¡Hola, lindas! ¿Cómo están? Espero que muy bien ^^. Aquí estoy, con un nuevo capítulo... Bien, no os parloteo más y los dejo con el fic, sólo 1 pequeña nota:

La canción es Esther Fe, del grupo Libido (Rock Peruano), es suave... con la voz en un tono agudo... perfecta. La compuso Manolo Hidalgo (integrante, guitarra).

Dedicado a: Marianne, por ser siempre mi estrella; quien, aunque no lo sepa, basta con recordarla para dame ánimo a seguir, superarme, luchar. Una excelente escritora, muy linda persona, toda ella es perfecta. Me alegro de aclarar el malentendido, no sabes cuanto regocijo me diste ^^. Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo: contigo siempre aprendo algo nuevo.

¡Disfrutadlo! (Espero...)

Capítulo 6: Al Viento.

Una tersa y delgada tela blanca era lo único que me protegía del implacable frío de Hogwarts, mis pies descalzos ahogaban el sonido de mis pasos entre los pasillos, mi cabello al viento, se dejaba mecer, dócil, indefenso, mis manos entumecidas se balanceaban a mis lados, con cada paso dado. La negrura de la noche y el silencio reinante eran mis cómplices, conspiraban a mi favor, por mi soledad, por mi frío, por mi mal. Sentía el frío implacable del suelo, adentrarse en mis pies y penetrar hasta mi alma; también entrando por mis manos, al rozar las paredes, ásperas y lastimantes.

Caminar con la misma piel

Sin el sol en tu rostro

Y recorrer con los mismos pies

Hacia dónde irás?

El pasillo termina, dando lugar a una gran puerta, imponente, majestuosa. Poso mis pequeñas y tiritantes manos sobre el tirador, halo de él y la escena es algo risible: yo, tan insignificante, abriendo, sin mayor esfuerzo, tan inmensa puerta. La traspaso, logrando sentir, recién, el verdadero poder del gélido ambiente, la verdadera fuerza del viento, azotando mi rostro. Lo que sí en este tramo no hay, es el frío suelo, el cual es suplantado por el grass, verdoso y fresco, algo húmedo y crujiente bajo mis pies.

Y vuelvo a andar sobre el mismo riel

Contra el viento de la noche

Y me acerco más al final

Ya no puedo esperar

Caminando, caminando, por un sendero que no está señalado; caminando, caminando, como si ese camino hubiera sido marcado para mí. ¿Qué me depara el final?

Y no puedo evitar tomar mis brazos unos a otros, queriendo encontrar algo de calor en ese acto. Pero mi andar no cesa, es continuo, lento y seguro. ¿Hacia dónde? No lo sé, no lo sé, es como si mis pies me trataran de decir algo, y todo acto se limitara a seguir sus ordenes. La luna, resplandeciendo, algo furtiva entre las nubes, que anunciaban una posible lluvia.

Me detengo, así, sin aviso, sorprendiéndome a mí misma, al lado de un gran árbol, al frente del lago. Exhalando, notando mi aliento, el vaho; notando mi mandíbula traquetear, en un intenso temblor.

Pensar, decidir, meditar, analizar, todo ello hacer, a la intemperie. Algo nuevo, alguien más, alguien no está. ¿Qué hacer? Su ausencia parece confabular para ello. Algo nuevo, alguien más, una esperanza, una salida, un respiro... Mi decisión. Algo nuevo, alguien más, ahora, no hay más tiempo, es ahora.

¿Decidir? Era Harry, a quien amo... por quien sufro, por quien lloro. Era Henry, quien me quiere, quien me alivia... mi oportunidad.

¿Qué hacer?

Decidir... Decidir... ¡Decide!

Y no hay nadie gritándome, nadie me apremia ni espera mi decisión, sólo soy yo, sólo es mi mente, sólo mi corazón. Todos ellos a la espera, expectantes, ávidos de mi respuesta.

¿Qué hacer?

Y tengo que decidir, por mí, por él, por ellos.

Por mí: porque debo acabar con esto, hallo una salida en Henry, aniquilar toda esta rutina con Harry, mis silencios, mis lágrimas, mi furtivo sentimiento, pero... ¿podré hacerlo?

Por Henry: porque no merece la espera, ese agobio, la incertidumbre desgarrándote, no puedo jugar con él ni darle falsas esperanzas... O sí o no; o lo dejo seguir, o lo detengo; es eso, tan simple, tan confuso... tan duro.

Por Harry: quien, si supiera, no desearía que esté en esta situación, sé qué me diría... sé que anhela mi felicidad, sé que mi sonrisa es su recompensa... sé cuanto me quiere... sé que querría que esto acabe.

Un triángulo, tres puntas: agudas, cortantes, hirientes, en mi alma, reclamando una solución.

