EPÍLOGO:
Akane examinó con satisfacción el suelo del dojo recién fregado y dejó caer la mopa en su cubo. "Hecho. ¿Qué es lo siguiente?"
"Dímelo tú." Replicó la voz de Ranma desde el armario trastero. "Tú eres la única con una lista."
Akane miró frenéticamente alrededor. "¡La lista!¡¿Dónde está la lista?!Debo habérmela dejado en – !"
La mano de Ranma emergió desde el armario trastero, ondeando una hoja de papel de aspecto familiar. "Te la dejaste aquí dentro." El resto de Ranma salió del armario, sonriendo burlón, y pisó suavemente por el suelo hacia Akane. "De todas formas, ¿Por qué todo ése nerviosismo?"
Akane cogió la lista. "Estoy emocionada por lo de mañana. Estoy incluso más nerviosa de lo que estaba antes de la boda. Ambas."
"Si fuese del tipo sensible, creo que debería estar dolido." Dijo Ranma, examinando el techo. "Sin embargo, me siento de forma parecida. ¿Tiene Kasumi – ?"
"Siete llamadas, hasta ahora."
Ranma hizo una mueca. "No podemos llevar una vida digna de siete estudiantes. Quizás si hubiésemos puesto más carteles..."
Akane sacudió la cabeza. "Pusimos montones. Sin embargo, la oferta de a mitad de precio por inauguración del plan de Nabiki debería proporcionarnos más de siete. Ella supuso que el parón veraniego era el mejor momento para empezar, con todos los estudiantes fuera del colegio y todos los padres tratando de quitárselos de encima, especialmente debido a que ellos tengan probablemente que parar cuando NOSOTROS volvamos a la escuela ..."
Ranma pronunció su temor oculto: "Quizás nadie quiera aprender el Arte de nosotros."
Akane tragó saliva. "No puedo creer eso. No voy a creer eso. Tan sólo tenemos que esperar hasta mañana, y ver cuántos se presentan, y dar lo mejor de nosotros." Dejó caer sus ojos de la mirada sombría de Ranma y consultó la lista. "¡Oh!¿Podrías ir a por mis viejos gis y cinturones? Podríamos necesitarlos. Están en el baúl grande del dormitorio, al fondo..."
"Lo tengo." Ranma se fue rápidamente.
Akane sonrió ante su despliegue de energía nerviosa y miró nuevamente a la lista. De pronto recordó qué más había en el baúl. "¡No!¡Ranma!¡Espera!" Clamó, saliendo precipitadamente del dojo.
Akane patinó hasta detenerse en su dormitorio. Su corazón zozobró. Ranma estaba enderezándose precisamente con el libro y la fusta de montar en sus manos y una mirada perpleja en su rostro. "¿Qué estaba haciendo esto aquí dentro?" Dijo sin mirarla. Meneó la fusta de manera experimental y miró curiosamente a Akane. Su ceja se alzó cuando la vio sonrojarse. "Estás de broma. No me digas que tienes una tendencia retorcida que yo no conozco." Dijo, sonriendo.
El sonrojo de Akane se hizo más profundo. "¡No!¡Estás completamente equivocado!" Hizo una desperada acometida hacia los embarazosos objetos.
"Desearía tener cien yenes por cada vez que te dije eso." Cloqueó Ranma, evadiéndola.
"¡Dame eso!¡Es – es personal!"
Ranma chasqueó su lengua y sacudió su cabeza. "No tan rápido." Sostuvo el libro en alto. "Éste fue uno de nuestros regalos de boda, así que es mío también. Esto" – Meneó la fusta de nuevo. – "Te lo dio Nabiki, y no había nada privado al respecto por aquel entonces. Inténtalo de nuevo."
Akane abrió la boca hacia él durante un momento, después intentó la acometida de nuevo. Ranma la sobrepasó por encima de su cabeza en un increíble salto en media vuelta que casi se lleva el techo de por medio. Ella rebotó contra la pared y se volvió. "Cómo – ¡¿Cómo hiciste eso bajo techo?!"
Ranma sonrió burlón. "Tú también puedes hacerlo. Es sólo que no sabes que puedes." Sujetó el libro y la fusta detrás de su espalda. "Así pues, ¿Cuál es la historia?"
