La bella durmiente
Por Nowle (sophiev3000@yahoo.com)
Traductor: Alima21
CAPÍTULO 9
Calor....delicioso calor. Algo de lo que él verdaderamente gozaba, y a esta hora no estaba viniendo del brillante sol de la mañana.
-Mm...
Cuando abrió sus ojos, la primera cosa que vio fue un suave y bronceado pecho desnudo. Mientras bajaba la mirada, distinguió un brazo envuelto alrededor de su cintura y la parte baja de un cuerpo cubierto por una manta blanca. Sonrió, sabiendo perfectamente que lo de la noche anterior no había sido un sueño. Levantando la vista, observó la tranquila cara de Sirius. Sus párpados cubrían sus ojos azul medianoche y su respiración era lenta, lo que significaba que todavía estaba dormido. Sonriendo feliz, Remus se arrimó hasta él y sintió a Sirius reforzar su agarre alrededor de su cintura, murmurando suavemente su nombre en su sueño.
-Moony...
La noche anterior había sido dicha pura para el muchacho de pelo color miel. Sirius y él se habían besado durante mucho tiempo antes de regresar a los dormitorios y... Remus cerró sus ojos mientras recordaba.
Flashback
Cuando la pareja llegó a los dormitorios, Sirius iluminó su varita con el hechizo "Lumos" antes de llevar a Remus a su cama y abrir las cortinas.
-Nox -susurró mientras se sentaba en la cama, la luz de la varita desapareciendo. El claro de luna brillaba en la cama y su cara, revelando una mirada cariñosa. Sonriendo, Remus se sentó delante de él y se inclinó, besando sus labios. El beso fue muy tierno y, sin interrumpirlo, Sirius atrajo suavemente a Remus, haciéndolo sentarse en sus muslos, sus brazos cerrándose alrededor de su delgada cintura.
Los besos continuaron por varios minutos, hasta que Sirius lo posó suavemente en la cama mientras subía encima de él.
-Mm, Sirius... -Remus rompió el beso, alcanzando y acariciando la cara del alto muchacho de pelo negro-. Padfoot...
-Moony... - Sirius tomó su mano y la besó, manteniendo sus ojos cerrados. Cuando los abrió otra vez, lo miró, el claro de luna brillaba en la piel de marfil de su amor-. Moony, yo...
No sabía expresarlo, pero su amigo suponía lo que quería.
-Sirius, los hombres lobos se emparejan de por vida...
-Lo sé... Lo he sabido por años - ante su mirada sorprendida, Sirius continuó -Remus, quiero estar contigo...
-Estaremos unidos de por vida... – insistió Remus.
-¿Y? ¿Tienes miedo de que te falle?
-Sí... No... Yo... Oh, Sirius, lo siento, es sólo que... – Remus suspiró, mirando a un lado, antes de mirar detrás él-. ¿Realmente quieres estar conmigo?
-Moony, no estoy aquí sólo por un día o un año. Estoy aquí para siempre – aseguró firmemente-. Mírame, Remus. Sabes que es verdad.
Mirando en sus ojos, Remus pudo ver, gracias a su desarrollada visión, que decía la verdad. Había solamente amor y confianza. Nada de miedo. Sirius quería estar con él. En su interior, el lobo, aún débil, clamaba suavemente con felicidad, sabiendo que finalmente estaría con su compañero.
-Sirius... -Remus puso su mano en los labios de Sirius, trazando suavemente su forma-. Bésame - sonriendo, Sirius besó cada dedo de su mano antes de inclinarse otra vez...
Fin del Flashback
No había pensado que lo harían justo en la primera noche. Imaginaba que tendrían que esperar, que quizás Sirius no aceptaría emparejarse con él... pero le había probado que estaba equivocado.
Y de hecho, a Remus no le importaba en absoluto. Sirius le había demostrado que realmente lo amaba, que quería estar con él. Había sido muy cariñoso y tierno, y el dolor se había consumido lentamente dejando al placer asumir el control mientras hacían el amor por horas.
Ahora, el joven hombre lobo miraba con adoración la cara de su compañero, suspirando con satisfacción. En ese momento, Sirius abrió sus ojos azul medianoche, que demostraron verdadera felicidad cuando vio quién estaba en su cama.
-No fue un sueño...- susurró suavemente, sonriendo a Remus.
-No, no lo fue... -replicó, inclinándose y besando a Sirius suavemente-. No más... ¿Qué hora es?
-Supongo que cerca del mediodía...Moony...- Sirius se inclinó y gateó encima de él, reclinándose en su brazo izquierdo mientras su mano derecha acariciaba suavemente la cara del muchacho de pelo color miel-. Tan hermoso...
-Para, Sirius –musitó Remus, riendo nerviosamente-. Deberías decir eso de ti.
-Lo hago cada vez que me miro en un espejo –bromeó-. Pero, es en serio. ERES hermoso, mi encantador novio... mi hermoso compañero...
Ruborizándose ante las palabras "hermoso compañero", Remus sonrió con felicidad antes de tomar la cara de Sirius en sus manos e inclinarse hasta besarle. Inclinándose abajo de modo que la cabeza de Remus pudiera descansar en la almohada, Sirius lo besó tiernamente y no pudo evitar frotar suavemente su cuerpo desnudo contra Remus. Ambos gemían quedamente en la boca del otro cuando...
-¡Por favor, no otra vez!
-¡Fue bastante difícil ayer por la noche!
Los amantes dejaron de besarse, confundidos, antes de que Sirius abriera las cortinas y viera a James y Peter sentados en sus camas, luciendo como si no hubieran dormido en toda la noche.
-¿Qué? – preguntó Sirius, inconsciente de su posición con Moony.
