Tensión


Solamente una vez en su vida existió algo que lo molestaba o mas bien incomodaba, pero con el tiempo ese motivo se convirtió en su mayor prioridad al grado de haber cambiado completamente su rutina de libertinaje, sexo desenfrenado con cuanta mujer se cruzaba y un poco su carácter que lograba sacar de sus casillas a sus amigos y familiares. Un motivo que hasta el día de hoy era el centro de su infinito universo, el cual tenia nombre y apellido: Kasumi Miwa. Si su tierna esposa diez años menor que él. Aquella inocente joven que conoció por azares del destino cuando era la niñera de las pequeño demonio de Suguru y Utahime, aun no podía creer como alguien tan dulce, dedicada, trabajadora y sobre todo bella se fijara en el verdadero Satoru Gojou. Al grado de unir sus vidas hace seis años atrás, provocando toda una rebelión en su Clan, sonrió maliciosamente al recordar los rostros de sus progenitores al notificarles que se había casado y nada mas ni nada menos que con una simple joven humilde, además de que pronto crecería su "distinguida" familia.

Pero no todo era miel sobre hojuelas, a pesar de los malos tratos de su familia y una que otra riña con el hermano de Kasumi, se podría decir que a pesar de las habladurías su matrimonio era perfecto, porque aun a estas alturas nadie creía que el playboy, millonario y sarcástico Satoru Gojou le fuera fiel a su esposa. Aunque estos últimos meses sentía una tensión que solo ella podía controlar y por más que deseaba compartir tiempo de calidad con Kasumi, existían dos pequeños problemas que no los dejaban.

- Pero que cara traes. – levantó su mirada se encontró con el sonriente de Suguru. – Por tu rostro me imagino que anoche no pudiste tener "tiempo de calidad" con Kasumi-chan. – al ver como el peliblanco arrugaba el entrecejo junto con un puchero infantil, se carcajeo. - ¿Y ahora quien fue?

- Kyo. – volteo los ojos. - ¿Cómo le hacías para tener sexo con Utahime cuando eran mas pequeñas tus hijas? – el pelinegro solo se encogió de hombros sacando la lengua.

Satoru suspiro derrotado recargando su cabeza en el escritorio con claro signo de cansancio.

- Parece que esos niños me odian son: quisquillosos, curiosos, traviesos, sarcásticos y unos completos egoístas en lo que se refiere a Kasumi-chan.

- Son tu vivo retrato de pies a cabeza. – riendo Getou. – Incluso pareciera que no sacaron nada a Kasumi-chan, excepto Kyo en lo tímido, pero Sakura amigo mío…esa niña es tu versión femenina.

- Tienes razón. – viendo el retrato que había en su escritorio mostrando a Kasumi junto a unos pequeños peliblancos con mechones azules junto a un prado de flores. – Hubiera deseado que sean mas como Kasumi-chan, pero aún no respondiste a mi pregunta. – viendo directo al nombrado.

La postura de Suguru Getou cambio al recordar cuando sus hijas eran mas pequeñas, pero siendo honesto tanto como Nanako y Mimiko eran demasiado tranquilas. Agradeciendo que incluso su hijo no le ocasionaba esa clase de "problemas" como los pequeños retoños de su amigo.

- Si te soy sincero, nunca los he tenido. – sonriendo. – ¿Porque no se lo preguntas a alguien más?. – diciendo esto en broma.

Sin embargo, al ver como el rostro de Gojou se ilumino y junto a una sonrisa juguetona, no lo dudo ni un segundo, para marcar una extensión demasiado conocida. Esperando que en la otra línea respondiera inmediatamente.

- Gojou, es demasiado temprano para tus tonteri…

- Nanami, ¿Cómo le haces para tener sexo con Suki sin que tu hijo te interrumpa? – cuestiono sin ningún tapujo o pudor alguno, ganando una risa estridente de Suguru. – Oe, Oe…Nanamiiii. – alargando el nombre cantarín, suponiendo que el rubio había colgado. – Upss, creo que sigue igual de tímido incluso hablando de sexo. Iré a verlo.

Levantándose de su escritorio y dirigirse directamente con su amigo.

- ¡Suerte con eso!. – grito Suguru. – O más bien en que te abra la puerta. – volviendo a reírse. – Realmente está desesperado.


