Capítulo 8

Duo observaba entretenido como los marineros se apresuraban a subir todas las provisiones en el White Wing, gritos y risas resonando por todo el barco. Hacía un día espléndido, el mar estaba calmado y se podían ver hasta los peces nadando tranquilamente alrededor del barco.

Wufei y Nataku paseaban por el puerto, el hechicero se había negado a subir al White Wing antes de lo necesario, aunque parecía tener muy claro que tarde o tempranto debería superar su miedo al mar si quería acompañarles en la travesía. No muy lejos iba Treize, aunque Duo sospechaba que las cajas que parecía examinar ya hacía tiempo que habían sido puestas a punto y que en realidad estaba vigilando a Wufei. Era muy tierna la manera en que el general se preocupaba por él, siempre vigilando que estuviera bien.

Duo se apoyó en el mastil del gran barco, mirando hacia arriba. Podía ver la vela mayor, blanca como la nieve más pura, ondeando suavemente con el viento y, arriba, mucho más arriba, otra de más pequeña con bordados plateados.

De vez en cuando podía ver el sol asomando por los huecos que dejaban las velas al ondear. Era muy relajante, escuchar el suave sonido de las telas rozar con el mástil al tiempo que las olas mecían suavemente el casco. Trató de pensar en lo que iba a pasar a partir de ahora, Relena y el viaje que le esperaba, el tesoro que debía encontrar para ella, el dolor que sentiría cuando le abandonaran.

Pero no pudo concentrarse, los pensamientos se escurrían de su mente como arena. Últimamente siempre le pasaba lo mismo, estaba demasiado relajado como para preocuparse por algo. Su actitud era confiada, y eso era justamente lo que no quería. Sabía que muy, muy adentro un destello de esperanza había nacido, diciendole a su corazón que quizá esta vez no le iban a abandonar, y no podía soportarlo. De este modo iba a ser herido profundamente cuando lo que temía ocurriera. No quería volver a sentir ese dolor nunca más pero no tenía ninguna prueba de lo contrario.

Era cierto que el hecho que Heero le hubiera hecho su "esclavo" le había dado un cierto sentimiento de seguridad, algo que su mente trataba de eliminar rápidamente. Un esclavo era, al fin y al cabo, una espécie de muñeco, algo que usabas como querías y, cuando te cansabas, lo tirabas y buscabas otro. No era ninguna prueba válida de que sólo por serlo Heero no le iba a abandonar. Pero –susurró su corazón- ahora tienes amigos. Wufei, Quatre, Trowa, Treize... ellos no te abandonarían. Ante esa verdad su mente no tenía nada que responder, aunque trataba con todas sus fuerzas de decirle a su corazón que no confiara. Había sido traicionado demasiadas veces como para fiarse de alguien tan rápido.

Suspirando, Duo decidió que quizás habría sido mejor no des-relajarse. Ahora no se sentía tranquilo ni con el sonido de las velas acariciando el mástil. En ese instante un silbido rompió la tranquilidad en que se había sumido el barco, y en el fondo se escucharon campanas. La tripulación subió al barco, Heero, Treize y un no muy contento Wufei sequidos de cerca por Trowa y Quatre. Había llegado el momento de partir.

Todos se dirigieron hacía el timón, donde se había dispuesto una mesa con un mapa mientras que gran parte de la tripulación empezaba a preparar las velas, tensando cuerdas y soltando otras. Con una mirada Heero buscó por la cubierta hasta que localizó a Duo, y con un movimiento de cabeza indicó al chico que le siguiera.

El corazón de Duo dio un salto, casi derritiéndose con la calidez de esos ojos azules, y casi se sonrojó al pensar en lo infantil de sus sentimientos. Dios, si con una sola mirada se ponía así, es que debía estar muy mal!

-Podrías indicar el punto a donde vamos? –preguntó Trowa una vez estuvo con ellos al lado del mapa.

El chico de ojos violetas negó con la cabeza.

-Lo siento mucho, pero no es así como os puedo guiar. Sólo sé la dirección.

Trowa suspiró; al menos lo había intentado.

-Podrías indicarla, entonces? –preguntó Heero, poniendo su mano sobre la espalda de Duo.

-Hacia aquí –señaló Duo, apuntando a un sitio indeterminado en el mar. Trowa arqueó una ceja, pero no dijo nada.

El White Wing se puso en marcha y lentamente fue saliendo del puerto de Tsubasa. Mucha gente se había reunido a lo largo del puerto y se despedían de ellos con alegría, lanzando flores y gritando "Buen viaje" o incluso cantando. Heero sonreía ligeramente mientras con la mano también se despedía de ellos, pero finalmente el barco se alejó mar a dentro hasta que el puerto fue una delgada línia muy a lo lejos.

