"Hasta que la Muerte Nos separe"

Epilogo ii- Volver al Pasado...

Por Crystal.-

Personajes basados en los libros de Harry Potter, por JK Rowlings.

Tienen sus Copyrigths.

Basado en las tres historias: Mi Destino, Hacia un Futuro Incierto y Hasta que la muerte nos separe... de la autora.

Nota: No toma en consideración  el ultimo Libro de JK Rowlings.  Como Angie le dice cariñosamente "Sr. Tabique" o como se le conoce comúnmente H5P.  Este epilogo no hace referencia al quinto libro.  Quienes lo leyeron, lamento mucho que no cumpla con sus expectativas pero a diferencia de JK, no estoy de acuerdo con algunos eventos ocurridos en este.  Esta es como mi antagónica representación de un futuro deseado.... no quiero demandas....

James en todos estos meses dice que, Remus jamás nos traicionaría.  Sirius duda de su fidelidad al grupo; claro que, Remus está desaparecido, nuevamente. Ninguno sabemos en que andadas estará él.  James dice que es investigando.  Sirius tuvo una discusión con James días antes por esta situación.  No saben si confiar o no en Remus.

Pronto nos mudaremos al Valle de Godric.  Estoy emocionada por ello.  Es el lugar perfecto para que Harry crezca..  dicen que es un hermoso lugar, con árboles, ríos y demás.  Vida en el campo.   Harry cumplirá pronto un año.

Pienso olvidar todo aquello que aquel sujeto me dijo: Que no sería feliz. Que James me traería la muerte.  Pero prefiero estar cerca y en las puertas de la muerte con quien amo, Que dudar alguna vez en que, lo amo.  Pero se que y tengo fe, de que Harry estará siempre con nosotros.

Lily Potter  E.


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

La morada Black estaba en esos días mas activa y escandalosa de lo usual.  Después de todo, los moradores de la misma, era mas diversificada que lo que se estaba acostumbrada.

-Déjame en paz- decía Harry a su curiosa pariente (o casi pariente) mientras esta trataba en vano de acicalarle el pelo.   La joven de 20 años trataba por todos los medios de peinar a su "primo" hacía la izquierda tratando de cambiar su estilo; o como ella decía "haciéndole un favor"- Silvia... ¡¡no!! Suéltame...

-Mantén la calma. Ya casi termino- decía la joven de 20 años – tratando de acomodarle el pelo y dijo- esas gafas te hacen ver tan intelectual pero ese pelo...- moviéndoselo de un lado y otro.

-Si no me dejas en paz, llamaré a Sirius- dijo Harry tratando de ponerse de pie pero Silvia lo tomó de los hombros, obligándole a tomar asiento nuevamente.

-quisiera verte intentándolo- dijo Silvia desafiadoramente.  Harry exhaló.

Y es que Silvia Black era todo un caso especial.  La hermosa joven de 20 años, vivía en esos momentos con su Padre y con su madre Susan, en casa del primero acompañados de Harry hasta que volviesen al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Silvia había heredado las cualidades físicas de su madre, excepto en sus ojos: Eran brillantes, llamativos y expresivos como los de Sirius.  Los de Susan eran mas pequeños que los de su hija.  Sirius hizo la comparación una vez que eran parecidos a las de un gato.

Silvia y Susan llevaban ya, cuatro semanas viviendo con Sirius.  

Susan y Sirius  se conocieron en Hogwarts, justo cuando ingresaban ambos a su primer año.  Se declararon sus sentimientos durante el séptimo año, No tomando en cuenta de sus ilícitos encuentros durante los finales del sexto.  Pero fue durante la fiesta de navidad del séptimo que la relación de Susan y Sirius pasó a ser mas seria de lo que cualquier joven mago, pasa a  esa edad.

Cuando la madre de Susan y su padrastro, murieron a manos de los Mortifagos, de los cuales ellos eran miembros y Susan en contra de su voluntad, lo era también, Su hermana Alex, quien enseñaba en Hogwarts en esos momentos, recomendó que Susan saliese del colegio para su seguridad pues sería seguramente la próxima victima de los Mortifagos.

Sin despedirse de nadie y solo con el conocimiento de Dumbledore, James y Alex, Susan abandonó Hogwarts, llevándose con ella, el amor de Sirius, los recuerdos de sus años de estudios y sin ellos saberlo, una hija en su vientre.

Y es que, Susan y Sirius eran amantes de por vida...

Así fue. Susan no lo olvidó incluso, veinte años después, se encontró nuevamente con él y daban inicio nuevamente a aquella llama que quedó encendida años atrás, cuando solo eran unos chiquillos.

El encuentro de esta pareja fue toda una aventura pero mas aun, a la aventura que ellos dos se embarcaban: vivir juntos, al lado de Harry y su hija; como una familia. Y mas aun por...

-Chicos- dijo Sirius entrando de la mano de Susan.  –Tenemos una noticia que darles...

Susan estaba embargada de  felicidad. Por su parte, Silvia hizo unos de sus tantos comentarios picaros que eran una costumbre en ella desde que vivían juntos, pero mas que todo, por la historia de sus padres.

-Pues debe de ser que se irán a cambiar- señalándolos mientras sujetaba a Harry a la silla con otra mano- Ya es de tarde y aun andan con sus pijamas...

Susan se puso de mil colores.  Que decir de Sirius: pagaba justo cual pecador;  él hacía esos comentarios en su juventud para molestar a James o a las chicas.

-No es eso- dijo Sirius tratando de no hacer caso al comentario de su hija- Susan y yo hemos decidido casarnos...

Harry se quedó observando a uno y al otro.  Silvia no parecía sorprendida pero avanzó para abrazar a sus padres.- Que bueno...

-Felicidades- dijo Harry abrazando a Susan y después a su padrino. Sabía que, después de todo aquello que su padrino sufrió por 12 años, merecía ser feliz. 

-Gracias Harry- Dijo Sirius una vez que estuvo en sus brazos.

-Quiero ser la madrina-dijo Silvia.

-No puedes ser la madrina y la hija de la novia- dijo Susan sonriendo.

-Quiero ser la madrina-dijo la joven – y dar la despedida de soltera...

-No es necesario- dijo Susan preocupándose- además tienes que ir a Hogwarts cuando empiecen las clases. Tu también Harry.

-¿Piensan casarse cuando estemos en Hogwarts?- preguntó el joven.  Silvia estaba molesta. Cruzada de brazos y haciendo ademanes ante la negativa de su madre de sus ideas.

-No necesariamente- dijo Sirius- queremos hacerlo antes. Lunático por supuesto, será mi padrino...

-Quisiera saber donde está Emely para hacerla venir... sería tan lindo que fuese mi madrina.

-Pues creo que sería una excelente idea.- opinó Sirius- pero ¿Cómo lo tomaría Remus?

-Creo que le daría un infarto...- Sonrió Susan.- ¿Te imaginas si esos dos se viesen después de tanto tiempo?

-¿Quién les dice que esa Emely no se ha casado y hasta tiene hijos?- dijo Silvia regresando al momento.- Es decir, mi padre aquí no le quedó otra ¡¡Estaba en prisión!!

-¡¡Silvia!!- gritó su madre.

-¿Qué? ¿No es verdad?

-Ella tiene un punto Sus...- defendiendo el punto de vista de su hija.  Esta ante el gesto, sonrió. Le encantaba tener la razón.

-Bueno, si lo tiene.  – afirmó Susan- Pero ¿Creen que Emely se habrá casado? ¿Quién dice que, Remus no ha mantenido contacto con ella?

-No lo creo.- Dijo Sirius respondiendo a lo de Remus- pero él viajaba mucho en el pasado...

-Tal vez habrá dado visitas Convenientes...- dijo Silvia con cierta risilla coqueta.

-¿Convenientes?- preguntaba Harry.

-No respondas- dijo Susan adelantándose a su hija, la cual iba a explicarle el conveniente uso de esa palabra.  La conocía demasiado bien.  Además no eran temas que le interesaran al joven de 16 años.

-¿De donde salió esta niña?.- preguntó Sirius.

Susan alzó una ceja como quien dice "¿A mi me preguntas?"

-¡¡Tengo una magnifica idea!!- gritó la joven sonriendo- Iremos a casa de Remus en busca de pistas...

-Silvia...- dijo Su madre- no creo que...

-¡¡Magnifica idea!!. – dijo Sirius.  Su prometida lo observó incrédula y este dijo- ¿Qué? ¿muy mala idea? – dudando este mismo de aquel significado.

-Son tal para cual- comentó la mujer escandalizada.- ¿Qué van a hacer? ¿Ingresar a su casa cuando no esté?

-Y utilizando la capa invisible.- Sonrió Silvia.- Será divertido... – apoyando el brazo en el hombro de su "primo".

-¿Divertido? ¿por qué me metes a mi también?- sospechando Harry que era a él a quien arrastraría a su aventura.

-Remus vendrá esta noche para acá a cenar...- dijo Susan - ¿cuándo lo harán?

-Pues... ¡¡Esta noche!!- comentó Silvia.- Pero claro, necesito ayuda de mi amigo aquí presente...

-¿Acaso saben donde vive Remus?- preguntó Sirius. 

-No...- respondió Silvia.- ¿Alguno sabe?

Susan sonriendo ante su triunfo, dijo- Ah y por mi, no averiguarán la dirección... Dejen de ocurrírseles ideas alocadas y tu...- señalando a Silvia- y tu...- señalando a Sirius- traten de comportarse como lo que son ¡¡Adultos!!- cada quien se señalaba con una mirada de inocencia.  Eran tal para cual. – Harry- suavizando su voz y acariciándole la cabeza.- No te lleves de estos dos locos... voy a vestirme...- dirigiéndose al piso superior.

Haciendo una ademán de desesperación Silvia comentó- Increíble... ¿Y bien? ¿Iremos esta noche a buscar la dirección?

Harry la observaba incrédulo. Pero mas increíble fue cuando Sirius dijo.- ¿No crees que sospecharía si salieses y no te encontrara cuando sea la hora de la cena? Además no tienes la dirección...

-Bueno, si- Sonrió la chica descaradamente.- Pero en verdad ¿Acaso le tienen miedo a mi madre? Y por el otro lado, TU sabes donde vive-señalando a su padre.- me la darás...

