Esperanza entre las Tinieblas
Capitulo III
Repentinamente, una sombra sale de la oscuridad, y ataca a la pareja, en donde Shaoran, con un rápido movimiento, toma entre sus brazos a Sakura, logra esquivar a la peligrosa presencia, y colocarla a salvo.
La carta cae cerca de Tomoyo, quien la toma y la deja entre sus manos. Todos quedaron expectantes a lo siguiente.
–Algo se acerca– afirma Erennor.
Comienzan a salir decenas de sombras, con forma de un humano curvado hacia adelante, sus brazos largos, llegaban al suelo, oscuros como la noche sin luna, pero sus ojos son de un rojo demoniaco. Detrás de ellas, aparece un hombre, quien, con su cara pálida, sus ojos rojos, y su apariencia de muerto, se deja ver antes los jóvenes.
–A ver. ¿Quién es la Maestra de las Cartas?
Sakura iba a colocar un paso adelante, haciendo uso de su titulo, pero Shaoran se lo impidió.
–Espera– le susurro al oído.
El demonio miraba a todos. Tratando de adivinar quien era. Miraba a todos fijamente, y luego se fijo en Tomoyo. Ella tiene la carta en sus manos. Sin hablar o ordenar a las sombras, estas se abalanzaron en contra de ella. Antes de que una sombra le tocara, Erennor, dijo un par de palabras, y un gran haz de luz plateada salió de sus manos, destruyendo a las sombras. Luego, dio un gran salto, cayendo en posición de defensa enfrente de Tomoyo. Un hilo de luz le cruzo el pecho, lo cual se trasformo en una funda en su espalda, donde traía una espada. De un solo filo, gruesa en la base, era curva en el filo y recta en el otro borde. Larga y plateada la hoja. En la base de la hoja, traía unas figuras, de ancestral procedencia. Al igual que Erennor, Shaoran convoco a su espada. La misma espada que traía desde pequeño, pero más larga y más gruesa, de un color dorado, la cual, en la base de la hoja, traía unos símbolos chinos.
–Aun así, me llevare a la Maestra de las cartas y nadie me lo impedirá.
Del piso de la calle, unas sombras aparecieron detrás de la joven Tomoyo, y tomadas de las piernas, los brazos y el cuello, comenzaron a tirarla hacia abajo. Tomoyo comenzó hacer absorbida por una extraña sombra. Erennor, empuño la espada, y atravesó el suelo, donde estaba la sombra, que se deshizo, dejando a Tomoyo atrapada por el asfalto. Erennor, rompió el asfalto y saco a Tomoyo. Decenas de sombras comenzaron a abalanzarse en contra de Tomoyo, y Erennor la defendía, en donde Sahoran comenzó también a esgrimir su espada y luchar en contra de las sombras, mientras Sakura se colocaba junto a Tomoyo. Quiso sacar su llave, para poder ayudar, pero en ese momento, las sombras dejaron de atacar, y se colocaron alrededor del demonio.
–Vaya que son molestos. Entonces será mejor que los elimine– sentencia el demonio. Un gran poder mágico salía de ese hombre. Extendió su palma, y de ella salió una gran llamarada.
–Dios del fuego!!!– invoco Shaoran, que detuvo con gran esfuerzo la poderosa llama. Y sin mas que pensar, Erennor salto encima del demonio con la espada levantada en una sola mano.
–¡¡Hasta aquí llegas!!– grito en la embestida.
–Sabes que no me has derrotado– dijo el demonio antes de que Erennor cayera sobre él. Empuño la espada con ambas manos antes de cortarlo. La hoja de la espada brilló al contacto con el cuerpo del demonio. La espada bajo, atravesando la carne, hasta partirlo en dos. El demonio lo miraba con un odio de muerte, pero con una sonrisa irónica.
–Debes saber que volveré, solo a matarla– dijo, mientras el cuerpo humano se dividía y caía al suelo.
El cuerpo, tendido en dos, sobre la calle, no derramaba sangre. Las sombras se desvanecieron en el aire, y luego dejo de llover. Sakura miraba el cuerpo, horrorizada, ante tal espectáculo.
–Lo mataste... lo mataste– sollozo Sakura ante la vista del muerto.
–No es así– dijo Erennor. –El ya estaba muerto. Murió cuando su corazón se lleno de odio y maldad. El demonio tomo su cuerpo y extinguió su vida. Notas que no hay ni una sola gota de sangre en el cuerpo. El ya había muerto.
Un viento fuerte paso por el cuerpo, y este comenzó a deshacerse y el viento se llevo las cenizas.
–Esto es mas serio de lo que crees Sakura– le dijo Shaoran. –Este es un problema que involucra poderes que jamas has visto.
–Muchachos, entren a la casa, y conversen ahí, ya es tarde y esta haciendo mucho frío– dijo Yukito, ante la mirada de temor de Touya, que no quería que le pasa algo malo a su hermana.
