EL TENIENTE
Descripción: Ichigo cumple 30 años y entra en crisis existencial al darse cuenta de que no es nada feliz con la vida que lleva… así que toma la oportunidad de ser el nuevo teniente de la capitana Rukia Abarai sin imaginar que todo su mundo sería revolucionado. Ichiruki. Ishihime.
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-Todos los diálogos estarán en negritas.-
Pensamientos o frases en flash back en cursiva.
ACTO 1
《 CRISIS 》
Como cada mañana, Ichigo esperaba ser embestido por el tierno Kazui gritando "¡Papá!" con tal energía y fuerza que le hacía extrañar las patadas voladoras de su padre. Sin embargo, esa mañana, en lugar de ser despertado de esa manera, se extrañó al no ver a Orihime a su lado ni sentir presencia de su hijo en la habitación. Y es que hoy no era un día cualquiera, hoy Ichigo cumplía 30 años…
En ese momento en su mente por fin caían con peso las palabras TREINTA AÑOS, entrando en una introspección que fruncía aún más su ceño, Ichigo notó en el espejo que su reflejo ya no era el de aquel chico de 17 años que tenía la energía y fuerza suficiente para proteger a sus seres queridos…
Seres queridos… Y pensando en eso, inevitablemente giró su vista al armario. No pudo evitar recordar a Rukia. La primer y única habitante del armario. Su nakama, la persona que lo salvó tantas veces y de distintas maneras…
-Feliz cumpleaños a tiiiiiii- Escuchó a Orihime, Karin, Kazui y Yuzu entrar cantando con un pastel casero que seguramente su dulce esposa había preparado la noche anterior (Y del que rogaba estuviera hecho con ingredientes normales). Sonrió, se dio cuenta de que era un hombre muy afortunado. -Feliz cumpleaaaaaños querido Ichigooo, feliz cumpleaños a tiiii-
La fiesta de cumpleaños fue bastante pequeña pero no faltó la presencia de la familia Abarai, Tatsuki e Ishida, quien llegaba flamantemente tarde por haber atendido una cirugía de último momento.
-Lo siento, no pude pasar por las bebidas, acabo de salir del hospital-
-No te preocupes Ishida-kun ¿Abarai-san, podrán ir por ellas? Yo estoy preparando bocadillos-
-Sin problema- Exclamó Renji
Chad se excusó por videollamada ya que se encontraba de gira en USA, sin embargo le envió a Ichigo un costal para pelea, cosa que le dio a entender al pelinaranja que le faltaba condición. Mientras todos ayudaban en preparar la mesa, Ichigo no pudo evitar notar la curiosa dinámica de la familia Abarai para decidir quién iba a ir a comprar las bebidas, al ver a Rukia y Renji tener una pequeña batalla de "fuercitas" en la mesa del patio no pudo evitar sonreír.
Definitivamente ellos nunca debían pasar momentos aburridos en casa.
-¡Oi, Rukia!- Gritó Ichigo intentando distraerla, ya que veía a su amigo en un gran aprieto. No es para menos, Rukia se había convertido en la poderosa capitana del escuadrón 13.
Y lo logró, pues Renji aprovechó para vencerla.
-¡Estúpido Ichigo! ¡Me hiciste fallar!- Gritaba muy molesta la pelinegra.
-JAJAJAJA- Reían ambos.
-¡AH NO! Estás muy equivocado si piensas que iré sola, vienes conmigo estúpido- Y sin esfuerzo, tomó a Ichigo de la oreja y se lo llevó con ella.
Desde fuera se podía escuchar a Renji, Tatsuki e Ichika completamente muertos de risa, al ver a Ichigo sufriendo del maltrato impuesto por Rukia.
Durante el recorrido, Ichigo notó las numerosas veces que Rukia tuvo que silenciar su celular. Se imaginó que no habría sido fácil para ella, dentro de su apretada agenda, el poder asistir al mundo humano para simplemente "celebrar el cumpleaños de su nakama".
-Puedes contestar si quieres, sé que estás muy ocupada…-
-No te preocupes, no es gran cosa…- Le contestó, mirando el atardecer en el río de camino a casa de Ichigo. -Solo es un día… Además, no podía perderme el poder decirte viejo…Don Ichigo-
-Cállate…- Él sabía que ella bromeaba pero en serio se sentía cada día más viejo… Y aburrido.
-El tiempo pasa rápido…- Ella recitaba mientras se perdía en la vista. –¿Sabes? Siempre recordaré con mucho cariño el tiempo que pasé en Karakura…-
Ichigo miró el atardecer y el bello perfil de Rukia. No pudo evitar darse cuenta de lo mucho que admiraba a esa mujer y de cuánto llegó a amarla… ¡Maldita sea! La amó como un loco. Sacudió su cabeza. ¡Qué peligrosos pensamientos!
-Digo ¿Cómo fue… que llegamos a esto?- Comentó ella, bastante nostálgica mirando el sol meterse poco a poco.
-Lo sé…- De repente, una ola de curiosidad lo invadió y se dio cuenta de que tal vez y solo tal vez… ella en algún momento llegó a sentir lo mismo… ¿Y si solo.. despejaba su duda? -Me alegra que digas eso… me siento también así digo ¿Todas esas batallas juntos? ¿Todo ese tiempo entrenando y los reencuentros? Quiero decir, estoy feliz con mi vida, es muuuuuy normal, tengo un hijo maravilloso y mi mayor preocupación es que él termine a tiempo su tarea pero… es inevitable llegar a esta edad y no preguntarme ¿Qué pudo ser diferente?
-Ichi…- Rukia notó a Ichigo hablando nerviosamente rápido.
