Reto: Draco y Ginny trabajando juntos en una tienda de animales... y marujeando sobre cierto de Snape y Hermione. REINTERPRETADO.
Spoilers: HP 1-4
Retadora: Medora Black
Sobre ponerme retos: Todo el mundo puede ponerme, y yo los hago por orden, pero sólo 1 por persona en la cola. Por ejemplo, Medora Black pede ponerme otro a partir de hoy, pero Hermi 12 ya tiene uno en cola y tendrá que esperar a que salga para poner otro. (Gwen y Miina, escoged uno cada una y dejad los otros para más tarde, por favor ^^).
Fics en cola (aplicando la nueva norma): 4
.
.
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La campana de la puerta suena, y yo salgo de la trastienda donde había estado tan entretenida dando comida a la cría de dragón que me venían a buscar el martes.
-¿Qué desea?- pregunto, con el tono de voz feliz que tiene que dominar cualquier propietaria de una tienda de animales mágicos, y va y me encuentro con Draco.- Ah, tú. ¿Compras algo?
-Magnífico repertorio expresivo, Weasley- comenta, haciendo rodar los ojillos.- Claro que compro algo. La tienda entera, si te apetece.
-Gracias pero no. Algunos tenemos que ganarnos la vida.
-Y yo me cuento entre ellos.
-Seguro- me puse a juguetear con un bote de comida para hadas. Nunca he podido estar tranquila alrededor de este tío.
-¿Vas a atenderme o prefieres que mi mascota se muera de hambre?
-¿Boa Constrictor vegetariana, cierto?- pregunto, como si no me acordara. Aunque claro que sé. Me sé toda la vida del idiota éste.
-Sí. Eran siete quilos de verdura.
-Voy a la trastienda.
-¿Quieres que te ayude?- pregunta como siempre. Pues mira, no, como siempre. Se la saco fuera y me froto las cervicales. Es viernes, y como cada viernes yo ya no puedo con mi alma.
-Ahí va. Un sickle.
Me lo deja sobre la mesa. Tiene unas manos bonitas, yo siempre lo he dicho.
-La próxima vez no te haré caso y me sacaré yo la caja- me advierte.
-Pues cuidado, que tengo a un dragón vigilándola. Bueno, una cría- añado ante su cara de escepticismo.
-Hablando de animales- empieza. Por lo menos cada día que viene me empieza una frase así. Y viene bastante a menudo, ya lo creo.- ¿Cuánto cuesta el cuervo del rincón?- pregunta, señalándolo.
-Es un cuervo entrenado como una lechuza...- chasqueo los dedos, y el cuervo acude a mi llamada:- Mercutio, aquí... buen chico. Veinte galeones. ¿Por qué, le ha pasado algo a tu búho?
-No. Es para un amigo. Apostamos a que no se atrevía a casarse y... bueno, se ha comprometido, o eso parece. Como mínimo me han llegado rumores- explica, acariciando el pecho de Mercutio con el dorso de un dedo.
-¿No estaremos hablando de Snape y Hermione, verdad?
-Severus y Granger, sí. ¿Sabes si es cierto o qué?
-Pues... aún no. Mi sobrina me ha comentado que corren rumores de que ella lleva un anillo con una perla negra, pero no sé si...
-Ya. Bien podría ser un regalo cualquiera- reflexiona él.
-¿Tú vas por ahí regalando anillos a tus novias porque sí?
-¿Pero tú cuántas novias crees que tengo?
-Pues... ¿unas cuantas?- aventuro.
-No seas tonta, Weasley, no tengo ninguna.
-¿En serio? Y yo que pensaba que eras un playboy, Malfoy- bromeo, saliendo de detrás del mostrador para dejar a Mercutio en su percha.
Y paso por su lado, rozándolo.
-Será que me encuentras irresistible- dice él, y yo le pestañeo con coquetería.
-Será eso.
Él sonríe de medio lado, hechiza el paquete de verduras para que flote tras él, y se va.
La campanilla de la puerta suena.
Espero que vuelva mañana... y que traiga noticias sobre éso de Snape y Hermione.
