Capítulo ocho: Rosas
Takao se hizo el dormido para evitar una plática con Kai. No era que no quisiera hablarle, si no que más bien necesitaba pensar.
Kai en vedad creyó que Takao ya estaba dormido
"Niño dormilón", pensó cariñosamente.
Lanzó un suspiro y se acomodó en la cama, recordando que era donde dormía Max, y casi jurando que éste estaba en algún lugar de China junto a Ray. Trató de no pensar mas en él y en el cariño que ridículamente aún sentía por él.
Kai descorrió las cortinas de la habitación, lo que hizo que Takao gruñera por la súbita llegada de un sol radiante de lleno en su cara.
-Arriba, Takao. No piensas quedarte todo el día ahí, ¿o sí? Te puedes quedar pegado a las sábanas.
-Gracias por el consejo, Kai- dijo Takao desperezándose y quitándose la playera de su ropa de dormir. Ya estaba por quitarse el pantalón cuando se dio cuenta de que Kai estaba recargado en la pared observándolo.
-¿Te importaría?- le preguntó Takao.
Kai se encogió de hombros. Estaba pensando en que nunca, de las muchas veces que se había quedado a solas con Ray, nunca lo había visto como estaba viendo a Takao.
Era gracioso. Tanto que quería a Ray y nunca se habían besado. Irónico.
-Como sea- dijo Kai encogiéndose de hombros-, te espero abajo para desayunar.
Minutos después estaban ambos en el restaurante.
-Por cierto- dijo Kai-, necesito ir a la recepción por una copia de las llaves.
-¿La fobia de las aves?- preguntó Takao distraídamente.
Kai se rió y Takao se sintió enrojecer, dándose cuenta que la humanidad de Kai había vuelto a hacer que dijera una estupidez.
A pesar de que había bajado la mirada, Takao sonrió. La sonrisa de Kai era maravillosa. Tanto tiempo de verlo con una actitud de indiferencia al equipo, y de pronto, estaba frente a él, viendo cómo una de las personas más increíbles en todos los sentidos se reía. Ni Max tenía una sonrisa tan impactante.
"Y otra vez pensando en ese...", pensó Takao. "Necesito un exorcismo".
Al parecer se había puesto serio porque Kai le preguntó:
-¿Qué te pasa?- dijo mirándolo a los ojos-. Hmmm, ya sé. ¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta por ahí aprovechando que ellos no están?
-Kai, -dijo Takao. Acababa de formularse otra pregunta para Kai-. ¿Todavía quieres a Ray?
-Puede ser- respondió Kai, y su voz se hizo más seria.-. ¿También quieres la respuesta ahora?
Takao suspiró. Había veces en que Kai daba la impresión de querer estar con él para olvidar a Ray un rato, otras parecía interesado en él... Nunca podría comprenderlo; era como tratar de salir del laberinto de Creta sin hilo y sin Artemisa.
Pagaron la cuenta, se levantaron y fueron hacia la recepción. Kai pidió las llaves de su cuarto. Estaba a punto de ir por sus cosas cuando Takao lo detuvo.
-Yo voy- dijo-. Necesito sacar unas cosas también.
Subió los pisos hasta llegar al cuarto 617. Sacó su gorra, algo de dinero y luego fue al cuarto de Kai, el 618.
Mientras pensaba que estaba a punto de pasar todo un día al lado de Kai, se preguntó dónde podía estar Max. A lo mejor estuvo en un hotel y ahora estaba perdido, pues nunca supo orientarse adecuadamente; o tal vez pasó la noche en casa de Ray, lo cual era muy probable...
Takao metió la llave, giró la perilla y abrió la puerta de la habitación. Lo que vio adentro le dio la respuesta de dónde había estado Max la noche anterior.
Y por lo visto no había estado solo...
Kai se impacientó. Decidió subir a ver qué pasaba con Takao. A lo mejor se le había olvidado el camino de regreso o algo así.
Takao estaba en shock. Acababa de ver a Max y a Ray en la cama de Kai, en el cuarto de Kai, disfrutando de lo que podían dos personas desnudas en una misma cama. Sus ropas en el piso, el cuarto a media luz y una risa ligera que flotaba en el aire. A pesar de que las sábanas les cubrían la mitad de sus cuerpos, era obvio que...
