Hola a todos, me alegra que les haya gustado la historia *Alex se seca las lagrimas de alegría con su pañuelo* bueno, aquí sigue la continuación. Por fin ayer pude dar con el final de toda la historia y me siento mas aliviada… bueno, no mas palabras!

Capitulo 2  El regreso de Ustinov

Mientras tanto Snape iba de vez en cuando a reunirse con los miembros de la Orden, allí no podía evitar mirar de vez en cuando a Ariadne, no era por su mera presencia sino por la persona que recordaba cada vez que la veía, esa mujer que había muerto 15 años atrás.

- Te haces daño al pensarlo mucho. Ella no volverá – Dijo Dumbledore en privado a Snape.

- No, solo que… - Snape miró al director - Esa chica guarda un parecido increíble, no puedo evitar recordar, fue igual que cuando usted me dejo verme en el espejo de Oesed, me hizo daño.

- El cielo sabe que necesitas un poco de…

- No necesito nada. Esto ha sido como una maldición que se me devuelve, primero Florence tiene una hija, se parece a ella y para colmo es hija de un vulgar muggle que…

- Severus, hay muchas cosas que ignoras de la mujer que dices odiar y que te hace estremecer, amándola aun en silencio. – Dijo Dumbledore sabiamente

- No la amo… - Dijo Snape mintiéndose.

- Eso no es sano, no puedes pagar tu odio con Ariadne, ella no tiene culpa de la vida que ha tenido. Florence hizo bien al mantenerla lejos de la magia. Ariadne ha sufrido lo mismo que tú, sintiendo la ausencia de su madre, crecer sin padre, en un ambiente hostil y a la vez sentirse diferente sin encajar en ningún lugar. – Dijo Dumbledore.

- Hay cosas que no entiendo y por el bien de mi salud mental no deseo entender. – Dijo Snape en el despacho de Dumbledore -  El Señor Oscuro no la buscaría para solo asesinarla porque le recuerda a su traidora, debe haber un motivo de fuerza mayor, lo conozco…

- No, estoy seguro que no quiere asesinarla, quiere volverla tan mala como es él.

- ¿Por qué a ella? – Preguntó Snape.

- Quizás muy pronto lo entiendas…

            El comienzo del nuevo año se acercaba y con ello el fin de las vacaciones. Eran frecuentes los ataques mortífagos a distintos lugares, el Ministerio era un caos y la Orden trabajaba en silencio lo mas eficientemente. Una noche Nymphadora Tonks regresó con un pequeño rasguño luego de que la atacaran saliendo del Ministerio, por fortuna Lupin supo como curarla oportunamente. En Grimmauld Place todos estuvieron algo atareados hasta la hora de la cena.

- Profesor Snape tome chocolate caliente, se ve usted tan enfermo. – Dijo Molly Weasley.

- Estoy Bien. – Dijo Snape aceptando el chocolate caliente en un sillón apartado mientras los demás comían, entre esos Harry, Hermione, Ron, Ginny y Ariadne.

- Fred y George me han dado una caja de "pedos sonoros", lo pones en cualquier silla y se hacen invisibles, luego en el momento "prrr" un pedo sonoro hará el debut. – Dijo Ron haciendo reír a Harry y a Ginny. Bajo la voz y dijo confidente – Imagina si ponemos uno en el asiento de Snape.

- No suena mal! – Dijo Harry mirando a Ginny malévolamente.

- Ni lo sueñes Ronald – Dijo Hermione seria – Recuerda que eres un prefecto.

- Ah… era solo una sugerencia. – Dijo Ron volviendo a la realidad de que era un prefecto.

- ¿Qué lees con tanto interés Ariadne? – Dijo Ginny en voz alta. En efecto Ariadne leía fascinada la revista Corazón de Bruja.

- ¿Eh? Oh, nada, la Revista Corazón de Bruja, debo estar actualizada del mundo mágico – Dijo Ariadne guiñando un ojo.