Entraron a la casa. Los muchachos se secaron con unas toallas traídas por Touya, mientras que Sakura y Tomoyo se cambiaron toda la ropa empapada que traían. Luego comenzaron a conversar de lo que paso.
–Antes de que empiecen a hablar de lo que ocurre, preséntanos a quien te acompaña, Shaoran– dice Tomoyo.
–Bueno, el se llama Erennor Reed, y como lo han visto, también posee poderes mágicos. A decir verdad, es excelente como hechicero.
–¿Reed? ¿Reed?... me suena ese nombre– dijo Sakura.
–Pues claro, Sakura. Viene del creador de las cartas. Clow Reed– respondió Yukito. Debe ser porque él es un descendiente de su familia.
–Exactamente. Pero yo nací en América, luego, contactos con otros hechiceros me llevaron a Hong-Kong, hace unos años– dijo Erennor a la afirmación de Yukito. –Pero es mejor que hablemos de lo que nos trae.
–Sí!!– dijo Sakura, un tanto molesta. –Deseo que me expliquen que pasa, por que Shaoran desapareció tanto tiempo, y por que aparecieron esas cosas y... ese hombre.
–Bueno, eso pertenece a una misma larga, pero necesaria, historia– respondió Shaoran, un poco incomodado por la pregunta.
–Todo comienza hace unos 6 años– relata Erennor. –Yo encontré unos pergaminos que relataban un conflicto antiguo. Comente a analizarlos y descubrí una realidad a la que no podíamos escapar. Estos pergaminos relatan una catástrofe planetaria, cuando unos antiguos hechiceros invocaron a un poderoso demonio llamado Yawgorth. Este demonio arraso con gran parte del planeta en muy poco tiempo. La mayoría de los poderosos hechiceros, con grandes poderes mágicos, trataron de detenerlo, pero no pudieron. Lamentablemente, él más grande de los hechiceros, Clow Reed, había muerto hace unos años. Aun así, se utilizo las cartas Clow, para detener a esta amenaza. Solo su ayudante y sobrino, quien conocía a profundidad las cartas, por lo tanto conocía muy bien sus poderes originales, con la carta Vacío, se sello su espíritu, pero su poder maligno era tremendo, por lo tanto lo separaron de su espíritu, bajo peligrosos conjuros. Su poder fue sellado en un jarrón. Ambas esencias estaban selladas.
–Vaya, y cuanto fue el costo de invocarlo– pregunto Tomoyo, interesada en el relato.
–El costo fue muy elevado, señorita Daudoji. Murió la tercera parte de la humanidad, el circulo de hechiceros desapareció. Solo quedaron unos pocos, contadas con los dedos de la mano. Una devastación ecológica casi irreversible, y por mucho tiempo, la naturaleza azoto con fenómenos climatológicos, devastaciones e inundaciones eran de todo los meses. Durante mucho tiempo la naturaleza trato de quitarse esa negra mancha que había quedado con el demonio. Después de transcurrido bastante tiempo, la naturaleza se calmo. Y todo comenzó de nuevo. Se le pidió al cuidador de las cartas, que borrara en la mente de las personas, todo recuerdo de esa atroz secuela. En la historia no se escribe, pero quedo en las memorias de los sobreviviente del circulo de hechiceros, ahora dividido en clanes, uno de los cuales pertenece Shaoran.
– ¿Pero como es que anda suelto?– preguntó intrigada Sakura.
–Como el sello que mantenía al demonio era uno de Clow, este daba una estructura que lo encerraba. En el momento que capturaste la carta Vacío, la sellaste y la trasformaste a carta Sakura, el sello cambio. Como no tenias el poder necesario para mantener a Yue en esta época, lamentablemente no era posible mantener también al demonio sellado, por lo tanto, cuando el sello cambio, la estructura cambio, y la estructura no era lo suficiente para atraparlo, por lo tanto, salió de Vacío.
–Si yo hubiese tenido mas poder, hubiese impedido... que Yukito desapareciese y que mi hermano tuviese que perder su poder..., y además que el demonio escapara– dijo tristemente Sakura.
–Te equivocas Sakura– dijo, gentil y con firmeza, Shaoran. –Debes saber que todo esto estaba previsto. Tu, ¿por qué crees que Eriol se apuro en que trasformaras las cartas? Aunque el no sabia, él debía ayudarte en tu misión. El cómo reencarnación de Clow, sentía que las cartas debían pasar a manos de otra persona. Pero aun no sabia cual era el motivo porque las cartas no debían convertirse en simples cartas. Hasta ahora.
