Capitulo 13
En el comportamiento...
-¿qué hace el aquí? -pregunto malamente Ron.
Draco había entrado detrás de Harry a compartimiento. Estaba más pálido de lo usual. Harry no le había hablado desde que habían salido de la oficina del director. Dumbledore le había obligado a disculparse con los amigos de Harry.
-Bien Draco. Ya sabes lo que hacer -le dijo apoyándose en la pared del compartimiento con los brazos cruzados. Ron y Hermione miraban atentamente al rubio que estaba temblando.
-Bien. quería decir. que bueno. que quería disculparme por lo que os he hecho a lo largo de todos estos años. Quería que supieseis que yo no querría decirlo. Que era por culpa de mi padre que fueseis ahora mis enemigos. Me obligo a que lo hiciese. -se volvió a mirar a Hermione -Hermione. Yo no pienso que este mal que tus padres sean muggles y me impresiona de tu inteligencia -luego se volvió hacía Ron, dejando a una Hermione muy ruborizada -y tu, Ron, quería decirte que aunque no estéis en una buena situación económica, vuestra familia es muy buena y bondadosa. Ya me hubiese gustado vivir como vosotros. ¿Sabéis? A través de estos años, he aprendido que no todos es dinero y ser de sangre limpia. Incluso a mi me hubiese gustado ser medio muggle teniendo unos amigos como vosotros. Me gustaría empezar de nuevo, ser vuestros amigos. Ya se que se os hará muy difícil, pero me gustaría intentarlo. Harry espero que me perdone, después de todo voy a pasar un verano entero con él.
-¿qué? -preguntaron ron y Hermione asustados.
Harry, que había permanecido callado durante todo el rato, habló. Les explico lo que les había dicho el director, mientras Draco miraba hacía los amigos del moreno para ver su reacción. Por supuesto, Ron no se lo tomó muy bien, pero no dijo nada, como lo había dicho Dumbledore, no puso impedimentos. Aún así su expresión reflejaba que no le gustaba que fuese. Hermione, no dijo nada. Según lo que creía Harry, después de haber convivido tantos años con ella, que pensaría que sería una buena idea para perder la rivalidad.
Después, Draco se fue a un compartimiento con Crabe y Goile dejando a Harry con sus amigos.
*** Draco se sentaba en su compartimiento, mirando distantemente a través de la ventana. Pensaba en lo que había ocurrido estos últimos años. Su padre le había obligado a hacerse mortífago. Él se había negado, y había sufrido su ira y la de Voldemort. Éste último le dijo que al final del año, se haría mortífago dijese lo que dijese. No quería recordarlo, era doloroso. Había estado deseoso de volver a Howarts. Cuando empezaron las clases, habló con el director, pidiéndole que le protegiese de su padre. Dumbledore le ayudo mucho, evitando que Lucios no entrase nunca en el colegio. Cuando dio lugar el ataque a Howarts, cuando Voldemort había conocido su derrota por Harry Potter, luchó contra muchos mortífagos y enviandolos a Azcaban. Con el que más gusto lo hizo, fue su padre. Había habido un duelo muy duradero, pero Draco había conseguido vencerlo y enviarlo para que sufriera. Y ahora. Harry. había intentado matarle. más bien. la mente de Voldemort había intentado matarle. Sabía que el-que-no-debe-ser-nombrado aún seguía vivo, pero que en la vida podría volver a renacer si no fuera a voluntad de Harry. Se acordó de cómo Harry, había luchado contra la mente de Voldemort que renacía en su cuerpo, evitando que le matase. Estuvo bastante enfadado con Harry, pero se dio cuenta que no había sido su culpa, si no la suya por fastidiarle. Sabía que había sido por una tontada, pero no sabía que por semejante estupidez Voldemort podía salir de dentro de Harry, ayudándole así a matarle. Con esos y otros pensamientos, el tren se estaba parando y los alumnos bajaban alborotados. Weasley y Granger también bajaban encontrándose a sus respectivas familias. En ese momento, Harry entraba en el compartimiento-
-Venga Draco, Sirius y Remus nos esperan.
Este asintió y al poco estaban en frente de los ya dichos. Draco se adelantó a Harry y hablo.
-Muchas gracias, Sr. Black por acogerme. Y a usted también profesor -dijo volviéndose hacía el hombre que sonreía.
Sirius, estaba llevando una camisa de seda negra, y unos pantalones del mismo color. Se veía que había terminado de adquirir ese brillo en los ojos, que tantas veces Harry había visto en las fotos de la época de sus padres. Tenía una gran sonrisa en su cara. A su lado, Remus Lupin, parecía mucho mejor. Llevaba unos pantalones oscuros y una camiseta azul. Todo parecía más nuevo que las ropas que llevaba anteriormente. Su tez no estaba pálida como antes, y parecía mucho más joven que el verano anterior. También tenía, al igual que su padrino, una gran sonrisa en la boca.