- ¿Leíste el articulo sobre las escobas para mujeres? – Dijo Ginny entusiasmada.

- No, leía el artículo central, sobre la nueva Profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras en Hogwarts. Es cronista, periodista, escritora y una miembro honorable de la liga contra las artes oscuras.

- ¿Periodista? ¿Qué ya no hay gente decente para el puesto? – Dijo Ron.

- No me digas que Rita Skeeter será nuestra profesora, después de Dolores Umbridge…– Dijo Harry.

- No Harry, su nueva profesora de Defensa Contra Las Artes Oscuras es Tara Ustinov, según la revista es la famosa autora de la novela "Pasión desenfrenada: La historia de Fiorencia y Saivero" y además… - Ariadne fue interrumpida cuando el profesor Snape escupió sonoramente el chocolate que estaba bebiendo y casi se atraganta.

- ¿Cómo has dicho Ariadne? ¿Quién has dicho? – Preguntó Remus Lupin cambiándole los vendajes a Tonks quien estaba recuperándose.

- Eh… Tara Ustinov – Ariadne mostró la pagina central y una mujer hermosa de cabello rubio platino sonreía mostrando sus libros.

-Oh, me alegra entonces. Tara era una compañera de Hogwarts de mi año, era muy entusiasta y ambiciosa… - Dijo Lupin sonriendo.

- Dumbledore no puede hacer eso… - Dijo Snape susurrando y enojado consigo mismo.

- Es una buena escritora, yo leí "Pasión Desenfrenada: Fiorencia y Saveiro" – Dijo Ginny comiendo el postre – Es muy interesante.

- ¡Virginia! ¿Qué haces leyendo eso? Ese libro es para mayores de 17 años por el contenido explicito y sexual que… – Dijo Molly frunciendo el entrecejo y Ron hizo lo mismo.

- Mamá, ¿tú también la leíste? – Preguntó Ginny y esta vez la Señora Weasley enrojeció ante la mirada de asombro de su marido - ¿Qué tiene de especial ocultarnos las aventuras de una chica colegiala que mantiene relaciones en…?

- ¡Ginny! – Dijo Ron - ¿Desde cuando tú lees eso?

- Si no te enteras tengo 15 años, ya no soy una niña.

- Esa novela es algo gráfica pero está bien redactada. No es mi libro favorito – Dijo Hermione.

- ¿Tu también Hermione? – Ron estaba casi rojo.

- Deberías leértela Ron! Te hará falta si sabes a lo que me refiero… – Dijo Ginny riéndose y Harry soltó una carcajada.

- ¡No Gracias!  - Dijo Ron.

- ¿De que trata? – Preguntó Ariadne interesada.

- Esto es increíble – Dijo Molly avergonzada.

- Es la historia de dos compañeros de colegio, que se hacen amigos. – Empezó Ginny – Luego mientras pasa el tiempo, crecen y cada año van descubriendo cosas y se enamoran.

- Me suena – Dijo Harry pensativo. - ¿Dónde he oído eso antes?

-  La historia de Tara Ustinov es poco convencional… a la edad de 17 años escribió un ensayo que la hizo merecedora de trabajar en la redacción del Profeta pero años después encontró los medios y rescribió totalmente la historia del ensayo. Hizo un libro y recibió ese nombre. Es una saga entera de amor, pasión, engaños y dolor. Allí narran la vida de los dos amantes y como termina su relación.

- Si, preferí mas el libro, al ensayo le faltan cosas. – Dijo Hermione. – Además el libro trae pensamientos interesantes

- Ustinov suena a ruso, ¿Quién te recomendó el libro Hermy? ¿Vicky quizás? – Preguntó Ron.

- No Ron, ese libro lleva muchos años de publicado! – Dijo Hermione – me lo recomendó Parvati, no le creí mucho hasta que lo leí.

