Muuuy bien, es viernes…el último de mis vacaciones el primero del año y…como siempre, he desperdiciado mis vacaciones ;_____;….aaaaahhh ya era para que terminara el mugroso fic pero ya que ¬_¬U aunque sea…les esta gustando verdad? n_nU…verdad??? O_O

Radfel : que si soy miope…mmm….en realidad si, lo soy n____n como no tienes ni idea, el wey ese…pues…morirá o no morirá mmm que buena pregunta! O_O

Amazona Verde: Esa Tea, realmente no tiene mucho que ver en la historia nada mas esta para estorbar XD, aunque si como que quiere con Yugi, siempre le anda dando las nal…digo, las gracias…quien sabe de qué verdad? n_nU

Noodle-TK: sonso Yami?? Claro, más bien bruto como ya había dicho n_n y bueno ya se lo dira…

Hikaru: no te preocupes te juro que la pareja joey/kaiba no se ha quedado en el olvido, si van a aparecer el problema es que se me dificulta un poco esa pareja pero bueno n.nU

Cindaquilpr : El romance entre Yugi y Yami pues….mmmm n_________n muy pronto, muy muy pronto.

Capítulo 7

"¡VETE!! ¡NO QUIERO VERTE!"

Se repetía así mismo el joven faraón, recordando  la última vez que pudo ver a Yugi, su mente reproducía cada detalle, por mínimo que fuera, de aquel hecho: el rostro nervioso y aterrado del pequeño, su tono de voz débil y desesperado y sobre todo, recordaba sus ojos, aquellos que siempre había visto llenos de una inmensa alegría e inocencia en esos momentos los pudo apreciar inundados en una profunda ansiedad y un inexplicable temor.

Después de haber reproducido ese recuerdo uno y otra vez hasta el cansancio durante la mayor parte de la noche, el espíritu no pudo llegar a ninguna conclusión, su aibou cada vez se comportaba más raro y en esos momentos únicamente deseaba que todo regresará a como estaba antes, "hasta antes de ayer por la mañana" pensaba, aún recordando la forma en la que había despertado a Yugi, el ligero contacto entre ambos y el rechazo por parte del faraón hacia el muchacho…

Sencillamente, no podía evitar sentirse culpable y miserable.

Sin embargo el hecho que lo hacia sentir aún más intrigado era que Yugi estaba casi perfecto antes de que él bajara a la cocina de la casa y al regresar éste, Yugi ya estaba como loco…

¿Qué había pasado en ese breve lapso de tiempo? ¿Qué pudo hacer que Yugi le hablara así a Yami?

No podía saberlo, había tantas preguntas que no podía responder por si mismo, sentía que había fallado en su deber de protegerlo, sobre todo al verlo en aquel estado tan deprimente, desde que había salido de la casa y seguido el rastro de Yugi como pudo deseaba que aquel mal presentimiento fuera producto de su actual nerviosismo, de su preocupación excesiva y no era así, por que efectivamente, a Yugi le había pasado algo malo. ¿Qué? Tampoco podía saberlo.

Intentando salir de su asombro, Yami se dispuso a acercarse al pequeño pero algo se lo impidió, escuchó como alguien abría la puerta al otro lado de la misma.

El primero en entrar al lugar fue Joey, con su desesperación tan habitual, casi azotando la puerta para ver como se encontraba su amigo.

J: ¡¡YUGI!! T_T- se acercó lo más rápido que pudo al pequeño.

Tr: Cálmate viejo ¿no ves que sigue dormido? ¬_¬U- le dijo en tono de regaño al mismo tiempo que entraba también a la enfermería.

La última persona en entrar fue Tea, cabizbaja y temiendo por la salud de Yugi, dejando atrás a Seto Kaiba, quien, por increíble que pareciera, se había preocupado por él, aunque no tenía pensado entrar a donde estaban ni Yugi ni sus amigos, le bastaba con saber que estaba bien.

Al escuchar lo que el médico tenía que decir, sabía que el pequeño no corría peligro, así que se fue sin decir nada a nadie, aunque todos seguían sin saber que diablos hacia en la preparatoria.

