***
En primer lugar gracias a ti (quien seas) por tomarte el tiempo pa' leer
este fic de una loca autora. Es el primero que escribo, y espero les guste.
Agradecimientos especiales: a Bunny Saito, (brillante autora) por darme ánimos en los momentos de lagunas mentales ^-^ A Lizzie_Lupin, mija, espero que se aclare pronto lo de Sa... u_û. A Raven "las escenas verticales..." (Jo, que feo sonó) @_@ y porque tu fic es de los mejores que he leído. Anyway empecemos, y recuerden mandar un review pa' ver qué tan malo salió, porque aunque me la pasé mu bien escribiendo, hay que ver... Shonen-ai (o séase no tan "pasional" ... jo jo V_V) aunque en próximos capítulos... quién sabe...
***
I want love to carry me through
All the moments, I'd kindly undo
Locked away so I can feel safe
Now that I'm down on my knees, begging for a chance
Capítulo 1: Confusiones y un brazo torcido
Takao observó a Max mirar por la ventanilla del avión que tenía tiempo había salido del aeropuerto de Estados Unidos. El chico parecía triste; probablemente extrañaba a su madre. No es que tuviera mamitis, pero por lo menos Judy estaba con vida.
"Pero, vaya, si mamá estuviera viva también la extrañaría así", pensó el chico.
Una azafata se acercó y le dio a Takao su desayuno. Qué hambre tenía. Después de todo, Takao siempre se había distinguido por tener buen diente.
-Max...- le dijo-, ¿estás bien?
-¿Eh? Ah, sí, estoy bien- dijo como saliendo de una ensoñación.
-Ya vamos a llegar. Verás que nos la vamos pasar muy bien con Ray, acuérdate que prometió llevarnos a un famoso restaurante japonés- dijo Takao, pero entonces pensó:- "Ah, qué estúpido. Trato de animar a Max diciendo el nombre de Ray. La regué, la regué, la regué..."
-Takao, ¿estás bien?- dijo Max cortando sus pensamientos -. Has estado muy raro últimamente, ¿sabes?
Takao se sintió enrojecer hasta las orejas. Miró para otro lado y murmuró algo que sonó como a "muy cansado".
-...Pero ya vamos a llegar con Ray...-dijo medio volviendo a su color natural.
-Mucho entusiasmo por verlo, ¿eh?- dijo Max con una nota de enojo en la voz- . No me sorprende, has estado muy distante de mí.
Takao quería que lo tragara la tierra. No sólo Max había malinterpretado las cosas, sino que ahora estaba metiendo a terceros.
-Es que...- comenzó a decir
-Ya déjalo. No importa- lo cortó Max, pero con el tono con que lo decía sí parecía importarle. Volteó de nuevo a la ventanilla para perderse en el paisaje.
"Carajo", pensó Takao. "Ahora sí la regué".
Un asiento atrás la voz de Kai se oyó
-¿Van a dejar de discutir? ¿O tengo que pasarme los últimos minutos del vuelo soportando peleas de dos niñitos?- dijo con su típica voz seria y mandona.
-Creo que vas a tener que soportarlas, Kai- dijo Takao como si respondiera cuánto es dos más dos-. De todas formas disculpe por haber molestado a Su Alteza. Se me olvidaba que tus oídos merecen un trato especial.
Esa fue una muy mala jugada.
Desde atrás Kai jaló a Takao del brazo que quedaba en el pasillo y torciéndolo como sólo él sabía hacerlo, le dijo en voz baja:
-Entonces si te gusta la forma que tiene tu boca deja de estar jodiendo. No estoy para soportarlos a ninguno de los dos- miró de reojo a Max-. Más te vale que te comportes, Takao.
Kai soltó a Takao y mientras éste se sobaba el brazo adolorido, maldijo a Kai en silencio.
-Ray se va enterar de esto, Kai- murmuró.
Y es que, aunque no lo pareciera, Kai era otro frente a Rei. La actitud del capitán cuando su chino estaba cerca incluso a Takao le recordaba la suya propia.
En cuestión de minutos los tres llegaron al aeropuerto, donde Ray los esperaba con una sonrisa muy amplia.
-¡Por aquí!- gritó-. ¡Max! ¡Takao! ¡K... Kai!-. Ray se había atragantado con algo cuando mencionó a Kai.
-¡Ray!- saludó Max mientras se acercaban al chino-. Me alegra mucho verte- dijo con una sonrisa en el rostro.
Ray sonrió.
-Sip, a mi también me da gusto verlos a todos- contestó-. Los voy a llevar a un buffet donde trabaja un conocido mío; estoy seguro de que les va a encantar. Vamos, que la comida se enfría.
Takao pudo ver una gran, gran sonrisa en el rostro de Max, y también que se había puesto colorado de las mejillas.
Pero... una cosa era que la hubiera regado en el avión y otra lo que Max aparentaba sentir en ese momento.