            Snape se levantó de su asiento y dejo la taza de chocolate en una mesilla, su túnica estaba manchada de chocolate

- Severus, ¿qué te ocurrió? – Preguntó Lupin

- Un pequeño accidente – Dijo Snape.

- Severus, ¿recuerdas a Tara? Supongo, estudiaba en tu casa. – Preguntó Remus, Snape lo miró, pero no respondió y se fue de la sala.

- Creo que no le causó gracia. – Dijo Ariadne.

            Dumbledore fue a ofrecerle un trato a Ariadne, si ayudaba a algún profesor en alguna materia mágica sin dar problemas, la dejaría salir de vez en cuando. Ariadne no estaba segura en que podía ayudar, sobretodo en un colegio de magia y hechicería, tomando en cuanto todo lo que ella sabía de magia. Esa misma mañana salió rumbo a Hogwarts, adelantándose a los chicos, que irían en Tren. El medio de transporte más seguro era por la red Flu, hasta Hogsmeade.

            Mientras tanto, lejos de allí un hombre permanecía distante en las sombras, con su mascota de serpiente mirando el fuego lejano. La habitación era fría y oscura, hecha de piedra sin ventanas y  con cortinas verde oscuro que adornaban el lugar, una mesa y dos hombres más en las sombras.

- Así que… Ariadne Xavier se ha escapado de sus manos. – Dijo La fría voz de Lord Voldemort.

- Mi señor, usted tiene razón… ella es una bruja. Se resistió a la maldición Imperius. – Dijo Rodolphus Lestrange.

- Te dije que no aplicaras magia sobre ella, puede ser muy peligroso. Si intentas hacerle daño puede ser lo último que hagas en tu miserable vida Lestrange. – Rugió Lord Voldemort.

- Mi señor…

- Ceo que aun no han entendido – Un hombre se quitó la capucha, sus ojos azules eran brillantes, su cabello grisáceo evidenciaba que algunos años atrás había sido rubio y su sonrisa era fría pero con algo enfermizo, su voz era suave pero lo suficientemente peligrosa. Su nombre… Francois Spencer.

- ¿Que debemos entender? – Bellatrix se mostró algo enojada – Una pinche niña consentida que debemos capturar. ¿Con que fin?

- Hace muchos años, nos arriesgamos mucho creando a esa niña. Mucho fue puesto en juego para que la maldita de Harrington se la llevara – Dijo Spencer con una horrorosa sonrisa – Ni su misma madre puede comprender la naturaleza de su hija, el poder dentro de ella, para lo que está destinada y lo que es capaz de hacer. Es un plan casi perfecto…

- Ustedes tontos! Han dejado a Ariadne Xavier en manos de Dumbledore, si él descubre antes que nosotros el poder dentro de ella, ustedes dense por muertos.

- Fue un accidente, además. – Dijo Rodolphus enojado.

- No quiero excusas, quiero a esa chica aquí. Quiero a mi heredera de vuelta!

- ¿Su heredera? Pero… - Bellatrix iba a reclamar.

- ¿No entiendes aun? Ella es más importante que todos nosotros juntos. Es nuestra arma, con ella lograremos acabar con Harry Potter y también… - Dijo Spencer.

- Un momento – Voldemort se levantó de su asiento y todos retrocedieron temerosos. – Nuestra querida Ariadne estará cerca de Harry Potter, podremos usarla para… ja! Malfoy, averigua si Dumbledore ya sabe los poderes especiales de nuestra chica.

- Eso haré – Malfoy salio de la sala sin decir más palabra.

Al llegar a Hogwarts, Ariadne fue recibida por varios Elfos que cargaron su equipaje y ella aun no se acostumbraba a aquello y murmuraba cosas para si misma.

- Pobre Roger, me debe extrañar.

