Reto: Krum/Ginny
Spoilers: HP 1-4. No hay desacuerdo con el 5.
Rating: PG
Retadora: LaLi
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Krum recuerda perfectamente el momento en que la vio por primera vez. Pero no, no, en realidad la había visto antes, pero nunca la había /mirado/.
La había traído Hermione para no tener que encontrarse a solas con él, aunque tuvo la delicadeza de decirle que lo suyo no iría nunca a ninguna parte cuando su amiga había ido a recoger las bebidas en la barra.
Fue rápido, preciso e indoloro.
Y la pelirroja volvió con las cervezas de matequilla, y Hermione lo miraba con sus ojos casi negros como para asegurarse de que estaba bien.
Lo mejor era que estaba bien. De verdad. Lo había temido tanto, le había dado tantas vueltas, se había obsesionado tanto... para esto. Como entrenar tantas horas para coger la snitch y cuando la tienes en tu mano descubrir que no has ganado el partido, pero al revés.
Al irse, cuando ya salían por la puerta, la pelirroja volvió sobre sus pasos y se inclinó sobre la mesa, el cabello liso y, bueno, rojo cayendo como una cortina a ambos lados de sus ojos de avellana.
-Oye, ¿me puedes firmar una servilleta o algo? Es para mi hermano mayor... bueno, para uno de ellos. Se llama Charlie. Gracias...
Él le dio la servilleta de papel, y ella sonrió como Hermione nunca le había sonreído, echó una ojeada por encima de su hombro desnudo y le preguntó, con toda la seriedad del mundo, si estaba bien.
Krum asintió.
Y cuando las vio por el cristal cruzar la calle juntas, bellas, risueñas y cogidas de la mano, supo que la pelirroja había sido la causa de que él se hubiera quedado más abandonado que un bateador solo.
Y él que se había preocupado por el hermano.
Pero ahora todo es distinto, concluye, despertando de su ensimismamiento cuando ella vuelve de la barra y le sonríe, dejando la cerveza de mantequilla frente a él antes de recogerse el pelo en una cola roja.
Spoilers: HP 1-4. No hay desacuerdo con el 5.
Rating: PG
Retadora: LaLi
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Krum recuerda perfectamente el momento en que la vio por primera vez. Pero no, no, en realidad la había visto antes, pero nunca la había /mirado/.
La había traído Hermione para no tener que encontrarse a solas con él, aunque tuvo la delicadeza de decirle que lo suyo no iría nunca a ninguna parte cuando su amiga había ido a recoger las bebidas en la barra.
Fue rápido, preciso e indoloro.
Y la pelirroja volvió con las cervezas de matequilla, y Hermione lo miraba con sus ojos casi negros como para asegurarse de que estaba bien.
Lo mejor era que estaba bien. De verdad. Lo había temido tanto, le había dado tantas vueltas, se había obsesionado tanto... para esto. Como entrenar tantas horas para coger la snitch y cuando la tienes en tu mano descubrir que no has ganado el partido, pero al revés.
Al irse, cuando ya salían por la puerta, la pelirroja volvió sobre sus pasos y se inclinó sobre la mesa, el cabello liso y, bueno, rojo cayendo como una cortina a ambos lados de sus ojos de avellana.
-Oye, ¿me puedes firmar una servilleta o algo? Es para mi hermano mayor... bueno, para uno de ellos. Se llama Charlie. Gracias...
Él le dio la servilleta de papel, y ella sonrió como Hermione nunca le había sonreído, echó una ojeada por encima de su hombro desnudo y le preguntó, con toda la seriedad del mundo, si estaba bien.
Krum asintió.
Y cuando las vio por el cristal cruzar la calle juntas, bellas, risueñas y cogidas de la mano, supo que la pelirroja había sido la causa de que él se hubiera quedado más abandonado que un bateador solo.
Y él que se había preocupado por el hermano.
Pero ahora todo es distinto, concluye, despertando de su ensimismamiento cuando ella vuelve de la barra y le sonríe, dejando la cerveza de mantequilla frente a él antes de recogerse el pelo en una cola roja.