Parecía ridículo, no podía ser... Max se había ido... pero entonces recordó que Ray no se había aparecido en todo ese tiempo. Todas las piezas encajaban.
"Así que tomaron la llave de Kai", pensó Takao furioso. "No la encontraba, y no se les ocurrió otra cosa mejor..."
Parecía que lo habían hecho adrede. Quiso entrar y matarlos, pero no pudo.
Emparejó la puerta (Ni Ray ni Max se habían dado cuenta de que lo que Takao acababa de ver),y se recargó en una pared, mirando al techo y con una expresión de escepticismo. La imagen de Ray de espaldas encima de Max le daba vueltas en la cabeza...
En esas estaba cuando llegó Kai.
-Llevo años esperándote. ¿Qué demonios te pasa?
Takao estaba muy alterado e impactado como para contestar. Trató de avisarle a Kai que no entrara a la habitación pero su garganta le dolía del coraje.
-¿Qué no vas a responder?
Kai abrió la puerta, y, casualmente, ésta chirrió a más no poder. De seguro ya había visto la escenita de Max y Ray porque se oyó un "¡Qué demonios...!", luego un sonido de algo que se rompía, alguien (Takao no pudo distinguir si fue Ray o Max) que gritaba "¡No, Kai!",y finalmente la voz inconfundible de Kai, llena de odio: "¡Bastardo, ¿cómo pudiste?!"
Kai salió del cuarto dando un portazo, luego se dirigió a la pared más cercana y se recargó en ella con ambas manos, respirando entrecortadamente.
-¡En mi cuarto!- gritó Kai-. ¡En mi cama! ¡En mi maldita cama!
Takao quiso tranquilizarlo, pero un sabor amargo se extendía por su garganta. Kai estaba furioso.
-¡¿Cómo carajo pudo hacerme esto?! ¡Lo sabía! ¡Él lo sabía! ¿Cómo pudo...?
El chico de cabellos azules se acercó a una ventana y, sin pensar, la golpeó. Bajó la mano con el puño cerrado. Takao se dio cuenta de que gotas de sangre se escurrían de la mano de Kai al piso.
-Bastardo- dijo con la voz temblorosa, mientras se recargaba en la pared y se dejaba caer al suelo-. Pero me has liberado... aquí terminó todo...
Takao se acercó a Kai y se quedó de pie frente a él.
-¿La respuesta a la pregunta de la mañana era "todavía", verdad?
Kai se levantó, humillado por ver lágrimas de coraje surgiendo de sus ojos, mirando al piso y sin poder responder. Quiso responderle a Takao ahora que estaba equivocado. Esa inmadurez no era propia de Ray. Aunque le había dolido, esa fue la gota que derramó el vaso. No estaba dispuesto a estar confundido más tiempo.
Ray acababa de quedar atrás; por lo que Kai acababa de ver y por tantas otras cosas que, cegado por Max, Ray había hecho.
-Takao- dijo Kai con un hilo de voz-. Yo...
Takao no necesitaba oírlo. Simplemente llevó a Kai a caminar por ahí, lejos del mundo que se les acababa de venir encima.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Notas de la autora
¡Wiu-wiu-wiu! (ok, no --U). ¡Por fin actualizado! Sé que me tardé mucho, pero no es mi culpa whew Es que han de saber que estoy por entrar en exámenes finales la semana pasada entregué un trabajo de 58 hojas (neta), y además el tarado de mi maestro de física me dejó hacer un (¿cómo se llamaba?) "motor eléctrico de corriente directa", absurdo. O sea, ¡apenas puedo poner un foco de mi casa y ya quieren que arme un motor! Looser.
Btw: A este capítulo le puse "Rosas" (no tiene nada que ver con La Oreja de Van Gogh), porque para mi las rosas significan hipocresía XDD (soy rara...)
Como sea, gracias por seguir leyendo, y no olviden dejar esos maravillosos reviews que me alegran la vida entre tanta basura (sobre todo aquél imbécil que... bueno...). Dejen reviewcitos y que Dios se los pague con muchos stipteases.
See ya!