-Alguna vez ¿le has obedecido?- preguntó Harry. Dudaba aquella posibilidad ante la manera que esta joven no hacía caso a nada de lo que su madre le decía.

-Si....- sonrió ella con ganas.- Me dijo que no le ayudara a ganar apuestas a tía  Alex... eso hice...

-Alex- dijo Sirius sonriéndose y sentándose.- Es cierto... era buena con el snap explosivo...y en juegos de cartas...

-Pero ¿Quién es Alex?- preguntó Harry.

-Mi tía...- dijo Silvia sonriendo.- Incluso, recuerdo una vez que quiso que le ayudara a mi madre para que saliera con un tipo que estaba atrás de ella... – sentándose también.

-¿Si?- preguntó Sirius bastante interesado en ese pedazo de información.

-Si...- riéndose con ganas.- Pero no la ayudé...- Torciendo la nariz- no era un mal tipo... pero mi madre no lo quería... Pero Alex quería que ella se casara para que yo tuviese un padre ... como ella decía "una figura de autoridad"- haciendo una mueca- ¡¡por favor!!! Como si a mi me hiciera falta un padre... ¡¡mira quien lo pedía!! La peor persona en tratar de representar la autoridad...

Pero desde las escaleras Susan recordaba aquellos días...

-Pero madre- gritaba la chica empujando su carrito con su baúl y portando un abrigo de la Academia Drumgstrangs. Recién llegaba de finalizar su quinto año en el colegio e ingresaba a la posada que la mujer había instalado con ayuda de sus hermanas.- ¿Por qué ese temperamento? Si el profesor al final, me perdonó... y el pelo le volvió a crecer...

-¡¡Ese no es el punto!!- gritaba la mujer escandalizada a la vez que su hija, calmada tomaba asiento para escuchar a su madre.

El desinterés y poca importancia que la joven le prestaba en esos momentos, hacia notable la costumbre de su parte de salir de los problemas o causarlos.

-No se cual es el problema- respondió la joven.- No sufrió ningún daño permanente... 

-¿Ya llegaron?- preguntó una mujer desde las escaleras. El parecido fisco con las dos abajo daba a entender el vinculo familiar que allí habitaba.

-Recién- dijo Susan aun molesta- ¿No se ofreció nada en mi ausencia?

-No- respondió la mujer acercándose y saludando con cariño a la joven a la cual no veía desde las vacaciones de navidad.- ¿Cómo te fue Silvia?

-Apenas pasó de año...- Dijo Susan- ¡¡Te lo digo!!- viendo a Alex aun abrazar y consentir a su sobrina.- ¡¡Esta niña me saca canas verdes!!

Riendo respondió-  Ya sabes como pusimos nosotras a nuestra madre...

-Yo no causaba problemas... Tu si... con todos esos novios.  Y en aquel año que te serviste como peón de los Merodeadores para una de sus bromas contra el capitán de Quiddicht de Slytherin. ¡¡y Salir Con James Potter para el colmo de los Colmos!!

-No es mi culpa haber sido tan atractiva... para los demás, hermanita...

-Si mamá... no es su culpa...

-¡¡Basta!! Discutir con ustedes es hacerlo con un muro...- Desesperándose.

-¿los Merodeadores no es el grupo de mi padre?- preguntó Silvia observándoles.

Ante aquella pregunta tanto como Susan y Alex intercambiaron miradas.  Siempre habían estado de acuerdo que, Silvia sería educada con el conocimiento de quien era su padre y bajo que circunstancias él y su madre, se habían vistos separados.

-Si querida- respondió Alex- Tu padre era igual que tu, así de impetuosa e inteligente... solo que a Susan, le cuesta trabajo admitir que tiene de parte y parte...

-¿Acaso ha muerto?- preguntó Silvia.- Cada vez que hablas de él tía, lo haces como si hubiera muerto...

- lo siento querida- dijo Alex a media voz. De ahí su voz se apaciguaba a la vez que continuaba abrazándole.- Que torpe soy ... claro que tu padre está bien...- Sonriéndole. Pero de ahí observó la tristeza en la mirada de su hermana.

Pero ambas mujeres sabían la verdad. Sirius Black, estaba en Prisión.  Enfrentando cargos de asesinato en primer grado de mas de una docena de personas, incluyendo a su mejor amigo y además, traición y conspiración.  Pero Alex, lo había visto en Azkaban. Había ido y hablado con él; pero claro, Susan no tenía conocimiento de esto.  Sirius le pidió no decir nada.

-¿Alguna vez lo conoceré?- preguntaba la chica.- ¿sabe de mi existencia?

Alex observó a Susan y esta respondió- Claro que lo conocerás.- con una sonrisa falsa.- Y además, se alegrará de verte.- Cambiando de tema- Ahora, sube y desempaca... Hay una cena de bienvenida donde Cristine...- Iluminándosele el rostro a la chica.

-¡¡Que bueno!!- corriendo a la vez que arrastraba el baúl.- Ahí siempre hay chicos guapos..- Colocándosele un halo rosa en su rostro.

 

Quedándose a solas ambas mujeres, Susan conservó el silencio y dijo- Creo que la sangre de su padre corre por sus venas...

-¡que dices!! Es una March.- Sonriéndole.- ¿O acaso no crees que era yo igual?- riéndose con ganas.- Mira que mi pobre marido duda en dejarme sola aquí en Rumania... ¡¡Tantos hombres guapos!!- Suspirando- pero soy respetuosa de los votos matrimoniales... aunque te digo que mi querido cuando viene aquí... no quiero salir de mi habitación...

-¡¡Alex!!- reclamó la joven sonrojándose ante su atrevimiento.- No necesito saber esos detalles...

-¿De donde vino Silvia? ¿de las cigüeñas??? ¡¡Como si no supieras!!- reclamó la mujer a su hermana. –Aunque cuando ella me preguntó de donde vienen los bebés, tuve prácticamente que consultar todo con Cristine...

-¿Qué cosa? - preguntó Susan atormentada- pero si le respondí cuando estaba en segundo año– sonrojándose.

-"Vienen de un lugar en el mundo de donde son repartidos por mensajeros y los llevan  a los papás que lo solicitan"- repitiendo tal cual Silvia le había dicho que Susan le había respondido.- vaya respuesta... pero ella aun lo dudaba, así que le respondí...

-¿Qué le respondiste?- dudando querer en realidad saber.

-Pues que cuando unas personas quieren ser papás hacen diversas "actividades" para ello... – haciendo que el rojo carmín de las mejillas de Susan se regara a todo su rostro.- pero en todo debe haber mucho amor para que funcione...

-¿Y que pasó?

-Pues que le complació mas esta respuesta que la de los mensajeros... Y mas en tu caso...

-¿por qué en mi caso?

-Porque me preguntó después sin padre no hay entonces hermanitos.- Enseriando su rostro- En serio Susan, necesitas a alguien a tu lado si quieres que Silvia tenga una hermana o hermano...  

-Sirius fue y será el único hombre en mi vida... y así se quedará, Alex.

-Oye, Sirius es un buen hombre, pero Susan ... Está en Azkaban.  Nunca saldrá de ahí con esos cargos...

-Los cuales son, totalmente falsos...- discutió la mujer.

-Te creo...- dijo Alex.- Créeme que te creo. Pero que es hora, que tu sigas tu vida...

-no...- respondió Susan. – ya deja de insistir... Si Sirius está vivo o no, jamás traicionaré aquello que vivimos una vez.. Mi hija si es todo lo que me queda de aquella historia... sea pasado o lo que sea... – alzando su voz- Y no te permitiré que burles su memoria...

-Escúchate por todos los Cielos.- Dijo Alex- hablas como si estuviera muerto... llevas su apellido.  Eres Susan Black. Le pusiste su apellido a su hija... ¿Acaso no crees, que ella necesita una figura paterna?

-No insistas mas...

-Vives una ilusión...

-Pero es mi Ilusión... hay veces en la noche...- Comenzando a sollozar- que no quiero despertar... – riendo entre lagrimas.- Siento sus manos, sus caricias, su voz.   Me enseñó a ser mujer.  Me enseñó a revelar aquella pasión que tenía encerrada en mi.  Me entregué a él por mi voluntad todas aquellas veces... y aquella pasión tuvo un maravilloso resultado. Me dio a mi hija; el único recuerdo que tengo y lo verdaderamente real que me indica que no fue un sueño... – dándose con su dedo en su pecho.- y no voy a permitir que aquel sueño, lo eches a perder...

-Susan...

-¡¡NO!!- gritó  dejando a su hermana pasmada para irse a su alcoba alterada.  se tiró en su cama a lagrimas vivas.  Estuvo llorando por espacio de media hora.  Sacó una caja de la gaveta que estaba en la mesilla al lado de la cama.  Habían fotos de Hogwarts en donde se veían todos ellos.  Unas lagrimas al ver a James y a Sirius comenzaron a surgir nuevamente.

-¿Mamá?- preguntaba una chica entreabriendo la puerta y observando a su madre secar sus lagrimas- ¿Por qué lloras? –Acercándose- ¿Ya no iremos a donde Cristine? Porque yo si quería ir...

Ella limpiaba su rostro y dijo – Claro que si iremos.- sonriéndole.- Solo que, estoy algo triste...

-¿Fue algo que tía Alex te dijo?-preguntó Sentándose a su lado.- ¿Es eso?

-No cariño- abrazándole.- Solo que pienso algo del pasado que me trajo tristeza...

-¿Separarte de Papá?- viéndole asentir ella sonrió y dijo- ¡¡eso no es nada!! De seguro, volverán a estar juntos... y viviremos aquí los tres, felices y contentos...

-No Silvia- dijo su madre aun seria.- Así no es... tu padre.. . tu padre no puede venir aquí...

-¿por qué no? ¿acaso no lo quieres?

-Jamás amaré a nadie como lo amé a él... eres su hija- retirando un mechón de su rostro- Eres a veces tan parecida que es como si hablara con él...

-Entonces ¿Qué pasa?

Enderezándose para tenerla frente a frente dijo- Silvia: Tu padre está en problemas... hace años que está en Azkaban...

