiene más letras, ¿O no?" sonrió Ranma.
Akane se desinfló un poco, pero en principio le sacó la lengua. "Ba – a – ka."
"Es un placer veros a los dos llevaros tan bien." Dijo Nodoka, sonriendo, "¿Qué opinas tú, Akane-chan?"
"¿Hm? Oh, pienso de la misma manera que Ranma." Dijo Akane. "La familia decidirá."
Nodoka sonrió desmejorada. "Y dado que vuestros padres no pueden ponerse de acuerdo, esto me lo deja a mí." Dijo con un suspiro. "Bien, mientras que seáis felices de cualquier forma..." se giró para irse.
Akane fue golpeada por un pensamiento repentino. "¿Tienes un momento, Oba-sama?" dijo ella. Nodoka se detuvo y la miró inquisitivamente. "Yo, um, hay algunas cosas de las que me gustaría hablar contigo... ya que mi madre no..." se detuvo y bajó la mirada.
Nodoka asintió comprensiva. "Por supuesto. Ranma, sé un buen chico y adelántate, ¿Quieres? Charla de chicas." Añadió cuando Ranma lució rebelde ante la despedida.
La expresión de Ranma cambió rápidamente. Las dejó casi igual de rápido. Nodoka cerró la puerta y fue a sentarse en la cama cerca de Akane. "Oba-sama." Akane comenzó antes de que Nodoka pudiese empezar a contarla acerca de los secretos de la vida, "Quizá tenga algo que decir respecto a los apellidos, después de todo."
Nodoka la miró, sorprendida. "Adelante, querida."
Akane titubeó. ¿Cómo decirlo con tacto? "Ranma dijo... bueno... dijo que no estaba contento porque querría darme un anillo de compromiso, pero no pudo ofrecerme uno."
Alzó una mano para prevenir la respuesta de Nodoka y se lanzó. "Él tampoco está contento porque yo he aportado el dojo al matrimonio y él, bueno, él cree que no ha aportado nada. Traté de decirle que eso no era así, y que aun cuando fuese así, no importaba, pero..." Tomo aliento. "Quizás él se sentiría mejor si aportara el apellido al matrimonio." Cruzó los dedos, incapaz de alzar la mirada.
El silencio se prolongó. "Eres muy sabia, Akane-chan." Dijo al fin Nodoka. "Y muy generosa. Mi hijo es muy afortunado de tenerte." Akane se sonrojó. "Iré a decirles lo que tenemos en mente." dijo Nodoka, levantándose. "Serás transferida al registro familiar de los Saotome. Por otro lado, no veo motivo por el cual el dojo no deba seguir siendo el Dojo Tendo. Eso sería un compromiso adecuado."
"Oba-sama... tú misma eres muy sabia."
Nodoka miró atrás, hacia Akane y sonrió. "Gracias, Akane – chan."
"Así pues, ¿Dijiste que teníais algo que contarnos?" incitó Michi a Akane mientras las seis chicas salían por el portón del San Herebeke. "Debe ser muy bueno, prácticamente has estado deslumbrante todo el día, e incluso Ranma ha estado tembloroso..."
Akane miró cuidadosamente alrededor en busca de fisgones. "Es un secreto, como el, um, el otro."
"Nuestros labios están sellados." La dijo Junko. Michi asintió excitada.
"¿Bueno, estamos prometidos, ¿Verdad?" comenzó Akane
Los ojos de Michi se abrieron de par en par. "¡Ooo!¡Lo habéis hecho, ¿No?¡Genial!¿Cómo es?"
Akane y Ranma se sonrojaron. "¡No!" dijeron al unísono. "Bueno, aún no." Continuó Akane, todavía sonrojada. "Vamos a casarnos esta semana. Mañana."
Su anuncio fue acogido con un silencio sepulcral, cuatro quijadas colgando y ocho ojos abiertos de par en par. "Buen... ¡Dios!" dijo finalmente Junko. "Quiero decir, me alegro por vosotras, pero... ¿Qué demonios vais a decir en la escuela?"
Akane se encogió de hombros, sonriendo un poco. "Les dijimos que íbamos a casarnos. Las cartas que enviaron nuestros padres en cierto modo sugerían que eran dos bodas con dos chicos, no obstante..."
Junko sonrió burlona. "Claro. Eso funcionará. Y eso es lo que le diremos a la gente." Miró a las otras. Sachiko y Eriko asintieron. Michi parecía estar todavía en shock.
