Capitulo IV
El Clan y la ronda de la muerte
Nota del autor:
Si dicen que esto es muy fome................... es verdad. Es el capitulo mas guateado de todos los que escrito y escribire. Es una parte donde se liga a los Clanes, y a la antigua Sakura. Es dificil argumentar todo a la vez, sin que salga falso. Ademas, no se me dan bien las situaciones entre Shaoran y Sakura, y sociabilizarlos a todos. Soy todo accion. Pero aun asi, creo que podria haberlo mejor. Pero no se afligan. Todo comienza con el proximo capitulo. Asi que dejen Reviews, para saber como voy, si es del gusto, que debo quitar, que debo agregar, etc. [Eso si, no sacare a la estrella... Erennor... el completa el circulo, y ademas el triangulo].
Esto para ti Antonia:
Quizas no sea el regalo perfecto, pero es algo que a ti te gusta leer. Asi que para ti. Este capitulo............ y los siguientes. Un beso a la distancia.
–Touya, quien crees que es el que cuida del Jarrón– señalo Erennor.
–¡ ¡ ¡Que estas diciendo! ! !...– sulfurándose con Erennor.
–Lo que acabas de escuchar. Tu padre esta también en esto. Es un gran personaje– dijo Shaoran, pensando en lo que iba a decir. Pero Erennor se adelanto, porque no sabia la magnitud de referirse a la madre de ellos.
–Tus padres sabían que algo, que involucraría a Sakura y a ti– hablándole a Touya –pasaría cuando ustedes fuesen jóvenes. Pero no pensaron que toda la proeza completa seria de Sakura.
–¡No sigas, por favor!– suplico Touya, no imaginando que su familia estaba muy involucrada, desplomándose en el sillón. –Por eso fue que cuando Sakura le presento a Kero, no se sorprendió mucho.
–Mas allá de lo que puedas pensar, tu madre fue quien encontró el libro por casualidad, en una biblioteca de Tomoeda. El libro llevaba años en aquel lugar, sin que alguna persona lo viese. Pregunto de quien era. No lo sabia, además el libro no era de propiedad de la biblioteca, así que decidió quedárselo. Cuando lo tuvo por propio, vivieron a ella los Guardianes del Clan Clow. Ellos decidieron que el libro quedase en las manos de tus padres. Tu padre, investigador por naturaleza, averiguo acerca del libro, y supo todo acerca de Clow y el circulo de hechiceros– dijo Erennor al hermano desfallecido en el sillón.– Comprende que a tus padres dejaron la esperanza del mañana, y que tu y Sakura son herederos de aquella responsabilidad. Por favor, deja que venga con nosotros.
Touya quedo pensativo al favor que Erennor le pedía, sabia que nada de lo que decían era mentira, que todo lo que se jugaban era el planeta entero, aun así, era su hermana y quería poder cuidarla. Aun sabiendo que debía cederla a Shaoran y su compañero.
–Esta bien. No es que lo quiera, pero sé que va estar más segura con ustedes, pero... – y miro a Shaoran con una fría y irascible mirada, que dejo perplejo a todos –si le pasa algo, antes de que se acabe el mundo, juro que me las pagaras.
–Tranquilo, no te preocupes.– asustado dijo Erennor. –No hay mejores manos en que la puedas dejar.
Después de tranquilizarse, Touya y Sakura, con Tomoyo y Yukito, fueron a arreglar las cosas del viaje. La ilusión se mezclaba con la ansiedad y el temor a lo desconocido, pero resaltaba con la esperanza y el sueño de un nuevo amanecer. Luego todo estuvo listo. Touya se despidió de Sakura, como lo hace un hermano preocupado y triste por la partida de su pequeña hermana. Tomoyo llevaba solo algunas cosas de Sakura, para ella misma. El viaje a Tokio fue en un rápido taxi, pero el grupo estaba muy silencioso, pero luego comenzaron a explayarse a la conversación, que llevaba Erennor con Tomoyo, el cual le preguntaba acerca de la época cuando Shaoran y Sakura capturaban las cartas, y cuando las trasformaron. Tomoyo le comentaba acerca de las situaciones más engorrosas, de los videos, del sentimiento que ambos, Sakura y Shaoran, tenían hacia Yukito. Por supuesto, Shaoran coloco una cara de ogro, que daba risa el solo mirarla. De cuando comenzaron a enamorarse, y como terminaron enparejandose por el resto de sus vidas. Aunque los aludidos solo miraban al piso, llenos de vergüenza, y sin entender la verdadera intensión de Tomoyo y Erennor, que tenían una mirada de complicidad.
