18) Lo siento. Yo también.

Makoto se despertó sobresaltada. Se elevó rápidamente, mirando a su alrededor, asustada, sumida en la completa oscuridad. Giró la cabeza, pero en seguida se arrepintió de hacerlo por el punzante dolor que atravesó su cráneo. Gimió y se llevó una mano a la cabeza, entonces todo empezó a dar vueltas.

Ahora era una niña de nuevo. Miró con indiferencia sus manos, llenas de raspones. Subió la mirada para encontrarse con los ojos inyectados en sangre de su padrastro. Dio un grito de terror y retrocedió, pero en seguida fue halada por la camisa y entonces....

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Con un grito, Makoto abrió los ojos de golpe, despertando así de su obligado letargo. Se tocó la cabeza. Le dolía. Por un momento temió que el sueño... No, la pesadilla hubiera sido real. Desorientada, su vista vagó por la habitación en que se encontraba, hasta toparse con unos preocupados ojos de un extraño color castaño rojizo, que al verse descubiertos, se apartaron de ella rápidamente.

La chica extendió una mano, buscando el cálido contacto de la piel de su acompañante, quien se estremeció al sentirla.

Kai por un momento sintió que se derretía ante el contacto femenino, pero al subir la mirada y observar las manchas violetas en la cara de la joven, sintió de nuevo la punzada de la culpabilidad, que solo atinó a encubrir en un gesto frío: levantándose y alejándose de Makoto.

Ella se sintió herida. Trató de hablar, pero ningún sonido salió de su garganta, y en cambio, si lágrimas de sus ojos.

"Lamento lo que pasó anoche" oyó decir antes de el sonido de una puerta al cerrarse. Por fuera.

En realidad con "lo de anoche" Kai se refería no se refería a estar avergonzado de lo que pasó (el baile, para quien no haya captado) pero Makoto así lo interpretó, y, herida en su orgullo, se levantó de un salto dispuesta a marcharse.

Tuvo que volver a sentarse en la cama, completamente mareada. Cuando volvió a tener control de su mente y cuerpo, decidió despedirse de Kai y volver a su casa.

Abrió el clóset de lo que ahora sabía había sido su cuarto y casi se echó a llorar de nuevo al ver las ropas que le había "regalado" el chico. Sacudió la cabeza, esta vez con más cuidado.

Sacó la blusa y el pantalón que le había regalado para la fiesta, y se sonrojó levemente al recordar el "incidente" de la misma.

Después de vestirse bajó y buscó a Kai, hasta que al fin, harta de tanto buscar, preguntó al mayordomo quien le aseguró no saber a dónde había ido, pero que sin duda había salido de la casa.

Enfadada sin razón aparente, salió de la casa, y con los puños apretados, se dirigió a la suya propia.

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Y mientras tanto Kai, sediento de venganza, había ido a buscar a los tipos de la noche anterior.

Aún estaba furioso con ellos y con el padrastro de Makoto. Incluso, si solo se hubieran atrevido a ponerle un dedo encima, el los hubiera odiado con tanto odio como el que sentía ahora.

Los encontró borrachos, claro. Esto lo enfureció aún más, y sus brazos, endurecidos por el beyblade descargaron fuertes golpes sobre ellos, que también pudieron golpearle un poco, pero debido a la borrachera y a su atontamiento, los golpes apenas y le dolieron al chico. Kai los golpeó sin parar hasta que uno, con sangre saliendo de su boca y ya completamente sobrio, lo miró, y suplicó: "Basta! Basta ya!!"

El joven, aún con un puño en alto, miró la cara aterrada y confusa del hombre. Entrecerró los ojos y se metió las manos en los bolsillos antes de marcharse.

Ya desahogada su furia, se sentía un poco culpable por haberlos golpeado de esa manera. Sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y se dirigió a su mansión.

Entro lentamente, aún con las manos en los bolsillos. Se dirigió con la mirada perdida hacia la habitación de Makoto. Ahora que lo pensaba, había actuado bastante fríamente con ella. Genial, más culpabilidad anotada en su lista. Hizo un gesto amargo.