- Esto no es un Hotel de lujo Señorita Xavier, espero que sepa entenderlo. – Dijo Mc Gonagall

- Si, ya se. No teléfono, no carro, no aire acondicionado, ni calefacción, no banda, no fama, no shows, solo la magia y mi guitarra. Ese es un tema excelente para mi nuevo disco, aunque si quiero retratar mis vivencias aquí tendría que cambiarme a género "Gótico". – Dijo la chica observando con atención el Castillo, mientras los profesores se sentaban en la mesa.

- ¿Y Bien Ariadne? ¿Qué has decidido? – Preguntó Dumbledore

- Bien, creo que tomaré una materia que no se necesite varita para evitar accidentes. Algo como… - Ariadne dudo un poco. - . Pociones, no suena tan difícil. Suena como Química.

- ¿Pociones? Bien, entonces deberá dormir en las mazmorras. – Dijo Mc Gonagall.

- ¿En las mazmorras?– Dijo Ariadne algo exhausta. - ¿Quién tiene el placer de enseñar pociones?

- Yo enseño Pociones – Dijo Snape llegando a la sala con una nota de resentimiento en la voz.

- ¿Dónde está la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras?  - Preguntó Mc Gonagall curiosa.

- La Profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras anda en camino. Llegará en un rato, luego de poner en orden varias cosas… - Dijo Dumbledore.

            Ariadne llegó a la sala de profesores. Encendió la chimenea y se calentó los pies. Estaba acostumbrada a ser tratada como a una celebridad, para acostumbrarse a su nueva vida de plebeya sacó su cuaderno de notas y guitarra, no se le ocurría ninguna canción hasta que empezó a susurrar una melodía familiar para ella, pero en pleno proceso creativo se vio interrumpida.

- ¿Por qué usted me parece extraña? – Dijo Snape entrando lentamente.

- ¿Usted? Casi me mata del susto. – Dijo Ariadne. – ¿Qué hace usted espiándome?

- No crea Señorita Xavier, que el mundo gira en torno a usted.  – Dijo Snape. – Este no es un salón privado, es la sala de los profesores. Así que…

- No conozco mucho de usted y mi madre. Pero usted se me hace muy misterioso. – Dijo Ariadne.

- ¿Lo crees? Si crees que yo soy misterioso… Entonces nunca supiste quien era tu madre realmente. No te hará bien saberlo por ahora. – Dijo Snape muy burlón sentándose a revisar unos pergaminos en la mesa.

- Creo que estoy acertando, mi madre es famosa… pero fue como usted ¿no?

- ¿Cómo yo?

- Usted fue seguidor del asesino que intentó capturarme ¿no? Lo veo en sus ojos, lo siento cuando lo veo. – Dijo Ariadne. – Nunca sentí la magia tanto como ahora. Dígame la verdad…

- Que curioso, a tu edad; tu madre había dejado de ser niña desde hace tiempo. No se si tus sensibles oídos sepan asimilar mi verdad. – Dijo Snape desagradablemente.

- Si, dígame. – Dijo Ariadne.

- Tu madre fue una de ellos también; una mortífaga seguidora del Señor Tenebroso al igual que yo. Ambiciosa, poderosa, astuta y fatal. Catterpole tenía razón. – Snape se sentó en una de las sillas. Ariadne sujetó su medallón y se quedó inmóvil.

- ¿Catterpole? – Ariadne dudó, pero sabía que aquella historia le resultaba familiar. -Ahora entiendo, esta magia loca. Algunos magos me temen porque les recuerdo a ella.

- Exacto, tu madre asesinó a muchos magos y muggles. No como lo demás, no iba enmascarada como los otros, todos podían reconocer a esa Señora de la Oscuridad, y sus ojos diabólicos, sus acciones sin alma, sus palabras sin humanidad. – Snape había cerrado los ojos y estaba sacando eso que había guardado dentro de si por muchos años.

- Aun le duele… - Dijo Ariadne.