–Buenas Noches. Busco a Li Shaoran– dijo una voz afable y sutil.
–Buenas noches. En este momento no esta. Debería encontrarlo mañana. ¿Quién lo busca?
–Un viejo amigo. Si no me equivoco, él viajó a Japón. ¿No es cierto?
–Es cierto. Efectivamente, él esta en Japón.
–Si vuelve en la madrugada, dígale que Eriol esta en Hong-Kong y que le pregunte a su compañero en donde estoy. Por favor. Muchas Gracias.
Alejándose de la puerta donde estaba, se acerco a una mujer que estaba esperándolo.
–Pense que podrían estar–le dijo a la mujer.
–Y ahora, ¿dónde iremos?
–Al Templo, donde esta el Clan Clow.
Ya estando en el aeropuerto, Sakura se quedo esperando con Tomoyo, a que Erennor volviera con los pasajes, y a Shaoran, quien fue a buscar a Kero, a petición de Sakura y Tomoyo, que estaba en el equipaje.
Puede que no le entre aire
Debe estar muy incomodo
Espero que no me haga un escándalo en pleno aeropuerto, ese peluche pensaba Shaoran, que buscaba en su equipaje, antes de entregarlo a las autoridades, antes de embarcar.
Luego de unos escasos minutos, llegaba Erennor con los pasajes de los cuatros viajeros.
–Aunque ustedes nos hayan traído, ¿No es mucha molestia por los cuatro?–preguntaba Tomoyo, quien ya estaba lista para acarrear con los gastos de todos.
–Si fuese por mí, no podría comprar ni siquiera el mío. Pero el Clan ha corrido con todos los gastos que fuesen necesarios. No te preocupes.
Shaoran, quien llegaba, traía un diminuto bolso entre sus manos. Venia casi avergonzado por lo que llevaba, por lo que deposito el estuche en las manos de Sakura. Lo abrió, y estaba Kero, sentado y con sus patas cruzadas, como controlando su propia ira, pero al mirar a Sakura, cambio su rostro, dando una pena fingida
–Sakura, no me dejes.....
En el altavoz, con una locutora de sensible voz, anuncio a los Jóvenes que el vuelo estaba a listo para abordar. Caminaron hacia el anden respectivos, mostraron los pasajes y subieron al avión. Eran ya las 12:30 de la noche, y era él ultimo avión que salía del aeropuerto esa jornada. Ya arriba de este, los jóvenes se instalaron en sus respectivos asientos. Aun en esto, la complicidad entre Tomoyo y Erennor era tan buena y desimulada, que Shaoran y Sakura quedaron juntos, y separados de aquellos cómplices, sin darse cuenta.
El viaje fue tranquilo. Los muchachos se durmieron las horas de viaje a Hong-Kong. Despiertos parecían como si una energía ilimitada traspasara su cuerpo a cada segundo, pero durmiendo, era como si la fatiga y el cansancio de apoderaba de ellos. Se les veía en el rostro un manto de incertidumbre, que traspasara de su mente a su cuerpo. Aun así, su determinación en su empresa, se reflejaba en su rostro. La seguridad de aquello, daba tranquilidad a Sakura y Tomoyo. Juntas en uno de los pasillos del avión comercial, conversaban, ya que les emocionaba el viaje, y no podían conciliar el sueño. Al llegar a Hong-Kong, a la salida del aeropuerto, esperaba un auto, sedan mercedez-benz, que esperaba a los Jóvenes. A su lado estaba un conocido de todos.
–Buenas noches, joven Shaoran – dijo el amable mayordomo de los Li.
–Hola Wei, no te esperaba aquí. Gracias– respondió Shaoran.
–Si no me equivoco, usted debe ser la señorita Kinomoto, ¿no es cierto?– mirando a Sakura. –Como han pasado los años. Y si me memoria no me falla, usted es la señorita Daidouji.
–Hola, tanto tiempo si verlo señor Wei– respondió Sakura, y Tomoyo.
–Buenas noches, señor Reed– con una amplia sonrisa, saludo a Erennor.
–Wei, por favor, solo Erennor. Me acompleja lo de "Señor"– dijo Erennor, con un tono muy informal.
–Discúlpeme, señor, es la costumbre.
Erennor miro a Wei, con cara de resignado.
Entraron todos al vehículo, y comenzaron la marcha hacia las afuera de la ciudad. Aun cuando era de noche, la ciudad dejaba ver su cautivante belleza, entre lo antiguo y lo moderno. Sus barrios cívicos y decenas de rascacielos, contrastaba con la majestuosidad de las construcciones de la religión y las antiguas dinastías.