El mayordomo dio un salto cuando oyó a su amo bajar como una exhalación las escaleras.

"En dónde está?" preguntó furioso el chico

El mayordomo se inclinó, algo asustado.

"Se ha ido, señor" murmuró esperando una dura reprimenda del joven Hiwatari. Pero lo único que sintió fue una ráfaga de viento agitar su canoso cabello. Cuando subió la mirada, ya no había nadie y la puerta estaba abierta, aún moviéndose un poco, al compás del viento.

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Makoto, mientras, ya había llegado a su casa. Había parado en la casa de Ayaka-chan para saludarla, así que cuando el joven Hiwatari salía de su casa, ella apenas llegaba a la suya.

Algo temblorosa, abrió la puerta. Entró sigilosamente, quitándose los zapatos. Miró hacia ambos lados, parecía que no había nadie. Suspiró aliviada, y dio la vuelta al pasillo, justo antes de chocar contra su enfurecido padrastro.

Lanzó un grito ahogado y retrocedió al ver las facciones desfiguradas del tipo.

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Kai POV, solo por un momento no

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Corre. ¡¡Corre!! Ahora seguramente estará en su casa. Eres un idiota!! Vamos, corre más rápido, Hiwatari, si es que no quieres perderla de nuevo...

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Fin del Kai POV (dije que sería corto, no?)

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Kai dobló desesperadamente la ultima esquina sin escuchar lo que una viejita le gritaba. Paró enfrente de la puerta de Makoto y recuperó el aliento.

O lo que pudo, antes de escuchar un golpe y un grito.

"MAKOTO!!!!" gritó mientras abría la puerta de un golpe. Lo que vio hizo que la sangre de las venas le hirviera.

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Nota de la autora!!

En este momento imaginen a Kai con un aura negra, los puños apretados y los ojos cubiertos por el cabello... Espeluznante, verdad? no

Ahora imaginen lo que sintió el padre de Mako-chan al verlo. Y sentir que toda esa ira iba dirigida a el.

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Kai avanzó a grandes zancadas hasta donde el tipo mantenía sujeta por el cuello de la camisa a la joven. Lo obligó a soltarla de un golpe. Ella cayó al suelo, algo atontada.

Cuando pudo enfocar la vista vislumbró a Kai descargando una lluvia de golpes sobre su padrastro. Por un momento titubeó entre ponerse feliz o detenerlo. Entonces recordó.

FLASH BACK!

La pequeña Makoto, de unos seis años juega tranquilamente. Voltea cuando oye ruidos y enseguida corre a abrazar a su madre, quien tiene el rostro más feliz que Mako-chan haya visto hasta entonces.

"Mako..." dice la madre sonriendo feliz "el será tu nuevo padre..."

FIN DEL FLASH BACK!!

La joven se movió un poco, incómoda. Ya casi no oía los gritos...

NUEVO FLASH BACK!!!

Makoto, ahora de unos 10 años, baja corriendo las escaleras... Hoy es Navidad...!!

Se detiene al ver que su padrastro y su madre se están besando... Sonríe con complicidad y se retira...

FIN DEL NUEVO FLASH BACK!!!!

Esta vez sí se levantó. Ignorando el nuevo dolor que la aquejaba, se interpuso entre Kai y su padrastro. Kai se detuvo, sorprendido.

"Makoto, qué...?" pregunt

"Detente" contestó ella con autoridad. Kai empezó a recobrarse de la sorpresa...

"Se lo merece"

"Tal vez, pero no quiero que mamá esté triste"

"No lo estar

"Tu no la conoces..."

"La conozco suficiente"

"No"

"Si le importaras tu ella..."

"Cállate...!"

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Otra nota de la autora!!

Ahora imaginen un aura roja de Kai y un aura azul de Mako-chan!!

