COMO DOS IMANES
CAPITUOLO 2: DETENCIÓN
- Harry, despierta.- dijo Ron, balanceando a su compañero.
Él abrió los ojos a regañadientes. El poco sol que había entraba por la ventana y le molestaba en la cara. Tenia muchisimo sueño. Miró el despertador.
- Ron...estas loco??? Porque me despiertas a las 6 de la mañana de un sabado???
- Queria practicar un poco de quidditch.- contestó el pelirojo.
- Vete tu solo, porque si salgo de la cama será para matarte.-susurró Harry, y se tapó fuertemente con la colcha.
Ron se la arrancó de cuajo.
- Levanta dormilon!
- Ron, amigo mio, es sabado por la mañana... SABADO... no he dormido casi...
- Si no te hubieras ido por la noche por ahí ahora no tendrias sueño.- repuso el pelirojo.
- Lo sabias..?
- Te oí salir de la cama.- dijo el muchacho.
- Lo sabias y has tenido la mala leche de despertarme?
- Sip.
- Eres cruel, despiadado y manipulador. Quiero seguir durmiendo.-reclamó el ojiverde.
Ron lo cogió por la muñeca y estiró hasta que Harry quedó fuera de la cama, en el suelo.
- Te espero abajo.- dijo Ron, y salió por la puerta.
Harry suspiró y se levantó.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Bajó con la escoba en la mano. Ron estaba sentado en el sofá, frente a la chimenea.
- Si que has tardado!-dijo Ron.- Vamos.
Salieron por el retrato de la dama gorda (Porque me despertais a estas hora? Hay que ver que mala leche!) y bajaron las escaleras de marmol. Pasaron frente a las puertas del Gran Salon y les vino un olor a comida. Pero pasaron de largo.
- Ron, quiero comer!
- Primero practicaremos.- dijo Ron.- luego comeremos.
Harry gruñó. Llegaron al campo de quidditch y montaron sus escobas. En cuanto el aire chocó contra la cara de Harry, este se despertó. No habia nada como volar.
Estuvieron una hora entera practicando. Ron se habia decidido a mejorar como guardian (cosa que Harry apoyaba, excepto si incluia despertarlo a las 6) y ser lo tomaba muy enserio.
Cuando decidieron hacer un descanso, Hermione salió al campo y se dirigió hacia ellos con dos tostadas en la mano y una en la boca. Les dio una a cada uno y siguió mordiendo la suya.
- Supuse que estariais aquí.- explicó la chica.
- Me ha despertado a las 6 de la mañana.-repuso Harry, como esperando que Mione se escandalizara.
- Lo se.- dijo ella.
- Hoy es sabado!- se indignó el ojiverde.
- Lo se.- repitió.
- Que le pasa a todo el mundo?!- se desesperó el muchacho.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Despues de estar una hora mas en el campo, fueron al Gran Salon a comer algo mas. El comedor ya estaba lleno de gente y Harry vendició ese ambiente. Acabaron de desayunar pronto y salieron a los jardines.
- Deberias ir a Madame Pomfrey.- le dijo Ron a una Mione muy constipada.
- Sobreviviré.- dijo ella.
- No creo...
Harry divisó a lo lejos como una figura salia a los jardines. Nicole miró hacia los lados y cuando lo vio se dirigió hacia él.
- Harry!- lo llamó cuando estuvo un poco cerca.
Ron y Mione tambien se giraron. Nicole se hacercó mas.
- Hola.- dijo el ojiverde.
- Queria decirte que el castigo de McGonagall es esta tarde a las 8 de la noche.
Harry asintió.
- Gracias.
- Bueno, nos vemos esta tarde.- dijo ella, y se giró para irse corriendo.
- Quien es tu amiga?- dijo Ron, no mirando precisamente la cara de la chica.
- Nicole Nott.
- Vale Harry, explicanoslo todo.- dijo Mione mirandolo asombrada.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Esa noche Harry cenó a las 7 para poder llegar a tiempo a la detencion. Parecia que Nicole habia tenido la misma idea, pues tambien bajó a cenar sobre esa hora. Harry acabó pronto, así que fue a la sala comun a leer un rato. Tocadas las 8, se dirigió al despacho de McGonagall. Picó con los nudillos un par de veces.
- Adelante.- dijo una voz desde dentro.
Harry pasó. McGonagall estaba sentada en su silla. Nicole estaba frente a ella con las manos agarradas atrás. Filch estaba de pie, con la señora Norris a sus pies.
- Bien. Los dos acompañarán a Filch hasta la sala de trofeos y los limpiaran todos. Sin magia.