-Peter y yo no dormimos nada anoche... – señaló James con cara cansada e irritada-. Me alegra que por fin estéis juntos, ¡pero por favor! Cuando estéis follando, ¡no os olvidéis de poner un hechizo silenciador!
-Lo hicisteis por horas, e incluso cuando acabasteis, no fui capaz dormir – agregó Peter, sosteniendo su cabeza-. Mi pobre cabeza y oídos...
-Y por favor, no necesito verte joder el cerebro de Remus, Padfoot –dijo James, inclinando la cabeza hacia ellos. La pareja se ruborizó brillantemente y Sirius cerró las cortinas, maldiciendo en voz baja.
-Tienen razón, Paddy – murmuró Remus-. Debimos haber pensado de ellos.
-Sí, pero cuando tengo al muchacho más hermoso en mis brazos, no puedo realmente pensar en otra cosa – contestó Sirius, sonriéndole.
-Por favor, se serio.
-Soy Sirius.
-¡Paddy!
-Moony... -Sirius lo besó otra vez y lo acarició suavemente, haciendo a Remus gemir quedamente.
-¡POR FAVOR!
-¡PONER UN HECHIZO SILENCIADOR, CACHORROS ARDIENTES!
***
-... Quiero dormir...
-Yo también...
-Tengo hambre.
-Yo también.
-Tengo sed.
-Yo también.
-Quiero desnudar a Snivellus.
-Yo tam..... ¡SIRIUS!
Sirius no pudo evitar reír mientras que James y Peter le miraban con furia, y Remus reía nerviosamente. El grupo ahora caminaba hacia el Gran Comedor para el almuerzo. James y Peter lucían rostros cansados mientras que Sirius sonreía radiante. Remus sólo tenía su habitual rostro alegre.
-¡Vamos! Dejad de ser estúpidos, descansaréis esta tarde – los molestó Sirius.
-Sólo espero que no hagáis nada – señaló Peter-, pero si lo hacéis, por favor no olvidéis.....
-El hechizo silenciador –acabó Remus-. No te preocupes por eso, Peter.
-Er... –Peter se detuvo, mirando delante de él-. Creo que hay algo más por lo que necesitamos preocuparnos...
Los otros tres Merodeadores miraron y vieron a Lucius Malfoy, con Crabbe y Goyle a sus lados, caminando hacia ellos. Por instinto, Sirius se estiró para tocar el brazo de Remus de una manera protectora, pero el joven caminó, parándose delante de sus amigos.
-Lupin... -dijo Malfoy, mirándole con odio-. Eres afortunado de que Potter, Black y Pettigrew estén aquí para proteger tu lastimoso culo.
-No necesito ser protegido todo el tiempo, Lucius. A diferencia de ti – declaró Remus, asintiendo hacia los otros dos Slytherins-. Sé como protegerme, y por favor, déjame.
-¿Y qué si no? ¿Qué vas a hacer? –gruñó Lucius, antes de asentir hacia Sirius-. ¿Retroceder corriendo y gritando a los brazos de tu caballero?
-No deseo pelear, Lucius – manifestó Remus-. Así que, por favor, sólo déjame.
-Por supuesto que no deseas pelear. Estarás demasiado dolorido después de dejar a Black jugar contigo. El trío rió y James puso su mano en el brazo de Sirius, urgiéndolo silenciosamente a que se calmara, mientras el muchacho de pelo negro parecía a punto de cometer un asesinato.
-No, no deseo pelear porque no quiero hacerte daño – puntualizó Remus, impasible-. Y ahora, déjame antes de que pierda la paciencia.
-Hay algo más que vas a perder Lupin -Malfoy, Crabbe y Goyle sacaron sus varitas pero antes de que pudieran reaccionar Remus ya atacaba.
-¡Experliamus! - sus varitas volaron fuera de sus manos-. ¡Petrificus Totalus!
Los tres Slytherins quedaron instantáneamente petrificados antes de caer al suelo como piedras. Remus puso su varita en su bolsillo trasero, luciendo satisfecho, mientras los otros tres Merodeadores le animaban.
-¡Buen trabajo, Remus!
-¡Ése es mi Moony!
-Bien hecho, Remus.
-¡LUPIN!
Al mirar hacia atrás, los cuatro Gryffindors observaron a su Profesor de Pociones caminar a ellos.
-Oh mierda... –musitó Sirius, mientras el adulto caminaba hacia ellos y se paraba delante de Remus.
-¡¿Puede explicar lo que piensa que está haciendo?! –preguntó colérico-. ¿Está atacando a unos estudiantes y delante de los ojos de un profesor? Va a costarle muy caro.
-¡Señor! – protestó Sirius-. ¡Solo se defendió! ¡Malfoy, Crabbe y Goyle iban a atacarlo!
-Black, ¡cállate! –ordenó Hellon, antes de dar vuelta hacia los aterrorizados Slytherins y señalarlos con su varita-. Finite Incantatem.
Los Slytherins se incorporaron del suelo, luciendo levemente confundidos, antes de levantar la vista hacia su profesor.
-Pueden irse, señor Malfoy, señor Crabbe y señor Goyle –dijo-. Me ocuparé de su agresor.
-¡¿Agresor?! ¡Señor, ellos comenzaron! –gritó Sirius.
-Por vez última, Black, ¡cállese! – ordenó Hellon antes de darse vuelta hacia Remus-. Sígame, Lupin.
Hellon caminó por los pasillos y Remus miro a los Merodeadores con una pequeña sonrisa antes de seguirlo. Los Slytherins miraron a los otros Merodeadores con una sonrisa mientras tomaban sus varitas y las ponían en sus bolsillos.
