Reto: Snape y Lockhart hablando de Harry. Tiene que salir la frase '¡Sólo es atracción sexual!'.
Spoliers: HP2
Rating: Oye, ya me he cansado de los ratings. ¿A quién le importa? Ya avisaré si hay sexo o algo... aquí nada.
Retadora: Wilbur
Agradecimientos: A mis retadoras hasta ahora y a Miina que me dejó review (Ens veiem a rol!). Por el momento acepto retos, así que dejad review y dejad el vuestro.
.
.
.
Snape odiaba tanto la ropa de Lockhart.
Pero tanto.
Por ejemplo, ¿qué demonios hacía hoy vestido de rosa chillón? ¿Y ésa sonrisa, como si su vida valiera para algo? Pero peor: ¿qué hacía en Hogwarts /otra vez/?
Aferrado a su taza de café negro, Snape le lanzó una mirada hueca y penetrante. Nunca había sido una persona mañanera.
En cambio, Lockhart era una marioneta, uno de ésos descelebrados que se levantan a las cinco para estar bien repeinados a la hora del desayuno.
Y qué sonrisa. Si dolían hasta los ojos de lo que brillaba. Si Snape hubiera sabido qué era, hubiera pensado que se pintaba los dientes con tipex.
Y el muy imbécil se sentó a su lado. Por alguna extraña razón, a veces le daba por tratarlo como si fuera su /compañero/. Pero qué asco.
-¡Buenos días, Severus! ¿No crees que hace un día maravilloso?- cantó el loro.
-Y tanto. La vida es bella- gruñó el cuervo, sin mirarlo y de lo más agarrado a su taza, como si estrujarla le permitiera evitar la tentación de romperla en los dientes de mármol del hombre vestido de rosa.
-Harry aún no ha llegado, ¿cierto?
Snape se tensó.
Lockhart, al notarlo, le palmeó la espalda amistosamente.
Snape ya no podía tensarse más sin que se le quedara una contractura muscular crónica.
-¿Qué Harry?- siseó, su mente maquiavélica creando un plan de ataque.
-Bueno, el famosillo, Harry Potter... nunca tendrá /mi categoría/, pero bueno, ya se sabe... Severus, Severus, Severus, no tienes porqué ponerte así...
El aludido se terminó su café, tratando de no escuchar.
-Es una cosa completamente normal, cielo... el chico tiene su carisma y, Severus, Severus, Severus, no me mires así... ya tiene diecisiete años, y, la verdad, está de buen ver, aunque no se le pueda comparar a mí, ya sé, ya sé, no me mires así, ya sé que te molesta mi modestia...
Severus, también conocido como Severus, Severus, Severus, se sirvió más café casi hirviendo.
-Pero bueno, Severus ¿yo qué voy a decirte! ¡Es normal! ¡Sólo es atracción sexual! ¡Es una cosa completamente normaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAA-AH-AH-AAAAAH!!!
-Vaya, Gilderoy, Gilderoy, Gilderoy, se me ha derramado el café. Cuánto lo siento- se disculpó Snape, apresurándose a salir del Gran Salón.
Nota en la lista de Cosas a Hacer: Borrarle la memoria al imbécil de Lockhart.
Spoliers: HP2
Rating: Oye, ya me he cansado de los ratings. ¿A quién le importa? Ya avisaré si hay sexo o algo... aquí nada.
Retadora: Wilbur
Agradecimientos: A mis retadoras hasta ahora y a Miina que me dejó review (Ens veiem a rol!). Por el momento acepto retos, así que dejad review y dejad el vuestro.
.
.
.
Snape odiaba tanto la ropa de Lockhart.
Pero tanto.
Por ejemplo, ¿qué demonios hacía hoy vestido de rosa chillón? ¿Y ésa sonrisa, como si su vida valiera para algo? Pero peor: ¿qué hacía en Hogwarts /otra vez/?
Aferrado a su taza de café negro, Snape le lanzó una mirada hueca y penetrante. Nunca había sido una persona mañanera.
En cambio, Lockhart era una marioneta, uno de ésos descelebrados que se levantan a las cinco para estar bien repeinados a la hora del desayuno.
Y qué sonrisa. Si dolían hasta los ojos de lo que brillaba. Si Snape hubiera sabido qué era, hubiera pensado que se pintaba los dientes con tipex.
Y el muy imbécil se sentó a su lado. Por alguna extraña razón, a veces le daba por tratarlo como si fuera su /compañero/. Pero qué asco.
-¡Buenos días, Severus! ¿No crees que hace un día maravilloso?- cantó el loro.
-Y tanto. La vida es bella- gruñó el cuervo, sin mirarlo y de lo más agarrado a su taza, como si estrujarla le permitiera evitar la tentación de romperla en los dientes de mármol del hombre vestido de rosa.
-Harry aún no ha llegado, ¿cierto?
Snape se tensó.
Lockhart, al notarlo, le palmeó la espalda amistosamente.
Snape ya no podía tensarse más sin que se le quedara una contractura muscular crónica.
-¿Qué Harry?- siseó, su mente maquiavélica creando un plan de ataque.
-Bueno, el famosillo, Harry Potter... nunca tendrá /mi categoría/, pero bueno, ya se sabe... Severus, Severus, Severus, no tienes porqué ponerte así...
El aludido se terminó su café, tratando de no escuchar.
-Es una cosa completamente normal, cielo... el chico tiene su carisma y, Severus, Severus, Severus, no me mires así... ya tiene diecisiete años, y, la verdad, está de buen ver, aunque no se le pueda comparar a mí, ya sé, ya sé, no me mires así, ya sé que te molesta mi modestia...
Severus, también conocido como Severus, Severus, Severus, se sirvió más café casi hirviendo.
-Pero bueno, Severus ¿yo qué voy a decirte! ¡Es normal! ¡Sólo es atracción sexual! ¡Es una cosa completamente normaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAA-AH-AH-AAAAAH!!!
-Vaya, Gilderoy, Gilderoy, Gilderoy, se me ha derramado el café. Cuánto lo siento- se disculpó Snape, apresurándose a salir del Gran Salón.
Nota en la lista de Cosas a Hacer: Borrarle la memoria al imbécil de Lockhart.
