Negación: ninguno de los personajes de los libros de Harry Potter me pertenecen, son exclusivamente de J. K. Rowling ¬¬
Sara Fénix Black: Hi!. Pues lo del detalle….jaja. aun no lo descubres. No era ese. Era otro, espero que lo deduzcas en este. Jaja, a mi tambien me gustaria estar en sus clases, es el mejor de todos jeje.Y le mandare tu solicitud para sus clases a ver si te acepta (lo que no lo dudo jeje).En cuanto a mi otro fic. Pues te digo que TOY ENFERMITA! Snifff me dio gripe y solo puedo actualizar este ya que ya lo tenia hecho…¡pero aun asi toy continuando el de los Arcángeles! Jojo. Y no te preocupes por Siriusin, le pegue el resfiado jojo. Y Stephany lo cuida. Jeje. Pero estara listo para el proximo fin de semana sin problemas.
¡ESTE CAPITULO ESTA DEDICADO A TI SARA FENIX BLACK!
Capitulo 8
"Transformación"
"Alguien a quien nadie puede detener, y que acabara con la maldición que pesa sobre su ser..."
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Desperté extrañamente sin haber soñado nada. Mis manos se dirigieron al reloj cerca de mí.
"las 2:30 am…."
- ¿temprano no?
"Genial…lo único que me faltaba" pensé reconociendo la voz
- ¿que quieres Siren? – pregunte aferrada a mi almohada
- es hora
- ¿hora de que? – dije entre un bostezo
Mire de reojo el rostro de este viendo como se ponía arriba mío, encima de la cama
- es hora de que despiertes de este sueño….. – me susurro sintiendo su rostro muy cerca del mío- … debes despertar mi vampiresa
"¿Mi Vampiresa….?"
Pero no pude pensar ya que sentí como Siren enterraba sus colmillos en m
- basta Siren…..me lastimas – dije con mucho esfuerzo
- tranquila, solo estoy liberándote…… - me dijo mientras saboreaba mi sangre
¿Sangre? ¿no que supuestamente no tenia?
- Quédate quieta. Ahora te voy a desangrar hasta que casi mueras, y quiero que estés quieta, tan quieta que puedas oír el flujo de tu misma sangre en mis venas. Son tu conciencia y tu voluntad las que deben mantenerte viva.
De repente sentí como mi mente se trasportara a otro lugar. Mi visión era borrosa. Pude sentir de repente calor, un calor acogedor entre tanta soledad y frialdad. Pero fui sacada de mi mente por el sonido de una voz
- Escucha, mantén los ojos abiertos – me susurró Siren, con sus labios moviéndose apretados contra mi cuello. Sentí como ese movimiento de labios me puso de punta todos los pelos de mi cuerpo; envió una corriente sensual por mi cuerpo que no fue muy diferente al placer de la pasión……
Meditó, con los dedos apenas doblados bajo la barbilla y el índice que parecía golpear suavemente.
El resultado fue que al cabo de unos minutos yo estaba paralizada por la debilidad. Aterrada descubrí que ni siquiera podía hablar. Siren aun no me aferraba, por supuesto, y el peso de su brazo era como una barra de hierro. Sentí que retiraba los dientes con tal celeridad que los dos agujeros parecieron enormes; y sentí dolor.
Y entonces se agachó sobre mi cabeza indefensa y, quitándose el brazo derecho de encima, se mordió su propia muñeca. La sangre se derramo encima de mi camisa de dormir negra y de mi cuerpo y él la contempló con ojos brillantes y entrecerrados.
Pareció que la miraba durante una eternidad. Me puso su muñeca ensangrentada contra los labios y dijo con firmeza, con algo de impaciencia:
- Beatrix, bebe.
Y lo hice.
- Con calma – me susurró - más aprisa – dijo luego.
Yo bebí, chupando la sangre de la herida, experimentando por primavera vez el placer de chupar los alimentos, con el cuerpo concentrado en una sola fuente vital.
Escuche de repente el sonido dos sonidos de tambores, uno más fuerte que el otro, hasta que pareció llenar no solo llenar mis oídos sino todos mis sentidos; esta latiendo en mis labios, mis dedos, en mis venas. Sobre todo en mis venas, un tambor y luego el otro tambor: y entonces de improvisto, Siren alzo la muñeca y yo abrí los ojos y, en aquel instante me tuve que dominar para no agarrar la muñeca y ponérmela de nuevo en la boca a cualquier costo; me domine, por que me di cuenta de que el tambor había sido mi corazón y el segundo había sido el de él.
En ese momento vi todo diferente. Lo vi todo como un vampiro. Siren estaba sentado al borde de la cama y lo vi como hubiese sido imposible verlo antes. Antes me había parecido tan blanco, espantosamente blanco, casi tanto que en la noche parecía luminoso. Y luego vi que no solo Siren había cambiado sino que todo había cambiado.
Fue como su fuera la primera vez que pudiera ver formas y colores.
- ¿Cómo te sientes? – me pregunto cariñosamente, algo poco común en él.
