"Hasta que la Muerte Nos separe"

Epilogo iii- En la espera de un Black...

Por Crystal.-

Personajes basados en los libros de Harry Potter, por JK Rowlings.

Tienen sus Copyrigths.

Basado en las tres historias: Mi Destino, Hacia un Futuro Incierto y Hasta que la muerte nos separe... de la autora.

Nota: No toma en consideración  el ultimo Libro de JK Rowlings.  Como Angie le dice cariñosamente "Sr. Tabique" o como se le conoce comúnmente H5P.  Este epilogo no hace referencia al quinto libro.  Quienes lo leyeron, lamento mucho que no cumpla con sus expectativas pero a diferencia de JK, no estoy de acuerdo con algunos eventos ocurridos en este.  Esta es como mi antagónica representación de un futuro deseado.... no quiero demandas....

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Esta noche hemos dejado a Harry bajo el cuidado de Remus y Sirius.  A nuestro regreso nuestra casa, parecía zona de batalla; encontrar  a mi pequeño hijo con la varita de uno de esos incompetentes y esos dos, cubiertos de caramelo, no fue un bonito retrato. Aunque James si le vio la gracia.

Pienso que la idea de que alguno de esos dos se conviertan en padres pronto lo encuentro imposible. Aman a Harry, no hay duda que lo tratan como si fueran familia.  Pero aun no están listos... pero no puedo esperar a ver a Sirius Black o  a Remus Lupin y hasta Peter Pettigrew, como padre. Nada me haría mas feliz.-  Lily Potter.-

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-No puedo creer que se casaran ya...- dijo Ronald Weasley sentado con sus amigos en el comedor perteneciente a la casa Black.- Es decir... ¿"Hocicos" casado?- Desde la boda de Sirius y Susan tanto él como Hermione han pasado parte del tiempo en casa de Harry.

-¿Me lo preguntas a mi?.- dijo Harry .- pero después de tantas historias que todo este tiempo me contaba Susan y las que Silvia me decía, era notable porque Sirius se olvidó de Susan y ahora haya decidido continuar con su vida...

-Pues en mi opinión, se lo merecen... es decir Sirius pasó ¡12 años! En Azkaban... merece ser feliz...

-Si. pero no me gustaría incluso si estuviese en prisión que mi novia me dejara en blanco con relación al hecho de que tengo un hijo... - reprochó Ron con una gota sobre su cabeza.

-A mi parecer, Sirius lo tomó con bastante calma- dijo Hermione tomando las fotos mágicas de el día de la boda y agregándola al álbum de Harry - Además, eso demuestra que el amor lo vence todo...

-bueno si... no lo niego...- comentó Ron.- A propósito Harry ¿Cuándo vuelven de su luna de miel?

-Escribieron una lechuza ayer...-dijo, sacándole del bolsillo y mostrándoselas.- "Queridos Harry, Silvia y Remus: Estamos pasándola de maravilla.  Esperamos volver pronto... Sirius manda saludos... escribí esto en un momento esta mañana... está dormido.  Besos Susan".- terminando de leer y agregó.- Emely también recibió pero una carta... Pero no me ha dejado leerla. Me dijo que, son cosas de mujeres...- viendo a Hermione sonreír.- Sea lo que sea...

-Los recién casados son así, Harry...- interrumpió una joven detrás de ellos.- Además son mis padres...- Sacudiendo su cabeza.- Suerte tuvieron de recibir correspondencia de ellos... o que ellos, se tomaran el tiempo de escribirla.-Tomando una pera y mordiéndola.- ¿Son las fotos?- sonriendo y tomándolas para verlas.

-Si.- dijo Harry- ¿no tienes adonde irte?- preguntando ante la presencia de la joven a esas horas en la casa. Y es que, últimamente incluso cuidaba a Allen en las noches y Emely y Remus pudieran salir.  Además de todo, Hermione dormía junto a Silvia en la antigua habitación de Remus, eso fue antes de que este se mudara.

-No... no tengo adonde ir.  Remus y Emely han decidido esta noche quedarse en casa, y cenar como familia.- Respondió Silvia observando las fotos.- ¡¡Ay pero salgo hermosa!!.- se alabó ella ante su imagen al lado de sus padres.- ¡¡Tanto trabajo que me tomó unir a esos dos!! Espero que me lo sepan agradecer...

-¿TU? ¿En que momento?- preguntó Ron.- ¿Cómo es eso "de que te lo sepan agradecer?"

-¿saben lo difícil que fue convencer a mi madre? por supuesto, se lo prometió años atrás a James de que volvería... pero comenzó a ponerse nerviosa. Claro que entre Alex y yo la convencimos...

-Alex - Hermione comenzó a recordar que en algún momento le hablaron de Alex.- ¿Hay alguna foto de Alex en algún lugar?- preguntó Hermione.

-Al menos que Remus la tenga, no creo...- respondió la joven sentándose con ellos.- Falta poco para que empiecen las clases.. ¿Qué harán chicos?

-Nosotros iremos a la madriguera...- dijo Ron sonriendo.- Es una tradición ir a mi casa, cuando van a empezar las clases... 

-Si... además como los hermanos de Ron están en casa, es muy entretenido...- Aclaró Harry.

-¿Puedo acompañarles?- preguntó Silvia entusiasta.

-No - dijo Harry.- Tu no tienes porque ir... tienes que instalarte en Hogwarts...

-Puedo hacerlo cuando regresemos juntos...

-No... te irás en la próxima semana.- Reclamaba el chico.

-¿Oye cual es tu problema? Ni que te viviera molestando...

-Piensas cortarme el pelo de nuevo.- reclamó Harry.- aunque me vuelve a crecer... además están esos comentarios tuyos...

Y es que Harry había sido victima de los comentarios fuera de lugar de aquella chica.   Era una peste, según Potter.  Él con las chicas era demasiado tímido. Cosa que ella le resaltaba.  Pero mas que todo, estaba el detalle que ella se pasó aquella semana, presentándole totales y completas desconocidas en las calles y quienes se fijaban en el guapo joven.

-Prometo no molestarte...- rogaba la chica.-Por favor déjenme ir...

-Oye ¿Silvia? ¿No será por Charlie que te pones así?-preguntó Hermione sonriéndole.

-No...- sonrojándose.- nada que ver... Charlie y yo somos solo amigos...

Hermione observó a la joven y si sabía que estaba mintiendo pero dijo.- Vamos chicos... además será divertido .. ¿Qué van a hacer? Dejarla aquí hasta que regresen sus padres...

-Tiene 20 años... que salga con chicos...- reclamó Harry.

-Por favor...- rogaba la joven.

-Muy bien...- dijo Harry para ser abrazado por la joven efusivamente.

-Entonces empaca.-  reclamó Ron.- Nos vamos mañana temprano por la red Flu...- dejando a la chica sentada en la mesa del lugar.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

En ese momento alguien estaba observando a su esposo comer con avidez en el restaurante de la posada donde se hospedaban: Él no se percataba en un principio de la mirada que la mujer le arrojaba con ternura.

En un momento que Sirius va a tomar su copa de vino, se fija en el rostro de Susan.- ¿Ocurre algo?

Ella sacude su cabeza para bajarla algo apenada. Él la observó unos instantes.  Dejando su copa a un lado la observa detenidamente.

-Sus... ¿Qué pasa? - viéndole no querer responder.- ¿Qué ocurre?

-No es nada...- dijo la mujer.- dirás que es algo estúpido... 

-Nada de lo que digas o hagas lo considero estúpido.- dijo tomando su mano y besándole- Nada podría ponerme a decir tal cosa... no te lo digo si hubiera sido durante el primer y el quinto año de Hogwarts... solo para molestarte ¿Qué es lo que piensas?

-Estos últimos días... - haciendo una pausa.- La he pasado bien... -sonriéndole.- Pero... pensaba en todo lo que tuvimos que pasar...- observándole.- tengo un presentimiento de que, algo va a pasar...

Sirius dejó su comida y retiró su plato de frente de si, para quedársele observando y pronto todas las demás personas, para ellos desaparecían.  Solo quedándose mirando el uno al otro.

-¿Algo como que?

-no lo se... no me comprendo yo misma... creo que me lo encuentro todo tan perfecto.- bajando su rostro.- Pero...- en ese momento, él toma su mentón y le besa largamente en los labios para finalmente observarle con una ternura y una inagotable pasión.  Incluso la sonrojó.- ¡¡Sirius!! Estamos en publico...- dijo separándose de sus labios. Pero él la besó de nuevo para terminar separándose con una  sonrisa.

-Pues Señora Black, no me haga sentirme de esta forma... - dijo bajito.- termina de cenar y terminaremos en nuestra recamara...

Susan se puso aun mas roja ante esta atrevida declaración de su esposo. Lo vio ordenando el postre a un mesero y no pudo evitar observarle con melancolía.

La verdad es que, la felicidad de un mes atrás, no se comparan con toda su vida.  Ni siquiera lo cambiaría por nada.

Y ahora estaba allí.  Casada con Sirius Black.  Como soñó años atrás.  Como lo quiso. Como lo deseó.  ¿Pero como todo lo que pasó ella para llegar a tal punto?

Recordaba esa noche como todo se desenvolvió una vez se vio en Rumania... veinte años atrás.  y mas aun cuando lo vio con aquella mirada soñadora dirigiéndosela solo a ella.

******* Veinte años atrás...

Ella aun sollozaba e incluso su pañuelo estaba húmedo de todas las lagrimas que derramó.  Descendió del tren que la llevaba a ella como única pasajera de regreso a Londres.  Era la primera parada de las muchas que haría en los próximos días.  Todo como un plan de salvarle su vida. Pero esperaba cumplirle su promesa al joven de gafas: Regresaría allá y los vería a todos de nuevo... era su deseo...

 A la distancia y una vez descendió del tren vio una mujer de ojos como los de ella y el pelo suelto que le llegaba por los hombros. Portando un vestido, venía sola. 

Abrazó a Susan una vez llegó a alcanzarla. Tomó su carrito de sus manos. La joven no llevaba en si ningún distintivo de aquella mágica escuela de la cual había salido tan repentinamente.  Pero sus rostro se ocultaba detrás de aquellos cortos mechones.  Salieron por la barrera al mundo de los Muggles.

Una vez Cristine y ella llegaron a la parada de coches fuera de la estación, miraron a su alrededor. Nadie prestaba atención (Era de todas maneras ya muy noche)  y ella sacó su varita deteniéndose justo delante de ellas el noctámbulo.

Cristine pagó la tarifa. Irían muy lejos de Londres. Lo mas lejos posible.

-¿Quieres comer algo?- preguntó su hermana finalmente.

-No...- dijo muy bajito.- no tengo hambre...

-Ánimos Susan...- dijo Cristine sonriéndole.- Estarás a salvo y pronto Alex estará con nosotras. Se quedó en Hogwarts para lograr control de daños... ya verás como todo se solucionará y estaremos las tres juntas...-

-No sabes lo que tuve que dejar...- dijo sollozando.  Su hermana le miraba entristecida.- No tienes idea de...

-Pronto te adaptarás... por lo primero, iremos a un Hotel. De ahí, tomaremos un barco...

-¿Un barco? ¿de que hablas? ¿a dónde vamos?

-A Rumania...- dijo la joven sonriéndole a su hermana. - Es hermoso... tengo un bar a pocos minutos del lago y del parque de protección para dragones.. Solo de magos... ya verás que hermoso...

Susan no podía creerlo ¿Rumania? ¿por qué tan lejos? ¿por qué Alex no le dijo nada?

-Ánimos pequeña ...- dijo Cristine.- Cuando te adaptes a la vida en Rumania... serás feliz...

Mas nada fue dicho en todo ese tiempo.  Les tomó cerca de seis días, arribar al parque de protección para dragones.  Una vez llegó allá conoció al esposo de Cristine e incluso al de Alex.  Susan tenía una vaga idea de que sus hermanas habían continuado con sus vidas... ¿qué destino le esperaba a ella?

Bajo la tutela de su hermana, estudiaba hechizos y demás.  Muy poco sabían de Alex.  Susan no podía comunicarse con ella.

Pronto pasaron días. 

-Buenos días...- dijo su hermana al verla aparecer por las escaleras.