Ranma avanzó un paso en frente de Michi y agito una mano a un lado y al otro frente a sus ojos, pero no obtuvo respuesta. "Jeez, ¿Cuál es el problema con ella?"
"¡Waaaah!" Michi lloró repentinamente, agarrando a Ranma y abrazándola fuertemente. La coleta de Ranma permaneció derecha durante un segundo, después se relajó. Entornó los ojos hacia Akane, vio que aún sonreía, y palmeó a Michi en la espalda.
Michi dejó ir a Ranma y abrazó a Akane de la misma forma. "Vosotros dos sois tan buena pareja." Dijo poco después, secando sus ojos.
Akane y Ranma se miraron la una a la otra y sonrieron un poco. "Bueno, nosotros también lo creemos." Dijo Akane, después pareció arrepentida. "Um... os invitaríamos a todas a la boda, pero no hemos invitado a nadie a la boda. Sólo familia. Lo siento."
Michi puchereó. "Maldición." Se iluminó repentinamente. "Pero podemos hacer una fiesta para celebrarlo, ¿No?"
"De verdad que lo siento. Ni siquiera podemos ir al Arlequín ahora. Tenemos que ir a casa. Hay mucho que hacer..."
"Doble maldición. ¿Quieres decir que esto es TODO? Cuando nos volvamos a ver, seréis mujer y, er..."
"Marido." Ofreció Ranma con gran refreno, pero no había duda acerca del brillo en sus ojos.
"Si." Respondió Akane. "Tampoco estaremos en la escuela el Lunes o el Martes." Se sonrojó.
"Luna de miel." Dijo Sachiko, asintiendo. "Bien, disfrútense a sí mismos."
"Wow." Exhaló Michi. "Cuatro días fuera del colegio, y, er, él. Te envidio. Es suficiente para hacerme querer ir a encontrar un hombre para mí misma."
"Eso sería toda una novedad." Dijo Junko secamente.
Una figura oscura se detuvo tras el alero del Dojo Tendo y aterrizó en el tejado. Una forma acuclillada, apenas visible en el tenue brillo de las luces de la calle, se convirtió en otra oscura figura. Las dos figuras se movieron juntas, abrazadas, y se separaron para sentarse en las inclinadas tejas.
"¿Estás listo para mañana, Ranma?"
"Tan listo como podría estarlo. ¿Y tú?"
"Eso creo. Eso espero. Hablando de estar listo, hay algo de lo que necesito hablarte, y ya que está esa estúpida tradición acerca de que el novio no debe ver a la novia, y que Kasumi esta convencida de que es por eso que la última boda fue semejante fiasco - "
"Ve al grano, ¿Quieres?"
"¿Qué pasa si alguno de nuestros 'amigos' se presenta para arruinar la boda de nuevo?"
"Serán golpeados. Una vez es más que suficiente. Además, esta vez es sólo la familia."
"Me gusta esa respuesta, pero hay otra cosa... si alguna de tus otras chicas se presenta, quiero ser la única que las golpee."
"Pero - "
"Estoy decidida, Ranma. Es una cuestión de honor."
"¡Maldición, Akane, no quiero que te hieran!¡En ninguna ocasión, pero especialmente mañana, no!¡Y ellas no son MIS otras chicas!"
"Sabía que dirías eso... bueno, la primera parte, de todas formas. Sensei, ¿Temes no haber entrenado a tu alumna lo suficientemente bien?"
"Uh... maldita sea. Deja de retorcer lo que digo."
"¡Entonces deja de retorcer lo que piensas!¡Puedo noquearlas!¡Tengo que hacerlo! Si no puedo..."
"¿Que?"
"...Olvídalo. Quiero tu promesa, tu palabra de honor, de que si Ukyo o Kodachi me atacan mañana, me dejarás luchar con ellas."
"Maldición. Akane - "
"¡Prométemelo!"
"Si lo hago... si lo hago, ¿Me prometerás que dejarás que te ayude si crees que vas a resultar herida?"
"¿Si creo eso? Yo... supongo que está bien. De hecho, es inteligente.
"Mierda. Eso no era lo que quería decir."
"¡Ranma!¡Prométemelo!"
"... De acuerdo. Pero será mejor que - "
"Yo también lo prometo. Lo que has dicho."
"Mierda." Suspiró. "No has mencionado a Shampoo. Si Shampoo se presenta..."
"Dudo que lo haga, después de lo que sucedió. Pero si lo hace, te quiero conmigo, porque si lo hace, creo que voy a salir herida aún cuando gane."