En ese instante sentí una mezcla de resonancias, la voz de Siren, el ruido del viento, yo al moverme, pero luego aprendí a reconocerlos todos y cada uno de ellos.
- No veo bien – conteste finalmente viendo a mí alrededor detalladamente.
- es normal – contesto mirándome – aun no estas acostumbrada a ver como un vampiro, pero pronto te acostumbrarás.
De repente me sentí extraña, mi cuerpo estaba muriendo, pero estaba viva como vampira. Y con todo mis sentidos despiertos, tuve que prescindir la muerte de mi cuerpo con cierta incomodidad y luego algo de miedo.
- Me siento extraña
- Es lógico, tu cuerpo esta muriendo, poco a poco serás completamente una vampiresa
- pero……si mi cuerpo muere…. – conteste aterrada pensado lo peor
- así es, al morir tu cuerpo, ya no crecerás jamás – dijo sonriendo levemente – tu cuerpo quedara como el de una mujer de 19 años
Me aterré al escuchar esas palabras de los labios de Siren. Mi cuerpo, jamás crecería………
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- Bienvenidos todos a la primera clase de Defensa contra las artes oscuras, como la mayoría debe de saber, soy Remus Lupin, ex profesor de esta materia
Algunos murmullos se escucharon por el aula
- disculpe profesor – dijo una voz que apenas acababa de entrar – lamento llegar tarde, no lo pude evitar
- bien - dijo el profesor mirando a la alumna con una sonrisa – siéntese al lado de Hermione, Beatrix.
Beatrix camino rápidamente al puesto al lado de su amiga.
- ¿Por qué llegaste tarde? – le pregunto Hermione
- no sabia como llegar aquí – respondió nerviosa
- ¿estas bien? – dijo su amiga preocupada
- si porque
- estas mas pálida de lo normal
- talvez sea por el desayuno – mintió ella. Sabía que no era eso.
- buenos días Beatrix – saludo Ron a la chica
- Buenos días Ron, Harry
Ambos se dieron cuenta que la chica estaba mas distinta que antes. Pero decidieron tampoco decir nada, lo hablarían mas tarde.
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Termino la clase Remus, no hallaba el minuto de que eso pasara, me sentía nerviosa al tener a Hermione cerca de mí. Sabía que ella no me había creído totalmente.
Me acerque rápida y ágilmente donde Remus al ver que Hermione me estaba esterando en la salida.
- ha sido muy interesante tu clase Remus – dije tratando de sonreír
- ¿enserio? Gracias – dijo amable – pero dime, ¿tienes algo? Note que estabas igual distraída en la clase
A decir verdad era lógico que lo supiera, no evite disimular mi dolor al escuchar tanta gente hablando, el sonar de las plumas escribiendo, el ruido de las mesas, las sillas…¡todo!
- me dolía la cabeza – me excuse rápidamente - ¿y en donde esta Sirius?
No tenia ni idea por que había preguntado eso, sabia que debía cambiar de tema, ¿pero tenia que ser justamente de él?
Remus al escucharme me miro con una sonrisa en el rostro
- esta en clases – dijo esperanzado – espero que le este yendo bien
- eso tenlo por seguro – dijo confiando en Sirius – además, la próxima clase me toca con él
- ¿tomaras su clase a cambio de Aritmancia? – preguntó curioso – pensé que irías son Hermione a esa
- no, Harry y yo iremos con Sirius y Ron acompañara a Hermione
Después de eso me despedí. No estaba Hermione ni Ron ni Harry cerca.
- ¿estas perdida preciosa? – me hablo una voz fría detrás de m
- ¿disculpa? ¿me hablabas? – le conteste en el mismo tono que él.
Lo mire, era un joven de unos 17 años, usaba la insignia de Slythering en él. Sus cabellos rubios estaban brillosos, sus ojos plateados brillaban como dos lunas. Era pálido y su físico era sin duda de un deportista
- si preciosa – me contesto - ¿acaso se te perdieron Potter y los demás?
- No – conteste secamente – disculpa pero podrías por lo menos presentarte, no?
- ¡oh! Lo siento, soy Draco Malfoy y ellos son mis amigos Crabbe y Goyle
Mire a los sujetos eran parecidos, igual de gordos e igual de idiotas de apariencia
Podrías matarlos………morderlos ¿no?
Siren…..era él. Lo pude escuchar en mis oídos, estaba escondido
- Darkness
- ya se quien eres – me dijo confiado el chico- eres la que llaman todos las chicas "la come hombres"
¿Come Hombre? ¿Que apodo era ese?
- ¿la come hombre?
- así es. Supongo que lo dicen por estar celosas. Tú eres una rosa negra entre tantas marchitas
- ¿es un cumplido? – dije fríamente. No me caía este tal Draco Malfoy.
- no hay ningún cumplido que exista para tanta hermosura en vida – me contesto levantando los hombros
- disculpa pero tengo clases – conteste rápidamente alejándome de él
- yo igual – me contesto divertido - ¿Cuál materia tomaste?
- ¿y eso que te importa? Permiso pero me tengo que ir – y empecé a caminar detrás de él, en el camino.