Estaba el bar ubicado en el primer nivel de un edificio de tres pisos.  En el segundo, se encontraba un departamento de tres habitaciones, un pequeño salón, una cocina con su pequeño comedor en madera y un balcón.  ese sobresalía del pequeño salón y podía observarse el amanecer y un precioso lago que había a pocos kilómetros del lugar.  El segundo se encontraba localizado en el tercer nivel pero que este no era departamento, era el ático.  Desde ese lugar, podía observarse todo el pueblo.  Aunque tampoco era un lugar con muchos habitantes.  Apenas unos cuatrocientos habitantes, pero que en su mayoría eran hombres.  Apenas habían unas cuantas mujeres.  Esposas de los que allí laboraban y en otros casos, hijas de los trabajadores y comerciantes y demás.

Cristine era conocida en todo el pueblo. Pero ella se encargó de decir que Susan era su prima.   No había uno que otro joven que la viese y le encontrara bastante atractiva.  Pero ella no hablaba con nadie.

Pero tampoco se quedaba sin hacer nada.   Ya sea cocinando, sirviendo tragos en el bar o haciendo camas o limpiando, Susan March estaba en eso.

-Buenos días...- respondió su hermana. Ya Cristine tenía las cosas dispuestas para el desayuno e incluso tenía tostadas con mermelada sobre la mesa. - ¿Tienes leche tibia?

-Si...- dijo observándole.- ¿qué pasa? ¿te sientes mal?

-Me cayó pesada la cena...- replicó la joven.

-No cenaste anoche... - acercándose para tomar la temperatura de su hermana- ¿Será que caerás enferma?- pero Susan se alejó de su toque y tomó el vaso con énfasis. - ¡¡Oye!! No te voy a lastimar..

-Estoy bien... solo que creo que me dará gripe... - terminando de beber.- Voy a barrer en la taberna...- retirándose tan silenciosamente como la vio aparecer.

Cristine se le quedó observando a través de la puerta abierta. Había pasado ya bastante tiempo desde su escapada de Londres. Pero ¿Jamás sería la misma Susan que dejó en casa años atrás?

-Buenos días.- dijo un hombre de cabellos rubios y usando una sortija en su mano izquierda- ¿Cómo está la mujer mas bella de este mundo?- besándole en el cuello. Pero el hombre no se separaba de ella y comenzaba a darle caricias algo inapropiadas para la hora, el lugar y las circunstancias.

-¡¡Ya basta!!- gritó Cristine avergonzada. Aun escuchaba a su hermana barrer en la parte delantera.- Te dije: Susan está aquí... no cuando mi hermana esté cerca... - sonrojada hasta las orejas.

-No te molestaba cuando Alex era quien estaba aquí...- reclamó su esposo.

-Porque Alex es una mujer que sabe lo que pasa entre personas casadas... Pero con mi hermanita menor, me da demasiada vergüenza... demasiadas preguntas que responder...

-Oye pero ella tiene 17 años ¿acaso dices que ella...- preguntaba su esposo. Pero como Cristine le miró tuvo que reformular la pregunta.- Es decir... ¿Ella debió hablar con tu madre acerca del las "abejas y las flores"?

-No se, ni me interesa...- dijo Cristine.- pero me da mucha vergüenza.  Así que por favor... trata de no hacer tales atrevimientos delante de ella...

-¿Aun estás enojada con tu madre, no?

-Mira en que posición puso a Alex y después a mi... tener que salir de nuestro hogar antes de cada una cumplir los 18 años... venir aquí y comenzar desde cero...

-¡¡Oye!! Pero si no hubiese sido por eso, jamás te hubiera conocido amor...- dijo abrazándole sin darse cuenta.- Eres lo mejor que me ha pasado... aun recuerdo la primera vez que entraste por esa puerta y ofreciste servicios como camarera...

-Ya lo recuerdo...- dijo ella no evitando soltar una risa.- Si tu padre puso el grito al cielo cuando vio que me entrenabas para servir en el bar...

El hombre también se sonrió y agregó.- y nos fue bien...- observando a Susan ordenar mesas, agregó.- ¿Crees que ella también se adaptará a esta vida aquí?

-Creo que si... le tomará tiempo.  - Entristeciendo su mirada.- Según Alex me contó... ella tenía un grupo de amigos muy unido... ella es muy querida por todos... y todos la quieren a ella...

-La noto muy pálida...- dijo observando a su "Cuñada" - cuando la conocí no estaba tan clara...

-No toma mucho sol... casi ni sale... quisiera que saliese...

-Entonces porque no la sacas tu a pasear... - dijo su esposo entusiasmado- También a comprarle ropa o algo que quiera.. solo vino con ese baúl del colegio y no tiene muchas ropas... Cuando tenga un nuevo guardarropa se sentirá mejor... las mujeres son así...

Cristine se despidió de su esposo y salió para sus encargos pensando en todo lo que este le dijo.  Si que en un principio, su llegada a Rumania fue tempestuosa.  Dos chiquillas sin ninguna experiencia en otra cosa que no fuese magia.   Pero estaban dispuestas a salir del contacto de Ministerios, oficiales y funcionarios magos; ¿qué les quedaba? Prestar servicio en los hostales, restaurantes y demás sitios de magos.

En un principio, Alex y ella se hospedaban en hoteluchos de tercera dado su poca cantidad de dinero. Pero cuando fueron contratados para servir en el bar de su futuro esposo, ambas se restablecieron en una de las habitaciones ubicadas en la tercera planta.

Cuando los padres del hombre murieron, encontró en Cristine su alma gemela y mas tarde, Alex también se involucraba con alguien.

¿Pero este era el estilo de vida que Susan necesitaba?

************ Un tiempo después...

-Ey Susan...- dijo su cuñado observándole.- ¿por qué no vas por unas botellas que tengo atrás? son de color negra...

-ya voy ...- gritó la joven quien terminaba de limpiar una mesa cerca de ella. 

-Susan... deja todo que nos vamos...- dijo Cristine apareciendo bien arreglada por las escaleras.

-¿Adonde?- preguntó su hermana.

-A la tienda que está del otro lado... te compraremos vestidos.  Los que tienes ya ni los usas y solo usas los míos y los que hay en el guardarropa de Alex.

-Es que son mas cómodos...- dijo la chica sonriéndole. - y menos estrechos...

-¿Estrechos? Pero si eres mas delgada que una de las varas de las cerca de los dragones...- dijo su cuñado sonriéndole.  La muchacha se azoró ante el comentario.

-Esas cosas no se le dicen a una dama...- dijo Cristine recriminándole a su esposo.

-Voy a buscarle unas botellas y podemos ir...- respondió la joven contenta.

Ella se marchó a la parte de atrás del bar y lejos de ambos.

-Empieza a recuperarse...- dijo Cristine.

-¿Cuándo dijo Alex que regresa?- preguntó.

-En una semana mas... ella no está segura... dice en la ultima carta que el Ministerio la mantuvo en custodia en interrogación por Susan... - y sonriéndole agregó- Alex y yo fuimos tan felices aquí y aun lo somos: Solo espero que, Susan tenga la misma suerte...

Pero no pudieron ser testigos a la vez que Susan subía los escalones para tomar las botellas de los anaqueles superiores, sintió un fuerte mareo.

-¡¡Susan!! ¡¡me voy sin ti!!!- dijo la voz de Cristine desde la parte delantera.

-Ya... ya voy...- dijo ella tomando dos de las botellas por los boquetes y aferrándose para no caerse.

Ya en la calle, Susan se encontraba algo cohibida ante las miradas y los saludos dirigidos a ella y a su hermana.  Mientras Cristine saludaba a todo transeúnte que era conocido de ella y le presentaba a Susan como su Prima, Susan solamente se sentía tan fuera de su ambiente.

Cuando un joven con sus ojos de  color gris, y su pelo era negro intenso, tenía aproximadamente 23 o 25 años y su tono de voz que dijo.- Hola Cristine...- 

-Hola Philippe... ¿cuándo regresaste?

El sujeto se acercó y dijo.- Dos días ya... - observando de reojo a Susan y esta se sonrojaba escondiéndose detrás de su hermana.

-¡¡Que tímida estás!!- dijo Cristine sonriéndose y sacando a su hermana a la vista del joven._ Es mi prima Susan. Está de visita por un tiempo... Susan este es Philippe... un gran amigo de mi esposo y amigo mío...

-Mucho gusto Susan.- dijo extendiendo su mano.

La joven respondió su saludo pero retiró su mano segundos después.  Susan ante la mirada del sujeto se sonrojó. Cosa que fue notada por Cristine la cual sonrió.

-Bien.... Philippe ¿Por qué no vienes a cenar esta noche? Nos encantará tenerte en casa...

-Será un placer... salúdame a tu esposo... hasta la noche.- despidiéndose de ambas jóvenes.

-¿Por qué hiciste eso?- preguntó Susan escandalizada y enojada.- ¿Por qué lo invitaste?

-Porque es un buen amigo de mi esposo y además, le caíste bien... se nota que te cayó bien...

-Ni siquiera lo intentes...- dijo Susan ingresando a pocos pies de ellas, a la tienda que efectivamente ellas irían.  Y era eso que Susan lo sabía pues era la única tienda de ropas en el lugar.

La señora Gilmore alababa aquella figurilla de muñequita con cintura perfecta.

-Se notaba que tenía tu mismo pelo, querida Cristine...- alababa la mujer de cuarenta años, vestida de falda larga que era de varios vuelos.  Un suéter que tenía tantos colores juntos que saltaban a la vista de quien lo viese y con una extralarga cabellera que lucía que hubiese sido pintada de un verde intenso por ella misma.  - ¿cómo permitiste que se lo recortara de esa manera?- alababa  la señora Gilmore.

-No fue mi idea querida Sydney...- respondió Cristine.- - Como ella vivía en Londres... Ya conoces a los jóvenes... ¡¡todo por la moda!!

Susan se observó en el espejo que estaba a los pocos pies de ella y se observó a si misma.- ¿Moda? ¿acaso lo había hecho por moda? No lo creía... por lo menos, no lo pensaba así... no lo había hecho por eso... casi lo olvida... incluso, no se dio cuenta mientras Cristine escogía vestidos y conjuntos juveniles para la edad de 17 años... eran preciosos.

-¿por qué no te pruebas estos?- preguntó Cristine.- Y deja de verte tanto en el espejo ...- sonriéndole.- Sabemos que eres hermosa... lo sacaste de familia... ¿acaso no me ves?- empujando a su hermana a uno de los vestidores sin siquiera pedir su opinión en lo que había escogido para ella.

Susan suspiró largamente a la vez que comenzaba a desvestirse. Ahí lo notó los vestidos, todo eran cortos de mangas.  No quería vestidos de mangas cortas y juveniles. Se puso de nuevo su ropa y al salir se lo dejó dicho a Cristine.

-Pero querida...- dijo la señora Gilmore.- Todos los vestidos juveniles son mangas cortas... es la moda...

-Pues consígame algo fuera de moda...- reclamó Susan.- No quiero vestidos con mangas cortas... quiero vestidos con mangas largas... y de material que respire...

La señora Gilmore trató de buscar apoyo en la mirada de Cristine.  Pero no lo consiguió. Ella no comprendía porque la actitud de su hermana.  Escondía a si misma y a su hermoso cuerpecito en vestidos demasiado grandes para ella y en suéteres de mangas largas y anchos.

Finalmente la señora Gilmore dijo exhalando.-Veré lo que tengo en almacén... -dejando a ambas hermanas a solas.

-¿Por que te escondes? ¿por qué no quieres que nadie te vea tan hermosa como eres?- vio que su hermana esquivaba su mirada.- ¿Por qué eres así? Llevas ya varias semanas viviendo conmigo... pero aun así, no te adaptas... ¿Crees acaso no te escucho llorar en las noches? - Susan se apoyó de la pared abrazándose a si misma.- Pero ¿por qué no confías en mi y me lo cuentas? ¿quién es que te pone tan triste? ¿por quien eres tan infeliz?- ahí Susan le devolvió la mirada con los ojos lagrimosos.

-No lo sabes... no puedes saberlo... ¿Por qué tardaron tanto para sacarme? ¿sabes lo que no hubiera pasado si ustedes, hubiesen ido por mi antes, mucho antes de todo? ¡¡Como te atreves a reclamarme!!

-¡¡Oye cálmate!!- gritó Cristine.-se que estás lastimada... y herida... se que extrañas a tus amigos...  ¿por qué no te calmas  un poco y después que salgamos con tus vestidos, iremos a un lindo hostal que hay cerca de aquí y comemos algo? Solas nosotras dos...