- No diga tonterías y ocúpese de sus asuntos. – Dijo Snape cambiando el tema.

- Le duele mucho admitirlo. Pero sabe…Yo Tengo miedo.

- ¿Por qué teme señorita Xavier? – Preguntó Snape.

- Si me acercó mucho a usted, siento temor. Algo en mi me hace contradecir, usted hace que mi corazón se acelere – Dijo la chica con pena

- Están prohibidas las relaciones entre los trabajadores de Hogwarts. Eso nos incluye, no tengo interés en usted… - Dijo Snape mirándola ácidamente.

- Usted no entiende, usted no me gusta, ¿no ve lo feo y antisocial que es? – Dijo Ariadne ofendida

- Creo que su madre con todo lo que fue, tenía mas sustancia en el cerebro, la ironía de la vida la ha castigado dándole una hija tan torpe e inútil con similitud física. ¡Que desgracia!

- ¡Callese! Me refiero a algo raro…No soy yo, es este medallón. Me está asfixiando cuando lo veo, hay algo que no entiendo…

- ¿Medallón? – Snape miró el medallón que la chica llevaba puesto, lo había visto demasiadas veces – ah… Perteneció a su madre, siempre lo llevaba.

- ¿Quién era usted para mi madre? – Preguntó Ariadne.

- Se me hace tarde… - Snape se iba a retirar de la sala, se volteó a la puerta.

- Severus, no soy inocente, pero te sigo amando. – Dijo Ariadne en un tono algo frío y seguro. No parecía ella – Mírame a los ojos, he estado dormida. Encuéntrame, llévame a casa… Despiértame, antes de que sea tarde.

- ¿Qué? – Snape volvió a mirar a Ariadne y ella cayó al piso desmayada.

***

Snape fue directo a la Oficina de Dumbledore, luego de dejar a Ariadne en la enfermería.

- Es ella, algo pasa con ella… – Dijo Snape susurrante abriendo la puerta y descubriendo a Mc Gonagall junto a Dumbledore. – No lo soportó y se desmayó, está en la enfermería.

- ¿De que me hablas?

- De la niña Xavier. Se acaba de desmayar. Me dijo que la rescatara, pero no era Ariadne… es que… Florence está detrás de esto. – Dijo Snape en un tono que se confundía con el horror y la gloria.

- Creo que su estadía te ha afectado un poco Severus  – Dijo la Profesora Mc Gonagall.

- No estoy loco. Ella me habló, me dijo que la trajera de nuevo.

- Pero, Profesor Snape, recapacite, ella murió hace 15 años. – Dijo Mc Gonagall

- Lo se, pero…

- Creo que tendré que examinarla. – Dijo Dumbledore.

- El Señor Oscuro también hizo experimentos con Florence, ¿eso puede significar algo? – Dijo Snape con un tono vago de esperanza.

- Se racional Severus, no intentes nada de lo cual te arrepientas.

- Quizas si… las artes oscuras puedan. – Snape dudó un momento.

- No, Severus. Artes Oscuras no, mira todo el daño que te has hecho debido a…

- Ella no está muerta. Si El Señor Oscuro pudo regresar…

- Sabes que nadie puede regresar de la muerte. Sirius Black la vio morir…- Dijo Dumbledore. – No toques el pasado, las artes oscuras no…

- ¡Maldito Black! – Dijo Snape - Y yo no estuve allí… estaba oculto como un cobarde. Él la tuvo en sus brazos mientras dejaba de respirar, la vio morir.

- No te culpes, tú estabas en una misión importante. Las cosas pasan por algo. – Dijo Dumbledore.

- Luego de tantos años, esa niña ha revivido ese sentimiento de confusión y desesperación, el vacío por su ausencia. Ese odio que sentí por ella. No se cuantas veces la maldije, pero la verdad es que este viejo no la ha olvidado aun. – Dijo Snape bajando su mirada.