Ya afueras de la ciudad, entraron en una arboleda, donde los arboles hacían las de cielo estrellado, con sus flores comenzando a salir y frotar. El vehículo de desplaza como si algo mágico y misterioso lo dirigiera, siguiendo una senda escrita y preestablecida.
Ya llegando a la casa de los Li, en vehículo aparco enfrente de la enorme casa. Las luces estaban encendidas, y cuando el auto detuvo su marcha, comenzaron a salir de la casa personas, que no se distinguían, por efecto de la contraluz de la casa.
–¡Ya están aquí!– grito una muchacha que corría de la puerta de la casa al auto. – ¡Es ella! ¡Y Daidouji también!
Para Sakura y Tomoyo, esos gritos de felicidad, no podían ser de nadie mas que Meiling, que avanzaba rauda hacia donde estaban ellas. Se bajaron y Meiling dio un salto para abrazarlas. Emocionada, no dejaba de moverse alrededor de las chicas. Luego de ella, venían las hermanas de Shaoran, quienes las esperaban, pero también a su hermano y a Yukito, pero no llegaron, así que se mostraron un poco decepcionadas. Aun así, felices por la llegada de personas que no veían hace mucho tiempo.
Luego, Shaoran mostró la habitación preparada especialmente para ellas. Entrando en ella, que era muy amplia, y con un decorado a lo arte antiguo japonés, las jóvenes se fueron directamente a las camas, que eran muy grandes, y se sentaron como probándolas. Sakura miro a Shaoran.
–Gracias Shaoran, que lindo eres– le dijo, mientras que Tomoyo se volteaba a mirar la expresión de Shaoran.
En efecto, este se ruboriza al extremo, que dio media vuelta, quiso decir algo, pero nada le salía. Con una vergüenza completa, salió marchando de la habitación y cerro la puerta.
Tonto, Idiota, Imbécil. Como no decirle nada pensaba, recriminándose en el pasillo, mientras que en el otro lado de la puerta, Sakura y Tomoyo reían complacientemente por la escena.
–¿No es un amor?– dijo Sakura, mirando al techo.
–Es un amor contigo. Parece que aun sigue enamorado de ti– dijo Tomoyo, directa y frontalmente, tanto que Sakura llego a ruborizarse también.
–Mejor que durmamos– señalo Sakura, pero en eso, tocaron a la puerta.
–¿Sí?– dijeron las amigas.
Era Shaoran, rojo de vergüenza, pero llevaba el estuche bajo el brazo y a Kero en la mano. El guardián entra en la habitación, mientras que Shaoran cerraba la puerta, mirando fijamente a Sakura, quien también lo miraba, imnotizada por los ojos marrones del Joven.
–Nos vemos... – dijo de improviso, y cerrando la puerta, dejo a Sakura sumida en otra dimensión. Solo Shaoran tenia la capacidad de hacer ese efecto en ella.
Tomoyo miraba a Sakura, divertida de la situación que se le presentaba enfrente. Kero miro a Sakura.
–Sakura– le dijo una vez. –Sakura– dijo otra vez. –¡¡Sakura!!– grito, sacándola del trance. –Ya se fue– decía Kero, mientras Tomoyo dejaba escuchar su risueña alegría.
Los muchachos se dirigieron al templo, que estaba en la ladera de un cerro. Rodeado de una espesa vegetación, el Bosque ofrecía una sensación de intriga y misterio. Era como si fuese mágico, o que tuviera vida propia. El trayecto era tan agradable, que pronto llegaron a un fabuloso edificio, un templo chino antiguo. A pesar de la hora, había una persona enfrente de aquel Gran edificio. Los jóvenes sabían que alguien los estaba esperando.
–¿Me dices que Eriol estuvo en la casa anoche?– pregunto Shaoran.
–Sí. El mismo. Por eso es que estamos aquí.
–Vaya, hace tiempo que no le veo.
–Mira, quien esta ahí.
Acercándose venia Eriol, con su cándida sonrisa y su sutil carácter. Saludo a ambos jóvenes, pero el encuentro con Shaoran fue un agradable acontecimiento.
–¿Cómo estas Shaoran? Ya es bastante tiempo de que no nos veíamos.
–Sí. ¿Qué haces aquí?
–Es obvio que la amenaza del demonio nos preocupa. Por eso estoy aquí.
–Oye, ¿y tus guardianes?