Akane tomó el control y se calmó. Se enderezó y sonrió seductora a su marido. "¿Cuánto vale para ti?" Preguntó suavemente, llegando hasta él y poniendo sus brazos alrededor suya. Cerró los ojos y le besó, pero sus dedos estaban deslizándose brazos abajo hasta sus dedos –
Las manos de Ranma estaban vacías. Ella sintió su sonrisa a través del beso, y sus ojos se abrieron volando. "¡Tú –!" Alzó la mirada y vio, demasiado tarde, el libro y la fusta equilibradas en lo alto de su cabeza. Ranma retrocedió, aún sonriendo, y movió su cabeza a un lado antes de que ella pudiese arrebatárselos. El libro y la fusta cayeron pulcramente en sus manos de nuevo.
"Si te apetece podemos hacer esto un poco más."
Akane zozobró. "Muy bien. Tú ganas. Venga, dame el libro, y te lo mostraré." Le miró enfurecida cuando él le dio una mirada escéptica. "¡Lo prometo, maldita sea!¡Dame el libro!"
"¡Muy bien, muy bien, no te alteres!" Le tendió el libro y esperó.
Akane abrió Domando al Caballo: Una Guía para el Ecuestre y lo hojeó. Se detuvo, deslizó su dedo página abajo, asintió, y se lo tendió a Ranma. "Lee aquí." Y no me odies después...
"Hmm. 'Algunos caballos son tan salvajes y asustadizos que son casi imposibles de domar, pero semejantes animales suelen constituir los más finos "steeds". En tales casos, es aconsejable que el domador adopte un modo de obrar insondable; si el caballo no se da cuenta de que está siendo domado, podrá ser domado antes de que sepa resistirse." Ranma siguió leyendo sin hablar por un rato, después alzó la mirada. "No lo pillo."
El rostro de Akane estaba oculto por su cabello, pero sus orejas estaban muy rojas. "Ran... ma. 'Caballo Salvaje'."
El ceño de Ranma se arrugó por un momento, y entonces la mostró una mirada incrédula. "Domando... Crees que me has domado, ¿No?" Cerró el libro y lo dejó en la cómoda con delicadeza, pero conservó la fusta. "¿Crees que estoy domado? Ven a ver lo domado que estoy."
El filo en la voz de Ranma hizo levantar la vista a Akane. La expresión de él era neutral, incluso un poco divertida, pero estaba erguido en la casual, relajada postura que empleaba para confiar a sus adversarios induciéndoles a subestimarle. La fusta oscilaba en su costado, temblando ligeramente. Uh oh, Está enfadado de veras. No la fastidies – "No." Dijo con firmeza. "Tú no estás domado. Eres salvaje, y me gustas de esa forma."
"¿Entonces qué?" La voz de Ranma era implacable.
"¡Eras tan condenadamente asustadizo!" Estalló Akane. "¡Yo... yo quería que fueses mío!¡Yo quería ser tuya!¡Pero tras el fiasco de la boda, escapaste!¡No ibas a decirme que me amabas!¡No ibas a darme la oportunidad de decirte que te amaba! Así que después – " Akane se detuvo y se controló a sí misma. "Después, sencillamente tenía que hacer algo. Hablé con Kasumi, pero tampoco supo qué debía hacer. Entonces encontré el libro, y me dio esta idea, que si yo tan sólo pudiera... pudiera... ¡No lo sé! No podía corretearte, porque las otras chicas habían hecho eso, y no las funcionó. Así que confié en que si tan sólo dejaba de apartarte de mí, tú harías... harías... Y lo hiciste."
Los ojos de Ranma se abrieron de par en par. Las esquinas de su boca hicieron una mueca. "Huh. Entonces estás diciendo que el libro fue parte del Camino que trae aquí, y está claro que no puedo quejarme sobre eso. Pero olvidas algo. Tú también estás en él."
"¿Lo estoy?¿Dónde?"
Ranma cogió el libro de nuevo y se lo tendió. "Encuentra la parte que me enseñaste." Akane le miró inexpresiva. "Diviérteme." Akane se encogió de hombros, avanzó a través del libro, y se detuvo. Ranma señaló más abajo en la página. "Lee aquí."