- Severus, deja de echarle cabeza al asunto. Aun no sabemos mucho.- Dijo Dumbledore con un brillo en los ojos – Muy pronto lo sabrás.

- Pero si hubiera una posibilidad…

- Mejor es que te calmes… - Dijo Dumbledore

***

            La hora del banquete se acercaba y los alumnos llegaban. Los Profesores estaban en la mesa y Ariadne estaba al final de la mesa algo nerviosa, se había recuperado aunque estaba algo mareada. Ariadne no había aprendido mucho de magia y daba por terminada su vida como muggle. Todo era culpa de ese tal Voldemort estar viviendo aquella pesadilla, se puso una de sus túnicas y bajó al Gran Comedor donde los alumnos iban llegando y algunos la reconocían. Vio a Harry con sus amigos, el chico de la cicatriz. Estaba un poco desanimada de estar en aquel colegio de magos y de estar incomunicada con el mundo exterior. Apenas sonrió cuando Dumbledore la presentó como la nueva ayudante de Pociones, ignoraba las cosas que estaban ocurriendo por detrás, aun ignoraban muchas cosas. Snape estaba a su lado en el banquete, no era un compañero muy ameno.

Antes de empezar la cena, las puertas se abrieron y una mujer de cabello rubio platinado, de contextura bajita llegó, tendría 40 y llevaba una capa de viaje, algunos voltearon a verla; Dumbledore le sonrió y la mujer estrechó su mano.

- Bienvenida Profesora, tome asiento – Dijo Dumbledore – Alumnos, ella es su nueva profesora de Defensa Contra Las Artes Oscuras: Tara Ustinov.

- No faltan las celebridades en el puesto. – Dijo Ron - ¿Por qué no terminan de darle el puesto de una vez a Snape? Así no esta tan amargado…

- Ron, Tara Ustinov. ¿La recuerdas? Es la mamá de Penélope, la novia de Percy. – Dijo Ginny acordándose.

- Oh, si. Tara Clearwater, supongo que luego de escribir pornografía quiso hacerlo bajo su otro apellido para no avergonzar a su hija. – Dijo Ron sarcástico.

- Severus – Gritó Tara en un chillido de emoción, corrió a la mesa y fue a abrazarlo, Snape tenía cara de entierro y la miró extrañado, se la quitó de encima ante las risa de todos los alumnos.

- Ustinov jamás cambias… - Dijo Snape mientras la rubia se sentaba a su lado. Tenía una sonrisa y sus ojos azules brillaban más que nunca, seguía siendo la misma chica que había estudiado varias décadas atrás con el grupo de Slytherin.

- Muñequito, estás igual a la vez que te vi. Solo que tu nariz ha crecido más. – Dijo Tara riéndose mientras le daba una palmada en una de sus mejillas.

- Deja de hacer el ridículo, es increíble que hayas obtenido el puesto…

- Yo también creo lo mismo. Deben estar desesperados, aunque por fortuna Defensa Contra Las Artes Oscuras, fue algo que se me dio bien luego de salir de Hogwarts. De allí escribí "Riding Brooms with Death Eaters" – Dijo Tara Ustinov mostrando su libro nuevo.

            La Primera Clase del día siguiente para los de sexto año, fue Defensa Contra las Artes Oscuras, con Tara Ustinov. Ella llegó sonriendo a la clase y sacó su libro "Superando la corrupción de la sociedad", la clase entera miraba curiosa.

- Buenos dias alumnos, mi nombre es Tara Ustinov Clearwater, soy escritora, poeta, periodista y narradora de crónicas, también hice un curso de Defensa de Magia Negra Intermedia y Combatiendo las Fuerzas Oscuras Avanzadas. Tengo 2 hijos, soy divorciada y en este momento estoy ansiosa por conocerlos. Mi hija estudió aquí hace años en Ravenclaw, yo soy ex alumna de Slytherin, estudié con el Profesor Snape.

