FROM DEEP INSIDE OF ME
by: Kotorimoon // Reiko Shiro ^.~
Capítulo II
La ciudad comenzaba a teñirse con dorados tonos, las nubes enmarcaba un cálido cielo después de una noche de lluvia, mientras que una suave y fresca brisa corría por Kanagawa...
La mañana llegó rápidamente... demasiado rápido...
Podía sentir los párpados pesados y como sus negras pestañas no querían despegarse ... simplemente no tenía ganas de despertar.
Por fin después de largas horas de divagaciones había logrado dormirse. Solo al dormía podía olvidar... a menos que tuviera uno de esos sueños ¬¬... que por lo demás estaban siendo más que recurrentes últimamente...
Como siempre suele suceder solo logró conciliar el sueño unas escasas horas hasta que los rayos del sol que entraban por la ventana entreabierta daban de lleno contra su rostro, rayos cálidos que eran como suaves caricias para él en otras circunstancias porque ahora tenía tanto sueño que en realidad parecían bofetadas...
Finalmente y asumiendo su destino fue abriendo pesadamente sus azules ojos para encontrarse en su habitación... iluminada sutilmente, dejándole ver una habitación grande y que no poseía gran decoración; pocas cosas la adornaban, entre ellas: trofeos, uno que otro póster de algún basketballista de la NBA, videos sobre el escritorio, algunas ropas regadas por el suelo... y uno que otro mueble, entre los cuales se encontraban su cama, el guardarropas, el escritorio y demás... junto a su cama estaba un velador con una pequeña lámpara de mesa y sobre este también había un cuaderno... en su interior uno de sus preciados tesoros... la verdad el único que poseía... una foto...
Tomó el cuaderno y la observó durante algunos minutos... instantáneamente su fría mirada se suavizó dándole a sus ojos azul hielo una calidez irreconocible en él... finalmente y saliendo de su ensoñación se puso de pie pesadamente, quería seguir durmiendo pero sabía que se le haría tarde para su entrenamiento matutino...
Al salir de la cama, tomó la ropa que se encontraba sobre una de las sillas y entró en el baño para darse una refrescante ducha y tratar despertarse del todo.
El agua tibia caer sobre su cuerpo era una sensación bastante agradable. Las gotas recorriendo cada centímetro del cuerpo era una sensación única. Apoyó su mano derecha sobre la perilla de agua fría, mientras que al mismo tiempo su frente se apoyaba contra los húmedos azulejos color blanco.
El agua caí sobre su cabello azabache mientras que algunas gotas escurridizas se deslizaban por todo su perfecto rostro hasta llegar al mentón y de allí caer al suelo...
- fui un estúpido... – comentó para si el ojiazul...
Tomó la toalla de baño y se la amarró a la cintura mientras se secaba el cabello del cual caían pequeñas y delicadas gotas...
Con su cuerpo aún húmedo comenzó a vestirse lentamente. Como era verano y de seguro ese sería un día muy caluroso (dado que la noche anterior había llovido torrencialmente) se puso unos pantaloncillo color azul oscuro y una musculosa negra.
Se dio una rápida mirada en el espejo... no es que le interesaba ver como lucía pero quería ver cuan demacrado se encontraba su rostro por las escasas horas de sueño... acto seguido acomodó algunos de los mechones rebeldes color azabache que caían cubriendo sus ojos gélidos.
Se dispuso a tomar su balón, un bolso y su viejo walkman antes de salir de la habitación... y unos segundos luego salir completamente del departamento.
Se subió a su bicicleta, esa bicicleta azul que tantos golpes tenía marcados causados por sus dormidas mientras manejaba...
Fue solo cuestión de minutos para que se encontrara recorriendo el camino que siempre trazaba hasta llegar a la cancha de básquet del parque... y otros minutos más para llegar finalmente a destino...
Aunque no lo quería admitir, tenía un hilo de esperanza... esperanza de poder encontrar a ese tonto pelirrojo allí. De poder verle... de darse cuenta de que Hana a pesar de todo sería lo suficientemente orgulloso para no dejar que ese "pequeño" inconveniente interfiriera en su relación... finalmente el confiaba en que su carácter explosivo y orgulloso pudiera más que cualquier otra cosa...