-¿Qué es eso?

-Una prisión... una horrible prisión que van a parar los magos que han hecho algo malo...

-¡¡mi padre no es malo!!- aclaró la joven de quince años defendiendo a su padre- ¡¡No lo es!!

-No, no lo es...- haciendo que se calme.-Pero alguien lo acusó de un crimen horrible... muchos crímenes...

-¿cuáles?

Dudando decirle ella dijo- Matar a su mejor amigo... y un montón de muggles.

-¿A quien? ¿A quien se llama James? ¡¡Eso es imposible!! Mi padre quiere mucho a James... además dijiste que James lo mató Voldemort... y Voldemort fue muerto por su hijo, por Harry ¿No? ¡¡Y mi padre no es un asesino!!

-Es verdad... pero dicen que Sirius era espía de Voldemort... – viendo como el rostro de su madre volvía a aparecer lagrimas.

-No es verdad- dijo la muchacha observando a su madre.- El hombre de esos retratos.- señalando la caja – mi padre, no hizo esas cosas... ¡¡No es cierto!!

-Muchos creen que si, pero yo no lo creo... Sirius habría dado su vida antes de traicionar a James...

-¡¡Entonces lo sabes!!- dijo Silvia sonriéndole a su madre- mi padre, es inocente.. cuando pueda, iré a Londres y a Azkaban y lo sacaré de allí...

-No puedes hacer eso...

-¡¡Claro que si puedo!!- sonriendo.- Ya quisiera ver quien se pondrá en contra...

la mujer sonrió ante la fidelidad encontrada en su hija por su figura paterna que físicamente estuvo ausente esos quince años pero espiritualmente y con los recuerdos de Susan y Alex, siempre estuvo presente en sus pensamientos. Pero pensó: tal vez Alex tenía razón. Silvia necesitaba una figura paterna.  Tal vez tenía razón.

Dudando la mujer tomando las manos de su hija y atrayendo su mirada preguntó.-Silvia ¿Qué opinarías si yo me casara?

-¿Con papá? ¡¡ME pondría feliz!!! Claro que si... -sonriéndole.

-No con tu padre, con alguien mas...

-¡¡¡NO!! – dijo Silvia escuchando aquello.- ¡¡Claro que no!!  No lo permitiré... ¡¡¡Eso es lo que te tiene así!!! ¿ Tía Alex te ha dicho que te tienes que casar???

-no, no hija- Exclamaba la mujer.- solo me comentó...

-¡¡Pues dile que no!! No necesitamos a hombres... me tienes a mi y yo represento a Papá. – dándole fin al tema...

Nunca la ayudé.  Convencí a mamá y mira el resultado.- Sonriéndole a Harry y después a Sirius.- Siempre he sido una genio... Es un talento innato...

Sirius le escribió en un papel la dirección de Remus.- Que no se entere Sus... podría cancelarlo todo...- dándoselo a su hija.

Susan escuchó todo aquello desde las escaleras. Pero en realidad, ella también quería ver a su vieja amiga.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Pronto encontraron aquel lugar que era la casa de Lupin.  Estaba a pocas cuadras de la casa de Sirius.  Lupin, como pasaba la mayor parte de su tiempo en casa de Sirius, era solamente para dormir que iba a su propia casa.  Era pequeña, pero sobre todo, practica.   La casa de Remus.  Ingresando por la puerta trasera después de quitar el candado de la puerta.  Observaron la cocina y encendiendo la luz a lo que Silvia le gritó a Harry- ¡¡¡No tienes experiencia!!- apagando la luz.- No se encienden luces... Los vecinos... pueden sospechar...

-Lo siento... es mi primer delito... bueno, fuera de Hogwarts... bueno, ilegal..._ Recordando en cada momento lo que había pasado en aquellos 16 años donde algo siempre problemático, se topaba con él.

Buscaron en todos los lugares obvios: Incluso en su maletín de Hogwarts.  No encontraban nada.  Pasó media hora cuando Harry dijo- Olvídalo; no encontraremos nada...

-¡¡Tiene que estar en alguna parte Harry!!- gritaba Silvia tan desesperada.   Le molestaba todo aquel plan que fue su idea y no funcionaba.

-Será mejor preguntarle a Remus...

Exhalando dijo- tal vez...- observando en ese momento una foto de un retrato en su habitación.  –mira esto: Es Emely...- Sonriendo.- Encontré algo..

Harry se acercó y observó la foto diciendo- nada puede decirte... es solo una foto y ¿Muggle?

-Así parece.- Pero Silvia notaba algo que Harry no. Tenía una sonrisa sospechosa.- Mira esto: -mostrándole un lado de la foto.- ¿Notas esto?- señalándole un cartel.

-¿Qué? ¿ese anuncio? Es solo eso...

-¡¡No Harry!! Es un anuncio de un diario... Pero no lo conozco...- Entonces recorriendo el rostro y la ropa de la joven sonrió diciendo- parece el escudo de un lugar...- Observando mas detenidamente la foto y sentándose- Aquí debe de haber algo mas...

Pasarían dos minutos mas cuando ella dijo- ¡¡Lo tengo!! – es una universidad muggle. Mi madre siempre me decía que su amiga estaba maravillada con el mundo muggle.  Incluso comentó que iría a una de sus universidades...

-Si pero..- observándole- ninguna universidad Londinense tiene ese escudo, Silvia. Lo se.

-Que complicado... – interrogante.- ¿Cómo podríamos saber de ella?

-Vamos ya.- dijo Harry tomando por el brazo a su prima a la vez que ella colocaba la foto nuevamente en su lugar.

Pronto salieron de la casa de Remus e ingresaban a casa de  Sirius justo para la cena.

-Vaya- dijo Lupin sonriéndoles desde la salita donde compartían té.- ¿Dónde estaban estos dos?

-Este... en Diagon- dijo Harry.- Yo quedé de encontrarme con Ron...

-Y yo con Charlie...- respondió Silvia.

-¿Por qué no van a la cocina y se sirven pastel?- preguntó Susan.- Supongo que tienen hambre...- Viéndoles ir en dirección a la cocina.

Sirius momentos después ingresó con la excusa de tomar un poco mas de pastel y preguntó- ¿y bien?

-No apareció nada- dijo Silvia.- Absolutamente ninguna pista del paradero de Emely.  Bueno una foto.  Era de una universidad Muggle. Remus estaba en esa foto...

-recuerdo que Remus al final del séptimo año, la siguió... No al final. En realidad comenzábamos un poco los cursos de Aurores cuando...- Sonriendo ante el recuerdo..- fue a visitarnos... EN esos tiempos, tuve mis sospechas que se veía con Emely... –ocurriéndosele algo.- ¿por qué no investigan con Eddy?

-¿Eddy?- preguntaron ambos.

-¡¡Claro!! Emely se fue pero su hermano, creo que se quedó en Londres... Investiguen en la tienda de "Deportes para magos" en Diagon.  Eddy era el que manejaría la empresa familiar de escobas voladoras.

Harry y Silvia intercambiaron miradas.  Por ahí empezarían. 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Esa mañana, aprovecharon los preparativos de Susan con Sirius de la boda, para salir supuestamente a comprar ropa de mago para Silvia.  Cuando la estantería que mostraba los móviles del equipo campeón de quiddicth mundial y modelos de escobas  de modelos anteriores atrajeron sus miradas.

-Aquí es- dijo Silvia- ¿Entramos?

-¿Crees que sea acaso buena idea?- preguntó Harry –es decir, Remus nunca ha sido abierto a compartir secretos... (la gran parte de las veces)

-Nos lo agradecerá... además... imagínate su rostro cuando vea a Emely Watson...

-No estamos seguros que sea Watson todavía,.- Sonrojándose- Es decir, en su juventud era muy linda.-..

-Entremos- jaló Silvia al joven.  Observando a su alrededor, vieron un sujeto del otro lado de una vidriera donde exhibían rodilleras y coderas para quiddicth.  No habría de tener tal vez la misma edad de Harry. Habían pocas personas en el lugar. pero el sujeto rubio de ojos azules les miró a la vez que se acercaban.

-Disculpa- dijo Silvia con una sonrisa bastante atrevida.- buscamos al dueño de la tienda...

-Por ahora, estoy encargado... ¿Qué puedo ayudarles?

-Buscamos a alguien...- respondió Harry.

-Yo te conozco...- dijo el muchacho sonriendo.- Eres Harry Potter... – no era extraño que alguien no conociera a Harry.- voy a la casa de Ravenclaw.. en Hogwarts... ¿la casa de Cho Chang?

-Ah, si- dijo Harry desanimado.  Pero trató de mantener la calma cuando mucho.

-Disculpa ¿Quién es Cho Chang?- preguntó Silvia.

-Es una de las mejores buscadoras de quiddicth en Hogwarts...- respondió el sujeto- ¿No Harry?

Silvia notó como Harry apenas escuchó el comentario del sujeto y dijo- disculpa: buscamos a alguien que se conoce como Eddy dueño de la industria de "Mágico Vuelo Europa" ¿lo conoces? ¿has sabido o visto a este sujeto?

Por su sexto sentido, notó que ese comentario le había inquietado.

-Si... Edward Watson, creo que se llama.  En realidad, mi padre lo conoce mas...hace negocios con él y por lo que parece, fueron juntos a Hogwarts...- dirigiéndose a atrás.- esperen un momento.

A los pocos momentos, regresó con alguien con la complexión física del muchacho pero con mas edad.  Dijo al llegar.- Soy Robert Mcnicholson.  Mi hijo me informa que buscan información acerca de Edward Watson... ¿no?

-Así es señor- respondió Silvia.- Es de vital importancia que lo encontremos... o hablemos con él...

-Edward hace años que no vive en Londres.. vive en Irlanda... con sus hijos y su esposa desde la muerte de su padre...

-¿Qué hay de su hermana?- preguntó Harry.

-Edward tenía dos hermanas, según recuerdo.  La mayor, se casó con un muggle... hace años... Era mayor que Edward. Después estaba Emely, su hermana gemela- sonriendo. En ese momento su hijo, se retiró a atender unos clientes.- Emely Watson... esa si era una rompe corazones...

-¿Conoció a Emely?