- ¿Por qué usted y no un auror? – Preguntó Parvati.

- Bueno, los buenos en esta materia realmente andan combatiendo a los malos allá afuera. Solo quedamos pocos dispuestos a dar clases, por favor olvídense que soy escritora de novelas por favor… ¿alguna pregunta?

- Si! ¿En que se inspiró para escribir Fiorencia y Saivero? – Preguntó Lavender Brown chillando de emoción.

- Eso no tiene que ver con la clase… pero bueno. Es basada en una historia real. – Tara volvió a sonreir, pero inmediatamente empezó su clase.  Ron se mostraba algo incomodo por su presencia, ya que le intimidaba las obras que escribía, pero se hizo pasable cuando le enseñó en teoría las maldiciones mas comunes usadas por los Magos Oscuros.

- Eres tú… - Dijo Tara llegando al almuerzo y señalando a Ariadne quien arrastraba unos calderos quemados – Tu eres… Ariadne.

- Si, hasta donde se ese es mi nombre. – Dijo Ariadne malhumorada.

- Conocí a tu madre, toda una heroína…

- ¿En serio lo cree?

- Si, lastima todo eso que le pasó. Pero era una gran estudiante, yo estuve en su misma casa. – Dijo Tara.

- Si usted lo dice. – Ariadne siguió caminando mientras se tropezaba, llevaba 5 calderos arrastrados. Parece que Ariadne fue algo torpe al ayudar a Snape en sus clases, no sabía reconocer los ingredientes. Incluso cuando llegó era un desastre, estaba más preocupada por otras cosas que de revisar que los alumnos hubieran copiado bien las instrucciones. Durante ese día hizo que Snape estuviera de mal humor más que lo usual y este la mandó lejos de las mazmorras.

            Ya llevaba una semana y las cosas no mejoraban mucho, nadie podía pedirle a una muggle que realizara magia y no aprendía nada, mucho menos podía resultar util, una tarde luego de clases en la sala de profesores:

- ¿Cómo te ha ido hoy en clases Ariadne? – Preguntó Tara corrigiendo unos trabajos mientras le sonreía.

- Mal, mi varita botó chispas y le quemé la túnica a un chico de tercer año. – Dijo ella de mal humor con el pelo ondulado y mal peinado  – Ando a punto de colapsar, tengo pesadillas, tengo ojeras, me salió un grano en la frente y ya se me agotaron mis productos de belleza. Parezco una mal vestida, y odio las túnicas negras, además el olor a vísceras de murciélago no es nada agradable y mi pelo huele así. Voy a morir – Dijo Ariadne pegándose la frente con la tabla de la mesa.

- Oh cuanto lo lamento, esa es la forma de vivir de Severus, el lo ha hecho así por años. – Dijo Tara sin saber que decirle. – Pero yo veo que el grano de tu frente sigue mejor.

- Está mal, soy una inútil y nada me sale bien. Por si fuera poco el chico Malfoy se la pasa burlándose de mi! Pequeño inútil.

- ¡El es siempre así! – Dijo Tara – Mi ex novio era amigo de su padre, uffa! Es de familia!

- Y Snape le sigue dando la razón, es un mal jefe. ¡Lo odio!

- ¿En serio lo odias? – Tara alzó una ceja – Pensé que se llevaban bien.

- Ni en sueños, le demuestra a la clase lo mala que soy y me tiene ojeriza por algo que ignoro. No se como mi mamá lo aguantaba. – Dijo Ariadne limpiándose la túnica de restos de ingredientes. – ¡Extraño mi hogar!

- ¿A que te refieres?

- Mi madre Florence, era amiga de…

- Florence! Claro… - Pero en ese momento entró Snape y al ver a las dos mujeres puso mala cara – Como olvidar aquellos tiempos, yo estudie en Slytherin con tu madre también. Tu madre era diferente a las demás chicas, era…

- Ustinov, ¿Por qué no le cuentas lo que tú realmente eras? – Dijo Snape mirándola rudamente.