Otra vez, otra vez había empleado la palabra relación para referirse a esa * cosa* (que no tenía nombre) que existía entre ellos... desde cuando la palabra relación se venía a su mente cada vez que veía o pensaba en el pelirrojo, no le recordaba, pero estaba seguro que provenía de la parte atrofiada de su cerebro y que de alguna manera no podía estar bien... "eso" jamás sería una "relación"...
Se apresuró a encadenar su bicicleta y a guardar su walkman... mientras hacía todo eso, su corazón latía a mil por hora...... pero no fue lo único que sintió, también pudo darse cuenta que sus mejillas ardían.
¿Acaso podía ser eso posible? Kaede Rukawa, el joven que era conocido por ser carente de emociones... ser frío como el hielo... estaba demostrando que tal vez ese "hielo" podía ser ¿derretido?...
Maldecía el momento en que comenzó a darse cuenta de ello, maldecía el momento en que descubrió sus ojos observar el cuerpo de ese estúpido pelirrojo... pero él era aún más estúpido por permitir que ese tonto tuviera tal efecto sobre él. Por eso lo "odiaba", lo odiaba por lograr en él lo que nadie...
Movió su cabeza bruscamente de un lado al otro, tratando de regresar a la compostura, de regresar al Kaede Rukawa al que conocían todos y el cual prefería ser...
Con pasos firmes se acercó lentamente a la puerta que permitía la entrada a la cancha...
Vacía... la cancha se encontraba vacía. No había rastros de ninguna cabellera rojiza a la distancia, ni tampoco rastros del aroma de Hanamichi en el aire... aparentemente ese día no había ido a entrenar...
- Demonios... - maldijo por lo bajo
Se quedó en silencio, inmóvil... por un tiempo... hasta sentir pasos detrás de él. No quería admitirlo pero su corazón se emocionó de solo pensar que tal vez se trataba de Sakuragi.
No se dio vuelta, no intentó descubrir quien era esa persona... no lo haría... o por lo menos no lo hizo hasta que sintió una pesada mano sobre su hombro izquierdo.
Ante tal contacto, un escalofrío recorrió todo su cuerpo... pero duró poco tiempo. Consciente, pudo darse cuenta de que esa piel no era la piel que el había logrado saborear la noche anterior... que esa piel no generaba la misma calidez al contacto con la suya.... que esa piel, esas manos no pertenecían a Hanamichi...... que la persona que se encontraba detrás de él era......
- Ru..... que sorpresa encontrarte aquí – escuchó una voz a sus espaldas, confirmándole sus sospechas...
Se dio vuelta rápidamente, liberándose de esa mano posesiva sobre su hombro.
- Sendoh... - le contestó con voz cortante y ojos fríos...
- Debe ser el destino el que quiere juntarnos... – dijo Sendoh mostrando una de sus brillantes sonrisas... – ya que no pensaba pasar por aquí y algo me dijo que debía venir...
- Todos cometemos errores... – contesto el ojiazul al momento que se levantaba tratando de poner distancia entre el jugador de Ryonan y él...
- Yo no lo llamaría un error... Ru... – dijo Akira mientras le tomaba el brazo... – es simplemente el destino... a estas alturas ya deberías llamarme Akira y no Sendoh...
- Hasta cuando vas a entender que entre tu y yo no hay absolutamente nada... – dijo Kaede soltándose violentamente y congelándolo con la mirada... – ya se termino...
- Nunca... – dijo Akira tomándole por los hombros encarándole... – nunca te dejaré... mucho menos en manos de ese mono pelirrojo... tu y yo debemos estar juntos... así debe ser...
- Estás loco... – dijo Kaede soltándose del firme apretón que Akira le daba y tomando su bolso y walkman... – que te quede claro Sendoh... – continuo Kaede haciendo un recalco en su apellido... – si alguna vez hubo "algo"... ese algo se acabo... tu ya no me importas y te sugiero que me dejes en paz, porque yo no cambiaré de opinión...
- Es por ese pelirrojo... ¿cierto?... – preguntó Akira con un toque de odio en la voz al ver como Kaede se montaba en su bicicleta... – es por Hanamichi Sakuragi...
- Eso a ti no te importa... – dijo fríamente Kaede mientras se iba en su bicicleta... – esto se acabó Sendoh... que te quede claro...
- Nunca... – dijo Akira para sí al ver alejarse al joven ojiazul... – tú eres mío Kaede Rukawa... haré lo que sea... lo que sea...