-Claro que si...- sonriendo nuevamente.- Edward o como le decíamos, Eddy, trató de emparejarme con ella... pero ella tenía sus ojos echados al chico de Gryffindor.

-¿Chico de Gryffindor?- preguntó Silvia.

-Había un joven...- observando a Harry ahí fue que lo reconoció- ¡¡Madre Santa!! Harry Potter... el niño de James y Lily...- excediéndole su mano.   Harry suponía que la sorpresa era por ser aquel quien supuestamente a Voldemort, pero contrario a lo que él creía, el hombre dijo-  buenas personas... excelentes alumnos. Fieles a una causa.  Déjame decirte que tuviste a los mejores padres Harry- y siguiendo con la historia.- Lupin... según mi hijo me contó, estuvo dando clases durante su cuarto año de Hogwarts hasta que Snape (otro que estudió conmigo) delató su condición de Licántropo... aunque siéndolo o no, era uno de los mejores de mi época.  Un buen hombre. Según he escuchado, se pasea por aquí de vez en cuando.  Pero nunca ha entrado aquí. ... creo que escuché que trabaja para el ministerio... pero no creo eso...

-Disculpe... ¿Qué hay acerca de la mujer? ¿de Emely?

-La hermanita de Eddie...- dijo el sujeto haciendo memoria.- Vivía en América, según recuerdo que Eddie recibió correo de ella,  cuando él aun, vivía en Londres.  La verdad es que, ella se aisló por años de los magos.  Según sé, se casó con un muggle.  Tanta fascinación por ellos, supongo...

-¿Se casó?- preguntó Silvia.

-Si... ah pero no duró...- dijo el hombre.- una cuestión de mala idea, según Eddie dijo.  Casarse con muggles es buscarse problemas... según recuerdo que Eddie me contó, años después de estar casados, ella le contó la verdad que era bruja... según Emely le dijo a Eddie, el sujeto prácticamente la abandonó...  ella sufrió mucho...

-¿qué mas se ha sabido de ella?- preguntó Silvia.

-Que yo sepa, está viviendo en Londres... cerca del museo británico... creo que tiene una galería de arte... de venta de antigüedades una de esas... cosas muggles... su esposo la abandonó dejándole con un niño de diez años a su cuidado, eso según supe, aunque son solo rumores.  Era extraño que por ejemplo el niño pudiera en un futuro, hacer cosas fuera de lo normal.  Ahí fue cuando ella le dijo a su esposo, lo que pasaba o lo que pasaría.

-muchas gracias- dijo Silvia.- Por todo...- ahí Harry se percato que Silvia anotó cada palabra dicha por el hombre. –se lo agradecemos mucho.

-No es nada- observando a Harry.- Todo lo que se puede hacer por hijos de personas tan sobresalientes como James y Lily... hasta pronto y suerte- despidiéndose, se marchó para la parte de atrás.

-Bueno, ya sabemos que Emely vive... Que está en Londres y no tiene compromiso...- comentó emocionada Silvia. – ahora, hay que organizar un encuentro entre todos...

-¿Acaso se te olvida que tiene un niño?- preguntó Harry observándole- ¿no es eso, meterse en la vida de los demás?

-Es ayudar a Remus, Harry...- dijo Silvia sonriendo.- es diferente... además lo escuchaste: su esposo la abandonó. El momento para revivir viejos amores.

-No se porque, pero tengo la impresión de que, me meteré en problemas... como siempre.- opinó Harry ante todo aquello. Los ojos verdes de él chocaron con la mirada traviesa de la joven.

-Deja de preocuparte... vamos.- señalándole.- Te invito un helado...- dirigiéndose a la terraza de la heladería.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Déjame ver si entendí- decía Sirius observando a la hora de la cena a ambos jóvenes.- ¿Emely Watson se casó? ¿Tiene un hijo de diez años, al cual su padre abandonó y ella administra una especie de galería de antigüedades?

-Exactamente- dijo Silvia.- todo lo que una completa labor detectivesca consigue con éxito... Incluso, una breve biografía de los últimos veinte años de la mujer... –sonriendo orgullosa a la vez que devoraba su cena.-¿A que está genial o que?

Susan tenía en esos momentos una gota en la cabeza a la vez que la observaba incrédula.  Sirius, por el otro lado, sonreía.

-Parece, cariño que tendrás tu madrina de bodas, después de todo...

-Pero Sirius.- dijo Susan preocupada- ¿Cómo lo tomará Emely? Es decir, tiene años viviendo en Londres y no ha contactado a Remus... Tal vez, no lo quiera ver...

Sirius se quedó observando a Susan.  Era cierto. En todo aquellos años, Emely no había dado señal alguna de estar viviendo en Londres.  De estar tan cerca del mundo de los magos, mas sin embargo, vivía como un muggle.

-Eso no importa- dijo Silvia.- le alegrará saber que todos quieren saber de ella ¿No me dijiste una vez que la considerabas como tu hermana?- observando a su madre- Pues tiene que reencontrarse con la familia...

Susan guardó silencio a sabiendas que su hija algo de razón tenía; pero eso no quitaba la de ella. Emely por alguna razón no los había contactado. Si no era a ella, por no habitar en Londres, si al mismo Remus.

-Todo esto es un lío demasiado grande que yo solucionaré – dijo Silvia.  En ese momento la puerta principal suena que la hubiesen cerrado y pronto una figura está en la cocina.

-Hola todos.- dijo Remus observándoles y tomando asiento. Ante el silencio sepulcral que se instaló en el lugar, este habló diciendo- ¿Pasa algo?

-No.- contestaron los cuatro a un mismo tiempo. Lo que hizo mas sospechosa la situación.

-¿Están seguros?

-si. – contestaron al unísono.  

-Oye, Lunático.- dijo Sirius.- Hablábamos de nuestros años de estudio... y nos preguntábamos...- Tosiendo.- bueno, Susan y yo nos preguntábamos.. hablando y hablando... si habías después de Hogwarts...- observando a su amigo sentarse en una de las sillas restantes.- De Emely Watson... hace tanto que nadie sabe de ella.

Remus observó a uno y a otro e incluso Silvia tenía una libreta anotando todo en sus manos debajo de la mesa.

-Vaya... ese era un nombre que no escuchaba desde hace semanas...- dijo Remus.- desde aquella noche que cenamos todos aquí...

-¿supiste algo de ella?

Haciendo una pausa algo larga dijo- Si... supe que se casaba.  Con un muggle sin mal no recuerdo...

-¿Lo sabías?- preguntó Harry.  Silvia tuvo que darle con el pie por debajo de la mesa.

-Si, lo supe.- respondió el sujeto.  – Una carta dos meses antes de casarse...con  un abogado, sin mal no me acuerdo.  No supe de ella, después de eso.  Pero lo que no comprendo es porque ustedes dos, están tan atentos a la historia.- observando a Harry y a Silvia- Después de todo, pudieron obtener pistas en mi casa ¿no?

Harry abrió la boca de la impresión hasta donde pudo. Silvia lo observaba con los ojos como platos.

-¿Estuvieron en casa de Remus?- les preguntaba Sirius reprochándoles- Chicos: Eso está muy mal...- observándoles con desaprobación.

-Pero si creo que tu sabías Canuto...

-No, no lo sabía...- dijo el sujeto, mintiéndole y defendiéndose. Pero en realidad, temía a Susan y la represalia que tomaría en contra de su prometido.

-Si lo sabías... – respondió.

-No, no lo sabía.

-Oye Remus ¿No quieres verla?- preguntó Harry atrayendo las miradas de los cuatro.

-Creo que... que no, Harry... eso es de un pasado, ya olvidado.  Un pasado que prefiero dejarlo así como está.- poniéndose de pie y dirigiéndose a la puerta comentaba- Vine a ver en que estaban, ahora los dejo...- Sirius decidió seguirlo mientras el sujeto se colocaba su abrigo en el recibidor. 

Ambos salieron a la vereda a lo que Sirius dijo- No los culpes... – sonriéndole nervioso.- En realidad, yo entusiasmé a Silvia para que encontraran a Emely... queríamos que fuese la madrina en la boda...

-No estoy enojado Canuto-.- dijo Remus- pero si quisiera que me consultaran cuando tratan de tomar mi vida como parte de un experimento.- Observándole.- No estoy molesto, aunque lo suene... pero, dile a tu hija que se mantenga al margen de todo esto...

-Lunático ... ¿Hay algo de lo que no sepa y tu no me digas?

-Mira: Emely quiere mantenerse alejada del pasado como Mago, por algo.  No se lo hagas mas difícil...

-Un momento ¿Acaso sabes porque ella no nos busca? Porque vive como muggle ¿no?- observándole incrédulo.- Has mantenido contacto después de tantos años...

-La ultima vez que supe de ella, fue años atrás, Canuto.  Que esté o no esté en Londres no me interesa en lo mas mínimo.  Así como ella, no quiso darnos por enterados, sus razones tendrá y habrá que respetarla... ¿Está claro?- sin esperar respuesta, comenzó a caminar calle arriba. 

-Lunático... Pobre amigo ¿Qué será lo que esconde tu corazón?- se preguntaba Sirius al verlo alejarse en la noche.

Pero Remus en realidad mentía.  Pues en realidad, le dolía todo aquello pero respetaba la decisión de Emely de vivir en Londres.  En realidad, si supo de ella dos meses antes de casarse.  Pero aquel día cuando se encontró con Susan, no pudo en un primer instante dejar de pensar en ella cuando Sirius hizo la comparación de su rostro.

Al entrar en la casa, se encontró con la mirada reprochadora de Susan.  Esta se encontraba cruzada de brazos y mirándole enojada.

-¿Qué pasa?- sonriendo nervioso.

-Sospechaba que tenías algo que ver- viéndole señalarse a si mismo- Harry y Silvia han dicho que tu tuviste que ver con su cateo en casa de Remus ¿Cómo pudiste apoyar eso e incluso aportarle la dirección?- señalándole.- Estoy muy enojada contigo Sirius.

-Vamos amor.- abrazándole- No puedes estar enojada conmigo siempre...- y hablándole cerca de su oído agregó- Además ¿cómo te sentirías tu si estuvieras en su posición? Solo creí que era una buena idea...