"Por otra parte, algunos caballos son tan asequibles a la domesticación que están muy cerca de domarse a sí mismos..." Akane alzó la mirada a la sonrisa guasona de Ranma. "Yo – tú – ¡Oooh!"
Ranma bloqueó el libro. "¡Hey!¡Era un cumplido!¡Pensé que querías ser domesticada!"
Akane dejó de corretearle por la habitación después de tres inútiles vueltas. "Te diré algo: Admitiré haber sido domada si tu lo admites."
"Bueno... quizás tan sólo una pequeña, diminuta parte."
"Muy bien. Yo también estoy domada en una pequeña, diminuta parte. ¡Y NUNCA te atrevas a contarle A NADIE acerca de esto!"
"Hey, tú eres la única que está chillando con la ventana abierta."
Akane hizo una mueca. "Oops."
Ranma sostuvo la fusta en alto. "¿Y que hay acerca de esto?"
Akane se sonrojó nuevamente. "Nabiki me lo dio. Ella todavía no sabe acerca del libro, pero debió haberlo visto y me trajo la fusta como una broma."
Ranma hizo chasquear la fusta a través del aire. "¿Y cómo es que nunca me pegaste con esto? Me has pegado con cada cosa..."
Akane se sonrojó algo más. "Como has dicho. Es retorcido." Ella le escrutó. "¿Quieres que lo haga?¿Es eso?"
Ranma estaba empezando a sonrojarse. "Uh... no exactamente."
"¿'No exactamente'?¿Y que se supone que significa eso? De todas formas, ¿Qué hay contigo y los golpes?"
"Uh... "
"A la mierda. Me has hecho confesar mis más oscuros secretos, ahora es tu turno."
"¡No es un secreto!" Explotó Ranma. "¡Es sólo que no sé cómo decirlo!"
"Ah. Bueno, sabemos cómo encargarnos de eso." Se arrodilló y palmeó el suelo al lado suyo, después esperó hasta que Ranma estuvo sentado. "Inténtalo."
"Bueno... El Arte se ocupa de golpes, y yo me ocupo del Arte, ¿Verdad? No sé mucho más, pero seguro que sé golpes. Sin embargo... Hasta que te conocí no supe que los golpes podrían tratar sobre... sobre amor."
El silencio se extendió.
"Ranma... ¿Por qué me amas? Es decir, sé que lo haces, me lo dices una vez al mes, dos si tengo suerte, pero nunca he sabido por qué, y siempre me lo he preguntado, porque Kodachi es bonita y de alta cuna y rica y Ukyo es bonita y agradable y una buena cocinera y Shampoo es sencillamente tan prefecta que algunas veces podría gritar, pero – De acuerdo, ahora me callaré."
Ranma bajó la mano que había alzado para interrumpirla y sonrió un poco. "No lo sé. No quiero pensar en ello demasiado, porque hay cosas en las que simplemente no debes pensar, si no te apetece. Pero quizás... quizás en parte sea porque me pegas."
El silenció se extendió de nuevo.
"Eeew."
Ranma agitó precipitadamente sus manos. "No me malinterpretes. Me gusta más besarte – y, uh, todas las otras cosas, también – pero durante todo el primer año, tú no me besabas, y me golpeabas, y, uh, me gustaba más cuando tú me pegabas que cuando ellas me besaban... porque significaba que yo te importaba lo suficiente como para enfadarte conmigo."
Akane miró a Ranma. "¿Así de tiempo?"
"Uh, algo así."
"¿Y en todo ese tiempo, ni siquiera me dijiste que te gustaba, y así poder besarte sin sentirme una idiota, sólo me insultabas, para que de ese modo te golpease?"
"Hey, estuvimos cerca un par de veces – "
"Ahora mismo estoy real y verdaderamente enfadada contigo." Akane se levantó, fue hacia la puerta, la cerró, y se volvió hasta bajar la mirada hacia Ranma. "Estoy lo bastante enfadada como para golpearte real y verdaderamente fuerte." Regresó, desabotonándose. "Pero no voy a golpearte, porque dijiste que te gustaba más 'la otra cosa'." Y a mí también.