-Le está bien empleado – comentó Malfoy-. Eso le enseñará a no atacar a otro estudiante. Y vosotros... Black, Potter, Pettigrew, mejor cuidad vuestras espaldas, porque no he olvidado lo que me hicieron la semana pasada.
Con eso, se fue con Crabbe y Goyle a sus lados. Sirius quiso golpearlos pero James y Peter lo aferraban con firmeza por los brazos.
-¡¡¡VETE A LA MIERDA, MALFOY!!! -gritó airadamente antes de dar la vuelta hacia James y Peter-. Maldito Hellick... mejor que no lastime a Moony o si no...
-Cálmate, Sirius –dijo James-.No lo vale.
-¡Lo vale, James! Es de mi novio de quien estamos hablando.
-No te preocupes, solo saldrá con una detención – lo tranquilizó Peter, mientras miraban el pasillo por el que habían desaparecido Remus y Hellon.
***
-¡¿Él QUÉ?!
-...me dijo que tengo detención la noche del martes.
-¡Pero Remus! ¡Tenemos ensayo! ¡No puedes faltar!
Remus se había reunido con sus amigos en el almuerzo y les había contado que Hellon le había dado la detención justo el día del ensayo.
-Eso es lo que le dije, pero no quiso escuchar.
-¡Maldita sea! –exclamó Sirius-. ¡Justo cuando probablemente estaré allí, tú no estarás!
-Y además es nuestro último ensayo...- agregó James.
-¿Qué? – gritó Sirius-. ¡Pero pensé que teníamos otra semana!
-No, McGonagall advirtió que sería el último ensayo – informó Remus-. La representación será más pronto de lo previsto. Oí que los Slytherins habían concluido con sus ensayo. Y los Ravenclaws y los Hufflepuffs están listos también. Así que McGonagall quiere que terminemos el martes.
-Estúpidas serpientes... –se quejó Sirius-. Bien, ¡no tendrán la mejor actuación! ¡Seremos los mejores actores, os lo estoy diciendo!
-No lo dudo – murmuró Remus, suspirando-. McGonagall va a matarme...
-¡Oh, vamos Moony! ¡Estuviste allí en los ensayos anteriores, no dirá nada!
-Lo hará...Vamos, es la última noche que tenemos y soy un prefecto. Ella no lo aceptará.
-Oh, no importa tanto – comentó James-. Quiero decir, está satisfecha con lo que has hecho hasta ahora, así que estará bien.
-¿De veras? – preguntó Sirius, lanzando una risita-. ¿Haces una gran bella durmiente?
-¡Yup! Y más vale que seas un gran príncipe.
-¡Por supuesto, lo seré!
-No lo dudo – concedió Remus con una sonrisa mientras comenzaba a comer-. Sólo no intentes joder el ensayo.
-Oh, estoy seguro que prefiere joder algo más... o mejor dicho, alguien más -Sirius dio un manotazo a la cabeza de James en tanto Peter lanzaba una carcajada y Remus se ruborizaba profundamente-. ¡Vamos! ¡Sólo estaba bromeando!
***
-Sirius, ¿adónde vamos?
-Donde podamos estar solos.
Justo después de almuerzo, Sirius arrastró a Remus por los pasillos hasta que finalmente alcanzaron un lugar específico... la Torre de Astronomía. Subieron las escaleras y alcanzaron un cuarto vacío. Había solo una ventana abierta, una vieja manta que parecía cremosa y un escritorio de madera oxidado.
Sirius cerró la puerta detrás de él y sonrió en Remus.
-Solos -dijo antes de tomar al muchacho más pequeño en sus brazos y besarlo. Suspirando alegremente, Remus puso sus brazos alrededor de sus hombros, besándole cariñosamente.
-Mmm... -rompió el beso, sonriendo a Sirius-. ¿Sabes donde estamos?
-Bien, sí, la Torre de la Astronomía –contestó Sirius con una ceja levantada. Remus sacudió la cabeza y la dejó reclinarse contra el hombro de su novio.
-Sí... pero antes de anoche, entraba a veces en este sitio... a pensar sobre mi vida, de cuan preocupado estaba por mis sentimientos de amor hacia ti... cosas como esas.
-Oh... pero eso ya terminó- Sirius le besó el cuello cariñosamente, acunándolo suavemente-. Estás aquí conmigo.
-Lo sé...
Hubo un cómodo silencio, mientras ambos muchachos gozaban uno en brazos del otro, hasta que Sirius habló otra vez.
-No puedo esperar a la representación... –dijo-. Para que todos sepan sobre nosotros.
Remus se tensó levemente y lo miro.
-¿Realmente quieres que todos sepan sobre nosotros? -preguntó -. ¿Estás seguro?
-Por supuesto que lo estoy - afirmó, mirando a los ojos ámbar-dorados-. Moony, no me preocupa el qué dirán, yo no me avergüenzo de a quién amo.
-Tampoco yo... -dijo Remus con una sonrisa feliz-. Y... ¿realmente me besarás, la próxima semana?
-Puedo hacerlo ya mismo- con eso, lo besó otra vez, masajeando suavemente la parte más baja de su espalda. Entonces se detuvo, a pesar de las pequeñas protestas de Remus, y le besó el cuello, acercándose hasta su oído.
-Te amo tanto, Moony... -susurró.
Temblando levemente, recordando que Sirius había dicho las mismas palabras la noche anterior antes de que hicieran el amor, Remus tomó su cara entre sus manos y lo besó una vez más, presionando su cuerpo contra el del muchacho más alto.
James y Peter no volvieron a ver a sus amigos hasta cena... y se alegraron por ello, pues podrían dormir en paz.
***
-¡Quiero que TODOS estén listos! Esta es vuestra última oportunidad de ensayar.