-Pues analiza mas bien esa idea...- dijo ella volteándose y besándole sensual y seductoramente y observándole con una mirada traviesa en sus ojos y llena de picardía- cuando pases la noche en el sofá.- Señalando el mueble en el otro salón- porque no dormirás en la habitación esta noche...- sorprendiéndose el hombre ante esto.- Que eso te sirva de lección- Dirigiéndose a los pisos superiores.

-No te preocupes papá – dijo Silvia que había escuchado todo aquello- Ella te perdonará... al final siempre lo hace..- dándole palmaditas en la espalda.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Una atractiva mujer de cabellos castaños cortos y con una mirada bondadosa vestida elegantemente, se movía de un lado a otro de la galería. Después de todo, era una de sus exhibiciones mas importantes.

Sus brazaletes en sus brazos denotaban sus movimientos al momento que las zapatillas de tacón resonaban en el piso de madera, contrarrestándose con los movimientos de aquella falda plisada y las voces de las demás personas a las cuales les daba instrucciones.  Desde que se graduó con honores en una universidad de Norteamérica de Bellas Artes, había sido su sueño montar una exhibición. Ese era su momento.  El momento que como todos los años, siempre esperaba.

-Mamá – dijo un  chico de ojos castaños y cabellos entre rubios y castaños.- ¿puedo salir?

-no, no puedes...- dijo la mujer firmemente a la vez que le daba indicaciones a unos cargadores de donde colocar unas esculturas. –Lo sabes... nada de salidas a esta hora...

-Pero mamá...- reclamó el niño.

-No hagas pucheros ni malcriadezas... Allen. no puedes salir y punto...

El chico se resignó a la respuesta de la mujer.  En ese momento suena la campana que estaba en la puerta, dándole a entender que alguien había llegado.

El chico vestido de suéter rojo y pantalones de mezclilla negros observa con detenimiento a la elegante mujer delante de él.

-bienvenida- dijo con una sonrisa.  Después de todo su madre le había enseñado que, era de persona de buenos modales conducirse de tal manera frente a personas mayores.

-Buenas- dijo la mujer.- ¿quién eres?

-Allen- dijo él sonriéndole- ¿Y usted?

Sin responderle agregó- Busco a tu mamá... ¿Eres hijo de Emely?

-Mi madre está ocupada allá atrás- señalándole.- ¿Ve? – mostrándole a una mujer delgada y de espalda cubierta por una especie de pañoleta y cubierta de brazaletes cuyo sonido chocante uno con otros,  llegaban a sus oídos. – pero, si puedo ayudarle en algo...

-No, gracias- dijo sonriente.  Observando alrededor vio como el chiquillo le observaba a ella mientras mantenía sus manitas detrás. – Este es hermoso...

-Lo pintó mi madre.- dijo Allen sonriéndole.- Pero nunca ha estado a la venta...

Podía observar como los colores en blanco, gris y negro, jugaban en el lienzo a la vez que los trazados denotaban la luna llena, un castillo mas al fondo y cuatro figuras que eran mostradas por los trazados, sobresaliendo en especial un canino de color gris.   Ella sonriendo ante ello- ¿Ella lo hizo?

-Así es...- sonriendo el niño.

-¿Allen?- preguntó su madre sonriéndole.- ¿Qué haces pequeño?- viéndole dirigirse a su lado.- ¿Le puedo ayudar?

-Creo que si – dijo la mujer.- ¿Eres Emely Watson, no?

-Si... – respondió dudando.- era mi apellido de soltera...  ¿le conozco?- observándole fijamente.

-Supongo que si...- respondió retirándose las gafas de su rostro.- Compartimos un dormitorio durante siete años...

Emely sorprendida ante la presencia de aquella mujer, no articuló palabra en ese momento.  Pronto Susan vio como recobraba la voz y decía.- ¿Quieres un poco de café?

En realidad, para alguien tan sentimental y amorosa como era la Emely que el séptimo salió de Hogwarts, fue un recibimiento algo frívolo y distanciado el que Susan Percibió.

-Si, claro... – siendo llevada después de darle instrucciones a sus asistentes a su oficina, ubicada en la parte de atrás de aquella galería.

-¿Cuándo volviste?- preguntó después de un momento de silencio entre ambas.  Ya ambas tenían sus tazas de café enfrente de si.  El pequeño pintaba con unos lápices de colores en otra mesa.

-Hace un poco de un mes- dijo Susan observando a su alrededor.- Te ha ido bien...- sonriéndole.- Me alegro...

-¿Ya viste a Sirius?- preguntó Emely- Cuando se anunció su fuga de Azkaban estaba ya instalada en otra parte de Londres... – y con una duda en su cabeza preguntó.- ¿Cómo me encontraste?

-el de tienda de artículos de quiddicth, nos informó donde estabas... bueno no a mi con exactitud...

-¿No?

Negando con la cabeza dijo – a mi hija y a Harry... el hijo de James y Lily.

-¿Tienes una hija, Susan?- sonriéndole.- ¡¡Que maravilloso!! ¿qué edad tiene?

-Veinte años...- sonrió la mujer.- Se llama Silvia y es todo un problema, como su padre...

-Ah ya veo- respondió Emely- veinte años... ¿Hija de Sirius? – sonriéndole y tomando su mano agregó- Me parece maravilloso.- Apretándole en señal de simpatía.-  ¿Sirius la conoce? Bueno, supongo que la conoce si andaba con Harry. Supe que está bajo su custodia hasta la mayoría de edad. –hablando de Harry.- y además, por su edad, creo que, fue uno de aquellos encuentros que tuviste con Sirius lo que ocasionó que tengas una hija- sonriendo ante el asentimiento del rostro de su amiga.- En serio, te lo dije aquella vez, me alegro tanto por ti.

-Disculpa que lo diga, Emely pero estás totalmente diferente a lo que recuerdo... Eras una chica de pelo largo, que vestía de manera muy conservadora... chismosa y traviesa hasta mas no poder y ahora...- observándole.

-¿Tengo la apariencia de una artista de los sesentas? –sonriéndole.- Me gusta como me veo... disfruto con lo que hago... y mi arte, mi galería y mi Allen, son todo para mí...

Observando a Allen dijo- Es un hermoso niño... ¿te casaste?

Cambió su semblante a uno mas serio diciendo.—Hace un poco mas de quince años... Allen, es el resultado de un magnifico y romántico matrimonio.  Pero a diferencia de mi hermana, no tuve suerte- bajando su mirada- a los cinco años (que habían sido maravillosos) fue cuando supe que estaba esperando un hijo, enfrenté a Peter... Peter Lawrence... se llama... no me quiso creer en un principio. Pero cuando le mostré la varita e hice que la vajilla se lavase sola, casi le da una arritmia cardiaca.- Haciendo una pausa.- ¿Qué otra cosa esperar de un abogado?  No pasaron dos meses cuando el divorcio estaba en proceso.—observando a Allen.- Abandonó a mi pequeño, antes de nacer, por quien soy yo y el riesgo que esto representaba. Dijo que me amaba y ante esta "imperfección" como él llamaba, me dejó- sollozando—Pero he podido salir adelante.  –Recuperándose.- Por suerte, nunca le dije a Peter,  de mi fideicomiso de dos mil galeones dejado por mi padre. Después que este murió, mi hermano Eddy me mandó a buscar y leyendo el testamento, me enteré que yo tenía un legado de doce mil galeones.- sonriéndole- Pero he mantenido mi cabeza en la tierra...

-¡¡Eso es mucho dinero!!- dijo Susan - ¿Qué has hecho?

-me vine aquí e instalé la galería.  Vivo con comodidades gracias a mi padre y hago lo que quiero. Por suerte esos dos mil galeones de mi fideicomiso, supe cambiarlos por dólares en América y viví cómodamente, sin lujos eso si, pero nada nos faltó.  

-Me alegro por ti Emely... –dijo Susan escuchando toda la historia- ¿Has sabido todo lo que ha pasado, no?

-De la muerte de Voldemort y lo de James y Lily, lo supe cuando Eddy me contó. Simplemente, borré todo contacto del mundo de los magos...- Sonriéndole.- Pero no me arrepiento.- Harry es todo lo que queda de ellos.  Sirius estaba prisionero en Azkaban y después de doce años, escapó... y Peter (Cara de gusano) estaba vivo... –cambiando su semblante y recordando el pasado- ¡¡Lo dije!! Siempre lo dije "nunca confíen en cara de gusano" nunca me hicieron caso...  si hubiera estado aquí, no hubiera permitido que ellos tomasen a Peter como guardián secreto...

por un momento, Susan vio en esos instantes que Emely declaraba su sentir por Peter, a la Emely Watson de veinte años atrás.-Eso pertenece al pasado ya ¿por que no vienes con Allen a cenar a casa? Sirius se encantará de verte.  Además conocerás a Silvia y a Harry...- viéndole dudar- ¿por favor?

-no lo se Susan- dijo Emely- hace tanto tiempo que no tengo contacto directo con magos...

-Pero ¿Tu hijo no entrará a Hogwarts?- Observando a Allen.- ¿No tiene poderes?

-Si los tiene.- sonriéndole.- por eso vine con él aquí.  Tuve problemas con la familia de su padre.  Fueron un día a visitar y...él encontró gracioso hacer bailar a los dos gatos de dos patas.  Tuve que borrarles la memoria de esa visita.  Él sabe ya que, no puede hacer esas cosas ¿Verdad Allen? –sonriéndole a su hijo. 

-Claro Mamá; Controlar mi ira, mis ideas hasta que tenga una varita con que transmitirlas y canalizarlas...

Susan observó sorprendida a Emely a lo que ella respondió- ¿A que no es lo mas inteligente que hayas visto?  

-¿Entonces, vienes a casa conmigo?-preguntó Susan a su amiga.

-está bien. Iremos contigo...- respondió Emely sonriéndole siendo convencida por su amiga.