Yami observó como Kaiba se retiraba del lugar hasta desaparecer al dar la vuelta en una esquina, por suerte nadie podía verlo en esos momentos, de no haber sido así…no quería imaginarse todo los posibles insultos que recibiría por parte del joven Kaiba. Desde afuera del cuarto, observaba con atención a Yugi, lo que hacían sus amigos, por alguna razón, el hecho de que Seto se retiró del lugar tranquilizó al espíritu ya que, según él, de haber sido algo verdaderamente grave, el amo y señor de Obelisk no se hubiera retirado así como así…

A unos pocos metros de donde estaba Yami, su pequeño protegido comenzó a despertar…

Abrió los ojos lentamente, la primera persona que pudo distinguir fue Joey sin duda alguna, aunque distinguió una imagen borrosa al principio pero sabía de quien se trataba, movió un poco la cabeza y las siguientes caras que pudo notar fueron las de Tristán y Tea que le miraban un poco más calmados al verlo despertar.

Y: Hola muchachos…- dijo con cierta dificultad y una sonrisa esforzada.

J: ¡¡YUGI!! T_T- volvió a exclamar Joey casi gritando- Si que no asustaste amigo ¿por qué no dijiste que no sabías nadar ;_; ?

T: ¬_¬

Tr: ¬_¬

A diferencia de Tristán y Tea, Yugi permaneció serio ante el comentario de Joey y es que realmente no recordaba la razón por la cual se encontraba en la enfermería, sus últimos recuerdos eran confusos.

T: Yugi… ¿ya te sientes mejor?

Éste se incorporó en la cama, sentándose al mismo tiempo que cubría su cuerpo con las sábanas que le rodeaban, en verdad que hacía frío.

Y: Si, mejor n_n

J: AL parecer vas a poder tomarte el resto del día, que suerte n.nU

Tr: Es lo mejor para él Joey ¬¬

J: Eso ya lo sé

Y: Eh bueno…-Yugi decidió interrumpir, esos dos comenzarían su pelea diaria- me voy a vestir.

Yugi salió de la enfermería, esta vez envuelto por una toalla y acompañado de sus amigos, aunque él era el único que podía ver a Yami, en ese estado, esta vez ni siquiera lo notó.

El espíritu observó como éste se alejaba por los pasillos al igual que Seto, se quedó completamente solo, pensando, lamentándose…sentía como si Yugi lo hubiera ignorado completamente, como si le hubiera rechazado…

El sólo pensar en esa posibilidad le partía el corazón.

Ym: Aibou...- dijo tristemente.

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Tiempo después, Yami caminaba detrás del joven duelista, aún sin ser visto por éste, sabía que no debía acercarse a él, ni hacerle notar su presencia, por que al parecer Yugi seguía molesto con él, al haber mandado al diablo su vínculo mental, por eso mismo Yami no podía saber qué estaba pensando el pequeño, por qué estaba molesto…

Yugi caminaba de regreso a la tienda de juegos, había mentido acerca de su estado, si decía que no se sentía bien, como era en realidad, seguramente sus amigos habrían insistido en acompañarlo hasta su casa, principalmente Joey, se hubiera puesto en contra de cualquier maestro o director que no le dejara salir de clases para llevar a su amigo.

Se veía cansado, el brillo en sus ojos había desaparecido, la tonalidad de su cara era pálida.

"¿Qué le había pasado?"

Se repetía Yami con el corazón destrozado y a punto de romper en llanto, claro que no llego a tal extremo, era demasiado orgulloso como para hacer eso.

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Yugi entró a su cuarto, estaba muy oscuro, las cortinas no habían sido abiertas y el clima afuera no ayudaba mucho, el cielo seguía completamente gris.

Dejó su mochila encima de la cama, prácticamente se encontraba solo, sabía que no encontraría a su abuelo a esas horas de la mañana, también estaba conciente de que no regresaría en algunas horas a la tienda de juegos.

Suspiró, se sentó en la cama disponiéndose a dormir durante algunas horas pero escuchó un ruido proveniente de su estómago y lo sintió principalmente, así que hizo un pequeño cambio de planes, bajó a la cocina de la casa para ver que encontraba para comer, encontrándose con que no había nada y al momento en el que se disponía a dar media vuelta para regresar por donde había venido algo le hizo sobresaltar. Yami finalmente se hizo visible ante los sorprendidos y en parte, atemorizados ojos de Yugi.

Y sobre el rostro del espíritu se dibujaba una mezcla de emociones y sentimientos, preocupación evidente…nerviosismo, en parte ira y lo peor de todo era que ninguno podía acertar a adivinar los pensamientos del otro.

Yami estaba con la mirada hacia el piso, los brazos a los costados y los puños cerrados, respirando lenta y profundamente.