"Uh, espera, primero déjame desenrollar el futón – oh, my."
"Puedes bajar esa fusta ahora... a menos que estés planeando usarla."
¡Clatter!
"¿Cuántos?" Murmuró Ranma a Akane.
"Veintitrés, hasta el momento. ¿No es maravilloso?"
Ranma miró a su alrededor, a la situación de caos apenas controlado. Una multitud de gente vestida con gi se arremolinaban en el dojo. Nodoka saludó y sonrió desde la esquina en donde estaba sentada, entre Soun y Genma. Ranma asintió en respuesta, recordando la conversación de la pasada noche:
"Mamá, mañana vas a estar en el dojo, ¿Verdad?"
Nodoka sonrió. "Por supuesto, Ranma. No me lo perdería por nada."
"Bien, pues me estaba preguntando si podrías hacerme un gran favor..."
"Naturalmente, querido. ¿De qué se trata?"
"Bueno, Papá y Tendo-san van a estar allí también, y sólo sé que harán algo que lo arruinará todo. Han estado arruinando todo lo demás, ¿Por qué se detendrían ahora? En cualquier caso, tú eres la única en quien puedo confiar para mantenerles bajo control."
Nodoka tocó su katana envuelta. "Estaré encantada de hacerlo. Me siento honrada por tu confianza, Ranma."
Bien, una cosa menos de la que preocuparse, pensó Ranma. Miró afuera, adonde algunos padres se sentaban en el porche y charlaban.
"Es la hora." Dijo Akane en voz baja.
Ranma asintió. "Hagámoslo." Se plantó enfrente de la multitud. "¡Estudiantes!¡Bienvenidos a la escuela de Musabetsu Kakuto del Dojo Tendo!" Los estudiantes se ordenaron a sí mismos precipitadamente hasta quedar de pie en filas bien separadas. Se inclinaron. Ranma y Akane se inclinaron en respuesta. Ranma los examinó cuidadosamente: una docena de chicos, siete jóvenes en edad de instituto, un par algo mayores que Ranma y Akane, y un hombre más mayor con ojos cansados.
"Soy Ranma Saotome." Empezó Ranma. "Ella es Akane Saotome. Juntos representamos los Saotome-ryu y Tendo-ryu combinados de Musabetsu Kakuto." Ignoró los sollozos de alegría provenientes de la esquina.
"Sensei." Corearon los estudiantes.
Akane prosiguió. "Mucha gente piensa que el Arte trata acerca de hacer daño a la gente, incluso matarla. Eso es cierto, en ocasiones, pero es muchísimo más que eso. El Arte trata acerca de tomar el control de tu vida. Confiere salud y figura, fuerza, coordinación, auto-disciplina, confianza, e incluso gracilidad. Espero que todos vosotros estéis aquí por alguna de ésas razones, porque si estáis aquí para aprender cómo hacer daño a la gente, nosotros lo sabremos, y lamentablemente rechazaremos enseñaros."
"Algunos de vosotros nos conocéis." Dijo Ranma. Miró a un chico que había visto en el Furinkan. "Nuestras habilidades provienen de nuestra maestría en el Arte. Nos habéis visto en las calles – "
" – y en los tejados." Murmuró el hombre más mayor.
Ranma rió, poniendo su mano detrás de la cabeza. "En los tejados." Admitió. "En cualquier caso, esto es lo que os ofrecemos. No voy a impartiros mucha filosofía hasta que estéis preparados, pero recordad esto: No penséis demasiado. Intentaremos entrenar vuestro cuerpo para que haga un montón del pensamiento por vosotros." Hizo una pausa, y sonrió. "Si tenéis problemas pensando demasiado, mirad a Akane. Ella también solía tener ese problema." Akane se sonrojó un poco, pero sonrió.
"¿Usted nunca ha tenido ese problema, Sensei?" Preguntó un estudiante atrevido.