- Severus, la chica quiere saber anécdotas de su madre. Yo se las contaré. – Dijo Tara sonriendo - Una vez hubo un baile y… - Pero de la nada Snape se acercó y la sujetó de la túnica.

- Si sigues con el estúpido cuento de tu libro te las verás negras conmigo, han pasado mas de 20 años y sigues en la mismas!!! – Dijo Snape gritándole a Tara.

- No me grites así Pelo Grasoso, le iba a contar a Ariadne la primera vez que su madre fue al baile con Sirius Black, no esa pedorrada de… además sigues enojado porque no te pagué los créditos de mi libro.

- Cuidado con lo que dices. – Dijo Snape peligroso

- ¿Qué cosa? Algo me ocultan. – Ariadne estaba sospechando.

- Nada cariño, decía que tu madre fue la que rompió la tradición, fue con un Gryffindor al baile, y para fortuna era el chico más guapo del colegio: Sirius Black.

- O el más idiota. – Dijo Snape largándose de la sala.

- ¿El siempre es así? – Preguntó Ariadne.

- Siempre linda. No hay día que no pague su malhumor, supongo que cuando tu madre murió todo se volvió peor, no lo culpo es que… - Tara se quedó callada recordando. – Supongo que fue difícil.

- Sigo sin entender… - Dijo Ariadne.

Fin del capitulo

Gaby-Snape: Oh, Gracias por las recomendaciones y por dejarme tu review. Espero que te siga gustando, espero que cuando termine esta historia consiga tiempo para leer esas dos historias. Si las leo ahora se me van a cruzar las ideas y… jejejejeje. Nos vemos, saludos!

Nabiki: Sip, me alegra que me escribas para expresar que te gusta. ¿Qué estas pensando que voy a hacer? No tengas pena de decirlo, a ver… retorcido. Ah?… ilogico… hmm?… ilegal… eh? De veras no entiendo a que te refieres o_O mejor es que lo aclares así de una vez, jajajajaja… retorcido?? Jajajaja, no lo creo… :P

Sally Ann: Si, he regresado justo para Navidad. Pero para repartir luz lo dudo mucho, jeje. Me alegra que te entusiasme mucho el fic, espero que disfrutes leerlo tanto como yo disfruto escribiéndolo. Saludos! Y Gracias por el review!

Malu Snape Rickman: Tranquila, lo importante es que lo hayas leído y que luego hayas mandado el review, mejor tarde que nunca. Espero que hayas podido dormir mejor, aunque este e vacaciones yo también me desvelo mucho. Saludos entonces!

BlazeVein: Si, me pareció difícil escribir el inicio, ya sabes por ser la primera impresión y todo lo demás. Tenia que caracterizar a Ariadne y todo eso, me la imagine como una chica despistada y medio volada! Solo alguien así hubiera respondido así… Viste mi journal, oh. Y sigues viva? Oh! Mi journal es un pensadero de cosas extrañas… por cierto puedes crearte uno!(yo haciéndole propaganda al LJ ¬-¬). Spencer. Por ahí viene Spencer… te manda saludos!

Integrachan Reiji Malfoy: Hey girl, me alegra que te guste la historia. Snape en esta historia es un poco diferente, es especial porque se empieza a mostrar tal como es, o tal como yo lo he querido mostrar (shi, para que la gente lo quiera ^^). Seguiré la historia, y si Florence vuelve?… todo en su momento sea dicho. Saludos!

Nocrala: Si, yo tampoco crei que la continuaria tan rapido, pero cuando llega la insoiracion no hay que desaprovechar ni un solo momento. Bueno, entonces espero que la sigas leyendo y Gracias una vez mas por el review!

Por cierto chicos! Feliz Navidad!!!!!!! Que El niño Jesús o santa Claus les traigan cosas lindas!