-Draco, no me llames de Señor, me hace parecer más viejo, y no me gusta. Y a Remus no le llames profesor, creo que tampoco le gusta, llámanos simplemente por nuestros nombres. No hace falta que nos des las gracias estamos encantados de que vengas. Para serte sincero, creía que no ibas a venir por Harry. -le dijo mirando al muchacho de pelo azabache Harry no dijo nada sobre ese comentario.
-Bueno, que ¿nos vamos? Tendremos que hacer las maletas y todo eso -interrumpió el muchacho.
-Si, vamonos. Mañana, en cuanto nos levantemos, nos marcharemos. Va a ser un viaje muy largo. Por la noche, discutiremos sobre ello.
Remus, Sirius, Draco y Harry, salieron de la estación. Un descapotable esperaba en la puerta. A los dos muchachos se les abrieron la boca. Remus y Sirius sonrieron con satisfacción. Era un descapotable negro brillante. La carrozaría brillaba como el sol. Casi deslumbraba al verlo. Era bastante largo. La tapicería era del mismo color, al igual que los asientos que eran de cuero. A simple vista era maravilloso. Parecía muy cómodo.
-¡Guau! -exclamaron los dos muchachos.
-Bueno, chicos. ¿Montamos? -les dijo Sirius empujándoles suavemente.
-Es, es, es impresionante, Sirius. -balbuceo Harry.
-Ya lo se.
-Tu padrino, cuando era joven, adoraba todo lo relacionado con las motos y los coches. Y ya ves, al ver el descapotable, lo compró. Lo ha cuidado y lavado todos los días, sin permitir que nadie lo tocase. Y si alguien lo tocaba, le gritaba y lo limpiaba rápidamente -le explico Remus.
Harry y Draco se reían con el hombre. Sirius puso mala cara y entro. Al poco, se unieron los demás. La mayoría de la gente se había quedado mirando el coche. Incluso algunos amigos de Harry.
-Ostras Harry ¿es vuestro? -preguntaba Seamus con la boca abierta.
La mayoría de la escuela estaba mirando a Harry. Bueno, a Harry no, al coche. Menos mal que solo miraban la carrocería, pensaba Draco, si no se hubieran dado cuenta de que él estaba allí. Después de dejar que admiraran el coche, se marcharon a casa.
En el comportamiento...
-¿qué hace el aquí? -pregunto malamente Ron.
Draco había entrado detrás de Harry a compartimiento. Estaba más pálido de lo usual. Harry no le había hablado desde que habían salido de la oficina del director. Dumbledore le había obligado a disculparse con los amigos de Harry.
-Bien Draco. Ya sabes lo que hacer -le dijo apoyándose en la pared del compartimiento con los brazos cruzados. Ron y Hermione miraban atentamente al rubio que estaba temblando.
-Bien. quería decir. que bueno. que quería disculparme por lo que os he hecho a lo largo de todos estos años. Quería que supieseis que yo no querría decirlo. Que era por culpa de mi padre que fueseis ahora mis enemigos. Me obligo a que lo hiciese. -se volvió a mirar a Hermione -Hermione. Yo no pienso que este mal que tus padres sean muggles y me impresiona de tu inteligencia -luego se volvió hacía Ron, dejando a una Hermione muy ruborizada -y tu, Ron, quería decirte que aunque no estéis en una buena situación económica, vuestra familia es muy buena y bondadosa. Ya me hubiese gustado vivir como vosotros. ¿Sabéis? A través de estos años, he aprendido que no todos es dinero y ser de sangre limpia. Incluso a mi me hubiese gustado ser medio muggle teniendo unos amigos como vosotros. Me gustaría empezar de nuevo, ser vuestros amigos. Ya se que se os hará muy difícil, pero me gustaría intentarlo. Harry espero que me perdone, después de todo voy a pasar un verano entero con él.
-¿qué? -preguntaron ron y Hermione asustados.
Harry, que había permanecido callado durante todo el rato, habló. Les explico lo que les había dicho el director, mientras Draco miraba hacía los amigos del moreno para ver su reacción. Por supuesto, Ron no se lo tomó muy bien, pero no dijo nada, como lo había dicho Dumbledore, no puso impedimentos. Aún así su expresión reflejaba que no le gustaba que fuese. Hermione, no dijo nada. Según lo que creía Harry, después de haber convivido tantos años con ella, que pensaría que sería una buena idea para perder la rivalidad.
Después, Draco se fue a un compartimiento con Crabe y Goile dejando a Harry con sus amigos.
