Capítulo I Tres extrañas llegan a la escuela

Campus "X CLAMP" sólo lo mejor del mundo, era la frase que se podía leer pulcramente grabada en la placa de la escuela más prestigiada del país no sólo por su nivel académico sino también por el gran desarrollo tecnológico con el que cuenta, haciéndola una de las tres grandes del mundo, existiendo sólo dos maneras de entrar a ella, siendo extremadamente rico o entrar por examen y en muy pocos casos; muy contados cabe mencionar, por recomendación, los dos últimos se pueden mantener por becas que te proporciona la misma escuela, es mucho más inusual que los estudiantes becados lleguen a soportar hasta el final.

El edificio en si es majestuoso, pareciera que detrás de esas puertas existía una ciudad distinta a la de afuera, se podía apreciar claramente como se dividía esta, ya que no sólo era de nivel Universidad comprendía también nivel elemental, secundaria, preparatoria y un edificio que comprendía los centros de estudios, cafeterías, talleres culturales y todo lo que el alumno necesitase para mantenerse un poco más relajado, cada lugar se encontraba distribuida de manera que juntando el lugar formaban una enorme estrella y en el centro de esta se encontraban los dormitorios, el edificio aún más grande que las escuelas, ya que esta escuela albergaba a todos los alumnos a excepción de los de primaria y secundaria, sólo estos tenían permitido salir del área con la condición de volver temprano a sus clases pero en cambio los de preparatoria y universidad no, una vez entrando no podían salir del lugar hasta el final, millones de plantas rodeaban la gigantesca estrella formando un bosque espeso, pero después de esta era como una esfera con algunas ranuras parecidas a caminos rodeando el lugar se podían ver estructuras como de casas, sin darse a equivocar de los maestros, encargados de limpieza, técnicos y algunos especialistas, sobre todo buscadores y rastreadores de perdonas perdidas; tomando en cuenta el semejante bosque que cubre casi en su totalidad todo no permitiendo entrar un solo hilo de luz del sol y la cantidad de estudiantes que por querer desafiar al Bosque Negro se han perdido ahí, viven ahí con sus familias, otro espeso aro de bosques con ranuras rodean las casas y finalmente un centro, con tiendas de autoservicio, centros comerciales, tiendas de ropas, dulcerías, tiendas y estancias de distintos tipos, pero en que lugar podría encontrarse semejante "colonia" por así llamarla debido a la forma en que se encuentra todo colocado y distribuido de manera minuciosa, se podría decir que en un lugar muy alejado de toda la sociedad, sumamente alejado, se puede llegar a este lugar solamente por un medio: tren.

En un lugar no muy alejado de las escuelas en ese inmenso bosque una luz comienza a rodear un pequeño punto, volviéndose poco a poco tan fuerte y cegadora que no permite verla más, finalmente la luz desaparece y reina nuevamente las sombras dejando de ver a tres figuras de las cuales sólo sus ojos brillaban entre toda la oscuridad.

Comienzo de año, los egresados se van y nuevos estudiantes llegan a ocupar su lugar, una gran emoción se puede observar a los alrededores y un ambiente agradable se puede sentir y respirar en el aire pero de entre todos estos, tres figuras femeninas se distinguían por sus atuendos y porque no mencionar su belleza que hacían a todo chico por el que pasaban voltear a verlas y unas cuantas chicas mirarlas con celos, una de ella, la más alta de todas tenia el cabello largo y rubio con un mechón ocultando un pedazo de su rostro pero dejando al descubierto unos ojos aceitunados, vestía blusa negra, falda larga del mismo color y encima una gabardina tinta con una mariposa violeta en la espalda, la que le seguía de las tres su atuendo era medio gótico, un vestido completamente negro con olanes en las mangas y el cuello, sólo dejando al descubierto los hombros y adornando su cuello un lazo igual negro con olanes largos, el cabello medio largo y ondulado su mirada era seria pero no fría, tal como delataban sus ojos negros por igual.