-No tengo hambre...- respondió quitándose las lagrimas.

-Nunca tienes hambre... cosa que me sorprende: solías comer tanto cuando éramos pequeñas...

-Ese tiempo feliz, pasó; y aunque lo llames, no regresará...- le reclamó Susan.- Amé a mis padres... pero ¿Cómo puedes tu perdonar a nuestra madre? ¿Cómo la pudiste creer capaz de todo esto? Ella es la culpable... es ella...- en ese momento la Señora Gilmore regresaba.

-A ver cual de estos te queda... ¿Ocurre algo malo?- preguntó al ver las miradas que ambas hermanas se arrojaban.

-No señora Gilmore.- dijo Susan.- Me probaré este...-dijo tomando uno de los atuendos y llevándose el vestido atrás.

Después de hacer las compras, ambas mujeres se sentaron en el hostal y pidieron algo de comer.

-El hostal a veces, no puede cumplir con todos los visitantes.  Apenas tiene quince habitaciones...- dijo Cristine; Sonriéndole agregó.- Se nos olvidó: Debemos comprarte un traje de baño... para cuando venga el verano... aunque he de decir que ya está aquí... ¿Estás segura que solo comerás eso?- preguntándole mientras la observaba comer unos palitos de harina salados y al horno con un vaso de agua mientras ella, comía un filete de buey.

-Te dije que no tenía hambre...-respondió la muchacha.

-Deberías de comer mas...- dijo Cristine.  Guardando silencio unos segundos,  agregó.- yo me sentiría igual... sintiéndome sola.  En un principio, éramos así.  Además, según Alex me contó lograron hacerlo ¿no?

-¿Hacer que?- preguntó ella.

Cristine se tocó a si misma en su brazo izquierdo sigilosamente, señal que fue entendida por su hermana y asintió.

-Es terrible...- reclamó Cristine.- Ahora cuéntame de cosas mas alegres...

-No quiero hablar de nada... no quiero hablar de nada...

-Muy bien... como prefieras...

*************

habían pasado unos cuantos días, cuando se escuchó un gran alboroto en la taberna.  Susan estaba leyendo en la parte superior y no entendió de que se trataba.  Trataba de leer nuevamente aunque el sueño le agotaba cerrando sus ojos pesadamente.

Pero sus sueños últimamente eran mas reveladores que de costumbre.  Trataba tanto de no pensar en él y en sus amigos, para evitar despertar en lagrimas.

-"yo siempre estaré en tu corazón... y tu en el mío..."- le decía aquella imagen de un joven de cabellos azabaches a quien tuvo que dejar.

-Sus...- se escuchaba una voz mientras le zarandeaban.- Sus...- Al abrirlos descubrió la mirada azulada de su otra hermana. 

-¡¡OH Alex!!- gritó la chica abrazándole al reconocerla. -¡¡Llegaste!!! ¿no Estoy soñando??? ¡¡OH Hermana!!

Alex por el otro lado sollozaba ante la presencia de la impetuosa hermana que había dejado ir casi dos meses atrás.  le acariciaba su corta cabellera a la vez que le abrazaba con efusividad.

Una vez se separaron se quedó observándole. - Pues no se que me dice Cristine en sus cartas: Estás hermosa...

-Para nada... solo que me he sentido algo enferma... creo que fue el cambio de ambientes... ahora...- sonriéndole.- Cuéntame de todos: Como están todos...

-Bueno: ya conoces a los chicos: James y Lily finalmente parece que se comprometerán o lo hicieron... esos datos cada vez que se los extraigo de James se sonroja.- ocasionando que su hermana se sonrojara..- Emely y Remus cuando los dejé, Remus se enteró que Emely es rica en realidad...

-Lo sabía... Lily y yo lo Sabíamos... su padre es dueño de una fabrica de escobas para magos ¿No?

-Así es... en un principio, Remus estaba algo molesto o triste...

Sonrojándose hasta mas no poder dijo.- ¿Cómo está Sirius? ¿se enojó mucho? ¿qué te ha dicho?

-Sirius comprendió mi querida hermanita.- Dijo asiéndole sonreír.- Entendió que no le quedaría mucho si te perdía allá... te ama tanto.  

-Yo también lo amo...

-Lo se... lo he sabido siempre...- y poniéndose de pie.- ¿Por qué no bajas? Cristine va a servir la cena ya...

-Cuando tengamos mas tiempo a solas, quiero hablarte...- dijo Susan.

-No se cuanto sea... estoy aquí para irme con mi esposo a una misión de Dumbledore.

-Comprendo.- dijo ella entristeciéndose. Poniéndose de pie bostezó.- Estoy cansadísima...

-¿Cansada?- preguntó observándole.

-Si.. creo que tengo un resfrío o algo...-  sonriéndole.- Pero estoy mejor, ahora que estás aquí hermanita querida.- Aferrándose a ella. - Vamos...- tomándola de la mano y bajando a cenar.

Pero Alex la observaba fijamente en toda la noche. Incluso su manera de evitar ciertos alimentos y estar delgada como un palillo. En algunos momentos, perdía el color pero ella dijo que no se estaba tanto como antes.

-Debiste verla al llegar aquí, Alex.- dijo Cristine en un momento cuando tomaban el postre.- Esa niña no comía nada... apenas ahora, comienza a comer...

-Me sentía bastante triste en esos días... no me acuses de no querer comer...

-¡¡Pues ahora comerás!!- dijo Cristine riéndose.- O te las verás conmigo, niña...

-¿Siempre te sientes con sueño Susan?- preguntaba su hermana.

-No tanto... últimamente..  pero es que me quedo a leer hasta tarde...- respondió la joven tomando una tercera porción de pastel de vainilla.

-Pues parece que Alex es la cura.- sonrió Cristine a sus hermanas.- Comiste mucho pastel hoy... claro, pero no mis dobladillos de cordero.

Pero Alex la observaba con un terrible presentimiento en su corazón. 

Pasaron dos días y Alex no sabía como afrontar el tema. Incluso, no le había dicho de sus sospechas a Cristine y mucho menos a Susan.  Pero sería posible que ¿La propia Susan no se hubiera dado cuenta de lo que pasaba?

No le resultaba imposible el hecho.  Después de todo, su hermana y Sirius.  ¡¡Que pesadilla!! La idea de su hermana en esa forma con Sirius Black no era algo que le daba gusto... pero ¡¡No era imposible!!

Finalmente tuvo fuerzas.  Fue ahí y una tarde cuando acorraló a su hermana llevándosela a su alcoba.  Ver a su inocente (o no tanto) hermana y hablarle de esa idea que ella tenía , la sacaba de quicio. Pero era mejor estar seguras antes de ir a un medico por sus malestares.

-¿Qué es lo que te pasa?- preguntaba Susan al ver a su hermana tomar las cosas nerviosamente de los anaqueles y colocarlos en otro lugar.- Te noto extraña...- viéndole con su larga trenza colgar de la coleta que llevaba.- Demasiado incluso para ti...

-Es que... ¿Ay como te digo?- Susan estaba extrañada ante esta actitud de parte de su hermana.  

-¿Qué es lo que te pasa Alex?

-Es que... no se afrontar... no se lidiar con mi problema...- Sentándose a su lado.

-¿Qué problema puede ser?- y abrazándole agregó.- Soy tu hermana; Cual sea tu problema, te ayudaré a resolverlo...

-Es que...  no se como decírtelo.. .o preguntarte... es bastante vergonzoso...

-¿Vergonzoso? ¿Qué es lo que ocurre?- separándose de ella.- Me estás asustando...

-Susan: fui testigo de unas escapadas tuyas con Sirius Black...- roja como jitomate.

-sabes muy bien lo que sentía yo por él...

-Lo se.- dijo roja.- Por eso es que me veo en la necesidad de hacerte esta pregunta...

-¿Qué pregunta?

-¿No crees que... acaso no crees que... estás ... estásesperandounhijodeblack?- todo esto sin pausa que Susan le costó trabajo entenderla.

-¿Qué dices? ¿de que hablas?- preguntó con los ojos como platos.

-Cuando hablamos meses atrás, sentadas cerca del lago... Sirius no tenía mucho tiempo de haberse ido... vi en tu mirada una decisión ... un deseo... y conociendo a Sirius Black, digamos que, no se quedaría ... bueno...- tosiendo.- Sirius no es ningún niño inocente...

Susan March tenía el rostro demasiado rojo para distinguir alguna parte de su cara. Si hubiera podido botar humo de ambos lados de las orejas, lo hubiera hecho.

-¿Quieres decir que, crees que mi gripe, mis síntomas es porque espero un bebé? ¡¡Eso es imposible!!

-No. No lo es... no si lo que creo que pasó entre tu y Sirius pasó...

La ruborizada joven le devolvió la mirada a su hermana y esta dijo en voz baja a la vez que tocaba su vientre.- no se si sentirme contenta o triste.. con esta declaración tuya... Alex... ¿Estás segura?

-Hablemos claro: tu dieta desde que llegaste, tus hábitos de humor y además de todo, le dijiste a Cristine que tus vestidos te comenzaban a quedar estrechos a pesar de que comías menos.  Me hablaste también de tus malestares y en cierta forma, noto en ti un cambio... físico y espiritual también; Te conozco  como la palma de mi mano... mas que Cristine y se lo que hiciste y no hiciste en Hogwarts...

-No se lo digas a Cristine...- reclamó la joven .- Hasta estar seguras... ¿Por favor?

-Lo tomas con demasiada calma Susan... ¿Por que?

Sonriéndole aclaró no evitando que su voz se viera afectada por su emoción.  -porque algo bueno sale de todo esto... ¿No lo entiendes? Tendré algo de él cerca de mi... siempre a mi lado...  y así, no faltaré a mi promesa...

-¿Promesa?

-Que cuando el momento llegue, volveré a casa... a su lado y le llevaré el mejor regalo que jamás creí posible...- sonriendo aun mas aclaró con una gota en su cuello.- ¿Entonces así es como los bebés llegan a este mundo? - sonrojada como tomate.

-¿Cómo preguntas eso?- preguntó con ceja alzada.-pensé que dadas las circunstancias...- señalándole.

-Es que... sabes que hay mucho secreto en el asunto... ¿Acaso crees que nuestra madre me habló del asunto? Solo que cuando una contrae matrimonio, los hijos llegan... pero detalles... jamás... por eso te dije en un principio, que no lo creía posible- sacudiendo su cabeza..- Debo de sentirme feliz ¿No?- algo nerviosa.

-No me sorprendería que te asustaras...

Susan se sentó a su lado y ahí Alex vio como unas lagrimas se asomaban a sus ojos y aferrándose a su hermana para apoyar su cabeza sobre sus piernas dijo.- Solo abrázame.. como solías consolarme... abrázame hermana y nunca me  dejes sola... -con voz entrecortada.- Porque si siento miedo... algo...

-Llora todo lo que quieras... y no te preocupes... iremos al doctor del pueblo y después lidiaremos con Cristine...

Pero Susan solo se conformaba con llorar, no sabiendo con exactitud si estar feliz o triste; melancólica o todo lo contrario.

 A la noche siguiente, Alex le pidió a su esposo que saliera con el esposo de Cristine.  Le explicó la situación a su esposo prometiéndole no decirle nada a Cristine.

- Me sorprende que quisieras hacer la cena Alex...- dijo Cristine ya cuando Susan colocaba la comida en la mesa.- Aunque lo agradezco... esta jovencita aquí es poco diestra en cocina...

La joven March se sonrojó hasta mas no poder y Alex dijo.- No es nada.. de todas maneras, es una noche muy especial...

-Especial...- Dijo Cristine sonriéndole.- La ultima vez que hiciste cena y dijiste que era especial fue cuando...- Sonriéndole agregó- ¡¡No puedo creerlo!! ¡¡Hasta que por fin hermana!!

-¿Qué ... que pasa?.- preguntó Susan observando a Cristine muy feliz.

-Porque no estuviste aquí...- viendo a Alex sentarse y colocar su servilleta en sus piernas... -la ultima vez que Alex hizo una cena especial, fue  para anunciar su matrimonio con Pommodore...  ¿Qué otra cosa podía ser?

-¿Otra cosa?- preguntó Susan.

-Pues claro ¡¡Estás esperando!!- gritó Cristine feliz a su hermana menor.- ¡¡estas embarazada!! ¡¡Viva!!

Susan observó a Alex y esta le devolvió la mirada a la vez que Cristine celebraba eso.