*** Draco se sentaba en su compartimiento, mirando distantemente a través de la ventana. Pensaba en lo que había ocurrido estos últimos años. Su padre le había obligado a hacerse mortífago. Él se había negado, y había sufrido su ira y la de Voldemort. Éste último le dijo que al final del año, se haría mortífago dijese lo que dijese. No quería recordarlo, era doloroso. Había estado deseoso de volver a Howarts. Cuando empezaron las clases, habló con el director, pidiéndole que le protegiese de su padre. Dumbledore le ayudo mucho, evitando que Lucios no entrase nunca en el colegio. Cuando dio lugar el ataque a Howarts, cuando Voldemort había conocido su derrota por Harry Potter, luchó contra muchos mortífagos y enviandolos a Azcaban. Con el que más gusto lo hizo, fue su padre. Había habido un duelo muy duradero, pero Draco había conseguido vencerlo y enviarlo para que sufriera. Y ahora. Harry. había intentado matarle. más bien. la mente de Voldemort había intentado matarle. Sabía que el-que-no-debe-ser-nombrado aún seguía vivo, pero que en la vida podría volver a renacer si no fuera a voluntad de Harry. Se acordó de cómo Harry, había luchado contra la mente de Voldemort que renacía en su cuerpo, evitando que le matase. Estuvo bastante enfadado con Harry, pero se dio cuenta que no había sido su culpa, si no la suya por fastidiarle. Sabía que había sido por una tontada, pero no sabía que por semejante estupidez Voldemort podía salir de dentro de Harry, ayudándole así a matarle. Con esos y otros pensamientos, el tren se estaba parando y los alumnos bajaban alborotados. Weasley y Granger también bajaban encontrándose a sus respectivas familias. En ese momento, Harry entraba en el compartimiento-
-Venga Draco, Sirius y Remus nos esperan.
Este asintió y al poco estaban en frente de los ya dichos. Draco se adelantó a Harry y hablo.
-Muchas gracias, Sr. Black por acogerme. Y a usted también profesor -dijo volviéndose hacía el hombre que sonreía.
Sirius, estaba llevando una camisa de seda negra, y unos pantalones del mismo color. Se veía que había terminado de adquirir ese brillo en los ojos, que tantas veces Harry había visto en las fotos de la época de sus padres. Tenía una gran sonrisa en su cara. A su lado, Remus Lupin, parecía mucho mejor. Llevaba unos pantalones oscuros y una camiseta azul. Todo parecía más nuevo que las ropas que llevaba anteriormente. Su tez no estaba pálida como antes, y parecía mucho más joven que el verano anterior. También tenía, al igual que su padrino, una gran sonrisa en la boca.
-Draco, no me llames de Señor, me hace parecer más viejo, y no me gusta. Y a Remus no le llames profesor, creo que tampoco le gusta, llámanos simplemente por nuestros nombres. No hace falta que nos des las gracias estamos encantados de que vengas. Para serte sincero, creía que no ibas a venir por Harry. -le dijo mirando al muchacho de pelo azabache Harry no dijo nada sobre ese comentario.
-Bueno, que ¿nos vamos? Tendremos que hacer las maletas y todo eso -interrumpió el muchacho.
-Si, vamonos. Mañana, en cuanto nos levantemos, nos marcharemos. Va a ser un viaje muy largo. Por la noche, discutiremos sobre ello.
Remus, Sirius, Draco y Harry, salieron de la estación. Un descapotable esperaba en la puerta. A los dos muchachos se les abrieron la boca. Remus y Sirius sonrieron con satisfacción. Era un descapotable negro brillante. La carrozaría brillaba como el sol. Casi deslumbraba al verlo. Era bastante largo. La tapicería era del mismo color, al igual que los asientos que eran de cuero. A simple vista era maravilloso. Parecía muy cómodo.
-¡Guau! -exclamaron los dos muchachos.
-Bueno, chicos. ¿Montamos? -les dijo Sirius empujándoles suavemente.
-Es, es, es impresionante, Sirius. -balbuceo Harry.
-Ya lo se.
-Tu padrino, cuando era joven, adoraba todo lo relacionado con las motos y los coches. Y ya ves, al ver el descapotable, lo compró. Lo ha cuidado y lavado todos los días, sin permitir que nadie lo tocase. Y si alguien lo tocaba, le gritaba y lo limpiaba rápidamente -le explico Remus.
Harry y Draco se reían con el hombre. Sirius puso mala cara y entro. Al poco, se unieron los demás. La mayoría de la gente se había quedado mirando el coche. Incluso algunos amigos de Harry.
-Ostras Harry ¿es vuestro? -preguntaba Seamus con la boca abierta.
La mayoría de la escuela estaba mirando a Harry. Bueno, a Harry no, al coche. Menos mal que solo miraban la carrocería, pensaba Draco, si no se hubieran dado cuenta de que él estaba allí. Después de dejar que admiraran el coche, se marcharon a casa.