Por ultimo la más pequeña en tamaño y edad, se notaba distinta de las demás, tenia una enorme sonrisa, de cabellera lacia y café castaño agarrada en una cola alta dejando ver lo larga que era, sus ropas no eran muy distintas de las demás ya que igualmente eran oscuras, traía un conjunto de cuero, pantalones a la cadera y un top pegado con una gabardina medio larga, haciendo a su vestimenta un poco más provocativa que la de sus acompañantes, notándolo por las miradas descaradas que le dirigían los chicos que pasaban a su lado pero no les tomo importancia, estaba fascinada con aquel lugar lo consideraba simplemente bello.

-Que hermoso está todo, nada a cambiado, mira las flores son divinas y mira a las personas se ven muy felices- decía la joven mientras se veía su figura moverse de un lado a otro pero sobre todo en ese enorme jardín que hacia al tétrico bosque parecen un paraíso, es sorprendente como la belleza de una flor puede cambiar el ambiente de un lugar.

-¿Esta bien que se emocione tanto?- preguntó la chica gótica

-Déjala Hana no ves que esta feliz, ya que es la primera vez en tanto tiempo que estamos aquí, es como una niña en una dulcería- le contesto la rubia con una sonrisa en su cara.

-Me gusta mucho como me defiendes Satsuki además...-la chica se mostró una mirada más sería- tiene razón Hana no venimos a jugar sino a cumplir una misión pero...-una sombra apareció ocultando los ojos con su cabellera y su tono de voz se volvió melancólico, aguardó unos segundos para voltear a ver a sus amigas nuevamente- Un poco de emoción no hace daño, ¿verdad?, ¡así que vamos a buscarla!- dijo finalmente con una gran sonrisa.

-jajá jajá esta bien Mei, pero será mejor que vayamos a buscar los papeles que nos faltan.

-si quieres nosotras vamos y tu vas a las habitaciones a acomodar nuestro equipaje-

-claro...pero...no es mucha molestia no será mejor que vayamos las tres- preguntó la más chica con un gesto de preocupación reflejado a lo que Hanajima se acerca poniendo su mano en la cabeza de esta -Descansa- le dijo al final en forma de orden pero de manera dulce a lo que Mei sonríe y asiente.

-Gracias Hana, Satsuki las quiero mucho –contesto a la ves que teóricamente se lanzaba sobre ellas.

Mientras las tres finalmente se separaban, Mei se dirigía a lo que se convertirían sus nuevas habitaciones y por el momento único hogar rayos...están muy confusas las instrucciones, creo que mejor le preguntare a alguien...no, mejor lo hago yo solita sino luego Satsuki se reirá de mi si me pierdo, además tengo que terminar de arreglar lo que queda pendiente, Hana fue muy insistente en venir a acomodar los cuartos un día antes así que sólo les pondré un poco más de ambientepensaba mientras sonreía de manera picara, no se había dado cuenta que tenia rato caminando distraídamente y sin rumbo meditando en como hacer su labor de una manera en que le agradase a sus amigas, cuando sin previo aviso tropezó con la espalda de alguien siendo detenida de caer por una mano que la sujeto fuertemente.

-Auch...perdón, no me fije por donde iba y...-se sobaba su linda cabecita mientras desplegaba su mejor sonrisa volteando en busca de los ojos de la persona con la que había chocado momentos antes quedando inmediatamente envuelta en esa imagen, ruborizándose de ese joven de cabello castaño que guapo es.

Por otra parte él se encontraba sumergido en aquellos hermosos ojos color miel y en la belleza de esta joven, fina como una muñeca de piel blanca y tersa como la porcelana, sintió estremecerse ante el contacto de tan pequeña mano, sintió que conocía a la chica de toda la vida cuando no habían pasado en realidad ni 5 minutos del incidente, había olvidado soltarla, pero no su vez no quería hacerlo, era un sentimiento desconocido.

Ella aun vagaba en esos ojos amatistas, eran unos ojos realmente hermosos le resultaban sumamente agradables se parecen a los de él..., agacho la cabeza tratando de ocultar la tristeza que embargo su rostro con el sólo recuerdo de esa persona.

-Lo siento parece que te has lastimado-trato de cambiar la situación al percatarse de la cara de ella y así soltando al fin su mano a lo que ella respondió con una sonrisa y negó con la cabeza.