"En cuanto cerró la puerta sintió los labios posesivos de Satoru sobre los de ella, llenos de desesperación, hambre y devoción que siempre mostraba cada vez que deseaban hacer el amor o como diría su esposo cada vez que deseaba follar con ella. Sonrió ante el pensamiento y es que al peliblanco siempre le encantaba decir todo tipo de vocabulario cuando…

- E-Espera, Satoru…- tartamudeo al ver como era lanzada a la cama y como Gojou se quitaba la parte de arriba de su pijama, para posicionarse arriba de ella. – Los niños podrían…

- Tranquila. – mordiendo el lóbulo de su oreja. – Haremos el menor ruido posible, ahora déjame follarte. – besándola. – Realmente te necesito.

La joven se sonrojo y como respuesta beso a Satoru, mientras delineaba con sus dedos el abdomen de este. Las acciones de ella hicieron que alzara las cejas sorprendido, pero siempre amaba esta faceta apasionada de la joven peliceleste. Las manos de Satoru comenzaron de deslizar los tirantes del blusón de Miwa con desesperación mostrando sus senos y sin dudarlo bajo a besarlos con desesperación, sintió una descarga eléctrica al sentir las manos de ella tomando suavemente su cabello junto con los gemidos cerca de su oído y una de sus manos se dirigió directamente a la ropa interior de Kasumi, sonriendo soberbio al sentir como ya estaba húmeda.

Rápidamente se levanto para quitarse los pantalones dejándose expuesto ante la mirada sonrojada de su esposa y de igual manera la desnudo quitando lo que quedaba del blusón junto con las bragas. Realmente necesitaba sentir el paraíso que era estar dentro de ella y justo cuando se disponía a hacerlo…

- ¡Mamiii!. – se escuchaba unos toques desesperados en la puerta junto con los gritos de una niña. – Que raro tiene seguro. – las inocentes palabras de la pequeña voz detrás de la puerta, provocaron que los adultos se sonrojaran. – Mami, abre la puerta por favor.

Los ojos celestes de Gojou vieron como su esposa nerviosamente se levantaba en búsqueda de su blusón y con torpes movimientos se lo colocaba, mientras que él hacia lo mismo con sus pantalones, resoplando ante la brusca interrupción. Cuando vio que estaba vestida "correctamente" Kasumi tomo el pomo de la puerta, no sin antes darle una rápida mirada a Satoru que miraba con el ceño fruncido junto a un puchero a su primogénita.

- Mami, ¿Por qué estas toda roja y tu cabello esta desordenado? ¿Tienes fiebre? – las inocentes preguntas de la infante hicieron que su rostro se volviera mas rojo.

En cambio, los ojos celestes de la pequeña vieron como su padre se dirigía hacia ellas y con esa sonrisa burlona que lo caracterizaba argumento.

- Claro, Sakura-chan, ¿Por qué otro motivo, tu mamá estaría así? . – tomando de la cintura a Miwa acercándola mas a su cuerpo, provocando que la niña inflara sus cachetes. – Es mas justo en estos momentos me disponía a curar su "malestar", ¿no es así, Kasumi-chan?

Ambas miradas celestes se debatían en un duelo respecto a la atención de Kasumi, logrando que esta suspirara cansada ante las riñas de su esposo y su hija, dándose cuenta que Sakura era demasiado parecida a su padre. Pero los pensamientos de ella fueron interrumpidos al ver como tímidamente se asomaba un pequeño muy parecido a Sakura acercándose a la escena con miedo abrazando con fuerza a su peluche en forma de gato, demasiado parecido a Gojou.

- S-Sakura- nessan. – interrumpió. – Deja de molestar a Otousan y Okasan. – dijo deductivo al sentir la mirada asesina de la mayor. – Perdón, solo que…

Kasumi se deshizo del posesivo abrazo de Satoru acercándose al pequeño mientras se agachaba a su altura.

- ¿Qué pasa, Kyo-chan? – tocando su mejilla con delicadeza sonrojándolo y escuchando detrás de ella unos bufidos de celos. – Nuevamente tienes miedo de dormir solo.

El pequeño simplemente asintió ocultando su vergüenza con su peluche y su fleco, mas aun al ver como su padre enarcaba una ceja.

- ¿P-Puedo dormir con ustedes? – verdaderamente le apenaba ser tan asustadizo e inútil, en el fondo de su corazón, deseaba ser igual de valiente y seguro que su padre.

Porque para nadie era un secreto que el pequeño Kyo Gojou sentía una enorme admiración por su progenitor, al grado de sentirse mas pequeño aun de su imponente presencia deseando ser de grande igual que él a pesar de las riñas con su melliza.