"Bien, de todas formas, sigues estando cuerda. Estaba empezando a preguntármelo."
"No eres quién para decirlo, baka. Bueno, ahora tengo que entrar; mis hermanas y Nodoka-sama tienen programada una tarde de Charlas de Chica."
"Tienes suerte. Papá y Tendo-san están esperándome en nuestra casa. Con botellas."
"Se fuerte, mi héroe." Risitas.
"Gaah. Te veo, uh, mañana..." Una de las figuras oscuras se puso en pie y se movió, alejándose lentamente, como si fuese reacia a marcharse. La figura más pequeña también permaneció en pié.
"Vuelve aquí. Quiero un beso antes de que te marches a casa. Uno bueno. De buena suerte."
Hubo un rápido golpeteo en la puerta de Akane, pero antes de que Kasumi o Akane pudiesen responder, ésta se abrió y Nabiki se deslizó dentro. Cerró la puerta tras de sí. "Están casi listos ahí abajo." las contó. "¿Cómo está yendo aquí dentro?"
"Casi terminado." Dijo Kasumi mientras trabajaba en el pelo de Akane. "My, ya casi no entrabas en el vestido, has crecido muchísimo desde la última boda."
"Sólo no le digas eso a Ranma." refunfuñó Akane. "El muy imbécil diría que crecí a lo ancho." Bajó la mirada hacia sí misma, después a Nabiki. "Así que, ¿Cómo me veo?"
Nabiki se encogió de hombros. "Parecida a la última vez. Ranma-kun no sabrá qué le golpeó."
"Oh, sí, lo sabrá." Dijo Akane, ausente. "Uh, quiero decir, es que.... oh, olvídalo." Se sonrojó un poco y trató de ignorar las risas de sus hermanas. "Entonces, ¿ Crees que todo irá bien en esta ocasión?"
"Estoy segura de que todo irá de maravilla." Dijo Kasumi. Suspiró melancólica. "No obstante, es una pena que sea una boda tan pequeña."
"Bueno, si quieres una gran boda, puedes tener la tuya propia." Dijo Akane. "Si tú invitas a trescientas personas a una boda, será un festival de felicidad. Si nosotros invitamos a trescientas personas, un centenar de ellas atacarían a Ranma, otro centenar me atacarían a mí, y el resto estarían atacando a los demás invitados." Hizo una mueca. "He tenido bodas más que suficientes. Quiero ser desposada."
Nabiki sonrió. "Tú quieres ser acostada."
"¡Nabiki!" exclamó Kasumi, escandalizada.
"¡YO NO!" Chilló Akane, sonrojándose furiosamente.
Nabiki, tranquila, examinó el techo. "Hey, anoche te vi cazando al vuelo cada palabra de Nodoka mientras te sermoneaba... ¿Cómo lo expresó? 'Los deberes y placeres del matrimonio'. No te preocupes. A menos que haya más cosas equivocadas en Ranma de las que creemos, vas a ser acostada."
Akane dio un paso al frente, sus puños cerrados con fuerza. Nabiki alzó sus manos en burlona defensa. "Hey, no te estoy culpando. Ranma está para mojar pan. Con algo de suerte, también resultará ser un semental."
Ella vio a Akane mirar repentinamente a Kasumi, y fue sorprendida cuando Kasumi puso una mano en su boca y rió nerviosamente. "Que."
"Oh, nada." Dijo Kasumi, sin darle importancia.
Nabiki la escrutó con sospecha. "Claro. Seguro." Miró a Akane. "Y bien, ¿Has pensado acerca de la planificación familiar?"
"Bueno, hablé con mi doctor al respecto." Dijo lentamente Akane. "En cualquier caso, no voy a ser, um, fértil durante los próximos días, así que - "
"Conoces el término técnico para las chicas que confían en el método del ritmo, ¿Verdad?"
Akane frunció el ceño. "Por supuesto. Ésa no es la cuestión." Su rostro adoptó un aire soñador. "Parte de mí quiere tener un bebé de Ranma ya mismo, y parte de mí quiere esperar un poco. No puedo decidirme, así que no lo haré. Si sucede, que suceda. Si no sucede, pensaré otra vez en ello tras la luna de miel."
Nabiki sacudió la cabeza. "Creo que estás majareta, pero eso no me sorprende."
"Bueno, yo creo que es dulce." Añadió Kasumi. "Pero tendrías que hablar con Ranma de esto."