Los dos asintieron. Filch sonrió complacido.
El camino hacia la sala de trofeos fue silencioso. Filch iba sonriendo. Cuando llegaron, los dejó dentro con dos trapos y un cubo de agua y cerró la puerta con llave. Los dos se miraron y sonrieron. Se quitaron las tunicas y se arromangaron. Cada uno cogió un trapo y se puso a trabajar.
- Siento que te hayan castigado por mi culpa.- dijo Harry, frotando un trofeo que estaba realmente sucio.
- No fue culpa tuya, yo me ofrecí a acompañarte.
Harry sonrió.
- Oye, es un poco raro, nos llevamos bien y...somos totalmente diferentes...ya me entiendes.- el chico hizo un gesto con la mano.- tu eres hija de un mortifago y yo el principal enemigo de Voldemort.
Nicole se extremeció ante el nombre pero no dijo nada.
- Bueno, ya sabes, polos opuestos se atraen.-dijo ella.
Se quedaron en un silencio, que Nicole rompió.
- Mi padre quiere que sea mortifaga.-dijo, mirando el trofeo que limpiaba, sin atreverse a levantar la vista.
El trofeo que sostenia Harry casi se le cayó de las manos. La miró estupefacto.
- Vas a ser...vas a ser...
- Seremos enemigos en el futuro, Harry.- dijo ella muy seria.
- Y tu...quieres serlo?
Esta vez Nicole si que lo miró.
- No! No quiero luchar ni matar a nadie, ni que me maten ni tener que servir a un ser tan asqueroso y tan lleno de maldad.-dijo ella.- pero no tengo elección. Mi padre manda sobre mi.
Harry bajó la vista hacia los trofeos. Estuvieron un rato en silencio. Solo se oía el fregar de los trapos.
- Estas enfadado?- dijo Nicole despues de un rato.
- Yo? Porque?
- Porque voy a ser mortifaga.- dijo ella mirando sus zapatos.
- No! Si no tienes mas remedio no es tu culpa. No estoy enfadado.-dijo Harry, cogiendo otro trofeo.
- Bien...aun falta mucho para que sea mortifaga...
- Bien.
- Podemos aprovechar el momento hasta que el dia llegue.- dijo Nicole.
- Perfecto.
Se sonrieron. Siguieron hablando una hora mas sobre profesores, clases, alumnos, amigos...hasta que acabaron todos los trofeos.
- Como pretende Filch que le digamos que hemos acabado?- dijo Nicole mirando la puerta.
- Ni idea.- se encogió de hombros el ojiverde.
Estuvieron esperando un cuarto de hora hasta que Filch se decidió a aparecer. Les abrió y se marchó con la señora Norris maullando.
Los dos se sonrieron. Nicole hizo un gesto con la mano y se fue hacia la Torre de Slytherin. Harry tambien caminó hacia la de Gryffindor.
- Contraseña?- dijo la dama gorda.
- Mandragora ardiente!
El cuadro se retiró y le dejó paso. Harry entró. Ron y Mione le esperaban sentados en los sillones.
- Que tal el castigo?-dijo Ron.
- Por tu cara, parece que muy bien.- constó Mione perpleja.
- Bueno, tenia compañía, no ha estado tan mal.
- Ya... no ha estado tan mal? O ha estado muy bien?
- Ya basta Ron, no empieces con eso...
- Te gusta Nicole. En serio! - dijo al ver la cara de su amigo.- Vamos, estas colado por ella!
- No digas mas tonterias, me voy a la cama...
- Dijo un Harry muy sonrojado...-comentó Ron.
- Ahora te dedicas a escribir historias?- dijo el ojiverde, parandose a medias escaleras.
- No, solo dicto la realidad.
- Vale! Se acabó!- Mione se levantó.- A la cama los dos.
- Eh, tu no eres mi madre!- dijo Ron.
- Pues haz ver que soy tu esposa.- dijo Mione empujandolo hacia la escalera.
Harry se quedó estatico. Una discursion de amor entre ellos. Alomejor salía algo interesante y se decian de una vez por todas lo que sentian el uno por el otro.
- No estamos casados. Ni siquiera eres mi novia!
- Tenemos que discutir esto?- dijo Mione.- A la cama!
Ron resopló molesto y se dirigió al dormitorio. Harry miró a Mione.
- Que? - dijo ella muy sonrojada.- Solo era una excusa!
- Ya, claro...
Mione se dirigió al dormitorio de las chicas y Harry subió las escaleras. Cuando entró en el dormitorio, Ron estaba tumbado ya en la cama. Se removia inquieto entre las sabanas rojas. Harry supo perfectamente que estaba pensando en Mione.