Justo antes de que Miwa respondiera la varonil voz de Satoru contesto:

- Claro, puedes dormir con nosotros, Kyo. – cargando como un costal de papas a Sakura que comenzaba a patalear.

- ¡BAJAME SATORU! NO ES JUSTO SI KYO DUERME CON OKASAN YO TAMBIEN. – haciendo un puchero.

Suspiro derrotado esos niños tenían mas de él, aunque Kyo aún tenía salvación y con ese ultimo pensamiento se adentro junto a pequeña Sakura que no dejaba de patalear, gritar y armar medio escándalo, mientras Kasumi tomaba la mano del tímido Kyo. Provocando así que su noche de pasión nuevamente se convirtiera en cuidar a sus hijos".

Volvió a suspirar derrotada mientras recordaba nuevamente el intento fallido de la noche, para que Satoru y ella…

- Miwa, ¿te encuentras bien? – la voz profunda de su colega la saco de sus pensamiento recordando que estaban ultimando detalles para cerrar un negocio y Mai la veía con una ceja alzada. – Creo que seria mejor que descansaras, te vez realmente agotada.

- Si, no te preocupes Muta-san. Solo no pude dormir bien anoche.

El rostro preocupado de Kokichi Muta deseaba acercarse mas al hermoso rostro de su compañera y saber que le afectaba tanto. – "Seguramente es por el idiota de su esposo". – arrugo el entrecejo al imaginar al insoportable peliblanco y como este en cada ocasión le presumía que había llagado antes a la vida de la peliceleste. Todo siendo observado por los ojos analíticos de Mai.

- Mechamaru, creo que es mejor que hables con los clientes, para que solamente nos reunamos tu y yo con ellos a la hora acordada. – ante la sugerencia de Mai iba a refutar, pero. – Kasumi tiene asunto importantes que atender respecto a sus hijos, así que…

- De acuerdo me encargare de eso. – levantándose, no sin antes…- Miwa, si te sientes mal no dudes en decirme, por favor. Cualquier cosa estaré al pendiente.

La cálida sonrisa de Kasumi fue una respuesta de que lo tomaría en cuenta y sin más salió de la oficina de la mujer.

- Vaya que tienes suerte. – decía con burla Zen´in. – Mira que llamar la atención del soltero más codiciado de aquí es todo un logro, Miwa. – arremedando la voz de Mechamaru al decir su nombre. – Se que al sujeto le encantas y no dudaría saltar sobre ti.

Los ojos azules de la nombrada de agrandaron ante la declaración de Mai, logrando sonrojarla de incomodidad.

- No digas tonterías Mai, Mechamaru solo es amable conmigo. – arrugando el entrecejo. – además yo amo a Satoru y no lo dejaría por nada ni por nadie.

- Eso no queda a todos claro. – recargándose en la silla. – Pero al parecer a tu asistente eso no le importa, ya que en cualquier señal verde que des saltaría sobre ti.

- Hablas como Satoru, a él tampoco le agrada Muta-san. Incluso me ha propuesto en despedirlo. – suspiro al recordar cómo le propuso darle el mejor sexo del mundo a cambio de despedir al azabache. – Pero yo pienso que solo es un buen amigo.

- Si el pervertido de tu esposo piensa eso, es por algo. – respondiendo rápidamente un texto referente a su hija. – No por algo ambos son hombres y es muy notorio que Kokichi Muta alias Mechamaru esta enamorado de ti.

Kasumi no deseaba discutir con su amiga, aunque posiblemente alguien tan analítica como Mai podría tener razón.

- Mejor hablemos de otro tema, ¿Cómo esta la pequeña Natsuki? – sonrió al recordar a la pequeña de dos años, era el vivo retrato de su madre excepto por la personalidad de su padre.

- Normal, babeando, comiendo y ensuciando lo que encuentre. – se encogió de hombros. – Simplemente perfecta, pero no estábamos hablando de mí. ¿Por qué últimamente te noto mas despistada? Incluso diría que tensa, ¿Todo bien con el depravado?

Mai abrió los ojos al ver un ligero puchero en Miwa y como pequeñas lagrimas querían salir, logrando que se incomodara como aquella vez en que olvido su cumpleaños o cuando llego tarde a la boda de ella.

- Creo que pronto, Satoru me pedirá el divorcio. – recargando su cabeza en el amplio escritorio. – Hoy salió antes de que despertara y no se despidió de mí.