-No en lo absoluto, tu me ayudaste hace rato de caer nuevamente gracias, nos vemos-dijo mientras apresuraba su paso para alejarse de ahí lo antes posible no sabia porque...sólo así lo presentía, pero fue repentinamente detenida por una mano lo cual no pareció agradarle del todo, dándoselo a saber al joven al lanzarle una mirada amenazadora por la cual el volvió a soltarla.

-Lo siento, pero me gustaría mucho saber tu nombre, yo soy Duo Maxwell -

-Creo que mi nombre es algo que no importa mucho- respondió, no es que no desconfiara de él, sólo que sus amigas le tenían rotadamente prohibido dar su nombre, sobre todo conociendo la personalidad amigable y confianzuda de su amiga.

-Oye esta bien pero como no me quieres decir tu nombre entonces te diré...pequeña - dijo de manera triunfante el joven.

-No creo que le guste mucho que le llames así Maxwell- respondiendo una voz a sus espaldas sonaba tan bien algo seria pero de quien seria, en cierto modo esa persona tenia razón, a ella no le gustaba ese nombre con la que la acababan de rebautizar sin su consentimiento.

-Ah Wufei, que gusto verte quiero presentarte a pequeña- parecía que ellos se conocían perfectamente, además claro esta que la persona a su lado insistía en llamarla pequeña.

-¡¡¡Oye tengo un nombre y me gustaría que me llamaras por este!!!- gritó de manera disgustada mientras cruzaba los brazos mirando a otro lado.

-Pero aun no se cual es-el joven había vuelto de repente su mirada a la de un niño de 3 años.

-Esta bien es mejor decírtelo antes de que vuelvas a llamarme pequeña, soy Tsukishiro Mei-

-Ah pero que...-iba a exclamar pero no pudo terminar cuando el otro chico pregunto de manera abrupta con una voz más seria que la anterior.

-¿Qué haces en esta escuela?-

Mei volteo para visualizar mejor al chico, a decir verdad no era nada mal parecido, sus rasgos eran orientales, cabello de un negro profundo sujetado firmemente en una pequeña y apenas visible cola, sus ojos nuevamente se topaba con unos ojos hermosos del mismo color que su cabello que suerte hay mucho niño lindo en este lugar...pero rarosportaba el uniforme; al igual que la otra persona que aún seguía a su lado, el de los hombres era pantalones oscuros, camisa del mismo color sólo que esta tenía un rojo intenso en las orillas de las mangas, el cuello que se cubría casi en su totalidad con la tela al igual que abertura por delante, los botones apenas se podían notar.

-¿Es que acaso no es un país libre?-respondió al fin ella de manera desafiante después de analizar al joven delante suyo.

-Lo es, pero en este Campus no del todo porque si no te has dado cuenta la mayoría de los que estudiamos aquí son varones-

En eso tenia razón, la mayor parte de los estudiantes eran hombres suponía que por la rudeza y dificultad con la que se caracterizaba la escuela por lo cual eran pocas las mujeres que se observaban en los alrededores, pero eso no le daba ningún derecho de hablarle así.

-¿Qué tiene de malo que una mujer este aquí?- no se dejaría sumir por las palabras tan retadoras que le dirigían.

-Si eres una mujer frágil y débil como las demás no tienes nada que hacer aquí- sentencio al fin el chino.

-Eso crees tú, pero estoy muy segura de que podría sobrevivir mucho más tiempo del que llevas aquí o es que acaso eres de los que tiene miedo de ser superado por una mujer- respondió mientras fruncía el ceño y una sonrisa surcaba por sus labios.

-Eso nunca, además no puedes tener tanto linaje para estar aquí así que te repito por tu bien este no es lugar para ti vete ahora antes de salir llorando- casi grito el chino

-Eres un grosero...como te atreves...si no tienes miedo de ser humillado por mi entonces demuéstralo, estoy segura de poderte vencer en la que sea tu habilidad-

-No creo que sea lo correcto niña- una voz a sus espaldas le respondió esta vez provenía de otra persona alta, con la piel ligeramente tostada y de cabello café acomodado hacía enfrente de una manera graciosaAhora viene a regañarme uno de ojos verdes

-Y se puede saber ¿quien eres tu y porque no?-

-Trowa, donde te habías metido amigo- dijo Duo que esta el momento se había mantenido al margen de tan amena plática.