Noche del martes. Era la hora del último ensayo. Incluso los de quinto año estaban allí, ya que McGonagall les había pedido que representaran las pequeñas partes de la historia. Estaba contenta de que Sirius estuviera finalmente presente, pero también muy decepcionada cuando se enteró, el día anterior, que Remus había obtenido una detención. Intentó hablar con Hellon sobre ello, pero el Jefe de Slytherin se negó a escuchar.
-Ahora, señor Black, será mejor que lo demuestre -había dicho en cuanto lo vio.
-Seguro, Profesora. Ya lo demostré con Remus -había contestado con una mueca, ganando un manotazo en la cabeza de James y una mirada confundida de McGonagall. Entonces, ella despejó su garganta mientras que explicaba a sus estudiantes lo qué iban a hacer.
-Ahora, quiero al príncipe y al hada malvada – ordenó-. Prepárense para la escena de la lucha.
Sirius y James se levantaron y caminaron hasta el centro del cuarto.
-Ahora, comen......
-Señora, ¿no tenemos vestuario? –preguntó Sirius.
-No, solo los tendréis para la representación. Ahora, comen.....
-¿Pero cómo se supone que voy a luchar con James si no tengo una espada?
-Solo al actuar tendrás una. Ahora, comen.....
-No es como si tuvieras que matarme de verdad, Sirius – explicó James con una mueca malvada-. Hehe, apuesto que ni siquiera tendrías éxito.
-¿Quieres apostar, Potter? – se burló Sirius con una mueca semejante-. No tendrías oportunidad contra un príncipe.
-Black, Potter- McGonagall estaba comenzando a molestarse, pero ellos no prestaron ninguna atención.
-Veremos entonces... - comentó James antes de despejar su garganta y hablar en un tono oscuro-. ¿Así que piensas que eres lo bastante bueno para derrotarme? ¡Sé manejar un humano asqueroso como tú!
-¡Te derrotaré, bruja malvada! –contestó Sirius con una voz dramática, señalándole-. ¡Vas a unirte con tus pequeños demonios en el infierno!
-¡Black, Potter!
-¡No tienes ninguna oportunidad contra mí! ¡Te reunirás con todos los tontos que se atrevieron a desafiarme!
-¡Pronto, este reino estará liberado de tus malvadas manos!
-¡¡PAREN!!
Pero entonces, Sirius literalmente se abalanzó sobre James y los dos lucharon en el suelo, ante los ojos de todos. McGonagall suspiró y sacudió la cabeza, mientras que los otros alumnos de sexto y quinto año los miraban, sin saber si tenían que gritar o reír por lo que veían.
-Bien... saben sus líneas... concedió Alicia al lado de McGonagall, quien miraba la ridícula pelea-. Pero en cuanto a la manera de actuar...
-Dolor de cabeza... -susurró la Profesora de Transformaciones mientras miraba a Sirius y James, que ahora intentaban demostrar quién podría hacer mejores cosquillas. "¿Cómo me metí en este lío?"
***
Mientras trabajaba en una poción durante la detención, Remus pensaba en el ensayo. Era el último y no podría estar allí; ahora lamentaba lo que había hecho a Malfoy y a sus dos "guardaespaldas". Si simplemente los hubiera ignorado, estaría allí, ensayando con Sirius, James y Peter.
"Y Mcgonagall quería que yo y Sirius ensayáramos la escena del beso con todos"... pensó. "Bien, creo que lo verán todos la próxima semana"
Sonriendo suavemente, se ruborizó levemente mientras recordaba cómo la escena los había unido a Sirius y a él. Que tierno y apasionado había sido. Que romántico y cariñoso había sido Sirius. Que....
¡BOOM!
Que fácilmente podía estropear su poción.
-¡Lupin! -Hellon miro con odio a Remus, señalando el destrozo causado por la poción-. ¡Es realmente uno los PEORES estudiantes que he tenido alguna vez! ¡Ahora limpie y empiece de nuevo!
-Sí, profesor, lo siento -Remus suspiró mientras agitaba su varita y recomenzaba la poción. No podría esperar hasta la representación. Por lo menos, demostraría que si no era talentoso en pociones, aún podía actuar...
Continuará...
Bueno amiguit@s aquí tiene el capítulo de esta semana. Gracias por leer y por los reviews. Besos
JULIEBLACK13: muchas gracias por tus palabras, siempre intentamos actualizar los viernes pero a veces no podemos con todo. Besos
Gala Snape: Sirius fue muy listo al planearlo pero al final fue Remus el que se abalanzo a sus brazos, pero para ir a la cama si se ando espabilado, ¿no crees? Besos
Maggie: pues la verdad es que ya era hora de que se dijeran, incluso han acabado corriendo más para lo otro. Llevas razón, Peter en este fict es buen amigo. Besos
Ni€a: hasta donde hemos leído que es lo último que lleva escrito la autora (cap 11) Snape no hace nada pero a partir de ahí no se sabe. Besos
Azalea: aún Lily y James no estarán juntos, quizás si lo escribe la autora en futuros capítulos...Peter aquí es bueno, aú no esla rata traidora. Besos
E.Naomi Yano: Nos alegra que te guste. Besos
Stephie Black: gracias, nos alegra que te guste. Besos
......: hola!! Ha mejorado todo mucho. Nos alegra que te guste. Besos
Fafa yaoi: gracias a ti por leer, de momento la autora no ha escrito nada lemmon pero si que se entiende que tiene sexo. Besos
Dalloway: jeje, costó pero lo han conseguido. Remus a pesar que es muy bueno tiene mucho carácter y no deja que toque a su Siri. La obra empieza en el capítulo próximo así que ya queda poquito. Besos
Por Nowle (sophiev3000@yahoo.com)
Traductor: Alima21
CAPÍTULO 9
Calor....delicioso calor. Algo de lo que él verdaderamente gozaba, y a esta hora no estaba viniendo del brillante sol de la mañana.