Akane le dio a Kasumi una mirada afilada. "Si él quiere controlar su, um, fertilidad, puede hacer algo condenadamente bueno consigo mismo al respecto. Si él quiere tener unas palabras conmigo, puede venir a hablar conmigo al respecto."
"Ése ES el Ranma del que estamos hablando aquí." Señaló Nabiki. Las hermanas intercambiaron una mirada y rieron juntas.
"En serio." Dijo Kasumi. "Dudo que Ranma-kun entienda los, ah, detalles biológicos." Miró incierta a Akane. "Um... si quieres, tengo libros..."
Akane agitó una mano y suspiró. "No creo que ayudasen. Ranma no estaría interesado en los aspectos biológicos, y la única manera en que él estudiase un manual de sexo sería si tuviese trescientos años y estuviese escrito en Chino."
Kasumi asintió. "Si, él parece haber evitado ése área de conocimiento bastante cuidadosamente."
"Bueno, pues está a punto de quedar atropellado por él." Dijo Nabiki.
Akane se unió a las risas, pero sus pensamientos eran atribulados.
Nodoka siguió el sonido de los gritos hasta la sala principal de los Tendo. Genma salió mientras se aproximaba. Le lanzó una mirada indescifrable y la dejó pasar. Nodoka entró en la habitación y vio a Ranma en su traje blanco paseándose de un lado a otro. Las señales del fiasco anterior eran vagamente visibles en él a pesar de sus mejores esfuerzos por borrarlas.
"¿Nervioso, Ranma?"
"¡NO!" se apaciguó un poco. "Bueno... quizá. Enojado, más bien. Estúpido viejo..."
Nodoka suspiró. "¿Y ahora cuál es el problema?"
"Nada. Hago un pequeño comentario y recibo un sermón sobre deber y honor y promesas... como si él supiese algo acerca de cualquiera de ésas cosas." Dijo Ranma gruñonamente.
"Si lo prefieres, yo puedo darte ese sermón." Dijo Nodoka.
Ranma alzó la mirada y se encogió un poco con el deje de acero en su voz. "No, Mamá, todo está bien."
"Quieres casarte con Akane-chan, ¿No es cierto?"
Ranma bajó la mirada de nuevo. "Sip, supongo. Es sólo que la última vez fue... más fácil. Ellos me noquearon y me metieron por la fuerza en aquel traje de pingüino, y tan pronto como me desperté las cosas sucedieron..."
"...así que no tuviste tiempo para preocuparte al respecto." Completó Nodoka.
"Supongo. Ésta vez, están todos ésos aspavientos, y formalismos, y ésa 'despedida de soltero' tan poco convincente en la que ellos me metieron anoche. - ¿Oíste lo que ocurrió? Happosai se presentó, y a la mitad de la tercera botella chilló algo acerca de una 'danza exótica' y la siguiente cosa que recuerdo es que estaba usando una cubeta de agua y Happosai estaba - " se detuvo, cohibido. "Aunque me desquité bien." Sonrió satisfecho. "Sabía que era mejor no beber esa cosa, arruina tus reflejos, y está claro que arruinó los suyos." Ranma se serenó. "Jeez, tan sólo me gustaría saber si hice lo correcto. Todo el mundo dice que sí, pero.."
"Akane-chan estaría terriblemente dolida si la abandonases en el altar." Sñaló Nodoka. "Es una de las peores cosas que le pueden suceder a una mujer."
Ranma palideció. "Sip. Ella simplemente me mataría." Todavía lucía preocupado.
"Ranma, dejando aparte el acuerdo de vuestros padres, tú la pediste que se casara contigo, y ella aceptó. Es demasiado tarde para arrepentirse."
Ranma medio sonrió. "Para ti es fácil decirlo." perdió su sonrisa. "Ella dijo que estaba de acuerdo en casarse con un fenómeno medio-hombre, medio-mujer, pero – "
"No eres un fenómeno, Ranma." Interrumpió Nodoka. "Y tu masculinidad es adecuada, y tu maldición no es culpa tuya."
Ranma apartó la mirada. "Si tú lo dices – "
"Bien. ¿Qué quieres hacer al respecto?¿Huir y no volver jamás?" la voz de Nodoka era furiosa.
Ranma miró a su madre a los ojos. "Si pensara que Akane iba a estar mejor si hiciese eso, lo haría. Aún pienso en ello."
"Ésa NO es una opción." Dijo Nodoka firmemente.
