Sengen

Por Kijin Honjo

BACABULARIO:

Sendou: quien sigue a un líder youkai.

Guía: quien sigue a un líder Sennin.

Doshi o Doushi: Mosnje taoísta en formación.

Sennin: Monje taoísta.

Capitulo 1:

Mi segunda oportunidad...

Era sabido que en el punto medio de Seiki, Chintoukan, vivía un muchacho de nombre Nataku. Aquel muchacho era conocido como el Super Hombre de Seiki. Se contaba que un día, él y su madre salieron a dar un paseo por el bosque y ocurrió un accidente, donde Nataku dio muerte al hijo de Lord Dragón. Tiempo después, el mismo Lord Dragón, visitó Chintoukan, hogar de Nataku para vengarse. Amezó con destruir toda la fortaleza, si quien había asesinado a su hijo no se presentaba ante él. Y así, para salvar la fortaleza y a su madre, Nataku puso fin a su vida...

Minutos después de la muerte de Nataku y de la retirada de Lord Dragón:

-¡¡Señor, Li Sei!!- un hombre llegó corriendo hasta el líder de la fortaleza- ¡Por favor, venga conmigo! ¡¡Ha ocurrido un desastre!!

-¡¿Cómo dices?!

-Cuando el dragón atacó Chintoukan, derribó una casa.

-¿Hay heridos?

-No sabemos, están buscando entre los escombros.

-Li Sei...- Inshi secó sus lágrimas- Por favor, es la muerte de tu hijo... No lo dejes solo.

-¡Mujer! Por culpa de ese muchacho, puede haber muertes de inocentes- dio media vuelta ignorando los ruegos de su esposa.

En efecto, una parte de Chintoukan había sido derribada y uno de sus muros, cayó sobre una casa. Gran cantidad de aldeanos, se encontraba en ese momento quitando los escombros.

-¡¡Señor, Li Sei!!- llamó una voz- ¡Encontramos a dos sobrevivientes!

El líder de la fortaleza corrió hacia donde dos personas adultas eran ayudadas a salir de los escombros por cuatro hombres que los sostenían con fuerza para que no cayesen.

-¿Se encuentran bien?

-Sí...- susurró apenas la mujer.

-Lo siento, todo ésto ocurrió por culpa de mi hijo. Reconstruiremos su casa, se los prometo.

-Mi hija...- dijo el hombre- Ikki... ¿Dónde está?

Li Sei desvió su vista hacia uno de los hombres preguntando con la mirada el paradero de la niña; pero el interrogado negó con la cabeza y se dirigió nuevamente hacia quienes aún continuaban retirando los escombros.

Toda la noche, los aldeanos buscaron a la niña, pero no fue hasta la mañana que la encontraron.

Una mujer, retiró lo que quedaba de una cama, que había sido aplastada por el techo de la casa y entonces, debajo de ésta, asomaron los pies de la niña. Rápidamente pidió ayuda y pronto, la pequeña fue descubierta. Entonces Li Sei se acercó y con horror, observó las consecuencias.

Aparentemente, la pequeña se había asustado y se escondió bajo la cama, pero al derrumbarse la casa, fue aplastada por el peso de la pared y techo. Los signos vitales de la niña eran más que débiles; no le quedaba mucho tiempo de vida: una de las maderas de la cama, la había atravesado y seguro, dañado alguna parte vital de su cuerpo.

Los gritos de horror de las personas y el amontonamiento de éstas, pronto fue sofocado. La gente se hizo a un lado para dejar pasar a una extraña figura humana.

-Me he enterado de todo- dijo el hombre a Li Sei.

-Era de esperar- el líder de la fortaleza se volvió hacia aquel hombre, quien resultó ser un Sennin-. Ustedes rondan por donde hay muerte o destrucción ¿Cierto?

-No exactamente, también gustamos de los melocotones y ellos, crecen donde hay paz- sonrió-. Pero no vine a discutir mi razón de estar aquí; más bien... Daba un paseo por el Mundo Humano, cuando ví a Lord Dragón venir hacia aquí, inmediatamente recordé a Nataku...- suspiró- Siento que la próxima muerte de esta niña sea también culpa mía. Ofrezco, entonces, mi ayuda. Si me permites su alma, puedo convertirla en una Sennin.

-Eso deberás hablarlo con sus padres.

El Sennin buscó a los progenitores de la niña con la mirada. En ese momento, la mujer que había sido salvada de los escombros se le acercó.

-Soy la madre de Ikki... ¿Quién es usted?

-Soy un Sennin, pertenezco a una elite de nombre Juusanpaopei (el trío Paopei). Si usted me permitiese el Houshin de su hija, yo podría salvarla.

-¿Su Houshin?

-Su alma.

-Salvarla...

-Se convertirá en una Sennin.

-No importa lo que sea, mientras ella viva.

El Sennin caminó hacia la niña que ya agonizaba. La pequeña lo miró y le sonrió débilmente.

-Ikki. Ese es tu nombre ¿Cierto?- le acarició el cabello- No te preocupes, puedes morir en paz.

-¡¿Morir?! ¡Pero dijo que la salvaría!

-Deja de respirar, mi niña, éso ya es inútil. No sufras más...

La pequeña sonrió nuevamente y cerró sus ojos. Su cuerpo se cubrió de luz y su Houshin voló hacia el Houshin Dei.

-No se preocupen, antes de que su Houshin sea capturada por el Houshin Dei, uno de mis compañeros la estará esperando.

-Pero... ella ha muerto... usted dijo que...

-Yo dije que la salvaría... Su muerte no fue en vano. Tranquila, en el Sennin Kai, le espera un gran futuro...

FIN DEL PRIMER CAPITULO