Padre:
No estoy muy seguro de cómo escribir estas líneas. He anhelado decirte tantas cosas y ahora que lo intento las palabras se niegan a salir impidiéndome comenzar.
Viendo el pasado recuerdo aquellas tardes que pasaba separado de ti. Casi nunca estabas en casa, tu trabajo te absorbía por completo y cuando te llegabas a detener allí [nuestro hogar] ansiaba poder recibirte con los brazos abiertos y contarte lo poco que pasaba en mi vida, tal vez no fuera mucho pero era más importante lograr introducirte en ella aún contra tu voluntad. Ya ves no lo logré. Tú ganaste.
Sin que lo planeara el destino me llevó a conocer a unas personas extraordinarias. Los Bladebreakers me brindaron su amistad y la atención que yo te suplicaba a gritos silenciosos. No pasó mucho cuando me enteré que quien estaba detrás de los intentos de obtener sus bestias bit eras tú. Tú eras el malo del cuento. No podía ser, tenía que haber un error, sabía que eras frío y distante pero ¿un villano? No pude engañarme por más tiempo con todas las pruebas lastimando mis ojos. Fue justo en ese momento cuando se presentó mi oportunidad soñada, por fin habría esa unión, ese lazo paternal y único pero el precio era demasiado: Traicionar a mis nuevos amigos ¿Puede haber una disyuntiva mayor en el mundo? Era imposible mantener a ambos y me resistía a perder a alguno. Entonces me dijiste toda la verdad, creo que por primera vez abriste tu corazón conmigo. Tomé mi decisión. Pagué el precio pero pensé que lo valía, aquella vez lo que más deseaba hacer era lo que estuviera a mi alcance para poder llegar a ser el hijo que deseabas tener, aquel niño que perdiste y que seguramente te haría muy feliz, al menos más feliz de lo que yo te había hecho hasta ese momento; no sólo eso, también rompiste mi mundo, estaba viviendo una mentira al creer que era un niño como todos. Así que como verás quería obtener las bestias bit por los dos.
Y luché. vaya que si luché, ahora más que nunca tenía una razón para ganar y nada me detendría, nada excepto mis antiguos amigos... Justo cuando estuve a punto de lograrlo Takao me venció, pero no estaba enojado después de que le dije del por qué había cambiado tanto, todo lo contrario, me hizo comprender que no importaba que no fuera de carne y hueso. Sabía que sus palabras eran sabias pero no es sino hasta ahora que las entiendo a la perfección: nunca necesité ser tener sangre para ser una persona, ya lo era y me di cuenta cuando recordé todas las veces que me sentí feliz, alegre, asustado, enojado o triste, podía reír y también llorar. ¿Necesitaba algo más?
Bien, creo que a partir de ahora nuestro futuro es incierto y ya sea juntos o no, te deseo lo mejor. Te quiero y eso no cambiará.
Tu hijo
Zeo
Bueno, ya saben, acorde con el día, con el alto índice en aumento de familias que sufren desatención paterna, la devaluación y los problemas socioeconómicos pues me llegó la supuesta inspiración. Quizá no transmite la totalidad de ideas y pensamientos que yo quisiera pero la idea general creo que es entendible ¿no lo es?
P.D. agregada después de ver el último capítulo de V-Force: :O Ohhhh!!!! Ya lontiendo. Vaya, así que Zeo es un robot, ¿saben? no pude evitar imaginarme al chico gritando "¡Soy un niño de verdad!" como Pinocho, en fin, dadas las circunstancias no me quedó más remedio que arreglar el fic, -- en fin....
No estoy muy seguro de cómo escribir estas líneas. He anhelado decirte tantas cosas y ahora que lo intento las palabras se niegan a salir impidiéndome comenzar.
Viendo el pasado recuerdo aquellas tardes que pasaba separado de ti. Casi nunca estabas en casa, tu trabajo te absorbía por completo y cuando te llegabas a detener allí [nuestro hogar] ansiaba poder recibirte con los brazos abiertos y contarte lo poco que pasaba en mi vida, tal vez no fuera mucho pero era más importante lograr introducirte en ella aún contra tu voluntad. Ya ves no lo logré. Tú ganaste.
Sin que lo planeara el destino me llevó a conocer a unas personas extraordinarias. Los Bladebreakers me brindaron su amistad y la atención que yo te suplicaba a gritos silenciosos. No pasó mucho cuando me enteré que quien estaba detrás de los intentos de obtener sus bestias bit eras tú. Tú eras el malo del cuento. No podía ser, tenía que haber un error, sabía que eras frío y distante pero ¿un villano? No pude engañarme por más tiempo con todas las pruebas lastimando mis ojos. Fue justo en ese momento cuando se presentó mi oportunidad soñada, por fin habría esa unión, ese lazo paternal y único pero el precio era demasiado: Traicionar a mis nuevos amigos ¿Puede haber una disyuntiva mayor en el mundo? Era imposible mantener a ambos y me resistía a perder a alguno. Entonces me dijiste toda la verdad, creo que por primera vez abriste tu corazón conmigo. Tomé mi decisión. Pagué el precio pero pensé que lo valía, aquella vez lo que más deseaba hacer era lo que estuviera a mi alcance para poder llegar a ser el hijo que deseabas tener, aquel niño que perdiste y que seguramente te haría muy feliz, al menos más feliz de lo que yo te había hecho hasta ese momento; no sólo eso, también rompiste mi mundo, estaba viviendo una mentira al creer que era un niño como todos. Así que como verás quería obtener las bestias bit por los dos.
Y luché. vaya que si luché, ahora más que nunca tenía una razón para ganar y nada me detendría, nada excepto mis antiguos amigos... Justo cuando estuve a punto de lograrlo Takao me venció, pero no estaba enojado después de que le dije del por qué había cambiado tanto, todo lo contrario, me hizo comprender que no importaba que no fuera de carne y hueso. Sabía que sus palabras eran sabias pero no es sino hasta ahora que las entiendo a la perfección: nunca necesité ser tener sangre para ser una persona, ya lo era y me di cuenta cuando recordé todas las veces que me sentí feliz, alegre, asustado, enojado o triste, podía reír y también llorar. ¿Necesitaba algo más?
Bien, creo que a partir de ahora nuestro futuro es incierto y ya sea juntos o no, te deseo lo mejor. Te quiero y eso no cambiará.
Tu hijo
Zeo
Bueno, ya saben, acorde con el día, con el alto índice en aumento de familias que sufren desatención paterna, la devaluación y los problemas socioeconómicos pues me llegó la supuesta inspiración. Quizá no transmite la totalidad de ideas y pensamientos que yo quisiera pero la idea general creo que es entendible ¿no lo es?
P.D. agregada después de ver el último capítulo de V-Force: :O Ohhhh!!!! Ya lontiendo. Vaya, así que Zeo es un robot, ¿saben? no pude evitar imaginarme al chico gritando "¡Soy un niño de verdad!" como Pinocho, en fin, dadas las circunstancias no me quedó más remedio que arreglar el fic, -- en fin....