–Así es. Si la carta Vacío hubiese estado cerca del Jarrón, estos romperían los sellos y conjuros que los atan. Y ese es el motivo que separaron el jarrón y el libro tantos cientos de Kilómetros. Él tiene un poder tremendo. Lo que pasa es que los pergaminos relatan un nuevo conjuro, un conjuro más poderoso y más efectivo. Y el que tenia que realizarlo es el Maestro de las cartas. Gracias a Shaoran, sabíamos donde ubicar al nuevo dueño de las cartas. Solo necesitábamos encontrar la fecha y el lugar. Lo primero fue fácil. Pero necesitábamos encontrar el jarrón. Comenzó una completa búsqueda de este, pero la información se filtraba rápidamente, algo que no controlábamos. Así que, cuando me designaron encontrar el jarrón, debía hacerlo con la mayor cautela y silencio posible, nadie debía saber donde esta el jarrón, ya que si Yawgorth determina la ubicación, es improbable que lo derrotemos. Y si lo hacemos, las perdidas planetarias serian desastrosas e irreparables. Por lo tanto, todo contacto con el mundo, debía ser estrictamente necesario, ya que si dábamos pistas de nuestra ubicación, era una pista al Jarrón. Me pidieron que me llevara alguien que supiera acerca de Clow y sus cartas. Pensaba en Eriol, pero su desaparición fortuita no seria bien vista. Aparte él vive en Inglaterra, y muchos de los hechiceros de los Clanes, van por él. No era recomendable. Así que le pedí a Shaoran que me acompañara, pensando que para la mayoría de las personas, no notarían que haya desaparecido– y noto la mirada austera de Sakura, como diciéndole, acaso de que ella no importaba. –No quiso, por alguien en especial, pero cuando le dije que se trataba del Maestro de las cartas, quiso venir inmediatamente. Así emprendimos la búsqueda. El tiempo que nos demoramos fueron 4 años. Recorrimos montañas, ríos, valles, llanuras, pero al fin lo encontramos. Y así como desaparecimos, volvimos a aparecer. Encontramos el Jarrón hace unos días.
–Solo una duda. Por que, ese tal demonio, si escapo de la carta de Sakura hace ya varios años, no actúo de inmediato– pregunto Touya, dando a entender que no creía nada.
–Él, como no tenia su poder, necesitaba energías para poder emprender su objetivo. Supongo que absorbía las almas de aquellos que son de corazón oscuros y odiosos. Y para obtener el poder necesario, debió esperar– argumento Erennor, con tal seguridad, que Touya no quiso preguntar mas, pero era necesario que la hiciera.
–Y ahora, que pasara con mi hermana. ¿Por que el demonio la quiere matar?
–Es evidente que el único que debe conjurar al demonio, es el Maestro de las cartas. Muerto, es un pase gratis a la destrucción– añadió Shaoran a la conversación.
–Aunque además de el, existen otras personas interesadas en el jarrón. El poder que esconde ese Jarrón, con los hechizos necesarios, es una fuente de energía ilimitada– señalo Erennor.
Todos quedaron pensativos unos segundos, mientras Erennor miraba a Tomoyo, quien tenia a Kero en sus manos. Erennor levanto una ceja al ver el aspecto del guardián.
–Este es el "Gran Guardián Kerberos"..., es un peluche– dijo de forma burlona, recalcando lo de "Gran".
A Kero se le comenzaron a ir los humos a la cabeza, mientras que todos les daba vergüenza imaginarse la escena que el Guardián armaría con lo que digo Erennor. Pero este no se detenía.
–Vi a Spinel, y parece mas un Guardián que este gato pequeño
Ya Kero no soporto mas, y comenzó a lanzar insultos a diestra y siniestra, mientras Sakura le decía que se calmara, pero esto no podía controlar a Kero. De un momento a otro, se lanzo en contra de Erennor. Pero Sakura, lo retuvo de la cola.
–Tranquilo– le decía Erennor. –Solo era una broma. Eres bastante pretensioso.
–A quien le dices "peluche"– le recrimina Kero.
La atmósfera de incomodidad que estaba en el lugar, se distendió de un golpe. La casa estaba más tranquila, y menos preocupada.
–Sakura– dice Shaoran –es necesario que vengas a Hong-Kong conmigo.
–Con nosotros– dice Erennor. –Y además la señorita Daidouji.
–Por que ella, esto es muy peligroso– reclama exaltada Sakura. –No quiero que este en peligro, esto es mas de lo que yo quisiera.
–¿Que pasa si el demonio viene a matarla, pensando que es la Maestra de las Cartas?– señala Shaoran. –Recuerda que el penso que ella era, porque tenia la carta entre sus manos.
–Verdad.
–Nadie va a ninguna parte!– dijo Touya, colocándose de pie. –No dejare que Sakura se vaya a donde ustedes deseen. Yo estoy a cargo de ella, y si mi padre se entera, no sabría que decirle, si le pasa algo.
–Touya, quien crees que es el que cuida del Jarrón– señalo Erennor.
–¡ ¡ ¡Que estas diciendo! ! !...– sulfurándose con Erennor.
Notas del autor:
Ya saben que los personajes pertenecen a Clamp, para que digan que no se los dige. Luego vendran los capitulos 4 y 5, que estan en el horno calentandose, asi que esperen cuando salga de Calculo [dos semanas mas], pero vienen desarrolando la historia mas que nada, pero lo bueno comienza.
Anto... No puedo dejar de agradecerte... pero dame el beneficio de la duda...