-Me llamo Trowa Barton, y será porque Wufei Chang tiene una habilidad en la que hasta ahora nadie lo a podido superar, lo siento no tengo nada en contra de las mujeres pero temo decirte que no tienes posibilidades- le dijo el joven con los brazos cruzados, mientras se dirigía al americano -Duo, tiene rato buscándote Heero, será mejor que nos vayamos, tu también Wufei-

-Ah había olvidado que quedé de estudiar con el en la biblioteca, esta vez si se va a enojar mucho-

-esta bien Barton, nos vemos niña- el chino ya no mostraba indicios de seguir peleando

-Espera, nadie insulta a Mei Tsukishiro sin recibir castigo según lo que se esta escuela cuenta con un salón de duelos ¿o me equivoco?-

-Este... pequeña Mei ya basta no sigas- Duo tomo sus manos para tranquilizarla. -Lo siento Duo, no puedo dejar que esto se quede así-

-Acepto tu desafío niña te espero allí mañana antes de que salga el sol, ¡¡Maxwell vamonos!!- gruño el chino

Mei sólo se inclino en señal de respeto; ella bien sabía que eso se hacía con un oriental, dio una última mirada por donde se fueron los chicos y se marchó

-Que chica tan brava, pero muy agradable... oye Wufei, ¿¿en serio piensas pelear con ella?, además no pudo ser más tarde-

-Duo, eso es algo que ella quiere y voy a respetar por su honor-

-Nadie te invito a ir o si-

-Trowa, claro que tengo que ir no quiero que el rudo y mal educado de Wufei le vaya a hacer algo a esa linda chica-

-¿Quién dijo que la voy a lastimar?

-Entonces sólo piensas jugar con ella o vas a respetar ese honor que acabas de decir, se ve que ella si va a dar todo de si-

No hubo respuesta de parte del chino.

En otra parte del enorme Campus se veía a Mei caminar cansada después del lío en el que se había metido sin haber querido, llegando al fin a las habitaciones, claro tuvo que pedir indicaciones como unas quinientas veces debido a su pésimo sentido de orientación, bueno sea como sea ya esto aquí, sólo espero no se hayan adelantado las chicastocó la puerta para cerciorarse pero no recibió contestación que bien, aun no lleganabrió con la llave que le dieron sus amigas momentos antes, al entrar quedo maravillada con su habitación.

-Vaya es grande y sobre todo muy bonita, se nota que fue Hana la que se encargó de limpiarlas sobre todo de conseguir que las tres quedaran juntas, mejor no preguntar- ella sabía a la perfección los métodos que usaba su amiga y con sólo pensarlo su piel se erizo.

Por decisión propia las tres tomarían habitaciones individuales pero juntas unas de otras.

Era verdad lo que ellas le habían dicho, se encontraba cansada y más al encontrarse con semejante sujeto siento que me hierve la sangre con sólo recordarlo aunque después de todo es muy guapo, me recuerda mucho a el...ah pero también esta Duo y ese Trowa que son mal parecidos, me gustaría que fuéramos amigos, tengo que presentárselos a las chicas estoy segura de que les van a agradar...pero primero tomare un baño

Se dirigió a la bañera, abrió la llave del agua caliente, encendió una vela aromática de sándalo que saco de entre sus maletas que encontró en su habitación al llegar al parecer alguien se encargo de llevarlas o de que otra forma podría ser, se imagino a las maletas caminando rumbo a las habitaciones y sonrió ante tal pensamiento por andar divertida olvido elegir y sacar su ropa así que camino de regreso y su pequeña caminata soltó su larga cabellera y finalmente coloco en el reproductor con el que contaba cada cuarto un CD de música suave, haciendo así el ambiente perfecto disponiéndose sólo a relajarse. Pero no se dio cuenta del papel que habían pasado por debajo de su puerta.