CAPITUOLO 2: DETENCIÓN
- Harry, despierta.- dijo Ron, balanceando a su compañero.
Él abrió los ojos a regañadientes. El poco sol que había entraba por la ventana y le molestaba en la cara. Tenia muchisimo sueño. Miró el despertador.
- Ron...estas loco??? Porque me despiertas a las 6 de la mañana de un sabado???
- Queria practicar un poco de quidditch.- contestó el pelirojo.
- Vete tu solo, porque si salgo de la cama será para matarte.-susurró Harry, y se tapó fuertemente con la colcha.
Ron se la arrancó de cuajo.
- Levanta dormilon!
- Ron, amigo mio, es sabado por la mañana... SABADO... no he dormido casi...
- Si no te hubieras ido por la noche por ahí ahora no tendrias sueño.- repuso el pelirojo.
- Lo sabias..?
- Te oí salir de la cama.- dijo el muchacho.
- Lo sabias y has tenido la mala leche de despertarme?
- Sip.
- Eres cruel, despiadado y manipulador. Quiero seguir durmiendo.-reclamó el ojiverde.
Ron lo cogió por la muñeca y estiró hasta que Harry quedó fuera de la cama, en el suelo.
- Te espero abajo.- dijo Ron, y salió por la puerta.
Harry suspiró y se levantó.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Bajó con la escoba en la mano. Ron estaba sentado en el sofá, frente a la chimenea.
- Si que has tardado!-dijo Ron.- Vamos.
Salieron por el retrato de la dama gorda (Porque me despertais a estas hora? Hay que ver que mala leche!) y bajaron las escaleras de marmol. Pasaron frente a las puertas del Gran Salon y les vino un olor a comida. Pero pasaron de largo.
- Ron, quiero comer!
- Primero practicaremos.- dijo Ron.- luego comeremos.
Harry gruñó. Llegaron al campo de quidditch y montaron sus escobas. En cuanto el aire chocó contra la cara de Harry, este se despertó. No habia nada como volar.
Estuvieron una hora entera practicando. Ron se habia decidido a mejorar como guardian (cosa que Harry apoyaba, excepto si incluia despertarlo a las 6) y ser lo tomaba muy enserio.
Cuando decidieron hacer un descanso, Hermione salió al campo y se dirigió hacia ellos con dos tostadas en la mano y una en la boca. Les dio una a cada uno y siguió mordiendo la suya.
- Supuse que estariais aquí.- explicó la chica.
- Me ha despertado a las 6 de la mañana.-repuso Harry, como esperando que Mione se escandalizara.
- Lo se.- dijo ella.
- Hoy es sabado!- se indignó el ojiverde.
- Lo se.- repitió.
- Que le pasa a todo el mundo?!- se desesperó el muchacho.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Despues de estar una hora mas en el campo, fueron al Gran Salon a comer algo mas. El comedor ya estaba lleno de gente y Harry vendició ese ambiente. Acabaron de desayunar pronto y salieron a los jardines.
- Deberias ir a Madame Pomfrey.- le dijo Ron a una Mione muy constipada.
- Sobreviviré.- dijo ella.
- No creo...
Harry divisó a lo lejos como una figura salia a los jardines. Nicole miró hacia los lados y cuando lo vio se dirigió hacia él.
- Harry!- lo llamó cuando estuvo un poco cerca.
Ron y Mione tambien se giraron. Nicole se hacercó mas.
- Hola.- dijo el ojiverde.
- Queria decirte que el castigo de McGonagall es esta tarde a las 8 de la noche.
Harry asintió.
- Gracias.
- Bueno, nos vemos esta tarde.- dijo ella, y se giró para irse corriendo.
- Quien es tu amiga?- dijo Ron, no mirando precisamente la cara de la chica.
- Nicole Nott.
- Vale Harry, explicanoslo todo.- dijo Mione mirandolo asombrada.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Esa noche Harry cenó a las 7 para poder llegar a tiempo a la detencion. Parecia que Nicole habia tenido la misma idea, pues tambien bajó a cenar sobre esa hora. Harry acabó pronto, así que fue a la sala comun a leer un rato. Tocadas las 8, se dirigió al despacho de McGonagall. Picó con los nudillos un par de veces.
- Adelante.- dijo una voz desde dentro.
Harry pasó. McGonagall estaba sentada en su silla. Nicole estaba frente a ella con las manos agarradas atrás. Filch estaba de pie, con la señora Norris a sus pies.
- Bien. Los dos acompañarán a Filch hasta la sala de trofeos y los limpiaran todos. Sin magia.
Los dos asintieron. Filch sonrió complacido.