- ¿no serás que tienes miedo de mi? – me dijo al momento que pare en seco
¿Yo? ¿tenerle miedo a él? Idiota……
- No creo que Beatrix le tenga miedo Sr. Malfoy – pronuncio una voz proveniente de las escaleras cerca de all
Reconocí de inmediato esa voz. Mire rápidamente al lado izquierdo mío. Allí estaba él.
- Profesor Black – dijo con asco Malfoy al mirar a Sirius
- Creo que es tarde, ¿no? Sr. Malfoy – dijo divertido – vallase a su clase antes de que quite puntos- luego me miro con sus ojos azules
Sonreí ampliamente al ver en sus ojos aquel cautivador brillo de vuelta. Eran hermosos, como dos zafiros.
- ¿Viene conmigo Srta.?
- por supuesto – dije y lo tome del brazo – adiós Malfoy
Malfoy solo me miro con extrañeza y odio. No supe porque pero esa mirada me causaba cierta inquietud. Caminamos alejándonos de allí.
- ¿te ocurre algo? – me pregunto de repente Sirius
- no…porque
Sirius en ese momento se separo de mi brazo y me miro directamente al rostro.
- estas pálida
En ese momento ciento su mano en mi frente, estaba caliente.
- también estas fría –luego me miro preocupado - ¿no quieres ir a la enfermería?
- ¡no! – grite sorprendiéndolo – digo, no es necesario, no me siento mal
- ¿segura? – mirándome desconfiado
- totalmente - sonriendo falsamente.
Nadie podía saber mi secreto…..nadie podía saber que era una vampiresa en camino….nadie.
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- bien, me presento ante ustedes – comenzó a hablar Sirius – soy el nuevo profesor de Esgrima para ustedes y; el sustituto del profesor Lupin.
Sentí como de nuevo decían estupideces sobre Sirius y Remus
"Estúpidos" pensando específicamente en uno de ellos. Eric Thompson, líder de los mujeriegos de la casa de Ravenclaw. Lo vi como miraba con asco a Sirius.
Mátalos….a todos
De nuevo escuche a Siren en mi mente.
- no lo haré Siren… - susurre sin darme cuenta. Pero Harry lo noto
- ¿de que hablas Beatrix? – me pregunto extrañado
- ¡nada! – dije mirando y disimulando sonreír – hablaba sola, no te preocupes Harry
- ¿seguro? – sosteniendo todavía su espada en la mano
- si….continuemos – dije al tiempo que atacaba a Harry con mi espada y él se defendía notablemente.
- excelente - nos dijo Sirius viendo como chocaban nuestras espadas – 5 puntos para cada uno por su hazaña.
Me sentí feliz al escuchar la voz de Sirius felicitándome. Era extraño, me atraía bastante, pero también otra persona…..Siren.
Era algo más que extraño. Ambos eran totalmente diferentes; Sirius era tranquilo, pasivo, divertido, me entretenía; Y Sien era lo opuesto, misterioso, frívolo, un asesino…. Ambas personalidades me atraían ¿pero porque?
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- ¿y bien? – hablo furioso la voz de Voldemort a Snape - ¿Dónde esta?
- Aquí señor – dijo el mortifago, moviéndose dejando ver una joven encadenada – ella es la que trajo Lucius
- vete, déjame a solas con ella –ordeno su amo a lo que este le obedeció inmediatamente.
Voldemort se acerco y levanto el rostro de la joven, dejando ver sus relucientes ojos violetas
- ¿así que eres tu mi próxima profecía? – dijo acariciando el rostro de la joven con sus ásperas y arrugas manos
- nunca – exclamo la chica
- eres fría…me gusta eso – dijo con una leve sonrisa en él
- ¿Crees que te será tan fácil? – pregunto divertida pero a la vez fría la joven
- ¿de que hablas?
- nunca tendrás a la hija de mi amo – dijo la joven de cabellos negros – para eso fuimos creadas
- ¿tu..tu no eres ella?
- exacto. Yo solo soy una servidora de mi amo Kain – confirmo – soy un hada negra, capaz de tomar la forma de ella para así protegerla de personas como tu. Personas que podrían interferir en sus planes
- ¿en sus planes?
- El amo Kain ya tiene un destino para ella – dijo con odio mirando al sujeto frente a ella – y sabia que personas como ustedes vendrían codiciados de poder y venganza, a conseguir su propósito
- ¿y que es lo que tu amo Kain desea de ella? – dijo serio
- no es de tu incumbencia – reitero el hada – mi destino ya esta cumplido…… ¡Amo de las Tinieblas! ¡escucha a tu sierva! ¡he cumplido tu petición! ¡pronto reinaran las sombras en este mundo!
En ese instante el hada con forma humana empezó a quemarse, llamas negras la empezaban a carbonizar rapadamente, dejando solo cenizas en el suelo, donde había unas cadenas vacías.
- Demonios…..¡Malfoy! ¡MALFOY! – grito eufórico sacudiendo con rabia el lugar donde estaba su prisionera
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