-No creo ... - dijo Alex- Cálmate o no podremos explicarte...

-¿Explicarte?- preguntó Cristine extrañada.- ¿Es entre ustedes dos?

-Así es.- respondió Alex.  Susan estaba demasiado sonrojada, apenada, azorada, ruborizada y alterada para poder hablar ella.- pero no tiene que ver conmigo...- observando a Susan.

-Será posible...- dijo Cristine sonriéndole.- ¿Susan?¿Acaso has establecido a Philippe en tu vida?

-¿Philippe?- preguntaba Alex sonriéndole a Susan.- ¿Quién es ese?

-Es un joven amigo de mi esposo Alex.- respondió Cristine.- Está enamorado de Susan pero... esta no le hacía caso... hasta ahora, por lo que veo..

-No creo...- dijo Susan sonrojada.- Además soy solo su amiga... no tengo ningún Interés romántico en Philippe...

-Pero eso no quita ninguna idea de una futura relación...

-¡¡ya basta Cristine!!- reclamó Susan.- Estoy enamorada de otro... Amo a otro... y ese amor no puede ser borrado con tanta facilidad...

-¿Enamorada? ¿enamorada? ¿de quien? - en ese momento Cristine recordaba el estado anímico de su hermana, su depresión en un principio.- ¿Alguien de Hogwarts?

-Así es... ¿Recuerdas a Sirius Black?- preguntó Alex.

-¿Sirius Black? Claro que lo recuerdo... uno de los "merodeadores".- riéndose.- Esos eran los buenos tiempos de Hogwarts... siempre los pleitos entre ustedes dos... Dejamos Hogwarts cuando la situación se ponía mejor... ¿No crees?- observando a Alex- por supuesto los Merodeadores eran insuperables.. aunque no comprendí nunca porque nuestra querida Susan, odiaba tanto a Sirius Black o a James Potter...

-James Potter no me caía tan mal... - se defendió la chica sonrojada hasta las orejas.

-¿Ah si? ¿Tuviste alguna relación con él? Porque si es así, no te discuto... mira que Alex, incluso siendo dos cursos mayor que él, salieron un par de veces...   

-Cristine: ¿Podrías guardar silencio unos instantes por favor?- preguntaba Susan. 

-¿Qué te pasa? ¿por qué estás tan sonrojada?- observaba de nuevo a Alex quien parecía no intranquila o curiosa ante el rostro de su otra hermana.- ¿Qué es lo que pasa Alex?

-Susan tiene algo que decirte...- dijo Alex atrayendo las miradas de ambas hermanas: una de asombro y otra de curiosidad.

-No suenas como buenas noticias...

-Depende de cómo lo tomes "hermana"- dijo Susan.

-Muy bien...- dejando de comer.- Dispara... ¿Qué es lo que quieres decirme?

Susan tomó un largo respirar.  No sabía por donde empezar. La madurez que había tenido que experimentar a tan corta edad, ahora mismo no le ayudaba.  Pero es que, no era lo mismo discutir de su vida y sus relaciones con un chico como Sirius Black a Alex quien era tan liberal y mas cercana a ella, que con Cristine, con quien apenas había hablado con encariñado en su vida de hermandad.

-Es que... como conoces a Sirius Black... - haciendo una pausa- estos últimos tiempos, nos convertimos en buenos amigos...   una serie de malos entendidos, experiencias y eventos, lograron que, nos volviésemos entrañables uno del otro...

-El que sean buenos amigos, no es consecuencia para tanto drama entre ustedes dos...- dijo Cristine y observando el rostro ruborizado de Susan y la mirada de Alex que decía "Ahí no termina la historia".- ¿Queda algo mas, no?

Susan asintió y dijo.- Éramos mas que amigos a finales de sexto año... luego lo que hicieron nuestros padres... - haciendo una pausa.-Voldemort...- viendo que su hermana abría los ojos como platos ante la mención de ese nombre.  Cristine estaba sorprendida que su hermana no temiese en pronunciarlo.- me comprometió en matrimonio con Lucius Malfoy...

-¡¡MALFOY!! ¡¡¡No sabía esta parte!!!- gritó escandalizada.- ¿TU lo sabías, no Alex?

-Claro que lo sabía... estaba en Londres ¿Recuerdas? Nuestra madre y Susan me contaron lo que pasó..

-Nuestra madre, permitió tal atrocidad...- Dijo Cristine escandalizada.

-Lo permitió pero... eso no impidió lo mío con Sirius... - dijo Susan con una sonrisa y un brillo travieso en su mirada.

-Vaya... eres toda una March...- dijo Cristine sonriéndole.- Yo hubiera hecho lo mismo... pero ¡¡Odiabas a Sirius Black!!- recordando el pasado, los incidentes , discusiones y venganzas entre ambas partes.

-Terminé amándolo...- dijo Susan.- se que suena imposible.. .pero éramos tan felices viviendo lo nuestro ... ¿Lo comprendes? - pensando que si decía esto, no tendría que dar mas explicaciones que en si le abochornaban.

-Lo comprendo...- dijo Cristine suspirando ante la historia y observando los rostros de ambas hermanas, preguntó.- ¿La historia no termina ahí?

Ambas hermanas se observaron y negaron con la cabeza. Alex comentó- va mucho mas allá...

-¿mas allá?

-Cristine: Lo mío con Sirius, traspasa cualquier esquema... yo estoy tan sorprendida aun...

-Cristine: hoy fui con Susan al doctor del pueblo para confirmar mis sospechas... Sus síntomas no son por un resfrío...

El rostro y la mirada de Cristine, cambiaron de incertidumbre, a incomprensión, de sorpresa a exaltación para  luego asombro y comprensión.

-No... no hablan en serio...- dando a entender que al fin comprendía todo el rodeo y el porque de aquella historia "de amor" entre su hermana y el Merodeador.- ¡¡NO!! Porque si es así... tu ...- señalando a Susan.- TU....  ¿Es verdad?

-Así es...- dijo Alex poniéndose de pie y colocándose detrás del espaldar de la silla de su hermana menor. -Susan está embarazada...

-¡¡no puede ser!! No es posible... mi pobre hermanita. Tantas cosas, ahora esto... ¡¡No!! Debe de ser un error... eres una niña apenas... - Se puso de pie de repente.

-No lo soy... deja de decir que soy una niña. Deja de decir que soy pequeña... soy grande ya por si no lo habías notado... tuve que crecer sola, dentro de una mentira... Sirius Black me trató como una mujer.. no me vio como una niña... me amó y aun lo hace... yo lo amo y no me forzó a nada que no quisiera...

-Pero Susan - dijo Cristine sorprendida y aun en shock- Tienes apenas 17 años... eres aun muy joven sin considerar soltera para ser madre...

-Cristine: no me arrepiento...- dijo Susan sonriéndole y acercándose a ella.- ¿No lo entiendes? Este bebé... este pedacito de vida... es mi felicidad... parte de un hermoso recuerdo.  pero no te negaré que tengo miedo... necesito a mis hermanas... no puedo decir que necesito de Sirius, porque se que es imposible... pero te tengo a ti.- y observando a su otra hermana.- Y tengo a Alex... a ambas...

-Susan ¿Estás segura? - preguntaba Cristine.- ¿Es de Sirius Black?

-¡¡Claro que es de Sirius!! Y cuando el momento llegue, él no lo negará tampoco... lo de nosotros.. fue tan hermoso, tan puro, tan limpio... Ay Cristine... por favor, no te enojes conmigo... se que este no fue la manera correcta... e incluso- Haciendo una pausa para sonreír nerviosa.- poca idea tenía yo de las consecuencias o en todo caso, de los hechos...

Cristine la observó buscando aquella pequeña de ocho años con quien jugaba en los jardines. Pero no la encontró en ella.  No la veía. ¿O era su imaginación?

-Susan... cuenta conmigo que no te voy a abandonar ... te ayudaremos todos los que te queremos... pero no puedo creerlo ¡De Sirius Black!!  - Aun sorprendida.- No comprendo... lo odiabas... no querías saber de él... - vio a Alex sonriendo.- ¿Tu lo sabías?

-Cuando me contaste de lo que le pasaba tuve una primera impresión de que ocurría.  Pero, no podía decirle a Sirius de mis  sospechas.  Lo que hice fue venir para aquí de una buena vez.  Esta mañana fuimos a donde el doctor: él lo confirmó.  Susan tiene dos meses encinta...

Cristine no pudo evitar el abrazar a su hermana pero con melancolía, reflejada en sus lagrimas.

-¿por qué lloras?- preguntaba Susan siendo abrazada por Cristine.

-Por todo y por nada al mismo tiempo... es una fantástica noticia: ¡¡un bebé!! Alex ¡¡Tendremos un sobrino!! ¿no es emocionante? Ahora te dejarás consentir y cuidar por tus hermanitas. No te tendrás que preocupar por nada...

-Una cosa Cristine: - dijo Susan sorprendiéndole.- Sabes que todos aquí creen que soy tu prima... Pero no voy a utilizar mas el apellido March...

-¿Cómo que no?

-Buscan a las Marchs, Cristine.,- dijo Alex sorprendiendo a su hermana._ no tardarán mucho en encontrarnos... por eso usaré mi apellido de casada e igual tu... pero Susan... 

-Podría usar el de mi esposo...- dijo Cristine.

-no... ya saben que soy tu prima no la de él... he tomado por eso una decisión...

-¿Qué decisión es esa?

-No seré mas Susan March... seré Susan Black y mi hijo o hija se llamara apellido Black-March - viendo la decisión en su mirada.

-Muy bien hermanita... como quieras...- abrazándole nuevamente.  Alex solo asintió a la mirada de Cristine.

-------- un tiempo después ---------

-Hola- dijo un sujeto acercándose a la mesera de aquel bar- ¿Cómo amanecimos hoy? - sonriéndole amistosamente.  Vestía unos pantalones de color gris, igual que sus ojos y su pelo era negro intenso.   Tenía aproximadamente 23 o 25 años y su tono de voz al igual que su comportamiento, era apacible y bastante calmado.  -Me he perdido de mucho ¿no?- sentándose en uno de los bancos de la barra. 

A esa hora de la tarde, comenzaba el movimiento de clientes en el bar.  Era bastante conocido y visitado debido a su localización y que no había otro en ese pueblo.  Estaba ubicado en el primer nivel de un edificio de tres pisos.  En el segundo, se encontraba un departamento de tres habitaciones, un pequeño salón, una cocina con su pequeño comedor en madera y un balcón.  ese sobresalía del pequeño salón y podía observarse el amanecer y un precioso lago que había a pocos kilómetros del lugar.  El segundo se encontraba localizado en el tercer nivel pero que este no era departamento, era el ático.  Desde ese lugar, podía observarse todo el pueblo.  Aunque tampoco era un lugar con muchos habitantes.  Apenas unos cuatrocientos habitantes, pero que en su mayoría eran hombres.  Apenas habían unas cuantas mujeres.  Esposas de los que allí laboraban y en otros casos, hijas de los trabajadores y comerciantes y demás.

-Desapareciste por dos semanas- dijo la joven de ojos azules y pelo negro mientras le servía en un vaso.  Vestía un sencillo vestido de estampados de flores color amarillo y su pelo corto estaba contenido por un cintillo de color amarillo.- ¿Mucho trabajo?

-Te encantan estas historias- dijo el joven mientras le observaba limpiar mas allá de la barra y alzando el tono de su voz- pues sí, mucho trabajo.  Es temporada de que pongan sus huevos.... son celosísimas... no hay quien las contengan, pero también debemos tener cuidado de que ningún muggle las vea...

No fallando se encontraban en un pueblo cerca de un parque de protección de dragones, en alguna parte del mundo.  Después de su salida inesperada de Hogwarts, ahora se encontraba tranquilamente instalada en aquel lugar.

-¿cuánto tiempo te quedarás?- dijo ella mirándole- ¿cuándo regresas?

-Un mes- dijo observándole detenidamente y cada uno de sus movimientos.- creo y claro, si no se presenta nada mas... oye ¿Por qué no me dejas invitarte un día de estos?- dijo, sorprendiendo con esto a la joven- ¿por favor? Nunca sales de aquí.  Si no es trabajando, estás en el balcón observando de lejos el movimiento y todo lo que hacen los demás...

-Sabes que no salgo, y no lo haré y mucho menos que Cristine se me enoje...- sonriéndole educadamente - Sabes que no me deja salir dada mi estado de salud tan delicado...