Susan se marchó de la galería, después de todo, era media mañana y no la vería hasta la noche.  Emely sin embargo la observó marcharse y en su mente, vinieron muchos recuerdos del día que Peter firmó el divorcio.  Estaban ubicados en esos momentos en la oficina del mas alto edificio en la ciudad de Nueva York.  Ella observaba a través de la ventana.  Aun no daba a luz. Vestía ropas de maternidad de color malva y sus ojos denotaban tristeza.  En ese momento entra una atractiva secretaria diciéndole que Peter, estaría con ella en cualquier momento.

Efectivamente diez minutos después, entraba quien era su ultimo amor.  No le observó al ingresar. Ella llevaba el anillo de matrimonio en su mano, caso contrario a su esposo que no llevaba nada indicativo que en algún momento estuvo casado.

-¿No me vas a saludar?- preguntó ella .  Se notaba su avanzado embarazo. Él finalmente le observó.

-¿Qué quieres que te diga Emely? No eres aquella joven de quien me enamoré... enterarme de lo que eras...- sacudiendo su cabeza- bueno, eso ha acabado...- buscando un documento en su portafolios.- Aquí está.- dándole el documento.- Fírmalo... por supuesto, después, si quieres pagos de manutención por el niño... bueno, sabes donde localizarme. No niego que sea mío... o que lleve mi sangre.

-No necesitamos tu caridad Peter- dijo Emely tomando el documento.- No necesitamos nada... No digo que no sea tu hijo.  Sabes que si lo es...

-Emely comprende por favor: si mi familia se entera...- sacudiendo su cabeza en señal de negativa-o mis asociados,  Si tan solo supieran que mi hijo, es un brujo... que me casé con una bruja, mi familia es católica... ¿Por qué no me dijiste todo esto antes de casarnos?

-¿Por qué de hacerlo?-preguntó ella.- hace siete años renuncié a esa vida.-haciendo una pausa.- Por siete años, no tuve familia, amigos, conocidos y tan siquiera di un indicio de quien era de verdad, y me casé contigo, porque pensé que me amabas.  Cuando me vi esperando un hijo, temía que un día que lo vieras haciendo equilibro con cucharas o colgando animales en el aire, que no lo comprenderías...

-Yo lo comprendo, pero no así mi familia,  mis amigos, mis asociados... Tener un hijo como fenómeno no es algo bueno... de donde tu vienes, tal vez, pero de donde yo vengo, no... si mi madre se entera...-

-No tendrá porque enterarse- poniéndose- no tendrá por que enterarse nadie o tu en todo caso, darse por enterado. Desapareceré de tu vida, Peter. Y de ella, me llevaré a nuestro hijo. Pero nunca le diré lo que acaba de pasar entre nosotros: que te divorcias de mi para desligarte de él. Para que tu "familia" no sepa de él y mi secreto...

-¿Acaso que harás?  ¿regresarás a Londres?- observándole marcharse.  Ella detuvo su caminar.

-Así es... después que nazca el niño. Primero me instalaré lejos de aquí, de esta ciudad. pero no regreso al mundo de los brujos Peter.  Tampoco le pediré a mis amigos que me ayuden. No necesito eso. 

-¿Cómo cuidarás a un bebé tu sola?- preguntaba él.  Ella le observaba incrédula.

-¿Qué pretendes ahora? ¿actuar como el padre que nunca has sido para él? – sonriendo incrédula- No te preocupes por ello.- a sabiendas que tenía aquellos ahorros en dinero de brujo para sostenerse.  Era suficiente.

-Emely: no dudes que no te amé... si lo hice, aun lo hago. Pero las circunstancias me exigen actuar de esta manera...

-¿Las circunstancias o los pensamientos de tu madre? Mi hermana mayor, se casó con un hombre como tu... y su familia sabe lo que ella es... incluso la aceptan... tienen sus hijos.

-Eso es imposible...- agregó él.- Además, admitámoslo: tu te casaste conmigo para escapar de él...- ella le observó- De ese a quien amabas...

-Lo admito.- sonriéndole.- Tuve algo con él y él me dejó.  Tal como lo haces tu.  Y aprendí aun así a amarte y a acepté casarme contigo... y él era alguien como yo...

-A lo mejor será el padre que necesita el niño, Emely.- sonriéndole.

-¡¡No lo utilices en tus labios para renunciar sin remordimientos a tu hijo.!! Puede ser cierto: Remus podría ser el padre que tu nunca serás. Porque en realidad, ahí estaba nuestro problema. – no revelándole mas detalles.-  Pero no llevaré mis errores y mi carga a Remus.  El no se la merece. Nadie mas que yo, se la merece- volteándose y finalmente cerrando la puerta detrás de si.

Desde ese momento, todo en la vida de Emely cambió; Se dedicó a las artes después del nacimiento de su hijo, que le puso Allen.  Incluso su manera de vestir y su circulo de amistades que estaban enfrascadas en el mundo de Peter Lawrence y su despacho, cambió.  Ahora se encontraba en cafés de artistas, escritores y demás.

Después se enteró de la muerte de su padre.  Por Eddy. Este mandó precisamente su lechuza a buscarla en América.  Este la encontró. Vaya sorpresa encontrar una lechuza en la ventana de su cocina en un cuarto piso en Massachussets.  No había sido mucho tiempo que su hijo cumplió cinco años.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Tocaron en la puerta principal dos veces.  Pronto y delante de ella se hallaba una joven de veinte años, vestida muy casualmente. Emely sonrió al notar inmediatamente el parecido físico con sus amigos de infancia.  Ella venía con el niño agarrado de mano.

-Supongo que eres Silvia...- sonriendo.- la hija de Susan.- abrazándole.- este es mi hijo: Allen; Allen, Saluda a Silvia.

-¿Cómo está?_ preguntó Educadamente.

-Ay que amor.- dijo Silvia agachándose para recibir un abrazo y un saludo del pequeño.- Que encanto...

 Cuando ingresó y se quitó su abrigo y el de Allen ambos se sentaron en la sala. Habían fotos mas que todo de Hogwarts. Todos ellos juntos.  Emely sonrió ante ello.  Era tan distinto a su hogar.  Habían pocas cosas de Hogwarts, y tomando en cuenta que muchas de esas fotos, fueron tomadas por ella en ese entonces. Notó una foto de todos los Merodeadores juntos en las escalinatas. Pero se fijó en un cabello castaños quien cargaba unos libros y a quien Sirius tenía abrazado y sonreían. Por un momento, ella sonrió y tocó la foto con sus dedos, de ahí su mirada se fue a posar al joven con gafas.

-James...- dijo ella en un susurro.  Los recuerdos y las voces venían a su mente.  Esta viajaba a veinte años de distancia y a miles de recuerdos.  Incluso y por un instante, podía oler la hierba.  Las pociones, los brebajes, las voces de sus compañeros correteando por el pasillo y a los merodeadores corriendo y escondiéndose de Filch y de los de Slytherin después de hacer una de las de ellos.

Susan entró con una bandeja con té y galletas y emparedados de pepinillos. La verdad al ver a su amiga, depositó la bandeja en la mesilla y se dispuso a abrazarle, como quiso hacer aquel día.

Un momento de silencio entre ellas fue interrumpido por Silvia quien tosió y dijo-  Sirius viene a la hora de la cena...

-¿Sirius?- preguntó Emely- ¿Le llama a su padre con su nombre?

-No creas- dijo Silvia sentándose a un lado.  Emely observaba como era en perfección tan coqueta y descarada como su padre y tan bella y esbelta e inteligente, como su madre. – Si he tenido que interferir y defenderlo de las injusticias de mi madre...

-¿Darte a ti la razón no es suficiente además de apoyarte en todas tus magnificas ideas?- preguntó Susan molesta. Pero Silvia, poco le importaba (o daba a aparentar) sobre lo que pensaba su madre.

-Si, si....- dijo ella exasperándose.- La verdad es que, somos tal para cual.  Ella ataca a mi padre  y yo corro a defenderlo... pero claro, ¿Quién lo extrañó en la alcoba hace dos noches cuando lo mandó a dormir al sofá y vino y pasó la noche aquí con él?

Susan estaba tan roja como un jitomate mientras su hija tenía una sonrisa plasmada en todo su rostro. Pero Emely observaba aquel comportamiento tan... tan "Sirius" la mente de ella le hizo volar a años atrás. A Hogwarts.

-¿Oye eres bruja?- preguntó Allen observando a Silvia. Ni el menor interés en todo lo que decían aquellas dos mujeres le colocaba.  Pero era listo. Sabía y sentía que al igual que él, esas mujeres eran distintas a las demás. Susan aun estaba sonrojada.

-Lo soy- respondió ella.

-Yo también- dijo Allen sonriéndole- bueno, brujo de todas maneras.- y preguntó contento.- ¿Qué embrujos sabes?

-En realidad la terminología correcta es hechizos, Allen.- mirándole con ternura y agregó- ¿Oigan, puedo salir con él unos instantes?

Emely no parecía muy segura ante la idea, pero Allen decía- ¨¿Por favor? Si... por favor mamá...

-Está bien-dijo Emely- pórtate bien...

-Así podrán hablar a solas- dijo Silvia llevándose el chico con ella- Iremos a dar una vuelta y volveremos para la cena.- llevándose al pequeño de la mano.- Chao... –despidiéndose de ambas mujeres.

-discúlpala Emely- decía Susan abochornada.- esa niña... es demasiado entre Black y a mis hermanas... A veces, dudo que sea mía del todo.

-Por favor.- dijo Emely- deberías estar orgullosa Sus... esa niña es tanto Sirius, como tu... ¿o debo recordar las cosas que hiciste en el ultimo año???

-Dejémoslos hasta ahí... – viendo como su vieja amiga se reía.

-¿Aun tienes mis fotos?- preguntó Emely sonriendo.- Porque según recuerdo te llevaste mis fotos... y las que no te llevaste tu, las tenía Remus y Lily las demás...

-Así es... otras, las tiene Remus en su casa...

-¿Vive cerca?- preguntó por el sujeto pero no expresaba ningún sentimiento resaltable. Se comportaba mas bien, indiferente.

-A unas cuantas cuadras de aquí...- dijo Susan buscando en un librero una caja aterciopelada y trayéndola consigo- Aunque la verdad es que, algunas veces cuando despierto al lado de Sirius...- sonrojándose.- Pienso que aun estoy en mi séptimo año...