Y creo en ti, voz de madrugada

Y soñar despertar en tus ojos

Sólo puedo jurar que estaré bien

¿Tan difícil es?

La solución es tan obvia, tan clara, que, siento, se ríe en mi cara, se mofa de mi falsa ceguera. Lo sé, lo sé, lo supe siempre, antes de que Henry apareciera, esa verdad está en mí: las 2 únicas formas de olvidarlo... la muerte... u otro amor. ¿Sólo olvidarlo? No, olvidarlo sin otro amor no puedo, no podría, no de nuevo, no la soledad... no más. Además, no podría, ya no tengo... la suficiente fuerza, apenas vivo... ¿podría luchar por olvidar? No sola, lo sé. Era Henry, quien tomaba otro nombre... era Henry... mi respuesta, mi salida, la única... o, al menos, la más factible, pues, como ya dije, la muerte es siempre una opción: si se te cierra una puerta, una ventana estará abierta.

Sí, ya sabía la respuesta, de antemano, mis sentimientos tendrían que mudarse, ya no en Harry, ya no más por él; tendría Henry esa función ahora, y estaba preparado, dispuesto para ello, pero... era sólo que... era yo... quién no estaba ni preparada, ni dispuesta para hacerlo... En realidad el problema no era decidir, el problema era acatar la decisión, en resumen: el problema era yo y mis sentimientos, quienes nos aferrábamos con fuerza a Harry, aún cuando este nos matara, lentamente... desangrándonos.

Es que... es como si trataras deshacerte de... de tu sonrisa, de tu alegría, de ese calor en tu interior, de un brazo extendido en tu ayuda, perpetuo... deshacerme de unos ojos reconfortantes, de unos brazos adormecentes, que alivian... deshacerme... de tanto, de todo, de mí.

¿Podré? Tengo qué, pero no por ello puedo. Tengo qué, tengo qué, tengo qué... sólo son mis ilusiones las que mataré, mi fantasía de tener sus labios, mis deseos locos de decirle mil veces "te amo", el cerrar de mis ojos e imaginar mi cuerpo ardiendo, desnudo, ante el suyo, también descubierto. Sólo son esos, sólo debo acabar con 6 años de mi vida y hacer como si no existieran, olvidarlo todo, olvidar que fue él... quien me salvó de esa apatía en la que me encontraba, de mi soledad; olvidar... que lo amo... como jamás volveré a amar... Sólo es olvidar... olvidar a esa persona que me vio, en un rincón... y me sonrió y me miró y me levantó... Sí, olvidar eso... no es nada, es fácil, no es nada, son sólo momentos que quedaron grabados con una daga en mi corazón. ¿No es nada, verdad? Olvidar que tirito ante sus ojos verdes, tan verdes y profundos, penetrantes y cautivantes. Pero, todo eso, no es nada... debo hacerlo, no es lo que quiero, pero debo, porque siempre es lo mismo, no obtengo lo que quiero... siempre debo hacerlo porque es lo mejor... es lo mejor y lo haré, lo olvidaré, aunque muera en el intento, porque, de todos modos, ya estoy condenada, ¿qué pierdo con intentarlo?

Y vuelvo a andar sobre el mismo riel

Y el recuerdo de esta noche

Y me acerco más al final

Ya no puedo esperarte

Y resbalo, recostada en aquel árbol, con la firme decisión: olvidarlo. Sólo es eso, sólo es Harry, quien es sinónimo de mi vida, pero ahora sólo será sinónimo de olvido, pero siempre, ¡jo! eso no cambiará, siempre será sinónimo de dolor.

Olvidar, esa palabra estará presente en mí a partir de ahora, su concepto será impregnado en mí, con acciones, con lucha, una lucha descarnada, agotante, sin piedad, decisiva. Olvidar, aunque tenga grabada en cada parte de mí su nombre, y mi voz añore emitir su nombre, y mis ojos extrañen encontrar los suyos, y mis manos tiemblen por sentir las suyas, y mis brazos esperen que los reciba, y mi sonrisa desee ser nacida.

Olvidar... debe ser fácil, debe serlo... porque sino no podré, no podré.

Y creo en ti, voz de madrugada

Y soñar despertar en tus ojos

Y sólo poder jurar que estaré bien

Y ya estoy sentada al pie del árbol, con mis piernas dobladas, abrazadas por mis brazos y mi cabeza escondida entre las rodillas. No me meso, son los pequeños saltos del hipar, es el estremecimiento ante la perspectiva que me espera, es la resistencia de mi cuerpo a dejar ir a Harry.

¿Cómo lo haré, cómo lo haré?