-Si, lo se- dijo el joven mirándole- Creo que a veces te sobreprotege de mas.- observándole- llegaste no hace mucho. tan ... delicada... y aun así, en tu condición, trabajas horas incansables aquí y le ayudas a ella arriba...

-Philipe- dijo una voz de mujer detrás de Susan- déjala en paz.- saliendo de la parte de atrás cubierta por una cortina.  Era de ojos negros y pelo negro pero largo que llegaba hasta su cintura.  Tenía un vestido color rosa el cual podía verse debido a su túnica que estaba entreabierta.- no molestes a mi prima...-mintiendo sobre la verdadera identidad de la joven.

-Pero Cristine- dijo Philipe. - no la estaba molestando.-sonriéndole- ¿o si Susan?

-No.  No me molestaba- dijo la joven defendiendo a su amigo.

-Ve arriba a descansar- dijo Cristine observando a su hermana.- yo termino aquí... "prima"

-¿estás segura?

-Si.- sonriéndole- lo estoy... ahora, vete o te dejo cubrir el turno de la noche también.

Mirándole sutilmente, se despidió de su amigo y se dirigió atrás en donde estaba la escalera que da al segundo piso del lugar.

Mirándole mientras negaba con la cabeza, dijo a media voz- Ríndete.  Te lo dije.  Está enamorada de otro...

-Lo se, pero es difícil no fijarse en ella...

-Sufrirás mucho - limpiando unas botellas cerca de ellos- mi prima, no te hará caso de esa manera, ni en un millón de años... además sabes muy bien que dada su condición...

-Ella merece estar feliz- interrumpió Philipe- y no estar sola en estos momentos...

-No sabes nada de ella- dijo Cristine teniendo la razón- no te involucres... - enseriando su tono de voz- tiene mucha gente que la quiere y la cuida.  Lo ultimo que desean ver es verla lastimada...

- Me voy- dijo pagando la cuenta y colocándose su túnica en sus hombros. Deteniéndose antes de llegar a la puerta dijo- La soledad es una mala amiga. No se porque aparece esta chiquilla aquí. Pero lo ultimo que quiero es lastimarla.  Es una chiquilla y la llamo chiquilla porque apenas tiene 17 años y tendrá que enfrentar demasiadas cosas (mas las que enfrenta porque no soy ajeno a la situación), para estar sola.  Le ofrezco mi ayuda y mi cariño... piénsalo Cristine.- Retirándose finalmente del lugar.

Sonriendo dijo- Increíble...- ante la actitud del sujeto para con su hermana.  Sus intenciones eran buenas, ella lo sabía, pero también sabía que su hermana jamás le haría caso. pero su sonrisa no duró mucho tiempo cuando un sujeto de los que son oriundos del pueblo, llegaba exaltado.

En su idioma natal dijo- ¿Te has enterado?

-No ¿De que?

-En Londres, Cristine.  Otro ataque de "ya sabes quien" Aurores de todo el mundo están siendo llamados a Londres...  Por lo que parece, las victimas fueron los Black .  Hechiceros de Londres y también aurores... muy importantes dentro del Ministerio de magia de Londres.

-¿Qué?_ dijo una voz detrás de ellos, sorprendiendo con ello a Cristine.- no puedo creerlo. ¿Qué le ha pasado a los Black?-Exaltándose.

-Calma Susan- dijo Cristine.- ¿Cómo comprendiste lo que me acaba Pietro de decir? tu no sabes el idioma del pueblo.

-Comprendí Ministerio, Londres, Black y aurores ¿Qué ha pasado en Londres? Además estoy aprendiendo... no soy del todo tonta...

-Tal vez, no sean los mismos Black... tal vez sea una confusión...

-¿Cómo lo sabes?_ preguntó a aquel hombre e ignorando lo que su hermana dijo.  Sus ojos estaban dilatados al rostro de aquel hombre.

El hombre no comprendía lo que Susan preguntaba.  Solo veía a aquella chiquilla con lagrimas asomándose en sus ojos y Cristine, la dueña del bar y que si comprendía lo que Pietro decía, calmando a la joven.

-Vamos- decía Cristine ayudando a su hermana  y dijo a Pietro- Espérame aquí.  La llevaré a dormir. por favor, vigila que nadie salga sin pagar.- observando a las demás personas que allí se encontraban.  Eran pocas, pero clientes al fin.

Cuando llegaron a la habitación de Susan, Cristine dijo- no debes descontrolarte así.  No es bueno para tu estado de salud.

-No me digas lo que debo hacer- dijo Susan de mala gana.  Cristine servía agua en un vaso y se la daba a beber- sabes que...

-Si lo se- dijo Cristine mirándole con cariño- pero ahora, eres mi responsabilidad.  Sabes que si algo te llega a pasar, Alex me mataría...- sonriéndole- y sabes bien que se atreve...siempre has sido para ella, su hermanita consentida...

La hizo sonreír por unos instantes y dijo- Si sabes algo de ellos ¿me contarás? ¿no?

-Si- dijo Cristine mirándole- Todo lo que sepa, te diré... ahora descansa.

Comenzó a sentir mucho sueño y sus ojos a cerrarse lentamente.  Imágenes vinieron a su mente. La primera vez que lo vio.  Sus ojos, su voz, su aroma.  Dijo antes de quedarse dormida- Black...- su hermana ante esto sintió nostalgia.  Sabía muy bien, que pasaría mucho tiempo antes de que lo viese nuevamente.   Con 17 años y había tenido que madurar tan pronto.  Acariciaba su pelo mientras la observó por cinco minutos mas.  después se dirigió abajo nuevamente para atender a los clientes.

Despertó y su hermana no estaba a su lado.  La ventana de su habitación estaba abierta.  Se puso de pie y caminó hasta ella.  Cuantas cosas habían pasado.  Tantas.  Tuvo que irse, huir pero ¿Esa era la solución? ¿la única alternativa?

Soledad es lo único que le espera, pensaba ella.  Miraba a todos aquellos hacer sus rutinas, sus quehaceres.  Miraba al horizonte pensado en aquel pasado dejado atrás...

En lo que había hecho al irse.  En a quienes había dejado.  Ahora sabía que tenía que ser feliz por alguien que no sabía todo lo que había pasado y a quien dejó atrás.  Esperaba que no la odiase tanto.  Sonrió ante los recuerdos y una lagrima se asomó en uno de sus ojos, retirándola con el dorso de su mano...

Ya habían pasado semanas desde todo aquello.  era solo una pasión.  Un romance de escuela.  Pero se negaba a creer lo obvio: lo amaba demasiado para dejarlo ir... para olvidarlo; pero ¿La olvidaría a ella? No lo creía...por lo menos no al principio. Pero no quería pensar en otra, rodeándole con sus brazos, acariciándola como lo había hecho con ella. No quería... no podía... se resignaba a que por lo menos, algo de él quedaba... su pasión, sus besos, aquellos encuentros...

-quiero olvidar y no puedo o ¿no me permito hacerlo? Tengo que hacerlo... - suspiraba ella mirando el horizonte.- tengo algo mas porque vivir... Philippe es buen sujeto...no... no siento nada por él...sería injusto...

Pronto la noche en aquel lugar se asomaba.  Veía el atardecer acercarse.  Recordaba esos encuentros y como observaban el atardecer juntos.  Era lindo, era incandescente era ahora, un pasado... sentía como la temperatura se elevaba cada vez que pensaba en ellos juntos... como en aquellos días... luego recordó la despedida del sexto año.. cuando el se acercó mientras hablaba con Emely en el salón de banquetes...

***

Hablaba con Emely sobre todo lo que haría en vacaciones.  Muchos estudiantes comían sus postres. Después de todo, era la ultima noche en Hogwarts y regresarían a casa al otro día.  Observó por unos instantes... como comenzaban a retirarse los alumnos.  Pero no le importó aquello.  solo se concentraba conversando con sus amigas.  Ya Lily estaba con ellas.  Los exámenes habían finalizado.  Sus amigos estaban juntos y algo pasaba entre ella y Sirius...

-"No se lo que es.."- pensaba ella mirando a Sirius por unos instantes, quien al otro lado de la mesa, conversaba con Peter- "Pero... ¿Por qué empezó todo esto? Lo besé en las escaleras..."- sonrojándose ante el recuerdo.- "me besó aquella vez... cuando rompió con aquella chica... ahora y después de todo esto, demostró ataques de celos con lo de James.. y aquel mal entendido del beso... ¡¡¡Que complicado son los hombres!!! Nunca dicen claramente lo que quieren... " - mirando y aparentando escuchar lo que Emely decía- "es decir es guapo... demasiado diría yo... cuando quiere, es un ser humano... pero ese problema de enamorar a toda falda que pasa a su lado, es insoportable"- aplastando con su tenedor un pedazo de pastel servido delante de ella- "me desespera su actitud de besar una chica en la mañana y con otra totalmente distinta en la noche... ¿cómo es que ellas permiten esto? Es decir, saben que es él ¡¡¡por todos los Cielos!!!"- observando a su alrededor-" creo que las únicas que no conocen los labios de Sirius son: Mirtle la fantasma de los baños, Mac Gonagall, Madam Hooch... ¿Quién mas?"- mirando a su alrededor- La profesora de ... - observando y anotando uno por uno los nombres... - esos nos deja con....-  haciendo matemáticas con su cabeza. - y restando ...- en eso estaba sin percatarse que Sirius se había puesto de pie y caminó hasta colocarse detrás de ella.

-¿En que piensas?- preguntó el joven posando una mano en el hombro de la chica y acercándose hasta quedar a la par con su rostro- Estoy llamándote desde hace dos minutos y tu en las nubes...

-Eh. nada- dijo ella apresuradamente.

-¿Quiere decir entonces que no piensas pero aparentas pensar? - dijo el sonriendo.- estás demasiada distraída...

 

Sonrojada observaba como Remus y Emely se reían ante el comentario de Sirius.  

-¿Dónde están James y Lily?

-A lo mejor pasean por ahí...- dijo Emely- es de todas maneras, la ultima noche en Hogwarts... no se verán en unos meses...

-¿Quieres salir a tomar aire fresco?-preguntó Sirius mirando a Susan.

-¿A los jardines?-preguntaba sorprendida.- ¿Solos?

-¿Qué tienes miedo March?- dijo Sirius- ¿De que tienes miedo?

-¿Yo? De nada- dijo ella mirándole- no soy de las que se asustan con facilidad...

-¿Se quedan?-preguntó Sirius cuando vio a Susan poniéndose de pie.

Remus parecía que los iba a acompañar cuando la mano de Emely detuvo su intención de ponerse de pie.

-Vayan ustedes- dijo Emely observando al par mientras Remus estaba algo confundido. - nosotros iremos a la sala común ...

-¿Seguros?_preguntó Sirius.

-Si- dijo Emely sonriéndoles a ambos y viéndoles marcharse por la puerta.

-Que hermosa noche.- dijo Susan observando el cielo estrellado.  Estaban en los jardines.- mira cuantas estrellas Sirius....

Sintiendo una penetrante mirada sobre si, se vio forzada a observar los penetrantes ojos que le miraban cerca de ella.

-¿ me perdonarías alguna vez?- dijo el joven tocando con su mano la mejilla de la joven.

-¿por qué?_ preguntó ella.  Sus miradas eran directas y sus ojos brillaban.

-por no percatarme de ... esto... por jugar contigo...- con un suave tono de voz- siento que jugaba contigo... al principio era divertido... pero he caído  en tu juego March...

-¿Que juego es ese? yo no juego con nadie...

-Me dominas... me hipnotizas... ¿Es que acaso no te has dado cuenta?

Estaba nerviosa y buscaba en el rostro de Sirius un indicio de que no se estaba aprovechando de ella.  que él no decía lo que ella quería escuchar... o que todo fuera solo parte de una preciosa irrealidad ¿sería acaso esto, una estrategia de conquista de su parte?

Pero no pudo pensar mas nada. Los labios de Sirius se posaron sutilmente sobre los suyos.  tal vez probaba el terreno o tal vez, pretendía saber si Susan, lo rechazaría o lo golpearía por su atrevimiento.  Sirius la acercó a su cuerpo y con su mano derecha en la cintura de la chica, continuaba besándola, pausada y seductoramente... ella cerró sus ojos y rodeó a Sirius con sus manos en su cuello; en ese momento, fue Susan quien profundizó su beso en los labios de él.