Ranma no dijo nada, pero ella pudo leer fácilmente sus pensamientos: Y una mierda no lo es.
Nodoka escrutó a Ranma y suspiró. "Esperaba no tener que decirte esto, pero en realidad ya estás casado."
Ranma la miró con ojos desorbitados. "¡¿Qué?!"
"Por lo que concierne al Estado, has estado casado desde que firmaste esos papeles en el ayuntamiento."
La mandíbula de Ranma cayó. "Pero... eso... ellos... ella... Bueno, ¡Yo no me SIENTO casado!" dijo después de que hubiese subido de nuevo su quijada.
Nodoka sonrió emocionada. "Para eso es la ceremonia, querido. Tras la ceremonia, te aseguro que te sentirás casado."
"Ciertamente, el sacerdote parece... duradero." Susurró Nodoka a Genma. Ella estaba usando un bonito kimono, y parecía un tanto fuera de lugar la lado de la chaqueta de cola y pantalones escandalosamente rayados de Genma.
"Creo que Soun dijo que el hombre fue su estudiante hace algunos años." Susurró Genma en respuesta. "Parece una sabia precaución para el sacerdote saber kempo – "
"Shh, empezamos." Siseó Nodoka.
Nabiki presionó el botón de inicio en su radiocasete. Da da da-daaaaa... da DA da-daaaa....
Ranma se giró a tiempo de ver a Akane entrar en el dojo, escoltada por Soun, que había rechazado dejar que Nodoka le disuadiera de usar gi para la ocasión. Akane se unió a Ranma en frente del sacerdote, dedicándole una pícara sonrisa cuando notó que él tenía un total de cuatro pares de dedos cruzados. "Mejor descrúzalos antes de los votos." Le susurró.
El sacerdote aclaró su garganta ruidosamente, y ellos se callaron. "Muy amados, hoy estamos aquí reunidos – "
¡Splash!
"¡Wa-ha-ha-ha!¡Ahora hay DOS novias para que éste anciano las bese!" se regocijó Happosai, arrojando la cubeta y brincando hacia el pecho de Ranma.
Ranma no perdió el tiempo protestando. "¡MARTILLO!" berreó, dando media vuelta.
"¡YUNQUE!" chilló Akane al mismo tiempo, pivotando.
¡GAM!
"... ouch..." Murmuró Happosai antes de caer sin sentido.
Akane le recogió afectuosamente. "Oh, pobrecito mío." Canturreó. Dio tres pasos fuera del dojo y lanzó al viejo de una patada por el cielo de la mañana. "Uno hundido... o volado."
"Veo lo que querías decir." El sacerdote observó a Soun. Soun asintió tristemente.
Ranma tironeó infructuosamente de su apelmazado esmoquin blanco mientras Akane volvía dentro. Kasumi ya estaba llevando una tetera desde la fila en la que se había situado en la parte trasera del dojo.
"...para unir a éste hombre, er...." el sacerdote escrutó a Ranma y se detuvo. Ranma le brindó una mirada torturada y se encogió de hombros.
Hubo un repentino golpeteo de pies en el porche y Kuno Tatewake entró en escena derrapando justo afuera de las puertas del dojo, llevando una katana en su vaina. "¡Akane Tendo!" Sus ligeramente enfadados ojos encontraron a Ranma. "¡Chica de la coleta! Reprímete..." Se detuvo. "¡Oh, alborozo, dado que el hechicero Saotome, quien te mantenía esclavizada, se ha marchado!¡Indudablemente oyó mi llegada y escapó en temor de mi pujanza!¡Ahora eres libre para casarte conmigo!" dio un paso hacia delante y miró de nuevo hacia Akane. "Pero... ¡Ay de mí!¡Siguo sin poder decidir entre vosotras!"
"Eso no es problema, Kuno-sempai." Dijo dulcemente Akane.
"No es problema en absoluto." concordó Ranma, crujiendo sus nudillos.
"AMBAS te lastimaremos." Para la pequeña audiencia, pareció que dos borrones blancos giraron alrededor de Kuno por un par de segundos antes de concretarse en Ranma y Akane, ambos encarando a Kuno por fuera, desde lados opuestos a él. Kuno se derrumbó hacia delante, los ojos todavía abiertos. ¡Thud!¡Clatter!
Ranma recogió la katana y se la arrojó a Genma. "Trofeo." Dijo casualmente. Akane y Ranma recogieron a Kuno, le arrastraron fuera, en el jardín, y le arrojaron por encima del dojo.