-Mm...
Cuando abrió sus ojos, la primera cosa que vio fue un suave y bronceado pecho desnudo. Mientras bajaba la mirada, distinguió un brazo envuelto alrededor de su cintura y la parte baja de un cuerpo cubierto por una manta blanca. Sonrió, sabiendo perfectamente que lo de la noche anterior no había sido un sueño. Levantando la vista, observó la tranquila cara de Sirius. Sus párpados cubrían sus ojos azul medianoche y su respiración era lenta, lo que significaba que todavía estaba dormido. Sonriendo feliz, Remus se arrimó hasta él y sintió a Sirius reforzar su agarre alrededor de su cintura, murmurando suavemente su nombre en su sueño.
-Moony...
La noche anterior había sido dicha pura para el muchacho de pelo color miel. Sirius y él se habían besado durante mucho tiempo antes de regresar a los dormitorios y... Remus cerró sus ojos mientras recordaba.
Flashback
Cuando la pareja llegó a los dormitorios, Sirius iluminó su varita con el hechizo "Lumos" antes de llevar a Remus a su cama y abrir las cortinas.
-Nox -susurró mientras se sentaba en la cama, la luz de la varita desapareciendo. El claro de luna brillaba en la cama y su cara, revelando una mirada cariñosa. Sonriendo, Remus se sentó delante de él y se inclinó, besando sus labios. El beso fue muy tierno y, sin interrumpirlo, Sirius atrajo suavemente a Remus, haciéndolo sentarse en sus muslos, sus brazos cerrándose alrededor de su delgada cintura.
Los besos continuaron por varios minutos, hasta que Sirius lo posó suavemente en la cama mientras subía encima de él.
-Mm, Sirius... -Remus rompió el beso, alcanzando y acariciando la cara del alto muchacho de pelo negro-. Padfoot...
-Moony... - Sirius tomó su mano y la besó, manteniendo sus ojos cerrados. Cuando los abrió otra vez, lo miró, el claro de luna brillaba en la piel de marfil de su amor-. Moony, yo...
No sabía expresarlo, pero su amigo suponía lo que quería.
-Sirius, los hombres lobos se emparejan de por vida...
-Lo sé... Lo he sabido por años - ante su mirada sorprendida, Sirius continuó -Remus, quiero estar contigo...
-Estaremos unidos de por vida... – insistió Remus.
-¿Y? ¿Tienes miedo de que te falle?
-Sí... No... Yo... Oh, Sirius, lo siento, es sólo que... – Remus suspiró, mirando a un lado, antes de mirar detrás él-. ¿Realmente quieres estar conmigo?
-Moony, no estoy aquí sólo por un día o un año. Estoy aquí para siempre – aseguró firmemente-. Mírame, Remus. Sabes que es verdad.
Mirando en sus ojos, Remus pudo ver, gracias a su desarrollada visión, que decía la verdad. Había solamente amor y confianza. Nada de miedo. Sirius quería estar con él. En su interior, el lobo, aún débil, clamaba suavemente con felicidad, sabiendo que finalmente estaría con su compañero.
-Sirius... -Remus puso su mano en los labios de Sirius, trazando suavemente su forma-. Bésame - sonriendo, Sirius besó cada dedo de su mano antes de inclinarse otra vez...
Fin del Flashback
No había pensado que lo harían justo en la primera noche. Imaginaba que tendrían que esperar, que quizás Sirius no aceptaría emparejarse con él... pero le había probado que estaba equivocado.
Y de hecho, a Remus no le importaba en absoluto. Sirius le había demostrado que realmente lo amaba, que quería estar con él. Había sido muy cariñoso y tierno, y el dolor se había consumido lentamente dejando al placer asumir el control mientras hacían el amor por horas.
Ahora, el joven hombre lobo miraba con adoración la cara de su compañero, suspirando con satisfacción. En ese momento, Sirius abrió sus ojos azul medianoche, que demostraron verdadera felicidad cuando vio quién estaba en su cama.
-No fue un sueño...- susurró suavemente, sonriendo a Remus.
-No, no lo fue... -replicó, inclinándose y besando a Sirius suavemente-. No más... ¿Qué hora es?
-Supongo que cerca del mediodía...Moony...- Sirius se inclinó y gateó encima de él, reclinándose en su brazo izquierdo mientras su mano derecha acariciaba suavemente la cara del muchacho de pelo color miel-. Tan hermoso...
-Para, Sirius –musitó Remus, riendo nerviosamente-. Deberías decir eso de ti.
-Lo hago cada vez que me miro en un espejo –bromeó-. Pero, es en serio. ERES hermoso, mi encantador novio... mi hermoso compañero...
Ruborizándose ante las palabras "hermoso compañero", Remus sonrió con felicidad antes de tomar la cara de Sirius en sus manos e inclinarse hasta besarle. Inclinándose abajo de modo que la cabeza de Remus pudiera descansar en la almohada, Sirius lo besó tiernamente y no pudo evitar frotar suavemente su cuerpo desnudo contra Remus. Ambos gemían quedamente en la boca del otro cuando...
-¡Por favor, no otra vez!
-¡Fue bastante difícil ayer por la noche!
Los amantes dejaron de besarse, confundidos, antes de que Sirius abriera las cortinas y viera a James y Peter sentados en sus camas, luciendo como si no hubieran dormido en toda la noche.
-¿Qué? – preguntó Sirius, inconsciente de su posición con Moony.