Amy Hiwatari.
Takao se hizo el dormido para evitar una plática con Kai. No era que no quisiera hablarle, si no que más bien necesitaba pensar.
Kai en vedad creyó que Takao ya estaba dormido
"Niño dormilón", pensó cariñosamente.
Lanzó un suspiro y se acomodó en la cama, recordando que era donde dormía Max, y casi jurando que éste estaba en algún lugar de China junto a Ray. Trató de no pensar mas en él y en el cariño que ridículamente aún sentía por él.
Kai descorrió las cortinas de la habitación, lo que hizo que Takao gruñera por la súbita llegada de un sol radiante de lleno en su cara.
-Arriba, Takao. No piensas quedarte todo el día ahí, ¿o sí? Te puedes quedar pegado a las sábanas.
-Gracias por el consejo, Kai- dijo Takao desperezándose y quitándose la playera de su ropa de dormir. Ya estaba por quitarse el pantalón cuando se dio cuenta de que Kai estaba recargado en la pared observándolo.
-¿Te importaría?- le preguntó Takao.
Kai se encogió de hombros. Estaba pensando en que nunca, de las muchas veces que se había quedado a solas con Ray, nunca lo había visto como estaba viendo a Takao.
Era gracioso. Tanto que quería a Ray y nunca se habían besado. Irónico.
-Como sea- dijo Kai encogiéndose de hombros-, te espero abajo para desayunar.
Minutos después estaban ambos en el restaurante.
-Por cierto- dijo Kai-, necesito ir a la recepción por una copia de las llaves.
-¿La fobia de las aves?- preguntó Takao distraídamente.
Kai se rió y Takao se sintió enrojecer, dándose cuenta que la humanidad de Kai había vuelto a hacer que dijera una estupidez.
A pesar de que había bajado la mirada, Takao sonrió. La sonrisa de Kai era maravillosa. Tanto tiempo de verlo con una actitud de indiferencia al equipo, y de pronto, estaba frente a él, viendo cómo una de las personas más increíbles en todos los sentidos se reía. Ni Max tenía una sonrisa tan impactante.
"Y otra vez pensando en ese...", pensó Takao. "Necesito un exorcismo".
Al parecer se había puesto serio porque Kai le preguntó:
-¿Qué te pasa?- dijo mirándolo a los ojos-. Hmmm, ya sé. ¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta por ahí aprovechando que ellos no están?
-Kai, -dijo Takao. Acababa de formularse otra pregunta para Kai-. ¿Todavía quieres a Ray?
-Puede ser- respondió Kai, y su voz se hizo más seria.-. ¿También quieres la respuesta ahora?
Takao suspiró. Había veces en que Kai daba la impresión de querer estar con él para olvidar a Ray un rato, otras parecía interesado en él... Nunca podría comprenderlo; era como tratar de salir del laberinto de Creta sin hilo y sin Artemisa.
Pagaron la cuenta, se levantaron y fueron hacia la recepción. Kai pidió las llaves de su cuarto. Estaba a punto de ir por sus cosas cuando Takao lo detuvo.
-Yo voy- dijo-. Necesito sacar unas cosas también.
Subió los pisos hasta llegar al cuarto 617. Sacó su gorra, algo de dinero y luego fue al cuarto de Kai, el 618.
Mientras pensaba que estaba a punto de pasar todo un día al lado de Kai, se preguntó dónde podía estar Max. A lo mejor estuvo en un hotel y ahora estaba perdido, pues nunca supo orientarse adecuadamente; o tal vez pasó la noche en casa de Ray, lo cual era muy probable...
Takao metió la llave, giró la perilla y abrió la puerta de la habitación. Lo que vio adentro le dio la respuesta de dónde había estado Max la noche anterior.
Y por lo visto no había estado solo...
Kai se impacientó. Decidió subir a ver qué pasaba con Takao. A lo mejor se le había olvidado el camino de regreso o algo así.
Takao estaba en shock. Acababa de ver a Max y a Ray en la cama de Kai, en el cuarto de Kai, disfrutando de lo que podían dos personas desnudas en una misma cama. Sus ropas en el piso, el cuarto a media luz y una risa ligera que flotaba en el aire. A pesar de que las sábanas les cubrían la mitad de sus cuerpos, era obvio que...