Emely sonrió y dijo- Pero claro, conociendo a Sirius eso se veía venir... sus romances y escapadas en aquella navidad... Después cuando te fuiste- entristeciendo su rostro-. Sirius no encontraba que hacer... quien era... estaba tan desorientado... Como todos nosotros.

Susan permanecía atenta a lo que aquella mujer que alguna vez fue una de sus mejores amigas, le contaba a la vez que comenzaba a reírse ante las fotos que le mostraba y esta a su vez se sonreía.

Porque el pasado, parecía haber sido ayer, en vez de veinte años...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Silvia. –dijo el hombre de ojos castaños al encontrarse a la joven paseando con el pequeño de la mano-- ¿No está un poco joven para ti?- sonriéndole.

-Ya sabes cual grande es mi problema... me gustan jóvenes, viejos o de mi edad- dijo coquetamente y sonriendo y él conociéndole también se sonrió.- El es Allen; Allen: El es Remus Lupin... un amigo de mi padre.

Allen muy cordial extendió su mano y dijo- ¿Cómo está señor Lupin?

-Muy bien... Allen- observando aquel simpático personaje- gracias... ¿ y tu?

-Paseando. No conocía esta parte de Londres.

-Ya veo...- dijo Remus y observando a Silvia comentó- ¿Quieres pasar a tomar una taza de té?-esta dudaba ante la invitación.-  Solo será un momento...- sonriéndole a la joven.

Ella asintió y pronto caminaba en medio de los dos, camino a la casa Lupin.

Mientras Allen devoraba un pedazo de pastel de nueces y chocolate, Remus conversaba con Silvia.

-Lamento haberme comportado tan pedante la otra noche- ella le observó- Contigo y Harry. No me gusta recordar mucho del pasado. Pero por supuesto, cuando se trata de mi pasado...

-¿Es por lo que eres?- preguntó Silvia.  Silvia sabía lo que era Remus y lo que ello conllevaba.

-Debes de comprender una cosa Silvia.- Dijo Remus seriamente y mirándole con esos ojos castaños. Para Silvia, desde un primer momento, aquel hombre era muy elegante y apuesto.  Desde un primer encuentro, Silvia se lo dejó dicho. Pero, para ella, era "tío Remus".- Algo muy importante: Cuando ella y yo nos separamos, fue porque yo me fui...

-¿Cómo que te fuiste? ¿qué pasó?- preguntó la joven sorprendida ante esta declaración.

El tomó un largo respiro para responderle.

-Ella me había confesado sus sentimientos que eran mutuos a los míos.. pero nos olvidábamos de algo: mi licantropía.  El temor de que si acaso, me unía maritalmente con ella o sentimentalmente y viniera la oportunidad de tener hijos, mi sangre podría traer consigo la licantropía hereditaria o algo peor: No podía arriesgarme.  Dando una inverosímil excusa, terminé el compromiso o la  relación. Después, ella me escribió diciéndome que se casaba con alguien ... el abogado...- haciendo una pausa a la vez que el pastel en su plato lo cortaba con el tenedor pero sin comerlo.- De ahí, cortamos toda comunicación.

-¿No te arrepientes?- preguntó ella intrigada.

-Claro que si.- dijo Remus- Quien sabe... estará viviendo la gran vida con su esposo.  Que haya vuelto a Londres con él da muchas perspectivas...

- pero tu sabes que ella terminó ese compromiso con el sujeto.  Esa no es excusa- y acerca de su enfermedad dijo-Pero según me cuenta mi padre y tu mismo me confirmaste, Snape elaboró una poción ¿No? Que controla la licantropía...

-Controla los ataques como licántropo pero no evita la transformación.- Dijo Remus seriamente y mirándole intensamente.-  es una maldición... lo sabía.  Desde que estuve en sexto... ¿Sabes lo que es no acercarte a ninguna chica y rechazar para no enamorarme? – sonriendo ante los recuerdos- Pero nada fue útil: Emely y yo nos enamoramos... viviendo una fantasía y a mi me tocó el duro despertar... no la iba a arrastrar conmigo, si la amaba, a una vida llena de penurias y sufrimientos si acaso la licantropía era contagiosa...

-Pero no lo es...- dijo Silvia.- no se han escuchado casos...

-No iba a correr el riesgo...

-Silvia... tenemos que irnos.- dijo Allen aburrido.- Además, sabes que mi madre me espera...

-¿Por qué no vienes con nosotros?- preguntó Silvia a Remus.- además, creo que, Harry le gustaría escuchar la disculpa proveniente de ti... y te quedas a cenar...- pero sus planes eran otros. 

-SI....—dijo Allen sonriéndole- ¿Además podría decirme mas que es Lucantropedia?

Remus se sonrió ante aquella expresión por el chiquillo. Por otro lado, observó a Silvia y después al niño.

-Oye...-dijo Allen atrayendo el rostro de Silvia y preguntó a su oído y en un susurro.- ¿Es un brujo?

Silvia asintió y dijo.- ¿Vienes Remus?

-Si, claro.. .supongo.-poniéndose de pie.

Los tres caminaban por la vereda.  Silvia conociendo quien era Allen y Remus sin la mas mínima idea de adonde se encaminaba. Pero en realidad, se tomaban el tiempo para caminar a la vez que Allen le hacía toda clase de preguntas a Remus.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Ya llegué- dijo Sirius ingresando y retirándose el abrigo.  Cuando se volteó y miró al portal de la sala, aquellas dos mujeres le observaban con intensidad.  Al ver a la primera la notó feliz.  Pero el rostro de la segunda, era bastante difícil ubicarla en su memoria.

-¿No me recuerdas?- preguntaba Emely sonriéndole  y agregó- No te culpo; pero por el otro lado, no has cambiado nada "Blackie".

-¿Em?- preguntó Sorprendido. Ella sonrió y le abrazó.

-Esa misma ¿Cómo estás Sirius Black?- sin dejarle ir a la vez que él le abrazaba- Es un gusto verte...

-caramba, Em- decía el mirándole y abrazándole incrédulo. – pues mira que pensé por un momento que la tierra te había tragado..

-En realidad, fue Susan quien me localizó- Dijo ella aun abrazada de él y avanzando al salón- A propósito: Felicidades padrino y padre y ahora ¿Esposo? ¡¡Lo que nunca pensé que pasaría!! Sirius Black en material de esposo..- riéndose ante lo apenado del sujeto.

-Sigues siendo la misma desfachatada Emely que conocí años atrás...- dijo respondiéndole.

-Pues casi no has cambiado nada... y pensar que se hizo realidad lo que Susan dijo años atrás "terminaste en Azkaban" – sonriéndole a ambos.- Ah pero eso si... Susan siempre tuvo una atracción fatal por los hombres rebeldes y delincuentes...

-Ey Emely ¿Cómo dices eso?- preguntaba la mujer observándole.

-¿Ah no? ¿Qué me dices de este individuo?- señalando a Sirius.- Era el problema de Hogwarts andante... creo que a veces, se escapaba con sus bromas por su linda cara...

-Pues muchas gracias- respondió sarcásticamente el individuo.- pero todos nos salíamos con la nuestra ¿O tengo que recordarte la situación aquella que tu provocaste?

-¿Cuál fue esa?

-en donde terminamos cocinando en Hogwarts por dos meses ¿Recuerdas? Tuvimos que cumplir con un castigo por algo que no cometimos...

-Mira el lado bueno- interrumpió una voz detrás de ellos.- aprendiste a cocinar y lo provechoso que ha salido eso...  Susan aun no sabe cocinar...

-¿Cómo dices esas cosas?- preguntó la mujer sonriéndole a los recién llegados.

-¿Quién es este?- preguntó Sirius viendo a Allen correr a donde su madre.

-Es Allen- dijo Silvia.

-Hola Remus...- dijo la mujer poniéndose de pie y viendo al recién llegado.- Te ves bien...- viéndole estático ante la reciente  aparición.

-Emely...- dijo él un tanto nervioso y sonriendo en ese mismo estado.- Caramba... cuanto tiempo... ¿cuánto ha pasado?

-Diecisiete años...- dijo la mujer. Avanzó para abrazarle pero solo logró un mero abrazo de tal vez, segundos.- ¿Cómo estás?

-Bien...- respondió secamente el sujeto.

Susan y Sirius se observaron.

Silvia se mantenía callada pero con un brillo especial en su mirada, observando a todos los presentes.

-¿qué pasa Mamá? ¿conoces al señor Lupin?- preguntó Allen.

-¿Tu madre?- mirando a Allen y después a Emely- El pequeño de Silvia ¿es tu hijo?

-Así es Remus...- dijo Emely seriamente.  Ambos se miraban con una intensidad, como si buscaran explicaciones sin necesidad de palabras.  A Silvia la tensión le encantaba.  Sus padres, por el otro lado, se notaban nerviosos.- Es mi hijo...

-Será mejor que me vaya...- dijo Remus sin mirar a la salida.  Solo observando a Emely.

-¡¡NO!!- dijo Silvia deteniéndole- No vas a ninguna parte Tío... te quedas aquí a cenar con nosotros...

-Tal vez es mala idea que yo...- comenzó a decir Emely.

-No, te quedas Emely y es definitivo...- dijo Sirius.

Ambos se notaban nerviosos.   Era notorio e incluso el silencio se apoderó del salón.  Los seis se sentaron y se observaban uno con otros.

-Mi madre no está casada...- dijo Allen de repente.  Emely se sonrojó y Remus la observó.

-Eh... Allen- dijo Silvia sonriéndole pero con una gota en su cuello.- Este no es el momento...

-¿Están ustedes casados?- preguntó Observando a Susan y Sirius.  Estos negaron con la cabeza. Allen exhaló diciendo.- Es tan obvio...- negando con su cabeza.- se nota ...

-¿Cómo que se nota?- preguntaba Sirius observando el aire de intelectual del chiquillo. Pero antes de que este pudiera responder, su hija se adelantaba a él.

-ehh... Allen ¿qué tal si salimos a esperar a alguien?- llevándoselo de la mano.- Esperaremos a Harry afuera...

-¿Quién es Harry? ¿Tu novio?- sonriendo misteriosamente.