-Peter y yo no dormimos nada anoche... – señaló James con cara cansada e irritada-. Me alegra que por fin estéis juntos, ¡pero por favor! Cuando estéis follando, ¡no os olvidéis de poner un hechizo silenciador!
-Lo hicisteis por horas, e incluso cuando acabasteis, no fui capaz dormir – agregó Peter, sosteniendo su cabeza-. Mi pobre cabeza y oídos...
-Y por favor, no necesito verte joder el cerebro de Remus, Padfoot –dijo James, inclinando la cabeza hacia ellos. La pareja se ruborizó brillantemente y Sirius cerró las cortinas, maldiciendo en voz baja.
-Tienen razón, Paddy – murmuró Remus-. Debimos haber pensado de ellos.
-Sí, pero cuando tengo al muchacho más hermoso en mis brazos, no puedo realmente pensar en otra cosa – contestó Sirius, sonriéndole.
-Por favor, se serio.
-Soy Sirius.
-¡Paddy!
-Moony... -Sirius lo besó otra vez y lo acarició suavemente, haciendo a Remus gemir quedamente.
-¡POR FAVOR!
-¡PONER UN HECHIZO SILENCIADOR, CACHORROS ARDIENTES!
***
-... Quiero dormir...
-Yo también...
-Tengo hambre.
-Yo también.
-Tengo sed.
-Yo también.
-Quiero desnudar a Snivellus.
-Yo tam..... ¡SIRIUS!
Sirius no pudo evitar reír mientras que James y Peter le miraban con furia, y Remus reía nerviosamente. El grupo ahora caminaba hacia el Gran Comedor para el almuerzo. James y Peter lucían rostros cansados mientras que Sirius sonreía radiante. Remus sólo tenía su habitual rostro alegre.
-¡Vamos! Dejad de ser estúpidos, descansaréis esta tarde – los molestó Sirius.
-Sólo espero que no hagáis nada – señaló Peter-, pero si lo hacéis, por favor no olvidéis.....
-El hechizo silenciador –acabó Remus-. No te preocupes por eso, Peter.
-Er... –Peter se detuvo, mirando delante de él-. Creo que hay algo más por lo que necesitamos preocuparnos...
Los otros tres Merodeadores miraron y vieron a Lucius Malfoy, con Crabbe y Goyle a sus lados, caminando hacia ellos. Por instinto, Sirius se estiró para tocar el brazo de Remus de una manera protectora, pero el joven caminó, parándose delante de sus amigos.
-Lupin... -dijo Malfoy, mirándole con odio-. Eres afortunado de que Potter, Black y Pettigrew estén aquí para proteger tu lastimoso culo.
-No necesito ser protegido todo el tiempo, Lucius. A diferencia de ti – declaró Remus, asintiendo hacia los otros dos Slytherins-. Sé como protegerme, y por favor, déjame.
-¿Y qué si no? ¿Qué vas a hacer? –gruñó Lucius, antes de asentir hacia Sirius-. ¿Retroceder corriendo y gritando a los brazos de tu caballero?
-No deseo pelear, Lucius – manifestó Remus-. Así que, por favor, sólo déjame.
-Por supuesto que no deseas pelear. Estarás demasiado dolorido después de dejar a Black jugar contigo. El trío rió y James puso su mano en el brazo de Sirius, urgiéndolo silenciosamente a que se calmara, mientras el muchacho de pelo negro parecía a punto de cometer un asesinato.
-No, no deseo pelear porque no quiero hacerte daño – puntualizó Remus, impasible-. Y ahora, déjame antes de que pierda la paciencia.
-Hay algo más que vas a perder Lupin -Malfoy, Crabbe y Goyle sacaron sus varitas pero antes de que pudieran reaccionar Remus ya atacaba.
-¡Experliamus! - sus varitas volaron fuera de sus manos-. ¡Petrificus Totalus!
Los tres Slytherins quedaron instantáneamente petrificados antes de caer al suelo como piedras. Remus puso su varita en su bolsillo trasero, luciendo satisfecho, mientras los otros tres Merodeadores le animaban.
-¡Buen trabajo, Remus!
-¡Ése es mi Moony!
-Bien hecho, Remus.
-¡LUPIN!
Al mirar hacia atrás, los cuatro Gryffindors observaron a su Profesor de Pociones caminar a ellos.
-Oh mierda... –musitó Sirius, mientras el adulto caminaba hacia ellos y se paraba delante de Remus.
-¡¿Puede explicar lo que piensa que está haciendo?! –preguntó colérico-. ¿Está atacando a unos estudiantes y delante de los ojos de un profesor? Va a costarle muy caro.
-¡Señor! – protestó Sirius-. ¡Solo se defendió! ¡Malfoy, Crabbe y Goyle iban a atacarlo!
-Black, ¡cállate! –ordenó Hellon, antes de dar vuelta hacia los aterrorizados Slytherins y señalarlos con su varita-. Finite Incantatem.
Los Slytherins se incorporaron del suelo, luciendo levemente confundidos, antes de levantar la vista hacia su profesor.
-Pueden irse, señor Malfoy, señor Crabbe y señor Goyle –dijo-. Me ocuparé de su agresor.
-¡¿Agresor?! ¡Señor, ellos comenzaron! –gritó Sirius.
-Por vez última, Black, ¡cállese! – ordenó Hellon antes de darse vuelta hacia Remus-. Sígame, Lupin.
Hellon caminó por los pasillos y Remus miro a los Merodeadores con una pequeña sonrisa antes de seguirlo. Los Slytherins miraron a los otros Merodeadores con una sonrisa mientras tomaban sus varitas y las ponían en sus bolsillos.
