Capitulo 5.-La visita. -No creo que sea buena idea.-dijo Hermione.

-¡Nosotros también vamos!.-dijo Sirius al lado de James y Lily Potter.

Cristal negó con la cabeza y se marchó.

Hermione no pudo negarse ante ese grupo de personas. Subieron las escaleras sin preocuparse si tenían que bajar la voz, sin preocuparse de caer en algún escalón, sin preocuparse del conserje ni de su gata.... Hermione añoraba eso.

Sirius dio una colleja a James provocando que perdiera su equilibrio mientras subía por la barandilla en vez por los escalones. Sirius y Lily empezaron a reírse mientras James intentaba subirse otra vez.

Llegaron enfrente del cuadro de la señora Gorda. Al parecer, los cuadros sí podían verlos porque enseguida saludó a Lily, James y Sirius.

-¡Todas las noches venís a verlo!.-exclamó la señora.-Lástima que no se dé cuenta...

-Déjanos pasar.-pidió Sirius.

-¡Tú eres Hermione Granger!.-exclamó de repente.-¿Qué pasó? Tan solo hace un año que pasabas por aquí.

-¡Todavía no se de que morí! ¿Vale?.-dijo Hermione malhumorada.

La señora Gorda frunció el entrecejo y los dejó pasar.

Sirius, Lily y James subieron deprisa por la escalera de caracol. Pero Hermione se dio cuenta enseguida de que por mucho que corriera no se fatigaba.

Llegaron a el dormitorio y Sirius empujó a Lily y Hermione hacia atrás.

-¡Se están cambiando!.-dijo Sirius divertido.

-Por Dios, es mi hijo.-contestó Lily pasando.-Un hijo con mi misma edad...

Hermione pasó. No se estaban cambiando, se estaban acostando. Un niño regordete, Neville, lloraba en su cama.

Ron partía en cachos un pergamino en blanco, y Harry tenía la mirada en ninguna parte. Dean y Seamus estaban ya durmiendo en sus camas.

Hermione se acercó a Ron e intentó tocarle el pelo, pero solo le traspasó con la mano, haciendo que el chico inspirara fuertemente.

-¿Qué pasa?.-preguntó Harry a Ron.

-He sentido un escalofrío.....

Hermione retiró la mano, y se sentó al lado de Ron. Sirius y James observaban como Lily le daba un beso a Harry, aunque él no sentía nada.

A Hermione se le ocurrió algo.

-¿Con quién gastasteis vosotros el hechizo?.-preguntó interesada.

-Yo con Sirius.-contestó James.

-Y yo con Harry, el año que entró en Hogwarts..

-Yo ya te lo dije, con Harry también.

-¿Con quién piensas gastarlo?.-preguntó Lily.

Hermione miró apenada a Ron. Que estaba sentado en su cama, ya metido en ella, rompiendo el papel todavía.

-Vaya, pues.. nosotros ya nos vamos.-dijo Lily dando un codazo a su novio.

-Eh... sí.-contestó James.

Los tres salieron de la habitación dejando a Hermione con los demás chicos vivos.

Hermione se puso de pié enfrente de Ron, mientras él tiraba los trozos de pergamino al suelo.

-La de cosas que te diría.-dijo Hermione.-Pero sé que no me oyes, y eso me hace sentirme vacía, más de lo que estoy.

Ron miró hacia Hermione, pero claramente no la miraba a ella, miraba a la ventana que había detrás de Hermione, pero aún así inspiraba confianza en Hermione.

-Me fui sin decirte lo mucho que significas para mi..-continuó Hermione.-No sé para qué te hablo, si no me estás escuchando. Es un esfuerzo en vano de comunicarme contigo. Pero aún así seguiré hablándote hasta que me quede sin palabras, porque, no me voy a dormir...

Hermione sonrió a Ron, pero éste comenzó a llorar silenciosamente.

-Eras mi mejor amigo, Ron.-dijo Hermione.-Y me quedaré aquí para siempre mientras tú rehacerás tu vida, tendrás mujer e hijos. Serás alguien grande, yo me quedaré con mi cuerpo de diecisiete años con la esperanza de que algún día mueras injustamente para reunirte junto a mi.

Ron agachó la cabeza.

-Siempre te quise.-murmuró Ron para sí mismo.

-Y yo también, pero, sigo sin saber cómo morí.-dijo Hermione.-¿Cómo morí?

Como esperaba Hermione, Ron no contestó. Realmente no la oía, y simplemente estaba perdiendo el tiempo. Pero en fin, ¿qué era el tiempo para ella?...