Por su parte, Yugi no sabía que hacer, por su mente sólo pasaba una idea: salir inmediatamente de ahí, tener tan cerca a la persona a la que más pavor le tenía lo ponía muy nervioso. Pero al intentar moverse un milímetro, el espíritu alzó sus manos, en un acto rápido, a la altura de los hombros de Yugi y puso sus manos encima de los mismos, aún con la vista baja, Yugi lo miraba con extrañeza, los ojos bien abiertos y sorprendido exaltadamente. Ahora si que se sentía aterrado, muchas cosas pasaron por su cabeza en ese momento, aquel sentimiento puro y lleno de ternura había sido borrado para dar lugar a uno contaminado…el cual no tenía por que tener, todas las ideas que le habían metido en la cabeza acerca de su Yami eran erróneas…

Ym: Aibou…- dijo Yami, elevando su mirada para encontrarse con los ojos vidriosos de Yugi, resbalaban por sus mejillas delgadas gotas de sudor  que nacían de su frente, tenía el ceño fruncido, se veía lleno de ira. Tenía dibujada una de esas miradas las cuales reservaba únicamente para los duelos, posiblemente para intimidar, una mirada que nunca creyó usar para con Yugi.

Y: …

Ym: ¿Qué… te esta… pasando?- dijo débilmente, un nudo se le había formado en la garganta, tragó saliva y esperó a la respuesta que su protegido debía brindarle.

Pero Yugi esquivó la mirada, la cual estaba clavada en sus ojos e intentó safarse de los brazos de Yami, ponía tanta presión en sus manos que sin darse cuenta, lo estaba lastimando, aún así permaneció callado, colaborando con el espantoso silencio que los envolvía y les resultaba agobiante.

Ym: ¡Dímelo!- gritó, dejando escapar unas cuantas lagrimas.

Repentinamente su cara, la misma que dibujaba una expresión de coraje y confusión, cambió a ser una de infinita tristeza, sus ojos finalmente dejaron escapar todos los sentimientos de frustración que reprimía en su interior en forma de amargas lágrimas, Yugi nuevamente le miró extrañado.

Ym: dímelo…por favor…- dijo en forma de súplica, rompiendo finalmente en llanto, con esto, no pudo evitar dejar de mirar los ojos de Yugi, que parecían estar perdidos, para poder abrazarlo.

Hundió parte de su rostro en el hombro del pequeño aún abrazándolo con fuerza en los brazos, atrayendo su cuerpo al suyo. Sintiéndose invadido por la tristeza, el sentido de frustración al no poder hacer nada por su pequeño duelista, al no poder adivinar la causa de lo que le estaba molestando tanto, que lo había cambiado tanto de un día para otro. Lloró desconsoladamente apoyado sobre el hombro del ser que tanto adoraba, mientras que él, por su parte, no entendía ningún acto realizado por Yami.

Breves segundos pasaron antes de que Yugi comenzara a llorar también, sus ojos no parpadeaban ni un segundo, aún así, lágrimas corrían por sus mejillas juntándose en la barbilla y cayendo sobre la espalda de Yami.

Y: …Yami…- dijo en un gemido de dolor ahogado.

=Recuerdos=

Ym: Yugi tenía razón, arriesgar todo el duelo al esperar una carta…-se lamentó el espíritu- ¿quién soy yo al arriesgar las almas de sus amigos y familiares?

Y: Claro que podemos…- dijo Yugi poniendo su mano sobre la de Yami.

Con esto, Yami entendió que no estaba solo, lo único que necesitaba para ganar cualquier duelo era la compañía del pequeño.

Así fue como ambos pudieron ganar una de las batallas más difíciles en el reino de los duelistas, uno en contra de Mai…

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Y: Lo hicimos!!

Ym: Claro, fue el apoyo y el amor de…tus amigos.

Y: Y tu determinación…

Sin duda alguna, Yugi no hubiera podido derrotar a Pegasus, en aquel duelo decisivo en el torneo, de no haber sido por la ayuda del espíritu, siempre estaba a su lado…

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Y: El espíritu esta a salvo…lo logramos

Después de haber tenido ese difícil duelo en contra del bandido Keith en aquel almacén abandonado, Yugi se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba de Yami, de lo mucho que le agradecía al destino haberlo puesto en su camino…

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Y: Pero…como sé que no voy a perderte?

Ym: Tu no vas a perderme Yugi, yo confío en ti- dijo el espíritu dirigiéndose a su aibou empleando un tono de voz más suave de lo normal.

No importando lo que les deparara el destino, Yami y Yugi lo enfrentarían juntos, ahora sabían que debían permanecer más juntos….

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Y: Yami…no estas solo…los monstruos en la baraja…y principalmente mi corazón…estarán…siempre…contigo

Decía dificultosamente Yugi con lágrimas en los ojos, al igual que Yami, estando en los brazos del espíritu, después del cruel duelo que se vio forzado a aceptar, saliendo como ganador el joven faraón.