Porque supongo que esperar que me invite a un café es muy desesperado.
Spoilers: HP 1-4
Retadora: Medora Black
Sobre ponerme retos: Todo el mundo puede ponerme, y yo los hago por orden, pero sólo 1 por persona en la cola. Por ejemplo, Medora Black pede ponerme otro a partir de hoy, pero Hermi 12 ya tiene uno en cola y tendrá que esperar a que salga para poner otro. (Gwen y Miina, escoged uno cada una y dejad los otros para más tarde, por favor ^^).
Fics en cola (aplicando la nueva norma): 4
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La campana de la puerta suena, y yo salgo de la trastienda donde había estado tan entretenida dando comida a la cría de dragón que me venían a buscar el martes.
-¿Qué desea?- pregunto, con el tono de voz feliz que tiene que dominar cualquier propietaria de una tienda de animales mágicos, y va y me encuentro con Draco.- Ah, tú. ¿Compras algo?
-Magnífico repertorio expresivo, Weasley- comenta, haciendo rodar los ojillos.- Claro que compro algo. La tienda entera, si te apetece.
-Gracias pero no. Algunos tenemos que ganarnos la vida.
-Y yo me cuento entre ellos.
-Seguro- me puse a juguetear con un bote de comida para hadas. Nunca he podido estar tranquila alrededor de este tío.
-¿Vas a atenderme o prefieres que mi mascota se muera de hambre?
-¿Boa Constrictor vegetariana, cierto?- pregunto, como si no me acordara. Aunque claro que sé. Me sé toda la vida del idiota éste.
-Sí. Eran siete quilos de verdura.
-Voy a la trastienda.
-¿Quieres que te ayude?- pregunta como siempre. Pues mira, no, como siempre. Se la saco fuera y me froto las cervicales. Es viernes, y como cada viernes yo ya no puedo con mi alma.
-Ahí va. Un sickle.
Me lo deja sobre la mesa. Tiene unas manos bonitas, yo siempre lo he dicho.
-La próxima vez no te haré caso y me sacaré yo la caja- me advierte.
-Pues cuidado, que tengo a un dragón vigilándola. Bueno, una cría- añado ante su cara de escepticismo.
-Hablando de animales- empieza. Por lo menos cada día que viene me empieza una frase así. Y viene bastante a menudo, ya lo creo.- ¿Cuánto cuesta el cuervo del rincón?- pregunta, señalándolo.
-Es un cuervo entrenado como una lechuza...- chasqueo los dedos, y el cuervo acude a mi llamada:- Mercutio, aquí... buen chico. Veinte galeones. ¿Por qué, le ha pasado algo a tu búho?
-No. Es para un amigo. Apostamos a que no se atrevía a casarse y... bueno, se ha comprometido, o eso parece. Como mínimo me han llegado rumores- explica, acariciando el pecho de Mercutio con el dorso de un dedo.
-¿No estaremos hablando de Snape y Hermione, verdad?
-Severus y Granger, sí. ¿Sabes si es cierto o qué?
-Pues... aún no. Mi sobrina me ha comentado que corren rumores de que ella lleva un anillo con una perla negra, pero no sé si...
-Ya. Bien podría ser un regalo cualquiera- reflexiona él.
-¿Tú vas por ahí regalando anillos a tus novias porque sí?
-¿Pero tú cuántas novias crees que tengo?
-Pues... ¿unas cuantas?- aventuro.
-No seas tonta, Weasley, no tengo ninguna.
-¿En serio? Y yo que pensaba que eras un playboy, Malfoy- bromeo, saliendo de detrás del mostrador para dejar a Mercutio en su percha.
Y paso por su lado, rozándolo.
-Será que me encuentras irresistible- dice él, y yo le pestañeo con coquetería.
-Será eso.
Él sonríe de medio lado, hechiza el paquete de verduras para que flote tras él, y se va.
La campanilla de la puerta suena.
Espero que vuelva mañana... y que traiga noticias sobre éso de Snape y Hermione.
Porque supongo que esperar que me invite a un café es muy desesperado.