-oye ¿Podrías comportarte como un niño de diez años?- preguntaba Silvia molesta.- y Harry es algo como un Primo.. un hermano... ¿por qué te doy explicaciones?

-No tengo la mas mínima idea- respondía el niño.

Cuando los cuatro "adultos" quedaron a solas el silencio sepulcral se apoderó de la sala. 

-Será mejor que vaya a hacer la cena.- dijo Susan de repente.

-Voy contigo...- comentó Sirius.

-No... puedo sola...

-La cena de hace dos noches prueba lo contrario...

Susan abochornada dijo- Pero si causaste que se me quemara...

-Volvemos ahora.- dijo Sirius llevándose a la mujer a la cocina.

Pasarían unos diez minutos hasta que alguien hablara.- Así que... te ves bien. No has cambiado nada. –comentó la mujer.

-Gracias Em...- respondió el susodicho a lo que ella sonrió.- ¿Qué pasa?

-Em... no lo había escuchado desde que asistí al funeral de mi padre...- siendo observada por Remus.- Eddy se recordó de ese sobrenombre.... incluso, pensó que.. bueno, que estaríamos juntos al final.  Fue muy difícil decirle porque no...- haciendo una pausa.- Yo misma, no lo comprendí...-observándole con una mirada que no vio en la mujer al ingresar al salón.- Remus...yo...

-Has cambiado... y tienes un hijo...- dijo Remus secamente.. – Es lo que quisiste ¿No?

-Allen es lo mas valioso en mi vida ahora...

-¿Supongo que eres feliz?- preguntó sensatamente.

-Lo era... lo soy, algunas veces...- sonriéndole.  Él se puso de pie y de una licorera cerca de ellos, sirvió dos vasos y le dio uno a la mujer.- Gracias-  por la bebida y tomando un trago dijo- no recordaba cuan distinto es la bebida muggle de la de brujos...- iluminándole el rostro nerviosa a la vez que tomaba otro trago.

-La Emely que conocí no vestía así- señalando la vestimenta de la joven.

-La Emely que conociste creía que sería por siempre feliz, Remus.  La Emely que conociste no se despertó una mañana y decidió casarse con un abogado y Muggle.  Tu lo decidiste por mi...

-¿YO? ¿En que momento?

-Cuando decidiste irte aquella mañana ¿Recuerdas?- dijo ella con la voz entrecortada.  En sus ojos podía leerse un vacío y melancolía.- ¿recuerdas acaso?

-Sabes porque me fui Em... lo sabes bien...- dijo exasperándose.- pero ¿Quién huye de su legado como brujo? ¿quién ha vivido veinte años como muggle? Sin querer recordar todo lo que es.... de donde proviene...

-Lo admito.  He criado a mi hijo entre ambos... pero es muy despierto... supo que era diferente... lo he educado en la casa y el año que viene, ya asistirá a Hogwarts...

-¿Qué hay de ti?

-¿De mi?

-¿qué harás ahora? ¿qué harás en el futuro?

-Mira: Te lo digo ahora para que no creas que no olvido o perdono.  Siempre, al único que he perdonado o realmente he amado es a ti, Remus...

-No pensaste eso con el abogado...

-¡¡Estaba Sola!! ¡sola, sin familia, sin amigos!!

-Pudiste regresar a Londres... no lo hiciste...

-Y tu no estuviste todo este tiempo en Londres.- respondió ella.

-¿Cómo lo sabes?

-¿Crees acaso que te olvidé en algún momento? No lo hice...

El le observó unos instantes y preguntó.- ¿Quieres salir un momento? – poniéndose de pie.

-¿Salir?

-A pasear... – dijo el sujeto siendo seguido por ella y tomando el abrigo que suponía que era de ella y ayudándole a colocárselo.- Vamos a caminar... como hacíamos años atrás... en esa universidad Muggle...

-Bien...- respondió ella y pronto estaban en el exterior caminando por la vereda.  Silvia los observaba yéndose juntos.

-oye ¿a donde va mi madre con el señor Lupin? – preguntó Allen

-Sinceramente no se- respondió Silvia sonriéndole.- Solo espero que solucionen su problemas...

-¿Problemas? ¿Son enemigos? Porque me agrada el señor Lupin...

-¿Ah si? ¿qué tanto?

-Bueno... no se... nunca he visto a mamá hablar con desconocidos y tampoco tiene amigos.  Excepto esos artistas que vienen a las galerías... – respondió.

-¿Sabes Allen? Me agradas chico.- Viéndole sonreír- la verdad que serás un primo encantador si todo sale bien... – llevándolo de nuevo al interior de la casa.

-Hola...—dijo Harry llegando esos momentos y sacudiéndose su capa.  Venía acompañado de su amigo pelirrojo quienes venían de la Madriguera a través de la Red Flu. Allen y Silvia lo observaron  a lo que Harry dijo.- ¿NO es un tanto joven para ti Silvia?- pasando por su lado con dirección a su alcoba.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Entonces ...- preguntó Emely mientras caminaba a su lado, cada quien separado del otro y solo con sus abrigos.- ¿Acaso no te involucraste con alguien?

-no.- respondió él secamente.- Sabes ... muy bien sabes que solo Susan y tu saben mi verdadera condición...

-Sigues siendo muy guapo Remus... no deberías huir de las mujeres... los tiempos, además, cambian...

-No todos son como tu Emely... no son tan comprensivas...- observando mas adelante.- Aprendiste en sexto lo que a otros, les lleva años adaptarse...

Ella guardó silencio a la vez que avanzaban.  De un momento a otro, Remus se detuvo pues se percató un sollozo del lado, proveniente de la joven.

-¿Qué te pasa?- acercándose.- ¿Nos devolvemos?

-¿por qué? ¿por qué nos separamos?- preguntó ella tocando su mejilla.- ¿Por qué Remus? Yo te amaba; tu me amabas... podríamos haber pasado el resto de nuestras vidas juntos... podíamos hacerlo todo... yo ... – sonrojada.

-Emely...- dijo él tomando su mano y aferrándose a ella.- Jamás te he culpado, Jamás... ¿Cómo podría?  Fui yo quien huí... fui yo quien me fui de tu lado.

-Yo no creía... no debí... – haciendo una pausa, pues los sentimientos no le permitían continuar.- debí salir detrás de ti...

-¡¡jamás te arrepientas de lo que eres... ni que hiciste!! Siempre, estés orgullosa de cada decisión que tomes... eso te dio la oportunidad de tener un hijo Emely... cosa que nunca te podría haber dado...

-porque no lo intentamos...

-porque no podía permitir que mi enfermedad hubiese sido congénita... jamás me lo hubiera perdonado...

-Remus, Remus...- le miró ella con los ojos en lagrimas y acercándose hasta abrazarle.- esperé 17 años por abrazarte y tenerte tan cerca de mi...- haciendo una pausa.- Quisiera empezar de nuevo.  Verte ahora; en este momento de mi vida, me han traído sensaciones que no creía posibles que regresaran a mi... – En ese momento, él le abrazó por igual.

-Por que no lo intentamos...- repitió él luego de un largo silencio.

-¿Qué? – preguntó ella observándole.

-no te garantizo que el pasado vuelva... porque no regresa Emely...- mirándole.- Pero prefiero, tenerte aquí ahora, que a un pasado, que no regresará, pero tal vez, veamos el futuro juntos...- quitando un mechón de su pelo de su rostro.- y prometo no volver a huir...

Ella se aferró aún mas diciendo.- Si planeas huir... dímelo... para huir contigo... – y separándose un momento agregó.- No... no podemos...

-¿Qué pasa?

-Allen... me olvidé de él...- mirándole con tristeza.- No es tu hijo Remus...- abrazándose a si misma- no puedo pedirte eso... además...

-¿Por que no le pregunto yo?- preguntó el hombre observándole con esa mirada castaña de él.- Allen es un chico muy maduro para su edad... creo que le simpatizo... creo que me permitiría salir con su mamá... ¿No crees tu?

************ tres semanas después ************

En ese momento Sirius Black le daba el si a Susan March.  ¿quién lo hubiese visto? Sirius Black casado... pero la verdad era que, un ciclo se cerraba en esos momentos.  Sirius no podía tener a James y a Lily allí; pero tenía a Harry.  Emely estaba allí junto a Allen y a su vez este de la mano de Silvia quien iba del otro lado, del brazo de Charlie.  Hermione y Ron también estaban allí.  Fue una ceremonia pequeña, intima, con ellos como testigos.  Pero era el principio. El principio de una nueva aventura... Remus de vez en cuando observaba a Emely con mirada soñadora y enamorada, como alguna vez le vio en su rostro.

Porque Allen estaba contento de la relación de Remus y Emely.  Remus sería la figura paterna que Allen necesitaba.  En realidad, le hacía feliz que su madre estuviera alegre.

Pero los chicos Harry, Silvia como profesora de Hogwarts ,Ron y Hermione serían los protagonistas de una historia que en su primer año, era escrita.

El principio de un mañana...

El principio de **un viaje al pasado... **

*************** Fin del epilogo II **************

Comentarios de la autora:  ¡¡¡Como lo prometí!!! Segundo Epilogo terminado... (Risa malévola por doquier!!!) espero que los fanáticos de estas dos parejas estén felices con el resultado.     Y por supuesto, ¡¡¡Muchas gracias por su apoyo!!!!

Saludos a mis betas para estos epílogos: Naiko y Penélope Clearwater. 

Gracias a Godric quien ayudó a Naiko y a Penélope a finalmente convencerme de hacer un nuevo fic de HP basado en estos personajes.

Comentarios, dudas, tomatazos... Sakura_journal@yahoo.com

Próximo Epilogo: -En la espera de un Black...

Próximo Fic: "Regreso al tiempo":  ¿De que trata? "Por accidente con una poción las generaciones futuras (Harry, Silvia, Ron y Hermione) son enviados al pasado... efectivamente al quinto año de Hogwarts ¿De sus padres? O.o ¿Qué pasaría con esos chicos? ¿los Merodeadores se enterarán de esto? ¿Qué pasará en el presente? ¿cómo pasa todo??? Y lo mas importante ¿Cómo lo manejarán???  ¡¡¡¡Esperen esa siguiente historia!!!!!