Lentamente el alma del pequeño se fue desvaneciendo de los brazos de Yami, desapareciendo por completo al fin, dejando a Yami con el corazón destrozado.

Ym: ¡Aibou!- gritó rompiendo en llanto.

=Fin de recuerdos=

(porqué me salte del capítulo cincuenta y tantos al 163…simplemente ¡por que no iba a describir TODAS  las escenas yaoi de estos dos verdad? ¡no acabaría! Bueno si…pero me llevaría mucho tiempo n_n) 

Yugi comenzó a llorar de la misma forma en la que lo hacía Yami esta vez sin reprimirse, movió un poco su rostro de tal manera que la mitad de la cara quedó junto a la cabeza de Yami, más específicamente, junto a su cabello, al mismo tiempo que gemía por el dolor que "algo" le estaba causando.

Al reflexionar acerca de aquellos recuerdos tan agradables junto a Yami, Yugi se dio cuenta de que podía confiar en él, el espíritu siempre le había demostrado que lo necesitaba, que sin él a su lado su mundo se derrumbaba, que ambos formaban un solo ser, que su unión era algo tan fuerte que no se podía describir, que…

Yami ya le había demostrado de mil maneras sus sentimientos más profundos hacia su protegido, pero indirectamente, ahora faltaba la prueba más difícil, tenía que expresárselo con palabras, aunque todo ya estaba prácticamente dicho, todo era cuestión de que el joven Mutou reflexionara y recordara, esta vez con el corazón.

Y: P…per…perdóname…- dijo tristemente dejando salir aquella palabra en forma de susurro apagado confundiéndose con su inconsolable y amargo llanto.

Yami se separó un poco de él para mirarlo de frente, después recargó la cabeza del pequeño contra su pecho aún abrazándolo, rodeando su espalda y juntando su rostro al de él.

Ym: no…tengo nada que perdonarte Yugi…tu no has hecho nada…el del error fui yo…perdóname

Yugi no respondió nada al respecto, sólo abrazó con más fuerza a su protector y siguió llorando, con los ojos cerrados, no tardó mucho en notar que Yami seguía haciéndolo también.

Ym: Yugi...nunca…me apartaré de tu lado, confía siempre en mi..por favor… nunca…-se detuvo antes de continuar, brevemente después finalizó- nunca me dejes…mi…pequeño

Repentinamente Yugi paró de llorar, no pudo evitar sorprenderse, Yami nunca le había llamado de tal manera, nunca le había pedido tal cosa, al parecer, empezaba a entender lo que sentía y aún así el espíritu debía decírselo…así es, había llegado el momento…debía hacerlo…

Ym: …Yu…Yugi- se separó un poco de él para volver a verlo de frente- yo…

(chan chan chan chaaaaaan……ahora si niñitas llegó el momento que yo sé que querían :) …aaahhh como la hago de emoción…fiu fiu…hace frío no? n_n…bueno yaaaa)

Ym: …yo- tragó saliva, sabía que iba a ser difícil y sin duda, a lo que más temía en esos momentos era al rechazo

Y: ¿Yami?

Ym: yo…te………………

Y: …-por su parte, ya había dejado de llorar y ahora escuchaba con suma atención lo que tenía que decir el milenario faraón.

Ym: …-nuevamente tragó saliva, inhaló profundamente y…- ¡¡¡YUGI YO TE AMO!!!- exclamó casi gritándole en la cara, acto seguido, agachó la cabeza mirando al piso de la sala y con las mejillas sonrosadas, sudando, con un nudo en la garganta, esperando a lo que Yugi iba a decirle o a ver como reaccionaría.

Yami tuvo que esperar unos cuantos segundos, segundos que parecían minutos que se convertían en horas…antes de que el pequeño respondiera con palabras…o actos.

Finalmente, el joven Mutou tomó cartas en el asunto; abrazó con mayor fuerza el cuerpo de su protector, escondiendo la cabeza en el pecho del mismo, comenzando a bajar al piso, arrodillándose junto a las piernas de Yami, abrazándolas y aún con lagrimas en los ojos.