-Le está bien empleado – comentó Malfoy-. Eso le enseñará a no atacar a otro estudiante. Y vosotros... Black, Potter, Pettigrew, mejor cuidad vuestras espaldas, porque no he olvidado lo que me hicieron la semana pasada.
Con eso, se fue con Crabbe y Goyle a sus lados. Sirius quiso golpearlos pero James y Peter lo aferraban con firmeza por los brazos.
-¡¡¡VETE A LA MIERDA, MALFOY!!! -gritó airadamente antes de dar la vuelta hacia James y Peter-. Maldito Hellick... mejor que no lastime a Moony o si no...
-Cálmate, Sirius –dijo James-.No lo vale.
-¡Lo vale, James! Es de mi novio de quien estamos hablando.
-No te preocupes, solo saldrá con una detención – lo tranquilizó Peter, mientras miraban el pasillo por el que habían desaparecido Remus y Hellon.
***
-¡¿Él QUÉ?!
-...me dijo que tengo detención la noche del martes.
-¡Pero Remus! ¡Tenemos ensayo! ¡No puedes faltar!
Remus se había reunido con sus amigos en el almuerzo y les había contado que Hellon le había dado la detención justo el día del ensayo.
-Eso es lo que le dije, pero no quiso escuchar.
-¡Maldita sea! –exclamó Sirius-. ¡Justo cuando probablemente estaré allí, tú no estarás!
-Y además es nuestro último ensayo...- agregó James.
-¿Qué? – gritó Sirius-. ¡Pero pensé que teníamos otra semana!
-No, McGonagall advirtió que sería el último ensayo – informó Remus-. La representación será más pronto de lo previsto. Oí que los Slytherins habían concluido con sus ensayo. Y los Ravenclaws y los Hufflepuffs están listos también. Así que McGonagall quiere que terminemos el martes.
-Estúpidas serpientes... –se quejó Sirius-. Bien, ¡no tendrán la mejor actuación! ¡Seremos los mejores actores, os lo estoy diciendo!
-No lo dudo – murmuró Remus, suspirando-. McGonagall va a matarme...
-¡Oh, vamos Moony! ¡Estuviste allí en los ensayos anteriores, no dirá nada!
-Lo hará...Vamos, es la última noche que tenemos y soy un prefecto. Ella no lo aceptará.
-Oh, no importa tanto – comentó James-. Quiero decir, está satisfecha con lo que has hecho hasta ahora, así que estará bien.
-¿De veras? – preguntó Sirius, lanzando una risita-. ¿Haces una gran bella durmiente?
-¡Yup! Y más vale que seas un gran príncipe.
-¡Por supuesto, lo seré!
-No lo dudo – concedió Remus con una sonrisa mientras comenzaba a comer-. Sólo no intentes joder el ensayo.
-Oh, estoy seguro que prefiere joder algo más... o mejor dicho, alguien más -Sirius dio un manotazo a la cabeza de James en tanto Peter lanzaba una carcajada y Remus se ruborizaba profundamente-. ¡Vamos! ¡Sólo estaba bromeando!
***
-Sirius, ¿adónde vamos?
-Donde podamos estar solos.
Justo después de almuerzo, Sirius arrastró a Remus por los pasillos hasta que finalmente alcanzaron un lugar específico... la Torre de Astronomía. Subieron las escaleras y alcanzaron un cuarto vacío. Había solo una ventana abierta, una vieja manta que parecía cremosa y un escritorio de madera oxidado.
Sirius cerró la puerta detrás de él y sonrió en Remus.
-Solos -dijo antes de tomar al muchacho más pequeño en sus brazos y besarlo. Suspirando alegremente, Remus puso sus brazos alrededor de sus hombros, besándole cariñosamente.
-Mmm... -rompió el beso, sonriendo a Sirius-. ¿Sabes donde estamos?
-Bien, sí, la Torre de la Astronomía –contestó Sirius con una ceja levantada. Remus sacudió la cabeza y la dejó reclinarse contra el hombro de su novio.
-Sí... pero antes de anoche, entraba a veces en este sitio... a pensar sobre mi vida, de cuan preocupado estaba por mis sentimientos de amor hacia ti... cosas como esas.
-Oh... pero eso ya terminó- Sirius le besó el cuello cariñosamente, acunándolo suavemente-. Estás aquí conmigo.
-Lo sé...
Hubo un cómodo silencio, mientras ambos muchachos gozaban uno en brazos del otro, hasta que Sirius habló otra vez.
-No puedo esperar a la representación... –dijo-. Para que todos sepan sobre nosotros.
Remus se tensó levemente y lo miro.
-¿Realmente quieres que todos sepan sobre nosotros? -preguntó -. ¿Estás seguro?
-Por supuesto que lo estoy - afirmó, mirando a los ojos ámbar-dorados-. Moony, no me preocupa el qué dirán, yo no me avergüenzo de a quién amo.
-Tampoco yo... -dijo Remus con una sonrisa feliz-. Y... ¿realmente me besarás, la próxima semana?
-Puedo hacerlo ya mismo- con eso, lo besó otra vez, masajeando suavemente la parte más baja de su espalda. Entonces se detuvo, a pesar de las pequeñas protestas de Remus, y le besó el cuello, acercándose hasta su oído.
-Te amo tanto, Moony... -susurró.
Temblando levemente, recordando que Sirius había dicho las mismas palabras la noche anterior antes de que hicieran el amor, Remus tomó su cara entre sus manos y lo besó una vez más, presionando su cuerpo contra el del muchacho más alto.
James y Peter no volvieron a ver a sus amigos hasta cena... y se alegraron por ello, pues podrían dormir en paz.
***
-¡Quiero que TODOS estén listos! Esta es vuestra última oportunidad de ensayar.