Mientras Kaede se alejaba de la cancha Akira se quedó en ella, en su mano también llevaba un bolso deportivo. La verdad no había sido coincidencia que él hubiese estado en ese momento ahí. Sabía perfectamente cuales eran los lugares que Kaede solía concurrir, sabía sus horarios, sus gustos, las que le gustaban y las que no... simplemente lo sabía "todo"... había dedicado gran parte de su tiempo en "saber" la rutina del muchacho de ojos zorrunos... finalmente se había visto recompensado... en el momento en el que el ojiazul acepto sus avances... hacía seis meses de ello.
Debía admitir que Kaede Rukawa había sido una presa difícil de cazar. El joven de ojos azules era tan frió que podía congelar un témpano, pero él con su sonrisa y carácter extrovertido había logrado lo que otros no... que el muchacho por un tiempo estuviera junto a él... habían sido seis meses estupendos, sin embargo durante el último tiempo Kaede se comportó extraño... como perdido... finalmente llego un día de sorpresa y se lo lanzó... – "esto se acabo, Sendoh... no te me acerques más, ya no me interesa estar contigo... llegó a su fin" – sin explicaciones, sin ninguna causa...
Le preguntó diariamente, lo visito en su casa, lo fue a buscar Shohoku... finalmente en una de esas visitas lo comprendió...
Comprendió finalmente cual fue la razón de la ruptura que hubo entre ellos.... mejor dicho comprendió y descubrió quien fue el causante de ese cambio en Kaede.
Ese día lo vio... vio lo que otras tantas veces no había podido ver. Pudo ver las miradas con las que Rukawa observaba a Hanamichi... o mejor dicho, las miradas con las cuales lo devoraba. Podía leer hambre y deseo en esos ojos... en esos ojos color azul mar... en esos ojos que tanto le gustaban y le hubiera gustado poder leer lo mismo en alguna de esas miradas que le dirigía a su persona
Fue allí cuando entendió que esos insultos. y que esas miradas frías hacia Hanamichi eran diferentes a las que Rukawa solía darle a las demás personas. Todo lo que implicara a ese pelirrojo era completamente diferente... Sakuragi parecía tener cierto "poder" sobre ese zorro... poder que Sendoh anhelaba poder tener sobre la estrella de Shohoku.
Kaede se sentía atraído hacia Hanamichi y de ello no había duda... y sus sospechas le fueron comunicadas a Ru una vez finalizado el entrenamiento.
Fue cuidadoso de esperar a que todos se retiraran del gimnasio. Como tantas cosas que se había encargado de averiguar sobre Kaede... descubrió que a Ru le gustaba quedarse después del entrenamiento y esperar que se fueran todos para poder entrenar como a él le gustaba...........
" te gusta Hanamichi verdad?"
Le preguntó directamente, sin titubeos en su vos pero con un dejo de dolor..... que aparentemente fue imperceptible para Kaede
Y como era habitual en él, sin importarle los sentimientos de los demás, dejando claro que no había comprendido cuanto lo amaba, Kaede le contestó
"sí...... y ya no me molestes"
Lo había herido, como nadie antes había logrado herirlo... sin duda Kaede era alguien especial en su vida... y no deseaba dejarlo escapar. No lo dejaría.
Unos pasos detrás de él lo sacaron de sus pensamientos. Akira se volvió y buscó con la mirada y para su sorpresa encontró a la persona causante de sus desdicha.....
- Sakuragi.........
*** NOTA AUTORAS***
Kotorimoon says: De vuelta con el segundo capítulo... la culpa que se haya demorado tanto es solo mía (TT_TT.. intentare no vuelva a ocurrir)... gracias por los reviews y opiniones... siempre son bienvenidas...
Reiko says: aquí estamos de regreso! ^o^ finalmente el cap. 2 esta escrito... aunque se retrasó un poco ¬¬ y culpa mía no fue * ejem ejem *.... :P Chiste, mi querida hermana mayor entró al mundo laboral y ya no tiene tanto tiempo u.ú y me tuve que esperar bastante pero espero que les guste ;) Bueno, muchas gracias a quienes lo leyeron ^^ espero saber más opiniones ^.~
Reiko ~ falta menos de una semana para mi cumple *-*~ Shiro