Y no emito ningún gemido, jamás he llorado así, sintiendo que mi alma se hiela, que mi vida pasa a segundo plano, que las lágrimas son sangre.

Lo sé, lo sé, debo odiarlo, debo recordarme, incesantemente, cada agobio que me causó, cada lágrima que derramé, cada gemido exhalado... su indiferencia a mis sentimientos, su amor por otra. Debo grabarme en los ojos el dolor sufrido, la sangre plateada de mi alma, mi vida agonizante...

Sólo así, sí, sólo así lograré terminar con esto, de una vez, de raíz, sin retorno ni claudicaciones. Firme, decidida, insensible, impasible... Analizándolo bien, parece que volviera a ser la de antes, antes de él, antes de su cariño... Irónico: él me sacó de ese hoyo, él me volvió a meter... pero, al menos, conocí el exterior, el cual nunca tendré, pero, al menos, conocí.

Y creo en ti, en tu voz, en la madrugada

Y soñar despertar en tus ojos

Y sólo poder jurar...

Me levanto, seco mis lágrimas y miro al frente, la luna reflejada en la tersa superficie del lago.

Listo, decidido, planeado... olvidarle... olvidarle y odiarle...

No hay problema, yo podré, sí, aunque desangre, estoy acostumbrada, pero... ¿y él? Harry... Harry no merece esto, él no se resignará, él... no soportará una perdida más... porque él me quiere, lo sé, lo sé.

Y una sonrisa surca mi cara, al recordarme que me quiere, al recordar sus manos enredadas en mis rizos, la yema de sus dedos secando una lágrima mía, sus labios profiriéndomelo... me quiere, me quiere...

Pero no, debo olvidar, cada detalle, cada momento, cada recuerdo. Y, sobre todo, al menos una vez en mi vida, debo dejar de preocuparme por él... Pero, al menos, para que no le duela tanto, lo haré despacio, haré que no sienta que me voy, haré que se acostumbre, poco a poco, a mi ausencia, que no se percate que ya no estoy a su lado, haré que no me extrañe, así no sufrirá... él, sólo él.

Al menos se redujeron las víctimas, sólo una, sólo yo, mi último sacrificio, mi última señal... de amor.

Pero... alguien me ayudará en la batalla, alguien blandirá su espada a mi lado, y me sanará las heridas. Henry, mi soporte, mi ayuda, mi salvador. Quedarán huellas, pero, al menos, ya no sangraré. Henry... Sí, mudaré mis sentimientos, sí... sólo espero que no hayan muerto, que quede algo, que le pueda dar algo a Henry, sólo espero... que pueda lograrlo.

¿Podré?

Que creo en ti, voz de madrugada

Y soñar despertar en tus ojos

Y solo poder jurar que estaré bien

Y me encamino a mi habitación, sin percatarme del frío ya. Pensando, pensando, tal como vine me voy: pensando. No sólo pondré en juego mis sentimientos, sino que daré cogida a los de Henry...

Y una tenue sonrisa aparece en mi rostro, junto con un pensamiento:

Quizás... quizás no sea tan malo... después de todo, alguien me ofrece su amor...

Y me sonrojo, ya entrado en el retrato de la dama gorda, encaminándome en la habitación, imperceptible, como mi vida ante los demás... Quizás ya no lo sea tanto...

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Aclaraciones: El título de este capítulo tiene un fin ambiguo ambiguo, es decir que se debe a 2 cosas: El entorno de Ginny(panorama) y lo que tendrá que dejar.

Decidí poner la aclaración del título al final, pues sino tiendo a resumir la historia... y no deseo eso.

Notas de la autora: ¿Qué os pareció? ¿Demasiado dramático, verdad? Bueno, puede, valga decir que cuando uno ama de verdad a una persona, siente que no podrá más, que el olvido es imposible, que la muerte es la única salida. Luego, despues de un largo tiempo, nos damos cuenta que hubieramos sido estúpidos si habríamos acabado con nuestra vida. Claro que en el mismo momento, cuando el amor está latente y en todo su fulgor, no pensamos así, sino todo lo contrario, como ya dije antes. Pero, nótese, Ginny es lo suficientemente coherente como para intentar hallar otra salida, y la encuentra...

Le querría pedir un favor. Si piensan dejarme un review, les agradecería que comenten la letra de la canción. ¿Os ha molestado que este sea un song fic? Pues... a mí me agradó la idea, la letra es concorde a la narración... Espero no les haya disgustado.

Si desean escuchar la canción ("Esther Fe"), entrad a Libidonet.com, dale clic al disco POP*PORN. Alguna ayuda extra, no duden en escribirme a mi correo.

Responderé reviews en el otro capítulo, ¿vale?

Adiós. Cuídense. Estudien. ¡Sonrían!

Karla

('Mione)