"Bonita forma." Dijo el sacerdote en señal de conformidad mientras Ranma y Akane regresaban en frente suya. Se sonrojaron. Kasumi vertió agua caliente sobre Ranma. "Ahora, Por dónde íbamos... oh, si, para unir a éste hombre y esta mujer en el vínculo del matrimonio..."
Ranma se encogió. Está llegando la parte demencial.
"... y si alguien tuviese algún motivo por el cual ésta pareja no debiera contraer matrimonio, que hable ahora o calle para siempre." La congregación contuvo el aliento. Soun gesticuló desesperadamente hacia el sacerdote para que continuara.
"¡Oh-ho-ho-ho-ho-ho-ho!"
Ranma suspiró y miró a Akane. Los feroces ojos de Akane se encontraron con los suyos. "Mía."
Ranma asintió. "Tuya."
Se giraron y vieron la entrada de Kodachi. "¡Ranma-sama no será desposado por ésa furcia!" proclamó Kodachi. "¡Lo prohíbo!¡Deberá casarse conmigo, en una ceremonia bastante más hermosa que ésta!"
Akane pateó lejos sus zapatillas y se puso delante de Ranma. "No puedes tenerlo." Dijo sombría. "Es mío."
Una sonrisa se extendió por el rostro de Kodachi. "Así pues, ¿Estas dispuesta a luchar por él, después de todo?"
"Puedes apostar tus flores a que lo haré." La dijo Akane. Ranma sonrió un poco y observó la abierta, casual postura, modificada ligeramente por el traje, desplazándose lateralmente mientras el lazo de Kodachi giraba en espiral. Azotó – pero Akane no estaba allí. Se inclinó y se deslizó detrás de la gimnasta, acometiendo de pasada con una mano abierta. Kodachi evadió el golpe, pero ahora Akane estaba entre ella y el campo abierto. Ranma hizo señas a los otros dentro del dojo para retirarse contra la pared.
El lazo de Kodachi golpeó de nuevo, pero ésta vez Akane lo atrapó fácilmente, se lo arrebató de un tirón, y lo dio de lado. Akane brincó, y la esquiva de Kodachi la metió dentro del dojo. Akane se deslizó a través de la entrada mientras Kodachi producía un par de mazas y atacaba. Akane bloqueó con fuerza y contraatacó; las mazas salieron despedidas, dando vueltas, pero Kodachi las evadió. Kodachi miró alrededor frenéticamente.
"¿Sin armas?" se mofó Akane. "Bueno, yo no – " Kodachi saltó, describiendo un arco para pasar por encima de Akane y alcanzar campo abierto. Akane saltó dibujando el arco contrario. Se encontraron justo en el techo del dojo. Ranma hizo una mueca de dolor y agitó la cabeza con lástima. Kodachi aterrizó de mala manera, sujetando su costado. Akane aterrizó con ligereza y sin detenerse se deslizó justo en medio. Kodachi intentó retirarse de la trampa de la entrada hacia el jardín, pero Akane fue más rápida. Se encontraron. Los espectadores pudieron oír claramente cinco golpes en cerca de dos segundos. Kodachi se derrumbó.
"Idiota." Murmuró Akane a su oponente desvanecida. "No estaba siguiendo normas gimnásticas." Recogió el lazo de Kodachi, entonces arrastró a Kodachi a uno de los postes del dojo y usó el lazo para amarrarla en él. Se enderezó y sonrió a Ranma. "Trofeo. O quizás furcia."
"Dime, a todo esto, ¿Qué es una furcia?" preguntó Ranma mientras ella se unía a él de nuevo, sacudiendo su vestido.
"Sólo diré que yo no lo soy y que ella quizás si lo sea."
"Yo os declaro marido y mujer. Bésala, Ranma-san, los dos os lo habéis ganado."
Ranma bajó la vista hacia los ojos de Akane. Sus labios se movieron. Ella los leyó fácilmente: ¡Por fin! Se besaron. Akane se dio cuenta de que Ranma trataba de que aquel beso público fuese corto y seco, pero ella no estaba dispuesta a consentirlo. ¡Quiero fuegos artificiales, baka! Él respondió, reluctante al principio. Las familias vitorearon.
Ranma se percató de que alguien estaba dándole golpecitos en la espalda. "Es suficiente, chico, habrá tiempo de sobra para eso más tarde. Ven a abrir el sake para que podamos beber a vuestra salud."
