ATENCIÓN NADA DE ESTO ME PERTENCE JAJAJAJAJAJA OTRA COSA ESTO SE ESTA PONIENDO UN POCO GRUESO ASI QUE SI TIENES LA SUFICIENTE MADURES PARA PODER ENTENDER COSAS DEL SEXO Y COSAS POR EL ESTILO SIGUELO LEYENDO NO CONTIENE ESCENAS SEXUALES, SOLO PLATICAS CON UN LIGERO ROCE EN ESE TEMA. OTRA COSA QUIERO AGRADECER A TODOS LOS REVIEWS QUE ME HAN MANDADO Y QUE YA ESTOY MEJOR GRACIAS ^^ ATTE JULILI
Capitulo IV
Una platica con el más indicado
Lili guardo silencio, miró al frente. Llovía el parabrisas no cesaba de moverse. Ya sabía que aquel día no pasarían por la exposición, y ello le molestaba, pero también le molestaba que Remus la obligara a hablar del futuro en común. No le apetecía casarse, era joven, tenía 22 años, incluso Remus tenia solo uno más que ella.
Se alzó de hombros, guardó silencio, y Remus condujo el automóvil hasta detenerlo en una cafetería.
- Merendaremos aquí y charlaremos. Tenemos muchas cosas de que hablar.. Llevamos siete años diciéndonos cosas y creo que es hora de dejar de decirlas- dijo y la llevó asida por los hombros hasta un rincón. La ayudó a sentarse y luego lo hizo él.
El camarero acudió enseguida, y Remus pidió dos cafés.
- Lo tenemos todo, Lili, solo faltamos tu y yo.
- Pero somos muy jóvenes.
- Tampoco es eso, hay que pensar que llevamos siete años conociéndonos.
- Pues no nos conocemos tanto
- ¿cómo dices eso?
- Pues no, yo te vi poco, te has pasado la vida estudiando.
- Por eso quise hacerlo rápido, pero de ahora en adelante te veré a media tarde todos los días. Tu ya has terminado tu carrera, tienes trabajo en las librerías de tus padres, pero ellos no te necesitan. Algún día heredarás esas librerías porque eres la única hija y tu padre me dice que es algo que heredó desde generaciones, que es un trabajo y una empresa tradicional. Y que él quisiera seguir esa tradición. . Yo ya dije que sí.
- Pero yo aún no me he casado contigo, Remus.
- Ya, pero vas a ser mi esposa.
Lili pensó las cosas que no dijo. Su silencio produjo malestar en Remus.
- Tu nunca me respondes cuando hago proyectos para el futuro.
- Es que, aunque tú lo ves tan cerca, yo no lo veo así, me siento muy joven, no tengo apenas conocimiento de los hombres, de las relaciones amorosas.
- Que tonterías dices, estarás a mi lado y aprenderemos a la vez.
- No me digas que tu aun eres virgen- dijo Lili en un arranque sorpresivo
Remus exclamó asombrado.
- Yo espero a estrenarme contigo, Lili. Siempre te he respetado.
- ¡Dios mío, Remus! El amor no quiere respeto, es un huracán y estalla, y cuando estalla, se vive.
- Lili ¿qué lenguaje es ese?
Lili se contuvo. Era su lenguaje.
Ella pensaba así y sin duda Remus pensaba de otro modo.
- Mira, Lili, lo mejor de todo es el matrimonio, aprenderemos uno del otro, ya verás como es fácil
- Pero tu eres virgen...
- Si
- ¿Nunca has tenido sexo?
- Mira, Lili, yo estoy contigo, y estando contigo es suficiente.
Aquel día Lili regresó a su casa muda, con el semblante crispado.
Por eso, antes de cenar, le dijo a la cocinera que la llamase por el teléfono interior. Le guiño un ojo y luego subió en el ascensor hasta el ático. Tenia tiempo suficiente hasta las nueve que llegaban sus padres de las librerías y si Paulette, la cocinera, la llamaba por el teléfono interior, tendría tiempo de bajar en el ascensor y sus padres no sabrían que había estado con el pintor.
Deseaba hablar con él. Sabía que en James encontraría un gran amigo. Ella no podía casarse con un hombre que no entendía, con un virgen, con un hombre que decía que se reservaba para ella por dignidad y respeto. No entendía eso.