- Relájate Miwa, seguramente tenia un asunto importante en la oficina y… - vio como incluso Miwa enarcó una ceja ante la descabellada idea de ver a Gojou Satoru llegar temprano a su trabajo. - De acuerdo eso no suena mucho a ese imbécil, pero ¿han tenido problemas?

La joven negó aun con su puchero, pero en eso una idea surgió en su mente provocando que se sonrojara y haciendo que Mai lo descifrara.

- ¿Problemas en el paraíso? – Miwa solo asintió. – ¿Ya no se le para, tiene problemas de erección? Bueno es normal es más grande que tú y…

- ¡NO ES ESO! – grito abochornada. – Es solo que durante este tiempo no hemos podido tener relaciones, porque en cuanto…bueno tu sabes…

- En cuanto quieren follar, si continua. – ese tipo de conversaciones era de lo mas normal aun para Mai.

- Siempre tanto Sakura-chan y Kyo-chan, nos interrumpen. – se sonrojo al imaginar si la puerta no hubiera tenido seguro probablemente su niña sabría la forma demasiado grafica en cómo se hacían los bebes. – Y si te soy sincera últimamente deseo estar con Satoru incluso me siento como una ninfómana.

La risa estridente de Mai la saco de sus pensamientos pesimistas, ¿Cómo podía burlarse en una situación así? Ella necesitaba un consejo, no que se burlaran de ella.

- ¿Dije algo gracioso? – cuestiono arrugando el entrecejo.

- Ay Kasumi, claro que si querer disfrutar del sexo con tu esposo es lo mas normal del mundo incluso eso quiere decir una cosa y es que ese imbécil ha hecho muy bien su trabajo al grado de que necesites urgentemente follar con él. ¡Felicidades Miwa Kasumi estas en el tren del sexo!

- Shhh… podrías bajar la voz podrían escucharte. – señalando que era mas que vergonzoso.

- No puedo creer que tanto tu como Tsumiki sean igual de pudorosas, pero bueno esto amerita una charla entre chicas. – decía mandando directamente un mensaje a las demás y poder reunirse con urgencia el día de hoy. – Listo ya me confirmaron, vaya hasta parece que no trabajan responden al minuto.

- ¡¿EH?! Es necesario eso…Mai creo que…

- Andando levántate, tenemos veinte minutos para reunirnos, Momo nos espera en la recepción. Nos llevara tu chofer.

Levantando rápidamente Kasumi la cual iba caminando a tropezones y tomando su bolso, todo esto ante la mirada de Muta que al verlas salir tan desesperadas sabía perfectamente que tendría una "reunión" de negocios con sus amigas.

- Pero Mai…creo…- adentrándose en el elevador. – No crees que eso es demasiado…

- ¿Privado? Ay por favor, Kasumi, hicimos que nos detallaras tu primera vez con Gojou. – Miwa se sonrojo al recordar tan bochornoso momento. – Ahora debemos buscar alternativas para revivir la llama que se encuentra en potencia entre ustedes dos, sin esas pequeñas interrupciones.

Cuando iba a debatir a Mai el elevador se abrió mostrando a Momo que al verlas las saludo.

- Y bien, ¿Cuál es la emergencia? – cuestiono la rubia al ver a Mai burlona y Kasumi hecha un manojo de nervios.

- ¡QUE KASUMI Y EL DEPRAVADO DE GOJOU PASEN LA MEJOR NOCHE DE SEXO! Y que sus dos pequeños problemas no interrumpan.

Kasumi oculto su rostro con sus manos imaginando que esa tarde será demasiado larga.


Hola nuevamente, ahora traigo otra pequeña historia de MiwaxGojou. Esta historia puede ser individual o pueden tomarla como una secuela de ¡Feliz cumpleaños Satoru Gojou!

Aqui la mayoria de nuestros personajes tendrán sus respectivas familias y espero que les agrade, respecto a los nombres de los mellizos de Gojou y Miwa no soy muy creativa en ellos asi que se llamaran Sakura (Flor de cerezo) y Kyo ( Secreto). Sobre la hija de Mai la verdad que la sexualidad de ella siempre me ha dejado que desear donde a mi punto de vista la considero bisexual e igual su hija se llama Natsuki (Esperanza) sobre quien es el pápa, ¿quién creen que sea?.

Bueno espero que disfruten esta pequeña aportación y pronto actualizare ¿Cuál es tu tipo ideal? espero que el martes.

Perdonen si hay una que otra falla ortografica.

Muchas gracias. Abrazos y besos.

TheOtherDestiny ;)