Cuando vino a despertar, Sirius decía tantas cosas en su oído.  Pero no importaba lo que le decía.  lo próximo que supo es que los labios del merodeador estaban nuevamente contra los suyos.  no se percataron del tiempo que pasó. decidieron subir juntos a la sala común , pues como Sirius le comentó, no habría nadie en esos momentos (o eso pensaban ellos).

***

-Ay querido Sirius.- dijo ella frotando su vientre- Como desearía contártelo todo... como desearía que estuvieras aquí... porque si mereces estar aquí...

Pronto pasó el tiempo... ya casi no pensaba en Sirius tanto como antes, pero lo llevaba cada día que pasó en su corazón.

-Oye hermanita.- dijo en ese momento Alex ingresando con una bandeja a su alcoba.  Ahí la vio tratar de ponerse de pie.- ¿Qué haces??? - aferrándole para que no se pusiera de pie.- ¿acaso no recuerdas lo que te dijo el doctor? No tienes que pararte.. descansa...

-Estoy cansada de estar acostada Alex...- reclamó su hermana.- no me siento nada bien aquí solo acostada... quiero bajar y dar una vuelta...

-Eso si que no...- discutió Alex molesta.- Mejor ¿Por qué no escogemos nombres para el bebé?-sentándose a su lado y sacando un pequeño libro del bolsillo. Este decía en su portada "Great and magic baby´s names: by Millicent Andrews."

-no de nuevo con eso...- se quejaba la joven exhalando.- Ninguno de los nombres que escojo te gustan...

-Tampoco los que yo escojo...- reclamó la joven.

-Bartolomeo no es un nombre que me gustaría...- dijo la chica torciendo la nariz.

-Tampoco Elmer...-dijo Alex de la nada.

-Pues no.. .a mi no me gusta... creo que si es varón... se llamará como su padre... -Aquí Alex le miró con los brazos cruzados y la ceja alzada.-¿Qué pasa?

-¿vas a tener un bebé con un chico cuyo nombre verdadero no conoces? - sonrojando a su hermana ante su forma de hablar.  Y ante la ingenuidad de la joven dijo.- ¿Qué mas da? Escojamos otro...- en ese momento nota como su hermana contorsiona su rostro.- ¿Qué pasa? ¿Susan?- preocupándose.  Ahí vio como ella llevaba su mano a su vientre.

-Alex... - dijo con la voz entrecortada.- ¿qué pasa? ¿qué me pasa?- alterándose ante lo que sentía en esos momentos.

-oh no...- dijo ella poniéndose de pie. Y caminando a la puerta gritaba.- ¡¡Cristine!!! Por favor ven... ¡¡y pronto!!- colocando su mano en el vientre de su hermana y notando los movimientos súbitos de la criatura.

Cristine se apresuró ante el tono de alarma en la voz de su hermana para confirmar la condición de su hermana menor.  Pronto mandó a buscar al médico del pueblo. Cuando este llegó, las contracciones de la joven era aun muy apartados uno de otro.

-El problema está en que, saben muy bien que es muy joven aun... también con la condición algo deprimida y débil de un principio, es posible que no resista el nacimiento.  También cuando alcanzó los cinco meses, comenzó a presentar problemas; por ello le recomendé reposo absoluto...- explicaba el hombre afueras de la alcoba a Alex y Cristine, mientras una enfermera atendía a su hermana.

- No nos explique- dijo exasperada Alex. Mirándole con desafío agregó.- ayúdela... 

El medico asintió irradiándole con su mirada confianza a la joven.  Volvió a entrar cerrando la puerta detrás de él.

Mientras el esposo de Cristine atendía la taberna, Alex y ella permanecían en las afueras de la alcoba.  Escuchaban los gritos de Susan, su desesperación, conforme pasaban las horas.  Mas horas pasaban.

En un momento y después de casi nueve horas, la enfermera salió y miró ambas jóvenes diciendo.- No va tan bien como esperaban...

-¿Qué pasa?- preguntó Cristine preocupada por el destino de su hermana mas pequeña y la criatura.

La enfermera no se atrevía a explicar.  No podía explicar.  Sus ojos paseaban desde la mirada de una, a la otra. 

-¿no se irá... no va a ...?- preguntaba Alex no atreviéndose a decir "Morir".

En ese momento, el médico sale y ve ambas jóvenes. Era mucho el silencio a contraposición con los gritos que momentos antes su hermana emitía. Ante la mirada de ambas hermanas totalmente agitadas dijo..- le he dado una medicina... que la ha calmado pero...

-¿No va bien?- preguntó Cristine evitando llorar.  Se había prometido no llorar.

-Quiere verlas... a ambas...- dijo el doctor a media voz.- Ustedes como sus tutoras, decidirán que hacer...

 El medico abrió paso dejando a ambas jóvenes ingresar.  Susan se notaba demasiado pálida.  Alex la notaba demasiado indefensa.  Se notaba también incomoda y no era para menos. Ambas hermanas se sentaron de lado a lado del lecho de su hermana y de frente a ella.   En un principio creían que estaba dormida.  En ese momento sus ojos se abrieron parcialmente para observarlas a ambas.

-¿Hermanita?- preguntaba Cristine, tratando de mantener la compostura.

-Alex...- dijo Susan mirando uno y otro rostro.- Cristine...- sonriendo parcialmente.- No se mucho del asunto...- respirando.- Pero por la cara de ese doctor y la enfermera... esto no es... lo que parece...

Alex tomó su mano y Cristine colocó la suya sobre la de Alex apretando ambas con simpatía y amor la de su hermana.

-Vas a salir de esta... vas a hacerlo...- dijo Alex sonriéndole para no preocuparla.- Además... eres mi hermana... eres tan fuerte como nuestro padre... eres una March... ¡¡Vamos y no te rindas!!

Pero esta sonrió.  Cristine no quería perderla; era su hermanita menor. Si algo le pasaba no creía que perdonaría a Sirius Black; no perdonaría a su madre; no perdonaría a Alex, por ser su camarada para sus romances ilícitos con diecisiete años.  Nunca le había expresado sentimentalmente lo que significaba, todo lo que ella representaba en su vida.  Tal vez para que no le llamasen una debilucho, una sentimental. Pero si la quería.

-Es ... bueno...- dijo Susan. Sus pensamientos se iban de la cabeza y de sus labios.- Por favor...si algo pasa conmigo, cuídenlo ustedes... protejan a mi bebé...- ahí su voz comenzaba a acongojarse.- Cuídenlo...

-¡¡no digas eso!!- dijo Alex gritándole.- NO me vengas con eso... Susan March ¡¡Prohíbo que te mueras!! ¡¡te prohíbo que nos dejes!! ¡¡Te ordeno que te quedes a nuestro lado y protejas a tu bebé!!    - comenzaba a llorar.  Cristine incluso se sorprendió: nunca en todos los años conociendo a su hermana la vio llorar. Nunca lloraba.  Vio como apretaba la mano de su hermana con fuerza.- ¡¡Vamos y demuéstrame lo que Sirius vio en ti!! ¡¡no te me rindas!! ¡no te perdonaré si lo haces!!.- ya sollozando.

Susan le observó antes de cerrar sus ojos.  Cristine se puso de pie y salió a buscar el doctor.  Este entró estrepitosamente para revisar la condición de la joven.

-Aun por lo que parece no es tiempo... ha perdido el conocimiento...- y observando a ambas hermanas de la paciente explicó.- Su condición es grave... lo dije...  - y pausando agregó.- Si tuvieran que elegir...

-¡¡no!!- dijo Alex interrumpiéndole.- Sálvelos a ambos... no nos ponga a elegir... no elegiré... le hice una promesa al padre del bebé. Que ella estaría protegida a nuestro cuidado... no voy a faltarle a mi palabra...

Cristine le observó con asombro.  El medico asintió en silencio y agregó.-Pueden quedarse si lo desean... es mejor... bueno...- volviendo a salir de la habitación._ Si notan algún cambio me avisan...

Mientras Susan se encontraba en un lugar amplio y blanco, tan blanco. Buscaba a su alrededor y no había nadie.   Pensó que estaba sola.  Se miró abajo y vio que estaba con la figura de antes de quedar encinta.

-¿Dónde está?- tocándose su vientre y algo preocupada. Miró a su alrededor y comenzaba a asustarse. - ¿Dónde estoy? - y ocurriéndosele algo agregó.- ¿Acaso... acaso...

-No. No estas muerta...- dijo una voz que resultaba conocida a la joven.- Aun no...- en ese momento y delante de ella una figura comenzaba a desplegarse y a formarse en su mirar.  Unos ojos azules y alto, masculina y gallarda, tal como comenzaba a recordarla de años atrás, cuando él murió.  Cuando las circunstancias provocaron que lo perdieran siendo aun unas bebés.

-no puede ser posible...- dijo ella creyendo que se trataba de una ilusión.- No...no puede ser...

-no temas mi pequeña... mi niña querida...- como él le decía cuando era una chiquilla.- mi "consentida" -a la vez que avanzaba y la rodeaba con sus brazos. Se notaba su voz afectada de la emoción de verle. - Mi niña querida...

-Pero tu...- dijo ella también sorprendida, a la vez que se dejaba apreciar por la aparición.- ¿Cómo es posible?- no evitando sollozar.- ¿Cómo es esto ... es posible?

-Oh mi preciosa joya... - dijo el sujeto aun abrazándole.- mi pequeña que ha tenido que pasar por tantas penurias... lamento que mi muerte haya causado en ti tanto sufrimiento...

-Pero ¿qué haces aquí? ¿qué hago aquí?

-No te asustes porque no soy una alucinación... y no estás muerta... aun no...- mirándole y acariciándole su cabeza con ternura.- la verdad es que te dejé siendo una pequeña... mi hijita... aun lo eres, pero no eres una pequeña...- tocando su mejilla con sus dedos.- ya eres toda una jovencita...

-Papá... ¿Estás aquí?- sonriendo nerviosa y al fin abalanzándose con intensidad y fusionándose en un emotivo abrazo. - Si este es un sueño ¡¡no quiero despertar!!

-No hay nada que me des mas alegría que el verte mi pequeña consentida... "mi querida Hada".  Pero debes de volver...- observándole seriamente.- Tal vez estés ahora en un sueño...- mirando a su alrededor.- Esto puedes considerarlo así...

-Entonces si es un sueño...- dijo ella mirando su rostro.- pero ¿Estoy dormida entonces?

-Estás... - dudando decirle.  En su rostro se borró toda alegría para transformarse en abatimiento. -no puedo... por mas que las quiera, no quiero que estén aquí bajo estás circunstancias... vine para no permitir que caminaras mas allá...

-¿Mas allá?- observando detrás de su padre.- ¿Qué hay mas allá?- observando el rostro afligido de su progenitor.

-La muerte... está la muerte mi querida ... no quiero tener que verlas aquí...

-Pero no comprendo...

-Escúchame- tomándola por los brazos y ver aquellos ojos que le devolvían la misma intensidad.-  No puedes rendirte... se que estás cansada... has tenido que pasar por momentos difíciles y lo comprendo... pero no te rindas... la bebé y tu, si no te rindes, estarán juntas...

-¿La bebé? ¿Es una bebé?

-Es una March.- Black. Es una heredera de Ravenclaw... una representación del amor... como ustedes lo fueron para su madre y para mi...- haciendo una pausa.-. No queda mucho tiempo... Susan querida: tienes que volver... tienes que despertar...

-No quiero dejarte... ¿puedes acaso venir conmigo?

-¿De que hablas querida?- sonriéndole.- siempre he estado con cada una de ustedes. En cada momento... pero si te rindes, dejarás todo lo bueno y te perderás de mucho mas...

La abrazó una vez mas y pronto, comenzó a desaparecer delante de la joven a quien conoció como su hija y dijo.- Las amo a cada una de ustedes...- para finalmente volverse todo silencio.

Pronto todo aquello comenzó a tornarse gris.  Escuchaba la voz de alguien.  Alguien la llamaba.  Alguien le decía "Despierta por favor".- en ese momento se encuentra con la mirada de Cristine.

-Ya despertó.- dijo su hermana tomada de su mano.  Comenzó a sentir nuevamente aquel punzante dolor en la parte baja de su cuerpo.  Se notaba que comenzaba  a sentir molestias.

-Alex ¿Dónde está Alex?- preguntó ella.