¿Qué demonios estaba pasando?
Agradecimientos especiales: a Bunny Saito, (brillante autora) por darme ánimos en los momentos de lagunas mentales ^-^ A Lizzie_Lupin, mija, espero que se aclare pronto lo de Sa... u_û. A Raven "las escenas verticales..." (Jo, que feo sonó) @_@ y porque tu fic es de los mejores que he leído. Anyway empecemos, y recuerden mandar un review pa' ver qué tan malo salió, porque aunque me la pasé mu bien escribiendo, hay que ver... Shonen-ai (o séase no tan "pasional" ... jo jo V_V) aunque en próximos capítulos... quién sabe...
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I want love to carry me through
All the moments, I'd kindly undo
Locked away so I can feel safe
Now that I'm down on my knees, begging for a chance
Capítulo 1: Confusiones y un brazo torcido
Takao observó a Max mirar por la ventanilla del avión que tenía tiempo había salido del aeropuerto de Estados Unidos. El chico parecía triste; probablemente extrañaba a su madre. No es que tuviera mamitis, pero por lo menos Judy estaba con vida.
"Pero, vaya, si mamá estuviera viva también la extrañaría así", pensó el chico.
Una azafata se acercó y le dio a Takao su desayuno. Qué hambre tenía. Después de todo, Takao siempre se había distinguido por tener buen diente.
-Max...- le dijo-, ¿estás bien?
-¿Eh? Ah, sí, estoy bien- dijo como saliendo de una ensoñación.
-Ya vamos a llegar. Verás que nos la vamos pasar muy bien con Ray, acuérdate que prometió llevarnos a un famoso restaurante japonés- dijo Takao, pero entonces pensó:- "Ah, qué estúpido. Trato de animar a Max diciendo el nombre de Ray. La regué, la regué, la regué..."
-Takao, ¿estás bien?- dijo Max cortando sus pensamientos -. Has estado muy raro últimamente, ¿sabes?
Takao se sintió enrojecer hasta las orejas. Miró para otro lado y murmuró algo que sonó como a "muy cansado".
-...Pero ya vamos a llegar con Ray...-dijo medio volviendo a su color natural.
-Mucho entusiasmo por verlo, ¿eh?- dijo Max con una nota de enojo en la voz- . No me sorprende, has estado muy distante de mí.
Takao quería que lo tragara la tierra. No sólo Max había malinterpretado las cosas, sino que ahora estaba metiendo a terceros.
-Es que...- comenzó a decir
-Ya déjalo. No importa- lo cortó Max, pero con el tono con que lo decía sí parecía importarle. Volteó de nuevo a la ventanilla para perderse en el paisaje.
"Carajo", pensó Takao. "Ahora sí la regué".
Un asiento atrás la voz de Kai se oyó
-¿Van a dejar de discutir? ¿O tengo que pasarme los últimos minutos del vuelo soportando peleas de dos niñitos?- dijo con su típica voz seria y mandona.
-Creo que vas a tener que soportarlas, Kai- dijo Takao como si respondiera cuánto es dos más dos-. De todas formas disculpe por haber molestado a Su Alteza. Se me olvidaba que tus oídos merecen un trato especial.
Esa fue una muy mala jugada.
Desde atrás Kai jaló a Takao del brazo que quedaba en el pasillo y torciéndolo como sólo él sabía hacerlo, le dijo en voz baja:
-Entonces si te gusta la forma que tiene tu boca deja de estar jodiendo. No estoy para soportarlos a ninguno de los dos- miró de reojo a Max-. Más te vale que te comportes, Takao.
Kai soltó a Takao y mientras éste se sobaba el brazo adolorido, maldijo a Kai en silencio.
-Ray se va enterar de esto, Kai- murmuró.
Y es que, aunque no lo pareciera, Kai era otro frente a Rei. La actitud del capitán cuando su chino estaba cerca incluso a Takao le recordaba la suya propia.
En cuestión de minutos los tres llegaron al aeropuerto, donde Ray los esperaba con una sonrisa muy amplia.
-¡Por aquí!- gritó-. ¡Max! ¡Takao! ¡K... Kai!-. Ray se había atragantado con algo cuando mencionó a Kai.
-¡Ray!- saludó Max mientras se acercaban al chino-. Me alegra mucho verte- dijo con una sonrisa en el rostro.
Ray sonrió.
-Sip, a mi también me da gusto verlos a todos- contestó-. Los voy a llevar a un buffet donde trabaja un conocido mío; estoy seguro de que les va a encantar. Vamos, que la comida se enfría.
Takao pudo ver una gran, gran sonrisa en el rostro de Max, y también que se había puesto colorado de las mejillas.
Pero... una cosa era que la hubiera regado en el avión y otra lo que Max aparentaba sentir en ese momento.
¿Qué demonios estaba pasando?