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Dos polos opuestos se enfrentan. Parecen casi destallar rayos. Pero... alguien dijo que los polos opuestos se atraen... Y en honor a este hecho, la debilidad de la joven se hizo más presente que nunca y se desplomó en los brazos de él.

Kai se sorprendió aún más y fue a acostar a Makoto en el sofá. Se volvió a mirar al padrastro de ella, pero estaba de espaldas.

Refunfuñó.

...........................

Pero si Makoto no quería, el no lo haría.

...O sí?

Interrumpió sus pensamientos entonces un suspiro ahogado. De nuevo se volvió, y después de convencerse de que incluso el que parece que no tiene sentimientos llora alguna vez (hablando del rey de Roma... ¬¬) se dirigió hacia le tipo.

Mientras, Makoto se incorporó, adolorida, y escuchó.

"Lo siento" dijo el padrastro

Kai no respondió por un largo rato.

"Una disculpa no arregla las cosas"

"Lo se"

Hubo otro silencio incómodo.

"Puedes irte con ella"

"No necesitaba su permiso para..." Kai silenció cuando el tipo se levantó y le puso una mano en el hombro, sonriendo fraternalmente.

El chico estaba demasiado estupefacto para retraerse del contacto.

"Váyanse ya" dijo él "Makoto, no espero que me perdones dijo dirigiéndose a la niña. "Pero solo quiero que sepas que lo siento"

La joven se levantó. "En verdad puedo irme?"

"S

"....Dile adiós a mamá por mi"

Hubo un silencio solo interrumpido por la puerta al cerrarse.

"Pensé que no querrías venir conmigo"

"Es mejor que quedarse con él"

"Entonces por qué huiste?"

Entre el peliazul y la castaña hubo un relativo silencio. Interrumpido por un claxonazo del coche más cercano.

"Por qué tú dijiste eso"?

"El qué?"

"'Lamento lo que pasó anoche'"

"Lo dije por... Los hombres... Yo... Debí cuidar de ti" finalizó el chico

Makoto se detuvo de golpe. Kai se estrelló contra ella, antes de mirarla sorprendido.

"Lo siento" dijo ella en voz baja

"Eh?"

--Snif, snif—

"Makoto!" exclamó Kai sorprendido después de notar que las lágrimas regaban el rostro de la joven "No... No llores..."

"No estoy llorando"

"Entonces qué estás haciendo?" preguntó el joven haciendo un último intento desesperado de comicidad "Tomando una ducha?"

Makoto pareció desconcertada y luego, sorprendentemente, empezó a reírse en medio de sus lágrimas.

" Eres tonto" dijo cariñosamente.

Kai se sintió como si alguien le hubiera metido una horquilla al rojo en el corazón y la hubiera hecho girar.

"Oh, Makoto..." –musito sin darse apenas cuenta de lo que decía –"te amo tanto..."

Makoto lo miró. Sorprendida. Complacida. Confundida... Un sinfín de sentimientos le llegaron de golpe, y lo único que atinó a decir fue:

"Eso está bien. Hace que el sentimiento sea mutuo"

"¿Quieres decir..." dijo Kai incrédulamente, pareciéndole que le habían lanzado a la estratosfera en globo "que yo..., que tu..., que tu y yo..., que tú...?"

"Te ha tomado tu tiempo decirlo" dijo Mako-chan con una sonrisita

"¿Quieres decir que yo...," siguió tartamudeando Kai "que tu...?"

"Si sigues tartamudeando así, nunca llegaremos a nada"

Kai la tomó entre sus brazos y besó su cálida boca. Luego besó las lágrimas (las más grandes y bonitas que hubiera visto en una mujer, sin duda) de sus mejillas y luego le volvió a besar en los labios por que no podía creer que le hubieran sabido a pétalos de rosa.

"Nunca te separarás de mi..." musitó, estrechándola fuertemente

"Quizás sea nuevo para ti. Pero yo decidí eso cuando entraste por la puerta de mi casa hace un momento"

Kai la miró incrédulo y luego la volvió a besar.

¿END?