Parecía ridículo, no podía ser... Max se había ido... pero entonces recordó que Ray no se había aparecido en todo ese tiempo. Todas las piezas encajaban.
"Así que tomaron la llave de Kai", pensó Takao furioso. "No la encontraba, y no se les ocurrió otra cosa mejor..."
Parecía que lo habían hecho adrede. Quiso entrar y matarlos, pero no pudo.
Emparejó la puerta (Ni Ray ni Max se habían dado cuenta de que lo que Takao acababa de ver),y se recargó en una pared, mirando al techo y con una expresión de escepticismo. La imagen de Ray de espaldas encima de Max le daba vueltas en la cabeza...
En esas estaba cuando llegó Kai.
-Llevo años esperándote. ¿Qué demonios te pasa?
Takao estaba muy alterado e impactado como para contestar. Trató de avisarle a Kai que no entrara a la habitación pero su garganta le dolía del coraje.
-¿Qué no vas a responder?
Kai abrió la puerta, y, casualmente, ésta chirrió a más no poder. De seguro ya había visto la escenita de Max y Ray porque se oyó un "¡Qué demonios...!", luego un sonido de algo que se rompía, alguien (Takao no pudo distinguir si fue Ray o Max) que gritaba "¡No, Kai!",y finalmente la voz inconfundible de Kai, llena de odio: "¡Bastardo, ¿cómo pudiste?!"
Kai salió del cuarto dando un portazo, luego se dirigió a la pared más cercana y se recargó en ella con ambas manos, respirando entrecortadamente.
-¡En mi cuarto!- gritó Kai-. ¡En mi cama! ¡En mi maldita cama!
Takao quiso tranquilizarlo, pero un sabor amargo se extendía por su garganta. Kai estaba furioso.
-¡¿Cómo carajo pudo hacerme esto?! ¡Lo sabía! ¡Él lo sabía! ¿Cómo pudo...?
El chico de cabellos azules se acercó a una ventana y, sin pensar, la golpeó. Bajó la mano con el puño cerrado. Takao se dio cuenta de que gotas de sangre se escurrían de la mano de Kai al piso.
-Bastardo- dijo con la voz temblorosa, mientras se recargaba en la pared y se dejaba caer al suelo-. Pero me has liberado... aquí terminó todo...
Takao se acercó a Kai y se quedó de pie frente a él.
-¿La respuesta a la pregunta de la mañana era "todavía", verdad?
Kai se levantó, humillado por ver lágrimas de coraje surgiendo de sus ojos, mirando al piso y sin poder responder. Quiso responderle a Takao ahora que estaba equivocado. Esa inmadurez no era propia de Ray. Aunque le había dolido, esa fue la gota que derramó el vaso. No estaba dispuesto a estar confundido más tiempo.
Ray acababa de quedar atrás; por lo que Kai acababa de ver y por tantas otras cosas que, cegado por Max, Ray había hecho.
-Takao- dijo Kai con un hilo de voz-. Yo...
Takao no necesitaba oírlo. Simplemente llevó a Kai a caminar por ahí, lejos del mundo que se les acababa de venir encima.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Notas de la autora
¡Wiu-wiu-wiu! (ok, no --U). ¡Por fin actualizado! Sé que me tardé mucho, pero no es mi culpa whew Es que han de saber que estoy por entrar en exámenes finales la semana pasada entregué un trabajo de 58 hojas (neta), y además el tarado de mi maestro de física me dejó hacer un (¿cómo se llamaba?) "motor eléctrico de corriente directa", absurdo. O sea, ¡apenas puedo poner un foco de mi casa y ya quieren que arme un motor! Looser.
Btw: A este capítulo le puse "Rosas" (no tiene nada que ver con La Oreja de Van Gogh), porque para mi las rosas significan hipocresía XDD (soy rara...)
Como sea, gracias por seguir leyendo, y no olviden dejar esos maravillosos reviews que me alegran la vida entre tanta basura (sobre todo aquél imbécil que... bueno...). Dejen reviewcitos y que Dios se los pague con muchos stipteases.
See ya!
Amy Hiwatari.