Ángela, su amiga del alma, que había estudiado con ella, tenía un novio con el cual vivía a veces intensamente, y Lili soñaba con experimentar la misma intensa pasión.
Encontró a James tirado en el canapé, fumando a media luz.
- ¿Pero que haces a oscuras?
- Oye, que no estoy a oscuras. Me gusta estar así, fumar un cigarrillo a media luz, y pensar casi a ciegas.
- A...¿pero piensas?
- No seas mona, Lili, y no juegues conmigo. Me parece que ese novio que tienes muy poco te ha espabilado.
- ¿Un novio tiene que espabilarme?
- Y tanto, tiene que ser compañero apasionado, ferviente, que lo tire todo por la borda para quererte.
James encendió la luz, pero no demasiado luminosa.
Tenía la manía por lo visto, de andar a oscuras, pero hizo el café y depuse de servir dos tazas, le dio una a Lili. James estaba sin camisa y andaba descalzo...
- Oye perdona- dijo- esta facha que tengo, pero es que el calor es insoportable. Me gusta más el frió.
- Pues está lloviendo.
- Vienes de estar con tu novio.
- Si
- El otro día te pregunté si habías hecho el amor con Remus.
- James, no me parece apropiado...
- Somos un hombre y una mujer, y somos amigos, y sabes que no intento violentarte. Pero yo conocía a Remus, era el muchachito guapo de la facultad, pero no sé que tenía que no había chica que se acercara a el. A las mujeres, Lili, les gustan los hombres dicharacheros, maliciosos, incluso pecaminosos.
- No he hecho el amor con él- dijo Lili de mal humor-. Y cállate ya.
- Voy a callarme menos
- Ya lo suponía.
- ¿Dijo que te respetaba?
- Y es que me respeta.
- Pero tu, Lili ¿que idea tienes del amor? El amor cuando se siente es como un volcán, no hay quien lo detenga, arrasa y se apodera de todo aquello que se encuentra a su paso. Yo me enamore una vez, solo una vez – añadió James -. Me atraía tanto que casi reventaba de dolor. Un día cuando más interesado estaba, cuando casi pensaba renunciar a la pintura y trabajar con mi padres, cuando incluso rozó por mi mente la locura del matrimonio, se negó a hacer el amor conmigo. Si yo la adoraba y la deseaba y ella no le ocurría igual, es que no me amaba nada. Y me fui a París. Decidí elegir entre mi vida bohemia y aquella muchacha que se llamaba Janet.
- Podía ser una gran esposa.
- Por supuesto, Lili, no lo dudo, pero también podía ser una mujer que nunca me diera la pasión que yo buscaba en mi compañera. Después he vivido aventuras pasionales, muy pasionales... bueno, que te voy a decir, Lili, yo no sirvo para vivir uniones pasivas. Yo tengo que sentir con todas mis fuerzas el amor para vivirlo así. Y lo he vivido alguna vez, pero no hubo continuidad. No había química, no había eso que tienen que haber en la unión para la posteridad. Ya ves que soy un loco, un egoísta, todo lo que gustes. Yo sueño con el matrimonio, con tener una compañera para todo. El matrimonio es un tesoro esas loterías de gordo que te dejan apabullado, que te dan tanto dinero que no tienes que pensar más en el . Pero para llegar a eso tienes que encontrar una pareja que sea comprensible como tú, cariñosa como tú, apasionada como tú. Si un día encontró esa persona, apacible, apasionada, comprensible, respetuosa, inteligente y amable, me casaré con ella. Ya ves , Pero mira, Lili, no comprendo como Remus no ha hecho el amor contigo. Si yo fuera mujer y tuviera un novio que en sete años no me hiciera el amor, lo despedía a cajas destempladas. No te cases si no estas segura. Oigo hablar a mis padres del mismo tema, y cuando vienen los tuyos a tomar café, la conversación se limita a eso, a que no acabas de decidirte, a que si Remus ya es notario. No hagas caso, Lili, no te cases con Remus.
- Parece que olvidas que llevamos siente años de novios.
- No ya era tu novio cuando me fui, pensé que tendrían media docena de hijos y te encuentro soltera y , además, dudosa
- No estoy dudosa.
- No me digas que no lo estás. La duda vive en ti como una araña y no vas a casarte con Remus por el simple hecho de que no estas enamorada. Lo estabas a los 15 años, era lógico también, acababas de salir del mundo...
- Me voy, James. No quiero seguir hablando de esto