–Descansando. Ya viene lo mas fuerte. Pero primero debemos saber como les fue.
Shaoran quiso contestar, pero una pequeña duda se albergo en él. Para Erennor fue una misma impresión. La de Pluralidad de Eriol.
–¿El Clan?
–Sí. Todos estamos aquí. Quizás ustedes lleven a cabo las misiones, pero detrás de ustedes ahí personas, hechiceros, que velan por que este todo bajo control.
–Y entonces, ¿dónde están todos?– pregunto Shaoran.
–Están esperando reunirse mañana, al caer el sol. Presentaran a Sakura, y luego, se decidirá como se procederá. Todo esto, bajo un silencio absoluto.
–¿Presentar a Sakura? ¿Por qué?– alego Shaoran.
–Tranquilo, parece que aun hay algo de ti hacia ella– dijo Eriol, un poco asombrado de la protección del joven hacia su amada.
–Bah... – y al decir esto, se giro y dio las espaldas a ambos muchachos.
–¿Que pasa?– pregunto Eriol.
–No te preocupes, es que esta enojado– dice Erennor, al ver la interrogante de Eriol. –Dice que se comporto como un idiota enfrente de Sakura. Piensa que ella lo va dejar de querer.
–No me sorprende. Tantos años, y aun no han podido estar juntos, tranquilos.
A lo que se gira Shaoran y mira a Eriol.
–Eso es culpa de muchas cosas. Empezando por ti.
–Tranquilo Shaoran– le dice Erennor. –Sabes que el no tiene la culpa de todo esto.
–Si lo sé... lo siento... – se disculpa Shaoran con Eriol, bajando la cabeza, en señal de arrepentimiento.
–No te preocupes. Pues bien. Vendré cuando haya despertado. Nos vemos... a una duda muchachos. ¿Quién es la tercera persona?. Que yo sepa, no es Yue.
–Se llama Tomoyo Daidouji– responde Erennor.
–¿Tomoyo?. Vaya, la prima de Sakura también esta aquí.
–¿La conoces?
–Si, así que nos veremos mas tarde. Tengo cosas que hacer
–Que misterioso... – dice suspicasmente Shaoran.
–Jaja... Adiós– se despide Eriol, caminado hacia un lado del Templo.
La noche se extiende por un par de horas mas, mientras ambos jóvenes quedaron mirando a Eriol alejarse. En esto, Erennor converza con Shaoran.
–Sabes que ella no te dejara de querer. Se nota que ella aun te ama. Si no, no te hubiera seguido hasta aquí.
–Sí lo sé. Pero me preocupa lo que le pueda pasar en el transcurso de esta misión. Sabes que hasta el momento, no ha habido mayores peligros. Lo único que fue peligroso fue encontrarnos con el demonio en Tomoeda.
–Pero tú la cuidaste, y sé que la cuidaras. Pase lo que pase.
–Espero no fallarle.
Hace un par de minutos que el sol acababa de salir. En toda la casa de Shaoran, un perfume agradable y suave penetra en todas las habitaciones. Sakura despierta plácidamente, pero siente que, a su corazón, la están llamando.
Sakura... Sakura... .
Mira a Tomoyo y Kero, que aun están dormidos. Nota que esta amaneciendo. He intenta seguir descansando, por lo que se gira en la gran cama, pero el llamado no la deja. Suena dulce y amoroso. Era tan intenso, que Sakura no se resistió a su llamado. Salió en silencio de la habitación, tratando de no despertar a ninguno de sus amigos. Aunque Kero dormía como un tronco, Tomoyo tenia un sueño muy liviano. Salió a un pasillo amplio, miro a ambos lados, y comenzó a caminar en dirección que venia tal sensación. Salió al amplio patio de la casa. Se concentro en buscar la dirección correcta, y comenzó a caminar hacia un bosque, que esta a la ladera de la montaña. Aunque no sabia su procedencia, su corazón saltaba de emoción. Caminando a través del bosque, por senderos establecidos, tratando de no perderse. La vegetación era muy abundante, y en el aire se podía respirar la fragancia que dejaba la espesa vegetación. Salió a un claro, en el cual, al centro había un gran patio llano y en él, dos personajes conocidos. Shaoran y Erennor entrenaban sus habilidades de combate muy seriamente. Era tan claro y fuerte el llamado que no tuvo duda que era de aquí. Sakura miro a su alrededor y encontró un lugar para sentarse. Permaneció allí, mirando a los jóvenes luchar entre sí. Estos tipos se movían con una gran destreza física, alcanzando una gran velocidad de combate. Sakura noto que no solo su cuerpo disponía la gran habilidad. Concentro sus ojos para observar que ellos desprendían de su propio poder mágico, la velocidad y potencia que necesitaban para alcanzar ese nivel de pelea. No paso mas de un par de minutos, cuando Shaoran se dio cuenta que Sakura estaba en ese lugar. No pudo evitar mirarla, con lo que Sakura le sonrío, siendo devuelto el saludo por parte de Shaoran. Esto hizo que bajara la guardia, por lo que Erennor no dudo.
