Ausencias

Lucy no podía creer lo que veía ante ella, estaba ausente de sí misma, no podía pensar y tampoco podía moverse. Por su cuerpo recorrió un escalofrío helado, y al mismo tiempo sintió como su sangre hervía de coraje, de impotencia. Perdió la razón, ya no pensaba en Latis, su corazón gritaba de dolor como si las heridas fueran de ella, solo quería destruir a aquella que había provocado tanto dolor.

Sin siquiera pensarlo, a su alrededor, su magia ya había empezado a trabajar, su ataque fue completamente nuevo, lleno de ira. Con lágrimas en los ojos se limitó a pronunciar unas palabras casi para sí misma, pero en dirección de Ayumi.

- IN...FIER...NO...!!

Con estó, todo lo rodeaba a Ayumi comenzó a arder, la tierra se estremeció y el cielo rugió. Todos los allegados a Lucy también temblaron, no fue tanto el ataque que causó una destrucción impresionante, sino temieron por Lucy que sólo reflejaba vacío en su mirada e inconsciencia en sus movimientos.

- Jajajajajajaja – se escuchaba en lo alto del cielo – después de todo si tienes agallas Guerrera del Fuego, para tu consuelo, mira a tu novio!,  no está muerto aún...sería muy pronto – cambiando de su mirada a una de mayor satisfacción de sí misma – Sin embargo, me ahorraste el tener que matar a Guruclef.

- ¿Qué es lo que quieres decir?

- Por que no lo ves por ti misma Lucy – Respondió Ascot que en segundos se unió a su compañera en lo alto del cielo. Y tomándola de la mano, ambos se alejaron del lugar.

- Guruclef!!!!!!!!!!!!!!!! – Se oyó a Marina gritar

Lucy confundida volteó a ver hacia la dirección de donde provino el grito... Ahora entendía las palabras de  Ayumi.

En los brazos de Marina, que trataba de contener sus lágrimas, yacía Guruclef que se desangraba rápidamente,  con la voz quebrada Marina trataba de alentarlo, de confortarlo , o tal vez esas palabras eran para confortarse a si misma, Guruclef que no hacía caso a la joven que lo abrazaba, levantó una mano hacia el rostro de ella y con el poco aliento que le quedaba y lágrimas en sus ojos susurró " Ma..ri..na..ahora moriré en paz, pero solo me arrepiento de algo...... no haberte dicho...... lo mu..cho que te ................. amaba................."; con esta última palabra Guruclef  cerró sus ojos para no volverlos a abrir jamás, Marina lo abrazó con más fuerza y siguió llorando.

Anaís con lagrimas en los ojos ayudaba a Latis, mientras Lucy miraba en shock sus manos, era demasiado, había matado a un amigo muy querido, ahora ella cargaría sobre sus hombros la muerte de Guruclef y más aún, el odio de alguien que era más que su amiga, su hermana... MARINA!!!.

Las imágenes, de Guruclef muerto y las lágrimas de Marina pasaban por su mente una tras otra a gran velocidad, era demasiado para sus neuronas y lo poco que le quedaba de conciencia, no soportó más y Lucy cayó inconsciente al frío suelo que yacía frente a ella.

Todos estaban desconcertados, no sabían que hacer, estaban paralizados y aun no podían asimilar los hechos que acababan de ocurrir hace apenas unos momentos, después de algunos momentos, Caldina y Ráfaga reaccionaron, y como si fueran una misma persona, se pusieron de acuerdo sin decirse palabra; Caldina Corrió al lado de Marina que lloraba amargamente, mientras tanto,

Anaís se ocupaba de las heridas de Latis con su magia, y Ráfaga, corrió a levantar a Lucy.

Una vez que Latis, pudo recobrarse, miró a su alrededor no pudo entender lo que había sucedido, solo recordaba, el gran dolor que Ayumi le había provocado antes de perder el conocimiento, su inmediata reacción fue de impotencia, sabía que no había sido lo suficientemente poderoso para siquiera ver venir el ataque de esa mujer, ahora por eso, Guruclef estaba muerto, y sin entender como, el cuerpo inconsciente de su amada yacía en los brazos de Ráfaga.

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Era lo que se podía oír en los dominios de Ayumi y Ascot, ambos no podían creer, que el día de hoy, todo había salido mucho mejor de lo que habían planeado. Realmente hoy no pensaban más que hacer una presentación de Ayumi ante las guerreras, pero el que Lucy haya matado a Guruclef, simplemente superó cualquiera de sus expectativas. Con ese simple hecho, las cosas se ponían más interesantes y divertidas para ellos.

- Ves, te dije que no debíamos preocuparnos por las guerreras

- Ummm....Si ya veo que tenías razón – Dijo casi sin aliento

- Siempre tengo razón -  dijo mientras recorría con besos el largo cuello de Ayumi y sus manos se enlazaban con las de ella – y no merezco una recompensa???

- Ummm..., lo que... quieras

Dijo mientras los últimos rayos de luz se desvanecían, para dar paso a la oscuridad que tanto les agradaba.

Que tal, lamento mucho no haber subido el capítulo antes, pero la inspiración no se hacía presente!!, bueno, espero les guste y ya saben, para lo que gusten, escriban a  saintryujin@hotmail.com

Nos vemos!!!