-Estoy aquí Susan...-dijo Alex apareciendo.

-Vi a papá...- dijo sonriendo y transpirando.  Alex no comprendía que ella le decía. - Vi a papá ... dijo que estaba con nosotros... todo el tiempo...- sonriéndole a su hermana.

Alex no comprendía nada. Cristine le observó para dirigirle la mirada a Alex.  Se notaba que la joven estaba delirando.

-Ya tengo el nombre...- dijo Susan con la voz afectada.- Silvia...- mirando a sus hermanas.- Se llamará Sil...- en ese momento no pudo continuar explicando.

-ha llegado la hora...- dijo el doctor avanzando con la enfermera.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

En ese momento una joven sostenía en sus brazos una preciosa criatura con gran abundancia de cabellos negros en su cabecita.  Parecía una muñequita de juguete a la vez que la observaba dormir en sus brazos. 

Cristine en ese momento llegaba. Miró la cunita colocada por ellas mismas y observó a su hermana cargar a la criatura, mientras giró a un lado para ver a su otra hermana seguramente profundamente dormida.

Ya eran pasada las dos de la mañana.  Pero nadie en el lugar tenía sueño.   Momentos antes, Cristine tuvo que expulsar a su esposo y a su cuñado del lugar porque no querían dejar a la bebé, aunque en todo ese tiempo, Susan dormía.

-Vaya día... ¿no irás a descansar?- preguntaba Cristine sentándose al lado de Alex y hablando en voz baja.

-No tengo sueño...- dijo la mujer acurrucando a su sobrina mientras era cubierta por una hermosa manta de bebé adornada con el escudo de Ravenclaw que Cristine había tejido. -Simplemente, puedo quedarme viéndole y no aburrirme...

-Me recuerda a cuando nació Susan...  apenas que yo era aun muy pequeña... pero mi memoria no me falla...

-Se parece a Susan ... lo admito.. pero tiene algo de Sirius también...- sonriendo maravillada.

-El sujeto parece que al final tuvo tu aprobación...

-Mas que eso...- dijo ella con un brillo en sus ojos.- pero él ama a Susan y si supiera de esto...- viendo a la bebé bostezar y sonreírse ante el gesto de la misma.   -Pero hay que consultar a Susan acerca de eso... tengo en mis planes, no pronto pero si, visitar Londres... se donde están viviendo... y James creo que ingresó al Ministerio de Magia.

-¿cómo crees tu que ella supo que era una bebé? ¿que era una chica? -viendo el cuerpo de su hermana descansar en el lecho.

-Tal vez si era cierto que vio a Papá...- dijo Alex observando también a Susan y después a Cristine.- Recuerda que estaba inconsciente y además, su presión bajó... -sacudiendo su cabeza ante la idea de perder a su hermana.-   la admiro... lo que ha pasado. Es increíble...

-Ni que lo digas... aunque no puedo esperar a tener un bebé...pero con el dolor en el rostro de Susan... tengo miedo...

-mamá aun así nos tuvo a las tres... supongo que contigo fue un infierno...- viendo como su hermana retorcía su rostro ante su sentido del humor.- Después me tuvo a mi y finalmente a Susan...- haciendo una pausa.- Si no nos hubieran querido, si no hubiera amado a papá ... no nos hubiera tenido en primer lugar...

-Ella nos amaba... y amaba a papá... lo adoraba... recuerdo como sufrió con su muerte... pero... ella eligió el giro que hizo en su camino.  Y tuvo sus consecuencias en ello...

Vio como por fin la bebé se había dormido.  Con cuidado la colocó en su cunita.- ¿estará bien dejarla sola? - mirando el lecho de su hermana.- Susan aun duerme...

-Estará bien... - llevándose a su hermana por los hombros.- dejémoslas dormir... - cerrando la puerta detrás de ellas.

Pero la joven March abrió sus ojos al escuchar la puerta cerrada.  Había escuchado todas las palabras dichas por ambas hermanas.  A duro esfuerzo se incorporó solo para mirar el interior de la cunita. Ahí vio aquella criaturita que dormía apaciblemente.

-Sirius...- dijo en un susurro.- Si pudieras verla... es hermosa... es nuestra Silvia... nuestra bebé...

**************

 Se puso de pie en la penumbra de la noche dejando el cuerpo de su esposo en el lecho que compartían y colocándose una bata sobre su figura.   Ella había pensado en eso y mucho mas desde que abandonaron la mesa en el restaurante.

Veinte años.  Habían pasado ya veinte años.   Aun recordaba como si fuera ayer todo aquello.  La verdad es que pasaría por lo mismo hasta cien veces si representaba tener a su lado criaturas de Sirius.  Miraba a su esposo desde la mecedora que había en un rincón de la elegante habitación.

Aunque la herencia genética de causar problemas venía con esos niños.  No le importaba.

Pero la verdad es que, no se atrevía a decirle.  ¿cómo era posible que no pudiera decirle? Le apenaba la situación. No podía dejar de pensar en ello.

Ahí recordó lo pasado en su sueño con su padre.  ¿No había sido un sueño? Ella dudaba que lo hubiera sido. A pesar que Alex y Cristine insistían en decir después que había sido su imaginación. 

Pero la verdad las lagrimas le ganaban. Sollozaba; no podía evitarlo.

Sirius despertó al palpar a su lado y no sentir la caliente figura de su esposa echada.  Levantó su vista y buscó alrededor. Pero estaba oscuro.  Cuando se incorporó una voz dijo.- ¿Te desperté? lo siento...

-¿por que estás despierta? - preguntó el hombre viéndole sentada en la penumbra y la sombra que se hacía en la mecedora.- ¿qué pasa?

-Es que... - haciendo una pausa.- He pensado últimamente mucho en lo que pasamos nosotros... todos nosotros... es difícil no hacerlo...

-las circunstancias nos hicieron separarnos... no es culpa de nadie... - haciendo una pausa..- _pero me preocupas mas tu... estás muy extraña desde que nos casamos... ¿acaso te arrepientes?

-¿Bromeas?- preguntó ella.- Claro que no... desde siempre, soñé con ese momento...

-pues ven aquí...- dijo con afecto. En ese momento ella fue y encontrándose acostada y rodeada amorosamente por los brazos de su esposo. En un susurro cerca de su oído dijo - tu valentía no tiene fronteras...- dijo el sujeto.- Preferiste enfrentar todo sola sin acusar, sin apuntar a culpables.  Recuerdo la noche que perdiste tus padres en que solo pensabas en continuar tu vida. Pero se que los amabas... aunque te hubieran hecho pasar lo que fuese... y has sido una excelente madre para nuestra hija...

 -¿Lo crees? ¿en verdad?-emocionada ante sus palabras.

-Claro que si... esperé mucho tiempo para volver a encontrarte... aunque tu me encontraste a mi... - respondió inmediatamente y sonriendo pero ella lo notaba sin necesidad de verlo.- además, soñaba con este olor a frutas que siempre traes en ti...- besándole en su cuello y sus hombros a la vez que consideraba la bata que llevaba la mujer puesta un impedimento y le retiraba delicadamente de su cuerpo.- siempre te amaré... siempre...

Pero no evitó temblar. Porque siempre había sido así. Y esa era la parte en verdad que le fascinaba; no importaba el tiempo que pasara o las circunstancias o mas aun, los años.   Porque él había sido el primero y el único en su vida.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-La verdad es que no considero a Silvia tan difícil Harry.- Reclamaba la señora Weasley a solas a Harry; Ron, Hermione y Ginny quien estaba con ellos en ese momento sentados en la mesa desayunando.- A mi parecer es igual a Sirius Black y mas que todo, es muy educada y amable...

Ron no pudo evitar sonreírse.  Le habían narrado los eventos desde la entrada de Silvia a la vida del hijo de James Potter.

-Pues con todo respeto, pero esa mujer es algo complicado.  Si no conocí a Sirius cuando era joven, nada mas hay que ver a Silvia...- dijo el con seriedad.- O eso dice Susan...

-La verdad es que no tengo ganas de regresar a Hogwarts...-dijo Ron bostezando  y cambiando el tema.- Este año será mas difícil aun... con todo lo que pasa siempre que entramos al colegio...

-atraemos los problemas a nosotros...- reclamó Hermione atrayendo la mirada de Harry.- Que no los hubiera este año, me sorprendería...

-Pues un año en paz no le hace daño a nadie...- dijo Ron respondiéndole.- Necesitamos mas vacaciones que los del colegio... para lo que pasamos en cada año...- observando a su madre preguntó.- ¿Tus años en el colegio fueron tan complicados?

Cuatro pares de ojos fueron a dar a la mujer para comenzar a ponerse nerviosa y ponerse de pie y decir.- Bueno... cada año tiene su particularidad...- Tomando las tazas y colocándolas en el fregadero.- ¿por qué no van y se divierten? Juegan quiddicht o hacen algo...

Ya fuera de la cocina los cuatro jóvenes se observan unos a otros y Ginny dice.- ¿pero por qué se ha puesto tan nerviosa?

-Quien sabe...- respondió Ron. 

-¿Creen que veremos a Sirius antes de volver al colegio?- preguntó Hermione.

-Realmente no se...- dijo Harry .- pero si es feliz ¿Qué podemos hacerle?- sonriendo.

-pues mira que ya tienes una familia: Un padrino animago ilegal y aparte de todo, fugitivo (hasta hace poco), su esposa que es Ex mortifaga y una chica que te trata como su hermano... -con una gota en su cuello dijo- Bueno, no todas  las familias son perfectas...

Ahí vieron en la distancia como debajo de unos árboles estaba una pareja echada en la hierba. -¿No es esa Silvia?- preguntó Ron observando a la distancia.- ¿Harry?

-No logro ver de aquí...- en ese momento un par de gemelos con una sonrisa de complicidad se acercan a todos con algo en sus manos.

-Pues tal vez podamos ayudar...- dijo fred.

-estábamos probando estos binoculares que Fred y yo hemos innovado cuando nos percatamos en aquella pareja...

-Que nuestra madre no se de cuenta...- dijo Fred sonriendo y pasándole los binoculares a Harry.- Es algo estricta con relación a las novias...

-Si claro, solo porque "somos hijos de nuestro padre" - dijo George imitando la voz de su madre.- Por lo que parece mi padre era todo un conquistador en su tiempo...

Harry puso sus ojos a través de los binoculares.   Sorprendido ante lo que observaba se retiró los binoculares y entonces Ron los tomó.

-¿Es la hija de Sirius, no?- preguntó Ron ante la imagen que se desvelaba a través de los binoculares. Uno por uno vieron a través del aparato a una amorosa pareja en la sombra de los árboles.

Porque la imagen de su hermano besando a la joven Black no le caía de sorpresa a ninguno. Después de todo Silvia siempre decía que eran "amigos solamente" pero ¿llegarían a ser amigos como su padre y madre lo fueron?

Harry prefería no pensar en ello.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-* dos días después....

-bienvenidos.- decía Remus ante la puerta de su casa, cuando vio a la pareja recién casada en su frente.- ¿Cómo les fue de viaje de bodas?

-Fue hermoso...- dijo Susan mientras su esposo le quitaba su abrigo de sus hombros.- ¿dónde están Harry y Silvia?- preguntó. Buscando alrededor un indicio de su hija y del ahijado de Sirius.

-¿No lo saben?- preguntó Emely apareciendo en el salón con una gran bandeja con té y bocadillos.- Se fueron hace unos cuantos días con Ron Weasley a la Madriguera....

-¿La madriguera?- preguntó Susan.

-La casa de los padres de Ron Weasley... - aclaró Sirius.- ¿por qué no nos avisaron?

-No lo quisieras saber...- decía Remus.- Créeme... pero en palabras de Tu hija "¿para que enviar una lechuza cuando ni siquiera se ocuparán de leer el correo?"

Susan estaba azorada ante el mensaje de su hija. Siempre era igual.  Sirius mientras solo tragó para tomar el té que Emely le brindaba. Remus ciertamente la actitud de la joven hija de su mejor amigo, no le caía para nada de improviso.

-Y bien...- dijo Emely cambiando el tema..- Ahora que estarán unos días solos en casa... porque según creo, Harry y Susan se irán de allá a Hogwarts... hemos decidido..- dijo mirando a Remus quien asintió.- Vivir Remus y yo juntos... me mudaré aquí...

-Pero Emely.- preguntaba Susan algo confundida.- ¿Qué dice tu hijo de todo esto?

