Hola a todos!!!
Debido a las peticiones de más Rei-Maraiah, aquí está.
Traté de no hacerlo muy meloso, pero creo que no lo logré o_o
POV. Ray
6) Me amas?
Después de ir a visitar a Kai, para ver como seguía, volví casa andando, tranquilo, ya que lo había encontrado mucho mejor, y de un humor bastante bueno, lo que no dejó de sorprenderme, ya que cualquiera aseguraría que nuestro capitán estaría rabioso, y probablemente ya habría matado a algún doctor n_nU
Estaba yo en la playa, viendo el atardecer, me encanta verlo, me calma, me hace sentir tranquilo, ahí puedo aclarar mis ideas y alejarme de todo el ajetreo
"¿Porque me cuesta tanto trabajo olvidarme de ella? ¿Por qué no dejo de
pensar en ella? Ella ha sido mi compañera desde que nací, siempre me ha apoyado
en cualquier circunstancia, incluso me perdonó cuando yo los dejé...
Desde siempre ella ha estado conmigo, preocupándose por mí..."
- ¿Ray? -me volteo y veo el objeto de mis pensamiento, de la única persona capaz de vencerme. Maraiah.
- ¿Qué pasa? -le dije luego de un rato de admirar su belleza, jamás me había fijado pero la niña tenia sus curvas bien hechas, no, ya no era una niña, era una joven, que poseía todos los encantos de una mujer.
Saco
algo de su mochila, un regalo.
"¿Qué es esto?" le pregunte algo curioso.
"Es para ti" me dijo.
Lo tome en mis manos, pero solo lo observaba.
" No lo piensas abrir" me pregunto como impaciente. "
Bueno" y me arrebato de las manos y lo desenvolvió. " Mira" me
indico. "Este es un regalo de agradecimiento, bueno se que no es mucho
pero toma"
Lo tomé en mis manos eran un cadena con un dije algo grande. "Abre el dije" me indico, yo lo abro y me doy cuenta que en ese dije puedes poner dos fotografías, al lo que ella me dijo: "Según la leyenda pones las fotografías de tus dos personas mas queridas en este mundo y así nunca estarás solo, sino que ellos te acompañaran a donde quieras que vayas, siempre te harán compañía"
"Gracias" murmuré. Estaba haciendo mucho frío y ella llevaba una ropa muy ligera a lo que le ofrecí: "Oye esta haciendo algo de frío porque es muy de noche" y me voltee y la vi temblando un poco.
"Toma" al fin le dije quitando me largo abrigo blanco y se lo puse arriba. "No quiero que te resfríes" ella simplemente me sonrió y me dijo "Gracias".
Nos quedamos callados un largo rato, mirándonos a los ojos, su mirada era muy profunda y me perdí en ese mar que son sus ojos hasta que mi límite llegó, no se que era lo que ella me hacia pero el contacto de su piel con la mía, se sentía como fuego, entonces baje la cabeza, lentamente hacia la suya hasta que nuestros labios se tocaron, entonces sus ojos se agrandaron y se separo de mi, y me dio una cachetada, a mi nadie me había dado una galleta antes, estaba sorprendido, pero cuando iba a responderle con un comentario áspero se acerco a mi y me dio un beso, el cual yo como todo caballero respondí, entonces de un simple beso paso a ser algo mas que eso, ella me permitió paso en su boca al abrirla, nuestras lenguas bailaban como una danza prohibida y cuando nos vimos en la necesidad de tomar aire nos separamos. Por lo visto, ella no tenía mucha experiencia en el ámbito de besar, pero no puedo negar que ese fue uno de mis mejores besos en mi vida, tal vez era que nunca había cargado sentimiento en mis besos pasados.
¡Oh
Dios! ¿por qué solo ella me hace sentir así? ¿qué es esta descarga de
sentimiento que arriba en mi corazón, por qué siento cálido un corazón que
siempre ha estado frío para los demás?
Entonces vi como ella volvía a la realidad y entonces sus ojos se agrandaron de
nuevo y con un tinte rojo en sus mejillas, bajó la mirada.
Yo suspiré y, dudosamente, pasé mis brazos alrededor de ella. Noté cierta tensión al principio, que no tardó en relajarse.
"Ray..." dijo ella finalmente
"¿Sí?"
"Yo... yo... te..."
Entonces le pregunte: "¿Que deseas?, ella parecía, no, estaba nerviosa por mi presencia, pero luego tomo una bocana de aire y se calmó.
"Ray Kon, desde hace mucho tiempo quisera decirte que..." de nuevo ese timbre dubitativo "yo te amo" concluyó.
Me quedé atónito, mirándola de hito en hito...
Ella parecía querer salir huyendo, pero entonces la acerqué a mi y la besé.
Con ese beso, me di cuenta de lo que yo sentía...
"Maraiah, yo también te amo, muchísimo"
Me
abrazó. Ya era de noche, pero dentro de mi corazón, había una luz
resplandeciente.