-¿Recuerdas esa noche? En ese techo, cuando me dijiste "¡Descerebrado, no digas eso! ¡Tú nunca me estorbarás! Si te haces daño, te ayudaré. Si tu no puedes moverte, entonces pelearé en tu lugar. Si sientes dolor, sentiré dolor también. ¿¡Somos amigos, verdad!?" Nunca nadie me había dicho algo así y… Rukia, eres mi mejor amiga y…-Se escuchó pasar saliva pesadamente por su garganta- te extraño…-
-¡Ichigo!- Le gritó para detenerlo…
-Quiero decir ¡Extraño todas esas batallas! La emoción y… ya sabes, entrenar…-
No puedo evitar parpadear extrañada ¿A qué venía todo esto? Desde que lo vio perdiéndose en sus pensamientos cada tanto en la tienda, no pudo evitar notar que algo extraño pasaba con su amigo- ¿Qué pasa, Ichigo?...-
La observó bastante seria… Tal vez ¿Enojada? ¿Por qué? Nunca le había hablado de lo que sintió y para ser la primera vez resultaba bastante decepcionante.
-Nada Rukia… nunca pasa nada en mi maldita vida aburrida…- Y continuó caminando.
No le dijo nada más y siguió caminando.
Qué estúpido era al pensar que podía sincerar esa sensación tan amarga y oscura que sentía con Rukia. Ellos eran amigos pero… ya nada era lo mismo. Y por supuesto tampoco podía contarle a Orihime…
Hey ¿Qué crees? Sé que deseaba una vida normal pero… Estoy soberanamente aburrido y jamás me he sentido como cuando era shinigami. Es muy cool casarse y tener hijos pero ¿Qué más hay ahí? Cada día es monótono y hay veces en las que quisiera haber tomado otras decisiones, aprovechar otras oportunidades y quién sabe ¿Haber estado con alguien más?. Si, claro, ya podía imaginar a su bella esposa llorando desconsolada porque no entendía que esa era solo una crisis existencial… Y ya pasaría. O eso esperaba… Después de todo, su sentido común le gritaba que la respuesta a la pregunta que lo ha estado molestando en los últimos años ha quedado clara.
¿Por qué me siento así?
La respuesta es simple… Yo tomé mis decisiones. ¿Ser shinigami o ser humano es mejor? La decisión era mía. Maldición.
Originalmente ¿Cuáles eran mis pensamientos? ¿Qué pensaba de todas esas batallas y todas las situaciones en las que me metí desde que conocí a Rukia?
"¡Al diablo con esto!" "¡Ya basta!" "Ya he tenido suficiente…"
Yo era un chico normal que fue arrastrado a un sin fin de situaciones desde el día que Rukia pisó mi cuarto… Un simple estudiante que se quejaba y se esforzaba por proteger y rescatar a sus seres queridos.
Ese era mi papel.
-Oi, Ichigo…- Exclamó Rukia antes de que abriera la puerta del patio. -Te lo preguntaré solo una vez…-Se giró inmediatamente para verla de frente –Es una pregunta importante así que pon atención y responde ¿Entendido?-
-Si…-Contestó bastante intrigado.
-¿No te parece bien la vida normal que llevas?- Maldita sea… dio en el blanco. -¿Y bien? Dime ¿No era esto lo que querías?
Siempre con la amenaza de un enemigo… Entrenando con todas sus fuerzas para librar batallas que envolvían a todos, pensando que debía volverse más y más fuerte… Sacando de sí toda esa furia al acabar con el enemigo. Reencontrándose con Rukia y sabiendo que cada reencuentro traería consigo una increíble aventura.
¿No encuentro eso divertido? ¿O crees que es muy complicado y ya no quieres formar parte de eso? Se preguntó a sí mismo.
-Rukia, esta vida es tremendamente aburrida, yo sé lo que dije que quería pero… Me equivoqué-
-¿Estás completamente seguro? Yo recuerdo escuchar a un quejumbroso adolescente siempre deseando tener una vida normal- Dijo, irónica- Tienes la oportunidad de tener una existencia pacífica, pero tú la rechazas… ¿Por qué?-Preguntó y sin esperar una respuesta le dió un golpe tirándolo al suelo y le dijo-Te lo preguntaré por última vez, Ichigo… -Con el pie sobre su cabeza, apretó su cara contra el pavimento -¿Quieres ser shinigami una vez más?
-Por supuesto que sí…- Exclamó levantando su cabeza con tanto esfuerzo que no creía la fuerza que Rukia había adquirido.-No me… preguntes… ¡Algo tan obvio!- Y se levantó por fin gritando tan fuerte que algunos invitados corrieron a la entrada a ver a un Ichigo completamente exhausto y una Rukia muriéndose de risa al volver a golpearlo y tirarlo al suelo.
Ichigo estaba completamente seguro de que si años atrás le hubieran hecho esa pregunta, habría respondido diferente, como un completo idiota. Pero después de tantos errores y el paso del tiempo, no importa cuántas veces se haya preguntado lo mismo por las noches, su respuesta no cambiará.
-Está bien… Ichigo… Jajaja ¡Feliz cumpleaños!-
Y sonriendo, se metió a la casa a dejar las bebidas en el refrigerador, dejando en el patio a un Ichigo bastante golpeado y confundido, con Orihime ayudando a limpiar su vestimenta.
-Maldita enana…-
CONTINUARÁ
Sé que casi no es tan Ichiruki el capítulo pero créanme que ya visualicé los siguientes actos y todo va poco a poco… No quiero sacar a los personajes de su manera de ser habitual.
Sé que escribí esto en un arrebato de 2 horas en mi trabajo (así que probablemente no sea tan bien escrito como debería) pero quiero darle crédito a How I met your mother y Haruhi Suzumiya por la inspiración para esta historia.
Les pido me den su retroalimentación o ideas en reviews :) ¡Feliz día!