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-Que tal llevas el viaje, Wufei? –preguntó Duo un rato más tarde. El joven hechicero estaba sentado al suelo, recostado en el mastil. Nataku dormía tranquilamente acurrucada en su hombro, soltando nuves de humo de vez en cuando.

-Podría ser peor –gruñó Wufei-, ya me he mareado dos veces.

-Deberías relajarte –dijo Quatre, sentándose al lado de Wufei- si estás tenso será peor.

-No puedo! –contestó Wufei-, como quieres que me relaje si estoy en un barco???!!

Quatre se encogió como si le hubiera golpeado.

-Wufei! –dijo Duo, enfadado- Quatre sólo trataba de ayudarte! No seas así con él!

-Lo siento –dijo el hechicero, sonrojándose- es que últimamente estoy muy tenso.

-No pasa nada –sonrió el rubio- pero has de saber que Duo y yo somos tus amigos y haremos todo lo posible para ayudarte.

-Gracias –dijo el chico- muchas gracias.

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Los días pasaron tranquilamente a bordo del White Wing. De vez en cuando Duo iba hacia el timón y indicaba la nueva dirección, que era seguida de cerca por el Peacemillion, el velero de Relena, la capitana Dorothy y su tripulación. Se habían negado a acompañarles en el White Wing, alegando que ya tenían un barco con el que se sentirían más comodas viajando. Por supuesto, nadie había dicho nada en contra.

Heero estaba más contento viajando sin Relena a bordo, la chica tenía algo que le inquietaba. Era cierto que era muy agradable cuando quería, y a veces tenían conversaciones muy interesantes, pero había un brillo casi agresivo detrás de sus vivos ojos azules, y Heero no quería averiguar que era. Tenía un mal presentimiento sobre todo esto, no le gustaba en absoluto. Des de que Relena había dicho durante aquella reunión que sabía que tenían a Duo, había empezado a buscar por todas partes por la única manera a través de la qual se podría haber enterado: un espía. Y a Heero Yuy no le gustaban los espías, y aún menos si estaban en su contra. Y lo que más le sorprendía era la existencia de uno. Si estaban trabajando para lograr una paz entre sus paises, para que se necesitaba la presencia de un espía? Algo olía a trampa en esta expedición, y si no se daban prisa en encontrar al misterioso espía, temía por lo que podía pasarles.

--------- Fin del capítulo---------

Laie: -se esconde detrás de una mesa- eeeyyyyyyyyyyy!! No se enfaden!!!

Tomates empiezan a estrellarse contra la mesa.

Laie: reconozco haber sido una chica mala por hacerles esperar, contentos?

Ahora empiezan a estrellarse objetos como platos, relojes, camisetas con textos como "Amo a Relena", e incluso algún que otro zapato rosa.

Laie: eeyyy!!! Que me podéis hacer daño!!

Duo: pararemos cuando nos digas porque has tardado tanto en escribir este capítulo OTRA VEZ!!

Quatre -asiente-: ya es la segunda o tercera vez que ocurre!!

Laie: -saliendo de detrás de la mesa después de comprobar que los/las reviewers enfadados no tirarán más tomates- es que...veréis, en época de examenes es muy difícil concentrarse lo suficiente como para escribir!!!

Heero: hn. La organización es la llave.

Laie: ¬¬ yo no soy como tú, también he de dormir de vez en cuando!!

Reviewers: entonces, si ahora estás escribiendo es porque ya tienes tiempo??

Laie: eto... weno, en este caso se trata de que mi consciencia me hacía sentir mal al saber que esta historia, la que tiene más reviews de todas las que he escrito, llevaba tanto tiempo parada. Y claro, los pobres reviewers....

Quatre: di la verdad, Laie, TODA la verdad. Puedo sentir que algo nos escondes...

Laie: uuh...bueno...es que el otro día leí otra vez un fic que me gusta mucho y que lleba años descontinuado, y me sentí muy triste al saber que nunca llegaría al final, así que pensé en mis reviewers y... Prometo que haré todo lo posible para escribir más a menudo!!!

Reviewers -con lagrimitas en los ojos- Laieeeeeeeeeeeeeeeeee!!!

Laie: revieweeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerrsss!!!

Aparece un campo de flores y todos se abrazan.

Trowa: ....

Wufei: hn. Creo que esta escritora lleba demasiado tiempo sin alimentarse, ya sabéis: los reviews son el alimento de Laie y todo eso...

Laie: uy!! Antes de que acabe este capítulo; como disculpa he empezado a traducir otro fic "EL DERECHO" , es también así de fantasía y los amantes de 1x2 no se lo pueden perder!! Cuando lo leí pensé que sería una injusticia que los hispanoablantes no pudieran leerlo, así q aquí estoy, empezando nuevos trabajos cuando aún no he terminado "The Ion Arc" UU