Ranma parpadeó. "¿Sake? Querrás decir beber a tu insalud, Papá." Dejó ir a Akane y la siguió hasta el barril de sake con el martillo en lo alto.
"Quietos." Dijo Nabiki. "Primero dejadme hacer una foto." Esperó a que posaran detrás del barril. El flash destelló.
"Lástima que no sea agua del Nannichuan." Murmuró Ranma.
"No digas eso. Ya hemos tenido bastantes problemas." Murmuró en respuesta Akane. Sonrió a las familias y cogió el martillo. Ranma se lo arrebató y lo lanzó por encima del hombro. "¿Qué – "
"No necesitamos eso." Dijo Ranma, sonriendo. "Nueva tradición: en las bodas de artistas marciales, abrimos el barril de ésta forma." Alzó su puño por encima del barril. Ella cogió la idea y le imitó.
"¡TE – !" ¡Crack!
Ranma ignoró el comienzo del festivo beber mientras Kasumi presentaba los aperitivos y los ponía sobre la mesa. Él notó algo mas. "¿Qué es esta cosa, Kasumi?"
"Otra parte de la tradición Occidental... hermano." Dijo ella. "Regalos. El dinero de los invitados no funcionó demasiado bien para nadie" – sus ojos se deslizaron hacia Nabiki – "la última vez, así que convencí a todos para hacer esto en su lugar."
Ranma todavía estaba un poco abrumado respecto a Kasumi llamándole "hermano". "¿Y ahora qué?"
"Bueno, los abres, o los abre Akane, o los dos los abrís." Dijo ella, gesticulando vagamente. "Son todos para los dos, pero alguno de ellos serán más para ti, y otros serán más para Akane, supongo. Éste es de Happosai."
Ranma aceptó cautelosamente la caja de cartón plana y la abrió. "Una... pren...da... transparente."
"Creo que es un negligé." Dijo Akane, sonrojándose.
Ranma olisqueó. "Sea lo que sea, está usado. Yuck." Cerró la caja y la puso bajo la mesa. "Me pregunto si estaba dirigido a mí o a ti." Le dijo a Akane.
"Para ti, no faltaba más."
"Éste es mío." Dijo Kasumi, alcanzando a Akane un paquete plano.
Akane arrancó el papel. "Oh. Um..." miró abajo hacia "Domando al Caballo: Una Guía Ecuestre." y resistió el impulso de golpear con él en el cráneo de su hermana mayor. "Supe que te gustaría un ejemplar propio de éste libro." Dijo Kasumi, sonriendo misteriosamente. "Ha estado agotado durante mucho tiempo, pero logré encontrar uno."
"Gracias, Kasumi." Dijo Akane con gran refreno. Algún día me las pagarás por esto. prometió su mirada. Escamoteó un vistazo a Ranma. No tiene ni idea. Bien.
"Éste es mío." Dijo Nabiki, dando a Ranma un envoltorio manila.
Ranma lo abrió y escudriñó el interior, una pila de papeles. "Gracias, supongo. Uh, ¿Qué es esto?"
"Es una planificación para el dojo." Dijo Nabiki con impaciencia. "Programación de las clases, formularios para la declaración de la renta, programas de autorización, contabilidad, propaganda, de todo."
"Gracias, Nabiki." Dijo Akane, conmovida. "Estoy segura de que nos ayudará un montón."
"¿Estás segura de que funcionará?" preguntó Ranma.
"Bueno, tuve un 10 cuando lo hice como un proyecto de fin de curso." Dijo Nabiki orgullosa.
"Éste es de Padre." Dijo Kasumi, tendiendo un envoltorio. Akane lo abrió y sacó algunos papeles.
"Es una luna de miel." Dijo Soun. "No había mucho dinero, pero Nabiki lo estiró para que diese para 3 noches en un onsen en las montañas, gastos del tren, gastos del autobús y sobró un poco para la comida y esas cosas..."
"¡Gracias, Padre!" trinó Akane, abrazándole. Sus ojos se encontraron con los de Ranma. En cualquier parte menos aquí...
"Una especie de acuerdo que hice." Alardeó Nabiki. "Quedaréis impresionados cuando estéis allí."
"Y tus padres os dieron los anillos de boda, por supuesto. Oh, casi lo olvido." Dijo Kasumi. "Cologne me dio esto antes de irse y me pidió que te lo diera después de que estuvieseis casados. Supongo que es ahora..."