Yami no pudo entender al instante lo que quería decirle así que tuvo que pasar a otro acto, después de todo, ya le había dicho lo más difícil…y no lo había tomado tan mal así que, que importaba lo que haría después…

El espíritu se arrodilló junto al muchacho mirándolo a los ojos, lentamente llevó ambas manos a la barbilla de Yugi, entrecerrando los ojos acercó su rostro al suyo lentamente ante la mirada consternada y el sonrojo del muchacho, y haciendo a un lado todas sus preocupaciones y dudas(en otras palabras, valiendo madres) después dejó de actuar lentamente para acercarse en un acto rápido e inesperado, quizás para ambos, y rozó los labios de su aibou con los suyos, besándolo, pasando sus manos por los cabellos del pequeño, disfrutando aquel momento, Yugi seguía sorprendido, mirando los ojos cerrados del espíritu tan cerca de él.

En breve, Yami se separó nuevamente para observar a su Hikari, sonriéndose a sí mismo al notar que éste no estaba enojado.

Ym: En este tipo de situaciones…se acostumbra a cerrar los ojos- dijo con una sonrisa y sonrojado levemente.

Por su parte, Yugi dejó escapar una leve sonrisa, tierna e inocente, tal y como la esperaba Yami, cautivándolo aún más.

El espíritu, invadido ahora por un sentimiento nuevamente desconocido para él e inexplicable para su cuerpo no pudo evitar rodear el cuerpo de su pequeña luz con ambos brazos atrayendo su cuerpo al del espíritu.

Por su parte, Yugi no salía de su asombro, simplemente no podía, nuevos sentimientos, al igual que a Yami, invadieron su cuerpo, nuevos pensamientos habitaron su mente, una nueva y especial forma de ver su destino, el camino que tenía por delante…seguramente al lado de Yami, varias ideas cruzaron su mente, mente dividida en dos partes, una intentaba asimilar su maravilloso presente y la otra imaginaba el futuro…

Y: ¿Por qué?...¿Yami? ¿lo ha dicho?...no puedo creerlo- pensó para sus adentros aún muy consternado.

Yami comenzó a pasar sus dedos por entre los cabellos de Yugi con una mano mientras que con la otra se dedicaba a brindarle y llenarlo de suaves y tiernas caricias alrededor de su sonrojado, pero a la vez frío, rostro y así, atrajo más a su aibou a su pecho lo suficiente como para decirle algo al oído.

Ym: Yugi…por favor…dime que te esta molestando…me duele tanto verte así…si no me dices, es obvio que no puedo hacer nada y me siento realmente inútil al verme en ese estado de impotencia, deseo ayudarte, mi deber es protegerte pase lo que pase, hasta ayer, seguías siendo el dulce y sonriente ángel que yo conocía pero…-no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas, las cuales fueron las culpables de que su voz adoptara un tono débil y tembloroso- en estos momentos no sé…y…-miró hacia otro lado- no me había atrevido a preguntar el motivo de tu tristeza o de tu actitud hacia mi, me preocupas…en verdad…

Antes de poder continuar el faraón milenario esperó durante breves instantes una posible respuesta o reacción por parte del pequeño, al no obtenerla prosiguió…

Ym: también…me había sentido…incapaz de…-se sonrojó antes de continuar- decirte lo que realmente significas para mi…déjame demostrarte que puedo protegerte…¿si? ¿Yugi?

Tímidamente, el pequeño ser oculto bajo sus brazos asintió con un movimiento de cabeza y Yami besó la misma al obtener dichos resultados.

Después, el espíritu tomó ligeramente la barbilla de Yugi para ver su rostro, sus ojos, en el acto sintió como el pequeño respiraba profundamente, lo cual le hizo pensar a Yami que estaba llorando, al mirarlo se percató de que sus pensamientos estaban en lo cierto, pues en los ojos del muchacho se originaban delgados caminos de lagrimas, pero también tenía los ojos cerrados, estaba durmiendo…

Tanta emoción en tan poco tiempo y finalmente la confesión por parte de su eterno protector y oscuridad, también amada, debieron cansarlo demasiado.

Al notarlo, Yami abrazó con mayor fuerza a su protegido y aún sabiendo que probablemente éste no le escucharía dijo unas últimas palabras al oído antes de llevarlo a su habitación:

Ym: por el momento…aún no sé qué te pasa mi Yugi pero ahora sé cómo ayudarte…me quedaré contigo, estaré siempre a tu lado, como tu espíritu, tu Yami, quedarme a tu lado…eso es lo que puedo hacer por mi pequeño duelista, mi protegido, mi aibou, mi hikari, mi angel, mi Yugi…mi amor.

CONTINUARA…

;_; finalmente terminé este mugroso capítulo, que realmente estaba fácil ¬_¬ no sé por que me tarde tanto…pero bueeeeno n____n lo sé, este fue uno de los caps. más "normales" de lo que va de la historia, pero es que se va a poner todavía más fumado XD si, así como lo leen.

En fin, espero que les guste ^_^