–¡¡¡Concéntrate!!!– le grito Erennor, mientras le propinaba un certero y feroz golpe en plena cara de Shaoran, quien salió disparado hacia atrás varios metros, a una gran velocidad. Parecía que se iba a ensartarse en los arboles colindantes, pero con una hábil maniobra de este, cae de pie, y se arrastra unos metros. Sobándose la cara miraba a Erennor.
–Eso dolió– quejándose de la sorpresa y el dolor.
–Si no puedes concentrarte, mejor lo dejamos para mas tarde. Además, no todos los días te vienen a ver– dijo Erennor acercándose, extendiéndole la mano, y además una toalla. –Nos vemos luego y... suerte– y se fue, raudo, por uno de los senderos del bosque.
Shaoran lo vio alejarse, y cuando se perdió en la vegetación, dio media vuelta y encontrarse a Sakura a un metro de el. Se sonrojo, pero su alegría le lleno el corazón, al ver en Sakura, la niña de quien se enamoro y a la mujer a quien desea.
–Hola– le saludo Sakura.
–Veo que te levantase temprano. ¿No te sientes cansada?
–No. La cama de la habitación es tan increíble, que me recupero mis fuerzas. Mira– se estiro y levanto los brazos como demostrando que poseía muchas energías, lo que hizo sacar una risa a Shaoran. Pero Sakura prosiguió. –Pero tu te has hecho mucho mas fuerte. Me impresionas. ¡Que velocidad y que poder!. ¿Cómo lo logran hacer?.
–Eso es usando tu propia magia. Esto me lo enseño Erennor, mientras buscábamos el Jarrón. En realidad, la mayoría de los hechiceros que hay, hoy en día, son poderosos guerreros. Sin embargo, cada uno tiene un don mas desarrollado que otros. Y todos forman parte de un todo. El Clan.
–¿Y Eriol?.
–El también, pero como vive en Inglaterra, es difícil que tenga contacto directo con el Clan. Sin embargo, ¿quieres una buena noticia?. El esta hoy aquí en Hong-Kong.
–¿En serio?. ¡Genial!. Será como antes.
–Espero que sea así– y baja la cabeza, ensombreciendo el rostro, he hizo una pausa, que se extendió mas de lo permitido. Aun así continuo. –Sakura, hoy tendrás la oportunidad de verlo. Quizás temprano, pero lo más seguro que lo veras... junto a todos los del Clan.
–¿El Clan Clow? ¿Hoy?
–Sí. Al atardecer. Será para que ellos te conozcan, y tú los conozcas, por supuesto.
–Vaya... no me lo esperaba. ¿Y tu?
–Yo estaré a tu lado. En cada momento– y se coloco nervioso, pero contento por decir lo que sentía.
–¿Hasta que todo esto pase?– preguntando, acercándose hacia él.
–No.
–¿No? ¿Por qué no?.
–Porque yo... – y no alcanzo a terminar la frase, ya que una de sus hermanas, salió del bosque impetuosamente, y al verlos, se dio cuenta del error que había cometido, y se le reflejo en el rostro. Sakura y Shaoran se habían separaron un par de metros.
–Perdón... Lo siento– se disculpo. He intento remediarlo. –No se preocupen. Vuelvo después.
–¿Qué quieres?– dijo Shaoran, tratando de disculparla.
–Bueno, es que el desayuno esta listo. Así que si me disculpas, me llevare a Sakura, para que se vaya a arreglar. ¿Sí?– y tomo a Sakura de la mano, miro a Shaoran, como pidiéndole perdón y desapareció en el bosque.
Tomo una bocanada de aire, y luego exhaló fuertemente. Comenzó a caminar hacia la casa, pero algo cruzo por entre los arboles que estaba a sus espaldas. Se giro rápidamente, pero nada estaba. Se quedo un momento quieto, en silencio, pero nada había. Penso que no era nada y luego se marcho.
Solo en las sombras, un par de ojos miran con odio.
–Nada impedirá que dominemos sobre los clanes......