-no vas a creer esto: tu hija lo convenció que era lo mejor...- Aquí Susan se sorprende y Emely dice:- Esa niña es todo de ustedes y una pizca de nuestra querida profesora Alex.  Dijo que "tener un padre cuando uno está ya grande es lo mejor del mundo: Es como tener un mejor amigo y siempre hacen hasta lo imposible por darte mucho cariño y lo mejor de todo es que nuestras madres, estarán felices".  La verdad Susan que criaste a una filósofa...

Susan sonrió no evitando surgirle una gota en su cuello.  La verdad es que, Silvia era todo lo que había anhelado y mas.

-Ella tiene razón.- dijo Sirius horas después cuando salían de casa de sus amigos.  Se habían quedado incluso, cenando. Iban abrazados todo el camino a su casa, que la tendrían para ellos solos.- Criaste a nuestra hija muy bien... estoy tan orgulloso de ti... aunque admito que, me hubiera gustado estar allí... evitando que Alex le contara historias a nuestra hija... porque tengo la impresión de que esos deslices y además, ideas de nuestras vidas y como somos, los sacó de esa hermana tuya...

-Hice lo que pude... aunque si tuve ayuda de Cristine y Alex... y admito que a Alex, se le fue la mano.-con una gota en su cuello.- Adora a Silvia... y te tiene una alta estima Sirius.

-Yo también la quiero mucho...- dijo él guardando silencio ante los secretos que Alex y él compartían. Por mas que Alex habría dicho que era la hermana de Susan y que Sirius no dudaba de su amor por la mujer, ciertos encuentros con la hermana de esta, hubiesen causado una revolución.  Y mas aun, cuando Susan en sus años juveniles era insoportables sus celos,  y eso era cuando no tenían ninguna relación.

Pero su duda acerca de si Alex le contaba algo a ella, iban a aclararse.

-No me contarás...- dijo Susan de la nada.

-¿Qué cosa?

-Acerca de Alex...- dijo mirándole a la vez que caminaban y aun del brazo del hombre.- De ti y de Alex...

El rostro de Sirius no cambió su expresión.  Estaba calmado e indiferente ante la interrogante de su mujer.

-Porque  créelo o no, Sirius... yo sabía lo que Alex sentía por ti...-dijo sorprendiéndolo. -estaba atraída por ti... incluso, no dudo que estaba enamorada de ti...

-¡¡Vamos Sus...!! ella me llevaba dos años...

-Lo que no evitó que aun así saliese con James...- dijo Susan con su mirada algo apenada. - lo ultimo que quiero, son secretos.... lo ultimo que quiero, son mentiras...

-No son ni secretos ni mentiras....- él le miró sorprendido.- ¿Qué se ha metido en ti?- manteniendo la compostura.- ¿Ahora estás celosa de una mujer que no he visto en siglos? Porque no amo a Alex.

 -No digo que sea así...- discutió Susan. En ese momento, ambos llegaron a su casa.- Pero algo intrigado te tenía... admítelo: Porque se que, cuando venía a Londres se reunía contigo...

-Oye: Suenas como si creyeras que te fui infiel con tu hermana... ¿Susan que te pasa? ¿acaso comiste algo en casa de Remus que te cayera mal?

Susan comenzaba a llorar y se abrazó del sujeto.  Él respondió a su abrazo con ternura. Ambos ingresaron a su casa y Sirius mantuvo silencio; pero no así Susan.

-Lo siento...- dijo ella .- Es que, cuando Alex hablaba de ti, lo notaba en su mirada.  En su sonrisa.  No dudaba que te hubiese atraído.  Alex era todo lo que no era yo...

-Mira: lo que haya habido entre Alex y yo (que te aseguro, que no fue nada) pasó años atrás... era tu hermana. Era la única conexión entre tu y yo...

-Y yo siempre lo he sabido...- dijo ella limpiando sus lagrimas.- Siempre... porque se que nunca me olvidaste... siempre lo supe en mi corazón...

-Por algo regresaste ¿no?

-Si...- dijo ella siendo besada por su  esposo, no evitando sonrojarse sutilmente. - oye: tengo algo que decirte...- Guiándolo para que se sentara.

-¿qué puede ser lo que me tienes que decir?- sonrió él ante el misterio que envolvía a la mujer delante de él.  Ella se iba a sentar al otro sillón, pero él la jaló impetuosamente, cayendo en sus brazos.- ¿Adónde crees que vas? -dijo en susurro cerca de su oído.- No te separas tan fácil de mi... te quiero tener siempre a mi lado...- besándole el lóbulo de su oreja.- siempre... ¿a ver Señora Black? ¿qué tiene que decirme?

|-bueno... es que... hay algo que debes de saber...-decía ella con nerviosismo.

-¿Qué cosa puede ser?- Sonreía él ante la expresión de la mujer. Estaba algo roja y aun permanecía en sus brazos. Pero se le hacía difícil a ella canalizar su idea ante los toques que realizaba Sirius en su estilizada figura.  Pero a él le gustaba provocarla.

-¡¡Si no paras, no te lo diré!!- decía ella tratando de enfocar lo que diría. Esa expresión solo provocó una risotada de su marido.

-Bueno Señora... déjeme decirle que estamos solos en casa y que no pienso desaprovechar ni un momento a tu lado...- besándole nuevamente.

-Deja eso para después...- dijo ella sonrojada.- Lo que tengo que decirte, es serio...

-Bueno: bien.- dijo él algo desanimado ante la negativa de su mujer. - vaya que te gusta hacerte rogar.  Eso no ha cambiado con los años...

-Eso y muchas otras cosas...- dijo ella algo seria.- en los últimos días, me he sentido extraña... como no me sentía en años... y todo tiene una razón... y nuevamente esa razón la tienes tu...

-¿Extraña en el buen sentido o en el malo?- preguntó seriamente al ver el nerviosismo de la mujer.

-Depende de cómo lo tomes...- dijo ella mas nerviosa.  Incluso sus labios estaban pálidos y temblaba. -Es que, sabes muy bien que tengo 37 años... y ...

-Se que tienes 37... ¿Qué tiene que ver tu edad con todo?

-Es que aun con 37 años puedo tener bebés... aun soy joven...

-Nadie ha dicho que eres una anciana Sus...- dijo Sirius no evitando reírse. Pero cuando la idea vino a su mente, dejó de reír observándole seriamente.- ¿Susan? ¿Acaso quieres tener un hijo?- poniéndose de pie.

-¿Tu no?- preguntó ella sonriéndole y tomando su mano.

El la observó para fijarse solo en aquella mirada soñadora que conoció años atrás.  Su silencio parecía para Susan, de siglos y él dijo.- ¿Estás segura?

-Bueno... si no quieres....

-Claro que si quiero... ¡¡Nada me haría mas feliz!!- dijo el hombre calmando los nervios y el sentir de la mujer.- Ahora podría estar ahí para nuestro hijo... - riendo nervioso.

-Que bueno que dices que si...- dijo ella desahogándose.- No sabía como lo tomarías...- sintiendo un alivio en su corazón. -porque ya es un poco tarde para arrepentimientos...- sonriéndole al hombre ante su mirada algo confusa.- Porque si estoy esperando... ¡¡Voy a tener un Bebé!!.

Sirius se quedó mirándole sorprendido ante esta noticia, incluso tuvo que sentarse nuevamente para evitar que las piernas le fallaran y desmayarse ahí mismo.  Porque la idea era aun bastante confusa.

Pero sonrió. Sonrió ante el rostro de su esposa que lo miraba demasiado feliz. Porque si ella era feliz, él lo era también.  Y no le quedó de otra que buscar sus labios y celebrar juntos aquel acontecimiento.

Porque esta vez, si estaría para ella...

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Mañana regresamos al colegio...- dijo Ron en un susurro a Harry cuando ambos se vestían para dormir.- Vaya que ha sido un verano lleno de sorpresas para ti...

-Y para Sirius....- dijo Harry.- Aunque esto de ganarme una hermana mayor, no estaba en mis planes...- exhalando inconforme ante la idea de Silvia.

-Bueno... pero familia tienes ya... es lo que Hermione dijo: ninguna familia es perfecta... hablando de Hermione.- Sonriéndole.-veo que ustedes dos pasan mucho tiempo juntos...

-No es nada... sabes que Hermione es nuestra mejor amiga...

-Si pero no puedes negar que ella contigo es mas atenta... lo único que hace conmigo es discutir... sin embargo, es mas amigable y hasta se preocupa por ti...

Harry se sentó en su cama y se quitó las gafas sin responderle a su amigo. Finalmente dijo.- ustedes: Tus padres, tu, Sirius, Susan , Silvia y Hermione son mi familia.  No son sanguínea pero son ustedes los que desinteresadamente se preocupan por mi...  además, solo somos amigos... aun no me ...

-¿Hablas de lo de Cho? Ah Harry... esa chica te lleva un año.  Es atractiva, si lo es.. pero ... - exhalando- si se interesara realmente en ti, no se fijara en Cedric quien por cierto era el campeón de Ravenclaw... ¿Por qué siempre se fija en los populares o los fuertes? Hermione dice que, lamentablemente Cho se acercó a ti, para tener algo de Cedric cerca, porque a diferencia mía, dice que Cedric si le importó.  Pero se acercó a ti, por tu amistad con Diggory.

Harry y su amigo intercambiaron miradas un par de segundos.  Tal vez Hermione tenía razón.  Cho Chang tal vez si quiso a Diggory ¿pero acaso quería a Harry también? Porque Cho había sido la primera chica que le había gustado.

¿No habría futuro para ellos? Porque ellos pasaron todo el verano sin siquiera escribirse, a pesar de que el año de Hogwarts, fue especial para ambos.

Pero no hubo tiempo de que Harry y su amigo, siguieran hablando; en ese  momento, una agitada Silvia ingresa en el cuarto y espantando a ambos jóvenes mientras Hermione y Ginny venían detrás.  Pero Silvia se mostraba algo molesta ante algo.

Ginny dijo finalmente.- Harry: Sirius ha escrito... a ti y a Silvia... tienen algo que decirles....

Pero Silvia seguía algo anonadada.

-¡¡Tengo 20 años!! Soy aun demasiado joven... ¿O sería vieja? ¡¡Bueno como sea!!- gritaba agitada.- ¡¡AH HARRY!! - abrazándose al joven Potter sorprendiéndole -¡¡Una cosa ha pasado!! Pero ¡¡Esos dos tienen la culpa!!

-¿qué es lo que le pasa?- preguntó Ron a Hermione quien sonreía ante la actitud de Silvia mientras Harry le consolaba.

-Está feliz por algo, pero al mismo tiempo dice que, está demasiado joven para ser niñera o muy vieja con diferencia para algo así...

-¿Algo como que? - al notar que la risa tomaba posesión de Hermione y le impedía hablar.-¿Qué es lo que pasa?

-Harry: Sirius y mi madre... mis padres, van ¡¡A tener un bebé!!

-Silvia: ¿acaso mi hermano te volvió loca debajo de los árboles?- dijo Ron sorprendiendo a Silvia con esto.-  ¿Cómo que van a tener un bebé?

-nos acaban de escribir...- dijo Silvia y tratando de ignorar el comentario de Weasley- Mira: "queridos Harry y Silvia: tenemos una noticia que darles...¡¡Seremos padres!! Silvia: Tendrás un hermanito menor. Esperábamos que regresaran para ir a Hogwarts a casa, pero dado a que es el último día y no han vuelto les contamos esto... Susan está bien: les manda besos y todo su amor... escríbannos cuando reciban esto; Sirius."

Harry, Hermione, Ron y Ginny se quedaban observando el drama de la joven Black ante las noticias.  Anunciaba algo de "Que nadie la reemplazaría como lo máximo" y que "Escribiré a Alex y Cristine para contarles su decir" porque a pesar de todo, estaba feliz. Solo que lo tomaron demasiado desapercibidos.

Pero Harry sabía que, Sirius lo apreciaba.  Susan lo amaba y Silvia a sus padres.  No importando lo que decía o sintiese en ese momento.

Si se encontraba feliz...

Pero los dejarían para irse a Hogwarts... tal vez cuando volviesen, ya  habría otro miembro de aquella familia que Hermione dijo que no era "perfecta" que ninguna familia lo era. Pero se equivocaba pensaba Harry: Porque esa familia "su familia" si era perfecta. Porque todos se amaban....

------------------ Fin EPILOGO III-------------------