Descubriendo

Cap 10: Destino

-Oh no. Oh no. Oh no. -Amy se detuvo congelada ante la gran puerta de entrada a Hogwarts, abierta. Miró al exterior, al bosque. -No puede ser... No puede... Haber salido. -Pero sabía que era así. ¿Cómo podía haber tenido ese descuido?

-Oh. Mierda. -Rápido, rápido. Tenía que encontrarlo como fuera. Se palpó el bolsillo izquierdo de su capa. Aquello estaba ahí. Al menos en eso no había fallado, nunca se separaba. No se había separado de ese objeto en esos tres días.

Sin más dilación, echó a correr hacia el bosque.

...

No podía ser.

Draco pestañeó un par de veces, inmóvil, mirando detenidamente a la figura que tenía delante. Su rostro estaba cubierto por la capa, pero se veía lo suficientemente bien como para no dejar lugar a dudas. Él lo miraba fríamente a través de esos ojos, tan semejantes a los suyos propios.

-¿Padre?

El padre, de pie, imponente, miró al hijo, arrodillado, empapado bajo la lluvia, con un aspecto tan desastroso. Lamentable. Y ese era su hijo.

-No esperaba encontrarte de una forma tan increíblemente casual y sencilla, hijo mío, y menos en un estado como éste.

Desprecio. Podía sentirlo. Pero ahora era lo que menos le preocupaba. Se sentía cansado, dolorido, y ahora esto. Su cabeza trataba de enfocar lo que estaba ocurriendo.

-Padre... -No sabía cómo había llegado él allí, cuando se suponía que tenía que estar bien encerrado en una celda de Azkaban. Pero de su actitud supuso que no sabía lo que había ocurrido. Y debía decírselo. Culpable, porque, al margen del dolor, también le sabía amargamente a justificación por su estado, por su debilidad, como si de una especie de excusa se tratara, y de querer estudiar una reacción, una prueba de la humanidad del hombre que tenía delante, una muestra de... ¿De qué? ¿De sentimientos? ¿Por qué tenía que probar nada? Esa terrible noticia de seguro le había de afectar. Era absurdo e injusto dudarlo siquiera un instante.

-Madre... Ha muerto.

Decirlo en voz alta fue como la última confirmación de que, realmente, eso había ocurrido.

Lucius lo miró en silencio unos instantes, como asimilando esa información. Finalmente, sin que en su rostro se manifestara cambio alguno, su voz volvió a sonar.

-¿Narcisa? ¿Muerta? ¿Y cuál ha sido la causa?

-La Fiebre Blanca... -Ese era el nombre de la enfermedad.

El muchacho miró a su padre. Éste, simplemente suspiró, mirando al frente, pensativo, y volvió a fijar la mirada en él.

-Supongo que es lo mejor que podía pasar.

-¿Eh?

Draco lo miró, incrédulo, a ese hombre que tenía delante, sin comprender. No podía ser.

-¿Es que acaso no te afecta? Es madre, es madre la que ha muerto, tu esposa...

-Ya lo sé. Y te digo que es lo mejor que podía pasar.

-¿Qué quieres decir? -No podía ser. Simplemente no se podía quedar así, inmutable. Él lo había querido creer, a pesar de que se mostrara frío, implacable, ese hombre los quería, los había querido, a ellos, a su esposa y a su hijo. Simplemente no había podido manifestarlo, sólo había sabido mostrarlo con bienes materiales, esa había sido su forma de mostrar ese afecto. Porque, no podía ser más que eso, ¿no?

-Quiero decir que ahora hay una molestia menos para llevar a cabo todo según lo planeado, Draco. A pesar de que la aconsejé, de que intenté que no se apegara demasiado a ti, supongo que no se puede eliminar así como así el lazo que une a una madre con su hijo.

¿Qué estaba tratando de decirle? ¿Qué significaba eso?

-Y habría acabado sufriendo. Por eso es lo mejor que le puede haber pasado.

-Por qué... ¿Por qué habría sufrido?

-Por ti. Por haberte visto como una persona normal. Como su hijo. Cuando en realidad tú no eres como los demás. Cuando tu existencia sólo tiene una finalidad. Ella no habría comprendido. Tu destino. Por qué naciste, Draco. Por qué estás aquí. Y una extraña coincidencia ha hecho que hoy sea el día en que esa existencia cobrará su sentido.

Lucius sacó su varita, señalando su propia frente, cerrando los ojos y frunciendo el ceño. Estaba enviando un mensaje. Al poco, aparecieron unas pocas figuras a su alrededor, saliendo de lo más denso del bosque. Draco sabía quiénes eran. Eran mortífagos, como su padre.

-Fin del capítulo 10-

N/A: Por fin, por fin llega la historia a su clímax. Todo tenía que desembocar en este momento. Por eso es el momento que más temo, no sea que la pifie...

Fiebre Blanca... No sabía qué nombre ponerle a la enfermedad. Me lo sugirió la Fiebre Gris que sale en el cuento de las dos princesas valientes. ¿No existe, verdad, nada que se llame así?No sea que esta idea ya esté cogida...