Ranma aceptó cuidadosamente el cilindro envuelto en grueso papel con algo escrito en él. Le dio la vuelta. " 'No abrir hasta la consumación.'Huh.¿Qué es la 'consumación'?" Miró alrededor suyo al anillo de caras sonrojadas. "¡¿Qué?!"
"Te lo explicaré más tarde, Ranma." dijo Akane con desmayo.
"Es una apuesta segura que lo harás." Saltó Nabiki. "¡Ouch!"
Akane miró los billetes más de cerca. "¡Eek!¡El tren sale en una hora y media!¡Ranma!¡Cámbiate!¡Haz las maletas!¡Ahora!" Recogió su falda y salió pitando.
Ranma la vio marcharse, sacudió su cabeza, y suspiró. "Tengo que enseñarla los secretos de la Técnica Todo Vale de Empacar para un Viaje." Observó las bandejas de aperitivos, pero decidió que no podría irse una bandeja entera. Cogió dos puñados de sushi y siguió a Akane sin prisas.
"Espero que lo llevemos todo." Le dijo Akane a Ranma, dejando la mochila en el suelo y hundiéndose con un suspiro sobre el banco de la estación de trenes. Bajó la mirada hacia sí misma. "No me parezco demasiado a una esposa, ¿Verdad?
Ranma inspeccionó sus jeans, su camisa de cuello vuelto, y su chaleco. "Supongo que no. Aunque estás muy guapa."
Akane alzó la vista con una rápida sonrisa. "¿En serio?" vio la expresión vagamente azorada de Ranma. ¡En serio!
¡Splash! Ting ting ting… "¡Oops!¡Disculpa por eso!"
"¿Por qué yo?" gimió Ranma, girándose para darle una fea mirada al descuidado riega-plantas. De pronto pareció aterrorizada. "Ése sonido – ¡Mi anillo!" Se dejó caer sobre sus rodillas y escarbó bajo el banco, emergiendo un momento después con un suspiro de alivio. Frotó el aro dorado en su camisa y lo devolvió fácilmente a su dedo. Mucho más fácilmente
Ella miró a Akane. Akane la miró a ella. Ambas miraron al anillo. "Jeez, ¿Por qué nadie pensó en esto?" se lamentó Ranma. "¡Por supuesto que no va a funcionar – Perderé mi anillo de bodas cada vez que me transforme!"
"Tengo una idea." Dijo despacio Akane. "Aquí lo guardaré por tí. Tú consigue algo de agua caliente, y cuando vuelvas te lo pondré de nuevo, y ésta vez permanecerá." Sonrió ante la expresión confundida de Ranma. "Tan sólo confía en mí. ¡Vamos!" Ranma se fue, no sin una mirada hacia atrás.
Cuando volvió, Akane había sacado un peine de la mochila. "Siéntate." Dijo ella. "Mira hacia el otro lado." Ranma obedeció. Akane desató la cuerda que sujetaba su coleta. "Estate quieto." Dijo delicadamente cuando Ranma se agitó. Ella desenredó su pelo, disfrutando del tacto entre sus dedos. Akane arqueó el largo pelo de Ranma, después lo dividió cuidadosamente en tres. Deslizó el anillo de bodas por el mechón intermedio y lo sostuvo para que anidase contra su cuello. Volvió a entretejer su coleta lenta, amorosa, ceremonialmente, y la ató.
Ranma se estiró y sintió su anillo, asegurado en la base de su coleta por las manos de su esposa. Se giró y la miró. "Es bueno." Dijo.
GLOSARIO DE TÉRMINOS:
Hai = Si
Sensei = Maestro
gi = kimono de entrenamiento
baka = tonto/a
Oji-san = Forma cariñosa de referirse a tu tío
Oba – sama = Lo mismo, pero para una tía.
Onsen = Manantial natural de agua caliente
Kunoichi= Ninja hombre disfrazado de mujer
Nurseman = Vikingo en inglés
Smorgasbord = Buffet Sueco
Shoji = delgadas paredes corredizas de madera y papel de arroz
Canard a l'orange = Pato a la naranja
Tako = pulpo en Japonés
iinazuke = prometida, en japonés.
Tsubo = Variación de la acupuntura que implica masajear puntos de acupuntura.
Shinai = Espada de bambú que se emplea en las competiciones de Kendo.
Kiai = Grito que acompaña a la ejecución de ciertos golpes y técnicas en varios tipos de artes marciales, con objeto de que el estudiante aprenda a generar y transmitir el sentimiento necesario para ejecutarlos correctamente.