Ranma alzó una ceja. "¿Yo? Diablos, pregunta a cualquier otro. Nunca he tenido ningún problema en no pensar." Todo el mundo rió con eso. "Muy bien. Dividiros por experiencia, y empezaremos calentando con katas. Si alguna de vosotras – " sus ojos revolotearon sobre las seis chicas y mujeres entre los estudiantes – "prefiriese ser enseñada por una mujer, decídmelo." Sonrió de repente. "Y antes de que lo olvide, si veis a una mujer así de alta, con el pelo recogido en una coleta como la mía, también es un instructor de aquí. De hecho, es igual de buena que yo." Batió sus palmas, y el caos se reanudó, pero ésta vez con un propósito.
¡Crash!
La actividad se detuvo. Todo el mundo miró a la figura polvorienta que había aparecido en el repentino agujero de la pared. "Disculpen, ¿Alguien sabe dónde se encuentra la granja Unryu?" Preguntó. Reparó en Ranma. "¡Tú!"
Ranma se lanzó con sus brazos abiertos de par en par. "¡¡RYOGA!!" Bramó alborozado.
"¿Para qué crees que es eso?" Le susurró uno de los jóvenes estudiantes a otro, codeándole y señalando hacia una repisa en una pared del dojo.
Su compañero se encogió de hombros. "No sé. Quizá está por si hacemos algo realmente estúpido. No quiero averiguarlo. ¡Vamos, es nuestro turno con Akane-sensei!"
En la repisa, en el soporte del tipo empleado habitualmente para sostener una katana horizontalmente, la fusta de montar descasaba orgullosa, iniciando una nueva tradición en el Dojo Tendo.
FIN DEL EPÍLOGONota del Traductor:
Este capítulo pone fin a una de las mejores series originales, si no la mejor, que existen en el mundo de los Fanfics de Ranma 1/2. Es por eso que no he podido (ni querido) evitar poner unas palabras al final de éste último capítulo. He disfrutado enormemente traduciéndolo, y espero que vosotros también hayáis disfrutado leyéndolo, por que sé que sois muchos los que, al igual que yo, habéis sido cautivados por ésta serie. Vicent Seifert es un auténtico maestro del que deberíamos intentar aprender todos aquellos que no podemos evitar el deseo de dar vida en nuestros propios fics a los inolvidables personajes de Rumiko Takahashi.
Me siento realmente afortunado por haber tenido la ocasión de traducir el final de TTOTH, y le estoy sincera y profundamente agradecido a su autor por permitírmelo.
Saludos a todos los que se toman la molestia de leerlo, y gracias.
I – Kun.
GLOSARIO DE TÉRMINOS:
Hai = Si
Sensei = Maestro
gi = kimono de entrenamiento
baka = tonto/a
Oji-san = Forma cariñosa de referirse a tu tío
Oba – sama = Lo mismo, pero para una tía.
Onsen = Manantial natural de agua caliente
Kunoichi= Ninja hombre disfrazado de mujer
Nurseman = Vikingo en inglés
Smorgasbord = Buffet Sueco
Shoji = delgadas paredes corredizas de madera y papel de arroz
Canard a l'orange = Pato a la naranja
Tako = pulpo en Japonés
iinazuke = prometida, en japonés.
Tsubo = Variación de la acupuntura que implica masajear puntos de acupuntura.
Shinai = Espada de bambú que se emplea en las competiciones de Kendo.
Kiai = Grito que acompaña a la ejecución de ciertos golpes y técnicas en varios tipos de artes marciales, con objeto de que el estudiante aprenda a generar y transmitir el sentimiento necesario para ejecutarlos correctamente.
Ofuda = Tira de papel con encantamientos escritos en ella para lanzar conjuros que exorcicen a los malos espíritus.
Sopa Udon = Sopa japonesa con gruesos tallarines de maíz.
Yukata = Confortable kimono de algodón decorado con dibujos en plantillas entintadas, por lo general de color añil, usada en Japón por hombres y mujeres. Originalmente se diseñó como vestido de noche y para usarla en casa después del baño.
Shojo-manga = Manga para chicas (Aunque los haya que gusten a todo el mundo ;) )
Steed = En la jerga ecuestre, un caballo especialmente brioso. Muy apreciados :P
Ryu = Escuela (De artes Marciales, en éste caso.)