El camino hacia la sala de trofeos fue silencioso. Filch iba sonriendo. Cuando llegaron, los dejó dentro con dos trapos y un cubo de agua y cerró la puerta con llave. Los dos se miraron y sonrieron. Se quitaron las tunicas y se arromangaron. Cada uno cogió un trapo y se puso a trabajar.
- Siento que te hayan castigado por mi culpa.- dijo Harry, frotando un trofeo que estaba realmente sucio.
- No fue culpa tuya, yo me ofrecí a acompañarte.
Harry sonrió.
- Oye, es un poco raro, nos llevamos bien y...somos totalmente diferentes...ya me entiendes.- el chico hizo un gesto con la mano.- tu eres hija de un mortifago y yo el principal enemigo de Voldemort.
Nicole se extremeció ante el nombre pero no dijo nada.
- Bueno, ya sabes, polos opuestos se atraen.-dijo ella.
Se quedaron en un silencio, que Nicole rompió.
- Mi padre quiere que sea mortifaga.-dijo, mirando el trofeo que limpiaba, sin atreverse a levantar la vista.
El trofeo que sostenia Harry casi se le cayó de las manos. La miró estupefacto.
- Vas a ser...vas a ser...
- Seremos enemigos en el futuro, Harry.- dijo ella muy seria.
- Y tu...quieres serlo?
Esta vez Nicole si que lo miró.
- No! No quiero luchar ni matar a nadie, ni que me maten ni tener que servir a un ser tan asqueroso y tan lleno de maldad.-dijo ella.- pero no tengo elección. Mi padre manda sobre mi.
Harry bajó la vista hacia los trofeos. Estuvieron un rato en silencio. Solo se oía el fregar de los trapos.
- Estas enfadado?- dijo Nicole despues de un rato.
- Yo? Porque?
- Porque voy a ser mortifaga.- dijo ella mirando sus zapatos.
- No! Si no tienes mas remedio no es tu culpa. No estoy enfadado.-dijo Harry, cogiendo otro trofeo.
- Bien...aun falta mucho para que sea mortifaga...
- Bien.
- Podemos aprovechar el momento hasta que el dia llegue.- dijo Nicole.
- Perfecto.
Se sonrieron. Siguieron hablando una hora mas sobre profesores, clases, alumnos, amigos...hasta que acabaron todos los trofeos.
- Como pretende Filch que le digamos que hemos acabado?- dijo Nicole mirando la puerta.
- Ni idea.- se encogió de hombros el ojiverde.
Estuvieron esperando un cuarto de hora hasta que Filch se decidió a aparecer. Les abrió y se marchó con la señora Norris maullando.
Los dos se sonrieron. Nicole hizo un gesto con la mano y se fue hacia la Torre de Slytherin. Harry tambien caminó hacia la de Gryffindor.
- Contraseña?- dijo la dama gorda.
- Mandragora ardiente!
El cuadro se retiró y le dejó paso. Harry entró. Ron y Mione le esperaban sentados en los sillones.
- Que tal el castigo?-dijo Ron.
- Por tu cara, parece que muy bien.- constó Mione perpleja.
- Bueno, tenia compañía, no ha estado tan mal.
- Ya... no ha estado tan mal? O ha estado muy bien?
- Ya basta Ron, no empieces con eso...
- Te gusta Nicole. En serio! - dijo al ver la cara de su amigo.- Vamos, estas colado por ella!
- No digas mas tonterias, me voy a la cama...
- Dijo un Harry muy sonrojado...-comentó Ron.
- Ahora te dedicas a escribir historias?- dijo el ojiverde, parandose a medias escaleras.
- No, solo dicto la realidad.
- Vale! Se acabó!- Mione se levantó.- A la cama los dos.
- Eh, tu no eres mi madre!- dijo Ron.
- Pues haz ver que soy tu esposa.- dijo Mione empujandolo hacia la escalera.
Harry se quedó estatico. Una discursion de amor entre ellos. Alomejor salía algo interesante y se decian de una vez por todas lo que sentian el uno por el otro.
- No estamos casados. Ni siquiera eres mi novia!
- Tenemos que discutir esto?- dijo Mione.- A la cama!
Ron resopló molesto y se dirigió al dormitorio. Harry miró a Mione.
- Que? - dijo ella muy sonrojada.- Solo era una excusa!
- Ya, claro...
Mione se dirigió al dormitorio de las chicas y Harry subió las escaleras. Cuando entró en el dormitorio, Ron estaba tumbado ya en la cama. Se removia inquieto entre las sabanas rojas. Harry supo perfectamente que estaba pensando en Mione.