Noche del martes. Era la hora del último ensayo. Incluso los de quinto año estaban allí, ya que McGonagall les había pedido que representaran las pequeñas partes de la historia. Estaba contenta de que Sirius estuviera finalmente presente, pero también muy decepcionada cuando se enteró, el día anterior, que Remus había obtenido una detención. Intentó hablar con Hellon sobre ello, pero el Jefe de Slytherin se negó a escuchar.
-Ahora, señor Black, será mejor que lo demuestre -había dicho en cuanto lo vio.
-Seguro, Profesora. Ya lo demostré con Remus -había contestado con una mueca, ganando un manotazo en la cabeza de James y una mirada confundida de McGonagall. Entonces, ella despejó su garganta mientras que explicaba a sus estudiantes lo qué iban a hacer.
-Ahora, quiero al príncipe y al hada malvada – ordenó-. Prepárense para la escena de la lucha.
Sirius y James se levantaron y caminaron hasta el centro del cuarto.
-Ahora, comen......
-Señora, ¿no tenemos vestuario? –preguntó Sirius.
-No, solo los tendréis para la representación. Ahora, comen.....
-¿Pero cómo se supone que voy a luchar con James si no tengo una espada?
-Solo al actuar tendrás una. Ahora, comen.....
-No es como si tuvieras que matarme de verdad, Sirius – explicó James con una mueca malvada-. Hehe, apuesto que ni siquiera tendrías éxito.
-¿Quieres apostar, Potter? – se burló Sirius con una mueca semejante-. No tendrías oportunidad contra un príncipe.
-Black, Potter- McGonagall estaba comenzando a molestarse, pero ellos no prestaron ninguna atención.
-Veremos entonces... - comentó James antes de despejar su garganta y hablar en un tono oscuro-. ¿Así que piensas que eres lo bastante bueno para derrotarme? ¡Sé manejar un humano asqueroso como tú!
-¡Te derrotaré, bruja malvada! –contestó Sirius con una voz dramática, señalándole-. ¡Vas a unirte con tus pequeños demonios en el infierno!
-¡Black, Potter!
-¡No tienes ninguna oportunidad contra mí! ¡Te reunirás con todos los tontos que se atrevieron a desafiarme!
-¡Pronto, este reino estará liberado de tus malvadas manos!
-¡¡PAREN!!
Pero entonces, Sirius literalmente se abalanzó sobre James y los dos lucharon en el suelo, ante los ojos de todos. McGonagall suspiró y sacudió la cabeza, mientras que los otros alumnos de sexto y quinto año los miraban, sin saber si tenían que gritar o reír por lo que veían.
-Bien... saben sus líneas... concedió Alicia al lado de McGonagall, quien miraba la ridícula pelea-. Pero en cuanto a la manera de actuar...
-Dolor de cabeza... -susurró la Profesora de Transformaciones mientras miraba a Sirius y James, que ahora intentaban demostrar quién podría hacer mejores cosquillas. "¿Cómo me metí en este lío?"
***
Mientras trabajaba en una poción durante la detención, Remus pensaba en el ensayo. Era el último y no podría estar allí; ahora lamentaba lo que había hecho a Malfoy y a sus dos "guardaespaldas". Si simplemente los hubiera ignorado, estaría allí, ensayando con Sirius, James y Peter.
"Y Mcgonagall quería que yo y Sirius ensayáramos la escena del beso con todos"... pensó. "Bien, creo que lo verán todos la próxima semana"
Sonriendo suavemente, se ruborizó levemente mientras recordaba cómo la escena los había unido a Sirius y a él. Que tierno y apasionado había sido. Que romántico y cariñoso había sido Sirius. Que....
¡BOOM!
Que fácilmente podía estropear su poción.
-¡Lupin! -Hellon miro con odio a Remus, señalando el destrozo causado por la poción-. ¡Es realmente uno los PEORES estudiantes que he tenido alguna vez! ¡Ahora limpie y empiece de nuevo!
-Sí, profesor, lo siento -Remus suspiró mientras agitaba su varita y recomenzaba la poción. No podría esperar hasta la representación. Por lo menos, demostraría que si no era talentoso en pociones, aún podía actuar...
Continuará...
Bueno amiguit@s aquí tiene el capítulo de esta semana. Gracias por leer y por los reviews. Besos
JULIEBLACK13: muchas gracias por tus palabras, siempre intentamos actualizar los viernes pero a veces no podemos con todo. Besos
Gala Snape: Sirius fue muy listo al planearlo pero al final fue Remus el que se abalanzo a sus brazos, pero para ir a la cama si se ando espabilado, ¿no crees? Besos
Maggie: pues la verdad es que ya era hora de que se dijeran, incluso han acabado corriendo más para lo otro. Llevas razón, Peter en este fict es buen amigo. Besos
Ni€a: hasta donde hemos leído que es lo último que lleva escrito la autora (cap 11) Snape no hace nada pero a partir de ahí no se sabe. Besos
Azalea: aún Lily y James no estarán juntos, quizás si lo escribe la autora en futuros capítulos...Peter aquí es bueno, aú no esla rata traidora. Besos
E.Naomi Yano: Nos alegra que te guste. Besos
Stephie Black: gracias, nos alegra que te guste. Besos
......: hola!! Ha mejorado todo mucho. Nos alegra que te guste. Besos
Fafa yaoi: gracias a ti por leer, de momento la autora no ha escrito nada lemmon pero si que se entiende que tiene sexo. Besos
Dalloway: jeje, costó pero lo han conseguido. Remus a pesar que es muy bueno tiene mucho carácter y no deja que toque a su Siri. La obra empieza en el capítulo próximo así que ya queda poquito. Besos
